Los muertos si caminan || Privado

Recuerdo del primer mensaje :

La noche adornaba el hermoso lugar donde se encontraba en ese momento, el cementerio siempre le había parecido el lugar mas hermoso, era una lástima que su madre no se encontraba enterrada en ese lugar o podría conversar con ella cada vez que lo visitaba. La gente del pueblo siempre le advertía que no se encaminara a esos lugares y menos de noche que era cuando aparecían las bestias místicas de sus cuentos de terror, todo aquello, a ella, le tenía sin cuidado "ver para creer" era lo que siempre les repetía antes de marcharse del resguardo de las luces de los favores para adentrarse a la oscuridad y al silencio perpetuo del cementerio.

Sentada en una de las gloriosas lápidas de gente que, en su tiempo, derrochaba dinero y encanto se encontraba mas concentrada de lo normal y es que el dinero no era cosa de juegos ni en esta vida ni en la otra por lo que se imaginaba, era cosa de mirar a su alrededor y llenarse de la gloriosa arquitectura, la delicadeza de la letra que centraba los nombres de los difuntos, las hermosas y aromáticas flores que adornaban cada rincón para darse cuenta que incluso esos muertos vivían mejor que muchos vivientes incluyéndola a ella.

- 10, son 10 gloriosas monedas de oro - se regocijó guardándolos inmediatamente en lo que parecía un bolsillo oculto en su vestido,confeccionado hace años por ella misma por prevención, decían por ahí que ladrón que roba a ladrón...

Comenzó a caminar tranquilamente entre los diferentes recovecos sin miedo preocupaciones ni rumbo determinado, aquel lugar le resultaba perfecto para ello hasta que un ritmo bastante copioso se le vino a la cabeza y sin pensarlo comenzó a tararear mientras danzaba a su propio ritmo, a cada nuevo sonido el ritmo aumentaba y sus movimientos también llevándola a girar sin control aparente con una clara sonrisa en su rostro, los brazos extendidos y los ojos cerrados disfrutando del viento que recorría el sector, paró antes de marearse y una carcajada loca salió de sus labios azules por el frió. Se dejó caer en una de las tantas tumbas

- verá usted señor - se acercó a mirar el nombre - Shu... Shu... - no logró leer el resto - señor!!! cuanto debe de haber sufrido usted por ese apellido, podría haber tenido uno mas simple y pronunciable, pobre de usted - negó con la cabeza aún con una sonrisa en su rostro - se preguntará porque me río y es que, en estos momento, estoy mejor que usted. Puede usted haber tenido una gloriosa vida pero su muerte es putrefacta y solo sirve para comida de gusanos...no es eso irónico??!!! - sentenció dejando caer todo su cuerpo dando la impresión de estar acostada al lado de aquella tumba. Cerro los ojos dando un gran suspiro

Era Sabado del medio día y hoy sería un excelente fin de semana ya que iria a un gran concierto, no era un concierto era El Concierto! Ya que una de mis bandas favoritas iba a tocar después de mucho ya que se habían separado hace un par de años pero hoy van a reencontrarse y era evidente que yo estaria ahí en primera fila para verlos y se trataba de ni mas ni menos que The Guns N' Roses...estaba emocionado en verdad, tanto que en cuanto dijeron que los boletos estaban a la venta no tarde demasiado en comprarlo y hoy era la fecha y nadie me echaría a perder este día, podrian hacerlo cualquier otro día pero hoy no seria el dia. Adelante mis trabajos de la Universidad por sino llegaba hasta el día siguiente por la tarde porque la fiesta sigue y mas cuando se tiene boletos VIP para andar con la banda. Así que tras terminar los trabajos me dirijo a la lavanderia por la ropa que me pondría en la noche, joder esa banda fue y siempre será una de mis bandas favoritas. Un compañero dijo que también iría pero después de eso ya no volvió a decir nada así que yo tampoco le mencione nada sobre ese asunto...si iba a ir pues bien por él y sino pues también. Mis compañeros no entendían porque razón me ponía tan emocionado por una banda de rock pero bueno ellos no lo entenderian nunca y menos si nl tenian idea de quienes eran y yo no gastaria mi saliva para hablarles de ellos punto y se acabo.

