Sudor y lágrimas (Ariyne)

por **Odalyn Landvik** Mar Oct 18, 2016 3:40 pm

Frustración. Aquello era lo que había sentido cuando mis hermanos y mi propio prometido se habían negado en redondo a que yo acudiera a la lucha contra los nosferatu; frustración porque aquella guerra era más mía que de Damon o Errol y sin embargo me relegaban de ella; frustración porque tras sus excusas sobre mi debilidad física por mi cercana muerte, se encontraban las verdaderas palabras que ellos no se atrevían a pronunciar: era una mujer y para ellos eso era una debilidad, alguien delicado que no sería capaz de soportar las inclemencias de la lucha y las heridas tal y como ellos harían.

Si la debilidad de mi estado físico o la pérdida de facultades en mis últimos días eran las excusas, yo me iba a encargar de desmontarlas una por una, dándoles con sus palabras en las narices y probándoles que podía ser su igual o, si me lo proponía, ser más hábil en el arte de la guerra que lo que ellos eran.

Esa mañana tomé mi arco y vestí mi cuerpo con calzas, botas altas y una camisola holgada en lugar de los vestidos que acostumbraba a llevar en las últimas semanas por las calles de París. No había lugar para las sedas y los corsés en aquella mañana, sólo lo habría para el sudor, la madera entre mis manos y las ramas de pino entre mis cabellos.

No tardé en llegar a la laguna a lomos de mi recién adquirido caballo o, mejor dicho, regalado. Errol se había empeñado en colmarme de regalos y atenciones desde que estábamos juntos y eso no hacía sino hacer que mi afecto por él creciera día tras día. La tierra húmeda bajo mis pies, el olor del bosque y el sonido de los pájaros, aquel era mi hábitat, lo más parecido a Noruega que había encontrado en todo París. Tomé una flecha entre mis manos, tensé el arco, respiré y disparé siguiendo con la vista la trayectoria del proyectil.

Sonreí de medio lado pues mi puntería seguía intacta, sólo debería practicar mi resistencia. Coloqué el arco en su funda a mi espalda y comencé a correr a un ritmo suave perdiéndome por el bosque, buscando con mis sentidos el sendero que me llevara hasta la laguna, hasta el sonido del agua cayendo y removiéndose. Tardé más de lo normal pero ahí estaba, aquella maravillosa extensión de agua que parecía ser la solución al sudor que perlaba mi cuerpo.

Mas no estaba sola, en su orilla una mujer, de rodillas, con el rostro enterrado entre sus manos, emitiendo suaves sollozos y un líquido salado que poco tenía que ver con el sudor de mi frente: lágrimas. Conocía a la mujer pero no su pena.

-Ariyne...- susurré acercándome hasta ella para posar mi mano sobre su hombro -¿Qué ocurre?¿Por qué lloráis

por **Ariyne** Dom Oct 30, 2016 12:12 pm

－¿Cómo debería asimilar todo esto?－,me pregunte mientras daba vueltas en la cama en una de las habitaciones que hasta mi decisión me pertenecía como en el tiempo que Danna seguía conmigo en Paris hasta que me encontré con Erlend,después de un largo camino de sueños que siguen repitiéndose a los que se añaden la despedida de mi amor eterno y al que creía perdido,muerto,hasta aquél día,mi primer día en Paris donde cruzamos miradas,encuentros caricias,deseo,amor que por mil años nos perdimos para luego acabar así,lo que me lleva a preguntarme－ ¿que clase de tortura era esta?－.

Las noches son mías y más desde entonces donde casi no pego ojo a consecuencia de lo reciente y de lo pasado que recordé al fin, gracias a los métodos de la bruja,viendo el final de la vida de un clan vikingo y de la mía propia a manos de Aarón,el padre que maté y que sin duda volvería a hacer incluso de alguna forma obligarme a recordar y no como las anteriores veces que morí que me llevaron al mismo camino de mi hijo Erlend a quien enseñé y mejoré sus dotes como un guerrero,un vikingo como a mi me había reforzado su padre con mismo nombre y hoy sería lo que recurriría para desviar los pensamientos, liberar la rabia,el odio y todo desagradable sentimiento que palabras no son suficientes para expresar sin resumir en aquella palabra que los engloba.

