Reconociendo viejos rostros ( Týr Von Streigner)

por **Agnés de Charny** Dom Dic 25, 2016 5:45 pm

Como era de esperarse aquellos días las festividades estaban a la orden del día y a pesar de todas las cosas, la joven de cabellos oscuros no dejaría pasar la oportunidad de hacer una pequeña reunión en su casa, claro todo comenzaba obviamente arreglando al servicio , dandole las ordenes de que se serviría cuantos platillos y canales serian preparados y a que hora serian los mismos servidos a todos los invitados, por supuesto para tal acto no podía faltar la musical una pequeña banda fue invitada nada fuera de lo común, las invitaciones fueron hechas y enviadas.

Todo comenzaba luego del día de natividad la reunión iniciaría luego de la misa de pascua donde algunos de los invitados también se encontraban reunidos allí, bajo el altar del señor donde se conmemoraba su nacimiento con villancicos y palabras esperanzadoras, todos comulgaban como era bien establecido se presignaban y se ponían de rodillas para poder purificar los pecados por medio de una silente plegaria, hacia el final todo terminaba con mi paz os dejo y mi paz os doy podes retiraros en paz. Agnes daba la paz a todos antes de retirarse para arreglarse para la pronta velada que le esperaba a continuación.

Para aquella noche había elegido un vestido verde oscuro de taefan, se vio por ultima vez en el espejo abajo a recibir a sus invitados que uno a uno fueron llegando, la recepción tenia lugar en la inmensa sala donde el comedor había sido retirad y estaba un pino bien decorado y el fuego de la inmensa chimenea chismorreaba para transmitir calor a los invitados. Sonreía y extendía su mano para saludar a los caballeros y dos besos en cada mejilla para las damas, todo caminaba la maravilla, la gente hablaba algunos comían diferentes abre bocas mientras otros tomaban licor. La bruja sonreía satisfecha desde su posición, fue entonces cuando entre toda aquella multitud revestidos y trajes de gala reconoció una cabellera rubia que hacia mucho no veía, enarco una ceja antes de caminar entre sus invitados, ¿ acaso era posible? estaba por descubrirlo. Toco el codo de aquel hombre para que este se diera la vuelta cual fue su sorpresa, con una sonrisa en su semblante vio a su viejo amigo- ¿ debo atribuirle este honor a un milagro navideño?-pregunto enarcando la ceja divertida.

por **Týr Von Streigner** Mar Ene 10, 2017 11:33 pm

—Mi señor, mi señor apúrese debe levantarse ya señor—
—¿Cuál es la urgencia, el cielo se cae o el infierno se abre paso?—
—Le han llegado invitaciones para las festividades de temporada—
—Deséchalas prefiero estar con tu cuerpo entre mis sábanas—

Una ciudad tan alegre como llena de espíritus de hipocresías y mentiras, ricos que dan limosnas míseras para regodearse en su acción dejando a los pobres arrastrados sonriendo pensando que su salvador ha llegado; estos actos son los que envuelven los placeres expuestos de la sociedad aristocrática de las ciudades y aun así son bien aceptadas y más que nada imitadas con fervor y ardientes corazones. Pero ¿Qué mal hay en el experimentar ese tipo de placer?, ninguno más que solo el de entregarse a ciegas para el deleite.

Las invitaciones son desechadas al fuego que las consume pero solo una se ha salvado, una de su vieja amiga que por causales del destino tuvo que dejar de frecuentar y que ahora que ha vuelto a verla no sería ético no presentarse. Se alista para su salida aquella noche, siempre llegando a la hora adecuada, su traje es de lo más distinguido, pantalón negro y camisa blanca acompañada de una chaqueta roja de terciopelo como la sangre y el vino, la capa negra con los guantes negros que acompaña el traje son los destalles perfectos, ha llevado sus cabellos hacia atrás y la barba perfilada perfecta, como siempre.

