AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Howling at the moon
2 participantes
Página 1 de 1.
Howling at the moon
Jamás se había sentido mejor, la bestia gobernaba sobre sus instintos, la adrenalina corriendo por sus venas. Tan vivo, tan diferente. No era el mismo chico que dejó Paris, no, al regresar de Italia algo en él cambió…, todo había cambiado; la misma personalidad dirigida por distintos motivos. Ya no le importaba si la bestia se quedaba porque la quería cerca.
Venganza respiraban sus pulmones, resentimiento…, sed de sangre y no estaba dispuesto a parar hasta conseguir sus corazones uno por uno. No le bastaba con buscar a los cazadores que específicamente mataron a su madre pues sabía que mientras existieran esta guerra absurda no iba a parar por lo que decidió que la única solución era acabar con todos. Lo que evitaba ocupar en su cabeza era el “que haré cuando sea ella”.
La noche en que regresó a Francia su camino se cruzó con el de una cazadora un tanto peculiar, y bastante lunática al dejarlo ir con vida más sus actos dejaron una marca en él a la cual aún no le encuentra sentido y ha optado por no hacerlo por el momento. Camina por las calles de París y sin escatimes se transforma al sentir el poder de la luna, corre hacia el bosque, necesitaba un lugar donde nadie pudiese escucharlo, debía contarle a alguien sobre su plan y sabía de esa sola persona en quien podía confiar en toda Francia.
Cameron D’ Lizoni ha sido una que otras cosas en el pasado: amigo, cómplice, hijo, espíritu libre, moralista, pero esto era diferente. Por muchos años suprimió al lobo creyendo que serlo era más que ir por ahí siendo un animal mas hoy, al correr por las zonas se da cuenta que nunca se había sentido mejor, que estaba equivocado al privar al hombre de la bestia.
—Sé que estás ahí amigo, venga, sal —dice al sostenerse sobre sus dos piernas y terminar de ponerse los pantalones que dejó escondido en el tronco tras él. Si tan solo su padre lo viese ahora, tan salvaje, tan impropio…, tan cercano a las raíces de su madre. Orígenes malditos pero aun así suyos.
Venganza respiraban sus pulmones, resentimiento…, sed de sangre y no estaba dispuesto a parar hasta conseguir sus corazones uno por uno. No le bastaba con buscar a los cazadores que específicamente mataron a su madre pues sabía que mientras existieran esta guerra absurda no iba a parar por lo que decidió que la única solución era acabar con todos. Lo que evitaba ocupar en su cabeza era el “que haré cuando sea ella”.
La noche en que regresó a Francia su camino se cruzó con el de una cazadora un tanto peculiar, y bastante lunática al dejarlo ir con vida más sus actos dejaron una marca en él a la cual aún no le encuentra sentido y ha optado por no hacerlo por el momento. Camina por las calles de París y sin escatimes se transforma al sentir el poder de la luna, corre hacia el bosque, necesitaba un lugar donde nadie pudiese escucharlo, debía contarle a alguien sobre su plan y sabía de esa sola persona en quien podía confiar en toda Francia.
Cameron D’ Lizoni ha sido una que otras cosas en el pasado: amigo, cómplice, hijo, espíritu libre, moralista, pero esto era diferente. Por muchos años suprimió al lobo creyendo que serlo era más que ir por ahí siendo un animal mas hoy, al correr por las zonas se da cuenta que nunca se había sentido mejor, que estaba equivocado al privar al hombre de la bestia.
—Sé que estás ahí amigo, venga, sal —dice al sostenerse sobre sus dos piernas y terminar de ponerse los pantalones que dejó escondido en el tronco tras él. Si tan solo su padre lo viese ahora, tan salvaje, tan impropio…, tan cercano a las raíces de su madre. Orígenes malditos pero aun así suyos.
Cameron D’ Lizoni- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 20/04/2016
Localización : Francia
Re: Howling at the moon
Irónico, incoherente e inverosímil. Tres palabras que concordaban a la perfección con la situación en la que Malachai se encontraba. Habían transcurrido algunas horas desde que el hombre cedió la presión de su astro madre; un frondoso pelaje cubría su cuerpo entero que adoptaba la figura de la bestia. Sediento de luz de luna el lobo corría entre la maleza, deleitándose de la única libertad que conocía, la libertad de no tener control. Dejar que la bestia tomase las riendas de su cuerpo era la forma más sencilla de evadir todo aquello que le afligía, sentir su humanidad desvanecerse entre las garras del lobo era lo más cercano a sentir paz, la calma que últimamente le faltaba. Aquella noche había optado por no encadenarse, todas las lunas anteriores en las que se había transformado, Malachai buscó incesablemente imponerse sobre su contraparte más nunca lo logró, el hombre se encontraba solo y la luna velaba por su hijo como fiel guardia.
