Bloody Night ~ Privado

Susurros la desconcertaban, tenía sed ciertamente, hacia una noche entera que no se había deleitado con la sangre de algún galan, lo cierto era que Bloondy sentía especial debilidad por la sangre de los varones, mucho más que por la de las mujeres. Era simplemente una preferencía, pero no hacía ascos a probar la dulce sangre de una doncella si no había más remedio, al fin y al cabo el hambre era eso...el hambre. Se relamía mientras paseaba por las calles de París, haciendose pasar por una elegante dama inglesa. Ella era inglesa, pero tenía una bonita residencia en París, una mansión en la que convivía normalmente con su hermano, su mente se desvió a pensar donde se podría encontrar este. Ya vendrá pensó la joven vampiresa. Su hermano era influyente...era él quien llevaba los negocios y ella disfrutaba de las ventajas de las riquezas.

Sacudió levemente la cabeza tocandose la sien acariciandola con los dedos, incesante...perturvadoras..a veces no callaban. Le daban ideas, a veces realmente inquietantes. Pero lo peor de todo era que a veces la vampiresa pensaba que esas sugerencias eran buena idea, y cuando las tomaba por buenas idea era cuando había problemas. Sacudía levemente su azabache melena para tratar de despejar la mente, cosa imposible, pero la servía para captar la atención en terceras cosas, como por ejemplo una deliciosa y suculenta caza, miraba a los que por la calle paseaban, algunos en direccion a tabernas o lugares ociosos, pues ya era de noche, otros en cambio parecían haber decidido que ya era hora de regresar a sus hogares. Ella sonrió de medio lado por ello, las reglas para ella habían cambiado hace ya algún tiempo. Suspiró y proseguía su camino, quizas buscando algun sitio donde el rebaño, como ella lo llamaba, fuese apetecible. Tardó en decidirse a donde entrar, pero al final encontró el lugar idoneo para una caza, entró en una taberna...la miró arqueando una ceja. Era elegante, eso desde luego, Bloondy se llevé educadamente la mano a sus rojos labios, cubriendose la boca cuando uno de los susurros sugirió una masacre ahí mismo. Pero no, esta vez no la haría caso, solo le había hecho gracia la sugerencia de su propia mente ¿Que clase de monstruo sería si lo hiciese? No, Bloondy tenía su criterio bien definido.

Al entrar buscó un lugar oscuro donde sentarse y observar a las posibles presas que podrían entrar en el menú de la noche. Ella sonreía levemente de medio lado, de casi forma imperceptible, al sentarse se pidió el vino mas afrutado que allí pudieran servir, es importante no levantar sospechas. Y empezó a ojear la zona, buscando a los hombres que más le llamasen la atención fisicamente y por el aroma. La vampiresa tercía a concentrarse mucho cuando en busca de su presa, tanto que pasó absolutamente por alto otro aroma que también se encontraba en el mismo sitio. Más su vista se había fijado en un joven atractivo, sus pupilas se dilataron que casi parecía que los ojos de la joven eran completamente negros. Se relamía imaginandose ya sus colmillos acariciando la piel del joven y el sabor de la sangre.

Me había dado cuenta en el tiempo que llevaba en aquel lugar que no era la única vampira que se encontraba sentada, ella al igual que yo permanecía sentada oculta entre las sombras en una mesa apartada, sonreí de lado porque nos dejábamos llevar por la oscuridad que rondaba nuestra vida, aunque fuera una mera coincidencia el hecho de habernos sentado en un lugar discreto y apartado. Así era como mejor encontrábamos a nuestras víctimas, o al menos así era como lo hacía yo. Yo ya había elegido mí presa y esperaba que la vampira que había en el local no fuera ni tuviera los mismos gustos que tenía yo.

La copa que había pedido cuando entré ya se había acabado y no veía más motivos para retrasar lo inminente, no me gustaba al beber que la sangre tuviera ese gusto a alcohol, así que antes de que le siguieran sirviendo más copas a aquel hombre y dejar que su sangre y su cuerpo se llenara de este decidí levantarme decidida a acercarme hacia el grupo de hombres con quien estaba sentado, fijando mí mirada en el que había escogido como víctima aquella noche, y con una sonrisa sin dejar que mis colmillos fueran para nada visibles.

Mí paso era lento, mis caderas se movían con cada paso que daba acercándome como una depredadora que está acechando a su presa sin que esta siquiera se diera cuenta, terminé por acercarme poniéndome a su lado de pie entre silla y silla y, como la buena educación que me habían dado, saludé dando las buenas noches a los que estaban presentes. Parecía hasta casi inocente con mí tono de voz, pero en el fondo un deje y un matiz de seducción estaba impregnado en cada una de mis palabras logrando así mí objetivo. Alguno de ellos no tardaron en invitarme a que me uniera a ellos a lo que me negué con una sonrisa que no dejó entrever mis colmillos, algo que con el paso de los siglos había perfeccionado.

Me incliné para hablar esa vez al oído de mí víctima mientras los demás hombres habían parecido entender que mí atención recaía en su amigo, las palabras justas, el tono adecuado y ya lo tenía justo donde lo quería. Su olor era más patente estando ahora más cerca y controlé el impulso de hundir mis colmillos en su piel, él parecía contentarse con lo que escuchaba y nuestros ojos se cruzaron, cuando vi la sonrisa en su rostro supe que ya lo tenía. Eran tan fáciles de convencer algunos humanos, solamente tenías que decirles lo que querían escuchar, un tono bajo, susurrante, inocente pero que en el fondo era totalmente provocador… eso los volvía completamente locos. Más si era una mujer quien daba el paso y les pedía que la acompañaran a dar una vuelta, claro que lo que él no iba a saber es que iba a ser la última vez que disfrutara con vida, porque esa noche sería su fin.


-Caballeros –me erguí para ver a los demás hombres sentados e hice un gesto con la cabeza como si me despidiera de todos en general- pasen buena noche –miré por última vez a mí víctima y dejando que mí mano recorriera en un trazo lento de hombro a hombro me alejé hacia la puerta donde lo esperaría para comenzar con todo aquel teatro. Mordí mí labio ante la espera mientras él se pensaba que iba a conseguir mucho más de mí que un simple paseo, su mente era como un libro abierto para mí… mas no sabía que, de esa noche, no pasaría.

Su mirada se perdia en la nada, lamentablemente esto era algo que ocurría demasiado amenudo, sus ojos paseaban por el vacio mientras meditaba, antes de despertar de su trance volvió a mirar a quien deseaba que fuese su siguiente bocadito de vital sangre deliciosa, calida...dulce...se relamió incoscientemente, sin estar atenta a nada, fue por ello, que pasó por alto algunos acontecimientos y sobretodo, alguna presencia gracias a estos lapsus que parecían atacar a la vampiresa de vez en cuando, sonrió de medio lado antes de despertar del trance y mirar hacía la mesa, donde alzo una ceja al ver a una dama acercarse a la mesa de su elegido. Pudo percivir algo estraño en la joven, pero no estaba lo suficientemente atenta como para usar su habilidad de perfección del aura, estaba demasiado ocupada observando al que quería que fuese su trago.

Se relamió nuevamente pensando en la dulce sangre, hasta que se percató del coqueteo de aquella dama, y la reacción de la mesa de caballeros ante sus encantos .-Por todos los cristales rotos..- Susurró para sí misma, mientras entrecerró los ojos con cierto aire enfadado, de haber tenido una copa en la mano quizás la hubiese hecho trizas. Gruñó de manera imperceptible observando aquella escena, como se marchaba con sus elegantes pasos, como lanzaba esas miradas seductoras, los ojos de Bloondy se deslizaron hasta la mesa de los caballeros. Parece que los encantos de aquella dama surtieron su efecto, al menos el deseado por ella, por que la miraron como bobos impresionados, pero Bloondy emitió un bufido cuando vió que aquel al que ella quería probar se levantaba.

