AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Fuego, tierra, aire y agua (privado)
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Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Recuerdo del primer mensaje :
Acababa de prometerme al demonio, lo sabia y lo peor es que por mas que en mi cabeza buscaba mil escusas para que esta mierda no se cumpliera no encontraba el modo de que mi hermano entendiera que esa mujer implicaría la perdición de ambos.
Frente al espejo observé mi propio reflejo, pantalones tierra y una camisa blanca que cubría parte de estos.
Mi hermano me dio la bastarda, la contemplé sereno antes de emprender el camino hacia el bosque donde los dioses bendecirían aquel acto sagrado.
Los cascos de los caballos contra el suelo, alzando la tierra, el viento azuzando nuestro rostro, olía a agua salada.
Una barcaza donde ella nos esperaba, sentada en ella con su precioso vestido blanco, anudado a la cintura, esperándome.
Ladeé la sonrisa desmontando de mi montura y corrí hacia la barcaza para tomarla entre mis brazos y que no se mojara la falda.
-Esto solo es una tregua -aseguré, hundiendo mis azules en sus esmeraldas.
Pronto ambos alcanzamos tierra.
Una sacerdotisa que residía en París desde épocas inmemoriales nos hizo el favor de celebrar esa boda que uniría nuestras alamas.
Juntos nos colocamos frente a ellas.
Tomé mi bastarda de la mano de mi hermano y ella hizo lo propio con la espada que esta le otorgaba.
Unimos ambas mientras nuestras miradas se engarzaban.
Mi hermano sacrifico una cabra para que Freya bendijera aquella unión, sangre recogida en un cuenco donde se hundieron los anillos de ambos.
Fuego, tierra aire, la fuerza de los elementos nuestras miradas desafiando el momento.
Mis labios se entreabrieron observando los ajenos, la sacerdotisa hablaba, nos hablaba del presente, del futuro y como ese acto sagrado uniría nuestros caminos.
Mis labios atajaron la distancia que nos separaba, no la bese, el destino fue su oído.
-Estas segura de esto -pregunté en un susurró separándome lo justo como para que nuestras bocas quedaran de frente, alientos entremezclados y miradas que bailaban sedientas.
Acababa de prometerme al demonio, lo sabia y lo peor es que por mas que en mi cabeza buscaba mil escusas para que esta mierda no se cumpliera no encontraba el modo de que mi hermano entendiera que esa mujer implicaría la perdición de ambos.
Frente al espejo observé mi propio reflejo, pantalones tierra y una camisa blanca que cubría parte de estos.
Mi hermano me dio la bastarda, la contemplé sereno antes de emprender el camino hacia el bosque donde los dioses bendecirían aquel acto sagrado.
Los cascos de los caballos contra el suelo, alzando la tierra, el viento azuzando nuestro rostro, olía a agua salada.
Una barcaza donde ella nos esperaba, sentada en ella con su precioso vestido blanco, anudado a la cintura, esperándome.
Ladeé la sonrisa desmontando de mi montura y corrí hacia la barcaza para tomarla entre mis brazos y que no se mojara la falda.
-Esto solo es una tregua -aseguré, hundiendo mis azules en sus esmeraldas.
Pronto ambos alcanzamos tierra.
Una sacerdotisa que residía en París desde épocas inmemoriales nos hizo el favor de celebrar esa boda que uniría nuestras alamas.
Juntos nos colocamos frente a ellas.
Tomé mi bastarda de la mano de mi hermano y ella hizo lo propio con la espada que esta le otorgaba.
Unimos ambas mientras nuestras miradas se engarzaban.
Mi hermano sacrifico una cabra para que Freya bendijera aquella unión, sangre recogida en un cuenco donde se hundieron los anillos de ambos.
Fuego, tierra aire, la fuerza de los elementos nuestras miradas desafiando el momento.
Mis labios se entreabrieron observando los ajenos, la sacerdotisa hablaba, nos hablaba del presente, del futuro y como ese acto sagrado uniría nuestros caminos.
Mis labios atajaron la distancia que nos separaba, no la bese, el destino fue su oído.
-Estas segura de esto -pregunté en un susurró separándome lo justo como para que nuestras bocas quedaran de frente, alientos entremezclados y miradas que bailaban sedientas.
Viggo Ludvig- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 26/02/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Me eche a reír cuando dijo que no quería uno de mis reinos del norte, mejor porque no poseía ningún reino, si no tierras que me habían sido otorgadas por mis dotes en la guerra.
Seguía abrazado a ella, no se daba cuenta pero esto era lo mas cerca que habíamos estado de mirarnos sin el odio que normalmente ostentábamos, estaba relajado, si no fuera por el maldito hambre diría que demasiado.
Mi nariz acariciaba su cuelo era tan tentador sentir la sangre fluir contra mis labios, oler su piel, realmente embriagados.
Me relamí humedeciendo después la zona de su yugular con mis labios, su piel se erizaba bajo mi contacto y la cúpula parecía tomar mas consistencia cuando nuestros cuerpos se rozaban sin vehemencia.
Se giró para enfrentar mi mirada, nuestros labios volvían a retarse, cada palabra un roce, el aliento parecía chocar como un combustible altamente inflamable.
-¿Una noche en la que olvides que soy un imbécil? Me eche a reír contra su boca -pero eso es muy difícil -aseguré rozando mi nariz con la suya en una tierna caricia -soy lo que soy, Valeska, tu una hechicera frívola y yo un chupa-sangres imbécil..pero...acepto, se hará lo que se pueda.
Tire de su labio inferior con un sutil mordisco, seguíamos siendo cíclopes que solo ajaban la vista para apoderarse de los labios del otro.
No se daba cuenta pero cuando era así, sin muros, sin altivez, me gustaba lo que veía, lo que sentía.
Mis dedos acariciaban su brazo, la otra mano estaba entrelazada, estuve a punto de decirle que esa cita “normal” se estaba produciendo en ese momento..pero de hacerlo seguro alzaría sus escudos y me saldría con alguna de esas frases que utilizaba para cabrearme.
Ella era su peor enemigo solo que no se daba cuenta de eso mismo.
-Vale, sin mas mujeres que tu ¿te parece? - pregunte introduciendo mi lengua entre sus labios tímidamente para encontrar una respuesta favorable -no es necesario que follemos...
Se apartó el pelo dándome acceso a su cuello me pedía que lo hiciera, que podría con ello si solo tomaba un poco.
Mis ojos se tornaron fuego, sentí mis colmillos crecer tocando mi lengua con su ponzoña y así abriendo la boca apoyé mis labios en su piel.
Suavemente hundí mis dientes rasgando su piel.
Jadeé contra ella dejando que mi aliento la erizara por completo, tirones bruscos con cada succión, perdido en aquel embriagador sabor que solo poseían las oráculos.
Cerré los ojos extasiado, estaba deliciosa, era incapaz de detenerme, quería mas, era adictiva, ya no recordaba lo que sentía cuando bebía de ella.
Con fuerza de voluntad afloje el abrazo, me relamí los labios, las gotas caían por ellos como la lluvia en una noche de verano.
Mi boca entreabierta, deseo eso era lo que sentía en este momento.
Seguía abrazado a ella, no se daba cuenta pero esto era lo mas cerca que habíamos estado de mirarnos sin el odio que normalmente ostentábamos, estaba relajado, si no fuera por el maldito hambre diría que demasiado.
Mi nariz acariciaba su cuelo era tan tentador sentir la sangre fluir contra mis labios, oler su piel, realmente embriagados.
Me relamí humedeciendo después la zona de su yugular con mis labios, su piel se erizaba bajo mi contacto y la cúpula parecía tomar mas consistencia cuando nuestros cuerpos se rozaban sin vehemencia.
Se giró para enfrentar mi mirada, nuestros labios volvían a retarse, cada palabra un roce, el aliento parecía chocar como un combustible altamente inflamable.
-¿Una noche en la que olvides que soy un imbécil? Me eche a reír contra su boca -pero eso es muy difícil -aseguré rozando mi nariz con la suya en una tierna caricia -soy lo que soy, Valeska, tu una hechicera frívola y yo un chupa-sangres imbécil..pero...acepto, se hará lo que se pueda.
Tire de su labio inferior con un sutil mordisco, seguíamos siendo cíclopes que solo ajaban la vista para apoderarse de los labios del otro.
No se daba cuenta pero cuando era así, sin muros, sin altivez, me gustaba lo que veía, lo que sentía.
Mis dedos acariciaban su brazo, la otra mano estaba entrelazada, estuve a punto de decirle que esa cita “normal” se estaba produciendo en ese momento..pero de hacerlo seguro alzaría sus escudos y me saldría con alguna de esas frases que utilizaba para cabrearme.
Ella era su peor enemigo solo que no se daba cuenta de eso mismo.
-Vale, sin mas mujeres que tu ¿te parece? - pregunte introduciendo mi lengua entre sus labios tímidamente para encontrar una respuesta favorable -no es necesario que follemos...
Se apartó el pelo dándome acceso a su cuello me pedía que lo hiciera, que podría con ello si solo tomaba un poco.
Mis ojos se tornaron fuego, sentí mis colmillos crecer tocando mi lengua con su ponzoña y así abriendo la boca apoyé mis labios en su piel.
Suavemente hundí mis dientes rasgando su piel.
Jadeé contra ella dejando que mi aliento la erizara por completo, tirones bruscos con cada succión, perdido en aquel embriagador sabor que solo poseían las oráculos.
Cerré los ojos extasiado, estaba deliciosa, era incapaz de detenerme, quería mas, era adictiva, ya no recordaba lo que sentía cuando bebía de ella.
Con fuerza de voluntad afloje el abrazo, me relamí los labios, las gotas caían por ellos como la lluvia en una noche de verano.
Mi boca entreabierta, deseo eso era lo que sentía en este momento.
Viggo Ludvig- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 26/02/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Abrazado a mí me transmitía esa paz y tranquilidad que jamás había tenido. Si no existiese la burbuja protectora, seguramente estaría al otro lado de la habitación, mirándome con ese odio y desprecio del que solíamos sentir por el otro. Me acomodé sin darme cuenta, dejando mi cabeza apoyada en uno de sus hombros, él era mi escudo más que yo el suyo solo que…él no lo sabía. Era una inconsciente, lo seguía mirando como si nada más existiese, estaba tan cerca que podía perderme en su olor. Mi nariz se paseó por su cuello en una efímera caricia, devolviéndole la suya tan tierna que me llegó al alma.