Aquella había sido una buena noche. El manto negro con el que se cubren los cielos tras la puesta del sol, solía llevar incautos al bosque en la búsqueda de lo desconocido y a sagaces cazadores con ansias de encontrar de presa, sin embargo, hasta aquel momento, el lobo no había tenido la desgracia de toparse con alguno de ellos. La conciencia de Malachai, escondida tras el instinto de la criatura que reinaba su corporeidad disfrutaba del poder que significaba convertirse por completo, pues lo único más atroz que los demonios de su pasado que le perseguían incesantemente, era la bestia.
Un poderoso aullido que hizo eco entre las ramas de los árboles fue su llamado. Cameron, el lobo que le concedió la forma de la bestia, y hasta entonces su mejor y único amigo, solicitaba su presencia. Si en algo coincidían hombre y bestia era en la lealtad por él. En lo que llevaba de vida, el lobo no había tenido mucha experiencia cuidando de otros, o incluso siquiera sitié do la necesidad de hacerlo; Sin embargo, en el camino se había encontrado con algunas excepciones y por supuesto, su creador era una de ellas. Sin embargo, la mayor preocupación que inundaba su mente en aquel instante se reducía a una cabellera dorada, ojos de intenso azul; una criatura por la que nunca imaginó sentir nada más allá de repulsión.
Su vida había comenzado a tomar un extraño rumbo desde su primer encuentro con la vampiresa, todo aquello que se opuso a hacer o creer, aparecía de repente como la más relucientes de las posibilidades ante sus ojos y aquello le asustaba; tener que matar quizá no era la parte más compleja del asunto, más las sensaciones ambivalentes que surgían en su cuerpo en presencia de la inmortal era lo que más le preocupaba.
En cuestión de unos minutos, el lobo había llegado al lugar de procedencia del llamado y con el permiso de la bestia surgió el hombre bajo la luna llena. Ya de pie sobre dos piernas, Malachai se acercó a Cameron quien terminaba de abrocharse los pantalones, con gracia el lobo miró la parte baja de su cuerpo descubriendo no vestía nada más que su propia piel.
— Realmente espero que hayas traído otro par de pantalones, Cameron.
Aquella había sido una buena noche. El manto negro con el que se cubren los cielos tras la puesta del sol, solía llevar incautos al bosque en la búsqueda de lo desconocido y a sagaces cazadores con ansias de encontrar de presa, sin embargo, hasta aquel momento, el lobo no había tenido la desgracia de toparse con alguno de ellos. La conciencia de Malachai, escondida tras el instinto de la criatura que reinaba su corporeidad disfrutaba del poder que significaba convertirse por completo, pues lo único más atroz que los demonios de su pasado que le perseguían incesantemente, era la bestia.
Un poderoso aullido que hizo eco entre las ramas de los árboles fue su llamado. Cameron, el lobo que le concedió la forma de la bestia, y hasta entonces su mejor y único amigo, solicitaba su presencia. Si en algo coincidían hombre y bestia era en la lealtad por él. En lo que llevaba de vida, el lobo no había tenido mucha experiencia cuidando de otros, o incluso siquiera sitié do la necesidad de hacerlo; Sin embargo, en el camino se había encontrado con algunas excepciones y por supuesto, su creador era una de ellas. Sin embargo, la mayor preocupación que inundaba su mente en aquel instante se reducía a una cabellera dorada, ojos de intenso azul; una criatura por la que nunca imaginó sentir nada más allá de repulsión.
Su vida había comenzado a tomar un extraño rumbo desde su primer encuentro con la vampiresa, todo aquello que se opuso a hacer o creer, aparecía de repente como la más relucientes de las posibilidades ante sus ojos y aquello le asustaba; tener que matar quizá no era la parte más compleja del asunto, más las sensaciones ambivalentes que surgían en su cuerpo en presencia de la inmortal era lo que más le preocupaba.
En cuestión de unos minutos, el lobo había llegado al lugar de procedencia del llamado y con el permiso de la bestia surgió el hombre bajo la luna llena. Ya de pie sobre dos piernas, Malachai se acercó a Cameron quien terminaba de abrocharse los pantalones, con gracia el lobo miró la parte baja de su cuerpo descubriendo no vestía nada más que su propia piel.
— Realmente espero que hayas traído otro par de pantalones, Cameron.
Malachai Vlahovic- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/04/2016
Localización : París
Re: Howling at the moon
Carcajadas lo tomaron de sorpresa y descubrió que era la primera vez desde que regresó que lo hacía. Como si repentinamente la carga que por días ha llevado consigo le diera un Descanso a sus hombros y el aire por fin recorriese sus pulmones.
