La fuerza de los cuatro [Maggie]

por **Abuk** Sáb Dic 03, 2016 9:33 am

"Si las radiaciones de mil soles explotasen a la vez en el cielo, así sería el esplendor del Poderoso."

La conexion con la naturaleza y los cuatro elementos era esencial para aquello, por eso había elegido el bosque, y no solo el bosque, había estado buscando toda la tarde un lugar especial, un lugar en el que pudiera sentir algo parecido a lo que sentía de niña cuando hacia aquellas oraciones con su madre. Pero no era lo mismo, allí en Francia y en general en el territorio europeo la tierra no era la misma, el agua no era la misma a pesar de ser bastante más abundante. Por eso la había costado encontrar esa conexion con la naturaleza, pero lo había hecho, había descubierto las maravillas de los bosques, aunque profundos y oscuros eran los espacios ideales para ella.

Se agacho poniendo la pierna sobre la tierra, con su mano tomo un puñado de la tierra húmeda, a causa de las lluvias de dos días antes. Se lo acercó a olerla cerrando los ojos. Apreto su mano entorno aquella tierra, si, era el espacio. Dejo caer la tierra como si se tratase de algo valioso, y en verdad lo era, al menos para ella.
Aquella noche era especial porque había luna llena, se había escapado de donde la tenian viviendo solo para repetir algo que hacia cada luna llena. Y es que esa fase de la luna significaba mucho en su religion, bueno, en cualquier cultura o religion era algo importante.

Comenzo a acumular montoncitos de pajas, ramas y hojas secas, los montoncitos estaban formando un circulo en aquel pequeño trozo de bosque. Ella se había arrodillado, apoyada con las piernas en la tierra, la falda del vestido la había atado y arremolinado hacia un lado para que sufriese el menos daño posible, no era suyo, se lo habían dado y no quería demasiados problemas. Saco unas cerillas de la epoca del costado de sus ropas, un pequeño bolsillo y prendio fuego con delicadeza a cada uno de los montoncitos de pajas y ramitas. Ya tenía todos los elementos. El agua mezclada con la tierra, el fuego y la brisa de aire que hacia que las llamas de fuego se moviesen.

Tomó un monton de tierra con ambas manos, en su lengua natal inicio la oracion con unas palabras y luego utilizo la tierra para cubrir toda su cara.

— Abuk, gran diosa de los Dinka... —en el suelo dibujo una linea zig-zageante, parecido al dibujo de una serpiente, en representacion a su diosa. — Nhialac, señor creador —y dibujo un ojo al lado de la serpiente. — Hoy invoco la fuerza del pueblo Dinka y de sus dioses, la fuerza de su luna... —siguio con la oracion, con los brazos abiertos y sus ojos marrones bien abiertos mirando al cielo. Era un momento sumamente íntimo e importante para ella.

por **Maggie Craig** Sáb Dic 03, 2016 1:27 pm

Esa tarde tenía decidido dejar mi búsqueda particular de ese inmortal al que daría caza tarde o temprano, y disfrutar durante unas horas de la tranquilidad que solo los preciosos bosques de París me podían regalar. Había estado allí en otras ocasiones, entrenando con mi arco o buscando algún licántropo al que dar caza, pero ensimismada en otras labores no había prestado atención a lo precioso que era aquel paraje.

Las hojas de los árboles caían inevitablemente sobre la mullida hierba que los rodeaba, dotando de un acertado color rojizo a todo el bosque. Continué por el sendero marcado, ese que con el paso de caballos y carruajes había terminado por trazarse solo. Un camino solitario en el que en ningún momento me crucé con nadie; una obviedad si tenía en cuenta el frío que hacía en esos momentos en el que los rayos de sol caían más oblicuos y el ambiente empezaba a humedecerse.

Unas extrañas palabras susurradas llegaron arrastradas por la suave brisa hasta donde yo me encontraba; palabras que o bien estaban pronunciadas el otro idioma, o eran parte de algún conjuro premeditado. Fuere como fuese, esto llamó mi atención y abandonando el camino terregoso, me adentré en la profundidad del bosque, donde detrás de unos altos matorrales encontré una escena que no esperaba.
Una joven parecía encender una pequeña hoguera, continuando después con su extraño monólogo, acompañado por gestos todavía más raros.

- Perdona, ¿te encuentras bien?- pregunté cuando llegué hasta ella y me situé a su espalda. Era una mujer preciosa, más o menos de mi edad y con el rostro cubierto de barro. Su cabello cabello castaño reflejaba mechones dorados.- ¿Te has perdido y tienes frío?

