El aullido [Libre]

por **Dr. Dee** Mar Oct 02, 2012 9:07 pm

Llegue a la taberna antes que nadie, ese lujo tiene hospedarse en el centro y aunque caminé parsimoniosamente fui primero en llegar. No tenía necesidad de apresurarme en ningun sentido, lo que ha de ocurrir, acontencerá de cualquier manera. Hagen cree que ha llamado a concilio, pero lo cierto es que la semilla de una unión esta en nuestra sangre. La historia se conforma en ciclos, como una espiral que se cierra sobre si misma cada vez, sólo que escalando peldaños impasibles en el tiempo, asi hoy volvemos al lugar de donde partimos hace mucho, y puede que encontremos los mismos sitios y a la misma gente pero nosotros seremos alguien diferente, mirando desde otra posición, una nueva perspectiva cada día.

Por supuesto hay quien no aprovecha la bendición de renovarse y con uñas y dientes se aferran a sus miserables posesiones o a la seguridad de sus grises vidas, no es el caso de nuestro joven líder quien finalmente levanta la voz entre el silencio. Pronto responderán al llamado los representantes de todos los clanes quienes ya deben estar en París, y que según tengo entendido ya han sido convocados a esta reunión improvisada. Lo que Hans no ha meditado suficiente es que también acudirán al llamado los Ronin... los lobos vagabundos sin clan, que convocados por el aullido también se acercarán por los lazos del instinto A esos son a los que espero con cierta emoción silenciosa, mientras encuentro una mesa muy cerca de un rincón que me permita tener una vista completa del lugar. Quiero observarlos a todos mientras llegan.

por **Beakman** Miér Oct 03, 2012 12:53 am

(* Un aullido se escucha en la distancia.

Escucha! Escucha! Escucha!

Esto es París, la voz de los hoteles, de los cuartos aún sin arreglar, de los diálogos en los oscuros pasillos que adornar la raída alfombra escarlata., por donde se apresuran los sirvientes que salen al atardecer como espantados murciélagos. Escucha! Los murmullos en la escalera son voces que vienen de la cocina, donde se fragua un agrio olor a comida que muy pronto estará en todas partes, el ronroneo de los asensores. Escucha por sobre todo eso el llamado. ¡El aullido!

Su tránsito por la noche, tremolante como las banderas en los estadios. Por encima del sonido del agua que gotea en los lavatorios, en las gradas que invade un resbaloso moho, olor a humedad. Tiene la noche su sombra espesa, una sombra tibia y espesa que todo lo cubre y yo corro con premura hasta el lugar del encuentro.

(* Beakman también responde, aullando)

El aullido no se escucha mas que como eco. Fantasma del grito que recorre los pasillos y despierta despavoridos a los durmientes. Otros hermanos habrán escuchado también. Hagen alzó una voz incansable, viajera -¡Abre las ventanas y aspira el aire que viene de la calle! - Es un viento nuevo. Siente como se estremecen tus flancos en respuesta al incógnito canto. Ya voy llegando, me siento ya entre las esencias de mis hermanos.

por **Laurentius** Miér Oct 03, 2012 3:48 am

Rodeamos el lugar primero, sintiendo, tratando de percibir. Ambos escuchamos el aullido y nos encontramos aquí en el centro, decidimos separarnos. De cualquier manera nuestro vínculo es mas fuerte. Marie-Ann haría un recorrido en espiral y yo debía cortar la ciudad por su diámetro con la esperanza de encontrarnos con la fuente de aquel sonido.

Por encima de la roja nube que se cierne la ciudad nocturna, por encima del afanoso ruido de quienes buscan su lecho, pasa un pueblo de bestias libres en vuelo silencioso y fácil. En sus rosadas gargantas reposa el grito definitivo y certero. El silencio ciego de los que descansan sube hasta el cielo. ¡Tan alto!

Nosotros seguimos este sonido, pues nuestros Ancestros así nos lo han señalado. Somos los herederos de una tradición milenaria, que sabía y esperaba con antelación este momento. Todo en el universo son ciclos, he aqui que se cumple el nuestro.

Al fin se escucha un eco, una respuesta. Otro lobo ha contestado al canto del primero, la jauría lentamente se reúne, primero los cercanos al corazón. Los mas allegados. Luego poco a poco los reticentes se irán acercando. ¡Ay de aquel que llegue tarde pues ese tendrá desventura!

Atrevidos son los hermanos que con tanto valor se llaman, sin temor por desgarrar el velo. Arrojados son, imprudentes como todo joven. Por eso es mas urgente que salga a su encuentro, que les guíe y les mantenga unidos.