— Estás de suerte —río y apuntó al tronco dando una vuelta sigilosamente mientras Malachai se hacía de los pantalones que reservó. Cuando andas con semejantes ideas de asesinato es un requisito cuidar los pasos, procurar que nadie te pise los talones y Cameron, cuidando de no llegar a la paranoia, procuraba no ser visto por quien no deseaba.
Una vez cerciorado de que eran los únicos en el lugar, por su bien y el de su mejor amigo, dejó caer el peso de su cuerpo contra un árbol, sintiendo el peso de noches sin dormir y rabia acumulada. Su cabeza iba de un pensamiento a otro con una rapidez que le preocupaba.
El descontrol lo reclamaba.
Rebuscó un cómo expresar lo que tenía por decir, como revelar su plan no porque no confiara en Malachai, jamás, sino el desasosiego que llevaba consigo. Conocía sobre aquel tiempo en el que su amigo fue presa de la venganza y aunque fuese la única alma en quien depositaba su total confianza al llegar aquí se debatía entre traerlo de nuevo a este lado o no. Bien sabe que le es leal pero la sensatez que aún permanece en él se niega a forzar a su mejor amigo a caer en el abismo.
¿Qué opción tienes? Reniega la bestia. Ya lo ha llamado a este lugar, al menos, siente que necesita decirle sus razones y lo que planea. Alguien debe saberlo, no para traerlo de regreso a sus cabales o apelar al sentido común. Tan solo para escucharlo. La cazadora insistía a la par en hacerse espacio en su cabeza como una de las consecuencias, de todos los puntos que lo analizaba ella, por alguna razón, hacía presencia entre las principales y le molestaba e intrigaba con la misma intensidad.
— La verdad no sé cómo tomes esto. Pero estoy seguro que lo entenderás. —dijo con una sonrisa torcida en su rostro. Esperando reproche por parte de Malachai. Hace semanas que no sabía nada de él, mucho antes de ir a Italia por lo que aunque conocía a aquel que sin dudas le apoyaría, se había estado preparando para recibir alguna reprimenda.
— Estás de suerte —río y apuntó al tronco dando una vuelta sigilosamente mientras Malachai se hacía de los pantalones que reservó. Cuando andas con semejantes ideas de asesinato es un requisito cuidar los pasos, procurar que nadie te pise los talones y Cameron, cuidando de no llegar a la paranoia, procuraba no ser visto por quien no deseaba.
Una vez cerciorado de que eran los únicos en el lugar, por su bien y el de su mejor amigo, dejó caer el peso de su cuerpo contra un árbol, sintiendo el peso de noches sin dormir y rabia acumulada. Su cabeza iba de un pensamiento a otro con una rapidez que le preocupaba.
El descontrol lo reclamaba.
Rebuscó un cómo expresar lo que tenía por decir, como revelar su plan no porque no confiara en Malachai, jamás, sino el desasosiego que llevaba consigo. Conocía sobre aquel tiempo en el que su amigo fue presa de la venganza y aunque fuese la única alma en quien depositaba su total confianza al llegar aquí se debatía entre traerlo de nuevo a este lado o no. Bien sabe que le es leal pero la sensatez que aún permanece en él se niega a forzar a su mejor amigo a caer en el abismo.
¿Qué opción tienes? Reniega la bestia. Ya lo ha llamado a este lugar, al menos, siente que necesita decirle sus razones y lo que planea. Alguien debe saberlo, no para traerlo de regreso a sus cabales o apelar al sentido común. Tan solo para escucharlo. La cazadora insistía a la par en hacerse espacio en su cabeza como una de las consecuencias, de todos los puntos que lo analizaba ella, por alguna razón, hacía presencia entre las principales y le molestaba e intrigaba con la misma intensidad.
— La verdad no sé cómo tomes esto. Pero estoy seguro que lo entenderás. —dijo con una sonrisa torcida en su rostro. Esperando reproche por parte de Malachai. Hace semanas que no sabía nada de él, mucho antes de ir a Italia por lo que aunque conocía a aquel que sin dudas le apoyaría, se había estado preparando para recibir alguna reprimenda.