Sonreí, buscando más, no era una sonrisa fingida…realmente quería estar allí , a su lado. Mis labios se rozaron con los suyos, mordisqueé su labio inferior entre risas, mirándole fijamente… estaba tan absorta que seguro se diese cuenta pero ahora no me importaba pues era lo que había deseado más que nada desde que era una niña. Arrugué la nariz en un gesto divertido, seguido de una sonrisa sincera, como me había salido con la mía al aceptar la cita…alcé la barbilla, sonriendo contra su boca en la que dejé un tímido beso. El primer beso de dos niños inexpertos, así fue.
-Nos comportaremos aunque no sé si invitarte a cenar, conozco un lugar que te gustará. Podrás cenar y admirar las vistas, bailan en ese sitio y pagaré tu cena -no dejé de complacerle aunque me doliese , a mí no podía tocarme y sin embargo cuando sentí la caricia en mi brazo, me acurruqué en él aún más, dispuesta a que no me soltase. -O siempre puedo bailar para ti -reí mirándole a los ojos, rozando su nariz con la mía, mi risa se apagó y me quedé mirando sus labios…su boca en la que me perdí otra vez.
Estaba siendo vulnerable y más que beneficiarme, él lo tomaría como un juego aunque ahora los escudos estaban bajados por ambas partes. Era mi marido, lo que tantas veces le dije a Fio que conseguiría y ella se reía de mí a carcajadas. Desde niñas, él siempre ocupó ese lugar pero una cosa era imaginar y otra que sucediese de verdad. Gemí al notar como sus colmillos acaparaban mi inmaculado cuello, mi espalda se arqueó, mi cuerpo se amoldó al suyo y mis pechos quedaron totalmente ofrecidos, aún de espalda a él.
Mis dedos se enredaron en su cabello, atrayéndole más hacia mí. dolía como me extasiaba al mismo tiempo, por unos segundos deseé que me tocase sin dejar de beber de mí. Si no entraba en mi interior no pasaba nada… y creo haber saboreado casi el orgasmo por aquel mordisco, mis piernas se enredaron, apretándome contra su pecho, mi trasero presionó su miembro sin proponérmelo.
-Más-pedí perdida en sus ojos azules, mi boca se entreabrió, hambrienta de la suya. No le dejé se relamiese, aún con restos de mi propia sangre, lo besó con ganas, de ese modo provocador y tentador, mordiendo su lengua. Me giré para quedar sentada sobre su regazo, mis manos rodearon su cuello y mis piernas rodearon su cintura, atrayéndole hacia sí….quería que jugase, siguiese -Espera -susurré sin dejar de sonreír, desaté los nudos de mi corsé dejando mis generosos senos a su vista, no quería imaginar lo que se sentiría si seguíamos jugando..
La cúpula brillaba con más fuerza, por culpa de mi excitación.
Sonreí, buscando más, no era una sonrisa fingida…realmente quería estar allí , a su lado. Mis labios se rozaron con los suyos, mordisqueé su labio inferior entre risas, mirándole fijamente… estaba tan absorta que seguro se diese cuenta pero ahora no me importaba pues era lo que había deseado más que nada desde que era una niña. Arrugué la nariz en un gesto divertido, seguido de una sonrisa sincera, como me había salido con la mía al aceptar la cita…alcé la barbilla, sonriendo contra su boca en la que dejé un tímido beso. El primer beso de dos niños inexpertos, así fue.
-Nos comportaremos aunque no sé si invitarte a cenar, conozco un lugar que te gustará. Podrás cenar y admirar las vistas, bailan en ese sitio y pagaré tu cena -no dejé de complacerle aunque me doliese , a mí no podía tocarme y sin embargo cuando sentí la caricia en mi brazo, me acurruqué en él aún más, dispuesta a que no me soltase. -O siempre puedo bailar para ti -reí mirándole a los ojos, rozando su nariz con la mía, mi risa se apagó y me quedé mirando sus labios…su boca en la que me perdí otra vez.
Estaba siendo vulnerable y más que beneficiarme, él lo tomaría como un juego aunque ahora los escudos estaban bajados por ambas partes. Era mi marido, lo que tantas veces le dije a Fio que conseguiría y ella se reía de mí a carcajadas. Desde niñas, él siempre ocupó ese lugar pero una cosa era imaginar y otra que sucediese de verdad. Gemí al notar como sus colmillos acaparaban mi inmaculado cuello, mi espalda se arqueó, mi cuerpo se amoldó al suyo y mis pechos quedaron totalmente ofrecidos, aún de espalda a él.
Mis dedos se enredaron en su cabello, atrayéndole más hacia mí. dolía como me extasiaba al mismo tiempo, por unos segundos deseé que me tocase sin dejar de beber de mí. Si no entraba en mi interior no pasaba nada… y creo haber saboreado casi el orgasmo por aquel mordisco, mis piernas se enredaron, apretándome contra su pecho, mi trasero presionó su miembro sin proponérmelo.
-Más-pedí perdida en sus ojos azules, mi boca se entreabrió, hambrienta de la suya. No le dejé se relamiese, aún con restos de mi propia sangre, lo besó con ganas, de ese modo provocador y tentador, mordiendo su lengua. Me giré para quedar sentada sobre su regazo, mis manos rodearon su cuello y mis piernas rodearon su cintura, atrayéndole hacia sí….quería que jugase, siguiese -Espera -susurré sin dejar de sonreír, desaté los nudos de mi corsé dejando mis generosos senos a su vista, no quería imaginar lo que se sentiría si seguíamos jugando..
La cúpula brillaba con más fuerza, por culpa de mi excitación.
Valeska- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 26/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Aun con la sangre chorreando por mis labios Valeska acortó la distancia que separaba nuestros labios. Con rudeza se abrió paso por Hell, todo lo saqueó a su paso haciéndome jadear de forma ronca.
Su boca era un pecado y yo estaba dispuesto a asumir la penitencia si podía seguir bebiendo de sus labios.
-Valeska, quiero ir ese sitio, por una noche seré el marido que esperas ver en el idiota que tienes delante.
Nos desafiamos con la mirada, duelo de egos que en esa habitación se gestaba, la deseaba, esa era la verdad mas clara, sus caderas se movieron sobre mi hombría que crecida sin remedio cuando esta se subió a horcajadas pidiéndome mas de esto.
Mis manso en sus nalgas, la moví despacio hambriento sobre mi, sus pechos se apretaban contra mi torso, los dos nos deseábamos y eso era un hecho.
Mi lengua serpenteó animando a su sierpe, degustando su sabor, me relamí al sentirla excitada contra mi oca.
-Te deseo pequeña, te deseo mucho -asegure con la voz oscura y ronca -estoy muy excitado en este momento, tu sangre...uffff- valeska para -pedí -no puedo contenerme si sigues así.
Su droga subía por mis venas como la mejor de las botellas de coñac, sonreí contra sus labios, rozándolos, incapaz de alejarme un centímetro de ellos.
-¿Querías verme así? -pregunté acariciando con mi nariz la suya, dejándome calcinar por su aliento -¿hambriento de ti, deseando cada tramo de tu piel?
Mordí su inferior provocandola, mi vaho chocaba contra sus húmedos labios.
-Cuéntame como era tu vida en el norte ¿por que viniste a París?
Mi lengua repaso sus labios, era incapaz de dejar de tentarla, la deseaba y estaba ahora mismo tan obnubilado por su sangre que si no ponía ella cordura acabaría tomándola y arrebatandole el don preciado de las visiones que los dioses le enviaban.
Ladeé la sonrisa sin apartarme un ápice, sus caderas seguían bailando y yo estaba cada vez mas puesto.
-¿sabes bailar? -pregunte -osea.. ya no sabia ni lo que decía, solo pesaba en metersela.
Me reí contra su boca tirando después la cabeza hacia atrás para tomar una brizna de aire que no necesitaba.
-No juegues, no puedo mas.
Viggo Ludvig- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 26/02/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Reí contra sus labios, el hecho de que aceptase la invitación a ese sitio…mi mente voló al imaginar todo lo que podríamos hacer allí. Quería complacerle, por una noche no ser esos enemigos que echaban fuego por la boca, un fuego muy contrario al que nuestros ojos y nuestros labios al encontrarse. No podía dejar de mirarle a los ojos, lejos de debilitarme, su mordisco avivó mi poder y mi deseo. No me importaba perder ese don que tanto apremiaba mi padre, con él no me importaba nada pero eso carecía de sentido.
Cerré los ojos al oír que me deseaba, me deseaba con el mismo fervor que yo a él. cuanto tiempo esperando esas palabras, causaron en mí que se erizara la piel… gimiese de pura impaciencia y excitación. Mis esmeraldas, se fundieron en ese cielo sin estrellas, esos ojos azules en los que siendo una niña me perdí sin que él se diese cuenta. Ya no era una niña, la Lilie que él conoció en el futuro se quedó en un punto en el tiempo. debimos conocernos antes, ahora, y no me arrepentía de perder lo demás y a mi familia…a Fiolett.
Mi cuerpo se amoldaba preso del suyo, mis labios tomaban los de él con cuidado, mordisqueándolos y reír contra ellos, jugaba… y me encantaba apreciar que para él no era tan solo un estorbo y alguien de quien deshacerse. Quería mucho más y no solo eso, no me conformaba con un rato de calentón, quería y necesitaba que me desease de verdad…más que a nada en este mundo. Quería verlo, sentirlo.
-Quería eso y otra cosa que es completamente imposible -sonreí, por unos segundos mis mejillas se tiñeron de rosado, me sonrojé sin remedio y tímida, mis ojos verdes se fijaron en su boca hasta perderse en su mirada…una vez más -Nunca me verás como tu esposa… me refiero a… nada -cada vez más sonrojada, mis labios tomaban los ajenos, fundiéndonos en besos necesitados…al apartarme, dejar besos dulces y tiernos a la par que mis dedos se enredaban en el cabello de su nuca. Estaba siendo tierna con el, mostrándome como hacía años… olvidé.
-Mi vida en el norte no tiene misterio. Vivía con mi familia, era una oráculo más solo que… más poderosa por mis poderes de hechicera, por mi linaje… la sangre que corre por mis venas. Mi familia es poderosa, ya te lo dije. Clase alta, guerreros y mujeres hermosas… -reí contra su boca , no podía decir más y tampoco responder a la pregunta… -Vine a Paris por ti -bromeé, enarcando una ceja…él se lo tomaría como broma y eso quería pero en esa frase…dije una gran verdad, el motivo era él -Huí. Querían un matrimonio concertado en el que se respetaría mis poderes, salvo por una pequeña diferencia al tuyo. Yo no amaba a ese hombre, amaba a otro
Mis orbes centellearon, lo miré intensamente, mi boca se entreabrió…casi se me escapa un “te amo a ti…” pero me callé , eso no lo debería saber jamás. Sonreí complacida por su pregunta, solo había una manera de saber si sabía bailar o no.
-Si vamos a ese lugar, te lo demostraré…la magia tiene mucho que enseñarte aún. ¿No quieres? Claro que…no podremos, yo no al menos pero…tú sí -apreté con fuerza los dientes, jamás podría darle lo que tanto deseaba y yo sin embargo, me conformaba con ese instante…
Cerré los ojos al oír que me deseaba, me deseaba con el mismo fervor que yo a él. cuanto tiempo esperando esas palabras, causaron en mí que se erizara la piel… gimiese de pura impaciencia y excitación. Mis esmeraldas, se fundieron en ese cielo sin estrellas, esos ojos azules en los que siendo una niña me perdí sin que él se diese cuenta. Ya no era una niña, la Lilie que él conoció en el futuro se quedó en un punto en el tiempo. debimos conocernos antes, ahora, y no me arrepentía de perder lo demás y a mi familia…a Fiolett.
Mi cuerpo se amoldaba preso del suyo, mis labios tomaban los de él con cuidado, mordisqueándolos y reír contra ellos, jugaba… y me encantaba apreciar que para él no era tan solo un estorbo y alguien de quien deshacerse. Quería mucho más y no solo eso, no me conformaba con un rato de calentón, quería y necesitaba que me desease de verdad…más que a nada en este mundo. Quería verlo, sentirlo.
-Quería eso y otra cosa que es completamente imposible -sonreí, por unos segundos mis mejillas se tiñeron de rosado, me sonrojé sin remedio y tímida, mis ojos verdes se fijaron en su boca hasta perderse en su mirada…una vez más -Nunca me verás como tu esposa… me refiero a… nada -cada vez más sonrojada, mis labios tomaban los ajenos, fundiéndonos en besos necesitados…al apartarme, dejar besos dulces y tiernos a la par que mis dedos se enredaban en el cabello de su nuca. Estaba siendo tierna con el, mostrándome como hacía años… olvidé.
-Mi vida en el norte no tiene misterio. Vivía con mi familia, era una oráculo más solo que… más poderosa por mis poderes de hechicera, por mi linaje… la sangre que corre por mis venas. Mi familia es poderosa, ya te lo dije. Clase alta, guerreros y mujeres hermosas… -reí contra su boca , no podía decir más y tampoco responder a la pregunta… -Vine a Paris por ti -bromeé, enarcando una ceja…él se lo tomaría como broma y eso quería pero en esa frase…dije una gran verdad, el motivo era él -Huí. Querían un matrimonio concertado en el que se respetaría mis poderes, salvo por una pequeña diferencia al tuyo. Yo no amaba a ese hombre, amaba a otro
Mis orbes centellearon, lo miré intensamente, mi boca se entreabrió…casi se me escapa un “te amo a ti…” pero me callé , eso no lo debería saber jamás. Sonreí complacida por su pregunta, solo había una manera de saber si sabía bailar o no.
-Si vamos a ese lugar, te lo demostraré…la magia tiene mucho que enseñarte aún. ¿No quieres? Claro que…no podremos, yo no al menos pero…tú sí -apreté con fuerza los dientes, jamás podría darle lo que tanto deseaba y yo sin embargo, me conformaba con ese instante…
Valeska- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 26/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Frases a medias eso era todo cuanto dejaba escapar contra mis labios, estaba rendido a sus encantos, algo tan obvio que no entendía como no se daba cuenta de inmediato.
-Vaya con la oráculo, al final esta mas ciega de lo que yo creía -bromeé mordiendo su labio inferior para tirar entre risas de él.
-Vamos a ese sitio -susurré, bailemos -ladeé la sonrisa -puede ser en horizontal -alcé las manos en señal de rendición -lo se lo se -dije sin poder dejar de reír por la mirada furibunda que me dedicó -sin sexo, solo esto...
No iba a negar que me gustaba como estábamos, era cierto que me tenia muy caliente, muy cachondo y que si me dejara no dudaría en hundirme entre sus piernas, peor de cierto modo, podía conformarme sin hacerlo una noche en la que tuviera exactamente esto, una mujer con las murallas bajadas que no me mordiera cada vez que me acercaba.
Di un azote a su culo para que siguiera moviendo sus caderas, mis manos atrajeron sus nalgas para acompasar su ritmo al de mi endurecida entrepierna.
-¿Así bailas vikinga? -pregunté relamiendome, dejándome calentar por mi mujer.
Sus jadeos lo decían todo, su clítoris se frotaba contra mi pantalón, masturbándose solo con el contacto que ejercían nuestros cuerpos.
-Esta esto esto prohibido pregunté incrementando el ritmo.
Nuestras bocas entreabiertas se buscaban espeso el aire que corría entre ellas fruto de la excitación que en forma de corriente nerviosa unía nuestros cuerpos.
El suyo amoldándose salvaje contra el mio, arqueando su cintura dejando sus pechos expuestos a mi boca.
Relamí su cuello, llenándolo de roncos jadeos, su ritmo se incrementaba mientras me atraía de la nuca para que me enredara en su pecho.
Estaba perdido no sabia que podía tocar y que no ¿hasta donde podíamos llegar sin que perdiera su don.
-Valeska, hasta donde -gruñí contra su piel mordiendo la zona lata de uno de sus pechos - ¡Por Odin! ¡Mira como estoy! -gruñí alzando la mirada roja como el mismo fuego -dame alcohol.
Necesitaba calmarme, pero su sangre me había colocado bastante y los movimientos insinuantes de la dama no ayudaban en absoluto a controlarme.
Mis colmillos crecieron, su piel fue siendo sajada en distintos puntos por ellos, mi lengua recogía las gotas prohibidas.
-Ahhhh -gemí alzando la cabeza sintiendo el colocon de inmediato.
Ladeé a cabeza para que ella pudiera beber de mi olvidando que no era un vampiro, pero es que la sensación de su sangre corriendo por mis venas era parecida a la que se sentía al beber de un congénere, incluso, superior.
-Vaya con la oráculo, al final esta mas ciega de lo que yo creía -bromeé mordiendo su labio inferior para tirar entre risas de él.
-Vamos a ese sitio -susurré, bailemos -ladeé la sonrisa -puede ser en horizontal -alcé las manos en señal de rendición -lo se lo se -dije sin poder dejar de reír por la mirada furibunda que me dedicó -sin sexo, solo esto...
No iba a negar que me gustaba como estábamos, era cierto que me tenia muy caliente, muy cachondo y que si me dejara no dudaría en hundirme entre sus piernas, peor de cierto modo, podía conformarme sin hacerlo una noche en la que tuviera exactamente esto, una mujer con las murallas bajadas que no me mordiera cada vez que me acercaba.
Di un azote a su culo para que siguiera moviendo sus caderas, mis manos atrajeron sus nalgas para acompasar su ritmo al de mi endurecida entrepierna.
-¿Así bailas vikinga? -pregunté relamiendome, dejándome calentar por mi mujer.
Sus jadeos lo decían todo, su clítoris se frotaba contra mi pantalón, masturbándose solo con el contacto que ejercían nuestros cuerpos.
-Esta esto esto prohibido pregunté incrementando el ritmo.
Nuestras bocas entreabiertas se buscaban espeso el aire que corría entre ellas fruto de la excitación que en forma de corriente nerviosa unía nuestros cuerpos.
El suyo amoldándose salvaje contra el mio, arqueando su cintura dejando sus pechos expuestos a mi boca.
Relamí su cuello, llenándolo de roncos jadeos, su ritmo se incrementaba mientras me atraía de la nuca para que me enredara en su pecho.
Estaba perdido no sabia que podía tocar y que no ¿hasta donde podíamos llegar sin que perdiera su don.
-Valeska, hasta donde -gruñí contra su piel mordiendo la zona lata de uno de sus pechos - ¡Por Odin! ¡Mira como estoy! -gruñí alzando la mirada roja como el mismo fuego -dame alcohol.
Necesitaba calmarme, pero su sangre me había colocado bastante y los movimientos insinuantes de la dama no ayudaban en absoluto a controlarme.
Mis colmillos crecieron, su piel fue siendo sajada en distintos puntos por ellos, mi lengua recogía las gotas prohibidas.
-Ahhhh -gemí alzando la cabeza sintiendo el colocon de inmediato.
Ladeé a cabeza para que ella pudiera beber de mi olvidando que no era un vampiro, pero es que la sensación de su sangre corriendo por mis venas era parecida a la que se sentía al beber de un congénere, incluso, superior.
Viggo Ludvig- Cambiante Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/02/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Me olvidé hasta dónde nos encontrábamos, momentos como este me los imaginé demasiadas veces pero nunca pensé que terminaría ocurriendo de verdad. Bailar a su atenta mirada , me mirase por una noche como lo hacía con las demás. Sonreí, moviendo las caderas, perdiéndome en ese baile que me estaba volviendo loca. Aún no había entrado en mí y pude sentir un placer...desconocido, como si en algún momento, explotase en mil sensaciones juntas y revueltas.
Y no sabía si aquello lo tenía prohibido, en ese instante me dio todo igual...volví a dejarme llevar. Solo existía su mirada azul como el cielo, su boca invitándome a más y nuestras caderas danzar al unísono, apagando o mejor...aumentando aún más el deseo por los dos. Sonreí contra su boca, mordisqueándola, no podía parar de bailar sobre él...protegiéndolo al mismo modo, la excitación reforzaba aquella burbuja.
-No sabes lo bien que puedo bailar... así que prepárate para ver a tu valquiria, danzar sobre ti . He visto cómo me miras, para hacerme cualquier cosa... pero ¿te has imaginado como sería desnuda danzando sobre ti? Te calmaría... calmaría tu sed y si deseases más, te complacería . Lo estás imaginando, ocurrió en la habitación... quise que acabases, tomarte de esa forma pero no tuve la culpa de dormirme y deja de sonreír de ese modo... podrías usar tu lengua viperina para darme atenciones en otro lugar que no sea mi sexo. Te los he ofrecido antes y no has querido... seguir . Temes... temes que te guste y no puedas parar pero qué importa, podemos fundirnos en uno de muchas maneras -
estaba fuera de mí, era el mordisco, él, la situación...la cercanía y no era un secreto que nos agradaba estar así, enlazados en el otro. No podía parar de danzar sobre él, estaba tan a punto de alcanzar algo desconocido que tuve miedo, lo reflejé en mis esmeraldas. Él sabría más de aquellos límites, yo... era tan novata que mi padre no me había citado qué podía y no hacer. Cerré los ojos, rozando su boca, mi cálido aliento impactó contra el manjar de sus labios que tomé. Hundí mi lengua en su boca, dejé que bailasen juntas y casi supliqué en ese beso que terminase con esa tortura... estaba tan fuera de mí.
Arqueé la espalda al volver a morderme, entre los movimientos y el mordisco me hizo estremecer...pedía más, quería que entrase en mí y acabase con todo. Apoyé su frente en la suya, gemí sobre su boca, susurré infinitas veces su nombre.
-Pídeme lo que quieras... -sonido ronco de mi voz, odiaba haberle dicho eso... pero lo cierto es que ahora mismo, me tenía a su merced y lo odiaba...rugí como una verdadera vikinga contra su boca. Estábamos perdidos -Bailemos, esta noche... quiero bailar solo para ti, tú y yo y luego... -mis pechos se apretaron contra su torso , mis pezones se adivinaron duros bajo mi ropa -Y luego veremos
Y no sabía si aquello lo tenía prohibido, en ese instante me dio todo igual...volví a dejarme llevar. Solo existía su mirada azul como el cielo, su boca invitándome a más y nuestras caderas danzar al unísono, apagando o mejor...aumentando aún más el deseo por los dos. Sonreí contra su boca, mordisqueándola, no podía parar de bailar sobre él...protegiéndolo al mismo modo, la excitación reforzaba aquella burbuja.
-No sabes lo bien que puedo bailar... así que prepárate para ver a tu valquiria, danzar sobre ti . He visto cómo me miras, para hacerme cualquier cosa... pero ¿te has imaginado como sería desnuda danzando sobre ti? Te calmaría... calmaría tu sed y si deseases más, te complacería . Lo estás imaginando, ocurrió en la habitación... quise que acabases, tomarte de esa forma pero no tuve la culpa de dormirme y deja de sonreír de ese modo... podrías usar tu lengua viperina para darme atenciones en otro lugar que no sea mi sexo. Te los he ofrecido antes y no has querido... seguir . Temes... temes que te guste y no puedas parar pero qué importa, podemos fundirnos en uno de muchas maneras -
estaba fuera de mí, era el mordisco, él, la situación...la cercanía y no era un secreto que nos agradaba estar así, enlazados en el otro. No podía parar de danzar sobre él, estaba tan a punto de alcanzar algo desconocido que tuve miedo, lo reflejé en mis esmeraldas. Él sabría más de aquellos límites, yo... era tan novata que mi padre no me había citado qué podía y no hacer. Cerré los ojos, rozando su boca, mi cálido aliento impactó contra el manjar de sus labios que tomé. Hundí mi lengua en su boca, dejé que bailasen juntas y casi supliqué en ese beso que terminase con esa tortura... estaba tan fuera de mí.
Arqueé la espalda al volver a morderme, entre los movimientos y el mordisco me hizo estremecer...pedía más, quería que entrase en mí y acabase con todo. Apoyé su frente en la suya, gemí sobre su boca, susurré infinitas veces su nombre.
-Pídeme lo que quieras... -sonido ronco de mi voz, odiaba haberle dicho eso... pero lo cierto es que ahora mismo, me tenía a su merced y lo odiaba...rugí como una verdadera vikinga contra su boca. Estábamos perdidos -Bailemos, esta noche... quiero bailar solo para ti, tú y yo y luego... -mis pechos se apretaron contra su torso , mis pezones se adivinaron duros bajo mi ropa -Y luego veremos
Valeska- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Valeska presa del deseo danzaba con su cuerpo curvilíneo sobre mi alada entrepierna, los dos nos buscábamos, nos encontrábamos. Nuestras lenguas se encontraban hambrientas, solo nos deteníamos para hablar contra nuestra boca,, lenguas de fuego que se encontraban de nuevo, cálido su aliento contra el mio gélido.
Me pedía que siguiera, podía tenerlo todo, llevarla la valahalla con la fuerza de mi espada y su cuerpo arqueado por completo, ofrecido me lo regalaba absolutamente todo.
Yo era el idiota que aun embriagado de sus besos parecía contenerme...
-No es eso, lo que me da miedo, es que si te follo, acabaras odiándome como lo hizo mi otra mujer, me odiaras por arrebatarte ese don que tu deseas conservar por encima de todo.
Ella decía no saber como afrontar la situación ,según ella podía tomarlo todo, le daba igual si mi boca arrasaba en su sexo, si mi lengua viperina se hundía en su centro.
No sabia hasta donde podía llegar y hasta donde no y eso me dejaba en una maldita y compleja situación.
Tiró de mi pelo hacia ella, necesitada de devorarme por completo. Jadeaba, gemía contra mi, necesitada sin tregua de mas de todo.
-Quiero hacerte mía Valeska, mía por completo... -rugí apartando sus bragas dispuesto a arrasarlo todo.
El ocaso había caído sobre nosotros, y con él llego mi hermano acompañado de una morena de pelo largo.
Rugí molesto, no podía mas, necesitaba hacerla mía, mía ya.
Enarqué una ceja incrédulo, Uhtred se acercaba con el gesto serio, conocía sus intereses, nuestros intereses, necesitábamos su poder de oráculo, pero era mi mujer y yo también tenia mis necesidades con respecto a ella.
Valeska puso cara de no acabar de entender que hacia la morena con mi hermano.
Bajó su falda, dando de danzar sobre mi.
-¿quien es esa? -pregunté centrándome en el serio semblante de Uhtred -vamos hermano, ya somos todos mayores, no necesito que me mires como si fuera un niño pillado por su madre con los calzoncillos recién bajados.
Me pedía que siguiera, podía tenerlo todo, llevarla la valahalla con la fuerza de mi espada y su cuerpo arqueado por completo, ofrecido me lo regalaba absolutamente todo.
Yo era el idiota que aun embriagado de sus besos parecía contenerme...
-No es eso, lo que me da miedo, es que si te follo, acabaras odiándome como lo hizo mi otra mujer, me odiaras por arrebatarte ese don que tu deseas conservar por encima de todo.
Ella decía no saber como afrontar la situación ,según ella podía tomarlo todo, le daba igual si mi boca arrasaba en su sexo, si mi lengua viperina se hundía en su centro.
No sabia hasta donde podía llegar y hasta donde no y eso me dejaba en una maldita y compleja situación.
Tiró de mi pelo hacia ella, necesitada de devorarme por completo. Jadeaba, gemía contra mi, necesitada sin tregua de mas de todo.
-Quiero hacerte mía Valeska, mía por completo... -rugí apartando sus bragas dispuesto a arrasarlo todo.
El ocaso había caído sobre nosotros, y con él llego mi hermano acompañado de una morena de pelo largo.
Rugí molesto, no podía mas, necesitaba hacerla mía, mía ya.
Enarqué una ceja incrédulo, Uhtred se acercaba con el gesto serio, conocía sus intereses, nuestros intereses, necesitábamos su poder de oráculo, pero era mi mujer y yo también tenia mis necesidades con respecto a ella.
Valeska puso cara de no acabar de entender que hacia la morena con mi hermano.
Bajó su falda, dando de danzar sobre mi.
-¿quien es esa? -pregunté centrándome en el serio semblante de Uhtred -vamos hermano, ya somos todos mayores, no necesito que me mires como si fuera un niño pillado por su madre con los calzoncillos recién bajados.
Viggo Ludvig- Cambiante Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/02/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Él no conocía mis motivos, por los que deseaba tanto que ocurriese. Apenas era una niña cuando lo vi aparecer en mi castillo, combatir con mi familia. Daría su existencia por llevarlos a la victoria , apenas contaba con doce años de edad cuando Fiolett y yo , vimos llegar a los hermanos. Me cautivó desde el primer segundo, ni sabía qué era aquello que sentía pues mi hermana bien se burlaba de mí y me pedía estrictamente que me olvidase de esas tonterías.
Lo intenté pero no lo conseguí, los años se sucedieron y... lo demás quedaba en un futuro que cambié. Él no debió cruzarse en mi camino y ahora que los dos nos habíamos encontrado ¿cómo iba a cambiar eso? No pensaba, para mí en esa burbuja alejada de todos aquellos que me regaban los oídos con saber qué estaba bien y mal. ¿Como iba a estar mal la manera en la que me miraba? Me deseaba...
sonreí por sus palabras, las había deseado tanto oír que...no pude evitar el retorcerme de placer entre sus brazos, mis labios acariciaban los suyos. Lo quería, lo amaba más que a cualquier otra cosa pero para él siempre sería...ese maldito contrato concertado. Lo busqué, lo encontré y sí, le obligué de alguna forma a casarse conmigo. Ahora, estaba inmersa en sus caricias, en esas orbes que recorrían mi cuerpo con lujuria, sus mano deleitándose en cada parte de mi cuerpo.
Fui a emitir palabra, una sentencia pues iba a pedirle que lo hiciera...ya nada me importaba. Pero eso, no iba a ser posible. Miré hacia la misma dirección que él y exhalé en mi idioma natal un par de maldiciones. Fruncí el ceño, Uhtred me daba igual... mis ojos se centraron en mi hermana quien me miraba de forma fija...me estaba sentenciando y lo peor, con su palabrería y malos modos me obligaría a volver.
-No voy a volver, Fiolett -no me aparté de él, mis manos se aferraron a su cuello, mirándola fijamente...ella siempre me comprendió menos en aquello, siempre conté con ella...me secó las lagrimas y fue testigo de mi transformación, de ser esa niña risueña a...una mujer sin escrúpulos -Diga lo que diga, no le creas -la burbuja se hizo más grande, ellos no podían acercarse, ya no había solo pero era el único modo de tenerle aquí, conmigo.
La expresión de mi hermana no era fiera, estaba preocupada por mí. Vi la forma en la que miró a Viggo y suspiró pesadamente, sabía que no sería fácil hacerme volver. Me aferré a él, escondí mi rostro en su cuello y negué, no iba a separarme de él, ahora que ...él me miraba de esa forma que siempre había deseado.
-Viggo -sin querer, él me devolvió la parte de esa niña soñadora que fui, él tenía esa magia que no podía controlar -No quiero volver, tenemos que bailar... quieres eso ¿verdad? o...-callé, frunciendo el ceño, no deseaba que me odiase pero tampoco podía evitarlo... seguramente sus palabras fueron fruto de su excitación -O era solo para yacer conmigo, acostarte conmigo...-aflojé el agarre, lo miré a los ojos...Fiolett nos contemplaba en silencio y sabía lo que pasaba por su cabeza, me había vuelto a equivocar...llevar esto a tal extremo de tenerlo costase lo que costase aunque con ello pusiese en peligro mi propia vida.
Lo intenté pero no lo conseguí, los años se sucedieron y... lo demás quedaba en un futuro que cambié. Él no debió cruzarse en mi camino y ahora que los dos nos habíamos encontrado ¿cómo iba a cambiar eso? No pensaba, para mí en esa burbuja alejada de todos aquellos que me regaban los oídos con saber qué estaba bien y mal. ¿Como iba a estar mal la manera en la que me miraba? Me deseaba...
sonreí por sus palabras, las había deseado tanto oír que...no pude evitar el retorcerme de placer entre sus brazos, mis labios acariciaban los suyos. Lo quería, lo amaba más que a cualquier otra cosa pero para él siempre sería...ese maldito contrato concertado. Lo busqué, lo encontré y sí, le obligué de alguna forma a casarse conmigo. Ahora, estaba inmersa en sus caricias, en esas orbes que recorrían mi cuerpo con lujuria, sus mano deleitándose en cada parte de mi cuerpo.
Fui a emitir palabra, una sentencia pues iba a pedirle que lo hiciera...ya nada me importaba. Pero eso, no iba a ser posible. Miré hacia la misma dirección que él y exhalé en mi idioma natal un par de maldiciones. Fruncí el ceño, Uhtred me daba igual... mis ojos se centraron en mi hermana quien me miraba de forma fija...me estaba sentenciando y lo peor, con su palabrería y malos modos me obligaría a volver.
-No voy a volver, Fiolett -no me aparté de él, mis manos se aferraron a su cuello, mirándola fijamente...ella siempre me comprendió menos en aquello, siempre conté con ella...me secó las lagrimas y fue testigo de mi transformación, de ser esa niña risueña a...una mujer sin escrúpulos -Diga lo que diga, no le creas -la burbuja se hizo más grande, ellos no podían acercarse, ya no había solo pero era el único modo de tenerle aquí, conmigo.
La expresión de mi hermana no era fiera, estaba preocupada por mí. Vi la forma en la que miró a Viggo y suspiró pesadamente, sabía que no sería fácil hacerme volver. Me aferré a él, escondí mi rostro en su cuello y negué, no iba a separarme de él, ahora que ...él me miraba de esa forma que siempre había deseado.
-Viggo -sin querer, él me devolvió la parte de esa niña soñadora que fui, él tenía esa magia que no podía controlar -No quiero volver, tenemos que bailar... quieres eso ¿verdad? o...-callé, frunciendo el ceño, no deseaba que me odiase pero tampoco podía evitarlo... seguramente sus palabras fueron fruto de su excitación -O era solo para yacer conmigo, acostarte conmigo...-aflojé el agarre, lo miré a los ojos...Fiolett nos contemplaba en silencio y sabía lo que pasaba por su cabeza, me había vuelto a equivocar...llevar esto a tal extremo de tenerlo costase lo que costase aunque con ello pusiese en peligro mi propia vida.
Valeska- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
La situación me desbordaba, me parecía algo dantesca, pues mi hermano y esa morena que por lo que creí entender era hermana de Valeska, venían para que mi mujer acompañara a esta ultima no se bien donde.
Valeska me pedía que no la dejara ir, quería bailar y alzaba el escudo mas alto todavía para que ni ellos ni nosotros pudiéramos movernos del sitio.
Acaricié su rostro esperando que se calmara, aun iba bastante borracha y supongo no pensaba con frialdad en este momento.
Me puse en pie con Valeska sujeta por mi brazo, rodeaba su cintura con templanza acariciando de forma protectora su piel con suavidad para reconfortarla.
-Señorita... -hice una pausa, si me había dicho el nombre no lo recordaba.
-Fio -dijo mi hermano ladeando la sonrisa, parecía estar la mas de divertido con el desencuentro de las dos hermanas.
Clavé mis azules en los de la morena, mi semblante era serio, estaba claro que no bromeaba.
-Señorita Fio, ahora mismo tu hermana ya no pertenece a tu padre, la ley vikinga es clara, es mi mujer, los dioses bendijeron ese acto y te guste o no ella es mi esposa, nada puede separar lo que los dioses han juntado y si tienes alguna reclamación te la puedo explicar con el filo de mi espada con gusto.
Valeska no se quería ir, yo no quería que se fuera, así que no veía el porque Valeska se ponía así, ni que podía contarme esa morena que me hiciera cambiar de opinión.
A fin de cuentas y aunque no habíamos consumado el matrimonio, yo ya sabia que era una oráculo y así habíamos establecido los términos de esa unión.
Aparté los dorados mechones del rostro preocupado de mi esposa, mi boca buscó la suya sentenciando sus palabras con un beso que no fe todo lo largo que me hubiera gustado pero que si decía mas de lo pensado.
-Tranquilízate Valeska, no voy a permitir que te lleven a ningún sitio. Levanta esa cúpula, nos vamos a casa -le pedí -confía en mi
Con el gesto tenso miré a su hermana de nuevo y después a Uhtred.
-Mi mujer esta borracha, aquí no es el lugar donde tenemos que hablar, menos en su estado, me la llevo a casa, solucionaremos esto allí.
Valeska me pedía que no la dejara ir, quería bailar y alzaba el escudo mas alto todavía para que ni ellos ni nosotros pudiéramos movernos del sitio.
Acaricié su rostro esperando que se calmara, aun iba bastante borracha y supongo no pensaba con frialdad en este momento.
Me puse en pie con Valeska sujeta por mi brazo, rodeaba su cintura con templanza acariciando de forma protectora su piel con suavidad para reconfortarla.
-Señorita... -hice una pausa, si me había dicho el nombre no lo recordaba.
-Fio -dijo mi hermano ladeando la sonrisa, parecía estar la mas de divertido con el desencuentro de las dos hermanas.
Clavé mis azules en los de la morena, mi semblante era serio, estaba claro que no bromeaba.
-Señorita Fio, ahora mismo tu hermana ya no pertenece a tu padre, la ley vikinga es clara, es mi mujer, los dioses bendijeron ese acto y te guste o no ella es mi esposa, nada puede separar lo que los dioses han juntado y si tienes alguna reclamación te la puedo explicar con el filo de mi espada con gusto.
Valeska no se quería ir, yo no quería que se fuera, así que no veía el porque Valeska se ponía así, ni que podía contarme esa morena que me hiciera cambiar de opinión.
A fin de cuentas y aunque no habíamos consumado el matrimonio, yo ya sabia que era una oráculo y así habíamos establecido los términos de esa unión.
Aparté los dorados mechones del rostro preocupado de mi esposa, mi boca buscó la suya sentenciando sus palabras con un beso que no fe todo lo largo que me hubiera gustado pero que si decía mas de lo pensado.
-Tranquilízate Valeska, no voy a permitir que te lleven a ningún sitio. Levanta esa cúpula, nos vamos a casa -le pedí -confía en mi
Con el gesto tenso miré a su hermana de nuevo y después a Uhtred.
-Mi mujer esta borracha, aquí no es el lugar donde tenemos que hablar, menos en su estado, me la llevo a casa, solucionaremos esto allí.
Viggo Ludvig- Cambiante Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/02/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Lo único que me ataba a este tiempo era él. Podía salvarlo, era lo que más deseaba en ese segundo en el que se cruzaron nuestras miradas y acarició mi mejilla. No me importó verme vulnerable ante él, pues seguramente era la última vez. Impotente, apretaba con fuerza los labios, luchando conmigo misma para no caer. Estábamos allí los dos, prometiendo demasiadas cosas que quizás no haríamos nunca jamás...y no me importó que me lo prometiese, fuese mentira.
-No permitas que me lleve -repetí oyendo de fondo la voz de Fiolett , tan amenazante y desafiante, no quería que se batiesen en duelo...los perdería a ambos, a uno y a otro. No quería enfrentamientos, solo quedarme. Fiolett suspiró negando con la cabeza, ella tampoco deseaba tal cosa...simplemente que le hiciese caso y volviera pues más de lo que ya lo había liado era imposible. Me había casado con un fantasma, en mi tiempo él no existe...
-Lilie...por favor, vamos -negué, no podía apartar mis esmeraldas de mi esposo, temblé y antes de que él dijese nada, le acaricié la mejilla despacio...apenas podía verle borroso por el alcohol. Mi Viggo estaba allí conmigo, lo que tanto deseé desde que tenemos uso de razón, Fiolett nunca lo aprobó...cambié cuando ocurrió aquella terrible desgracia, lo perdí en un punto exacto del tiempo que no podía ser desvelado.
-Ludvig, no sabes ni lo que estás diciendo. Ella no pertenece más que ser la oráculo de mi tiempo, no de aquí ¿no se lo has contado, Lilie? Aquí, en este Paris ni has nacido todavía...eres un bebé -la cúpula se reforzó y mis ojos se plagaron de lagrimas, no quería irme y si la creía[color=white]-Te ha engañado, mentecato... a ti y a tu hermano, conoce a Niels Cannif...es más ¿les digo como te apellidas? Eres una Cannif, Valeska y una Cannif que debe regresar a tu tiempo [/color]-suplicante, pedí que se callase, no quería perderlo todo cuando podía tenerlo
-Una noche, solo pido una noche en la que bailaremos , ¿No, amor? -sonreí ampliamente, inclinándome a sus labios y morder su labio inferior, era mucho más cercana y cariñosa, algo que descuadró a mi hermana por completo. Fiolett negaba con la cabeza, si la cúpula desaparecía...ella también. Lo miré significativamente, iba a ser el final...-Solo una noche y... podemos bailar hasta el amanecer en donde despertarémos en algún sofá después de … -reí divertida, borracha y enamorada, mis brazos se enredaron en su cuello y con una enorme sonrisa no pude esconderlo más...estaba tan borracha -Te …. -Fiolett cerró los ojos, buscando la mirada de Uthred.
No lo pensó, en cuanto bajé la guardia se acercó rápida para darme un golpe en la cabeza y caer sobre él inconsciente, Sabía que Fiolett era la que más se alegraría de que olvidase.