La velada se ha centrado en relaciones de lo más banales pero con una sonrisa las disfruta, ver como las jovencitas se apuran a pescar amantes adinerados, como las mujeres de edad tratan de cazar el perfecto candidato a sus hijas, como los hombres buscan olvidarse todo en brazos ajenos y otros solo quieren afianzar relaciones comerciales. Varias jovencitas se le han acercado para intimar con él, claro que no las rechaza al contrario las llena de promesas que solo logran sonrojarlas por lo abierto de sus palabras y preguntas, quien pudiera seguirle la línea cuando está tan divertido en fiestas como esas; busca con la mirada a su amiga pero no la encuentra, se mantiene ocupado ahora con unos señores hablando de placeres y negocios con quienes firmar algo provechoso en el negocio y exportación de vinos y licores más fuertes al menos hasta que la voz conocida de su amiga le interrumpe con una frase de lo más divertida para él.

Con sonrisa la recibe tomándole la mano para en su dorso dejar un beso frío como la muerte que él representa —Los milagros ocurren una sola ver mi bella señorita Agnes, y ya con esta diríamos que hay una segunda y tercera ocasión ¿sería considerado un milagro? O quizás solo su divino señor le está poniendo una prueba tentándola con un demonio como yo— susurra dejando la mano cálida pero sin dejar de sonreírle, se acerca a ella hasta estar muy cerca de su oído —Estás tan bella Agnes, como la primera vez que te vi, aunque creo que ahora estás más, no me digas que ya encontraste con quien compartir la cama y es él quien te ha puesto así de hermosa— invita a la dama para tomar el primera baile de la noche de aquella festiva celebración que para él no significa nada más que solo el deseo y placer de encontrarse con quien es y será alguien llamativo para él e importante.

por **Agnés de Charny** Miér Ene 11, 2017 5:50 pm

La sonrisa desencadena como indica la tercera ley de la física una reacción la cual es una risilla baja y una sonrisa picara pero también complice, sus piernas bajan un poco realizando así la reverencia tan acostumbrada en aquellos círculos, a su alrededor es consiente de que algunas mujeres hablan en susurros bajos y otras mas jóvenes hacen cara de enojo, como un cazador molesto al haber perdido la oportunidad de una presa digna, si los demás supieran- ¿he de sentir miedo mi estimado amigo? ¿acaso no todos los demonios también son ángeles? -ladeo el rostro . Por supuesto que sus sentidos se hacen mas sensibles ante la cercanía del no muerto y la parte mágica dentro de ella revolotea poco a poco, siente un pequeño rubor teñir sus pómulos ante sus palabras y cuando este aleja su rostro le da una mirada divertida que podría decir” sigues siendo el mismo pillo de siempre”.

Ambos cuerpos se dirigen a la pista de baile donde ceremonialmente todos se hacen aun lado esperando ver la pareja iniciar aquella escena para luego los demás como borregos seguir la misma conducta, una nueva reverencia, una mano sobre el hombro fuerte de su amigo y la otra en la palma contraria los violines rugen desde lo bajo y comienza una tonada alegre y ligera y así comienza el baile, deslizándose por la pista con suma gracia como si fueran una obra de arte viviente- Moun ammi , escandalizarías a cualquier viuda que te escuche, mas que todo porque así no le debe hablar a aquella joven dama que tuvo la perdida reciente de su esposo - hablaba bajo con su rostro lo estrictamente lejos pero aun así también cercano para sentir el aliento ajeno- ¿ es necesario compartir la cama con alguien para volverse bello? porque de ser así, me has contado tu máximo secreto - dando una vuelta y volviendo a los brazos de su acompañante le susurro por lo bajo- y dime , ¿quien será la pobre víctima de tus artimañas esta noche?.

Aquello le divirtia, recordaba haber conocido a Týr cuando aun era una adolescente en casa de sus padres, el había ido a entablar asuntos con su vieja madre y es que desde temprana edad la joven bruja había mostrado una completa ambición y decidir entrometerse en aquella visita, compartir algunos comentarios sarcásticos y otros malsanos , algo que no podría ser bien visto en una jovencita que seria presentada a la sociedad y quien sabe tal vez aquello había agradado al inmortal con quien estableció una amistad pintoresca, sin embargo hubo un momento en que ambos perdieron el contacto , Agnés creció se comprometió y enviudo y el vampiro estuvo ausente de parís en otros sitios de Europa según tenia entendido por una que otra carta o una que otra habladuría en la corte y fiestas de sociedad y sin embargo allí estaban ambos de nuevo reunidos por el destino quizás como si el tiempo no hubiera transcurrido.

por **Týr Von Streigner** Miér Mayo 10, 2017 9:28 pm

La música deleita a todos en medio de aplausos así como de unas cuantas parejas que se unen a la pista embriagándose en el momento. La música cambia por una más suave, perfecta para los romances tórridos de la noche. La mano fría sostiene a la ajena llevándola por el salón en unos pasos glamurosos, sutiles que hacen la destreza de los milenios. Un giro con su mano sobre la cintura de la joven dama atrayéndola hacia su cuerpo como si se tratara de la pluma de un ángel, aunque de eso hay poco en el mundo de los muertos.

Una sonrisa que abruptamente pudo terminar en una carcajada se corta ante la ligera mirada de algunos curiosos de ver a tan bella dama con aquel caballero con el que pocos han tenido el gusto de platicar mismo al que muchas miradas de jovencitas acuden, como un sueño lejano, un sueño de alcoba, digno del encanto de los siglos —Lucifer fue un ángel y luego condenado, así como lo estoy yo y otros, por eso somos los ángeles caídos dispuestos a llevarnos las almas de bellas doncellas juveniles hasta la muerte más dolorosa y pecaminosa. El placer de su muerte extasía a los ángeles como yo y por eso me pregunto ¿será que una viuda caería ante ese desarrolló dramático del placer o terminará adentrándose en el placer de su dolor de luto?— acaricia la espalda de su acompañante en medio de aquellos pasos acompasados al sonido de la música que resuena.

Una bella pareja de cuento de hadas, una princesa acompañada de un monstruo con rostro de oveja, brillante noche ante la mirada de todos que se maravillan de ver a la dama anfitriona envuelta en medio de una dulce melodía —Mi querida Agnes, no sabes lo que un hombre puede hacer al cuerpo de una mujer, puede convertirla en una musa, hacer que su pasión oculta más bella resalte con solo una caricia apropiada. Una pareja puede volverte más bella con solo un beso, con un sonrojo de tus cálidos y vivas mejillas, con esa mirada perdida de deseo, de pedir más, de negarte a ti mismo— suspira ante la idea de los recuerdos pero termina por sonreír con una reverencia cuando la música termina en su parte más importante —Pero tienes razón en algo, mi pequeña Agnes, no son palabras que un caballero deba decir a una dama, y más a una viuda pero. No soy un caballero por lo tanto puedo decirlo y demostrarlo siempre que desee aunque en secreto— toma aquella mano depositando el más atrevido de los besos en aquel dorso.

Su dedo se posa sobre sus labios guiñando un ojo a la bruja, a su cómplice —Un secreto es quien podrá ser mi víctima para demostrarte mis palabras, quizás puedas escogerla tu esta noche, una hermosa y jovial dama que desee experimentar el mayor placer de la vida y la perdición, del dolor y la satisfacción. De amor y el odio que se puede sentir para volver más bella de lo que fue, pero ten cuidado muchos aquí están tras de ti, así que primero deberías perderlos querida— suelta un mechón de aquel cabello para depositar un último beso como una declaración de juego entre ambos amigos.

La mirada de muchos caballeros es desaprobadora por su atrevimiento con la dama, pero es lo que más disfruta ver ese odio hacia su persona.

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