estaba emocionada como hace muchos años no lo estaba, el hecho de que fuera a ver su banda favorita de nuevo reunida la tenía casi éxtasis. Durante toda la semana habia estado demasiada enérgica y ansiosa, tanto que su jefe en el bar le habia dicho que se calmara por que parecía una supernova de un lado al otro, contando las horas y hablándoles a todos de lo mismo, si habia que admitir que se habia puesto un poco intensa, pero nadie la entendía! Ni siquiera quien la conocía de casi toda su vida lo hacía. Y es que no era cualquier banda, era Guns N’ Rose! Tenía casi todos sus discos, muchas playeras y ni la hubiesen visto en su adolescencia, su cuarto decorados con poster de Slash quien hasta la fecha aún consideraba el mejor guitarrista del mundo entero! Y por supuesto del buenorro de Axl Rose, no habia tipo más sexy para ella en sus años adolecentes. Y aunque ya era bastante mayorcito le seguía encantando, especialmente su voz…Dios! No podía explicar cómo se sentía respecto a esa voz que la acompaño con sus clásicos en periodos tan difíciles para ella. El sábado por fin habia llegado y con él, ella aún mucho, mas enérgica, entro a su turno antes, hizo lo que debía hacer, se bañó y se cambió en el bar y paso a dejar la mochila en su fraternidad, avisando que iba al concierto y no volvería temprano, allí se encontraría con una de sus amigas del colegio con las cual compartía su fanatismo por la banda.

El dia anterior a hoy y hace como toda la semana mejor dicho había sido de lo más ajetreado. Desde primera hora de la mañana, había estado yendo de un lado a otro de la ciudad. Necesitaba dejar algunas cosas habladas y/o solucionadas antes de abandonar el continente. Pese a que quizás desde un punto de vista utilitario no era lo más importante, la prioridad de aquel día fue dejar a sus perros en un buen lugar. Le hubiese gustado llevarse a Lira y Orfeo de viaje, pero no creía que fuese bueno para el pequeño coger un avión. Ese fue el motivo por el que, lo primero que hizo, fue llevarles a un hotel canino. Se había asegurado de que el personal entendiera cuán importantes eran sus mascotas para él y cuánto estaba dispuesto a pagar por que se les tratase como merecían. El inglés estaba seguro, pese a todo, de que estarían allí casi mejor atendidos que estando en él en el ático.

El ajetreo del día anterior se vio recompensado con la tranquilidad de aquella mañana. Al haberlo hecho todo antes, podía permitirse disfrutar del día. Por ese motivo, se levantó con la primera alarma y se dio un largo baño de burbujas. Aún no se creía lo que iba a pasar en unas horas. Hasta tal punto era su incredulidad que ni siquiera se había molestado en escribir a su acompañante para preguntarle si lo tenía todo preparado. Pese a todo, cuando salió del ático, condujo hasta la fraternidad de su hermana con dos billetes en la cartera. Si bien eso no era nada extraño, no era a Lady a quién iba a buscar. Cerró el coche y entró a la fraternidad. Saludó a las chicas que encontró, pero no se detuvo: sabía bien dónde tenía que ir. Llamó a la puerta. - ¡Buenos días! Servicio de chófer a domicilio – dijo cuando vio la puerta abierta y el rostro de Pierina. – Con permiso… - entró en la habitación sin esperar a recibir el permiso y se tumbó en la cama. - ¿Estás lista o te has acobardado? – Si, tal y como pensaba, finalmente no se iba a Londres con él, no iba a perder la oportunidad de ser un incordio con ella. Aunque solo fuese durante unos minutos.

Oyó un gemido ahogado seguido de otro y otro mucho mas audible. Sus labios entreabiertos, sus garras rizadas con el deseo, por la reacción de la humana que la prostituta le gustaban del tipo lycan con físico de Adonis, carácter de mierda, agresivo, fuerte y dominador. Su brazo quedo inmovilizado al momento de llamarlo ”Marica” Cuando la miró a los ojos, iris era negro, quemando con cierta emoción oculta. Sus miradas se cruzaron. Su erección se sacudió. Si todo lo que había oído hablar de su especie era cierto, ¿por qué no había estado encima de ella, liberando la presión que sentía? Varg no lo hacía, eran conocidos por tomar lo que querían cuando querían y donde querían. Si es así, entonces que empiece el juego. -Asi que crees que soy un marica- Se dio cuenta de que él estaba haciendo lo mismo con ella, porque en ese instante el bulto aumentó de tamaño, ella levan¬tó la vista al instante y vio que el licántropo tenía los ojos clava¬dos en sus pechos, los pezones se marcaron contra la tela húmeda del corsé. Él siguió mirándola como si tratara de arrancarle la ropa con la mente. Puede que la puta tuviera una lucha interna pero iba a hacer que deseara no haber dicho tanta idiotez y no coquetear con él. - Me hundiré en lo más profundo de ti, hasta que no sepas dónde empieza uno y termina el otro - gruño con fuerza, tenía que concentrarse para no darle la vuelta y poseerla por detrás. Podría obligarla, sujetarle las muñecas y hundirse en su interior en cuestión de segundos.