Ese que llama es Hagen y las escencias que sentimos mientras nos acercamos ya por distintos caminos a la taberna del centro pertencen también a Lycans. Deben ser ellos, los colaboradores de los Ivanovich, los herederos de los clanes Beckmann y Dee. Según supe, la hija del Loco Cartaigh y La heredera del clan Leveque estan en París.

Basta con que se presente al menos una de ellas para que exista el quórum necesario para formar un nuevo concilio. La expectación esta en el aire.

por **Jezabel** Miér Oct 03, 2012 5:22 am

Los guerreros, hermano, los guerreros cruzan paises y climas con el rostro ensangrentado y polvoso y el rígido ademán que los precipita a la muerte. Los guerreros esperados por años cuya cabalgata furiosa nos arroja a la medianoche del lecho, para divisar a lo lejos el brillo de sus arreos que se pierde allá, mas abajo de las estrellas.

El zumbido de una charla de hombres que descansaban sobre los bultos de café y mercancías, su poderosa risa al evocar mujeres poseídas hace años, el recuento minucioso y pausado de extraños accidentes y crímenes memorables, el torpe silencio que se extendía sobre las voces, como un tapete gris de hastío, como un manoseado territorio de aventura...todo ello fue causa de una vigilia inolvidable.

Aullidos contestan al llamado primitivo, la noche es nuestra, nosotros la trajimos y ella al mismo tiempo es bajo su manto que nos reunimos. Responden las familias al poderoso aullido. Hagen no alza el canto por que se sienta solo, sino por que sabe que le están escuchando... desde todos los rincones aqui se han venido a encontrar.

- Loup-garou!

por **Diego Cruz** Miér Oct 03, 2012 7:07 am

Una vez más la noche me envolvía, mi única compañía era la luna, tímida, aun no me haría sumeger en el "sueño" ,por ahora la bestia tardaría en liberarse.

Me encontraba junto a mi cabaña de madera, cerca de la pequeña fogata, preparada para cocinar un pequeño ciervo que había tenido el infortunio de cruzarse conmigo durante la cacería. -El sabor de la carne fresca no está mal, pero cocinada puede ser deliciosa- en ese momento de tranquilidad solo pensaba en alimentarme del pequeño animal, plácidamente en mi bosque, ese era mi hogar, el bosque nunca estaba en silencio, pero jamás había un sonido fuera de lugar, tenía su propia música, una frágil melodía en la que yo mismo me fundía y formaba parte de ella, pero, en breves instantes el compás varió.

No hacía mucho había experimentado nuevas sensaciones, había conocido otros seres, fuera de lo normal, pero una vez más sentía algo sorprendente: una voz, un reclamo... un aullido! Lejos muy lejos, era imposible que mis agudos oídos fueran capaces de percatarse de ello, pero no era un sonido que escuchase con los oídos, lo sentía en el corazón, muy profundamente en mí... estaba en parte confundido, no podía ignorar aquel reclamo -¡ Este maldito animal, no debe estar en buen estado!- pero mi mente se equivocaba, mi ingesta no tenía nada que ver, aquello me buscaba, no sabía como, ni por qué, pero debía acudir a ella, aunque su dirección me llevaba directo a la ciudad - ese infernal lugar...- traté de ignorarlo pero era una labor imposible, apagué la pequeña hoguera e inicié mi camino hacia lo desconocido...

por **Marie-Ann Paulze** Miér Oct 03, 2012 5:52 pm

Según sé las cuatro tribus más numerosas de lycan de los denominados Garou, a saber, el Clan Léveq, el Clan Talbot, el Clan Hagen y el Clan Cartaigh, se reunieron en París, en una cruzada histórica por la unidad de la raza de hombres-lobo. Otros clanes de menores miembros por entonces como Svensson, la jauría Jagger, la camada de Dollences o la tribu Morel se alinearon con Talbot mientras que que los Dee y los Brahe, asi como mis antepasados del Clan Paulze se alinearon a Hagen. Todos estas líneas de sangre se reconocían unas a otras como hermanas, por tener los mismos ritos y tradiciones. Por cantar las mismas letanías. Entre nuestras tradiciones solemos cantar un himno en su honor – aunque muchos ignoran a de quien habla esa letra- recordando la gesta de aquel primer concilio lupino. El concilio de París.

“At the moon mountain, six wolves cried: Your lost glory we’ll regain or die!”