Recogí mi castaño pelo con un lazo, un estilo desenfadado por un paso mas de una coleta,siendo un moño para evitar futuras molestias mientras golpeaba aquél objetivo que eligiese como mi diana, no me importaba su respuesta,elemento material que lo compusiera.Ya allí fui más allá de los bosques que me conocía como la palma de mi mano,llegando al más cercano lago donde alguna vez bañe mi cuerpo y nade para relajarme antes de ese día señalado donde acabo aullando a la Luna Llena.Me vestí con ropas cómodas,pantalones de un material ligero al igual que aquella que me cubría la parte su perior,dejando solo al descubierto una franja donde se veía el ombligo.

Y allí llegué con la necesidad de dejarlo salir, no llegue a cruzar mas allá, quedándome entre los árboles, no había nada a lo que golpear salvo a estos estáticos que mencione.No tengo armas aún por lo que usé mis puños, empece golpeando para marcar, a estos le siguieron varios golpes sin descanso alguno,queja por como los nudillos dolían y como arañaban su corteza mi piel pero lo necesitaba

Ojos cerrados, ceño fruncido antes de abrir los ojos y asestar varios golpes,siendo pausas cada ciclo respiratorio acompañado de un gruñir en cada golpe sobre la corteza de ese árbol que me ofrece su resistencia.El dolor era insoportable aun habiendo pasado días,semanas e iniciando parte de la siguiente,un tiempo eterno en el que buscaba la manera de acallar a esos demonios que ahora me gritan con intensidad,empujándome hacia las opciones que barajo y que solo yo sé hasta que extremo me perjudican.Muerte u congelar de nuevo los recuerdos,que puede que alguna vez vuelvan como esta vez.

No fueron suficientes golpes, nudillos ensangrentados que fui a lavar a orillas de lago.Lagrimas que se deslizan por mis mejillas acompañando de un sentido sollozo del que no sentía calma por mas que lloraba,quería morir.Sangre que tiñe muy pequeña porción de estas aguas,cabeza gacha mientras me limpio los nudillos,notando su escozor y dolor que no podría compararse al interno,lágrimas y mas lagrimas que no me dejar ver con claridad y que con manos húmedas trato de detenerme.

Me mantuve de rodillas,ojos rojos de tanto llorar y manos que separé para mirar a los ojos de Odalyn mientras esta me tocaba el hombro;－No tengo nada,absolutamente nada.Oda..lyn－Dije entre lágrimas,notando un nudo en la garganta,bajando las manos para llevarlas sobre mis piernas, meciéndome hacia adelante una sola vez,moviendo mis orbes hacia el mismo lugar,－me duele tanto,tanto…－Dije apretando mis manos sobre la ropa que solo se hace pliegues y se mancha de sangre y lágrimas.

por **Odalyn Landvik** Sáb Nov 05, 2016 4:21 pm

Mis ojos pardos se dirigieron sin dudarlo hacia las manos de aquella mujer que, semanas atrás eran delicadas y gráciles y que ahora estaban cubiertas de sangre y rasguños. Sus lágrimas y su temblor casi histérico me confirmaban que no era una nimiedad, que realmente estaba muy dolida por algo, pero ahora no era el momento adecuado para preguntarle el motivo de su desconsolado llanto, ahora era el momento de tratar de calmarla y curar las heridas, las del cuerpo y las del alma.

Mis rodillas cedieron y, como resultado mi cuerpo quedó postrado en la hierba junto al suyo. Rodeé con mis brazos aquel cuerpo que ahora se me antojaba tan frágil como la porcelana china y acuné a aquella mujer entre mis brazos.

-Shhh pequeña- dije tratando de calmar sus pesares –Toma aire y suéltalo lentamente, estás muy alterada para hablar ahora, así que llora lo que tengas que llorar sin temor de ser frágil y pequeña por este instante, pues luego serás más fuerte-

No sabía qué era exactamente lo que atormentaba a aquella loba que ahora se deshacía en pedazos entre mis brazos con su llanto histérico. Sin embargo, lo que sí sabía era que debía tratar de ayudarla, era una vieja amiga de mi prometido y, además de aquello, había sido de lo más agradable conmigo. Cuando su cuerpo dejó de temblar entre mis brazos, la aparté con suavidad de mi regazo y, sin decir nada, sequé con las yemas de mis dedos sus mejillas mojadas de saladas lágrimas. Rasgué parte de mi camisola y, tras mojar estas tiras en el agua de la laguna, procedí a limpiar cuidadosamente cada una de las heridas de sus nudillos.

