Hora de comer o correr - libre

por **Bambi D'Gioge** Lun Feb 27, 2017 4:26 pm

El bosque un lugar salvaje y lleno de peligros, uno no sabe lo que se puede encontrar con solo dar una vuelta equivocada o adentrarse más a allá de lo permitido; lo amenazante que puede llegar a ser ese lugar a cualquiera atemorizaría pero existen seres que son capaces de soportar aquello hasta el punto de convertirse en parte de ese ecosistema rustico y agreste.

Entre los arbustos se oye el gruñir y los acechos de un animal fiero que se mueve rápidamente acechando a su presa, un pequeño conejo; rodea a aquello que será su presa avanzando en el silencio de la noche, solo sus ojos se pueden apreciar tan oscuros como la noche. Sus caninos afilados aguardando el momento justo para poder incrustarlo en el cuello de aquel animal. Aguarda el momento perfecto hasta que ZAS, lo ha zarpado al pobre animal, lo lleva en su hocico a lo que se conforma su guarida en aquella cueva.

El sonido del triturar de los huesos así como el de la carne siendo engullida, a lo lejos se puede apreciar el pelaje de aquel animal, de aquel lobo, aunque en esta ocasión es una niña, una pequeña humana que gruñe mientras devora su plato principal. Al salir de su cueva olfatea su territorio sabiendo que alguien ha interrumpido en sus dominios, gruñe corriendo por el bosque hasta donde aquel intruso se encuentra, el aroma lo reconoce y por ello corre más rápido aun con los vestigios de su cena encima.

Corre lo más rápido que sus patas le permiten hasta ocultarse tras unos arbustos observando a su enemigo natural, gruñendo en silencio con la ferocidad de una bestia salvaje.

Lo es.

por **Dunya** Mar Feb 28, 2017 4:57 am

Ya era hora de salir por el bosque en busca de algo que me haga distraerme. Estas noches no he salido mucho, desde el encuentro en la taberna con el señor Varek he sido algo más precavida de lo normal. No porque temiese a su amenaza de que si volvía a verme me mataría, si no, porque he estado pensando mucho. ¿Que hay tras la muerte verdadera? ¿Somos tan fáciles de matar los vampiros? Un humano no tiene nada que hacer contra nosotros, lo sé muy bien. Son seres débiles e influenciables.

Camino descalza por el bosque, como si eso me hiciera sentir más en armonía con la tierra. Solamente lo hago para poder sentir con mayor fuerza cualquier cosa que se arrastre, camino o corra por aquí. El suelo tembló levemente, tan leve que un humano no hubiera podido sentirlo. Se trataba de algo de tamaño medio, como un cachorro de ciervo o algo parecido. Sonreí ampliamente, mostrando mis colmillos. No olía como un cervatillo, era más bien un olor fétido... olía a lobo.

Perseguí el olor hasta que se concentraba bajo unos matorrales, estaba escondido. Seguramente él ya podía verme. Me agazapé un poco, por si decidía salir a por mí. Nunca antes me había enfrentado a un licántropo, pero quizás, ya fuese la hora. ¿Siempre eran tan pequeños? Me habían contado que los licántropos eran enormes, mucho más grandes que un humano medio y mucho más fuertes. Este no llegaba el metro y medio. -Dejate ver, vamos a jugar.- Volví a sonreír mientras cogía un palo del suelo y lo lanzaba lejos. -Tráeme el palo.-

por **Bambi D'Gioge** Lun Mar 27, 2017 8:11 pm

La presencia de aquella bestia que en dos patas figuraba mientras se mantenía agazapada tras aquellos arbustos percibiendo el aroma que emanaba aquel intruso en su territorio, de manera instintiva tenía que pelear con aquella bestia intrusa de lo contrario estaría perdiendo su derecho a cazar en esa parte del bosque y no lo permitiría, un lobo jamás lo cede su territorio.