Ese era el grito de Guerra de una generación de lycanos despiertos que se dieron cuenta que las guerras eternas entre los clanes llevarían a la destrucción a nuestra raza. A que “Montaña de la Luna” se refieren es un misterio, sin embargo, es aceptado por todos los clanes que fueron Talbot, Hagen, Léveq (llamada también Nahiara), Svensson, Cartaigh y Morel los seis lobos legendarios que aullaron juntos, convocando a todos los clanes que por aquellos días sobrevivían a las cruentas guerras con los Vampiros y otras criaturas sobrenaturales, pero sobretodo por las horrendas batallas fraticidas entre los mismos Hombres-Lobo por viejas rencillas familiares.

(* Se encuentra con Laurentius, se abrazan y se besan delicadamente en los labios)

De aquellos días oscuros a la fecha el panorama ha cambiado bastante. Lycan y Vampiros han pactado una tregua no escrita por la supervivencia en contra de una organización que busca extinguir a todos los sobrenaturales. La inquisicisión.

(* Intercambian significativas miradas entre los presentes, luego toman su lugar en la mesa.)

Las familias a inicios de este nuevo siglo se encuentran apartadas y la licantropía se propaga sin ningún control, pues la autoridad de “La Letanía” ha perdido peso entre los jóvenes lobos que buscan un nuevo orden ante la amenaza de una posible extinción.

(* Los representantes de cada una de las tribus alineadas al Clan Hagen esperan en silencio. La llegada de los Ivanovich)

Estamos aquí, los que nos sabemos colaboradores de Hagen y aunque en realidad nunca haya cruzado yo palabra con Jonathan Dee, con Jeff Beckmann o con la mística Jezabel Brahe, encuentro en todos ellos los rostros de mi propia familia, nos une ese lazo poderoso que es la sangre lycan de modo que las palabras sobran en este primer encuentro. Nos sentimos todos hermanos, una misma generación. Una sola nación.

por **Diego Cruz** Jue Oct 04, 2012 2:21 pm

La noche concluía y unos débiles rayos del Sol empezaban a filtrarse entre los árboles hasta llegar a mí, para entonces llevaba ya más de media jornada de viaje y si no iba errado en una luna más encontraría el límite del bosque.

Aquella sensación no decaía, al contrario, a cada paso que daba se veía fortalecida, como un zumbido de una solitaria abeja a la que poco a poco se le van uniendo más, hasta llegar a crear un ensordecedor estruendo.
Mis sentimientos se encontraban en una encrucijada, inexplicablemente, en mi interior una alegría iba en aumento a medida que me acercaba al origen de la intrigante llamada, aunque sabía aquello que pronto llegaría un hecho inevitable, pronto el bosque dejaría paso a los campos y éstos a la ciudad, sabía que aquello iba a ocurrir y ya había probado de desandar el camino y volver a mi guarida - No hay problema con la cabaña, ni la más aguda de las fieras podrá encontrarla- mi casa no me preocupaba, pues era un recóndito refugio de difícil acceso. Mis preocupaciones eran otras, pronto estaría entre aquellos seres que tanto me contrariaban, los humanos. ¿Como les podía detestar tanto y a la vez despertarme aquella piedad? Jamás había matado ninguno,almenos que yo recordara, pero sí asustado algún otro, pues sus intenciones eran perversas en la mayoría de los casos y era conveniente mantenerlos lejos de mi bosque; había observado como cazaban, - por llamar a eso que hacen de alguna manera, despreciables cobardes - mil ideas se me agolpaban en la cabeza pensando en como abatían criaturas del bosque sin el menor respeto y aquello era inaceptable.
Por otro lado, los pequeños ,que a menudo observaba, eran el motivo que me hacía pensar que aquellos seres no eran malos, al verles en ese estado, siendo niños, no percibía de ellos nada malo, al contrario transmitían cierta paz y serenidad, - Qué será lo que ocurre con ellos al crecer? Por qué tanta maldad?- sin duda eran seres que podían confundir a cualquiera.

Mis pensamientos junto a mis pies, me habían llevado ya al mediodía, una noche más y pronto estaría a las puertas de la gran ciudad Parisina...

por **Hagen** Vie Oct 05, 2012 2:01 am

(*Relativamente lejos de la taberna; por sobre la atalaya dos seres conversan mirando al horizonte)

- Debe haber una forma de salir de esto - le dijo el juglar al bandido - hay tanta confusión... he olvidado como desahogarme. Los contratistas vinieron a tomarse todo mi vino, los obreros a cavar en mi tierra vinieron. Ni unos ni otros reconocieron realmente su valor.

(* el hombre-lobo avanza hacia su amigo, que atento sigue sus pasos adivinando en ellos la continuación de la narración... tras un breve suspenso, el lobo alza la voz haciendo aspavientos)

- ¡No hay por que exaltarse así! - le respondió el ladrón - Hay muchos entre nosotros, que no creen que la vida sea mas que una broma. Pero tu y yo hemos estado ahí y ese no es nuestro destino, de modo que no nos permitamos hablar a la ligera. El tiempo esta acerca...

