El libro de Alicia [ Fiorella ]

Escuchaba las gotas del sumidero salpicar contra el blanco mármol. Se había recién lavado las manos para poder ir a comer. Después de comer iría a su habitación a dormir la siesta para su tratamiento contra la ansiedad. Era mejor así. Desde que murió su madre en aquel accidente, eran todo medicinas y preocupaciones. Su padre gastaba hasta lo que podía en médicos para ellos y remedios no muy científicos.

Había entrado en una pequeña depresión, pero del que ella estaba segura poder salir algún día. Sus amigos habían perdido el contacto con ella y estaba completamente sola. E incluso aquel noviazgo que empezaba a construir con un joven que conoció en una fiesta dejo de comunicarse con ella por creerla “demasiado frágil e inservible” Aquello le dejo más hondo el vacío que sus lágrimas caían ardiendo de sus cuencas lucidas y brillantes.

- Señorita, ¿esta despierta? Ha venido alguien a verla – dijo una de las doncellas tras la puerta. Las nubes se habían puesto delante del sol y eran de un tono oscuro, triste y con ausencia de luz - ¿Le digo que espere afuera? –Siguió preguntando esperando respuestas tras la puerta.

- Ahora me acicalo Berta – Dijo Georgette desde uno de los lados de su cama, esperando a que algo cambiara en su rutina – dile que espere en la sala escarlata de la casa – Con aquello dicho, pudo escuchar como la doncella parecía irse ruidosamente con los zapatos torpemente.

Sin perder tiempo, Georgette se cambió de atuendo a uno más liviano pero igual de elegante. Su pelo recogió en un moño de poca altura por lo que le dejó sitio para ponerse una bonita cinta a juego con su vestido malva. Enseguida bajó por las escaleras, como alma en pena iba en busca de la nueva sala escarlata de la mansión que recién habían habilitado para la entrada de más invitados de la orden, pero lo que se encontró le dejo algo traspuesta. Tenía el pensamiento de que iba a visitarla algún conocido, tal vez aquel que le dijo que era una inútil, pero en lugar de ello vio a una muchacha morena, pálida como la leche y de ojos claros como dos diamantes.

Georgette hizo una pequeña reverencia y seguía extrañándose – Buenas…-miro por la ventana un momento y volvió a mirar a la misteriosa – tardes tardías –rio por su mal buen humor. No sabía hacer bromas para poder romper el hielo, pero no estaba tan asustada como antes.

 Ella misma le mantenía la mirada con firmeza. A pesar de estar enferma por un pequeño catarro, Georgette no titubeaba, mantenia la mirada fija en cada movimiento de aquella mujer - Me disculpo humildemente si le he ofendido en algo sobre mi comportamiento. Ha sido bastante descortés por mi parte - dijo en el sitio mientras aún sentía ese agarre en su mentón.

Trago saliva de slgún modo el miedo que la tenía atrapada en su pequeño cuerpo. Demostró tener fortaleza, o la que le quedaba al menos. Su vida no ha sido más que eso. Aplausos y más aplausos mientras ella se escondia en una esquina para intentar no ser violada por algun niño/a rico/a. Si. Su cuerpo ha sido el punto de mira de mujeres y de hombres. Sobre todo de mujeres que le han hecho proposiciones deshonestas a la vez que pasaban sus manos por la silueta de sus caderas con cierto disimulo.

Se removio en el sitio, pero su mirada solo pestañeó una vez pero después seguír el desafío de miradas entre la una y la otra. Parecia tener clase al ser alguien del conservatorio. Evidentemente tendría que aparentar como tal. Ese traje tan ceñido, esa belleza tan impecable que parecia tan fragil como una muñeca de porcelana, a punto de romperse - Lamento las molestias, pero ejerce una fuerza extra en mi mentón, Madame. Espero que me deis permiso para retirarme y relajar el dolor con un leve masaje en mi mentón, pero claro seguiría aqui con vos....-Dijo, no, más bien estaba pidiendo permiso al diablo que vestia de rojo porque estaba temerosa de cual iba a ser si destino aquella tarde.

De un momento a otro, a Georgette le iba a dar un dolor de cabeza ya que la que iba vestida de rojo no parecía detenerse en farfullar un ego impresionante. Debería de estar súper mega orgullosa de sí misma para tratar así a la gente y más a sus sirvientes. Solamente suspiro, asintió y se acercó hasta un sofá para poder sentarse y prestar atención a quien estaba en su casa, a quien le haría una entrevista o la amenazaba para darle clases de cómo comportarse como una dama. Estaba completamente segura de que se ocuparía de ella y de su educación o la poca que tenía pero en realidad desde nunca nadie se ha ocupado en enseñarla demasiado.