Sus garras en esas sucias uñas y sus dientes que muestra al gruñir al individuo, la ve, es diferente a los que su cabeza recuerda y su aroma también, es más penetrante e idéntico al que destilan los animales después de cenárselos, huele a animal muerto casi podrido. Gruñe más fuerte por ese aroma, levanta su cabeza con esos pelos enmarañados y su rostro sucio lleno de tierra y sangre. Salta sobre el arbusto rondando a la mujer en movimientos sutiles probando sus verdaderos intereses; poco entiende de lo que ella habla y cuando ve el palo salir arrojado se encrespa más mostrándole su hilera de dientes así como su cabeza hacia adelante y sus manos que son como patas delanteras en una postura dispuesta a atacar. Se agacha lo suficiente sin dejar de gruñir como el animal salvaje que es, indicándole tras esos gruñidos que está en su territorio.

Suelta gruñidos como si fueran ladridos hablándole a la mujer en su idioma extraño “Qué quieres, vete este es mi territorio y tú eres una intrusa, largo de aquí o morirás, quieres pelear conmigo, entonces saca tus garras y muéstrame los dientes” eso era lo que manifestaba a a través de sus gruñidos.

Tenía curiosidad de aquella persona frente a ella, pero aquel ser había cruzado su territorio y se había atrevido a atacarla (así veía la acción de aquel palo, un ataque frontal para ella).

Para alguien que vivió más en lo salvaje que lo racional, perdió el intelecto y habla. Ahora es más como una bestia.

por **Dunya** Jue Abr 06, 2017 5:24 am

La pequeña bestia salió de entre los arbustos mostrándome la hilera de dientes mientras que de su pequeño cuerpo salían gruñidos. La acción del palo no pareció agradarle nada, pues ni siquiera lo siguió y continuó con sus ojos fijos en mí mientras gruñía y ladraba. Esto se iba a poner interesante, podía notarlo. El aura de la pequeña licántropa estaba crispado, en cualquier momento podía avalanzarse sobre mí y pese a que era más pequeña que otros licántropos adultos (estaba segura de que tenían que ser más grandes que ella) podía resultar una pelea difícil para mí. Si solamente uno de sus dientes me alcanzaba, me dolería mucho.

-No te entiendo, perrito. ¿No quieres ir a por el palo? ¿Prefieres una roca?- Pregunté de forma retórica, obviamente la pequeña lobita no me iba a poder contestar. Me agaché sin dejar de mirarla, no me gustaría nada que fuese una cobarde y se me abalanzase sobre mi espalda mientras cogía una piedra. Miré la piedra que acababa de coger, me había manchado de barro. Hice una mueca y se la lancé muy muy lejos. -¡Ve, corre! Siempre he querido tener un perro, pero me dan hambre.- Sonreí de forma sarcástica y le mostré yo también los colmillos. Preparada para defenderme si se ponía como una loca. ¿Cómo diablos se mataba a un licántropo? Seguro que esta ocasión era una buena forma de saberlo.

por **Bambi D'Gioge** Jue Abr 27, 2017 6:55 pm

La piedra voló frente a sus ojos quedando a unos cuantos pasos de ella, la quedó observando aquella bestia con algo e interés pero regresó al vista a la persona que invadía su territorio volviendo a gruñirle, una de sus manos, la diestra, como un zarpazo da al aire pidiendo que no se acerque o le atacará, con sus gruñidos pidiendo que no se mueva más hasta que le diga sus razones de estar ahí.

Viendo que aquello no decía más y aun sin saber que era lo que ella decía, comenzó a olfatear el ambiente, no había nada extraño y sus ojos no percibieron aquel color que poseían esos hombres con objetos que estallan y hacen daño (cazadores). Dio unos pasos hacia adelanta olfateando pero también gruñendo pidiendo que la mujer no se moviera, era la primera vez que veía a un humano (aunque fuera inmortal, pero ella desconoce de ellos). Da otros pasos agazapada en sus patas y sus manos contra el suelo acercándose por el costado hasta la espalda de la mujer, en círculo rodeando acercándose lentamente y con cuidado.

A sus sentidos ella olía diferente, algo nuevo para su nariz quería desconfiar en la mujer pero no olía a pólvora pero si como algo marchito como animal muerto, pensó entonces con sus instintos que tenía comida cerca de ella, su rostro cambio acercándose más a la mujer rápidamente buscando entre sus ropas la comida su estómago ruge porque se le ha dificultado cazar liebres en el bosque. Se relaja un poco estando cerca de la mujer sentada contra sus patas traseras esperando por la comida con una sonrisa de desesperación y sus ojos que dicen “Comida, Comida, Comida, Comida. No sé que es perro soy un lobo, loba pero quiero comer ahora y tu hueles a comida traes comida” gruñe pero es más como un lamento de su garganta que pide el alimento. Se para en dos patas con sus patas delanteras (manos) sobre el pecho de la humana sin saber que podría ser peligroso para ella.

por **Dunya** Dom Mayo 21, 2017 6:05 am

La pequeña licántropa ni siquiera se molestó en ver con sus ojos donde caía la maldita piedra. Seguía mirándome con admiración. Olía a perro mojado, pero algo más débil que como olían otros licántropos, según Eros, olían asquerosamente mal. Seguro que con la edad o según iban creciendo, el olor se hacía más intenso, como nos pasaba a los vampiros. ¿A qué olía un vampiro más viejo que Matusalen? Seguro que a huevo podrido o incluso, peor.

La pequeñaja salió de entre los matorrales y se acercó a mí, lo que me provocó que me pusiera más tensa de lo normal. ¿Qué hacía? Desconocía la intención de su acercamiento, pero al ver como seguía acercándose y metía su húmedo hocico entre mi ropa me hizo enseñarle los colmillos. ¿Qué diablos quería? Tras eso, se colocó sentada a dos patas y apoyó las delanteras sobre mi pecho. ¿Iba a atacarme? No lo parecía, pues empezó a gimotear como un cachorro abandonado. Eso me eterneció un poco. ¿Yo amiga de una licántropa? Sabía por instinto, que éramos enemigos naturales, y que esto estaba mal... Pero se veía tan tierna así...

Me agaché un poco para poder mirarla a los pequeños ojos curiosos. Me estaba oliendo en busca de comida o eso interpreté. No tenía nada de comida, pero podíamos jugar a perseguir a algún animal. Me levanté y la miré con una sonrisa. —Venga, vamos a buscar algo para que comas...Seguro que podemos encontrar algo.— Cerré los ojos y me concentré en los ruidos que nos rodeaban. El bosque estaba lleno de vida a estas horas, los búhos volaban en busca de ratones, los conejos y las liebres se escondían... Pero no iban a tener escondite para librarse de nosotras. Escuché un ruido, pertenecía a una liebre que estaba comiendo tranquila, a unos kilómetros de nosotras. Abrí los ojos y le hice una señal a la pequeña para que me siguiese.

por **Bambi D'Gioge** Sáb Mayo 27, 2017 7:37 pm

Se separó de la mujer sentada contra el suelo su cabeza se ladeaba de lado a lado sin comprender lo que decía, mantuvo el silencio sin emitir sonido alguno observando quieta los movimientos de aquella extraña presencia, solo su olfato se movía para olisquear el aroma del bosque. No comprende nada de lo que la mujer le habla ni lo que hace aunque lo imita por unos momentos sin saber que buscar o a que se debe sus reacciones.

Sus ojos se abren completos mirando a la oscuridad que rodea el bosque, pero no se mueve de su sitio se queda quieta sentada mirando las señas de la mujer quiere dar un paso pero algo la mantiene atada ahí, cuando va siguiendo a la mujer, el sonido de los arbustos que se mueven y de los que salen un sonido de explosión obliga a la cachorra a correr gruñendo contra aquellos arbustos. El aroma de pólvora se hace más fuerte tal como de otras presencias, aquellos que siempre están buscando cazarla. Gruñe a la mujer como si le pidiera que se cubriera, pero antes de hacer más se aleja corriendo, adentrándose al bosque.

Tiene poca fuerza por la falta de alimento, por lo que correr más la cansa rápido, no puede huir mucho y lo sabe, los lleva a un lugar seguro para ella donde los espera gruñéndoles, uno de ellos un joven sonríe al verla pero ella no hace otra cosa que mostrar esos sucios dientes y sus uñas que se clavan a la tierra, le muchacho saca un puñal acercándose a la loba pero esta le muerde la mano que tiene cerca, las maldiciones no se hacen esperar y arremete contra la cachorra que esquiva un poco el cuchillo dando un salto al cuello del muchacho mordiéndole lo suficiente como para perforarle el cuello matándolo, huele al cuerpo que comienza a devorar rasgando la piel llegando a la carne. Cubierta de sangre lleva un trozo de comida en su hocico, corriendo en dirección a donde estaba la mujer para compartir con ella un poco de lo que ha conseguido.

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