El oso guarda silencio. A veces creo que ni siquiera presta atención a una palabra de lo que digo, como si entrara en un trance apenas me extiendo mas alla de dos frases seguidas... su atención parece errar desde que hice en él
la transferencia (da click para enterarte de todo) de recuerdos.

- ¿Estas preocupado verdad? ¿Nervioso?

(* El hombre-oso asiente con una sonrisa debil, mientras su amigo lobo le da una palmada en la espalda)

- No temas nada, estás entre tu gente hermano. Mi familia será tu familia.

Desde la distancia, agazapado, oculto observo llegar a los lycan, uno a uno a La Taberna, son los que esperaba, los jóvenes herederos de los clanes que en otros tiempos mostraron lealtad al clan Hagen, pero hasta ahora no ha habido respuesta de las familias fundadoras. De Cartaigh lo entiendo... después de la tragedia de su padre, pero ¿los demás?

Mis informantes me dijeron ya estaban en la ciudad; ¿cuanto mas esperarían para acudir al llamado? Una esencia lupina se mueve en esta dirección, me lo dice el viento al elevarse desde el norte. Aunque no es algun olor que yo reconozca, hay algo familiar en aquel aroma. ¿Cuantos otros Ronin responderán escucharán el aullido?

- Vamos Epoch... debemos reunirnos con la Manada en la taberna.

por **Epoch** Vie Oct 05, 2012 3:41 am

¿A que venía esa historia del juglar y el bandido? A veces Hagen parecía hablar cosas muy extrañas con una voz que le venía de lejos, como si perteneciera a otro tiempo. Una voz profunda y misteriosa que hacía estremecer mi cuerpo. No entendía las palabras y sin embargo las sabía mías de alguna forma. Esos dos personajes eramos nosotros mismos, mas el mensaje o la moraleja se me escaparon por la prisa de bajar corriendo las escaleras y salir de nuevo a la calle. Avenida abajo la música ya dejaba escuchar sus notas en el aire, al tiempo que la percución nos transmitia su ritmo leve pero constante. Reptand bajo nuestra piel.

- Tal vez no sea tan buena idea Hagen... es decir ¡tiene tanto tiempo que no se han visto! ¿No deberías preparar el terreno de algún modo antes de presentarme ante ellos?

Le pregunto en un ultimo instante de duda, cuando la puerta de la taberna ya esta a la vista. El olor a lobo es fuerte ahí dentro. Yo solo temía ser inoportuno, pues imaginaba que tendrían mucho que decirse aquellas familias. Segun Hans, compartían vínculos culturales y lazos de sangre que los mantuvieron unidos por varios siglos. Todos ellos acudían al sentir el aullido de Hagen. ¿Que tenía yo que ver con aquellos lycan?

- No es que la idea de conformar un clan de cambiaformas no me resulte práctica o inclusive conveniente...

La mirada con que Hagen me atravezó las pupilas no daba trazas de aceptar una negativa.

- Solo digo que deberías hablarlo primero con tus camaradas.

por **Antonella Morel** Sáb Oct 06, 2012 1:18 am

La noche empezaba a caer y ella aun en ese lugar...Alzo la vista. Lo había escuchado, la hora estaba cerca. Había sido tan estúpida! Debió aceptar la ayuda de aquel hombre si sabía que hoy era el día de aquel esperado encuentro. Las familias se reunirían, o por lo menos esa era la información que se le había suministrado días después de su llegada a parís. El llamado lupino retumbo en sus oídos haciendo eco en su sangre. Tenia que llegar, su prima se molestaría mucho si no estaba a tiempo. Era su responsabilidad acompañarle por ser su mano derecha en todo aquello a pesar de que no llevaba mucho todo el asunto. Nunca se mezclo con nadie de su condición, siempre fue solitaria hasta encontrar a sus padres.

La mujer camino por el solo y oscuro sendero, tendría que atravesar media ciudad para llegar al lugar acordado ya que no tendría tiempo de acudir a la Mansión Morel.

A este paso, por mas rápido que corra no alcanzare...-se dijo- Después de tanto tiempo todos reunidos...y yo estaré allí...- se repetía constantemente pues sabia muy bien la historia sobre el primer concilio de parís donde los miembro delas primeras familias se reunieron unificando a los de nuestra raza como una hermandad. De ahí nuestras costumbres y reglas .