Cameron D’ Lizoni- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 20/04/2016
Localización : Francia
Re: Howling at the moon
"The beasts”
La primera vez que Cameron y Malachai cruzaron palabra había sido en un tormentoso día de octubre cuatro años atrás, poco tiempo después del deceso del mayor de los Vlahovic. Para entonces, El doublé, que alguna vez fue posesión conjunta de los hermanos, era la taberna de mayor prestigio entre los borrachos, comerciantes y pescadores que abarcaban la zona del puerto sur en la capital Francesa. Por supuesto, la cantina no era el más suntuoso lugar de París, mucho menos lugar para un opulento burgués, sin embargo, la reputación del lugar no había impedido que quien estaba por convertirse en su mejor amigo ingresara al el garito, incluso aunque fuese sólo en búsqueda de refugio a la tempestad que acaecía en aquella noche glacial.
Evidentemente, desde que D’Lizoni había posado sus pies bajo el umbral de la taberna había captado la atención de los presentes, pues todas las miradas de aquellos que allí se encontraban recaían inquisitorias sobre él. El menor de los Vlahovic, quien ahogaba en sus penas con alcohol, consagrándose a sí mismo como el mayor consumidor de su propio negocio, había optado por ignorar la presencia del singular sujeto, más sus intenciones se contemplaron frustradas en tanto fue ese mismo individuo quien se aproximó a él.
Quien le observaba en aquel instante era ciertamente alguien diferente. El lobo se había caracterizado siempre por ser un hombre de afable carácter, sarcástico e impulsivo, pero constantemente rodeado de un aura vigorosa y carismática; nada de aquello podía ver Malachai en él, ya no más, o al menos, no para ese preciso momento de su semi-inmortal existencia. Bien conocía la bestia que la vivacidad del alma de su creador había sido enterrada junto al cuerpo de su madre y lo poca gracia que le había quedado se desvanecía paulatinamente junto a su recuerdo.
Malachai terminó de colocarse los pantalones que por fortuna Cameron le había llevado, expectante ante el dubitativo semblante del mismo. Desde el deceso de la mujer que había dado a luz a su amigo, no habían sido muchas las noticias sobre él, nada a excepción de una carta en la que relataba vagamente de un próximo viaje a Italia, uno a término indefinido. Era claro que el menor de los Vlahovic encontraba grato reunirse con su creador, más el agresivo recelo de su talante comenzaba a consternarle; ciertamente, D’Lizoni era lo más cercano a una familia que le restaba a Malachai y bien sabía él que fuese cual fuese el sentimiento que le acogiera, era evidente que no se trataba de uno de la mejor clase.
— ¿Es esto sobre tu madre, Cameron?— El joven lanzó certera su indagación, preguntándose si debió titubear antes de terminarla — La última vez que vi un semblante semejante al que cargas, me estaba mirando a mí mismo en un espejo, amigo — Sus ojos escudriñaban en los de Cameron, buscando respuesta precisa a aquello que este se esforzaba en ocultar, aun cuando su corporeidad entera le traicionaba — ¿Qué es lo que sucede?
Malachai Vlahovic- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/04/2016
Localización : París
Re: Howling at the moon
Resulta irónicamente gracioso como el destino puede resquebrajarte por más imponente o invencible que alardees ser. Y es que tanta jactancia y descaro han de no quedar inmunes; años después con el alma despedazada y tal baldado sobre él que luchaba con imponerse, la noche en que Cameron perdió a su creadora tanto como hombre y bestia, asegura haber perdido el control de sí. Recuerda con cada detalle como la carta cayó al suelo y consigo su espíritu permaneció desecho desde entonces.
Desde su regreso a Francia un sin fin han sido las emociones que desembarcaron con él, y es que la fuerza e ímpetu que le brindaba aquella ira desmesurada bien sabía como matar lo que alguna vez se enorgulleció de ser, enterrando al hombre que en su momento osó embriagarse con la ventaja de ser feliz, que alardeaba de conocer ese secreto que muchos perseguían e iba de un sitio a otro pregonando sin palabra alguna lo libre que era incluso para quien debe obedecer al astro que reinaba en el cielo después de cada puesta de sol.
—Es exactamente por lo que sé que tú, más que nadie, me entenderá —pronunció sintiendo que por primera vez desde lo acontecido el universo a su alrededor le concede aquellos breves instantes para cesar y descansar de la inmensa carga que se ha acarreado.
Son tantas las emociones que recorren su ser y ninguna de ellas positiva, echa tanto de menos la felicidad de la que a sus anchas era consciente, añora cuando era capaz de pensar en otras cosas además de matar; se avergüenza que si bien su madre siempre le alentó a aferrarse a quien es, no habita un modo en el que aprobara en lo que se ha convertido. Él mismo, en esas pequeñas fracciones en las que se permite flotar a la superficie aquel chico que entonces fue, desaprueba el hilo de sus pensamientos y las intenciones de sus acciones. Mas no puede controlarlo, ha apagado lo que quedaba de su humanidad y cambiado el moto que guía sus pasos.