-Tienes suerte de ser licántropa- dije mirándola a sus ojos pardos –de lo contrario estas heridas no te permitirían mover y usar las manos en varios días sin arrancarte muecas de dolor del rostro- comencé ahora a vendar sus manos con delicadeza, tratando de hacerla el menor daño posible, ya bastante tenía ella con su sufrimiento interior como para que, además yo fuera la culpable de más dolor. Una vez concluida aquella tarea, elevé mis orbes fijándolos sobre los suyos, suspiré y me adentré en aquel terreno pantanoso que eran sus problemas.

-No tienes que hablar si no lo deseas Ariyne, pero si decides hacerlo puedo asegurarte que te ayudaré en todo cuanto esté en mi mano y, por supuesto, que de mis labios no saldrá ni una sola palabra de lo que me cuentes hoy-

por **Ariyne** Mar Nov 22, 2016 10:39 am

Lágrimas que desbordan,deslizándose de la misma forma que las gotas de agua que aun escurren por el dorso de mis manos.Con la mirada aun baja sin atrever a mirar a nadie,salvo la tranquilidad de estas aguas que fallan en un intento involuntario de solapar los ruidos que hagan competencia en este trecho de naturaleza,momento que aprovecho su abrazo para aferrarme a ella,agarrándome a su ropa,temblando como lo hacia cada parte de mi cuerpo tras derrumbarle en el último golpe que araño los nudillos hasta el punto de sangrar,los huesos resentidos que me impiden agarran con mayor fuerza al inicio,cabeza que apoyo en su hombro y con los ojos cerrándolos con fuerza como si de esa manera mi lloro cogiese fuerzas para dejar salir todo aquello que siento pero sin embargo, no era suficiente,estaba rota de dolor y no había consuelo en el llanto.

De fondo oigo las palabras con las que intenta consolarme, tono suave y calmado que hace si no impulsar más esas lagrimas que con todas mis fuerzas he reprimido durante todo este tiempo transcurrido desde aquello,apenas semanas,resultando ser eternas y dolorosas un auténtico infierno donde me sabía a poco beber y meterme en problemas,esta vez quería algo grande, una guerra o enfrentamiento se me antojaba aun mejor y entretenido para el pensamiento.

Al separarme de ella volví a oírla mientras me limpiaba las lágrimas y se preocupaba por el estado mis nudillos que no tarda en ponerle un remedio,cubriéndolos.Ojos brillosos por cada una de ellas,a punto de nuevo llover,－¿Qué importa?,ahora mismo siento ese mismo dolor y no hay sangre ni piel levantada, ni huesos dañados..－Hice una pausa－Le he perdid para siempre Odalyn..－Dije, apretando las manos, quejándome por escozor del roce de la tela en los nudillos que tardaran un poco en sanar.

No aparte la mira de ella cuando se ofreció como el hombro sobre el que llorar u apoyarme cuando fuera necesario,nuestro trato desde el principio ha sido cordial,amabilidad y confienza hasta el punto que podría decirse que había conseguido una amiga en ambas direcciones,aunque estoy segura de que su lista de amistades era mayor al mío,al permanecer esta a un grupo,una manada,nada en comparación a lo que pudiéramos representar Danna que por lo que sé seguía en Escocia, y a ese padre bastardo que le quitó la vida a quien actuó como mi madre aun no siendo mia,aun cuando todo mi pasado de otra vida lo tenía olvidado.

Respiré profundo para coger fuerzas para dejar escapar el aliento,llevándome la palma abierta a las mejillas para secar lágrimas restantes con la punta de los dedos, －¿Qué voy a hacer? Ya no tengo nada… －Trague saliva, encogí ambas manos que apoyo en mis piernas otra vez, －¿Qué voy a hacer? Ya no tengo nada…quien amo se ha ido, se ha casado...－Hice otra pausa para casi repetir lo mismo, pero las palabras sobraban si solo con mirar mi gesto podía verse el destrozo interno, － no tengo nada, nadie...－Dije suspirando con pesadez, desviando la mirada e intentando levantarme y quedar en pie,cuando lo conseguí,volví a mirar a aquél árbol tras Odalýn ,que tenía las huellas de mis nudillos en rojo sangre,dispuesta a enfrentarme de nuevo, cero resistencia.

－ No quiero pensar, no quiero sentir..solo quiero ...entretener la mente…entrenar como solía hacer－Dije pasando por su lado,quedando unos instantes hombro con hombro.No quería obligarme a hablar de algo que duele por mas que se tratase de mi única amistad,por lo que busqué desviar el tema.

－¿y tú?...¿que hacéis aquí?,¿entrenar, entretener la mente?...－Dije haciendo preguntas que la mayoría era como preguntarme a mi misma, mas no tenía por que ser la única con los mismo motivos de entretener….

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