Pocas personas e incluidas su familia han querido mover un dedo por ella. Ha tenido institutrices pero cuando estas desisten su comportamiento tiene que ser forzado y esforzarse en plenitud para aparentar ser alguien en la sociedad. Nunca cometemos un error en nuestra vida. Si no sabes lo suficiente sobre el comportamiento humano, saldrás con la gente equivocada, y te harán daño, pero eso no es un error. Estás usando las mejores herramientas que tienes. Te enamoras de la chica equivocada, o te enamoras del chico equivocado, tus valores mejorarán, o se volverán más amargos, llegando al punto de no querer casarte jamás.

Todo dependiendo de tu experiencia. Así que, en el futuro, amarás a cualquier persona que pueda ser amada, y no habrá nada que puedas hacer al respecto. Así que, si realmente aprendes lo que significa la palabra amor, te darás cuenta que significa simplemente ser una extensión de otras personas, ayudar y ser amigables con otros seres humanos. Si no tienen suficientes recursos, ayudarles a que los consigan, que los desarrollen. Nacer en un estado tan inmaduro implica que los niños no tienen el cerebro plenamente formado. No llegan al mundo con demasiado comportamiento instintivo incorporado. Instintivamente un recién nacido puede succionar y agarrar, pero no mucho más. El complejo comportamiento humano no tiene nada de instintivo. Así que las sociedades humanas deben desarrollar un sistema educativo para adiestrar los cerebros de los niños, para enseñarles a comportarse.

Podría decirse que no tenía el día para vacilaciones, pero algo en su intuición le decía que no vacilara a la mujer enfundada en un elegante vestido rojo sangre que parecía envolverla como un caramelo de nata. Las insinuaciones que le brindaba era de lo más peculiares, observaba a la doncella restregarse cual perro en la pierna ajena en lo que inmediatamente tuvo que rodar los ojos, como diciéndose a sí misma “venga, ¿esto tengo que aguantar? No tuvo que hacer ningún aspaviento, tan solo suspiro pidiendo un poco más de paciencia hasta que se fijó en las orbes de aquella mujer – Lamento que pueda surgirle incomodidad a su persona, pero ha escogido a la peor de mis doncellas –ríe bajo – Natalie nace bajo el seno de una familia humilde en el que sus padres la venden al apellido de mi familia. Más tarde se cree la dueña de las sirvientas ya que se considera la primera en haber llegado a mi familia cuando en realidad, han sido muchas otras personas anteriormente a ella quienes han dado un poco más de personalidad o más bien, me han otorgado menos vergüenza ajena.


Con la espalda erguida Georgette se levantó del asiento en el que estaba, observando aún a una sirvienta que se removía contra el suelo como si en su interior hubiera un fuego incapaz de ser extinguido. Se fijó tajantemente en la mujer de rojo – Es evidente que he sentido humillación por parte de mi doncella la cual no ha sabido comportarse. Más tarde, mi mayordomo se ocupará de que Natalie reciba el castigo adecuado a su comportamiento de hace un instante – Dijo sin elevar o reducir su tono de voz, había sonado bastante lineal, se guardó un mecho rubio detrás de su oreja, retirando uno de sus mechones rebeldes que sobresalían de su medio recogido.


Georgette rápidamente hizo un gesto a la servidumbre en la que dos sirvientes rápidamente se llevaron a la doncella Natalie de la sala hirviendo por dentro. No sabía lo que habría pensado Natalie para acometer tal acción bochornosa delante de ella – Creo que desde el primer momento no le he causado una buena impresión y como dije al principio, lamento las molestias. Mi familia al parecer aun parece insistir en que yo salga de aquí con un sobresaliente en futuro maternal y un porvenir de incomodos e incesantes lloros de críos molestos, con un esposo al que poco le importaré cuando me ponga gorda y fea, que me tenga que engañar con una de las doncellas y que finalmente tenga que cortarme las venas por una vida depresiva que me llevé al idilio de liarme con un bandido apasionado y tenga que abandonar a mis hijos porque supuestamente he desperdiciado mi vida con un esposo que no me merece, ¿es eso cierto, madame? ¿Le ha contratado mi familia para que me enseñe a ser una dama y que luego desperdicie mi vida? – Rodeo los ojos, podría haber sido grosera de su parte pero sinceramente, ella era tranquila y estaba bien en donde estaba.

En cambio, sus padres pensaban que estaba completamente estancada, que cumplía años pero ningún jovenzuelo que le tirara los trastos de vez en cuando. De todas maneras, teniendo miedo a una vida así tal y como salió explicado de sus labios, preferiría cortarse las venas o morir en el intento.