Ya la noche había caído y aun seguía caminado por aquel sendero, ninguna persona ningún medio para transportarse, es que ni un animal había aparecido en todo el largo trayecto que había recorrido. Hasta que….-se detuvo- su sentido del peligro no le había advertido nada…se quedo en silencio, escuchando atentamente…efectivamente algo se aproximaba. Tomo su posición a la defensiva. Sea lo que sea, no le tomaría desprevenida.

por **Diego Cruz** Sáb Oct 06, 2012 4:36 am

Había decidido descansar un poco durante el día, una parada en mi viaje me permitiría llegar fresco y fuerte a la ciudad y si finalmente decidía entrar en ella, necesitaría de todas mis fuerzas.
De nuevo la noche iniciaba su ciclo y yo hacía lo mismo con mi camino.

A lo lejos ya se vislumbraba la luz que emitía la ciudad de París, un auténtico hervidero de actividad humana, posiblemente junto con otras criaturas con las que no deseaba encontrarme. Observando el camino que me quedaba, pronto supuse que el bosque en breve llegaría a su fin, animado por ello seguí andando, al mismo tiempo masticaba un trozo de carne desecada que me había llevado para el viaje.
Los pájaros paraban su canto a mi paso - Tranquilos pequeños, por ahora ya tengo algo que llevarme a la boca- pensé, mientras agitaba el trozo de carne, que desapareció en mi boca, justo en ese momento llegue a un pequeño sendero, era el que me llevaría fuera del bosque, algo más adelante.
Acabando de degustar el pequeño trozo de animal, algo se cruzó en mi conciencia - Parece que empiezan los problemas...- No muy lejos, se encontraba una joven, de pie en medio del camino, debía ir más atento, cualquier día mis distracciones me traerían problemas.
Era joven, o eso aparentaba, mi naturaleza tranquila no quería buscar problemas, y el lobo que habitaba en mí se paseaba frente a ella, entre la sorpresa y la curiosidad.
Sin duda algo en ella me resultaba familiar, - ¿Puede ser que...?- después de un encuentro con un cambiaformas, supuse que no sería de extrañar que hubiese más de los míos, pero hasta ese momento solo era una suposición y en tal caso, serían malvados? asesinos? cazadores de gente inocente?

No podía mostrar debilidad y seguí avanzando hacia ella, parecía en guardia, quizá lanzaría su ataque? No dudé, y avancé hasta situarme a una distancia razonable.
Si tenía que haber sangre aquella noche, la habría igual, así que no había motivo para ser descortés: - Parece una buena noche para un paseo Srta.-

por **Deirdre Cárthaigh** Dom Oct 07, 2012 12:58 am

No eran necesarias explicaciones sobrantes, ella debía atender llamados que se habían planeado desde mucho antes que su padre hubiera muerto. Su viejo le había hecho entender que su vida no era la más fácil del mundo, debía de conocer un poco más de lo que sería o llegaría a ser, aquella "muerte" no podía pasar desapercibida, ella debía hacerlo, debía poner el nombre de su padre en alto, y aunque poco tiempo llevaba con su parte animal, al menos había aprendido al respecto, algunas leyes, algunos acuerdos, y aquello que debía salir como se había estipulado. Para su buena suerte tenía a un maestro que le aconsejaba, y le dejaba hacer de su vida algo más pacifica.

Deirdre llegaría de forma puntual, si algo le gustaba era poder cumplir de manera correcta. No había avisado a su madre sobre aquellos asuntos porque, aunque se tratara de una bruja, lo mejor sería tenerla de lado, sin inmiscuirla en cosas que nada tenían que ver con ella, sin embargo espero a su beta: Lykos. Quién no sólo había sido quién le daba la guía correcta, también se había vuelto su amigo, y aunque no hablaban de su vida privada, sabía que podía contar con él; cómo se imaginó, él hombre había llegado unos minutos antes para poder emprender el viaje a la taberna.

Mientras avanzaban a paso lento, compartieron alguna que otra palabra divertida, y se atrevió a preguntar un poco más de él, pero lamentablemente la platica fue breve, pues llegaron al lugar, cuanto estuvieran apunto de entrar se toparon con dos de sus hermanos lobos. Ella podía identificarlos gracias a los olores que desprendían, ser licántropo tiene grandes ventajas, y antes de verlo como una maldición, ella lo veía como una bendición bastante divertida

- Creo que, llegamos antes de lo planeado - Saludó con una reverencia, ella tenía muchas costumbres humanas aún arraigadas, modismos y educación que su parte salvaje no le quitaban. Sin embargo, le faltaba tanto que aprender ahora de la vida de un licántropo, miro a los dos desconocidos y luego a su beta, no sabía que hacer o decir, así que opto por presentar - Él es Lykos… ¿Ustedes? - La verdad es que Deirdre no conocía el nombre de sus demás hermanos, quizás conforme pasará la noche se aprendería cada uno, su nueva condición le daba una memoria fotográfica bastante impresionante, además prefería referirse por sus nombres, que por algún otro apodo incomodo. - Pensé que la reunión era adentro, ¿ha pasado algo?- preguntó bastante inquieta y luego se cruzo de brazos esperando una explicación.