En momentos como este sabe que Malachai es el único con quien puede contar, no solo por ser lo más cercano a un hermano que jamás ha conocido sino porque conoce con certeza a la persona que le mira en esta ocasión con preocupación, y es fehaciente que más que nadie comprende lo que es ser movido por el dolor y la venganza. Ya una vez era su amigo quien iba por el mundo cargando tal aura, es por ello que reconoce que ahora que los papeles se han intercambiado, no existe nadie más con vida pueda comprender la quemazón y el desasosiego que esparce la ira y la sed de sangre que reclama las bestia que convive con el hombre.
Se asegura de tomar otra bocanada de aire y alza la mirada expectante a la reacción de sus próximas palabras: —Quiero matarlos a todos —dice, con el semblante carente de expresión alguna—. Deseo matarlos a cada uno de ellos, cazarlos como la escoria que son. Solo así podrá descansar en paz...
Desde su regreso a Francia un sin fin han sido las emociones que desembarcaron con él, y es que la fuerza e ímpetu que le brindaba aquella ira desmesurada bien sabía como matar lo que alguna vez se enorgulleció de ser, enterrando al hombre que en su momento osó embriagarse con la ventaja de ser feliz, que alardeaba de conocer ese secreto que muchos perseguían e iba de un sitio a otro pregonando sin palabra alguna lo libre que era incluso para quien debe obedecer al astro que reinaba en el cielo después de cada puesta de sol.
—Es exactamente por lo que sé que tú, más que nadie, me entenderá —pronunció sintiendo que por primera vez desde lo acontecido el universo a su alrededor le concede aquellos breves instantes para cesar y descansar de la inmensa carga que se ha acarreado.
Son tantas las emociones que recorren su ser y ninguna de ellas positiva, echa tanto de menos la felicidad de la que a sus anchas era consciente, añora cuando era capaz de pensar en otras cosas además de matar; se avergüenza que si bien su madre siempre le alentó a aferrarse a quien es, no habita un modo en el que aprobara en lo que se ha convertido. Él mismo, en esas pequeñas fracciones en las que se permite flotar a la superficie aquel chico que entonces fue, desaprueba el hilo de sus pensamientos y las intenciones de sus acciones. Mas no puede controlarlo, ha apagado lo que quedaba de su humanidad y cambiado el moto que guía sus pasos.
En momentos como este sabe que Malachai es el único con quien puede contar, no solo por ser lo más cercano a un hermano que jamás ha conocido sino porque conoce con certeza a la persona que le mira en esta ocasión con preocupación, y es fehaciente que más que nadie comprende lo que es ser movido por el dolor y la venganza. Ya una vez era su amigo quien iba por el mundo cargando tal aura, es por ello que reconoce que ahora que los papeles se han intercambiado, no existe nadie más con vida pueda comprender la quemazón y el desasosiego que esparce la ira y la sed de sangre que reclama las bestia que convive con el hombre.
Se asegura de tomar otra bocanada de aire y alza la mirada expectante a la reacción de sus próximas palabras: —Quiero matarlos a todos —dice, con el semblante carente de expresión alguna—. Deseo matarlos a cada uno de ellos, cazarlos como la escoria que son. Solo así podrá descansar en paz...
Cameron D’ Lizoni- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 20/04/2016
Localización : Francia
Re: Howling at the moon
"Family don't end with blood, boy"
A pesar de ser él mismo una prueba real y latente del aspecto sobrenatural del universo, Malachai optó siempre por evitar que aquello que llamaba sexto sentido guiase sus acciones; sin embargo, ninguna clase de escepticismo, pudo evitar que el joven lobo predijera acertadamente las palabras que tomarían forma en los labios de su interlocutor. Por un instante, quiso pensar que sería diferente y sostuvo la ilusa esperanza de que el hilo de la conversación se enhebraría en un punto muy aparte al cual parecía dirigirse, pero todo se redujo a una vana idealización.
Su mentor se había caracterizado siempre por ser un hombre muy tranquilo, rodeado de un aura de envidiable frescura y versatilidad, quien a pesar de pertenecer en lo más alto de la burguesía, estaba dispuesto a adaptarse de la mejor forma a las situaciones que acontecieran su presente. Un Cameron lleno de vida que desconocía por completo al alma rota que en aquel instante le declaraba su más sincero y siniestro deseo de venganza.
