Esperando al desconocido (libre)

por **Yendra Isley** Lun Ene 23, 2017 9:23 am

El sonido de los vasos al chocar, el murmullo de la gente charlando de sus aburridos temas que bien poco la importaban, el tabernero la observaba desde que entró en el local, cosa que a ella le importó mas bien poco, estaba en su naturaleza mostrar indiferencia hacia todo lo que le rodeaba, algunas actitudes felinas eran muy innatas en ella. Se había sentado de manera elegante en una esquina de la taberna. Mientras sus felinos ojos azules observaba a la clientela.

Horas atras había salido de un embrollo, ya que su investigación hacia cierto nosferatu le había traido aquí, y sin poder evitarlo habia terminado metiendose en lios con unos rateros de poca monda a lo que ella habia terminado por perder la paciencia y rompiendole la nariz a uno de los maleantes. Cosa que habia acabado con ella teniendo que salir corriendo apresuradamente y dandoles esquinazo a no mucho tardar gracias a su habilidad para convertirse en gato, y su talento de pasar inadvertida. Al menos había tenido exito en eso...Despues de pasear calle arriba habia decidido entrar en la taberna.

Ahora se encontraba sentada en una de las mesas, de piernas cruzadas y arañando levemente la esquina de la mesa. Quizás por nerviosismo o impaciencia, uno de los camareros se le acercó con intención de preguntar que le apetecia, ella se conformó con pedir un licor, el cual empezo a beber con suma tranquilidad, observando a la gente que entraba y salia, ciertamente se sentía caprichosa y tenia ganas de encontrar algo o mejor dicho, a alguien interesante. Le dió un pequeño trago a su copa saboreandola mientras se acomodaba.

Se giró a mirar por uno de los ventanales que poseia la taberna, observando como los colores del cielo empezaban a oscurecer, ciertamente le gustaba mas la noche que el día, siempre había sido así, y Yendra siempre lo achacó a su naturaleza felina de cambiante, miró alrededor. Buscando con la vista algún ratoncillo o ratita con el que pudiese hacer gala de sus dones y amenizar la espera con una estimulante conversación. Aunque por lo general era charlas cortas y basicas, pero eso le parecía aun asi bastante divertido. Pero no encontró ningun roedor. Dió otro suspiró y otro trago, mirando la entrada de la taberna.

por **Eleonor Divella** Lun Ene 23, 2017 11:32 pm

El trabajo es fácil lo difícil son los pequeños obstáculos que uno se encuentra en medio del descubrimiento de piedras preciosas y el recuperarlas de sus dueños para terminar en el mercado negro a mejores postores, no lo tomen a mal no tengo nada en contra de nadie solo son negocios, uno que paga muy bien como para que varias bocas que comer tantas que dejó la desaparición de aquella mujer. Es mejor apartar esas ideas así que niego con mi pequeña cabecita borrando el pasado.

Con un traje muy peculiar aparezco esta vez, soy un peluche disfrazado que apretuja una niña de cabellos rizados y rubios “voy a matarla si me siguen apretujando las tripas así” luego de un ajetreado día de compras con su mami al fin llegamos a la casa objetivo, ahora solo tenía que esperar que me dejaran sola para ir tras las joyas y sobre todo tras el lingote de oro que ocultaba el señor en su caja fuerte, sería un trabajo muy fácil para una comadreja, si ese fue el atuendo que escogí para el trabajo, de hecho ese era el traje de trabajo.

Al salir con el botín en la pequeña bolsa la niña me vio atónita y asombrada solo le pude hacer el gesto de que guarde silencio y salí corriendo, al rato escuche los gritos de la señora y el señor que soltaban a los perros de la caza pero ya estaba lejos para ser ciertos estaba lo bastante cerca de la tabernas, los tugurios de los mal vivientes, ahí sería la entrega a un lado de una de esos antros, a esa hora de la noche

–No me creo lo que estoy por decir pero, realmente eres útil pequeña rata–

Extendí la patita para que pague, ahora iba como hurón, las prendas habituales y llevaba un sombrero pequeño y unas botas además de una capa parecía más uno de esos que cuentan los niños “mosqueteros” solo que yo no peleo por un bien, si no por el mío. El hombre se pasa de vivo y entrega media bolsa de dinero, saco una espada pequeña, lo que se puede tomar como una agujeta pero es una espada que hice para mi tamaño lo suficientemente ágil y peligrosa. El hombre se rió y con eso le costó un corte en su mejilla mientras me sonreía y le extendía la pata pidiendo el resto, el hombre soltó el resto y se marchó insultándome.