Me acerqué varios pasos más a ella. No parecía una hechicera, parecía más bien un ángel perdido en medio de la nada.

por **Abuk** Sáb Dic 03, 2016 6:38 pm

Si no hubiese estado tan concentrada hubiese prevenido aquella interrupcion, o al menos la hubiese visto venir. Pero no fue así, la voz de mujer corto por completo su oracion, su cuello se giro en busca de la mujer, su pelo se movio con el viento y sus ojos sobresaltados analizaron los movimientos de la morena que tenía en frente. Tuvo que abandonar el circulo por instinto cuando la mujer se acercó, evitando cualquier tipo de acercamiento. Se movio sin levantarse pero en cambio sin estar sentada del todo, un movimiento bastante animal si te parabas a analizarlo.

Abuk nunca había sido una gran conversadora, era mejor observadora, por eso se quedo observando a aquella desconocida. Era una chica joven, aparentemente tendría mas o menos la edad que ella aparentaba. Pero parecía totalmente humana, aunque sus ropas eran diferentes a las que había visto a las mujeres francesas. Aquella mujer inesperada la había desconcentrado brevemente, había salido del círculo y la oracion había sido interrumpida. Debía apagar el fuego. De forma rápida empezo a echar la tierra humeda en cada monton de ramas. Sin quitar ojo a la humana. Estaba algo molesta, aquella se supone que debía ser una noche especial. Si no completaba la oracion sería la primera vez.

Despacio se alzo, en un intento por ponerse bien el vestido y quitar la suciedad de el se pudo ver que iba descalza. Había dejado los zapatos escondidos a la entrada del bosque, así no solo se arroba tener que caminar con ellos por ahí, sino que era una forma de rastrear la salida.

— No me he perdido —y bastante que había hablado. Pero sin embargo no iba a responder si tenía frio. Eso no era algo relevante. Si lo tenía, casi siempre por aquellas épocas, y aunque el fuego la había calentado ligeramente, sus manos seguían estando heladas. Agacho un poco la mirada, aquella situacion empezaba a ser incómoda.

— Creía que iba a poder estar sola aquí —su tono de voz era bastante bajo, en apariencia calmado. En el fondo estaba apenada por no poder haber completado la oracion, ya no podría empezarla de nuevo allí, tendría que buscar otro sitio si quería terminar. Miro una vez más a aquella chica y comenzo a andar hacia otra parte del bosque sin decir nada más, como si aquello fuese una despedida, y esperaba que si así fuese. Necesitaba completa intimidad y no entendía que hacia ella allí.

por **Maggie Craig** Dom Dic 04, 2016 12:15 pm

La joven se sobresaltó por mi presencia, pues poco después de preguntarle por su estado, con un extraño movimiento que parecía ponerla a la defensiva frente a mí, salió del trance en el que se encontraba. Pero, ¿qué le había dicho? Si hasta había parecido amable. Tal vez pasar tanto tiempo con cazadores varones me había embrutecido, pensé. Rememoricé mis palabras para comprobar que podía haberla asustado tanto, pero no encontré nada que pudiese haber malinterpretado.

Durante varios segundos ambas permanecimos en silencio, observándonos detenidamente la una a la otra sin movernos un ápice. La miré desconcertada cuando comenzó afanosamente a apagar las pequeñas hogueras que había a su alrededor, lo que a simple vista no había sido capaz de percibir, pero ahora que me fijaba parecía algo así como un círculo mágico. La idea de que fuese una hechicera volvió a mi mente, aunque su apariencia inocente seguía sembrando ciertas dudas en mí.

Se levantó despacio, sacudiendo su ropa de las posibles hojas y briznas de hierba que pudiesen haber quedado en sus ropajes, cuando vi que iba descalza. Levanté una ceja sorprendida, pues con el frío que hacía debía de estar congelada, pero tampoco quería intimidarla más preguntándole directamente por su calzado. Di un paso más hacia ella antes de que se decidiese a hablar conmigo.

-Perdone, no pensé que le estaría interrumpiendo en algo.- pronunciar la palabra ritual me parecía excesivo sin tener más pruebas y tal vez ella se sintiese presionada; sabía que los miembros de la inquisición perseguían a todo tipo de sobrenaturales, incluso a las brujas, y si yo le hacía pensar que sospechaba de ella solo la espantaría.- La vi encender una hoguera y creí que solo trataba de entrar en calor. Iba a ofrecerle que me acompañase a una cabaña para cazadores cercana donde voy a pasar la noche.- podía percibir como se tensaba con mi presencia, alejándose de donde yo me encontraba.- No hace falta que se marche, continuaré por mi camino y podrá gozar de la paz que necesita. Si se piensa mejor lo de la cabaña, puedo esperarla en el camino de tierra a que termine su labor.