Una vez el menor de los Vlahovic se enteró de la tragedia que aconteció la vida de D’Lizoni, percibió que algo muy en el interior de su amigo se había quebrado: esa misma parte de su alma que se fragmentó en infinitos trozos alguna vez, en la época cuando su hermano corrió con un destino similar al de la progenitora de su mentor y su vida le fue arrebatada por las sanguinarias garras de un inmortal. Bien sabía por experiencia que aquello no tenía remedio, pero, aun entendiendo los motivos por los cuales el padre de su bestia deseaba represalia más que la vida misma, no pudo evadir esa punzante sensación de decepción en el momento en que aquel que le acompañaba terminó su discurso.
De un momento a otro, las voces culposas, que hasta el momento le habían abandonado gracias a la intervención de Enaylen en su vida, volvieron a él, invadiendo disonantes lo más profundo de su mente. La ansiedad comenzó a incrementar. Él había elegido una vida tranquila, monótona, había elegido un empleo en la biblioteca y la abstinencia de todo tipo de placeres y emociones, aspectos que colocaron al joven Vlahovic en una imaginaria estabilidad en la que se otorgaba a sí mismo el derecho de controlar su vida mortal. No obstante, aquello que su amigo necesitaba le hizo cuestionar su moral.
Malachai estaba al tanto de que la venganza era tan tóxica como necesaria y que su mentor no volvería a encontrar la paz hasta que esta fuese perpetrada. Con sus manos agarrando con ligereza los crespos en su cabeza, el castaño comenzó a caminar de un lado a otro, debatiéndose entre lo correcto y lo imperioso. No podía imaginar palabra o suceso alguno que disuadiera al licántropo de sus intenciones, pero no se sentía capaz de abandonarle en aquella cuestión. Después de todo, si no hubiese sido por Cameron, probablemente se hubiese suicidado ante la impotencia de no poder clamar justicia por la vida de su congénere. Le debía la vida y el honor de Nikolai, e incluso aunque no le debiese nada, aquel hombre se había convertido su hermano y para entonces ya estaba al tanto de que la familia no se reduce a la sangre.
— Cameron, eres consciente de que no hay vuelta atrás ¿verdad? — Comenzó el lobo deteniéndose de espaldas a su creador, haciendo caso omiso a las voces que se alzaban cuando que la idea de verse obligado a asesinar rondaba su cabeza — La venganza es el más dulce de los venenos, pero como todos los de su clase, al final terminará dañándote también, amigo.
El joven lobo giró su cabeza de medio lado, dándole una mirada de soslayo a su acompañante, quien, a pesar de mantener un semblante serio no podía ocultar verse confunso ante su respuesta.
— Cameron, hermano, te ayudaré — soltó finalmente, girando sobre sí mismo, dando por fin la cara a su interlocutor — Pelearé, mataré e incluso, moriré si debo hacerlo para que nuestro cometido sea concretado —Prosiguió, dando dos pasos al frente en dirección a su mentor — Pero esta no es una solución permanente y tarde o temprano vas a tener que enfrentarlo.
El lobo fue tajante, pero sabía que la situación lo ameritaba.
Malachai se frotó las manos y acto seguido se restregó el rostro en búsqueda de calor. Sin el pelaje de la bestia cubriendo cada centímetro de su cuerpo, su dermis se convertía en víctima de la gélida temperatura de madrugada.
— ¿Cuál es el plan?
Malachai Vlahovic- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/04/2016
Localización : París
Re: Howling at the moon
De pequeño Cameron nunca conoció lo que era el desasosiego, lo único cercano a la turbulencia que experimentó fue, que según ha juzgado como el mal de todo niño de su clase, la obligación a actuar de forma ponderada, de nacer con responsabilidades que alguien más decidió otorgarle sin su consentimiento, la irónica soledad de ser hijo único y no tener más amigos que los que el dinero pudiera comprar. Sin embargo, existe algo que a ojos cerrados bien sabe heredó de su madre, una peculiaridad que le permitía encontrar armonía en el aire, que le atrae en las noches de luna llena y brindaba el gozo de ser inmune ante los males del mundo que le rodeaba. Su madre le llamaba don, su nana le nombraba ventaja; la ventaja de sobreponerse a los deseos de su padre, de mantener la esencia con la que fue enviado a la tierra…, ventaja que acrecentó al recibir la maldición y hoy en día se mostraba carente con los recientes acontecimientos. Y es que Cameron jamás experimentó tal dolor como el perder a un ser querido.
El momento en el que el universo decidió que Cameron conociera a Malachai forma parte de los pocos momentos que no fue capaz de advertir mas agradece pues, ha sido y es el primer amigo que puede considerar a ojos cerrados su hermano, la única persona en la que confió lo suficiente como para mostrarse como realmente es. Existen sucesos de los cuales D’Lizoni se ha de arrepentir como cualquier otra criatura, transformarlo no es uno de ellos. Empero, y aunque siempre supo que de todos Malachai jamás esperaría más de lo que pudiese ofrecer, esta noche leía decepción en las expresiones medidas de su amigo. Dejó que una sonrisa torcida, amarga en comparación con las demás, se asomara en su rostro…, recordó la misma expresión en su padre, aquella mirada de reproche con el ligero distintivo que, a diferencia de su progenitor, este ciertamente le apoyaba.