Fenrir la continui acariciándola con fervor, apretando el talón de la palma de la mano contra su clítoris. A medida que él iba ex¬citando el pequeño botón. La sentía, estaba tan cerca, su aroma, su cuerpo, el sudor y sus palabras entrecortadas sin sentido, contradiciéndose unas a otras una y otra vez entre gemidos -¡Mírame cuando llegues al orgasmo!- le ordeno con voz firme. Con la mano libre le rompió la parte de arriba del vestido liberando sus géneros pechos. La lamió por encima, siguió lamiéndola por todos lados hasta llegar a sus pezones. La humana se estaba volviendo loca, jamás se había imaginado a una hembra tan desesperada por alcan¬zar el placer como la puta que tenia frente a él.

De la nada, cuando la sintió a punto de correrse, la soltó empujándola dejando que se fuera derechito al suelo. Eran un marica, si lo era si ella quería decirlo, y un cabron deshonroso y malparido también. Todo lo que se le ocurriera -Y dijiste que no aguantaría ni un solo raund contigo…- chasqueo la lengua desilusionado -Y yo que pensé que tenías más autocontrol de ese cuerpo de perro flacó que tienes pastelito- se rasco la nuca y dándole la espalda continuo caminando como si nada hubiera pasado, dejándola ahí a medio vestir, mojada y necesitas. -Me voy a decirle a mi hermano que la puta de su novia no aguanta nada… Tendré que sugerirle alguna otra porque tu no sirves- le grito sin mirarla calle a bajo en donde unos locales mas y encontraría el burdel al que pertenecía la rubia.

La alejo de inmediato alejándome de la misma forma antes de que sienta ciertas partes incomodas de mi anatomía pero ella hace lo peor que se le puede ocurrir.

Con lo cosquilludo que soy le es fácil meter sus manos delicadas y suaves buscando mis costados haciéndome cosquillas, un paso mal y ambos terminamos en el suelo, ella debajo de mi, riéndonos como el par de niños que jugaban hace mas de una década. Su pregunta me saca de mis casillas, de mi mundo cuadrado, de mi actitud recta y mis perfectos modales –No deberías hablar de eso Elizabeth, soy tu primo pero no dejo de ser un hombre –me acerco a ella posándome completamente sobre su cuerpo ¡Mierda! Nuestros cuerpo se acoplan perfectamente –Eso depende del hombre –susurro a su oído tomando sus muñecas posándolas asta arriba aprisionándola –Depende de lo pervertido que sea el hombre –continuo explicando con una voz grave y ronca acariciando con mis labios el cuello mientras hablo. Me alejo y le doy la cara sin alejarme mucho, aun nuestras respiraciones se alimentan una de la otra –Deberias tener mas cuidado Lizzy, la próxima ves puede que no sea un caballero y te muestre las mas bajas pasiones de un hombre –susurro besando célibemente sus labios despacio sin cerrar los ojos, pues el beso dura mas segundos de lo que debió ser y aquel entre mis pantalones quiere mostrarle a mi prima que es toda ingenuidad lo bajo o “profundo” que puede llegar a sentirse –Necesito un momento y después saldremos de paseo –anuncio finalizando el beso poniéndome de pie y saliendo del lujan antes de que se de cuenta del enorme bulto que se ve claramente en mis píntalos. La puesta del estudio se cerro sin que la mirara.

¡Mierda! Yo era su primo, aunque no era sanguíneo lo era, habíamos crecido juntos, en algún momento crei que nos casaríamos pero su prima habia aparecido como un ángel metiéndose entre los dos y yo había accedido a tener un espantoso matrimonio durante los siguientes cuatro años hasta que ella falleció y yo… yo había terminado siendo viudo.

Si si todo podía ir de maravilla mientras estuviéramos todos juntos que interesante manera de decir y hacer las cosas, aunque no podía negar que todos esos papanatas eran solo unos chiquillos que no sabían de la vida, ay que se podía esperar de semejantes idiotas fresas de esta vida. NADA absolutmaente nada, me faje la chaqueta y el cigarro lo arroje al suelo riéndome alzando los hombros sin importarme nada de nada, apenas apartándome de aquel grandulón –bien bien si eso es lo que quieren esta bien por mi no hay problema pero recuerden algo si por mi fuera hari amás interesnate toda esta patraña que están ustedes ahora montando escucharon bien – me reí con fuerza y entonces Sali en ese momento de aquel lugar mirando a una de ellas con una mirada tan fulminante como diciéndole “tu sal ahora mismo de aquí” ella era la que me había traído ahí y ahora teni que hablar con ella sobre dicha razón, además de porque había invitado a ese otro sabiendo que yo estaba aquí, quería explicaciones y sean muy convincentes. Le apunte con el arma en la cabeza –y bien mona habla ahora o calla para toda la eternidad- sonreí quitando el gatillo. Con ojos atónitos y bajo un silencio nocturno se quedó en ese momento hasta que todo volvió a como era con una sonora y tremenda carcajada que ahuyentó a los animales de la noche como ratas y alimañas de aquel callejón entonces la empuje contra la pared mirándole con ojos oscuros y furiosos –habla ya y deja de gaguear mujer-