por **Lýkos** Dom Oct 07, 2012 1:01 am

Siendo en teoría un novato en lo que se refiere a manadas, familias y toda cosa relacionado a esto, todo lo contrario tiene respecto al control de sus instintos, deseos, cuerpo y su parte cuadrúpeda, este es un mundo diferente, uno bastante animal, que si tuvo oportunidad de observar en sus innumerables viajes por Europa, sin embargo siempre los observo de forma lejana, jamás fue participe pues bien él es consciente que su humanidad no se perdió al ganar esta condición, simplemente se modifico, así como él se encargó de estudiarse , estudiar aquello y dedicar gran parte de su vida, largos años al entendimiento de aquel cambio que cada luna llena se hace presente, logrando así grandes resultados que desea compartir con el resto, este es el motivo principal por el cual es parte ahora de este gran movimiento, de esta gran familia que traspasa fronteras imaginarias.

Motivo principal por el cual aceptó ser mentor de aquella joven Lycan que tras un hecho traumante obtiene otro, esto es liderar, algo que detalladamente detesta, no le interesa en lo más mínimo, es más lo evita ante cualquier costa, es demasiada responsabilidad y no, no es porque fuera desobligado o vago, simplemente porque un líder debe ser alguien con la chispa necesaria para elevar masas, dominar mentes bajo sus estatutos, cosas que si bien el puede hacer pero no lo desea, ¿para qué grandes cosas? ¿Para qué grandes títulos o rangos? Todos somos fichas de ajedrez y acabada la partida volveremos al mismo tablero, ser un “Beta” Parece ser ya importante, es lo máximo que desea aceptar alguna vez.

De esta forma y ahora puede guiar a jóvenes que alguna vez como él se sintieron perdidos, por eso espera a Deirdre pues es consciente que sola no podrá seguir, sola no conseguirá guiar al resto, ya pudo hablar con ella antes sobre lo que paso con los miembros antiguos de su clan y estos se fueron, cobardemente, por arranques de superioridad, no importa que tan pequeño seas, sino lo que logras hacer o lo que estás dispuesto a hacer, un pequeño frasco de empeño y valor, es suficiente para ser alguien. En el camino ella intenta algún acercamiento, sin embargo él es la voz del desconcierto, la voz del ¿Para qué? ¿Del por qué? Es mejor dejar todo separado, todo en su lugar, es mejor así, no mezclar sentimientos.

No mezclar vivencias aunque de alguna forma ella es la segunda mujer que conoce realmente en París y la segunda persona a la vez, la primera es su gran anhelo, al parecer alcanzable, o eso desea. El lugar no parece digno del salvajismo de una jauría, en realidad si no fuera un bar sería algo muy familiar y común para él, ¿entonces? El aroma es sencillo para reconocer, una licantropa y un licántropo, dentro del bar otro, solo asiente con la cabeza a las personas que se encuentran ahí, y de reojo observa a Deirdre pues luce bien plantada en el lugar, al parecer la licantropa desconocida quiere luchar con algo o alguien y el hombre luce más calmado y tranquilo, como es común en él simplemente se mantiene callado, en silencio analizando la situación y el desenlace que podría tener, no sería adecuado alguna lucha, sería extraño y común a la vez en una reunión, pero jocoso ya que se trata de un llamado de unión, no de desunión.

No todos deben o tienen que compartir los estatutos actuales del clan al que pertenece, por lo que la variación es posible, quien sabe, pero de intervenir, no lo haría.

por **Leander N. Antzas** Dom Oct 07, 2012 2:59 pm

París era una ciudad extraña, diferente para mí. Pero no había ido precisamente a pasarlo bien... por lo menos, no era el mayor motivo. Ahora era el Alfa de la manada y eso significa que mi vida era por y para ella, además de que ese puesto me otorgaba más poder. Cuando era pequeño solo pensarlo me repelía. Yo no estaba hecho para mandar una manada de lobos y mucho menos con el apellido de mi padre. Aunque me hubiera enseñado tantísimas cosas, en cuanto crecí me lo cambié por el de mi madre. Antzas se me antojaba mejor que Svensson y me daba igual la opinión del resto del mundo.

Aquella noche escuché el aullido que convocaba la reunión. Sabía que habría muchísimos como yo, otros alfas y betas, lobos solitarios que estarían atentos a lo que se estaba avecinando. ¿Qué si lo sabía? No tenía la menor idea, pero quizá ellos tuvieran algo que decir a lo que empezaban a hacer los cazadores con nosotros. No solo nos daban caza, sino que intentaban experimentar con nosotros... Yo era propio testigo de ello, lo había sufrido en mi propia piel.

No tenía del todo claro si quería estar ahí, pero era mi deber y en el fondo sentía una gran curiosidad que iba aumentando conforme me acercaba al lugar. Podía olerlos incluso antes de acercarme. Como pensaba había muchos como yo los cuales observé con detenimiento y curiosidad. Especialmente, mis ojos se posaron en una chica de pelo negro y ojos claros a la cual no pude evitar sonreír. Después de todo eso querría conocerla, me había inspirado curiosidad.

-Quizá haya más dentro- me acerqué a ella e hice una reverencia, mostrándome como el cabellero que tanto mi padre me había exigido ser. Buenos modales y actitud recta para con la manada. Lo cual también fue buen aprendizaje para hacerlo con el resto de gente.- -Soy Leander, señorita, ¿puedo saber el suyo? -luego me fijé en su acompañante y también le mostré mis respetos.- Señor Lykos, un gusto también.- Los demás no se habían presentado, así que esperaría paciente a que lo hicieran.

por **Hagen** Mar Oct 09, 2012 1:07 am

(OFF: que hacen afuera? La reunion es en la taberna) xD
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A ciegas podría dar con la mesa que los lycan reservaron para nosotros, los aromas familiares me hacen sentir una seguridad que no habia experimentado desde hacia un tiempo. Las cosas se cumplen cada cual segun su propia naturaleza. Fui presentando a Epoch con los lobos de mi confianza. Empezando por Laurentius a quien me daba mucha alegría ver de la mano de la joven Marie-Ann

- Aqui tienes, hermano, a la nueva generacion de "Moon children". Estos son los Lavoisier, Dr. Dee, Herr Beckmann y la hermosa Jezabel Brahe.

Tras saludar a cada uno estrechandolos como hermanos, noté luego cuan cercanos se veían ahora Jezabel y Dee, fue la comparación con la otra pareja lo que me hizo intuir que tambien habia algun lazo desarrollándose por debajo del agua entre Jonathan y la Brahe.

- Mes Loups, este hombre es la razón por la que estamos aqui reunidos, pero antes de entrar en detalles, por favor, brindemos por tan feliz encuentro! ¿Han ordendado ya algo de beber?.
(* hace una seña y mesero se acerca rápidamente)

- Pidan lo que deseen, este es uno de mis spots favoritos; tiene excelentes coctéles

por **Beakman** Mar Oct 09, 2012 1:24 am

Los oscuros colaboradores de los Ivanovich contemplaban el horizonte tras las ventanas circulares, mirando la tierra vagamente, como si buscaran tras el cristal la hora del sosiego o la parda raíz de sus inquietudes. Hagen hizo al fin su aparición, venía acompañado por un tipo enorme de aspecto algo sombrío, pareciera un enterrador que viniera directo del camposanto. Adentro, los lycan de pie, lso soberbios invitados, alzan el brazo y proclaman su presencia en altas voces dando comienzo al monótono treno del festín. Es aun muy pronto para juzgar al mísitico Hans. Además estaba el hecho de que Nina no estaba presente. Adivino que tanta ceremonía es apenas un preámbulo para su llegada.

Como este spot fuese ya un viejo muelle para anclar mi locura en la juventud, de modo que conocía bien las especialdiades de la casa. Ya que la fiesta corre a cargo de las arcas de Hagen, creo que comenzaré a calentar la garganta con Jerez.

(* alza la mano para llamar la atención de mesero)

- Que me preparen un "Lovely"

por **Jezabel** Mar Oct 09, 2012 1:47 am

- Vermut Primavera

Le digo al mesero cuando me mira interrogante. Las cosas van quizás demasiado rápido para que podamos sacar a la luz nuestras dudas. Las sombras en las paredes, humo sin alma de las antorchas, huyeron con la llegada delos invitados. Untosos y con razones de especiosa prudencia, - El guardaespaldas de Hagen portando la gris sencillez del guerrero - Observaban desconfiados, como sabiendo con certeza lo que mas tarde vendría, pues llegaban de muy lejos y esto los hacia agudos y sabios.

No bien acaba de repartir los saludos y Hans ya nos está enviando al mesero ¡para abrir boca con un trago! Ni siquiera espera a que estemos completamente despiertos, entre el ruido de los carros que cruzan veloces por la calle, con ritmicos cascoteos, fluye la música lejana que nos transporta hasta los años de imprevistos sudoresy agrio aliento, al tiempo de los baños de todo el día en el río torrentoso y helado que corre entre el alto muro de los montes.