Giré sobre mis talones, colocándome bien la capa de pieles que ocultaban mis armas y me resguardaban del frío. No había sido mi intención asustarla, solo ayudarla si lo necesitaba. Quizás mis ropajes resultasen extraños en una mujer, pero casi todas las cazadoras vestíamos así.

por **Abuk** Lun Dic 05, 2016 9:58 am

Las palabras de la desconocida de piel tostada y cabello de color tierra, sembraron la duda en su mente. ¿Cazadores?...A decir verdad Abuk no sabía mucho del mundo sobrenatural, antes de salir de Africa lo unico que sabia era de la existencia de hechiceros y hechiceras como su madre, que cogian el poder de los elementos y también de los espíritus. En sus primeros años fuera había podido confirmar que también existian otras personas especiales como ella, que hacia cosas...algo excepcionales, los llamaban licántropos y vampiros. Y recordando podía escuchar la voz de su madre contandola alguna historia, aunque ella los llamaba "aulladores" y "seres sin alma", o algo por estilo traducido desde su lengua materna.

La existencia de la inquisicion y los inquisidores era vagamente conocida para ella, nunca la habían importunado a decir verdad. Solo sabía que era mejor no cabrearlos.

Tampoco entendía porque quería llevar a una desconocida a una cabaña. Había caminado unos pasos en silencio, alejandose un poco de ella cuando se detuvo y alzo la cabeza hacia ella. — ¿Eres una cazadora?...Si deseas acompañarme puedes —la observó unos segundos y ando de nuevo observando el terreno. — El lugar ya no sirve porque abusar de él una vez no serviría de nada..Debo buscar otro nuevo para poder completar mi oracion —no quería culpar a aquella chica de lo ocurrido, pero en cierta forma lo hacia, la había desconcentrado sacandola de su oracion. — Me desconcentre, es una falta de respeto hablar a los dioses después de ello —hablaba sin mirarla, solo avanzaba, se agacho a acariciar la tierra y se levanto para seguir andando, aun tenía algunos restos de tierra en su cara pero tampoco iba a quitarlos.

No se fiaba de la desconocida con la que se había topado, y menos si la ofrecia su cabaña así sin más. Pero mientras estuviesen en el bosque, al aire libre, Abuk no tenía miedo, si surgian complicaciones podría usar sus habilidades para salir de allí con vida. Olio el aire y de pronto avanzo con pasos más rápidos. Llego hasta un tronco donde había muerto aplastada una pequeña ardilla. Despacio pudo retirar el tronco para sacar a la ardilla, la coloco sobre la tierra haciendo un pequeño hoyo. La echo dos puñados de tierra por encima y dio por concluido aquel gesto. Por su naturaleza estaba muy unida a la parte animal y a los animales, poder comunicarse con ellos había aumentado aquellas sensaciones. Miró a la cazadora mientras se levantaba, no había necesidad de explicaciones, o eso pensaba.

por **Maggie Craig** Mar Dic 06, 2016 9:32 am

Varios pasos después a mi propuesta y antes de que nuestros caminos se separasen definitivamente, la joven se detuvo proponiendo que la acompañara en su propósito. No tenía muy claro el por qué me sentía obligada a seguirla, tal vez a protegerla de los acechos de un bosque que se me antojaban demasiado peligrosos para ella. Fuese por una cosa u otra, terminé avanzando tras su camino trazado, que de nuevo había puesto en marcha.

-Si, soy cazadora.- confirmé dando por hecho que hablábamos del mismo tipo de caza; algo me decía que aquella joven sabía más sobre los sobrenaturales de lo que me había parecido en un principio, aunque no era momento de preguntar. Se notaba que no era una mujer de muchas palabras, así que me dí por satisfecha cuando siguió explicándome porque teníamos que buscar otro lugar.- Siento haberte interrumpido. Quizás pueda ayudarte a encontrar el lugar idóneo para que puedas continuar con tu ritual.- no entendía mucho de rituales; me consideraba totalmente agnóstica, aunque no juzgaba a nadie por sus creencias o por la práctica de éstas.

Observé en silencio como la joven tocaba continuamente la tierra, buscando en ella algo que yo no alcanzaba a ver con mis propios ojos. Pero no quise interrumpirla de nuevo en sus quehaceres. Fruncí el ceño cuando la vi sacar de debajo de un leño caido el cuerpo de un animal muerto; por un momento pensé lo peor, creyendo que se lo comería, pero después no pude evitar sonreir cuando la vi darle una sepultura digna a aquel animalillo que uniría su alma con la madre tierra.
Era una joven extraña, pero ese gesto tan poco común me hizo saber que su alma era noble, y que por su mirada parecía tan perdida como yo.

-Mi nombre es Maggie.- apunté extendiendo mi mano hacia ella cuando vi sus ojos dirigirse hacia mí. Si íbamos a estar juntas, lo mejor era hacer las cosas bien. Observé como su precioso rostro estaba cubierto de tierra, esperando que cuando empezase de nuevo su ritual no me tocase a mí hacer lo mismo; no llevaba bien eso de echarme cosas en la cara.- No te preocupes, me encargaré de protegerte y vigilar que nadie más te moleste mientras cumples con tu ritual.

por **Abuk** Miér Dic 07, 2016 6:00 am

Ritual...Había escogido una palabra muy concreta para hablar de lo que estaba haciendo Abuk. ¿Acaso creía que era una hechicera?...Podía ser, ese tipo de oraciones tenían cosas en comun con los rituales, pero no eran iguales. Ella lo sabía bien. Quizás era mejor dejarla creer que era una hechicera o lo que fuese que pensara. Si era una cazadora...No sabia hasta que punto simpatizaria con alguien como ella. Solo esperaba no tener que mostrar su verdadero rostro.

— No te preocupes, se trata de algo muy especifico. —se ahorro decir que también precisaba de sentidos fuera de la naturaleza humana. Tras el pequeño paron con el animal, siguieron caminando, decidio ir acumulando ramitas y hojas secas para que luego resultase más fácil. Sus ojos volvieron a ver a la chica, parecia educada también, brindandola su nombre, quizás no tenía porque preocuparse, aunque no podía evitarlo. — Abuk —pronuncio su nombre y dudo si pedirle ayuda para coger ramas, camino dos pasos con esa duda en la cabeza.

— Puedes...puedes coger ramas y hojas...que esten secas. —la hablo con un toque de dulzura en la voz, muy propia en ella cuando se sentía algo relajada. Al seguir caminando ella la dijo que la iba a proteger, se sintió extraña al escuchar aquello, nunca nadie la había dicho aquello. Proteccion. Hacia mucho que no sentía la proteccion de nadie. En parte sentía que debia decirle que no necesitaba esa proteccion, pero se lo cayó porque la había hecho sentir bien.

— Esta bien—se mordio el labio y se paro en un terreno algo despejado, tocaba la tierra con sus pies, y no necesito agacharse para saber que ese era el lugar. —Aqui esta bien —comenzó a hacer lo montoncitos para prenderles fuego. Cuando el circulo estuvo formado entro en el. Miro a la cazadora. — Si quieres puedes realizarlo conmigo...Si no tendras que apartarte un poco —la energía de otras persona siempre venía bien, aunque no creyese, a los dioses les gustaba la presencia de más personas, energía. Podía aportar algo bueno en la oracion.

por **Maggie Craig** Miér Dic 07, 2016 4:54 pm

Retomamos nuestro camino, aunque esta vez no tan separadas la una de la otra como antes de la sepultura del animal. Observé como iba cogiendo en silencio algunas ramas secas del suelo colocándolas después sobre su regazo; preparatorio sin duda alguna de ese ritual que yo había interrumpido. Asumía que era una dama tímida, y que había sido un gran paso que me ofreciese acompañarla.

Sonreí complacida cuando por fin la muchacha se atrevió a pronunciar su nombre. Se notaba que no era una persona que entablase conversación con cualquier desconocido y el esfuerzo que mostraba conmigo era de agradecer. Abuk, eso había dicho; un nombre peculiar para una joven desde luego poco común.

-Encantada de conocerte, Abuk.- respondí antes de retirar mi mano y continuar andando a su lado. Empecé a recoger como me había indicado algunas ramas secas; ya que le había fastidiado su momento que menos que ayudarla a prepararlo de nuevo.- ¿Y este ritual lo tienes que hacer muy a menudo?- Pregunté tratando de sacar algo de conversación con la que hacer más amena nuestra recolecta.

De pronto Abuk detuvo sus pasos, confirmándome que aquel era el lugar exacto. Miré a nuestro alrededor, tratando de adivinar porque ese y no dos metros más atrás era más adecuado para su ritual. Si tuviese que haber buscado yo donde montar de nuevo las hogueras, estaríamos todavía dando vueltas en círculo por el bosque. Era incapaz de ver más allá de los mismos árboles que había en cualquier otro lugar, de sentir algo distinto del mismo trinar de pájaros que resonaba de forma similar en todo el bosque.

Observé como ponía las ramitas recogidas en cuatro montones diferentes, colocándose después en el centro de éste; en la misma posición en que la encontré.- Claro, será un honor para mí acompañarte si me lo permites.- contesté sin tener muy claro que tenía que hacer.- Deberás guiarme tú, pues no tengo ni idea de como funciona esto.- confesé al entrar junto a ella en ese círculo invisible y colocarme a su lado.

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