Tenía algo de tiempo así que tomaría un trago de licor y luego me iría a la casa para dar de comer a los demás, pero antes a celebrar el buen botín de la noche, lo primero es entrar a la taberna pero para hacerlo deberé de ser como una mascota o adorno de algo, me saco la ropa y la dejo ahí en el callejón de la taberna ocultas con las bolsas de dinero solo tomo una moneda para llevarla en mi bolsita, me quedo oculta mirando a la puerta hasta que veo a un tipo fornido con botas de piel, corro hacia y me prendo de su bota para pasar como adorno de esta, el menos hasta que entramos a la taberna y la mirada de todos se centra en él, trato de no moverme mucho para pasar desapercibida y veo que lo logro hasta que llegamos a la barra, ahí me desprendo de su bota pero me mantengo oculta corriendo bajo una de las mesas para ocultarme y esperar a salir.

por **Yendra Isley** Mar Ene 24, 2017 1:14 pm

Suspiró dando otro trago al licor, con sus azules ojos aun clavados en la puerta observando con cautela quienes entraban y salian de ahi, vió entrar a unas cuantas personas, aunque no les prestó mucha atención en un principio. La verdad es que la joven Yendra aguantaba bien el licor, pero tambien habia que admitir que cuando había bebido mas de la cuenta habia sido cuando mas lios se había metido por volverse una descarada e irascible.

Sonrió para si misma recordando batallitas pasadas, tenia mas edad de la que aparentaba, asi que tenia el aspecto de una veinteañera, pero ya no ofrecía esa ingenuidad, gracias a dios. Mas de una vez habia pecado de ingenua y había salido mal parada, asi que ahora se mostraba mucho mas atenta a todo. Alzo la mano en señal para pedir a uno de los camareros que le trajeran algo de comer, asi evitaría acabar emborrachandose. Observo a uno de los que entraban, pero no le despertarón mayor interes de los que ya dentro de la taberna se encontraban.

Dió otro trago antes de entrecerrar los ojos, empezo a observar toda la taberna casi sin pestañear, costumbre que había cogido de sus largas horas convertida en felino observando, lo que hacía que a pesar de su forma humana todavia tenia ciertas costumbres felinas, como que a veces se le escapaban bufidos cuando ella se irritaba. Paseo su mirada por la taberna, juró ver algo moverse por debajo de las mesas.

Me agaché fingiendo que algun objeto se me cayó del bolsillo para agacharme a observar mejor, igual algun pequeño roedor...pensó, se encogió de hombros y se incorporó nuevamente -habra sido mi imaginación..- se murmuró así misma, y sonrió de medio lado, mientras veia como el camarero que aun la miraba algo extrañado le habia puesto algo de comer, ella le dedicó una sonrisa a este que desvió la mirada finalmente.

por **Eleonor Divella** Jue Feb 23, 2017 9:29 pm

De mesa en mesa corrí mirando por el suelo a ver si alguna había soltado algo que comer, pero nada solo había asquerosidades que es mejor no describir y claro mucho líquido rojo y amarillento como licor, mejor no probar por si las moscas no vaya a ser esa clase de líquido feo que sueltan por ahí. Corrí mejor a otra de las mesas guiada por el aroma de la comida, la persona que estaba frente a mi, mejor dicho sus patitas tenía el mismo aroma que yo pero algo distinto “Así que, es como yo eh mira tu a donde vengo a encontrar a gente de los míos” me senté debajo de la mesa mirando a la mujer (sus piernas) al menos por unos instantes.

Mi estómago empezó a gruñir así que no tenía otra que pedir comida pero eso era lo último que haría antes primero la robaría, y para ello tenía un plan, las garras las saqué y con ello di un pequeño arañito como cariñito a la chica mientras corría a subirme por la mesa y así con las otras garras agarrar algo de comida aunque sea un pedacito, solo que el plato no estaba muy cerca, maldecí por ello. Tenía que volver a intentarlo pero esta vez con algo fuerte que la tenga algo ocupada. Corrí por debajo de las sillas buscando algo con lo que lanzarle de anzuelo, pero nada. Luego de buscar encontré algo que era como un pedazo de vidrió, con una gresca podría comer algo en paz.

