Diversión al amanecer

Recuerdo del primer mensaje :

No llovía, ni hacía viento, ni si quiera había estrellas en el cielo. Parecía que el tiempo se había parado, igual que siempre que decidía salir. Por alguna extraña razón tenía una especie de fetiche por las noches nubladas. Podría ser porque ni si quiera la luz de la luna podía molestarme, o porque quizás apreciaba más la belleza de lo que me rodeaba y no me concentraba sólo en buscar las estrellas que llevaban tantos años acompañándome.

Mi pie derecho golpeó una pequeña piedra de las muchas que había en el asfalto. Estaba esperando a que me dijeran que podía seguir avanzando sin presencia de algún cazador. Yo nunca me enzarzaba en peleas ¿Y cómo lo evitaba? Saliendo con 5 idiotas más que cuidaban de mi, y yo de ellos. Siempre llevaba dos delante, dos detrás y uno que iba a mi lado. Ese solía no tener lengua. Porque no me gustaba que me hablasen de banalidades, estupideces o me contasen sus preocupaciones. Bastante tenía yo con las mías, y si quería un amigo jamás lo buscaría en mi propia casa.

Alcé al vista mientras acomodaba mi capa - ¿Listo? - pregunté a el vampiro que se había adelantado, en cuando asintió una sonrisa se dibujó en mi rostro y me encaminé hacía la calle que parecía estar libre y dispuesta a recibirme con los brazos abiertos.

No tarde en arrugar el morro al notar el olor a meado, barro, mierda de caballo y otras cosas desagradables que solían apelmazarse en los callejones de aquellas zonas, pero por el mismo motivo que por el que me gustaban las noches nubladas, adoraba visitar aquellas viejas casas y tabernas, y pasar las largas mañanas encerrado en alguno de esos salones, mientras lo mundano ocurría detrás de las ventanas, bajo la atenta mirada del sol.

Nos adentramos en un edificio bastante cochambroso. Donde fuimos recibidos por una familia que pronto fue despachada, se quedó solamente la hija de ellos, ya adulta. Una preciosidad que se quedó enamorada de mi presencia ¿Cómo iba a echarla si me deseaba? Quien era yo para prohibirla de algo tan maravilloso como el sueño de una mañana?. Acomodado en el gran salón de madera los invitados que yo mismo convidé acomodaron la sala, quitando todos los muebles, apartándolos hasta convertir aquello en una pista de baile. Al fondo se colocaron los músicos, humanos. Después entraron las bailarinas, había de todo, y finalmente todos los invitados.... venía de mi parte, eran todos de mi clase.

La música comenzó a resonar, en cuanto el prime rayo de sol receloso trató de colarse por las cortinas aterciopeladas de color granate. Mi más fiel acompañante mudo acomodó la cortina, y después me dio el visto bueno del lugar, me levanté de mi sillón, y busqué a la joven muchacha, a la cual se le iluminaron los ojos cuando la saqué a bailar. Maravilloso don el de la eternidad.

La duda de que estaba ocurriendo le envolvía y la espera a que Mia Belanger le diese una pista estaba más que aparente en la mirada pasiva del vampiro. Faltó escuchar las últimas palabras que ella le dedicó para comprender en que había andado Zack esta vez. Le había cambiado las apariencias a alguien pelirrojo, por lo que pudo deducir. Él era moreno como la noche, y decirle que debía de elegir un perfil rubio para la próxima jugada dejaba todo más que claro.

La lengua de Jacques volvió a mojar una vez más sus labios, enrojeciendolos levemente por los vestigios de su cena. No iba a volver a contestar ni a darla explicaciones sobre sus cacerías, pues ella sólo era una más, y cuando le devolvió el apretón de manos, no dudo en finalizar la velada de una forma brusca.

Ágilmente tiró de ella para girarla, apoyando la espalda de la rubia en su pecho. Rodeando con el brazo derecho su cuerpo, utilizó el izquierdo para apartar el cabello - Habéis sobrepasado los limites de valimiento - casi sin dejarla respirar ante la confesión letal clavó de nuevo sus colmillos en ella, esta vez sin diligencia.

Bebió de la joven sosteniendo su cuerpo entre sus brazos, sin permitirla zafarse, hasta que la notó desfallecer, entonces la soltó con cuidado de que al caer no se rompiese el cuello o la cabeza. Zarek apareció frente a ellos, murmurando que alguien había dado la voz de alerta. Jax se limpió los labios con el dorso de su mano, pues había devorando a la muchacha, y esquivando el cuerpo pasando sobre él, abandonó la sala, provocando que el hechizo se rompiese y todo el mundo fuese consciente de que en medio del salón, una mujer estaba a punto de perder el conocimiento.

-Soy conciente de mi error...-Intente safarme sin ningún éxito de su agarre era demaciado fuerte, el pánico se apoderó de mi al sentir los afiliados colmillos volver a penetrar mi piel, el dolor esta vez fue más fuerte pues ya había sido mordida momentos antes. Quería gritar y pedir ayuda pero la voz no salía casi no podía respirar y entonces deje de luchar ya que recordé que mi hermano estaba aquí no quería que le lastimasen por mí culpa. Cerré los ojos lo mejor era finguir así que afloje mi cuerpo de manera creíble, cierto que la sangre que ese vampiro había tomado sin miramientos había sido excesiva pero aún tenía la suficiente fuerza para querer salir de esta.

Sentí el frío suelo en mi espalda, no abrí para nada los ojos solo me limité a reducir mi respiración lo más posible , el ya había tomado lo que quería así que solo tenía que esperar a que se fuera y que la pesadilla terminara oí el murmuró de otro hombre y después nada.

Aquella sala de pronto pareció salir de la ensoñación creada por ese vampiro y todos se dieron cuenta que en medio de la sala había un muchacho en el suelo entonces fui conciente que Han me movía preocupado.

-Es mi hermano..Yo me encargo- dijo evitando que se acercarán para que nadie notarse que era mujer-Que diablos te paso Mía
...pregunto levantándome para salir del lugar rápidamente sin percatarse de la herida en mi cuello el cual tapaba con toda demencia

-Solo...Quiero ir a casa, te cuento mañana-solo oí que preguntaba si estaba bien yo solo asentí era obvio que no diría ni una sola palabra está había sido una noche demaciado macabra que por poco más y no la cuento. Por fin salimos del oscuro edificio dejando atrás todo lo sucedido...