De repente calla para dejar paso a una sensación, como si también los músicos adivinaran que hay mas lobos tras la puerta. Gloria antiga, volta a nos...

por **Laurentius** Mar Oct 09, 2012 2:06 am

Hagen se aparece como siempre, tarde y con su acostumbrada actitud relajada, acompañado por un tipo enorme, parecido a un montañes del infierno. ¿Sería ese el cambiaformas de quien hablaba en sus cartas? ¿Acaso dijo que era su hermano? había que esperar por las respuestas ya que, evasivo, Hans no dio tiempo a cuestionamientos. En todo el rato que esperamos el mesero no se acercó ni siquiera por error a donde estabamos, quizá temeroso, intuye que este grupo son algo mas que hombres y mujeres en silencio, sin embargo apenas asoma Hagen el rostro ya se ha acercado un anciano mesero a toda prisa para tomar la orden.

- Este lugar... lo adquiriste recientemente, ¿verdad?

Le pregunto a Hagen que me mira con cierto aire sospechoso. Quizás adivina el fondo de mi cuestión. Ya que tras la riña entre los Ivanovich y su padre, Los jovenes lobos no recibían dinero de las arcas del clan, entonces ¿como estaban financiando todo esto? Pero antes de poder escuchar la respuesta he aqui que soy el tercero en ordenar y para no desentonar con mis hermanitos también me decantaré por un coctél.

- Cognac con naranja, sil-vous-plait.

por **Marie-Ann Paulze** Mar Oct 09, 2012 2:23 am

Beakman ha pedido algo dulce, frutal, mientras que Jezabel prefiere ordenar algo fresco, Mi amor prefiere una bebida con cuerpo que despierta mas de un antojo en mi, pero lo que mi apetito busca es una bebida sofisticada. Puedo notar el guiño ligerisimo que me hace el mesero cuando le pido casi como una confidencia la bebida de mis antojos. La bebida que elige cada uno revela mucho de su disposición en el momento. Cada uno acompañaba ese momento durante el cual se prepararon tantos hechos.

- Oporto y Cognac - ordené al fin, pues en esta ciudad esta de moda servirlo con una crema de cacao, una exquisités. Aunque Laurentius me mira reprendiendo con los ojos, me basta una sonrisa para endulzarle el seño. Debemos fluir con la corriente en tanto no haya un rumbo fijo. Laurentius se encuentra preocupado por su amigo y es comprensible pero nada nos dirá el brujo Hagen hasta que su hermana no esté entre nosotros. Esa al menos es mi intuición. Sabemos que esta cerca, quizás reuniendo a los Errantes o preparando la siguiente sorpresa de la noche. Sea como sea, la idea de brindar por nuestro encuentro me parecio muy apropiada ya que había entre los presentes un creciente lazo de complicidad que sin mayores presentaciones nos esta entretejiendo.

(* He aprendido yo mas del alcohol, que él de mi. - Winston Churchill)

por **Dr. Dee** Mar Oct 09, 2012 3:30 am

En la sombra de las altas salas de casta piedra murmura aún la bestia del banquete su rezo interminable. Un quieto polvo reunido por años apaga la musica de los amargos cobres que pronunciaron las ultimas palabras. Descansa su débil materia en el perfil de los lobos. Sus fauces ocultas exhalan la violenta grandeza del pasado. En la vasta oquedad de los aposentos, un ruido seco y extendido de madera con madera, de agua con hollín en los vertederos del puerto, despierta los ciegos insectos y ondea las telarañas como banderas en la niebla de una emboscada taciturna.

Son los pasos de Hagen los que perduran, el crujir de sus ágiles huesos de guerrero, el parpadeo febril de sus ojos, su tacto seguro sobre las cosas cotidianes. Ese moverse suyo sobre la tierra, como quien llega para dar una orden y parte de nuevo. No bastaron a su desordenada condición de principe los bosques sombríos donde las hojas murmuraban la plegaria de un otoño inminente.

Nada hubo para el sosiego de su ira. Esta vino por más escondidos caminos y fuentes aun más secretas. No fue sino hasta que el cansanci le cerro todos los caminos que surgió la idea del banquete.

- Ginebra, brandy y jugo de naranja.

La fecha señalada se acercaba por entre semanas de sopor y fastidio. Días y días de creciente quietud y notorio silencio presedieron al pausado desfile de los elegidos. El plazo se cumplía y la tranquilidad de Hagen se extendió como un oscuro manto de lluvia tibia y menuda.

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