Bloondy se dió con su palida mano en la frente, exasperada al ver que se levantaba para ir tras la damisela que se presentó ante ellos, pero Bloondy no tenía intención de rendirse, ni mucho menos con un trago tan apetecible, tenía muchas quisquillosas manias, pero eso fue lo que la empujó a levantarse tambien, ahora era ella quien emplearía la caza. O esa era su intención, se acicaló sacando un pequeño espejo para comprobar que estaba perfecta. Siguió con cautela a aquel joven, los planes habían cambiado, ella le seguiría a él y a la otra joven, no suele cazar por partida doble, pero se había encaprichado. Los susurros le sugirieron que lo hiciese, igual en lugar de una presa tenía dos, aunque tendría despues que manejar la situación, no es lo mismo cazar a uno que a dos, "igual es una damisela asustadiza, eso suena divertido" pensó para sí misma, imaginandose algunas situaciones comicas en la que la otra dama ve su naturaleza y huye despavorida...pero tampoco podría dejarla ver su naturaleza sin añadir un apice de confusión a su mente. ¡¡Hay que protegerla!!. Siguió al joven con disimuladamente aunque este se fue detrás de la otra dama.

Había sido tan fácil engatusar a aquellos hombres que realmente era un juego de niños, ni siquiera había hecho falta utilizar el poder de seducción para que todos cayeran en la trampa de telaraña que había formado para ellos, cayendo en mis redes. Casi tuve que aguantarme la risa mientras fingía una inocencia no que tenía y que nunca había pretendido tener delante de ellos, al ver lo sumamente fáciles que podían ser y lo poco que costaba que cayeran. Faltaban las palabras justas, las miradas algo inocentes, el tono adecuado y… ya los tenías, eran como chasquear los dedos y que cambiaran de actitud de forma rápida. El que había decidido que esa noche sería mí cena tras dejar un leve toque de mis dedos en su nuca antes de ir a la puerta ya se había convencido de que tenía una noche de diversión y placer por delante, claro que, la que más iba a obtener placer precisamente iba a ser yo… y no él.

Esperé en la puerta sabiendo que se estaba despidiendo de todos seguramente pensando que iba a ser una noche para él que acabaría sin duda mejor de lo que él mismo había pensado, cuan equivocado estaba al no saber que yo era la cazadora y él la presa. Una sonrisa inocente cuando salió y me cedió su brazo para que me cogiera a él y comenzáramos a andar. Podía sentir su sangre correr por sus venas, casi era como poder sentirla entre mis labios al tener mis colmillos hundidos en su cuello, cálida, revitalizante… llenándome y saciándome de sed y de vida, una vida que nos había sido arrebatada y de la que nos hacía presas y esclavos de la sangre.

Pude sentir mientras paseábamos la presencia de la misma vampira que había estado en el local y no sabía si era mera casualidad o no, así que mientras seguía una conversación con aquel joven que para nada era un tema que me gustara o quisiera hablar con él lo fui conduciendo por las calles de la ciudad con la única intención de saber si la vampira no seguía, o seguía su camino. En aquel mundo pocas eran las casualidades cuando se trataban de seres de la noche, si nos seguía todo el rato bien podía ser porque quería la misma presa, o bien porque alguna oscura intención tenía para conmigo.

El joven no dejaba de hablar sobre su vida, que era de una familia adinerada y acomodada y que quería seguir los pasos de su padre en la banca, que tendría un puesto cuando él terminara y ocuparía su sitio. No me interesaba para nada lo que me estaba relatando, sobre todo porque no iba a poder disfrutar de dicho trabajo ni de relevar a su padre… solo podía pensar en la vena de su cuello palpitaba, llamándome, tentándome a que la probara. Decidí que era hora de pasar al siguiente nivel, así que tiré de su brazo para conducirlo a un callejón lejos de la vista de todos, donde él no dudó en pegar mí espalda contra la pared y pegar su cuerpo al mío.


-¿Esto es lo que quieres, muñequita? –Sus labios ya empezaban a perfilar mí cuello aunque poco iba a saber él que mí sonrisa, esa que pensaba que respondía a su pregunta, era más bien porque de muñequita tenía más bien poco, y porque no era precisamente lo que quería. Cambié las tornas y lo dejé a él contra la pared sonriéndole de forma coqueta.
-Te quiero a ti –fue lo único que dije, claro que no añadí que lo que quería era su sangre y él parecía conforme con ello. No me importó, deslicé mis labios por su cuello mientras él me daba acceso y… mis colmillos se hundieron en la cálida piel de su cuello, dejando que la sangre brotara y me llenara. Él lanzó un gemido e intentó apartarme pero mí fuerza era mayor e hice que ladeara más su cabeza mientras seguía bebiendo de él que emitía leves jadeos. Siempre tenían ese efecto nuestros mordiscos, afrodisíacos, una muerte placentera y dulce. Noté la presencia de la vampira y dejé de beber observándola en la entrada del callejón, pasando mí lengua por la herida del joven y sonreí- Mira querido, creo que tenemos compañía –su mirada fue a la mía, estaba un poco turbia por la pérdida de sangre y le sonreí- ¿Quieres que se una a nosotros? –Su sonrisa débil y su mirada se desvió hacia la otra vampira- Sí, ¿verdad? Pídeselo –murmuré haciendo uso de mi poder para que aceptara en ello viendo como extendía su mano hacia la vampira y le rogaba a que se acercara, hecho que me produjo una sonrisa en los labios- ¿Qué dices, vampira? Ya has llegado hasta aquí, ¿quieres un poco? El humano está deseando que lo pruebes, sus pensamientos lascivos corren en dirección hacia las dos… no creo que haga falta decirte qué está pensando –reí entre dientes mientras el humano, embriagado por mí poder, recorría mí cintura con sus dedos y llamaba a la otra vampira para que se acercara.  

Seguia los pasos de la pareja a distancia prudente, mientras tenía una frenetica conversación susurrando con las propias voces, algo normal en ella, las frias calles no hacían más que pronunciar el eco de los pasos, por un momento pensó en quitarse sus elegantes botines de tacon para caminar descalza y hacer menos ruido al andar, por que ponerse a levitar iba a ser harto inquietante para todo aquel que dirigiese la vista hacía la joven, que mascullaba en su discursión por que la presa se fue con otro, que tras un rato caminando pudó experimentar el aroma de otro vastago. Eso dió bastante luz sobre lo que había ocurrido en aquel tugurio de mala muerte, pero luego torció el gesto, ¿así que otro vastago? eso podría verse de dos maneras según la actitud.

Apretó el paso notablemante, si es otro vastago estaba clara cuales eran sus intenciones, y eso podría ser bueno o malo, Bloondy no lo tenía del todo claro, un encuentro con otro cainitia podía significar muchas cosas, ¿quizás un coto de caza solicitado? no...de todas formas no hay por que ser hostil, no en principio. -La calma es una virtud. - Le respondió a una voz bastante impertinente que le dió macabras ideas que en ese momento no veía necesario. Gruñó para sí misma, pero la curiosidad le invadía al mismo tiempo que el desconcierto se apoderaba de ella.

Sus ojos se abrieron notablemente, sus pupilas se dilataron y suspiró profundamente. Se relamió cuando el aroma a sangre percivió, era instintivo...no podía evitarlo aunque lo que ella pensaba era bastante distante a lo que sus deseos se cernian. Avanzó a paso rapido, entonces se encontró con aquella hermosa vastago y al que había pretendido que fuese su presa aquella noche. Se quedó algo petrificada, entre el aroma a sangre y la escena. obsevó con atención a aquella dama que ahora tenía los labios inundados en la dulce sangre de aquel joven que estaba en extasis y jadeando por la perdida de sangre. Bloondy paseó la vista entre ellos dos y alzo una ceja, sintió un desgarro en su mente cuando escuchó la palabra "vampira" y no pudo evitar sacudir la cabeza como cuando escuchas un chirrido demasiado agudo. Miró a la bella dama. -Hablas demasiado a la ligera y es un peligro romperla, no debe romperse el velo, los lobos no quieren que las ovejas sepan de ellos. - Dijo quizás de una manera un cuanto extraña, sabía que era posible que a la otra vastago no la entendiese bien, pero eso era algo que estaba dentro de las posibilidades.

Entrecerró los ojos mirandoles a ambos meditando en la proposición de la misteriosa dama que de su condición era. -Por muy lascivo que suenen sus pensamientos...y por muy deliciosa que su sangre sea os sugiero que no encuentre su final, ni a manos mias...ni a colmillos vuestros..no se matan a los inocentes. - Dijo con un compulsivo autoconvencimiento alzando una ceja levemente, la verdad es que la sed la embargaba, pero antes quería comprovar las intenciones de aquella hermosa mujer.

Mis ojos ahora rojos por estar bebiendo del cuello de aquel humano se fijaron en la vampira que nos había estado siguiendo y que ahora estaba inmóvil al principio de aquel callejón. Su mirada estaba puesta en nosotros y aproveché para quitar mí boca del cuello y lamer la sangre que caía por los orificios de este no dejando que las gotas se perdieran por su ropa. La invitación era más que clara y el humano, ahora bastante ebrio y embriagado en el estado al que lo había llevado la llamó también como si la necesitara… ah! Era tan fácil llevar por un camino u otro a los humanos para que todo fuera algo mucho más divertido, como por ejemplo ahora estaba pasando en ese momento.

Esperé con mis ojos puestos en la vampira a ver qué era lo que decía sobre la proposición, no era de compartir una presa pero tenía que admitir que tenía cierta curiosidad en saber por qué nos había estado siguiendo hasta aquel lugar, porque las casualidades no existían. No sabía si era por el humano, por su sangre o porque le había llamado la atención como me había llamado a mí estando en aquella taberna. No pude evitar reír entre dientes cuando, de aquella forma, me dijo que no debería de haber dicho en voz alta lo que éramos como si el pronunciarlo hiciera que aparecieran cazadores de la nada y nos apesaran, o de alguna forma se rompiera la “magia” y un mundo lleno de seres de la noche se alzara ante el humano. En aquel estado no iba a recordar absolutamente nada cuando despertara, si es que no lo mataba del todo.


-¿Te preocupas porque se entere de lo que somos? Ya le he mordido, prueba más que suficiente de que no soy una humana más que se mezcla entre la multitud… ¿tienes miedo de que sepa lo que eres? –Enarqué una ceja porque, sino, ¿qué otro sentido tendría el que me lo dijera? La miré con una sonrisa de soslayo mientras el humano seguía en ese estado bajo mí influjo, como si no fuera consciente de sus actos y es que precisamente así era, sumido como en un sueño del cual si quedaba con vida no iba a recordar nada. La vampira me advirtió de que no acabara con su vida, que no se mataban inocentes… aquello me recordó a mi primer siglo de vida. Me negaba en matar a aquellos de los que me alimentaba porque no lo veía ético, pero, ¿acaso los humanos no matan a los animales que se comen? Era un poco diferente y, si te ponías a pensarlo, más macabro lo que hacían los humanos que los vampiros. Nosotros podíamos tener la opción de no matar, en cambio ellos ni siquiera la tenían… y nos llamaban a nosotros monstruos, solo porque alguien estaba por encima de ellos en la cadena alimenticia y se sentían amenazados. Mi dedo se paseó por el cuello del hombre donde le había mordido y lo miré a él viendo el estado en el que estaba y luego a la vampira- Sé que su sangre te llama y te tienta, sino, ¿por qué nos habrías seguido hasta aquí? Es cierto, es un inocente y puedo decidir si lo dejo con vida o lo mato… si resulta que lo dejo con vida no se acordará de nada, se despertará con la mente enturbiada y no recordará qué paso después de que salió de la taberna pero… si lo mato –la miré sonriendo de forma ladina- ¿qué harás tú? ¿Es una amenaza? –Reí de forma corta- Una vampira que se preocupa por dejar vivo a su presa, como cazadora que soy, a veces no me gusta dejar… rastros –me separé un poco del humano que aún seguía buscándome con sus manos y sin dejar de mirarla- ¿Quieres beber de él? Hazlo, por ese mismo motivo has venido hasta aquí que no solo para mirar. Podemos beber las dos de él y dejar que el pobre cumpla una pequeña fantasía aunque sea en sus mundos oníricos… y aunque no sea tal y como a él le gustaría –hice una pequeña pausa- Tú dices si esto se convierte en algo de diversión o no, todo puede ser mucho más divertido.

Ella se mordía el labio inferior sin apenas parpadear, observando a la otra vampiresa y al hombre, las palabras le sonaban ladinas y llenas de segundas intenciones, pero ella no se achanto, aunque podía percibir que aquella vampiresa era posiblemente más antigua que ella, ladeo la cabeza y se acercó con cautela buscando el sabor de la sangre, paso al lado de aquella dulce y hermosa mujer. -¿Miedo? no...pero no me gusta que ellos sepan de mi al igual que al lobo no le gusta que las ovejas sepan de ellos...es logico...solo uso la cabeza...- Se rió de su propio chiste "¿usas la cabeza eh? ¡ja!" Se rió nuevamente cubriendose la boca con la mano, aunque sin duda eso podia desconcertar a la otra dama. -Miedo dice...eres buena cazando tienes buen gusto...te fijastes en el mismo que yo...pero..aprecias demasiado poco tu condición, quizás muchos años que te volvistes descuidada jijii. - No pudo evitar beber un par de sorbos de aquel hombre.

Miró a la otra dama y sus comentarios, sin duda algo maliciosos o esa era la percepción de Bloondy, se relamía la sangre de los labios y sacaba su pequeño espejo para asegurar su perfecto aspecto sin rastros de sangre. -Conozco perfectamente la diversión....me encanta jugar con el ganado...es divertido confundirlo, a veces hasta asustarlo, pero no se matan inocentes...eso esta muy mal. - Se cruzó de brazos, observó el estado de aquel hombre que en extasis se encontraba, procurando que no se hubiese excedido en esos dos tragos que le dió, parecía que aun aguantaria un poco más. Ladeo la cabeza, la verdad que ese trago había sido bien revitalizante, mientras miraba a aquella dama vampiresa. -Eres encantadoramente descarada. - Dijo simplemente, a veces solo podía decir lo que se le pasaba por la cabeza.

-Solo simple y llanamente no te voy a dejar matarlo..delante de mí los inocentes no deben morir, o perderas parte de ti y una bestia vestida con tu piel hambrienta y asustada tomara tu lugar.- Susurró con un tremendo convecimiento en sus palabras, creyendo aferrimamente en ese desafortunado final para los vampiros. Conviciones que ella en su conversión cogió y muy dificilmente se las quitará de la cabeza. -Así que disfrutar de su dulce vitae, pero sin pasarse....o pensadlo de esta forma...si lo matais no podreis volver a degustar tan delicioso y calido liquido rojo. -Divagó entre sus pensamientos, despues se cruzó de brazos frente a ella.

Aquella vampira que nos había estado siguiendo hasta dar con nosotros en aquel callejón ahora fijaba sus ojos en nosotros mientras el humano se mantenía en aquel estado de éxtasis del cual no podría salir al menos que yo así lo quisiera, pero no era el momento todavía. Esperaba las cartas que iba a tomar la joven vampira que ahora nos miraba sin saber si al final tomaría partido o no de la invitación que le había hecho. Al parecer al final había decido acercarse hacia el humano alegando que no tenía miedo alguno, pero que no le gustaba que supieran lo que éramos… bueno, si luego podías manejar su mente era bastante fácil no hacerles recordar absolutamente nada. Sonreí al decirme que era buena cazando y que tenía buen gusto, pero para ella había sido demasiado descuidada… o no, para nada. No cuando sabía que la inquisición nos buscaba así también como los cazadores que estaba últimamente bastante atentos y cazando no solo a los de nuestra especie, sino también licántropos. Aunque estos últimos no me importaban en lo más absoluto.

Me aparté un poco del humano, lo justo para que la vampira pudiera hundir sus colmillos en el cuello del humano y permitirle beber de él, este gimió ante el mordisco pero ella enseguida se alejó con apenas un par de sorbos. Sacó un espejo para arreglarse que me hizo reír entre dientes observándola escuchando sus palabras, alegando que también le gustaba jugar con el ganado tal y como me gustaba hacer a mí. Era consciente del local que había en París donde muchos humanos se entregaban para que bebieras de ellos, pero no era exactamente lo que andaba buscando.


-Sí, me gusta la sensación de perseguir a una presa, rondarla, cazarla… es tremendamente excitante saber que la estás acechando y que ni siquiera se da cuenta, solo cuando ya es demasiado tarde y no puede hacer nada por convertirse en la víctima –le sonreí de lado cuando dijo aquellas palabras de mí- Siempre pretendo serlo, querida –hice una pausa escuchando sus últimas palabras, decía que no iba a dejar que lo matara delante de ella y que además pensara que si lo dejaba con vida quería decir que otra vez podría disfrutar de su sangre cuando quisiera- Es un buen argumento –me crucé de brazos, tras sus palabras, no me apetecía entablar una pelea con aquella vampira por ver si mataba o dejaba con vida al humano, no era lo que buscaba aquella noche. Quería diversión y aunque quizás en otro momento aquel enfrentamiento hasta yo misma lo hubiera podido provocar y buscar, no era esa la noche- Está bien, no lo mataré. Dejaré que piense que ha bebido hasta acabar tirado en un callejón y con vida, pero no recordará nada de esta noche y mucho menos a alguna de nosotras… claro que, si lo dejo con vida, eso quiere decir que tú también podrás beber de él en otro momento –Sonreí, ladina- no me gusta compartir las cosas pero… ya que he hecho una excepción contigo, ¿por qué no hacerla entera? Vivirá –aseguré apartándome del humano, no debíamos de pasarnos de beber de su sangre si era eso lo que buscábamos, por mí parte ya había bebido más que suficiente como para no tenerlo que volver a beber de él- Me llamo Sunshine –me fijé en ella y sonreí- ¿Con quién he tenido el honor de… compartir presa? –Pregunté para que me dijera su nombre ahora que yo me había preguntado- Dime, ¿tienes algún plan para esta noche? No llevo ningún rumbo así que quizás nos encontremos un poco de diversión juntas a lo largo d esta…

Sin duda una sonrisa frivola se dibujo en el rostro de la vampiresa, de echo empezó a desarrollar mayor interes por la vampiresa que había encontrado durante la caceria, se relamía aun degustando el sabor de la sangre de aquel joven, aunque no pudo resistirse a un ultimo trago. Más despues volvió a mirar a la otra vampiresa, se estiró su vestido con la mano y con una elegante reverencia se inclinó frente a ella. -Vuestro nombre es mistico, me gusta...yo soy Lady Bloondy Ivy Blackbird...Podeis llamarme Bloondy simplemente mi Lady.- La sonrió ampliamente y empezó un examen ocular más atento con aquella vampiresa, fijandose en su peinado, su estilo...uhm la olisqueó percibiendo su aroma. La verdad es que Bloondy no había tenido mucho contacto con otros vampiros, así que le dabana cierta curiosidad. -En realidad tenía más intenciones de seguir con cacería, quiero degustar algunos sabores distintos de la sangre...me divierte mucho hacer eso..sobre todo de hombres que encuentre atractivos- Dijo mientras entrelazaba sus dedos en su espalda.

Se apartó del cuerpo de aquel hombre y lo señalo .-Impresionarme con vuestras habilidades de como finalizais la relación con tus presas querida...- Se hizo a un lado para dejarla hacer y observarla con atención, mientras sonreía ampliamente, los susurros en su mente se mantenía tranquilos solo en susurros confusos, tenía muchas ganas de conocer más a esa joven vampiresa. -¿Te acuerdas de como eras cuando estabas viva?- Musitó prontamente observandola, quizás con un simple animo de conversar y ver como se comportaba otros de su especie, sobre todo una dama que estaba tan segura de su belleza que se había atrevido insinuarse sin miedo para que la presa elegida la siguiese cuan perrito faldero y estuviese dispuesto a hacer lo que ella hubiese deseado visto lo visto. Ella tenía otro modo de actuar, generalmente su mente algo confusa para otros hacía que a veces inquetase a otros, lo cual para cazar a veces la frustraba.

Sonrió mirando a su amiga. -¿Y dime este es tu coto de caza o solo vas donde mejor aroma se percibe como hago yo?- Casi parecía una joven colegiala cogiendo apuntes de comportamiento si bien no estaba segura, podía oler su antigüedad, el poder que contenía su sangre. Casi incluso le rozaba lo apetitoso, pero ciertamente Bloondy tenía mucha preferencía sobre los hombres a la hora de alimentarse. Sonrió y miró a su alrededor. -Y si se me permite más curiosidad todavia....¿donde está vuestro Sire? - Dijo observando a su alrededor, lo cierto es que ella adoraba al suyo, lo amaba profundamente, pero ciertamente no sabía como otros vampiros solian llevarse con sus propios creadores, y ahora desahogaba todas sus preguntas a terceros, solo por la simple curiosidad de ver como veían otros su posición de lobo sobre los corderos....de como el mundo era la presa practicamente, inclinó la cabeza relamiendose para volver a esbozar una sonrisa, quizás algo sinuosa y oscura.

Observé como la vampiresa que tenía frente a mí volvía a acercare una última vez al humano para beber unos últimos tragos antes de alejarnos de él y no seguir bebiendo más de sangre, ya había perdido una cantidad suficiente como para poder seguir con vida. Le sonreí cuando dijo que tenía pensado seguir con más cacería, algo que me sonó tremendamente divertido y que si me dejaba me uniría a ella, para ver en esa ocasión cómo ella lograba sus presas pues cada uno tenía una forma distinta de hacerlo. La observé presentarse y hacer aquella reverencia tan graciosa que no pude evitar corresponderla, escuchando el nombre tan largo que me había dicho y que me hizo pensar que debía de pertenecer a la clase alta, quizás poseía algún título noble aunque me alegré de que lo acortara solamente a Bloondy.


-Encantada Bloondy, vuestro nombre también es peculiar, se parece mucho a la plabra… sangre –le sonreí levemente y luego reí entre dientes por la mención de mí nombre- Un poco irónico que lleve por nombre aquello que nos puede matar, ¿no crees? Mis padres no pensaron que su hija algún día se convertiría en lo que es y no vieron… “inofensivo” ponerme tal nombre –era algo que muchos vampiros me habían comentado y, aunque alguna vez me habían dicho que por qué no lo cambiaba, la verdad es que incluso hasta a mí a veces me hacía gracia portar tal nombre. Echas las presentaciones pasé a encargarme del humano del cual ambas habíamos bebido, no era muy difícil ver en sus recuerdos e incluso alterarlos de tal forma que no se acordara de ninguna de nosotras dos, induciéndole con mis poderes le hice creer que había bebido demasiado y que había acabado en aquel callejón, totalmente ebrio de alcohol. Me aparté para dejar que su cuerpo resbalara por la pared hasta quedarse sentada y sonreí- Nada como hacerles creer aquello que no ha sucedido, no se acordará de ninguna de las dos, ni de lo que ha pasado –Me levanté para observarla cuando me hizo aquella pregunta tan repentina que mis ojos se clavaron en los suyos, preguntándome cuánto tiempo haría que era vampira. Lancé un leve suspiro y miré al cielo estrellado- Hace ya tanto tiempo de eso que… no, apenas lo recuerdo. Apenas puedo recordar el brillo de sol por las mañanas, el calor de este en mí cuerpo, ¿alguna vez mi corazón latió? –Pregunté clavando mis ojos de nuevo en ella- Cuando llevas casi nueve siglos surcando y vagando por el humano la vida humana queda atrás, como un velo que se va desvaneciendo poco a poco… hasta convertirse en un leve recuerdo. ¿Y tú, recuerdas cómo era ser humana? –esperé por su respuesta aunque algo me decía que no era una vampira tan vieja, pero no podría decirlo con exactitud así que solo me quedaba escuchar qué era lo que me decía.

Sonreí cuando volvió al tema de la caza y negué con la cabeza ante su primera pregunta, no me regía por ningún lugar en especial y me dejaba llevar más bien por mis instintos. Como depredadora que era dejaba que estos surgieran y jugaran su papel, que me guiaran hacia la presa correcta e idónea, aunque a veces era inevitable que algún humano llamara tanto tu atención que sintieras la necesidad de tener que “conseguirlo”, costara lo que costara. Como por ejemplo me había pasado con el humano, por eso había entrado para observarlo y luego actuar en el momento más oportuno.


-Dejo que mis instintos afloren y me guíen, pero a veces una presa nos llama nuestra atención y es inevitable resistirnos… como nos ha pasado a ambas –sonreí de lado- Me gustaría acompañarte a seguir la noche de caza, si me lo permites. Hace tiempo que no salgo a cazar con alguien más de mí especie y siento curiosidad por saber cómo cazan otros –mis ojos volvieron a fijarse en ella, recorriéndola de forma despacio para volver a dejar mis ojos en los suyos, era una vampira que llamaba la atención y no porque fuera de esa condición- Mí Sire… no lo sé. Le perdí la pista hace ya muchos siglos aunque siempre he notado que, allá donde vaya, sabe donde estoy es como si sintiera que me observa –me encogí de hombros- es una historia un poco extraña, pero si gustas podría contártela para que supieras de qué hablo –le hice un gesto con mí mano para salir del callejón y adentrarnos de nuevo en las calles parisinas, andando entre la multitud en busca de nuevas presas- ¿Y el vuestro, señorita Bloondy? ¿Permanecéis junto a él?

Se mordia un dedo sonriendo de medio lado, observando a la dama vampiresa, y lo ironico de su hermoso nombre, Bloondy ladeaba la cabeza aun mordiendo su dedo indice observandola .-La noche nos ampara y la luna es nuestro sol, puedes ser el lado ardiente de la luna.-Dice casi meditando más que conversando, con la mirada perdida en las eternas callejuelas que ofrecía París. Dejó escapar una risilla mientras salian juntas de donde dejaron a aquella pobre alma desemparada y con menos sangre de con la que empezó la noche, pero vivíria un día más, o así era tál como la mente de Bloondy lo creia. Ella avanzó primeramente, mientras contemplaba la noche primaveral que se formaba, pero le gustaba el frio tanto como la oscuridad. -Un nombre siempre es algo bonito que poseer y lo unico que se tiene cuando nada más a tu alrededor hay, solo paredes blandas y blancas y sucias..jijiji.- Comentó mientras pensó como ciertamente, su nombre sonaba a blood...aunque claro, miró a la dama y sonrió. -¿Sabeis hablar ingles? ¿o solo el frances? me sorprendió por eso...soy inglesa

Se adelantó saliendo a una calle no tán oculta como la que utilizaron para alimentarse, claramente, disfrutaba de los matices del aire, mientras los susurros comentaban sobre la otra joven vampiresa. Las ideas que tenían, no siempre buenas, pero no había por que pensar mal de ella. Se relamió con el tema de la mortalidad, y sonrió de medio lado. -Si aun recuerdo mi vida...me temo que no la deje atrás hace tanto como tú, pero recuerdo menos el sol...y el jardín. Pero mayor parte de mi vida recuerdo los gritos...la fria puerta...las blandas paredes...el apretar de las ropa con los brazos cruzados....una etapa curiosa...jiji- Dijo mientras volvía a perder la mirada entre pensamientos. Recordando esos gritos que desgarraban la garganta, lanzarse contra los invasores que con ella metian...esos hombres...ahora quedaban muy atrás y quizás ya murieron hace mucho...esperaba que alguno de una forma terrible, rió por lo bajo ante ese pensamiento, sin dar mucha importancía a que la otra muchacha se alterase.

Le gustó lo que dijo de dejar llevarse por el instinto depredador, depredador nocturno y no monstruo, como esos asquerosos cazadores e inquisidores les llamaban. ¿Monstruos? los monstruos eran ellos. Pero ese no era el momento de pensar en ello. Ya habría tiempo de ello, desde luego..pero lo cierto es que le gustaba su nueva posición, nunca más una indefensa humana de manos atadas. Le sorprendió que su compañera de ahora cacería hubiese perdido contacto con su Sire, aunque claro...igual no sentía la punzada del amor y la pasión por su creador, ladeó la cabeza nuevamente, meditando, impaciente. -Perdí el contacto durante una pequeña temporada...pero la sangre llama a la sangre, y el reencuentro al fín se hizo, nuevamente...la verdad fue esperado...y se que juntos estamos completos..- Sonrió de manera amplia, pensando en él, rió quizás de manera muy oscura..no se preocupó mucho por eso, desde luego seguro que ella había visto cosas más terribles que la desquiciada risa de Bloondy. La sonrió nuevamente mientras avanzaban juntas. -Mientras el aroma de París nos lleva a un nuevo alguien interesante...puedes contarme esa larga historia...soy todo oidos..

Sonreí mientras la escuchaba decir que podía ser el lado ardiente de la luna, la verdad es que nunca me lo había planteado pero me gustaba, ya que no podía ser la cara ardiente del sol pues lo sería de la luna. No pude negar con una sonrisa divertida saliendo de aquel callejón para mezclarnos con el gentío que al ir haciendo cada vez mejor tiempo se animaban a salir más por la noche y ociaban más las calles, donde se podía ver una gama amplia de variedad, desde parejas que disfrutaban de la noche, a grupos de jóvenes que se iban de taberna en taberna gastando sus francos en alcohol, donde seguramente muchos de ellos terminaran en alguno de los burdeles que había en la ciudad. La vampira y yo habíamos decidido ver en qué nos deparaba la noche y en vez de ir a cazar por separado como seguramente cada una hacía en sus respectivas noches, iríamos juntas.

Hacía tiempo que no disfrutaba de una charla así con uno de mí raza, el único con el que más contacto tenía era con Assur y él muchas de las noches no salía de caza y se alimentaba de las esclavas que tenía. Yo por el contrario jamás había tenido un esclavo, o una esclava, porque siempre dejaba que mí instinto de cazadora y de depredadora saliera a flote y me dejaba guiar por este. Además hacía tiempo que no tenía una conversación con una vampira así que Assur no tenía nada por lo que preocuparse, fruncí ligeramente el ceño al pensar qué estaría haciendo aquel vampiro milenario pero no le di demasiada importancia.


-El nombre es lo único que no nos van a poder quitar, ¿no crees? –Aseguré andando por las calles de París dejando más bien que nuestros pies nos guiaran hacia un nuevo rumbo desconocido. La miré sonriendo cuando dijo si sabía hablar inglés y asentí con la cabeza, seguramente sería por lo que le había dicho de su nombre- Sí, cuando tienes tanto tiempo y como yo pasas tú eternidad vagando de un lugar a otro… al final te haces con algunos idiomas. Sé hablar inglés y francés, que es mí lengua materna, aunque también sé algo en otros idiomas pero ahora el mundo se mueve mucho por el inglés así que hace tiempo que lo aprendí –concluí porque no hacía falta contarle mucho más al respecto. La miré escuchando su historia y ahora entendía lo de las paredes blancas y blandas… ¿acaso había estado encerrada en un hospital psiquiátrico? Al parecer eso es lo que parecía por lo que había dicho del apretar de la ropa, los gritos… lo lamenté por ella aunque ahora me alegraba de que fuera libre aun sin saber qué era lo que había pasado. Lancé un suspiro, todos los vampiros con los que había hablado habían echado de menos, en mayor o menor medida, el sol- Es algo curioso… con los vampiros que he hablado a lo largo de mí vida siempre han coincidido en una cosa: el sol. Lo han echado de menos en algún momento de este… cuesta desprenderse de algo a lo que hemos estado viviendo bajo el durante tantos años… ahora, que somos esclavos de la luna, añoramos la calidez del sol –chasqueé la lengua mientras avanzábamos por las calles dejándonos llevar por nuestros sentidos, en algún momento alguna de las dos encontraría algo interesante y sin duda aquella noche en particular parecía que la ciudad había cobrado más vida de lo normal para la época, como si supiera que dos depredadoras andaban al acecho- No es la primera vez que escucho que alguien está completo ante su creador –ese no era mí caso, pero no me sonaba extraño- ¿Hace cuánto fuiste convertida, Bloondy? ¿Estás con tú sire aquí en París? –Pregunté porque dijo que era inglesa, quizás había venido ella sola. Lancé una risa que se mezcló con el aire ante que era todo oídos ante mí historia- Mí historia se remonta muchos siglos atrás… era joven, ingenua y… enamorada. No de mí sire, sino del que en aquel entonces iba a ser mí futuro marido, pero todo cambió una noche, volví tarde a la granja donde vivía de dar una vuelta con el caballo cuando me encontré con la cruenta imagen en mí casa… lo que más recuerdo es el fuerte olor a sangre, por todo el lugar, y los cuerpos de mí familia tirados en el suelo, carentes de vida –podía recordar aquella imagen como si la hubiera vivido hacía apenas unas horas- recuerdo sus ojos rojos sobre los míos, tenía a mí hermana pequeña en brazos y acababa de beber de ella pero vi en su mirada que había encontrado una nueva presa. Salí corriendo intentando huir pero fue más rápido que yo y me tiró contra el suelo, recuerdo sus colmillos en mí cuello, beber de mí sangre y… -hice una pausa- dijo que era demasiado hermosa como para matarme, y me transformó en lo que soy. Me tuvo con él durante años y fue duro no poder presentarme frente al hombre que amaba porque no saliera huyendo despavorido como si hubiera visto un fantasma… Odié a mí creador por quitarme la vida que había soñado y al final aprendí a ser lo que soy. Tenía una enfermiza obsesión conmigo y no me dejaba alejarme demasiado, como si temiera perderme pero… tenía la eternidad por delante y soy demasiado indomable para permanecer al lado de mí creador y bajo su ala… me fui, le perdí la pista con el tiempo y comencé a vivir mí no vida como quería. Viajaba por todo el mundo quedándome un tiempo en cada lugar disfrutando de mí libertad, aunque sé que siempre me ha seguido allá donde he ido, nunca me ha dejado del todo porque he podido notar su presencia… como sé que ahora, tras volver hace unas semanas a París, está aquí. Y sé que nunca se alejará del todo de mí… -algo que ahora, quizás, podría haber problemas porque mí creador y Assur no se iban a llevar nada bien y este último no iba a dejar que me tocara en absoluto- ¿Cuál es tú historia, Bloondy? ¿Te convirtieron en contra de tú voluntad, o te dieron esas alas que siempre quisiste tener?

Bloondy tenía la mirada totalmente perdida mientras caminaban, murmuraba para sí misma de vez en cuando, aunque eso para nada signifcaba que estuviese ignorando a la otra persona, simplemente tenía la habilidad de tener varias conversaciones a la vez, la real y la que solamente transcurría en su cabeza, con los susurros, tenía tantos susurros, pero ella sabía a cuales de ellos había que prestarles atención, sonrio a Sunshine para indicar que la seguía escuchando y que no se fiase del todo de que pareciese distraida, realmente no lo estaba. -El nombre es un reflejo del pasado...nos puede gustar o lo podemos odiar...eso provoca los sobrenombres.- Dijo con la mirada perdida en el firmamento, torció el gesto cuando escucho lo que pensaba de los vampiros que echaban tanto de menos la luz del sol, a Bloondy se le escapaba el por qué de esto. El sol solo ha iluminado más, pero Bloondy ahora veia con la misma claridad como si fuese de día. Sonrió para si misma negando con la cabeza . -Muchos siempre añoran lo que perdieron y no apreciaron...lastima, lastima...hay que mirar la preciosa luna azul y plata. Los hijos de la noche florecemos ante ella y debemos reverenciarla ¿no crees? jajaja.- Rió de esa manera nerviosa que para un humano normal podría incluso resultar muy inquietante.

Miró alrededor y sonrió cerca quizás un aroma apetecible, se acarició la mandibula pensativa y despues volvió para mirar a su nueva amiga, o así pensaba se mordío el labio. -ahm...hace 74 años, jiji en realidad me mordieron cuando tenía nada menos que 21, asi que ya sería como tener 95...ummm si...tengo 95 años...pero dejemoslos en mis congelantes 21 jijijiji que cosa tán curiosa. -Pensó en voz alta para si misma. -Si, mi amado Sire está en París, le he encontrado recientemente, la verdad me sentia algo abandonada sin él, pocos más consiguen comprenderme...así que es un compañero ideal para mí. - Sonrió de enamoradiza forma cuan adolescente, mientras se balanceó levemente sobre si misma dibujando esa sonrisa retorcida, mientras pensaba en él. Ladeó la cabeza pasando la lengua por sus rojos labios y continuó el camino, había avistado una presa, pero demasiado acompañada, no...hay que buscar algo mejor.

Escuchó con atención la morbosa y suculenta historia de Sunshine, visualizando mentalmente cada detalle del relato, un vampiro asesino que decidió atacar a toda esa familia . -Eso no es bueno para la mascarada.- Susurró para si misma y continuo como su frutración llegó cuando no pudo decirle a su amor en lo que la habían convertido, y como su Sire se había encaprichado de ella, algo normal supuso, Bloondy estaba tán encaprichada de su Sire como él de ella, asi que lo entendía, pero parece que la dama había encontrado forma de volar libre aunque sentía la presencia de su Sire siguiendola. Le gustó la historia ciertamente. Abrió los ojos ante la pregunta de la otra vastago. ¿De verdad quería escucharla? Bloondy sonrió y asintió. -Esta bien...si...si...A mi me dieron una educación esmerada mi familia, leer, escribir, pintar, tocar el piano entre otras disciplinas que te hagan quedar bien de cara a la podrida sociedad jijiji, hablar idiomas era importante para invitar a otros distinguidos de otros sitios...así que si, conozco varios idiomas desde antes de ser libre cuan murcielago, pero mi comportamiento era demasiado excentrico asi que mis "queridos" papis me mandaron a un lugar más excentrico para que me "curaran" esos problemas ¡ja! pero fue util para aprender algo que a las niñas como yo no aprendian...pelear jijiji, tras años allí en ese sitio excentrico...la salvación vino con sangre y colmillos.... Mi querido hermano me dió el alta y un regalo. - Se acarició el cuello, mejor no dar más detalles de los debido y dejar volar la imaginación del escuchante...Ladeo la cabeza y sonrió. -Así que me dieron la libertad, y las alas hacen 74 años, percibí el mundo de manera muy especial pero no tan extraña a como lo hacía previamente...divertido igualmente. Pero me separé una temporada de mi hermano...pero al fin lo encontré aquí en París, las casualidades del destino son tan efimeras....- Rió divertida pero se paró, alzo una ceja escuchando a los susurros, alertaban...¿Podría haber cazadores o inquisidores por la zona? miró con cautela a los lados.

Ella escuchó cada palabra que había salido de mis labios entorno a mí historia, hacía mucho tiempo que no la contaba y ciertamente había sido un tanto extraña recordarla tras tanto tiempo, había pasado muchos siglos desde entonces pero era curioso como podía recordar cada uno de los detalles de aquella noche en la que mí vida terminó y mi no vida comenzó junto al vampiro que me había transformado. Ya podía entender que a esa vampira no le gustaba especialmente matar a los humanos y no le había gustado que mí Sire matara a mí familia, al final había tenido que aprender de ello. Pareció sorprendida cuando le dije que me contara su historia y seguimos andando por aquellas calles mientras la oía relatar como se había transformado en una hija de la noche.

Decía que había recibido buenos modales como una señorita de la alta clase, siempre querían que las hijas tuvieran buenos modales, tocaran el piano, pintaras, escribieran… todo con la intención de tener un buen marido con el que desposarse. Luego como sus padres la enviaron y la internaron en lo que entendí era un psiquiátrico, había escuchado historias sobre lo que les hacían a los pacientes y debió de ser duro ver que te trataban como si estuvieras loca cuando no lo estaban.

Su salvación vino años más tarde y fue su hermano, algo a lo que no hice especial comentario por que las relaciones entre vástago y Sire eran complejas y totalmente diferentes unas de otras, además había notado cierta reticencia a no contar nada más y yo no iba a preguntar al respecto. Sonreí cuando dijo que le habían dado las alas hacía más de setenta años y recordé la primera vez que yo había abierto los ojos siendo vampira, la sed de sangre que me entró y que me volvió loca, cómo se percibía el mundo con otros ojos como si hubiéramos llevado una venda puesta encima. Ser vampiro cambiaba mucho las cosas, no solo la percepción del tiempo.


-Me alegro entonces que te salvaran de aquel lugar, y que tras un tiempo hayas podido encontrarlo. Yo creo que las casualidades las formamos nosotros con las decisiones que vamos tomando, siempre de alguna forma las hacemos más propensas… si debías de estar con él, de un modo u otro, es que debías de encontrarlo aquí. Al menos es lo que siempre he pensado –porque muchas veces eran las idas y venidas que había tenido con Assur, nos encontrábamos y luego nos alejábamos para acabar volviendo a encontrarnos, independientemente del lugar donde estuviéramos o de los años que hubieran pasado, era como si el tiempo para nosotros no hubiera pasado en absoluto. Vi que la vampira a mi lado parecía mirar hacia todos los lados y no fue difícil saber qué era lo que estaba pensando, de hecho, pude oír ese pensamiento con claridad en su mente y me mordí el labio como si no pasara nada- Si, hay un grupo de cazadores cerca… pero todavía no nos han detectado –cada vampiro podría tener un poder diferente, pero por el momento si ella tenía el bloqueo mental no lo había utilizado para que no supiera lo que pensaba- perdona, conforme el tiempo pasa es más fácil saber qué es lo que piensan los demás aun cuando no sea lo que quiero hacer. Creo que podremos pasar desapercibidas para que no nos noten, si lo hacen… bueno, no estaría mal descargar un poco de tensiones. ¿Te han perseguido alguna vez un grupo de cazadores? –Pregunté mientras seguíamos andando como si nada- a mí si, y la Inquisición estuvo a punto también de capturarme, pero conseguí salir ilesa aunque… bueno, ellos no –sonreí de lado, porque todos habían acabado muertos bajo mí mano.

Paseaban juntas, como dos leonas al acecho, ese pensamiento le divirtió mucho a Bloondy, tenía un tic nervioso en los dedos cuando se emocionaba, sonreía de medio lado, mientras avanzaba por las parisinas calles mirando a todos lados. Miro a su compañera, era comprensiva, aunque no estaba segura de si eso era un carácter normal en otro vastago o algo de ella. -Si, ser libre era estupendo, aunque al principio se hacía extraño, esa sed eterna, y al principio era dificil controlarse, pero nada es tán intenso como el primer bocado.- Se relamía solo del mero recuerdo de la primera vez que provó la sangre. Sus pupilas se dilataron mucho, aunque era dificil verlo, ya que los ojos de Bloondy eran de un fuerte color negro.

Olisqueaba disimuladamente el ambiente, sobre todo el aroma de esos cazadores, por un lado se preguntaba si la sangre de cazador sabrá especial o solo era como cualquier humano pero con una sed de sangre contra los hijos de la noche. No entendía eso, como los humanos habían despertado a los ojos de la mascarada y se habían convertido en los cazadores de cazadores...pero a veces ellos son cazados, despertó de sus pensamientos. -Ahm...no, no me he cruzado con cazadores...creo...cierto es que una vez conocí a un humano que sabia demasiado....tuve que matarlo..-Dijo pensativa, mientras entrecerraba los ojos, despues sonrió de medio lado y mientras su susurros se hacian presentes en la mente de Bloondy "¿Y si jugamos?" solto la voz fria de su cabeza, Bloondy sonrió ante eso y miró a su amiga y sacudió la cabeza "Vamos, sangre, sangre, sangre" Dijo otra más nerviosa aun, Bloondy se dió pequeños golpes en la cabeza, para aplacarlas un poco. "No seas aburrida! venga vamos!" La mente de Bloondy era un hervidero de sed de sangre ahora mismo.

Ella dejo escapar una risa nerviosa y volvio a mirar a Sunshine, con una sonrisa de medio lado. -Podemos cazarlos ahora que no saben que estamos aquí....es divertido cazar al cazador...jijiji vamos es divertido..sangre de cazador y ellos si que no son inocentes para nada...podemos derramarla tooooda...jajajaja. - Dió saltos alrededor de la otra vampiresa con ganas de cazar, estaba oxidada y necesitaba algo de diversión, y por que no decirlo...de euforia nerviosa por un rival digno...los humanos son demasiado debiles, y hace mucho que no saca sus habilidades a relucir.

Podía notar el grupo de cazadores que había al final de una de las esquinas del callejón, parecían que acababan de reunirse y que iban a partir de caza en unos instantes, aún no se habían dado cuenta de nuestra presencia pero no tardarían en hacerlo para venir a por nosotras, llevábamos la delantera, así que, ¿por qué no aprovecharla? Sería mucho más divertido jugar con ellos hasta que se dieran cuenta de que estábamos allí, a solo unos metros de ellos. Miré a la otra vampira que parecía sumergida en sus pensamientos durante unos minutos y no la interrumpí, más bien estaba totalmente centrada en el hecho de que esos cazadores no se dieran cuenta de donde estábamos para seguir con el factor sorpresa.

La vampira decía que no se había cruzado con cazadores, solamente un humano que había sabido más de la cuenta y que al final había acabado muerto. Así que, mataba solamente a los cazadores y a sus presas los dejaba con vida… interesante punto de vista, yo mataba ambos por igual, algunas veces dejaba a la presa con vida pero no era lo que había estado haciendo durante aquellos ocho siglos, todo ese tiempo daba para muchas cosas y mucho tiempo para ir cambiando. Me pregunté si sabría pelear, era algo que había aprendido con el tiempo y con otras luchas, por lo que no sabía si aquella vampiro que tenía frente a mí se manejaría en el combate o por el contrario sería más directa y atacaría a discreción sin llevar un patrón determinado.

La observé cuando rió y comenzó a dar pequeños saltos a mí alrededor alentándome a que jugáramos con esos cazadores, a divertirnos con ellos antes de acabar con sus vidas. Enarqué una ceja porque me había parecido extraño ese comportamiento aunque logró sacarme una sonrisa, bien, pues entonces si quería diversión ¿quién era yo para negárselo? Reí con ella y miré de reojo a ese grupo de cazadores que parecían estar listos para comenzar la noche de caza, lo que ellos no sabían, es que iban a ser los cazados.


-Resulta francamente divertido cazar a un cazador, lo encuentro particularmente irónico pero muy divertido –comenté par mirar de nuevo a la vampiresa- muy bien, vayamos a por ellos. ¿Quieres ver algo divertido? –Utilizar mis poderes era algo que ya controlaba a la perfección y que iba a hacer que los cazadores fueran guiados hacia donde quisiéramos, porque allí en medio con la calle abarrotada de gente no era un buen momento para una pelea- Vamos a hacer que se vuelvan… un poco locos, ven –comencé a andar para adentrarme en uno de los callejones que estaban cerca de donde estaban ellos, le hice una seña a la vampiro que me acompañaba para subir al tejado de aquella casa, cuya otra fachada daba justo donde estaban los cazadores que ya se habían puesto en marcha. Una vez arriba me agaché para que no nos vieran y sonreí observando al grupo de cinco hombres que andaban hablando sobre una patrulla en el bosque y una zona que tenían que vigilar. Miré a la mujer y sonreí de forma ladina- que empiece la diversión –murmuré antes de que con mí poder creara una ilusión donde salía de la esquina del callejón con un humano que estampé contra la pared de este y mirándolos, clavé mis colmillos en la piel del humano y que a ellos les hizo ponerse alerta y mirarme, justo cuando sacaron sus armas la visión terminó con lo que hizo que para ellos desapareciera frente a sus ojos, haciendo que comenzaran a buscarme por el callejón sin encontrarme- Dime, ¿los llevamos a un lugar más apartado o… prefieres jugar un poco con ellos?

La vampiresa tenía una notable sonrisa de oreja a orejas, parecía que su amiga se sentía incitada a jugar con esos cazadores, sonrió de amplia forma que hacia ver sus colmillos perfectamente, mientras la dejaba guiar los pasos despues de convencerla al sanguinario juego que estaba apunto de darse inicio, eso emocionó a la desquiciada vampiresa de muy notable forma "si, si, una buena caza" Le dijo una de las voces, Bloondy asintió a susodicha mientras dejaba guiar a ese callejón donde subió a los tejados, ¿Con qué volverlos locos, eh? eso le gustó mucho a la vampiresa, que se agachaba mirando, observó como ella creó una visión habilmente que alerto mucho a los cazadores, que se pusieron rapidamente en guardia al verla, o mejor dicho, al creer que la veian .-Oh, romper mentes me encanta.- Comentó Bloondy con una fria voz impropia a la dulce que solía entonar al hablar.

Ladeó la cabeza mientras se relamía con ansiedad y emoción, hay que actuar, miró a Sunshine despues de que se luciese de tán buena forma que alertó a los cazadores, asi que ahora le tocaba elegir a ella, ¿matarlos o jugar un poco más? "oh vamos, vamos, hay que jugar con la comida y los sabes" Dijo otra voz en la mente de Bloondy con alteración y seguido de una risa nerviosa cuanto menos. Bloondy volvía a sacurdir la cabeza mientras fijaba su vista en los ahora alarmados. -Me encanta tu habilidad...pero dejame jugar un poco, si...veras como se ponen jiji.- Dijo mientras se bajaba del tejado, ella tenía la habilidad vampirica de la confusión y era divertido usarla y no quería quedarse sin lucirse, un poco al menos, no por impresionar, si no que meramente por pura diversión, puso una postura altiva y salía del callejon para mezclarse con el gentio, caminó entre él para acercarse a los cazadores, cuando estuvo a vista les sonrió enseñando sus colmillos, eso los alarmó, pero Bloondy había fijado vista en uno de ellos y creó una confusión momentanea en el que él creyó que casi toda la gente eran vampiros, empezo a hablar con los otros alarmado y Bloondy se deslizó entre la gente para volver al callejón junto a Sunshine riendo mientras el cazador estaba intentando convencer a los otros que todo el mundo era un vampiro.

-Jijijiji tienen la mente muy fragil, vamos a un lugar más intimo...tengo sed de cazador...- Rió entre dientes, relamiendose con descaro observandoles, ya soñaba con verlos ahogandose en su propia sangre, deseando acabar con ellos. Miró como al poco el afectado por su habilidad se tocaba la cabeza mirando entre la gente buscando el rastro de la vampiresa .-Es un juego muy divertido.- Miró al rededor buscando un sitio lo suficientemente apartado para poder establecer un combate y alimentarse de hasta la ultima gota que sus cuerpos albergase. -¿Cual es el nuevo plan querida sol de luna?

La vampira parecía divertida con lo que había hecho en el callejón, en realidad aquello no había sido nada del otro mundo y me había servido para que se pusieran en alerta. Seguramente empezaría su turno y saldría a patrullar algún lugar en concreto que no había podido oír, pero ahora que sabían que había una vampira cerca sus planes parecían haber cambiado. Fue divertido hacer que una ilusión de ella los confundiera pensando que estaba allí para luego desaparecer desvaneciéndose de la nada, dejándolos totalmente confundidos por donde estaba. Miré de reojo a la vampira que me acompañaba y reí entre dientes por sus palabras, le gustaba jugar con los cazadores pero ¿a qué vampiro no le gustaba?  Era de lo más divertido para pasar un rato y hacer tiempo hasta matarlos.

Fue su turno, la vi bajarse de aquel tejado en donde estábamos y la seguí con la mirada viendo que se adentraba en las calles abarrotadas de gente, solo cuando estuvo a la altura de los cazadores les enseñó los colmillos y todos se fijaron en ella alarmados para ir a cazarla… pero ella se mezcló de nuevo con el gentío y pude notar, claramente, en los pensamientos de uno que se pensaba que todos los humanos que había en la calle… eran vampiros. Me tuve que contener de reírme en alto para que no descubrieran mí posición, pero estaba de lo más divertida con aquella situación que se me presentaba por delante.

Esa era una de las habilidades de la vampiro y era de lo más curiosa y divertida, confundir al enemigo y le había hecho creer que todos eran vampiros, mientras los demás cazadores lo miraban sin entender por qué lo decía mientras en su mente podía ver la imagen clara de la confusión que ella le había lanzado. Era un poco extraño poder ver, de alguna forma, un poder sobre un vampiro que no había sido lanzado contra mí, pero si verlo en mi mente al hondear en el que había sido lanzado. Cuando Bloondy volvió a mí lado la miré con diversión.


-Muy buen truco, está completamente loco pensando que todos son vampiros –me mordí el labio- lo he visto en su mente –le dije para que supiera que, de alguna forma, había visto lo mismo que el cazador. Sí, lo mejor era ir a otro lugar para poder seguir con aquello, allí no podíamos hacerles nada porque estaban demasiado cerca de la gente y no debíamos de ponernos en evidencia. Lo mejor era conducirlos hacia las afueras que no quedaba muy lejos, a una zona más apartada donde poder luego luchar contra ellos… yo también tenía sed de cazador, y concordaba con la joven vampira- Creo que los guiaré hacia las afueras de la ciudad que queda cerca, les haré creer que vamos hacia allí para que nos sigan y podremos buscar un lugar más cómodo donde pasar al acto principal… esto apenas ha sido el aperitivo –reí entre dientes mirando hacia el grupo de cazadores que le intentaba hacer entrar en razón al otro que los demás no eran vampiros, que despertara de una vez- ¿Lista? –La miré unos segundos antes de, crear una ilusión de ambas, pasar por la entrada del callejón llamando su atención. Pronto se fijaron en nosotras y las “copias” nuestras se movieron en dirección hacia las afueras, internándose en los callejones, como si fuéramos nosotras huyendo de ellos… solo para llevarles a una trampa y poder matarlos, provocando una noche de sangre.

Bloondy dejaba salir una risa maliciosa divertida por haber jugado con la cabeza de aquél pobre infeliz que se hacía llamar cazador, y que señalaba a todo el mundo asegurando a sus compañeros que eran vampiros y estos intentando despertarlo de su error, estará así un buen rato, Bloondy se balanceaba divertidamente mientras sonreia a una divertida Sunshine, aunque le pareció más que curiosa su habilidad de poder ver lo que veían los demas, Bloondy ante esa información abrió mucho sus negros ojos con cierta admiración por ello. -¿De verdad ves lo que su mente dibuja? interesante...¿que clase de habilidad es esa? jijiji mirar en las mentes parece algo util.-Expresó tremenda admiración en sus palabras, eso cuanto menos, desde luego parecía bastante impresionante aquella dulce vampiresa.

Bloondy rió y volvió a observar a los cazadores, relamía sus labios, casi podía sentir ya el sabor a sangre en sus labios volviendolo aun más rojos si cabia poder. Entrecerró los ojos llena de macabras intenciones, ninguna buena para un humano, y no pensaba ser compasiva con los cazadores, ni siquiera los consideraba inocente, los tenía por seres crueles desprovistos de corazón alguno que pudiese tener un apice de bondad. Escuchó el plan de Sunshine, de guiarlos a fuera de la ciudad. -perfecto, asi me desempolvo algunas tecnicas.-Dijo con notable ansiedad por empezar esa caza, asintió a la pregunta de Sunshine si estaba lista, y quedó algo impresionada de las copias que los cazadores en su sed de matar empezaron a seguir, es hora de moverse en dirección a las afueras si sangre quería probar. Supuso que tocaba ponerse en marcha, ya que habrá que esperar a los cazadores, se ponía en marcha.-Las moscas caeran en la telaraña.- Rió divertida aunque derrepente chistó y se quedo escuchado algo que solo ella parecía oir, se quedó asi unos pocos segundos antes de continuar como si nada pasase. Era muy estraño habito o tic nervioso se podría decir que a veces hacia, y eso solia desconcertar a los acompañantes que pudiera tener, pero no le importaba. Era mejor ir a la zona alejada, a lo que Bloondy iba con celeridad con ganas de echarle el lazo a esos dos, mientras ellos seguián sus copias. -¿Como haces ese tipo de trucos? es tán util, mira como las siguen pensando que somos nosotras...esto promete ser de lo mas divertido que hice en él mes.- Saltó con emoción. -¿como piensas abordarlos? por mí jugaría con ellos un poco...antes de deleitarnos..