Existe algo que siempre ha importunado al lobo, una clase de obligación aún mayor que la que le brindaba el apellido: vivir por las expectativas de terceros. Incluso bajo aquella sonrisa y personalidad despreocupada ha saboreado el infortunio de causar un ceño fruncido, en más, a temprana edad aprendió diestramente a ignorar tal hecho, ha vivir como le plazca y creyese correcto…, pero nunca, jamás pensó ver tal expresión en quien considera como su única familia restante, en demasía al comprender la situación en la que le colocaba.
—Que imprudente de mi parte —suspira las palabras—. Sabiendo lo que has tenido que sufrir vengo pidiendo tal clase de favores. Estoy al tanto de todo y quiero creer que me conoces lo suficiente como para, al menos, suponer que he previsto todas las posibles opciones…, sé que no es la mejor solución, sé que una vez salga de ese ridículo círculo lamentaré muchas cosas pero ese es el caso, quiero salir. Necesito despertar y la forma más rápida es esta. No puedo seguir pretendiendo que no veo como esas despiadadas personas nos asesinan y luego se adueñan del descaro de decir que somos nosotros las bestias. De juzgarnos a todos.
Sus hombros de caen junto con su cuerpo que se hace espacio en un viejo tronco. Son tantos los pensamientos y posibles escenarios que no le permiten dormir. Anhela regresar a quien solía ser, deshacerse de esta horrible versión que de ser contemplado por su madre conseguiría nada más que desprecio. Pero no puede.
—Lamento que debas ver una versión tan demacrada de mi. No creas que estás obligado a ayudarme mucho menos que es la bestia en mi quien lo pide, aunque sea ella quien ha tomado el control desde entonces, vengo en busca de tu ayuda como amigo mas comprenderé si no quieres hacerlo.
Pronunció sincero, a sabiendas que jamás se perdonaría devolverle a su más cercano familiar el sufrimiento del que tanto le costó escapar.
El momento en el que el universo decidió que Cameron conociera a Malachai forma parte de los pocos momentos que no fue capaz de advertir mas agradece pues, ha sido y es el primer amigo que puede considerar a ojos cerrados su hermano, la única persona en la que confió lo suficiente como para mostrarse como realmente es. Existen sucesos de los cuales D’Lizoni se ha de arrepentir como cualquier otra criatura, transformarlo no es uno de ellos. Empero, y aunque siempre supo que de todos Malachai jamás esperaría más de lo que pudiese ofrecer, esta noche leía decepción en las expresiones medidas de su amigo. Dejó que una sonrisa torcida, amarga en comparación con las demás, se asomara en su rostro…, recordó la misma expresión en su padre, aquella mirada de reproche con el ligero distintivo que, a diferencia de su progenitor, este ciertamente le apoyaba.
Existe algo que siempre ha importunado al lobo, una clase de obligación aún mayor que la que le brindaba el apellido: vivir por las expectativas de terceros. Incluso bajo aquella sonrisa y personalidad despreocupada ha saboreado el infortunio de causar un ceño fruncido, en más, a temprana edad aprendió diestramente a ignorar tal hecho, ha vivir como le plazca y creyese correcto…, pero nunca, jamás pensó ver tal expresión en quien considera como su única familia restante, en demasía al comprender la situación en la que le colocaba.
—Que imprudente de mi parte —suspira las palabras—. Sabiendo lo que has tenido que sufrir vengo pidiendo tal clase de favores. Estoy al tanto de todo y quiero creer que me conoces lo suficiente como para, al menos, suponer que he previsto todas las posibles opciones…, sé que no es la mejor solución, sé que una vez salga de ese ridículo círculo lamentaré muchas cosas pero ese es el caso, quiero salir. Necesito despertar y la forma más rápida es esta. No puedo seguir pretendiendo que no veo como esas despiadadas personas nos asesinan y luego se adueñan del descaro de decir que somos nosotros las bestias. De juzgarnos a todos.
Sus hombros de caen junto con su cuerpo que se hace espacio en un viejo tronco. Son tantos los pensamientos y posibles escenarios que no le permiten dormir. Anhela regresar a quien solía ser, deshacerse de esta horrible versión que de ser contemplado por su madre conseguiría nada más que desprecio. Pero no puede.
