Rondando tu esquina - Privado

por **Isak & Tara Mirković** Mar Dic 20, 2016 8:50 pm

Aquella noche habían estado los nos hermanos cazadores tras la pista de su presa en medio del bosque, ambos corrían tras el rastro de sangre que dejaba pero mientras más se adentraban más se dificultaba el poder moverse, la densa maleza de aquel lugar no era común y eso lo advirtió Tara con un grito mientras sonaba el arma de ella, algo que alertó a Isak y lo obligó a correr a donde estaba su hermana. Aquella cacería les estaba costando a los dos que ahora iban cansados, muy agotados y con pocas municiones.

El cielo comenzó a bramar tan pronto como volvían todos sucios y cansados en silencio de nuevo a su hogar para recuperar las fuerzas, en las manos de la chica llevaba la cabeza de aquella bestia lista para ser entregada a su cliente, el aroma a sangre que traían no era bueno y menos si aparecían por la ciudad así como estaban, gracias a los cielos comenzó la lluvia limpiando un poco el desastre que habían dejado, aunque no del todo.

–Hey, ¿vamos por unos tragos?– tose sin mirar a su hermana

–Lo que quiero es mi baño y la cama, nada más, el trago lo dejaremos para cuando nos paguen por esto– blande la cabeza frente a su hermano

–Que asquerosa eres Tara, pues yo si me voy por ahí por unos tragos, algo de comida y quien sabe quizás compañía nocturna, te veré mañana, ah y por favor no te lleves eso a tu cuarto para darte, sería muy perturbador verlo– su hermana ríe al principio y luego el sonido de la ballesta y una flecha que se incrusta en un cuerpo

–Tsk, maldita– se quita la flecha del brazo mientras camina bajo la lluvia hacia el centro de la ciudad viendo a muchos correr para cubrirse de la lluvia. Camina con rumbo fijo a aquella taberna de mala muerte donde los cazadores se reúnen, un lugar preciso para tener un encuentro fijo para un trabajo a llevar en secreto de su hermana. El olor de cerveza, apuestas, peleas y sexo le inunda las fosas nasales como bienvenida –Cariño llegué a casa– suelta menuda broma cuando una botella le pasa por la cabeza seguida de unas bragas rosadas que toma entre sus dedos a jugar hasta que sale volando a la cabeza de otro que las toma de buen grado.

Entre risas todos se reciben con los brazos abiertos de una manera de camaradas, se acercó a a la barra a pedir un poco de cerveza estilada con tres x de preferencia cuando de la nada su vista se cruzó con el cuerpo curvilíneo de una rubia que tenía pinta de maldita asesina de hombres –Así me las recetó el doctor para que curen mis heridas tremedamente endiabladas– alzó la copa en dirección a la mujer mirándola con descaro desde el cabello hasta los pies aunque en su mente la estaba desvistiendo completamente y ya lo decía con esa sonrisa que poblaba su rostro abiertamente –Ey, si vienes aquí es a follar o a buscar problemas, y por tu pinta es lo segundo porque no entras y te tomas unos tragos luego te podremos ayudar, princesa a buscar la manzana que se ter perdió de camino a casa, tienes suerte aun no llega el hombre que contrate así que puedes tener mi atención hasta que llegue mi amigo Aramitz– chifleo al tabernero pidiendo otro trago que tomó en su mano llevándoselo a la mujer bebiendo del suyo con esa mirada picara. [/font]