Lancé el pedazo a la cabeza de la chica mientras corría y azotaba las mesas haciendo que algunas bebidas se cayeran y a otros los pateaba fuerte para hacer pensaran que los pateo sus acompañantes, a otros les quité el dinero y se los dejé en la mesa de otros y así fui haciendo pequeñas buenas acciones, eso fue suficiente para que los golpes volaran entre los salvajes humanos, cumplida la misión regresé a la mesa de la mujer para ahora si tomar la comida que bien merecida me la tenía ganada…solo tenía que ser cuidadosa de que no me pillen esos bárbaros que estaban peleando.

–Se me abrió más el apetito luego de sobre esforzarme en trabajar— Replique frotándome las patitas delanteras con mucha hambre mientras subía pro la silla a robar el plato, claro que al parecer la mujer no iba a ser fácil de derrotar, la miré como si no entendiera nada y luego a su plato y luego a ella y a su plato así pase como diciéndole “dame ese plato por favor” con una linda carita de inocente.

Claro, claro si fuera tan inocente como mi miradita.

por **Yendra Isley** Dom Mar 05, 2017 7:09 am

Percatandose de la pequeña criatura de aspecto adorable como lo puede ser un huron, aun apollandose la barbilla en su mano, empezó a seguir con la miradada lo que ocurría a su alrededor, y como poco a poco se empezaba a formar jaleo. Observo como algunos tropezaban y miraban al de atrás diciendole que no le patease, o como empezaban las peleas con quien le había quitado dinero a quien, los golpes y los empujones empezaron a volar por la sala sembrandose un caos a lo que por suerte esta vez Yendra no estaba metida y no tenía intención de interponerse, dió un lento trago observando la trifulca que se montaba y las tontas peleas de "que hacias con mi dinero al lado" que se escuchaban, mientras la cambiante pasaba totalmente inadvertida siguiendo con la mirada a la artifice verdadera de este plan.

Inclinó la cabeza cuando la pequeña criatura orgullosa por lo que había hecho o esa fue la sensación que le inspiró a Yendra se acerco con intenciones para con su plato, mirandola con cara de dulce criaturita, mientras la olisqueaba con disimulo. Miró alrededor de manera algo distraida, y con su mano deslizo el plato acercandolo más a ella misma. Sonrió con malicia observando al hurón y hecho mano de su habilidad de telepatia para comunicarse con los animales ."-Una cara linda y suave no me va a derretir tan facilmente...convenceme para que te deje probar bocado pequeñina..-" Le dijo, naturalmente sin mover los labios, ya que esa habilidad no necesitaba hacerlo, tanto para animales, como otros cambiantes o cualquiera de naturaleza animal servia.

Yendra sonrió observandola con aire juguetón, tenía ganas de divertirse y por si fuera poco despues de la trifulca que monto el huron pensó que ¿que habría de malo hacerla de rabiar un poquito? solo por diversión, mientras inclinaba la cabeza y le daba otro trago a la bebida observandola sin perder ojo. Era consciente de lo rapida que podia ser aquella pequeña criatura y estaba preparandose a un sobresalto rapido de que el huron le intentase quitar el plato de forma brusca..de hecho se pordía decir que la cambiante esperaba esa reacción por lo que sonrió para si misma animando a la pequeñina a que la convenciese o intentase algo.

por **Eleonor Divella** Jue Mar 23, 2017 5:57 pm

Un rostro que muestra claramente la expresión de no haberse esperado ese tipo de propuesta para conseguir el botín deseado y bien merecido que lo tenía, no cualquiera puede armar semejante bomba sin salir herido y yo lo había conseguido, entonces ¿por qué no estaba recibiendo mi recompensa? Mi hociquito se abrió haciendo un gesto alejando todo eso cuando la mujer me habló directamente; ahora resulta que tengo que hacer un mayor esfuerzo por el plato de comida, por mi plato de comida que pensaba robar de manera cómo trofeo por lo que armé, eso era un buen premio bien ganado.

La trifulca continua y cerca de la mesa están dos tipos dándose de golpes, estaba más que molesta porque me han quitado la comida de la boca, prácticamente, pero era una osadía por parte de aquella mujer en pedirme que haga algo que merezca la pena dar ese buen trofeo. Necesitaba sacar algo de ese enojo –Como me pides eso mujer, que no es suficiente todo esto que arme? Qué más quieres el mono de jade antes de la medianoche o que— miré de reojo a los tipos que estaba ahí y solo me oían chillar como el animalito que era y por eso les lancé una mirada furiosa lanzándome a ellos con un grito.

Me metí por el cuello de la camisa de uno de ellos y comencé a morder su panza, su espalda y brazos, tanto así que hasta llegué a sus pantalones donde mis garras hicieron que un dolor muy agudo a sus joyitas se quedara. Salí de sus pantalones subiéndome por la mesa hasta estar detrás de la mujer como si ella fuese mi “dueña” riéndome con maldad –¿Con eso ya gané mi plato de comida, verdad? o y de paso un poco de liberación de estrés— agité las garritas como saludando al tipo mostrándole la mejor de mis afiladas sonrisas del mal.

La furia del hombre era lo que iba a estallar más en aquel lugar, pero antes de una pelea es mejor tener el buche lleno.

por **Yendra Isley** Sáb Mar 25, 2017 8:29 am

Los azules ojos de la cambiante observaron al pequeño huron, mientras tenía una sonrisa de medio lado, de echo le divertía notablemente la reacción que tuvo aquella pequeña hurón cuando le sugirió que se ganase más aun la comida, rió de maliciosa manera por el comentario de esta y paseó la vista por la taberna, antes de volver a mirarla. -Ah...si has armado un buen jaleo, pero yo no te lo pedi para ganarte mi plato de comida. Lo has hecho por que has querido, ahora te lo pido si quieres mi plato monada. - Dijo de manera jocosa, la verdad es que le hizo mucha gracia la reacción hasta ofendida de la huron, se acarició su mechon de pelo de esa forma habitual que la hacía y sonreia de medio lado. Hizo un gesto con la cabeza a la huron para animarla a que volviese manos a la obra con un nuevo divertimento.

Miró como se fue a por uno de los hombres pateticos que se encontraban en el mismo lugar que ellas, y como dió un salto para saltar a por el. Se divirtió notablemente cuando vió aquella comica en el que el huron se metia por dentro de la ropa y mordisqueaba rabiosamente al hombre que danzaba de ridicula forma intentando quitarse de encima a aquel pequeño ser que por motivos que ese patan no conocía la había tomado con él. A Yendra se le escapaban las risotadas al ver aquello, realmente le daba algo igual a quien pudiese ofender con su sonora y maliciosa risa, que le provocaba al ver ese espectaculo que le brindó la pequeñita hurona. De echo casi se cae de la silla cuando observó el bulto que formaba la huron bajo los ropajes de ese patan bajo más abajo de la cintura a una zona masculina, y como aquel hombre chillo de sobre manera cuando le dañaron el genero masculino. Yendra tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no caer de la silla y recuperar el aliento a causa de la risa que le provoco todo ello, que se llevo más de una mala mirada por los allí presentes, aunque no era la unica que alguna risa se le escapó por la actuación de aquel hombre ante la reaccion de un pequeño ser atacandole.

Se limpió las lagrimas provocadas por la risa y vió a la pequeña volver hacía donde ella se encontraba, la miró sonriendo acariciandose la barbilla y le acercó el plato a la huron mientras mantenía la sonrisa de maliciosa forma. -Un espectaculo muy divertido, te has ganado el bocado...¿Sueles dedicarte a hacer escandalos en las tabernas por diversión? ten cuidado...no vayas a toparte con un depredador. - Sonrió de medio lado mientras dejaba a disposición su plato de comida a la huron.

por **Eleonor Divella** Dom Abr 23, 2017 10:45 pm

Como si fuera la más grande hazaña que el hombre, o hurón, pudiese realizar miraba mis garritas como si mis travesuras fueron de lo más normal y comunes siempre, bueno si, lo eran y bastante seguido pero no en los mismos lugares. Algunas ocasiones hay que variar para tener más entretenimiento. Vi el plato de comida y no pude detenerme comencé a comer, no, a engullir como una bestia hambrienta en un sentido muy literal ya que soy un hurón comiendo como si la vida se le fuera por el hambre que se tiene en las calles.

Un pequeño eructo para seguir comiendo aquel arroz y algo de sopa con trozos de pan, lo bueno de ser pequeño es que uno puede llenarse rápido con pequeños o grandes, muy grandes trozos. Otro eructo y mis garritas las lamía chupándolas de lo delicioso de la carne de cerdo con pancito y caldito con papitas algo pasadas y saladitas, pero un banquete. Con un trozo entre las piernitas sentada en la mesa miro a la otra cambiante satisfecha de tanto devorar –No siempre, algunas veces me gusta montarlas en las calles ya sabes para tener más opciones— reí tomando un palillo para hurgarme los dientecitos.

Mis modales eran los mejores y más finos que en la calle se puede aprender, rasqué mi pancita hinchada de tanto hartarme de comida –Los depredadores no me asustan, más miedo dan los humanos y las brujas esas si que te ponen la piel de gallina, oh no espera, también están esos fanáticos de vestidos largos esos que le veneran a los viejos y viejas de piedras los santos podridos inquisidores. ¿Te refieres a ellos como depredadores? O quizás a los felinos y caninos, si es así no salgo en temporada de caza y no me hago destile contra los felinos para no quitarles el espacio personal— el hombre al que dejé en ridículo se acercó a la mesa golpeando al reclamar venganza por la pequeña broma. Si seguía así tendría que atacarlo y pasarle no solo la rabia sino también las pulgas.

Quizás habría que ensuciarse las manos, o patitas al final.

por **Yendra Isley** Vie Abr 28, 2017 2:08 pm

Yendra sonreia mirando a la pequeña hurón, mientras comía y eructaba de esa graciosa forma por su aspecto actual, Yendra acariciaba su mechon platino observandola, como se llenaba bien la panza con su comida, no le importaba, Yendra no era nada escrupulosa, así que tambien se llevaba unos cuantos bocados mientras despues escuchó como la hurón se jactaba de hacer mejores escandalos en la calle. -¿Así que te gusta montar alboroto eh? eso es algo que siempre puede parecer más que divertido. - Se inclinó hacia atrás echando un vistazo a la taberna, y como se iba el hombre molesto, despues dió un trago a su bebida con dejadez.

Se echó hacia alante apoyando la barbilla en la mesa en una graciosa postura mirando a la pequeñita criatura mientras escuchaba que era lo que le daba miedo, no pudo evitar sonreir con cierta malicia, mientras deslizaba su mano bajo la barbilla empezando a dibujar una postura similar a un felino mientras la miraba todavia. -¿Los inquisidores? ¿crees que un inquisidor podría ni siquiera prestarnos atención? yo creo que eso solo lo reservan para los aulladores a la luna y a los chupasangres...¡Ja! ¿Una bruja? realmente no creo que vayan a convertirnos en sapos.- Se rió entre dientes de su propio chiste, realmente no le preocupaban mucho, los más molestos pensaba que eran los fanaticos cazadores, Yendra a los demas todavía no los habia visto ni siquiera como un problema a tener en cuenta. No aún al menos, y no lo creía a corto plazo, más siguió en esa postura felina. -me refería a....¡miau!.-Seguido de eso dió un bufido imitado a la perfección de un felino, no de un gato, más se acercó al de ocelote, más bien para indicarla a la pequeña criatura que su forma era la felina. Aunque no había por qué preocuparse, en principio Yendra no tenía intención alguna de comerse a la pequeña hurón, le había caido muy bien...de momento.

por **Eleonor Divella** Vie Jun 23, 2017 10:33 pm

Alisandome los dientecitos con un palillito que era nada más ni nada menos que mi propia garrita pequeña para así retirar los pequeños trozos y saborearlos nuevamente, que dichosa vida con la panza llena como pesada para poder levantarse del lugar, el problema se había ido y ahora se podía descansar perfectamente al menos luego de la comida uno podría tomar unos momentos de descanso antes volver al trabajo. Cogí un pedazo de pancito comiéndolo despacio en pequeños bocados que ya estaba llena pero aun la sensación de la rica masa era única.

Miré a la mujer como si ella fuera uno de esos gatos salvajes que no obedecen orden alguna como siéntate o da la pata, achiné los ojos viéndola pero luego reír un poco rascando mi panza peludita –Los gatos no me dan miedo a menos que estén en un casa entonces ahí si sería grave encontrarme con alguno porque suelen ir tras el trasero de uno pero por lo general de entre los nuestros no dan miedo son tan lindos con un cascabel— reí bastante mirando a un lado viendo a las personas del lugar recordando lo malo que suelen ser –¿Te has encontrado con inquisidores? ¿Esos viejos rígidos? Yo sí, y no solo ellos si no también cazadores que van tras el pelaje de uno por ser un raro espécimen no sabes lo sucio y crueles que pueden ser los inquisidores y cazadores, los inquisidores quieren quemarte o torturarte por no ser normal como ellos y los otros te quieren te trofeo, no sé cuál es peor– escupí aun lado en muestra de mi completo repudio hacia ellos.

De patitas me paré, en dos patitas bajando acercándome a ella casi riendo pero una risa triste –las brujas no solo te convierten en sapo, pueden matarte y usarte como bolsa de sus hechizos, abrirte el estómago o arrancarte los ojos solo para hacer sus adivinaciones u otras cosas, como animales que somos debemos cuidarnos de ella porque somos más efectivos para sus brujerías– me senté al filo de la mesa mirándole haciendo un ladrido feo ante todo era una bilingüe podía hablar cualquier idioma animal y me eché a reír por eso –si eres una felina deberías tener cuidado de este feroz hurón que te puede contagiar la rabia con una sola mordida– hago el hecho de morder algo al vacío riéndome

por **Yendra Isley** Sáb Jul 01, 2017 6:50 am

La cambiante sonreía mirando al pequeño y peludo ser, mientras se acicalaba con esmero, cosa de roedores, están tan obsesionados con limpiarse como los felinos practicamente, es una buena forma antiestres, lo cierto es que podría decirse que tenían hasta caracteres en común, apoyó la mejilla en su mano observandola mientras sonreía cuando hablaba de su encuentro con inquisidores, y los cazadores, ladeó la cabeza pensativamente. -No, nunca me he cruzado con inquisidores, y lo cierto es que tampoco me motiva mucho encontrarme con un inquisidor, demasiado serios y maniacos pienso yo...- Dejó escapar una risa algo maliciosa. -En cambio los cazadores, he de confesar que me he encontrado con varios...y por que no decirlo...tambien he dado muerte a un par de ellos, pero tambien he conseguido hacer algun que otro amigo cazador, resulta que algunos usan el cerebro.

Rió y dió un trago a su copa mientras miró a la huroncilla que ponía una entonación más triste, Yendra la observó como seguía su relato de lo malvadas que eran las brujas, de echo alargó su mano para acarciar la cabecita de aquel hurón. -No debes preocuparte por las brujas, bastantes problemas tienen ya siendo el especial victimas de la inquisición, ademas... creo que prefieren otro tipo de ingredientes, pero tienen sus puntos debiles. -La guiñó un ojo divertida, pero no pudo evitar dejar escapar una risa cuando la huron se pusó chulilla, pero a la felina le divirtió mucho. -Si tubieras la rabía estarias bastante ida y con espumita saliendo de esa monada de boquita. - Dijó con algo de retintineo, y miró hacía la barra y despues a la pequeña hurona. -¿Que tal se te da el trabajo en equipo? trabajo en el circo así que se me dan bien algunos truquitos de magia, que te parece si montas otro escandalo y yo me llevo la caja de hoy y repartimos el botin en el callejon contiguo..- Dijo la cambiante con cierto apice de malicia, hacía tiempo que no daba un golpe.

por **Eleonor Divella** Dom Jul 23, 2017 10:35 pm

Con la garrita índice rasque mi orejita sacando parte de la cerilla arrojándola por fuera limpiando mis garras entre mis pelajes oscuros aquella invitación de hacer más caos para conseguir un buen botín, eso ayudaría a las ganancias de la noche para los niños de la Casa de acogida. Traté de ponerme de pie con la pancita toda llena, dí un eructo casi moviendo la colita con la caricia en mi cabecita había que ser agradecido por el momento.

Estiré mi cuerpo sobre la mesa haciendo calentamiento previo antes de hacer mi parte del plan –No deberías confiar mucho en los humanos pueden traicionarte o quien sabe que hacerte son malos malos, aunque esos cazadores parezcan personas con cerebro en algún momento les saldrá el instinto animal que nosotros tenemos más activo y te atacarán sin dudar— el cuerpo caliente y agarrando mi panza llenita sonreí alzando el pulgar de la garrita –No trabajo mucho en equipo, es la primera vez pero ya que rugiste gatita tenemos un trato eso si cuidado se te sale lo sabida felina– me acerqué y le di una lamida a su mano –Ya tengo tu aroma en mi lengua así que podré seguirte y te encontraré para recibir mi parte del botín, tenemos un trato amiga mía–

Salte de la mesa hacia abajo, miré por entre la oscuridad de la mesa lo que podía hacer y se me ocurrió algo, salí corriendo por entre las mesas, una mujer estaba en medio y subiéndome sobre ella hice que arrojara algo de licor sobre uno de los comensales del lugar, bajé rápido cuando ella trató de disculparse, pero rápido me metí en el tipo tirando de sus bajos con mis garras que dio un brinco pegándole a la muchacha que cayó sobre otro, los hombres molestos por el golpe a la chica se fueron contra el golpeador, salí de entre sus pantalones corriendo entre los grandes zapatazos. Me quedé bajo una mesa respirando agitadamente, corrí de nuevo sorteando sus pisadas subiendo por uno de los postes de la taberna, en mi hocico llevaba una tapa de botella, al llegar a la viga de arriba la arrojé con fuerza sobre la nuca de uno de los que estaba bebiendo y otra se la arroje al que estaba atrás de ese en una mesa. Entre los dos comenzaron a discutir, de nueva una pelea comenzó en el lugar y el tabernero o quien atendía el lugar comenzó a tratar a de calmar los ánimo de nuevo así como evitar que le destrocen más el lugar. Bajé y seguí corriendo entre ellos dando arañazos y mordidas que les provocaba buscarme y con otros apuntar al que estaba cerca

por **Yendra Isley** Miér Ago 23, 2017 7:26 am

Yendra hacía equilibrios sobre la silla mientras miraba a la pequeña hurón, dejó escapar una risa, mientras la escuchaba, estaba claro que los humanos no le hacían mucha gracia, y hasta cierto punto le parecía normal, lo que pasa es que Yendra estaba en el punto que le gustaba jugar con eso. Los humanos le parecían tán fragiles realmente, ladeó la cabeza mirando a la hurón. - No debes preocuparte, los humanos solo son carne blanda entre mis garras, no merecen más atención, la diferencia es que los cazadores están más atentos a las naturaleza de las criaturas de la noche como nos llaman, pero siguen siendo tán enclenques...- Dijo con desgana, mientras miraba a los que allí estaban presentes, le parecían tán insignificantes. -Bien...hora de crear una distracción.- Sentenció la cambiante felina mientras sonreía con notable malicia.

Siguió con la vista a la huroncita que salto de la mesa, la verdad es que siguió con la vista para contemplar divertida como una criatura tán chiquitita, podía crear semejante revuelo, observo como hizo que la mujer tirase las cosas sobre los que allí iban a ser servidos, son tán faciles de irritar, esperó a que la bronca nuevamente se formase, y el de la barra tuviese que prestar atención a la pelea que se había formado, Yendra dejo escapar una carcajada, viendo lo que ocurría antes de deslizarse sigilosamente tras la barra, cogió un par de botellas de licor, y despues empezo a asaltar la caja sin piedad. No dejaría ni un franco sin coger, saltó la barra, pero se distrajo viendo la bronca provocando que el camarero se percatara. -¡Eh tú!.- Empezó a gritar el tabernero, pero Yendra tenía a mano una de sus botellas y se la estampó en la cabeza dejandolo inconsciente. -Retirada.- Le gritó a la hurón antes de salir por patas de la taberna, mientras se dirigía a toda prisa a uno de los callejones, saltó por encima de una viejas cajas y se subío a una repisa del edificio y esperó a la otra cambiante mientras contaba los francos que la bolsa, un buen trozo desde luego, un robo productivo.

por **Eleonor Divella** Dom Ago 27, 2017 10:12 pm

Al observar desde mi punto de observación todo el relajo que había formado comencé a reírme de manera diabólica hasta que una tos me atacó, aclaré mi garganta tosiendo un poco más. Miré todo el desastre arrojándoles más tapas de botellas con fuerza a las cabezas haciéndoles hervir de furia a aquellos sujetos. Lo que había dicho la otra cambiante era verdad, los humanos eran tan frágiles como para morir de un golpe en la cabeza por resbalar por un piso aceitado, pero aun así no quitaba el hecho que en su corta vida había tenido que presenciar varios sujetos de los cuales cuidarse tanto antes de terminar como guantes de piel de hurón.

Miré como tomaba todo el botín, pero me quedé viendo más atenta a mi obra maestra de formación de desastre hasta que oí la palabra “retirada” –A donde— grité y la vi salir. Me reí sujetando mi hinchada pancita. Entre las vigas me fui escabullendo hasta bajar casi por la puerta sujetándome de mi cola con la viga hasta que mis garras alcanzaron el marco de la madera y me balancee hacia afuera. Hacer acrobacias en la calle ayudaba a la flexibilidad y el ser una criatura larga ayudaba más. Corrí pero sabía que no podía andar en la calle, así que tomé el primer callejón olfateando el ambiente siguiendo el rastro de mi compinche. Corrí entre el callejón hasta llegar donde ella estaba trepada en aquella repisa, comencé a escalar hasta llegar, aunque casi me resbalo.

Llegue cansada agitada de tanto ejercicio físico –Tenías que encontrar un lugar alto no ves que soy pequeña, raza pequeña y alargada que no sirve para trepar estos centímetros ahora tengo las patas muertas– teatralicé mirando el botín –Mi parte por favor, que necesito para comprar comida para los niños que viven conmigo– extendí la patita con unos ojitos de niña inocente y seductora, abriendo las pupilas y haciendo casi un puchero.

por **Yendra Isley** Lun Sep 04, 2017 7:19 am

Yendra esperaba sobre la viga mientras dejaba una pierna colgando mientras la movia recorando a un jaguar aunque estuviera en forma humana, la hurón no tardo mucho en aparecer a toda prisa por el callejón, Yendra esbozó una sonrisa de medio lado, la hurona se quejó de la altura que había cogido la cambiante rubia para esperar a su compinche del crimen. -Me gustan los lugares altos.- Dijo sin darle mucha importancia, mientras contaba el premio, mientras esperaba a la compinche.- ¿Los niños? ¿eres mamá de familia numerosa? Quien lo diria...- Dijo con cierta sorpresa, mientras miraba la bolsa llena del dinero robado.

Se tiró de la viga aterrizando de pie con agilidad y sonrió mirandola, mientras se agachaba con el saco. -No hay mucho, pero nos valdra para darnos unos cuantiosos caprichos.- Dijo la cambiante sonriendo de medio lado, y volcó el saco dejando caer los francos y empezo a contarlo para hacer un reparto igual. Miró su parte sonriendo con malicia. -Esto hara que pueda darme unos cuantos caprichos caros, ¿Tú te lo vas a gastar en llena la panza a tus chiquillos?- Preguntó con curiosidad, con ese aspecto no parecía ser cabeza de familia, rió de manera mientras le daba su parte de botin en una bolsa. -¿Y como lo vas a llevar con ese...tamañito?- La bolsa parecia mas grande que la hurón.

por **Eleonor Divella** Dom Oct 01, 2017 11:08 pm

Comencé a reírme en aquel momento que casi hasta me caigo de aquella viga si no es por mis patitas delanteras que me sostuvieron en ese momento, no podía ni hablar en ese momento de tanto que me dolía las tripas de reír, me rasqué la pancita con las garritas tratando de calmar mi pobre tripa –¿Yo, madre? — volví a reír completamente con más gusto que hasta las lágrimas me saltaron en ese momento –Claro que no soy madre de ningún niño, son solo los niños perdidos de la casa de acogida en donde antes gente como nosotros vivíamos, ya sabes un lugar cálido hasta que la derribaron los enemigos de la dueña entonces los pequeños nos quedamos juntos entre las ruinas de la casa de acogida y hemos tratado de sobrevivir con lo poco, como soy la mayor es mi responsabilidad—

Se lanzó saltando entre la pared y el suelo con algo de gracia pero al final terminó cayendo entre cartones y botes de basura hasta aparecer de nuevo de pie como si nada hubiera pasado –Es lo bueno de ser como somos, uno puede cambiarse en ese momento, cerca de las ruinas de la zonas abandonadas tomando mi vestido para aparecer como suelo serlo, pero solo hasta la noche cuando vuelvo a tomar mi forma peluda y chiquita, no me gusta ser humana mucho tiempo, creo que me acostumbré a ser un animal– me reía mirando a todos lados –llevaré mis botines por las partes de atrás de los callejones y calles o por los techos así se me hará más fácil, pero creo que llevar a todo eso me costará, pero no quiero hacerme humana– le miro con ojitos tiernos de gatico degollado como quien tiene inocencia en si –¿Podrías ayudarme llevando mi botín hasta la zona abandonada? porfis– blando mis hermosas pestañitas.

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Esperando al desconocido (libre)

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