—Lamento que debas ver una versión tan demacrada de mi. No creas que estás obligado a ayudarme mucho menos que es la bestia en mi quien lo pide, aunque sea ella quien ha tomado el control desde entonces, vengo en busca de tu ayuda como amigo mas comprenderé si no quieres hacerlo.
Pronunció sincero, a sabiendas que jamás se perdonaría devolverle a su más cercano familiar el sufrimiento del que tanto le costó escapar.
Cameron D’ Lizoni- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 20/04/2016
Localización : Francia
Re: Howling at the moon
"Pacto de sangre"
Malachai observó una amarga aflicción apoderarse de la expresión de Cameron una vez terminó su dicción. Un desconsuelo tal que nunca antes conoció sobre el rostro de su amigo. La pesadumbre que le invadía la mirada le permitió al joven lobo reconocer la dureza de sus palabras y que ciertamente, en aquel momento había sido desconsiderado de su parte hacer uso de ella. El paso de los años y el cargo de la maldición, que implicaba literalmente una indomable bestia residiendo en su interior, habían tornado áspera su empatía y atrofiado, de cierta forma, su capacidad para discernir los momentos en los que era necesario un tipo de prudencia que se esforzaba por no ignorar.
Se maldijo a sí mismo, contrariar todo aquello por lo que guardaba afecto se había convertido entonces en uno de sus malos hábitos.
Malachai permaneció en silencio, los únicos movimientos perceptibles que acogían su cuerpo eran los involuntarios: el continuo abrir y cerrar de sus párpados, el aire inhalado que inflaba su pecho… Sus ojos permanecían anclados a la altura del rostro de su amigo pero la realidad era que no lo observaba a él pues, era inevitable no perderse en la carencia de vida que exponía su semblante, mirarle, era como buscar sustancia en un empaque que está vacío.
Era verdad, él era un ser maltrecho, más la experiencia que conllevaba aquello no le otorgaba el derecho de juzgar las decisiones de su compañero, mucho menos, cuando él mismo era prueba tangible de resoluciones similares. Cameron le llevaba un par de años, era un hombre con capacidad suficiente de para distinguir entre lo que era correcto y lo que no, pero era aquella la verdadera cuestión. No había tonos blancos o negros, sólo grises, todos eran culpables de algún crimen, todos víctimas de algún criminal y era aquel un mundo de justicia subjetiva.
No pasó mucho tiempo antes de que sus dudas encontraran claridad. El menor de los Vlahovic comprendió que lo único realmente importante era llenar el vacío que la madre había dejado en su hijo, incluso si eso significaba atestar el agujero de emociones negativas. La ira era un pecado capital, no era la mejor de las opciones, pero aparentaba ser la última. Cualquier cosa era mejor que tener que ver a quien consideraba su hermano vagar por la vida con una pesado vacío enmarcando sus facciones, o aún peor, que este perdiera su vida en el intento, conociendo que estuvo en sus manos la opción de ayudarlo.
En cuanto a él mismo respectaba, el joven lobo estaba al tanto de que la suya era una causa que había perdido tiempo atrás. Para su alma no había remiendo y quizá para la de su amigo tampoco una vez cobrase venganza, sin embargo, aún se tenían el uno al otro y tal vez, sí perdía su rumbo, podría acudir a Madame Chavanell para encontrarlo, o simplemente perderse a sí mismo del todo y encontrar libertad. Cualquiera que fuese el resultado, intentaría honrar el nombre de la progenitora de quien fue su salvador o moriría en el intento, no tenía nada que perder ya.
— No — Soltó en tono firme una vez terminó de escuchar con atención las sinceras palabras de su interlocutor — No hay razón por la que disculparse, nada de esto es culpa tuya, Cameron —Malachai dio tres pasos al frente, quedando a menos de un metro de distancia de su amigo, cincelando su propio rostro con una faz determinante. El joven lobo hablaba enserio — Estoy seguro que tu madre era una buena mujer y no merecía esa muerte — le extendió la mano esperando que la tomara — Vamos a honrar su memoria hermano, vamos a matarlos a todos.
Una sonrisa surcó los labios del menor de los Vlahovic cuando D’lizoni estrechó su mano con determinación. Dos bestias se unían, el desenlace no sería agradable, más aquel acuerdo era necesario.
Malachai Vlahovic- Licántropo Clase Media
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/04/2016
Localización : París
Temas similares
» El aullido [Libre]
» The howling [Volk]
» Fly me to the moon [Privado, +18]
» Red Moon {Kazu + Jin}
» Red Moon ~ Privado
» The howling [Volk]
» Fly me to the moon [Privado, +18]
» Red Moon {Kazu + Jin}
» Red Moon ~ Privado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour