the search (privado)

Recuerdo del primer mensaje :


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Viernes. 20:00 horas

Aquella noche se había despertado con más motivación que de costumbre. Soren no eras pesimista o solía quejarse mucho de su situación, más bien intentaba en lo posible ver el lado amable de las cosas, por muy difícil que pareciera, esa noche en particular se sentía con mucha energía, todo gracias a que por fin, luego de semanas de búsqueda sin resultados, había logrado conseguir un nuevo alumno. Enseñar era realmente la razón por la que seguía en ese mundo y no había permitido que el sol acabara con su vida, se había dado cuenta que pasar sus conocimientos a otras generaciones era la motivación que necesitaba para continuar con la maldición de estar muerto en vida.

Por esta razón se había organizado lo mejor que podía (dado su estado económico), con su viejo abrigo raído, bufanda de lana desgastada y sombrero que había comenzado a descoserse en la punta. Había salido hacía la Biblioteca esperando aprovechar las horas antes de que fuera cerrada para preparar su primera clase que sería dentro de 3 días. Para acortar tiempo se había ido corriendo por los tejados de la ciudad, cuidando de que nadie le viera, confundiéndose con las sombras de la noche.

En la Biblioteca, había buscado un rincón alejado de los estudiantes que se encontraban en grupos sobre las mesas cerca a la entrada y se acomodó en una mesa de madera, colocando su maletín a un lado. Al cabo de una media hora tenía una pila de unos 5 libros de pasta gruesa al lado derecho y otra con manuscritos. Estaba por supuesto investigando sobre su especialidad, la historia del arte e iba anotando fechas históricas, con descripciones y nombres de artistas de cada época en sus notas.

No quería pasar ningún detalle por alto, aquel joven sería su primer estudiante en mucho tiempo y no quería que luego de la primera clase, los padres decidieran no contratarlo para una segunda vez. Ya le había pasado en dos ocasiones con una niña y con un chico rico que luego de la primera clase no le habían vuelto a llamar para continuar y esto había afectado gravemente su confianza en si mismo.

Continuó escribiendo y leyendo libros ensimismado en lo que hacía sin prestar real atención a su entorno, perdiendo inclusive la noción del tiempo.

Logan no era el tipo de persona que aceptaba indecisiones, con lo poco que llevaba de conocerlo notaba que era una persona decidida que estaba acostumbrado a imponer órdenes y esperaba que los demás simplemente le siguieran. Optó por no decir nada y sacar todas las cajas del túnel, en realidad pensaba recuperar esa casa, comprarla quizás, por eso no había pensado en sacar todas las cajas de allí, ese sótano era un buen lugar para ocultarse y guardar cosas de valor.

Una vez afuera, le sorprendió lo fácil que resultó todo el asunto, y eso le hizo reflexionar sobre lo poderosos que podían ser los hechiceros y como podían manipular a la gente en general sin que estos se dieran cuenta. Se preguntó si los hechizos también podrían afectar a Vampiros u otras creaturas sobrenaturales.

- Mi cabaña queda en el bosque a las afueras de la ciudad... quizás tardaríamos demasiado llegando hasta allí en coche y luego tendríamos que caminar dentro del bosque por un buen rato – Le respondió, pensándolo bien no era una buena idea regresar hasta la cabaña, además como iban a cargar todas esas cajas por dentro del bosque - ¿Qué tan lejos está tu casa? - Decidió preguntar, si Logan vivía en el norte de París como la mayoría de burgueses, sería mucho mas conveniente volver allí. - Podríamos buscar el libro allí y luego yo puedo llevarme el resto de cajas... supongo que debes tener espacio de sobra en tu mansión .

Había sido sumamente fácil recuperar los objetos de aquel vampiro que tenía guardado bajo aquel sótano, y aunque había algunas cajas era más cómodo y rápido sacarlas todas y buscar con más tranquilidad en otro lugar como la cabaña en la que vivía o incluso la mansión, pero debíamos de salir de allí antes de que el hechizo terminara y aquellas personas se dieran cuenta de que habíamos entrado a su casa y salíamos con unas cajas llenas de cosas. Por suerte para nosotros ese no fue el caso y fuimos lo suficientemente rápidos y precisos como para salir antes de que el hechizo terminara, cuando pasara el tiempo restante el hombre estaría frente a la puerta semi abierta y pensaría que había sido cosa de su imaginación los ruidos que había oído en esta, y no que habían llamado realmente.

Miré al vampiro que ahora decía que su cabaña quedaba algo lejos del bosque y que debíamos de atravesar una parte de este para poder llegar hasta ella, lo más lógico en ese momento era ir a la mansión y allí buscar el libro entre las cajas, el resto podría llevárselo sin problema alguno porque lo único que me interesaba era el libro en cuestión. Subimos al carruaje y le indiqué al cochero que se dirigiera hacia la mansión, quedaba un poco a las afueras de París pero sería más rápido, sencillo y cómo ir allí que no atravesar el bosque con las cajas, probablemente porque podríamos encontrarnos con algún ser sobre natural o con algún cazador que había salido a hacer su trabajo.


-Iremos a la mansión, queda más cerca de la cabaña y allí tendremos espacio de sobra y tiempo para encontrar el libro. Además queda cerca del bosque y de la cabaña que tienes para que no te pille el sol –sonreí de lado sentándome de nuevo en el mismo lugar donde me había sentado de camino a aquella casa y volví a prepararme otro vaso lleno de alcohol, más animado al saber que pronto el libro sería mío, no importara el precio que el vampiro pusiera para vendérmelo, el dinero no era un problema para mí y si era verdadero lo daría hasta sin pensarlo fuera la cifra que fuera- Ahora solo queda una vez lo encontremos comprobar que sea el original y podremos negociar el precio del mismo –sabía que él conocía que tenía dinero así que no me sorprendería que pusiera uno elevado a este, eso es lo que consistía los negociones y de ser yo el que tuviera el libro y él lo quisiera haría exactamente lo mismo- Llegaremos en unos quince o veinte minutos, hay tiempo de sobra para llegar y ponernos en búsqueda del libro y negociar… y en caso de que despunte el sol antes de haber cerrado el trato tengo una mazmorra donde podrías quedarte –sonreí de lado- si el sol es lo que te preocupa tengo esa estancia en la que no entra la luz del sol nunca y podrás estar a salvo. Sea como fuera, ambos salimos ganando con todo esto –aseguró viendo por la ventana las casas pasar mientras nos íbamos acercando a la mansión donde ya tenía ganas de llegar y comenzar a mirar entre las cajas en busca de ese libro que me había llevado de cabeza durante tanto tiempo.

-Gracias por la invitación – Le respondió cuando Logan le aseguró que podía quedarse en el castillo durante el día en la masmorra, no tenía motivos ya para desconfiar de Logal, pues no creía que tuviera malas intenciones, además se notaba que el libro era realmente importante para él, lo que lo puso a pensar ¿Cual sería el precio adecuado? Logan definitivamente parecía estar dispuesto a pagar cualquier cantidad.

-Mmm... te conté que antes tenía una tienda – Comenzó a decir sintiéndose un poco cohibido con el tema, nunca había sido bueno haciendo negocios, Soren tenía una personalidad muy sumisa como para imponer su opinión a la hora de saldar un trato – Me gustaría abrirla de nuevo... pero actualmente no cuento con el dinero para rentar el sitio en el mercado de París – Se revolvió un tanto incómodo – Si quedas satisfecho con el libro... ¿Podrías darme el dinero suficiente para la renta? -

Llevaba ya varios años desde había perdido el local y muchas de las cosas que guardaba allí, pero aún añoraba trabajar en ella y debido a que conseguir trabajo como profesor en la Universidad le había resultado imposible, estaba pensando en abrir la tienda al menos y así poder ganar dinero para comprar una casa. Aún así los trabajos como tutor no le habían dado lo suficiente como para rentar un buen local en la zona comercial de París y por eso seguía viviendo en la cabaña abandonada.

- Quisiera conseguir una buen local en la zona comercial y así poder comenzar el negocio de las antiguedades, aún tengo muchas cosas guardadas que quiero poner a la venta – Le explicó mientras el carruaje se detenía frente a una enorme mansión, quizás la más grande que había visto en su vida.

Miré al vampiro a los ojos esperando a que se atreviera a poner un precio, al menos una idea de lo que quería, incluso antes de que supiéramos si este era verdadero o no. Lo fuera o no lo fuera iba a pagarle un buen precio por haber podido encontrar el libro, años de búsqueda no eran nada comparado con todo el dinero que tenía y que no quería, así que no iba a ponerle ninguna pega a la hora de negociar el precio del libro. Sonreí de lado cuando por fin habló y comenzó a decir lo que había pensado que le pagara por el libro. Por descontado no hacía falta decirle que tenía dinero y poder, era algo que podía saber por el carruaje y por la ropa que llevaba, así que supuse que su cifra sería elevada… pero como ya había dicho, no me importaba en absoluto.


-Así que quieres que te pague lo que valdría conseguir el local que quieres, a cambio del libro… -eso no me costaba para nada en absoluto, había locales que costaban más y que costaban menos pero el dinero no era la mayor de mis preocupaciones por lo que no me era un problema ayudarlo, reí entre dientes con la copa en la mano y enarqué una ceja ante su petición. Si yo hubiera sido él y con lo desesperado que me había mostrado por conseguir dicho libro, a la vez que sabía lo poderoso que era… hubiera pedido una suma de dinero muy cuantiosa. Pero claro, eso lo hubiera pedido yo sin embargo parecía que al vampiro le había costado pedirme aquello- Me parece justo, una vez que hayas visto el local que tienes te daré el dinero que necesitas para poder alquilar el lugar y volver a abrir la tienda de antigüedades de nuevo –dije notando que el carruaje paraba ya que habíamos llegado a la entrada de la mansión. Me gustaba el lugar porque estaba a las afueras de la ciudad y no me molestaba demasiado la gente, los que acudían allí eran por una clase de servicios que prestaba y por el cual me pagaban con objetos extraños y poco comunes, también lo había hecho de alguna forma para encontrar el libro o que me pudiera dar alguna pista, ya que el dinero me sobraba. Bajé del carruaje y Fritz, mi mayordomo, ya estaba en la puerta esperando a que entráramos para atendernos, le hice una seña al vampiro para que entrara y le pedí a Fritz que nos ayuda a llevar las cajas a bajo, donde tenía todos mis libros de magia y demás.

Allí bajo nada más que podía entrar yo ya que un hechizo mágico protegía la puerta y que solamente yo podría quitar pues era magia de sangre. Quité el hechizo y dejé que el vampiro pasara, con la ayuda de Fritz para bajar las cajas y ponernos a buscar, que volví a sellar la puerta una vez todas las cajas estuvieron bajo diciéndole al mayordomo que no bajara pasara lo que pasara, no sabía qué nos iba a deparar cuando lo encontráramos. Fuimos abriendo caja por caja buscando hasta que al final, tras un buen rato, encontramos el libro que andaba buscando. Lo cogí entre mis manos notando el cuero negro de su funda, las letras grabadas donde ponía “Necronomicón”, contemplándolo sin poder creerme que tras tanto tiempo lo tuviera en mis manos. Lo dejé sobre la mesa y miré al vampiro unos instantes.


-Admito que no sé qué va a ocurrir cuando lo abra, debemos de estar preparados para todo lo que pueda pasar –seguramente esa mujer no lo dejaría sin ningún hechizo de protección, aunque por el momento no había notado ninguno en el libro- ¿Preparado? –Pregunté para saber si podía abrir el libro y comprobar si era verdadero, o por el contrario era falso.

Pensó que Logan le diria que era una suma muy alta por un libro, pero no pudo evitar arquear las cejas cuando Logan respondió que le daría el precio de la renta una vez encontrara la tienda. No se lo podía creer, ¡iba a poder abrir el negocio luego de tanto tiempo de deambular por París intentando conseguir el dinero!. No era como si no pudiera conseguirlo si utilizaba sus poderes mentales para persuadir al vendedor, al fin y al cabo él era un Vampiro de 300 años que fácilmente podría manipular mentes humanas, pero siempre se había aferrado a su moralidad como una forma de mantener algo de la humanidad, que la maldición de caín le había usurpado con el don del Vampirisimo.

-Perfecto – Respondió mientras seguía a Logan bajando del carruaje y entrando en la mansión. Le quedó claro que el dinero era algo que Logan podía desperdiciar, la mansión era simplemente imponente.

Le siguió hacía la parte baja notando que estaba protegida por un hechizo pues sentía una extraña sensación de cosquilleo conforme se acercaban a la puerta. Gracias a Logan, estaba aprendiendo a percibir la magia que un hechicero humano podía conjurar. Le escuchó con atención cuando Logan le advirtió que no sabía lo que iba a pasar, hasta el momento no se le había ocurrido que el libro tuviera algún tipo de hechizo, pero tenía sentido.

-Estoy listo – Dijo colocando una cara seria y frunciendo el ceño, de repente se sentía bastante curioso por descubrir si el libro era verdadero o no y lo que pudiese esconder dentro.

Logan abrió el libro y en cuestión de segundos la habitación quedó completamente a oscuras, los candelabros se apagaron y la penumbra los envolvió. Normalmente como Vampiro podía ver fácilmente en la oscuridad de la noche, pero esta oscuridad era distinta, era una oscuridad absoluta en la que ni siquiera él podía diferenciar sombras o figuras.

- ¿Logan? ¿Sigues ahí? ¿Puedes escucharme? - Inquirió con voz tensionada. Podía sentir un cosquilleo por todo el cuerpo, definitivamente se había desatado algún tipo de magia en el lugar.

Ya habíamos llegado a la mansión y directos bajamos hacia el sótano que era donde tenía las cosas más importantes de magia, donde tenía un hechizo protegiendo la entrada y que solamente yo podía quitarlo pues estaba hecho con magia de sangre, así me aseguraría de que nadie entraba y podía estar tranquilo de guardar cualquier libro que fuera importante, así como cualquier otro objeto. Debía de admitir que no sabía exactamente qué nos íbamos a encontrar cuando abriera el libro, estaba convencido de que no iba a ser tan fácil como parecía y pudiera tener un hechizo cuando lo abriéramos, así que debíamos de estar preparados. Dado que el vampiro no había estado en presencia de hechiceros, al menos que él supiera, no sabía cómo podía afectarle aquello si es que sucedía algo.

Estaba parado a mí lado observando con cierta curiosidad, aunque yo sentía mucha más en ese momento, esperando a que abriera el libro para ver si era falso o no. Lo miré y le hice una seña como que iba a abrir el libro para que lo supiera, y nada más abrirlo noté un potente hechizo que emergía de este y que hizo que toda la habitación quedara a oscuras. No es que solamente apagara las luces de las velas dejándolo todo en penumbra, sino que más bien era como si la misma oscuridad se hubiera adentrado en la habitación. Estaba claro que era un poderoso hechizo de magia negra, y algo esperaba… si no hubiera hechizo quizás hasta habría quedado decepcionado dado el cuidado que pusieron para protegerlo y que pasara desapercibido.

Podía oír la voz del vampiro que me llamaba pero estaba sonaba mucho más distante y lejana, como si realmente no estuviera a mí lado a unos cuantos pasos. La oscuridad lo engullía todo y hacía que las percepciones fueran totalmente distintas y diferentes de lo que en realidad eran. Podía notar el aura del vampiro cerca de mí, y si no hubiera sido por esa percepción de auras hubiera pensado que estaba mucho más lejos de lo que en realidad era. Chasqueé la lengua ante aquel hechizo que sabía como pararlo y bloquearlo, pero esto solo denotaba la magnitud de poder que tenía aquella mujer.


-Estoy aquí Soren, justo donde mismo estaba hace unos segundos –no sabía si el vampiro, que tenía mejores sentidos que yo, podía ver algo o no aunque su pregunta me hizo decantarme porque no, que incluso hasta a él la oscuridad lo había engullido por completo- Es un hechizo de magia negra donde la oscuridad domina todo el lugar y lo convierte en una nada, voy a pararlo –cerré los ojos y busqué una daga que recordaba perfectamente donde estaba, era la parte buena de tener memoria eidética, que podía recordar donde estaba cada cosa con precisión absoluta. Me hice un pequeño corte en el dedo índice dejando que la sangre bañara la daga y la pasé por la palma de la mano extendiéndola sobre esta, cerré la mano con la otra poniéndola encima y murmuré unas palabras que no supe si el vampiro las podría oír o no, pero que poco a poco aquella oscuridad fue desvaneciéndose conforme repetía el conjuro, con las manos pegadas a mis labios, una y otra vez hasta que esta finalmente desapareció. Es lo que tenía la magia de sangre, que era mucho más potente que ninguna otra, miré al vampiro y limpié la sangre de la mano sin siquiera temer porque él pudiera venir atraído por el olor, podría controlarlo con la dominación sin problema alguno y retenerlo. Miré el libro que estaba abierto sobre la mesa y enarqué una ceja, notaba algo raro en el ambiente y cuando me acerqué para mirarlo fue como si otro hechizo se hubiera activado, aunque en realidad, era una continuación o prolongación del anterior… como si al desatarse uno hubiera activado en cadena el otro. Y este iba a ser mucho menos fácil que el otro de solucionar- Soren, no sé si sabes luchar pero te aconsejo que cojas algo para defenderte porque el hechizo no ha acabado… más bien, el otro era un desencadenante de este que está en marcha y que ya no puedo parar –ahora entendía por qué la oscuridad del hechizo- la oscuridad no era más que la primera de las trampas y de no haberla parado a tiempo ahora estaríamos ciegos ante la amenaza que tenemos encima –hice una pausa- se acercan demonios, y vamos a tener que matarlos para seguir con vida –porque el conjuro había sido, precisamente, convocarlos. Y sin saber exactamente qué tipo de conjuro era… yo no podía hacer nada.

Era extraño no poder ver nada, llevaba tantos años viviendo en la oscuridad de la noche, que le resultaba antinatural no poder ver aún con sus sentidos agudizados, escuchó la voz de Logan distante pero tranquila, parecía tener el asunto bajo control. Luego pudo oler la sangre, de inmediato sintió el impulso por dentro de él, el deseo que siempre se mantenía dormido la mayor parte del tiempo y que la sangre tenía el poder de controlar. El deseo de morder y beber sangre humana que nunca se apagaba sin importar lo que hiciera o dejara de hacer.

La oscuridad fue desapareciendo paulatinamente y notó que el humano se había hecho un corte en las mano para realizar la magia que había detenido la oscuridad, a pesar de sentirse hambriento, podía controlar su deseo de morder a  Logan pues no era un vampiro tan jóven, había aprendido a controlar sus impulsos muchos años atrás y esa no era la excepción. Entonces Logan le avisó lo que vendría a continuación, por unos instantes su cerebro pareció no procesar la idea de que demonios de verdad pudieran ser convocados y aparecer en la habitación.

Y aunque era la primera vez que vería un demonio en toda su vida (ni siquiera sabía que existían) se apresuró a buscar algún tipo de arma con que defenderse. Lamentó no tener a la mano su espada Nordica , pero por supuesto ¿Quien se iba a imaginar que la velada terminaría en un enfrentamiento con seres de ultramundo?.

El aire comenzó a oler intensamente a metal oxidado y azufre y de repente, tres figuras aparecieron en el recinto de la nada, se materializaron como si hubiesen salido de las mismas sombras que proyectaban las estanterías con libros. Las criaturas tenían forma de... ¿Hombres lobo?. Le sorprendió sobremanera que lucieran tan parecidos a los licántropos (a excepción de los ojos rojos con pequeñas pupilas de serpiente) quizás inconscientemente estaba esperando que lucieran como algo que jamás hubiese visto antes.

No pudo evitar que el miedo subiera por su pecho como una araña peluda, siempre se había sentido intimidado por los hombres lobo transformados y nunca había tenido buenas experiencias luego de luchar con ellos, algo en las fauces con largos y puntiagudos colmillos, así como las enormes garras que podían partir humanos en dos fácilmente le hacía entrar en pánico. Su instinto le decía que lo más razonable era escapar de allí, pues sabía que no podía hacer frente a dos hombres lobo transformados. Enseño los colmillos y siseó como un gato acorralado mientras veía como se acercaban hacía él. Se concentró en activar su poder para observar auras y todo a su alrededor cambió a escala de grises por unos instantes y lo que vio desconcertó aún más. El aura de los lobos no era luminosa y vibrante como la de todos los licántropos, sino que era negra con vetas rojas, un aura que despedía malignidad pura.

Entonces finalmente lo comprendió. Lo que veía no eran verdaderos hombres lobo, ¡los demonios estaban tomando forma de lo que más miedo le producía para tomar ventaja!. Se preguntó entonces ¿Que tipo de forma habrían tomado ante los ojos de Logan?

La habitación tras desaparecer el hechizo todo quedó como había estado en un principio, salvo que ahora había un ambiente raro en el lugar… como si se hubiera convocado otro hechizo mediante el de la oscuridad, y para nuestra desgracia, así era. Uno que no podía parar por mucho que quisiera porque no tenía la información necesario para hacerlo, sino sabía qué hechizo había sido utilizado no podría pararlo, no era lo mismo como con el de la oscuridad… y ahora demonios se acercarían hacia donde estábamos con la intención de matarnos para que no pudiéramos obtener le libro. Avisé al vampiro porque debía de saberlo, aunque con su condición quizás notara antes que yo que algo pasaba, igualmente, no estaba de más avisarlo.

Vi que pronto cogió algo para defenderse y esperé mientras el lugar comenzaba a oler a metal y a azufre y supe que los demonios aparecerían en cuestión de minutos. Estos tenían muchas formas para conseguir sus objetivos, engañar era su especialidad y podían hondear en los miedos más profundos y arraigados de cualquier ser, jugar con ellos y hacer que te enfrentaras a tus peores miedos. Miré de reojo al vampiro esperando que no tuviera de estos porque ellos lo utilizarían en su contra. Pronto unas figuras oscuras, con una presencia maligna y un aura muy oscura, la más oscura que había visto nunca, aparecieron en el fondo de la habitación, dejando un círculo de fuego en el suelo mientras parecían criaturas salidas del mismo infierno.

Los ojos rojos de aquellos seres nos miraron como si intentaran analizarnos, oí que el vampiro siseó mostrando los colmillos y quizás es que habían descubierto su miedo. Ante mí tenía la figura imponente de mí abuelo, uno de los más grandes hechiceros de toda Escocia y el que me había enseñado lo que sabía. Siempre había sentido respeto y miedo, pues era muy poderoso y había sido muy duro, demasiado duro incluso con su propio nieto. Sabía que estaban jugando con nuestra mente, porque pese a todo yo no temía a mi abuelo, ni siquiera temía a la muerte… así que solo trataban de jugar con nosotros.


-No te dejes engañar Soren, juegan con nuestra mente y sacan nuestros temores –mi temor era fallarle, siendo de la familia que era y lo que se esperaba de mí- Son demonios, y utilizan el miedo para paralizarnos –murmuré en voz baja en un pequeño hechizo para que dos bolas de fuego se crearan en cada palma de mi mano, esferas ardientes que lancé contra el demonio que tenía la apariencia de mi abuelo, la primera la esquivó pero la segunda dio contra el cuerpo del demonio, que aulló o gritó como algo que no era de aquel mundo, un gritó que traspasó el cuerpo, y tiempo que me dio para coger algunas hierbas que, mezcladas de forma rápida en un bol, con un poco de mi sangre, lo lancé contra el demonio haciendo que este se congelara en el momento, aprovechando para atacarlo rompiéndolo en trozos pequeños. Pero cuando había destruido a ese, y el vampiro luchaba con el otro, un tercero apareció en discordia.

Escuchó las palabras de Logan, era más difícil de lo que parecía, porque aunque supiera que lo que veía era una 'ilusión', se sentía demasiado real, podía oler el aliento de los lobos y su pelaje, podía ver con claridad cada detalle de su gigantesca anatomía y le era inevitable recordar los encuentros que había tenido con ellos en los que había terminado al borde de la muerte. Se concentró en el que tenía en frente y se obligó a recuperar la cordura, de lo contrario estaría claramente en desventaja.

Lobo o Demonio, si está vivo... puede morir.

Una voz en su interior le hizo reaccionar, él era un demonio también, un hijo de la oscuridad, un muerto en vida reanimado con la maldición de Caín. No podía permitir que el miedo lo dominara. Entones por primera vez en años, bajó la barrera que siempre ponía en su mente y dejó la puerta abierta para que su demonio interior tomara control sobre si mismo.

Su rostro se transformó en cuestión de segundos, la expresión tranquila del profesor desapareció, dejando paso a la mirada del asesino y una sonrisa macabra se curveó en sus labios, dándole un aspecto de depredador gracias a sus colmillos. Flexionó los hombros y extendió sus brazos colocando las manos en posición de garras, su lenguaje corporal transformado en una especie de felino grotesco . Se lanzó con un rugido digno de un animal directo al cuello del hombre lobo, sus colmillos se hundieron en la gruesa piel del animal y sus manos se aferraron como garras a la espalda enterrando las uñas hasta que estas rompieron la carne.

El demonio se sacudió con fuertes movimientos para intentar tumbarlo pero Soren se mantuvo firmemente aferrado, con un último intento el demonio lo tomó por la cintura con sus garras y lo lanzó contra una estantería llena de frascos y libros que cayeron ruidosamente a su alrededor. Soren escupió el pedazo de carne que le había arrancado del cuello y se levantó ignorando el dolor en su espalda gracias al golpe. El demonio perdió entonces la apariencia de lobo y se transformó en una especie de reptil humanoide, sangre púrpura supuraba por la herida en el cuello mientras le miraba fijamente con sus 4 ojos.

El Vampiro no dio tregua a que se recuperara, tomó uno de los vidrios quebrados de la estantería y lo lanzó hacía el demonio, al mismo tiempo que se lanzaba así mismo en un salto hacía él. El demonio esquivó el vidrio, pero no alcanzó a esquivar el Vampiro quien traía otro Vidrio en la mano y con toda su fuerza sobrenatural lo apuñaló entre los ojos, el demo aulló y cayó hacía atrás impulsado con la fuerza de Soren, se debatió por varios instantes antes de quedar inmóvil y desaparecer en una nube de azufre.

Se puso de pie con la espalda arqueada y las manos ensangrentadas (gracias a los cortes causados por el vidrio) y entonces fue cuando, el tercer demonio que había aparecido lo tomó desprevenido. Tomando ventaja de su estado de demencia, el demonio utilizó un poder de dominación para meterse en su mente, tomando posición de esta, así como de su cuerpo.

- Muy bien hechicero – Habló Soren, pero esta vez su voz sonaba mucho más gruesa e infernal – Has peleado bien contra mis hermanos ¿Pero podrás matar a tu amigo Vampiro? - Preguntó y soltó una risa malévola mientras sacudía el pecho y espalda – Si te rindes ahora, dejaré al Vampiro vivo, de lo contrario, destruiré la poca cordura que le queda en su mente -

Parecía que cada uno luchaba con sus propios demonios, y nunca mejor dicho, porque mientras yo me encargaba del que se había acercado hacia donde yo estaba podía oír los signos de lucha que el vampiro hacía con el otro demonio. La apariencia de este no había servido para nada y no me había intimidado lo suficiente como para que retrocediera asustado o me dejara llevar, había sido un truco muy feo utilizar la figura de un familiar como era mí abuelo, alguien a quien de pequeño siempre había admirado y respetado, infundía temor y respeto,  pero sabía que la apariencia que tenía frente a mí distaba mucho de ser el original. Por eso no tuve problema alguno cuando luché contra aquel demonio, por eso disfruté mientras lo mataba por haber querido intentar algo que era imposible.

Había sido reducido a cenizas y pude oír que el vampiro se había cargado al otro que había ido a por él, pero lo que ninguno de los dos esperábamos es que apareciera un tercero que se acercó por detrás del vampiro y que aunque quise avisarlo no me dio tiempo, pensé que iba a atacarle pero hizo algo completamente diferente: apoderarse de él. El rostro del vampiro cambió por completo y ahora distaba mucho de aquel vampiro que había visto en la biblioteca, tenía el aspecto más fiero, feroz y frío de lo que su rostro normalmente era.

Comenzó a hablar y su voz también distaba mucho de la voz del vampiro, más oscura, más fría, como salida del propio infierno, ahora el demonio lo controlaba haciendo aquella pregunta mientras miraba de forma fija al vampiro que tenía frente a mí sabiendo que no era él del todo, sino que lo dominaba el demonio. Decía que si me rendía dejaría al vampiro con vida, si me negaba rompería y destruiría la cordura o la poca que le quedaba a este. Reí entre dientes cruzándome de brazos, observando al demonio que controlaba y dominaba al vampiro.


-¿Crees que me importa lo que le pase al vampiro? –Chasqueé la lengua- has elegido bastante mal, demonio. Él no es mí amigo ni alguien que me preocupe en exceso, puedes hacer lo que quieras ahora que he obtenido lo que realmente me importa –alegué observando los ojos completamente negros que tenía el vampiro al estar dominado- ¿Quieres quebrarlo? Adelante, puedes hacer con él lo que quieras –lo miré de forma mientras esperaba ver qué es lo que hacía el demonio. Había algo que podía hacer para separar al demonio del interior del vampiro, al fin y al cabo no dejaba de ser una dominación, y esta no duraría eternamente- Si no te importa… -dije dándome la vuelta como si no me importara lo que hiciera el demonio con el vampiro- tengo mejores cosas que hacer que perder el tiempo en esto –lo que el demonio no sabía es que tenía una pequeña daga con la que ahora de espaldas a él había hecho un pequeño corte en uno de mis dedos, me acerqué a la estantería como si no estuvieran allí y cogí una vela donde tras encenderla dejé que la sangre cayera sobre la llama hasta que esta finalmente se apagó, comenzando a murmurar un hechizo que separaría y anularía la dominación que el demonio tenía sobre el vampiro, como si lo separara de su cuerpo. Aunque el demonio intentó resistirse la magia de sangre era mucho más poderosa y efectiva, y me giré para seguir repitiendo el hechizo hasta que al final el vampiro volvió a ser el que era y cayó de rodillas al suelo. Sin perder tiempo con la sangre del dedo, hice en el suelo un pequeño dibujo donde coloqué la vela en el centro, la encendí y comencé a murmurar otro hechizo donde un círculo redondo lleno de luz se dibujó justo debajo del demonio, y un haz de luz de un amarillo color claro, casi blanco, envolvió al demonio que gritaba intentando salirse de aquel círculo, pero era imposible. El haz llegaba hasta el techo y cuando el demonio intentaba escaparse era como si una corriente eléctrica lo atravesara, como si lo enjaulara y encadenara a estar dentro del círculo- ¿Quieres negociar ahora algo, antes de que te matemos? –Pregunté acercándome con una sonrisa en los labios, observándolo reducido sin poder hacer absolutamente nada- Soren, si quieres te dejo que lo mates por haber intentado dominarte. Te cedo los honores –sonreí de lado dando un paso atrás, si el vampiro no lo mataba, yo acabaría con la existencia del demonio.

Era extraño estar en esa situación a la inversa, pues en el pasado había sido él quien había intentado dominar la mente de otros humanos en determinadas ocasiones, le sorprendió lo fácil que el demonio había tomado posesión de él y le aterró la idea de que su mente pudiese ser corrompida de esa manera en cualquier momento. Era como estar atrapado detrás de una pantalla en la que estaba viendo lo que sucedía pero no podía hacer nada al respecto.

Estaba atrapado dentro de su propia mente.

Las cosas pasaron demasiado rápido y la palabras que salían de su boca se le hacían distantes y extrañas. Logan hacía algo dándole la espalda que no podía ver y el Vampiro intentó con todas sus fuerzas de luchar contra la procesión para evitar que el demonio pudiese atacar a Logan con su cuerpo. Sin embargo Logan logró lanzar un hechizo en ese idioma que no comprendía y sintió como caía en la inconsciencia cuando el demonio salía de su mente, el mundo a su alrededor se volvió oscuro y pronto los ruidos y todo lo demás desapareció.

Cuando abrió los ojos de nuevo se encontraba de rodillas y el demonio se encontraba atrapado en lo que parecía ser un círculo de energía. Intentó moverse cuando Logan le dijo que le daba los honores para matar al demonio, pero los músculos de su cuerpo no reaccionaron a su comandó. Intentó una segunda vez y un fuerte dolor de cabeza que no sentía desde hacía 300 años atrás cuando aún estaba vivo lo agobió estrepitosamente.

- No puedo moverme – Murmuró cerrando los ojos y frunciendo el ceño, quizás su cuerpo necesitaba descanso para reponerse de la posesión y no estaba seguro de cuanto tiempo iba durar esa parálisis, pues era la primera vez que un demonio tomaba de esa manera su mente.

Parecía que el vampiro estaba un poco aturdido tras haber sido liberado del dominio que el demonio había ejercido sobre él, la verdad es que no me extrañaba, nadie podría saber con exacta precisión cómo acabaría tras una dominación de ese tipo. Sabía que había vampiros que también tenían ese don, pero no era nada comparado con el poder oscuro que un demonio por sí mismo poseía. Este estaba atrapado en aquel círculo del cual no podría salir así que no corría peligro de que se escapara, aunque me lo quedé mirando confinado en aquella celda de luz y mi mirada pasó al vampiro cuando dijo que no podía moverse.

Permanecía de rodillas en el suelo, sentado, con los ojos cerrados como si hubiera gastado mucha energía o hubiera perdido mucha sangre. Chasqueé la lengua y sonreí de lado al saber que el vampiro no le pondría fin al demonio, y que si queríamos acabar con él tendría que hacerlo yo mismo. Había gastado algo de energías al hacer los conjuros y no quería gastar mucha más, así que tendría que encontrar algo que pudiera utilizar para matarlo sin necesidad de lanzar un hechizo. Ahora que sabía que el demonio no iba a moverse me acerqué a una de las esquinas del lugar, donde había un cofre cerrado por una cadena con un candado de hierro, metí la mano por el cuello de la camisa que llevaba buscando la llave anudada en una cadena al cuello, sacándolo, para abrir el cofre donde habían varias armas que solía guardar y que rara vez utilizaba, pero en esa ocasión me iba a hacer falta.

Antes no había tenido tiempo de abrir el cofre ante aquel inesperado hechizo que había convocado a los demonios, así que busqué una espada que había, una antigua reliquia familiar en vuelta en tela que abrí, sacándola, con un grabado en la espada y un pequeño símbolo en la empuñadura y que era el símbolo de la familia a la que pertenecía. La hoja estaba perfectamente afilada y lista para ser utilizada, así que me dirigí hacia el demonio y me quedé delante de él viendo que el vampiro seguía sin poder moverse. No iba a durar mucho más con vida y sabía bien que de un demonio poco se podía conseguir de información. Así que sin esperar demasiado aferrando la espada con fuerza, la alcé para de un golpe limpio cortar la cabeza del demonio que me maldecía antes de morir. La cabeza cayó rodando al suelo y el cuerpo se desvaneció justo unos segundos después de hacerlo la cabeza. Dejé la espada contra la mesa y me acerqué al vampiro para ayudarlo a ponerlo en pie, examinándolo.


-¿Estás bien? –Parecía que la parálisis todavía duraba pero seguramente en los próximos minutos se le pasaría, sino tendría que hacer algo al respecto y quitársela- tranquilo, los efectos desaparecerán en unos minutos… los poderes de un demonio son más fuertes de lo normal, aunque solo te haya dominado durante unos minutos –aclaré para luego mirar al libro, esperaba no tener que encontrarme con ninguna sorpresa más y era hora de verificar si era falso, o no.

Sentía todo su cuerpo pesado, como si hubiera recibido una golpisa. Cada músculo de su cuerpo parecía palpitar, pero lo que más insoportable era el dolor de cabeza. Cerró los ojos intentando calmarse, confiando que Logan podría acabar con el demonio que tenía atrapado con su magia. No le gustaba sentirse indefenso, había podido derrotar a dos demonios en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, pero uno de ellos había logrado controlar su mente y la sensación de ser un títere en las manos de otra criatura le daba escalofríos.

¿Así se sentirían los humanos cuando los Vampiros los controlaban a su antojo?
Se preguntó mientras Logan terminaba con el último de los demonios.

-Sólo necesito descansar un poco – Respondió cuando Logan se acercó y preguntó como estaba – Revisa el libro y no te preocupes por mi – Agregó y logrando mover un poco el cuerpo se recostó contra la pared con expresión abatida, no quería que Logan desviara su atención del libro, no sabían si aún quedaba otro hechizo de invocación, por lo pronto el libro no parecía ser una copia, la magia que había surgido de él era prueba de que se trataba de un libro de hechizos auténtico.

- ¿Es el libro original? - Preguntó Soren al cabo de unos minutos esperando que Logan terminara de revisar las paginas. Las fuerzas comenzaban a regresar a su cuerpo lentamente, quizás si bebía sangre humana se recuperaría más rápido. La herida que se había hecho con el vidrio había comenzado a cerrarse lentamente.

El vampiro parecía que le costaba todavía recuperarse y no era para menos, que un hechicero o un vampiro pudiera controlar y dominar no tenía nada que ver con que lo hiciera un demonio, mucho más peligroso, más fuerte y más oscuro… si este te controlaba por demasiado tiempo podría incluso romper tú mente y quebrarte no físicamente, pero sí psíquicamente. No por nada eran seres procedentes del mismo Infierno, su poder no tenía comparación en la tierra y su mera posesión podía desatar cadenas internas que ninguno creía poseer y marcarte de por vida, como si fuera una maldición que te acompañaba allá a donde fueras. Lo miré una última vez antes de que me dijera que estaba bien y que revisara el libro, alzando mis ojos hacia donde estaba en la mesa.

Era hora de comprobar si el libro era falso o no, aunque aquella fuerte protección bien podría significar que si era verdadero… pero nunca lo sabría. Me acerqué con paso lento hasta finalmente ponerme delante del mismo, estaba abierto por la misma página donde lo había dejado y había empezado el conjuro. Sin duda alguna su anterior dueña había hecho un buen trabajo para que no todos pudieran tenerlo, y esa protección lanzada contra quien tuviera el libro era una prueba de ello.

Tenía que verificar si era falso o no y a simple vista nada me hacía pensar que lo fuera, así que lo que hice fue hacer un conjuro que me revelaría la verdadera naturaleza del libro. Con una tiza hice un dibujo en el suelo donde en el centro coloqué el libro, luego comencé a murmurar unas palabras hasta que unas llamas pequeñas salieron de la tiza haciendo un círculo de fuego alrededor del libro, uno pequeño, las llamas apenas tenían altura y esperé al resultado. Si las llamas se volvían azules quería decir que el libro era verdadero, si era falso las llamas se irían consumiendo hasta extinguirse finalmente. Mi mirada se centró en lo que pasaba a continuación y vi cómo, poco a poco, las llamas se iban extinguiendo más y más hasta finalmente desaparecer: era falso. Me agaché para coger el libro, mirando sus páginas de cerca y dejé mi mano en el centro para luego cerrarlo, viendo la verdadera naturaleza del libro.


-Es falso –dije dejándolo sobre la mesa, con un aspecto diferente al que tenía cuando lo cogimos, los conjuros que habían dentro tenían la tinta de color roja y los dibujos también eran diferentes- alguien puso un conjuro muy fuerte para que pensaran que era verdadero –no iba a decir que no estaba abatido por eso, mi única esperanza de encontrarlo se había esfumado de golpe… a no ser… Lo examiné de nuevo viendo sus páginas, al final donde antes no había nada parecía que en la contraportada había un grabado, como en relieve, que me hizo sospechar. Enarqué una ceja, cogí una pequeña daga y quité el forro para ver bajo una nota, arrancada de un libro con símbolos extraños, anagramas que parecían ser del libro de los muertos, y sonreí- Ya te tengo –dije con una sonrisa ladeada, a través de esa página si podría rastrear hasta el verdadero libro.

La fuerza iba volviendo poco a poco a su cuerpo ya que la curación acelerada de su naturaleza Vampírica estaba haciendo el proceso más rápido. Observó lo que Logan hacía con el libro y se quedó muy sorprendido (y desilusionado) cuando había dicho que era falso.

-¡Estás de coña! Me estás diciendo que luego de toda la mierda que pasamos el libro es falso? - Finalmente explotó, el vampiro se sentía muy frustrado, había arriesgado su vida y luchado contra seres salidos del mismísimo infierno por un libro que no tenía ningún valor real. Con exasperación se llevó las manos a la cabeza y se revolcó el cabello. Se puso finalmente de pie, sus piernas aún se sentían débiles en las rodillas, pero al menos podía caminar.

-Esto significa que... ¿No recibiré el pago? - Preguntó una vez se acercó al hechicero, no podía olvidar que estaba ahí por el dinero, su tienda y muchas cosas en su futuro dependían de ello. Si el libro era falso, Logan no tendría porqué pagar lo que había prometido – Puedes quedártelo de todas formas, no tengo intención de volver a encontrarme con esas criaturas – Agregó, de todas maneras a él no le serviría de mucho, más allá de ser una reliquia. Soren no estaba interesado en la magia negra y mucho menos quería volver a enfrentar a un Demonio.

La idea de que pudieran controlar su mente y cuerpo, era simplemente aterradora.

Me giré hacia el vampiro cuando le dije que el libro era falso escuchando sus palabras, sin poder evitar sonreír de lado por ellas, para cruzarme de brazos apoyando mi cadera contra la mesa donde había dejado el libro falso. Había una posibilidad de que lo fuera y sin duda alguna la mujer que se lo había entregado al vampiro sabía lo que se estaba haciendo, consciente de que el libro era buscado por muchas personas, codiciados por muchos había pretendido que creyeran que era verdadero mientras el de verdad era escondido a la vista de todos. Había que decir que era un muy buen hechizo el que se había empleado para aquel engaño, a simple vista ningún ojo humano, mágico o de cualquier tipo podría haber dicho sin hacer magia que el libro no era verdadero… un buen conjuro, difícil pero muy elaborado.

Entendía cómo podía sentirse el vampiro, claro que… la peor noticia iba a ser para mí más que para él. Era claro que podría recibir una cuantiosa suma de dinero por aquel libro y ahora veía que no podía ser así, sin embargo, yo iba a seguir en el mismo punto exacto que antes de hablar con el vampiro. Aunque ahora tenía una pista que seguir, un hilo del que tirar para poder hallar al verdadero libro y es que es lo que iba a hacer. Entendía su frustración porque yo también la sentía, vi cómo se llevaba las manos a la cabeza y tiraba de su pelo, y chasqueé la lengua.


-Exactamente es eso lo que te estoy diciendo. La verdad… es que ha sido una muy buena jugada de esa mujer. Exponer el libro para que pensaran que era el verdadero, poner un potente hechizo de ocultamiento para que pensaran que era de verdad. Poner esa trampa para hacer creer que no era falso y luego darte cuenta de que sí lo era… sabía lo que se hacía –miré el libro un segundo y luego miré al vampiro cuando dijo que no le pagaría, pero que podía quedarme con el libro porque él no lo quería para nada y además, no le serviría de nada- al contrario de lo que pienses, voy a pagarte –sentí sus ojos centrados ahora en los míos, porque ya pensaba que se iba a quedar sin el dinero- es cierto que el libro es falso, pero dentro de este libro hay un trozo del verdadero libro… puedo hacer un conjuro y un hechizo para localizarlo y puedo dar con él si quisiera. Sería una pista muy vaga dependiendo de la cantidad del trozo que haya, pero una pista al fin y al cabo –aparte el dinero no era la mayor de mis preocupaciones y tenía de sobra, por lo que ¿qué más me daba perder un poco?- Te daré el dinero acordado aun cuando el libro no es verdadero, sin este libro, quizás incluso jamás hubiera podido seguir teniendo un hilo del que tirar Soren. Así que sonríe, vampiro, que ninguno de los dos hemos perdido esta noche y podemos decir que hemos salido con vida al enfrentarnos a tres demonios… créeme, hemos tenido mucha suerte de lo que jamás hayas podido siquiera imaginar.

La hechicera había resultado ser una mujer muy astuta, Soren no entendía mucho sobre magia, pero por lo que decía Logan, estaba claro que, esa mujer era poderosa y sabía lo que hacía, una mujer con la que Soren no quería encontrarse ni tener nada que ver, ya le había bastado con enfrentar a esas criaturas para no querer volver a tener nada que ver con ellas. Abrió los ojos con interés cuando el humano dijo que le pagaría de todas formas.

- ¿En serio? - Preguntó, la verdad es que a juzgar por la mansión en la que estaban y todos los lujos que la rodeaban, el dinero de lo que costara rentar un pequeño local en la zona comercial de París, no sería nada para Logan, seguro que hasta tenía el dinero que necesitaba a la mano y no en un banco.- Espero que puedas encontrar el verdadero... esta claro por todo lo que pasamos hoy, que estás dispuesto a enfrentar lo que sea por encontrar ese libro -

Y es que luego de enfrentarse a demonios, Logan parecía no estar muy alterado, eso demostraba que su deseo de encontrar ese libro era más fuerte que su instinto de supervivencia.

- ¿Porqué... es este libro tan importante para ti? - Preguntó una vez al lado de la mesa, observaba el libro falso y le parecía increíble que los demonios hubiesen salido de unas simples hojas de papel. No sabía mucho sobre como funcionaba la magia negra y aún siendo él una criatura sobrenatural, se sentía sorprendido por el gran poder que podían contener esas páginas.

Quizás el hechicero no pudiera comprender la envergadura que tenía aquel descubrimiento, ciertamente no podía decir que estuviera decepcionado porque tratándose de dicho libro toda precaución era poca, era uno muy poderoso y encontrarlo tan fácil incluso me habría decepcionado, ¿por qué? Porque su anterior dueño sabía de las consecuencias de poseer dicho libro, porque sabía que era muy poderoso y que la gente lo buscaría, porque no debía de ser fácil encontrarlo y menos después de haber estado oculto tanto tiempo. Las cosas fáciles no siempre resultaban lo que solían ser, de hecho, la prueba en sí misma estaba en ese libro y lo que había pasado esa noche. La hechicera se había cubierto las espaldas y había hecho creer que era el verdadero libro, convocando un poderoso conjuro que invocaba a tres demonios para matar a quien consiguiera el libro falso, así el verdadero seguiría siempre oculto, guardado seguramente en algún lugar y bajo algún hechizo que ella habría puesto sobre el libro.

Mis ojos se fijaron en el vampiro que tenía frente a mí, parecía desconcertado por el hecho de pagarle la cantidad que le había prometido aun cuando el libro no era el verdadero, pero tenía algo por lo que poder tirar del hilo para poder conseguirlo y averiguar dónde estaba. Para mí el dinero no era importante, no era una preocupación y parecía que mirando el lugar donde vivía el vampiro comprendía ese hecho, así que ¿qué era para mí ofrecerle esa cantidad de dinero? Se la daría, me había dado más de lo que yo había podido encontrar en esos años, una justa recompensa por lo que habíamos pasado aquella noche.


-En serio –contesté a su pregunta con las mismas palabras y luego sonreí de lado- estate convencido que encontraré ese libro, el falso que tú tenías y que no tenías modo alguno de saber que era falso me dará la pista que necesito para encontrar el otro, digamos, que puedo tirar del hilo –dije mirando como ahora el vampiro se acercaba para ver el libro, observándolo de forma detenida para luego lanzar aquella pregunta. ¿Qué por qué? Básicamente porque me llevaría a dar con la persona que lanzó el hechizo que mató a mi padre, porque quería venganza, porque nadie conocía la procedencia de dicho hechizo y nada se pudo hacer para pararlo… ni hasta el consejo de hechiceros que había en la corte y en la que mi abuelo era el que la presidía, concentrando a grandes hechiceros y sabios, pudieron hacer nada para salvar su vida. Porque quería venganza y solo a través de aquel libro la conseguiría, así tuviera que atravesar el mismo Infierno para conseguirla… nada me pararía, ni nada me detendría- Porque exijo y quiero justicia. La anterior dueña de este libro lanzó un hechizo sobre mi padre, uno que le costó la vida y del que nadie ni nada pudo salvarlo… quiero saber la razón de ello antes de que acabe con su vida y con su existencia. Solo a través del libro conseguiré mi venganza, la magia se puede utilizar para más cosas si das con los elementos adecuados, este libro me puede guiar hasta ella y no descansaré hasta que me dé una razón y un motivo. Luego me pensaré cómo pienso acabar con su vida, pero no será rápida… mi padre murió lentamente entre agonía y sufrimiento, y no pienso conceder piedad a nadie por ello.

Le sorprendió saber que el libro falso podría llevarlo a descubrir el paradero del verdadero, habían muchas cosas sobre la hechicería y la magia en general que desconocía, pero al parecer los hechiceros y las brujas podían hace cosas increíbles si se dedicaban a la magia por mucho tiempo, Logan era una prueba de ello, había luchado contra demonios sin perder la compostura a pesar de que era un simple mortal que podía morir fácilmente.

Le escuchó con atención cuando explicó sobre la forma en como había muerto su padre, era natural que quisiera venganza, personalmente Soren no había perdido a ningún familiar (al menos no cuando estaba vivo) y no recordaba ese sentimiento de querer defender fieramente a un miembro de la familia.

- Suena complicado - Comentó frunciendo el ceño - Pero creo que yo buscaría lo mismo si mi padre o en general alguna persona cercana a mi, hubiese sido asesinado de manera injusta - Respondió con honestidad y luego agregó - Ahora, si me disculpas, quiero salir de este sótano y volver a la tranquilidad de mi vida - Concluyó, era quizás ridículo pensar que como Vampiro estuviera asustado por la aparición de los demonios, pero en realidad lo que tenía era fastidio y rabia por haber sido dominado tan fácilmente por el poder de la magia.

- Me alegro haberte podido ayudar y espero que puedas encontrar el libro verdadero - Comentó, aunque había sido problemático y peligroso, realmente pensaba que Logan era una buena persona que valoraba su familia y en cierta forma entendía su dolor.