-Mientras tu hermano se hace cargo de ella...podíamos hablar a solas, tengo algo que ofrecerte y vuelvo a tener hambre ¿te demuestro como monta una vikinga? me prometiste seguir la fiesta... hasta que despierte no tengo nada que hacer-Fiolett y Uthred se iban por donde venían, parecían estar negociando como si yo misma fuese una pieza de mercado, entre los brazos de Viggo me dejé vencer...esperando saber lo que pasase..inconsciente, me abracé a él.
-No permitas que me lleve -repetí oyendo de fondo la voz de Fiolett , tan amenazante y desafiante, no quería que se batiesen en duelo...los perdería a ambos, a uno y a otro. No quería enfrentamientos, solo quedarme. Fiolett suspiró negando con la cabeza, ella tampoco deseaba tal cosa...simplemente que le hiciese caso y volviera pues más de lo que ya lo había liado era imposible. Me había casado con un fantasma, en mi tiempo él no existe...
-Lilie...por favor, vamos -negué, no podía apartar mis esmeraldas de mi esposo, temblé y antes de que él dijese nada, le acaricié la mejilla despacio...apenas podía verle borroso por el alcohol. Mi Viggo estaba allí conmigo, lo que tanto deseé desde que tenemos uso de razón, Fiolett nunca lo aprobó...cambié cuando ocurrió aquella terrible desgracia, lo perdí en un punto exacto del tiempo que no podía ser desvelado.
-Ludvig, no sabes ni lo que estás diciendo. Ella no pertenece más que ser la oráculo de mi tiempo, no de aquí ¿no se lo has contado, Lilie? Aquí, en este Paris ni has nacido todavía...eres un bebé -la cúpula se reforzó y mis ojos se plagaron de lagrimas, no quería irme y si la creía[color=white]-Te ha engañado, mentecato... a ti y a tu hermano, conoce a Niels Cannif...es más ¿les digo como te apellidas? Eres una Cannif, Valeska y una Cannif que debe regresar a tu tiempo [/color]-suplicante, pedí que se callase, no quería perderlo todo cuando podía tenerlo
-Una noche, solo pido una noche en la que bailaremos , ¿No, amor? -sonreí ampliamente, inclinándome a sus labios y morder su labio inferior, era mucho más cercana y cariñosa, algo que descuadró a mi hermana por completo. Fiolett negaba con la cabeza, si la cúpula desaparecía...ella también. Lo miré significativamente, iba a ser el final...-Solo una noche y... podemos bailar hasta el amanecer en donde despertarémos en algún sofá después de … -reí divertida, borracha y enamorada, mis brazos se enredaron en su cuello y con una enorme sonrisa no pude esconderlo más...estaba tan borracha -Te …. -Fiolett cerró los ojos, buscando la mirada de Uthred.
No lo pensó, en cuanto bajé la guardia se acercó rápida para darme un golpe en la cabeza y caer sobre él inconsciente, Sabía que Fiolett era la que más se alegraría de que olvidase.
-Mientras tu hermano se hace cargo de ella...podíamos hablar a solas, tengo algo que ofrecerte y vuelvo a tener hambre ¿te demuestro como monta una vikinga? me prometiste seguir la fiesta... hasta que despierte no tengo nada que hacer-Fiolett y Uthred se iban por donde venían, parecían estar negociando como si yo misma fuese una pieza de mercado, entre los brazos de Viggo me dejé vencer...esperando saber lo que pasase..inconsciente, me abracé a él.
Valeska- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Enarqué una ceja ante las palabras de la morena, Valeska entre mis manos temblaba, estaba tan borracha que no sabia lo que decía y yo simplemente me limite a sujetar su cuerpo para que no trastabillara hasta el suelo.
Ella me pedía un ultimo baile y me pareció algo absurdo contestarle, me importaba una mierda si era una Cannif, si venia del futuro o era un fantasma de mi pasado, yo había jurado ante Odin y Freya que me convertiría en su marido y ante los dioses eso era lo que era.
-No morena, no es una Cannif, es una Ludwing, se convirtió en eso el mismo día que ante los dioses me dio el si quiero, así que puedes volver por donde has venido, de aquí no vas a llevarte nada, pues me pertenece.
No se en que momento esa mujer y mi hermano se vieron en disposición de negociar con lo que ya era mio, lo que si sabia es que no iba a dejarla ir, era mi mujer y ese era el fin de esta discursion sin sentido.
-Tranquila Valeska, no necesitamos un ultimo baile cuando pienso danzar dentro de ti el resto de noches de mi vida y es larga, la verga no, bueno también -puse un punto cómico esperando que sonriera.
La morena se acercó a noquearla, pero si creía que se había casado con un pelele, se equivocaba y tal y como corrió hacia nuestra posición saqué la espada desenvainandola y deteniendo su ataque.
-Esta borracha, no iremos a ningún sitio, no hay necesidad de huir cuando de quererlo puedo matarte aquí mismo -espeté hacia la morena -y ahora aléjate de mi mujer -ordené imperativo.
Envainé de nuevo cando la morena decidió que mejor negociar con mi hermano que conmigo, sin duda eso era cierto, no pensaba ceder un ápice en esto.
Primero me obligan a casarme y ahora a abandonarla a su suerte, lo siento pero no funcionan así los matrimonios vikingos y esa mujer debería de saberlo mejor que nadie. Hasta que la muerte nos separé implica justo eso, si quiere llevársela tendrá que matarme.
Volvimos a casa, la dejé caer con suavidad sobre nuestro lecho, ladeé la sonrisa contemplando sus dos esmeraldas.
-voy a prepararte un café y me vas a explicar todo, la verdad Valeska, no quiero mas juegos -le pedí.
Necesitaba que se despejara de la borrachera para poder mantener una conversación coherente con esa que se hacia llamar mi mujer y que sin duda lo era pues la unión había sido bendecida por los dioses.
Ella me pedía un ultimo baile y me pareció algo absurdo contestarle, me importaba una mierda si era una Cannif, si venia del futuro o era un fantasma de mi pasado, yo había jurado ante Odin y Freya que me convertiría en su marido y ante los dioses eso era lo que era.
-No morena, no es una Cannif, es una Ludwing, se convirtió en eso el mismo día que ante los dioses me dio el si quiero, así que puedes volver por donde has venido, de aquí no vas a llevarte nada, pues me pertenece.
No se en que momento esa mujer y mi hermano se vieron en disposición de negociar con lo que ya era mio, lo que si sabia es que no iba a dejarla ir, era mi mujer y ese era el fin de esta discursion sin sentido.
-Tranquila Valeska, no necesitamos un ultimo baile cuando pienso danzar dentro de ti el resto de noches de mi vida y es larga, la verga no, bueno también -puse un punto cómico esperando que sonriera.
La morena se acercó a noquearla, pero si creía que se había casado con un pelele, se equivocaba y tal y como corrió hacia nuestra posición saqué la espada desenvainandola y deteniendo su ataque.
-Esta borracha, no iremos a ningún sitio, no hay necesidad de huir cuando de quererlo puedo matarte aquí mismo -espeté hacia la morena -y ahora aléjate de mi mujer -ordené imperativo.
Envainé de nuevo cando la morena decidió que mejor negociar con mi hermano que conmigo, sin duda eso era cierto, no pensaba ceder un ápice en esto.
Primero me obligan a casarme y ahora a abandonarla a su suerte, lo siento pero no funcionan así los matrimonios vikingos y esa mujer debería de saberlo mejor que nadie. Hasta que la muerte nos separé implica justo eso, si quiere llevársela tendrá que matarme.
Volvimos a casa, la dejé caer con suavidad sobre nuestro lecho, ladeé la sonrisa contemplando sus dos esmeraldas.
-voy a prepararte un café y me vas a explicar todo, la verdad Valeska, no quiero mas juegos -le pedí.
Necesitaba que se despejara de la borrachera para poder mantener una conversación coherente con esa que se hacia llamar mi mujer y que sin duda lo era pues la unión había sido bendecida por los dioses.
Viggo Ludvig- Cambiante Clase Alta
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Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Perdí la razón entre sus brazos y el alcohol. La amenaza de que mi hermana estuviese ante mí, dispuesta a llevarme en un futuro al que no veía sentido... me abrumaba. Me aferré a él hasta que perdí el conocimiento, demasiado esfuerzo aguantando aquella burbuja para que el sol no le quemase. Mis ojos se cerraron, mi rostro se acomodó en su pecho dispuesta a que me llevase donde fuese...apenas me quedaban fuerza, necesitaba descansar.
Fiolett miraba fijamente a Viggo, su gesto se endureció cuando sacó la espada...no quería ningún mal...solo llevarme con ella. Para mi hermana...el haberme condenado amando a alguien que el futuro me arrebata... es algo que no tiene explicación pues mejor que nadie sé que en los viajes en el tiempo...es mejor no tocar nada, no forzar algo que no era posible en ningún tiempo.
La unión vikinga la conocíamos los cuatro y le había condenado a casarse conmigo. No sé cuánto tiempo estuve durmiendo pero cuando me desperté , mis manos lo buscaron...deslizándose por la cama. No lo hallé y me incorporé de golpe, no reconocía aquella habitación...jamás estuve allí. Lo último que reconocí fue a mi hermana. Maldije por lo bajo, si estaba allí...se acabó.
La puerta se abrió y alcé la mano, no iba a permitir que nadie me llevase a ningún lado... aquí era donde debía estar. Mis orbes se clavaron en la persona que se acercaba a mí... era ella. No me miraba de ninguna forma en especial, solo se sentó a mi lado y suspiró...todo estaba hecho, ahora tenía que enfrentarme a las consecuencias.
-Era la única forma, Fio -mi hermana no dijo nada, solo miraba a la puerta en donde esperaba él apareciese, verle una vez...antes de marchar porque iba a ocurrir eso. Fruncí el ceño , ¿qué pasaba si me quedaba? -Valeska... no puedes quedarte, él debe seguir su existencia... tener su fin porque así el destino lo ha deseado. No puedes cambiar lo que ocurre... ellos tienen un tiempo, nosotras también pero...aquí no. Nuestro tiempo no es este, debemos volver y lo sabes -No dije nada, bajé la mirada hacia las manos de mi hermana... ella seguía intentando convencerme sin éxito -Lo he tenido de alguna manera ¿no? Y no, no ha pasado nada...es mío, Fio. En este tiempo...podemos construir algo que... -Fiolett negó con la cabeza, no era ese el plan...se levantó y me tendió la mano, no quiso mirarme a los ojos -Sabes lo que debes hacer. El tiempo apremia, no podemos seguir en el pasado... ¿y si nos encontramos con nuestros padres? Vamos, Valeska...no lo hagas más difícil. -sé que él quería deshacerse de mí, desde el primer segundo... ¿qué iba a cambiar?
Me levanté junto a mi hermana, recorriendo la habitación hasta el salón donde ambos estaban.
Fiolett miraba fijamente a Viggo, su gesto se endureció cuando sacó la espada...no quería ningún mal...solo llevarme con ella. Para mi hermana...el haberme condenado amando a alguien que el futuro me arrebata... es algo que no tiene explicación pues mejor que nadie sé que en los viajes en el tiempo...es mejor no tocar nada, no forzar algo que no era posible en ningún tiempo.
La unión vikinga la conocíamos los cuatro y le había condenado a casarse conmigo. No sé cuánto tiempo estuve durmiendo pero cuando me desperté , mis manos lo buscaron...deslizándose por la cama. No lo hallé y me incorporé de golpe, no reconocía aquella habitación...jamás estuve allí. Lo último que reconocí fue a mi hermana. Maldije por lo bajo, si estaba allí...se acabó.
La puerta se abrió y alcé la mano, no iba a permitir que nadie me llevase a ningún lado... aquí era donde debía estar. Mis orbes se clavaron en la persona que se acercaba a mí... era ella. No me miraba de ninguna forma en especial, solo se sentó a mi lado y suspiró...todo estaba hecho, ahora tenía que enfrentarme a las consecuencias.
-Era la única forma, Fio -mi hermana no dijo nada, solo miraba a la puerta en donde esperaba él apareciese, verle una vez...antes de marchar porque iba a ocurrir eso. Fruncí el ceño , ¿qué pasaba si me quedaba? -Valeska... no puedes quedarte, él debe seguir su existencia... tener su fin porque así el destino lo ha deseado. No puedes cambiar lo que ocurre... ellos tienen un tiempo, nosotras también pero...aquí no. Nuestro tiempo no es este, debemos volver y lo sabes -No dije nada, bajé la mirada hacia las manos de mi hermana... ella seguía intentando convencerme sin éxito -Lo he tenido de alguna manera ¿no? Y no, no ha pasado nada...es mío, Fio. En este tiempo...podemos construir algo que... -Fiolett negó con la cabeza, no era ese el plan...se levantó y me tendió la mano, no quiso mirarme a los ojos -Sabes lo que debes hacer. El tiempo apremia, no podemos seguir en el pasado... ¿y si nos encontramos con nuestros padres? Vamos, Valeska...no lo hagas más difícil. -sé que él quería deshacerse de mí, desde el primer segundo... ¿qué iba a cambiar?
Me levanté junto a mi hermana, recorriendo la habitación hasta el salón donde ambos estaban.
Valeska- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 26/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Llegamos a la casa, mi hermano tumbo a una inconsciente Valeska en su lecho conyugal mientras yo con Fio me quedaba en el salón, estaba mas que claro que mi hermano no iba a ceder, el era de ideas fijas, estaba empecinado a seguir con este matrimonio.
Le recordé que solo fue un trato, que lo eligió a él como pudo elegirme a mí aunque ahora empezaba a dudar de la veracidad de esas palabras empleadas.
Enfrascados en una discursion, vimos como las dos mujeres se unían a la fiesta. La cara de Valeska lo decía todo, ademas de la resaca parecía estar llena de dudas, mi hermano no estaba mucho mejor.
-Tenemos que intentar ser coherentes con este desastre, tengo que reconocer hermano que la morena tiene razón y que quede claro que no se la doy solo porque me gusta colarme entre sus piernas, si no porque no pertenecen a nuestro tiempo, su destino esta muy alejado del nuestro Viggo.
Ellas han de volver a su tiempo y quizás en el futuro te reencuentres con ella hermano, pero ahora mismo esto es un absurdo.
Mi hermano estaba callado, pero poco duró quieto, pues de un manotazo estampó la mesa donde estaban nuestras copas de whisky contra la pared.
-Es mi mujer -rugió, Freya y Odin vendieron este matrimonio y me importa una mierda si viene del presente, del pasado o de este tiempo, ella es mi mujer.
Mi hermano era terco como una mula, si ni siquiera podía follar con ella, aun así seguía empecinado en no dejarla ir, esperaba que la rubita tuviera algo mas de cabeza que Viggo en este momento.
Exasperado clave mis verdes en los de la morena.
-Díselo tu, mi hermano no es capaz de dar su brazo a torcer, aun así creo que tu hermana tiene mucho que contarnos, algo me dice que este encuentro no ha sido casual.
¿por que viajar al pasado para dar con Viggo? Somos inmortales, de seguro lo a conocido en tu tiempo ¿que parte nos estáis ocultando?
No se iban a ir de allí sin darnos explicaciones.
Le recordé que solo fue un trato, que lo eligió a él como pudo elegirme a mí aunque ahora empezaba a dudar de la veracidad de esas palabras empleadas.
Enfrascados en una discursion, vimos como las dos mujeres se unían a la fiesta. La cara de Valeska lo decía todo, ademas de la resaca parecía estar llena de dudas, mi hermano no estaba mucho mejor.
-Tenemos que intentar ser coherentes con este desastre, tengo que reconocer hermano que la morena tiene razón y que quede claro que no se la doy solo porque me gusta colarme entre sus piernas, si no porque no pertenecen a nuestro tiempo, su destino esta muy alejado del nuestro Viggo.
Ellas han de volver a su tiempo y quizás en el futuro te reencuentres con ella hermano, pero ahora mismo esto es un absurdo.
Mi hermano estaba callado, pero poco duró quieto, pues de un manotazo estampó la mesa donde estaban nuestras copas de whisky contra la pared.
-Es mi mujer -rugió, Freya y Odin vendieron este matrimonio y me importa una mierda si viene del presente, del pasado o de este tiempo, ella es mi mujer.
Mi hermano era terco como una mula, si ni siquiera podía follar con ella, aun así seguía empecinado en no dejarla ir, esperaba que la rubita tuviera algo mas de cabeza que Viggo en este momento.
Exasperado clave mis verdes en los de la morena.
-Díselo tu, mi hermano no es capaz de dar su brazo a torcer, aun así creo que tu hermana tiene mucho que contarnos, algo me dice que este encuentro no ha sido casual.
¿por que viajar al pasado para dar con Viggo? Somos inmortales, de seguro lo a conocido en tu tiempo ¿que parte nos estáis ocultando?
No se iban a ir de allí sin darnos explicaciones.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 51
Fecha de inscripción : 15/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Sujeté a mi hermana , nunca me había pesado tanto que en ese instante. La verdad...quería un final diferente para esta historia pero ella como yo sabía que aquí debía quedar su locura. Valeska me susurraba lo mismo a medida que nos acercábamos al salón “no, Fio, por favor...”. Por un segundo, recordé a mi hermana de niña...era feliz pese a tener ese don, fue infeliz al enamorarse de aquel vampiro del que jamás tuvo que cruzarse en su camino.
Apreté con fuerza los dientes al verle sentado, ajeno a todo. Su hermano Uthred lo entendía, no era nuestro tiempo, ni siquiera debíamos estar allí ni saber quiénes éramos pero ya estaba todo hecho. Valeska era incapaz de tenerse en pie, la cúpula de protección la había dejado sin fuerzas, necesitaba volver a casa...al menos Sirius me ayudaría a hacerla mejorar lo antes posible.
Resoplé al oírla volver a suplicar que la dejara aquí, no podía ¡maldita sea! Iba a condenarnos a todos...el destino debía seguir su curso. Suspiré mirando al techo, dejándola en uno de los sillones, su cabello rubio suelto le tapaba el rostro...no hacía falta saber que se estaba haciendo a la idea de tener que volver, regresar a dónde jamás debió salir , cerrar ese portal y volver a casa junto con los demás.
Silencio tras la pregunta. Y yo...mejor que nadie, sabía porqué no podían encontrarse en el futuro, la miré fijamente a lo que ella agachó más la cabeza, ese maldito hombre era su condena y si le decía la verdad...terminaría siendo peor.
-No nos encontramos en un futuro porque antes de que eso ocurra, el rey destruye todo a su paso, hay una guerra constante y como oráculo...mejor que Viggo nadie lo sabe, pertenece a no solo otro mundo...las oráculos no deben casarse. -no era del todo verdad, así que debía darle toda credibilidad -El portal se abrió por mi hermano Niels, debía matar a la bruja , Valeska saltó y...como perteneceis al ejército de mi padre en el futuro, mi hermana lo vio como una vía de escape..sabía que estaría a salvo -Valeska me miró, no creía el que no le hubiese delatado, no lo haría nunca...era mi hermana, mi deber era protegerla -Aparte de oráculo es hechicera y la necesito para cerrar el portal, crear otros en el futuro y todo permanezca como debe de ser -miré a Uthred significativamente, no iba a decir más nada al respecto... no al menos con lo que ella sentía.
Apreté con fuerza los dientes al verle sentado, ajeno a todo. Su hermano Uthred lo entendía, no era nuestro tiempo, ni siquiera debíamos estar allí ni saber quiénes éramos pero ya estaba todo hecho. Valeska era incapaz de tenerse en pie, la cúpula de protección la había dejado sin fuerzas, necesitaba volver a casa...al menos Sirius me ayudaría a hacerla mejorar lo antes posible.
Resoplé al oírla volver a suplicar que la dejara aquí, no podía ¡maldita sea! Iba a condenarnos a todos...el destino debía seguir su curso. Suspiré mirando al techo, dejándola en uno de los sillones, su cabello rubio suelto le tapaba el rostro...no hacía falta saber que se estaba haciendo a la idea de tener que volver, regresar a dónde jamás debió salir , cerrar ese portal y volver a casa junto con los demás.
Silencio tras la pregunta. Y yo...mejor que nadie, sabía porqué no podían encontrarse en el futuro, la miré fijamente a lo que ella agachó más la cabeza, ese maldito hombre era su condena y si le decía la verdad...terminaría siendo peor.
-No nos encontramos en un futuro porque antes de que eso ocurra, el rey destruye todo a su paso, hay una guerra constante y como oráculo...mejor que Viggo nadie lo sabe, pertenece a no solo otro mundo...las oráculos no deben casarse. -no era del todo verdad, así que debía darle toda credibilidad -El portal se abrió por mi hermano Niels, debía matar a la bruja , Valeska saltó y...como perteneceis al ejército de mi padre en el futuro, mi hermana lo vio como una vía de escape..sabía que estaría a salvo -Valeska me miró, no creía el que no le hubiese delatado, no lo haría nunca...era mi hermana, mi deber era protegerla -Aparte de oráculo es hechicera y la necesito para cerrar el portal, crear otros en el futuro y todo permanezca como debe de ser -miré a Uthred significativamente, no iba a decir más nada al respecto... no al menos con lo que ella sentía.
Fiolett- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 14/06/2017
Localización : Akershus
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Me importaban una mierda las explicaciones de su hermana, tenia las cosas claras, hoy era mi mujer, mi esposa y ese juramento lo hice ante Odin, ante Freya.
No se si el futuro era distinto, tampoco me importaba el porque tuvo que venir a este tiempo a encontrarme.
-En el momento que Valeska cruzo ese portal, en el momento que se cruzo en mi camino y en el instante en el que juramos ante Freya que nos amaríamos hasta que la muerte nos anclara al otro lado, tu futuro ya no importa, este es el nuevo camino, el que creará un nuevo futuro, habéis cambiado las cosas y no voy a dejar ir a mi mujer, es mía y Odin bendice esta unión.
Fio negaba, mi hermano también pero no iban a sacarme de ahí, esta era mi decisión y esto no era una discusión a cuatro si no a dos.
Los ignoré, porque me importaba una mierda lo que pensara, solo me importaba Valeska y es allí donde busque respuestas en sus vidriosas esmeraldas.
-¿me quieres? Si es así, no te largues, no cometas el error de hacer caso a tu hermana, tuviste valor para cruzar un portal tridimensional, buscarme y lograr que nos desposáramos, no puedes ahora irte y lo sabes, eres mi mujer y yo te quiero a mi lado.
Fió tiraba de ella, pero me alcé desenvainando la espada.
-No quiero convertir esto en un funeral, menos matando a la hermana de mi mujer, pero no voy a permitir que te la lleves, ahora según las leyes del norte, me pertenece, ya no a tu padre, ella ahora no es una Cannif, es una Ludwing y eso creo que es la mas poderosa de las verdades.
Tiré de su mano orillandola contra mi cuerpo, mis labios surcaron los ajenos, buscándola, suplicantes, suya era la ultima decisión y lo sabia peor esperaba que luchara, no era el camino mas fácil pero si el que nos mantendría juntos.
Mi hermano iba a replicar, peor lacé la espada posandola en su garganta.
-Te aconsejo que te calles, porque si no estas conmigo estas contra mi, eres sangre de mi sangre, te quiero hermano y lo sabes peor no voy a permitir que te la lleves de mi lado, ella es mi mujer y esa es la ultima palabra que pronunciare, si alguno intenta apartarla de mi lado...lo mataré.
No se si el futuro era distinto, tampoco me importaba el porque tuvo que venir a este tiempo a encontrarme.
-En el momento que Valeska cruzo ese portal, en el momento que se cruzo en mi camino y en el instante en el que juramos ante Freya que nos amaríamos hasta que la muerte nos anclara al otro lado, tu futuro ya no importa, este es el nuevo camino, el que creará un nuevo futuro, habéis cambiado las cosas y no voy a dejar ir a mi mujer, es mía y Odin bendice esta unión.
Fio negaba, mi hermano también pero no iban a sacarme de ahí, esta era mi decisión y esto no era una discusión a cuatro si no a dos.
Los ignoré, porque me importaba una mierda lo que pensara, solo me importaba Valeska y es allí donde busque respuestas en sus vidriosas esmeraldas.
-¿me quieres? Si es así, no te largues, no cometas el error de hacer caso a tu hermana, tuviste valor para cruzar un portal tridimensional, buscarme y lograr que nos desposáramos, no puedes ahora irte y lo sabes, eres mi mujer y yo te quiero a mi lado.
Fió tiraba de ella, pero me alcé desenvainando la espada.
-No quiero convertir esto en un funeral, menos matando a la hermana de mi mujer, pero no voy a permitir que te la lleves, ahora según las leyes del norte, me pertenece, ya no a tu padre, ella ahora no es una Cannif, es una Ludwing y eso creo que es la mas poderosa de las verdades.
Tiré de su mano orillandola contra mi cuerpo, mis labios surcaron los ajenos, buscándola, suplicantes, suya era la ultima decisión y lo sabia peor esperaba que luchara, no era el camino mas fácil pero si el que nos mantendría juntos.
Mi hermano iba a replicar, peor lacé la espada posandola en su garganta.
-Te aconsejo que te calles, porque si no estas conmigo estas contra mi, eres sangre de mi sangre, te quiero hermano y lo sabes peor no voy a permitir que te la lleves de mi lado, ella es mi mujer y esa es la ultima palabra que pronunciare, si alguno intenta apartarla de mi lado...lo mataré.
Viggo Ludvig- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 26/02/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Todo había llegado demasiado lejos, se jugaba mucho y lo sabía pero ¿cómo dejarlo pasar? Durante todo este tiempo, su único fin no era otro que buscarlo fuese donde fuese. Y allí estábamos, sabía lo que suponía quedarme e irme al mismo tiempo. Me fue arrebatado demasiado pronto, antes de que pudiese tan siquiera conocerle. No dije nada, me bloqueé, pensaba las cosas con claridad pero no veía ningún camino que pudiese escoger pues todos eran equivocados, fatales para nuestro futuro...en el presente apenas soy una niña en el norte.
-¿Por qué? -fue lo único que escapó de mis labios, no pude preguntar otra cosa... no busqué su mirada, tuve miedo de su respuesta y reacción, estaba convencido de que me quedase y no me marchase -Fue un simple matrimonio de conveniencia, podemos romperlo...no está consumado -no quería, él lo sabía pero no dije ninguna mentira. Suspiré, dejando escapar un suspiro y aferrar la mano de mi hermana para que no me soltase.
-No importa los motivos por los que cruzase o no el portal, es cierto que mi tiempo no es este. Ni siquiera deberíamos estar aquí ahora. -tragué saliva, apenas podía mantener los ojos abiertos. El filo de la espada silbó en el aire, apuntaba al cuello de su hermano... no entendí su afán por aferrarse a que siguiese a su lado si en teoría ...me detestaba, no podría jamás perderse entre mis piernas, no conseguiría nada de mí...o eso al menos parecía.
-No debí cruzar el portal pero era la única forma -busqué con la mirada a mi hermana, mis orbes esmeraldas se cerraron de golpe al ver la forma en la que me miraba...-Tengo que irme, el futuro está en peligro...si me quedo cambiaré el rumbo de las cosas y así tiene que ser...-no respondí a la pregunta que si lo quería porque no, lo amaba...lo amé apenas cuando era una niña y lo perdí en el mismo instante en el que supe que ya nada sería lo mismo.
-Debemos darnos prisa, abrir el portal. Los demás lo necesitarán para volver -sentí la mirada de Viggo en mí y negué con la cabeza, no quise ni mirarle... -Debí haberme casado con tu hermano, todo era mucho más fácil -bromeé y sin querer... una lagrima descendió por mi mejilla -Es hora de volver -tenía que reunir fuerzas para que el portal nos devolviese ...a casa. A casa sin él, volvía a perderlo tal como lo llegué a tener...
-¿Por qué? -fue lo único que escapó de mis labios, no pude preguntar otra cosa... no busqué su mirada, tuve miedo de su respuesta y reacción, estaba convencido de que me quedase y no me marchase -Fue un simple matrimonio de conveniencia, podemos romperlo...no está consumado -no quería, él lo sabía pero no dije ninguna mentira. Suspiré, dejando escapar un suspiro y aferrar la mano de mi hermana para que no me soltase.
-No importa los motivos por los que cruzase o no el portal, es cierto que mi tiempo no es este. Ni siquiera deberíamos estar aquí ahora. -tragué saliva, apenas podía mantener los ojos abiertos. El filo de la espada silbó en el aire, apuntaba al cuello de su hermano... no entendí su afán por aferrarse a que siguiese a su lado si en teoría ...me detestaba, no podría jamás perderse entre mis piernas, no conseguiría nada de mí...o eso al menos parecía.
-No debí cruzar el portal pero era la única forma -busqué con la mirada a mi hermana, mis orbes esmeraldas se cerraron de golpe al ver la forma en la que me miraba...-Tengo que irme, el futuro está en peligro...si me quedo cambiaré el rumbo de las cosas y así tiene que ser...-no respondí a la pregunta que si lo quería porque no, lo amaba...lo amé apenas cuando era una niña y lo perdí en el mismo instante en el que supe que ya nada sería lo mismo.
-Debemos darnos prisa, abrir el portal. Los demás lo necesitarán para volver -sentí la mirada de Viggo en mí y negué con la cabeza, no quise ni mirarle... -Debí haberme casado con tu hermano, todo era mucho más fácil -bromeé y sin querer... una lagrima descendió por mi mejilla -Es hora de volver -tenía que reunir fuerzas para que el portal nos devolviese ...a casa. A casa sin él, volvía a perderlo tal como lo llegué a tener...
Valeska- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 26/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Mi hermano bajo la espada, podía ver la desilusión en sus ojos ante las palabras de su esposa, se alargaba y aunque estaba de acuerdo en que era la decisión correcta, la mas sabia para dejar que las cosas sucedieran sin mas..eso si, la morenita iba a contarme exactamente el porque en el futuro no podía dar con nosotros, si nuestros destinos se extinguían sabia saber exactamente cuando y como.
No me era mi plan del día dejar de existir, creo que eso había quedado calor y después de haber irrumpido en nuestras vidas creo que merecíamos al menos saber el porque de las cosas.
La espada retumbó contra el suelo en un estridente sonido metálico, creo que fue una teatral representación, muy acertada por cierto de como mi hermano acaba de ser vencido por segunda vez por una oráculo.
Sus pasos se dirigieron al mueble bar, su compañera de viaje una botella de bourbon y con ella cogida por el cuello abandonó la casona sin esperar mas palabras, creo que había escuchado lo suficiente como para saber que solo el estaba dispuesto a luchar.
Podía ver el dolor en la mirada de Valeska al verle partir mientras su hermana la sujetaba con firmeza para que no se derrumbara.
-Has hecho lo correcto, mi hermano se equivoca, eres de otro tiempo, otra realidad y las cosas han de seguir como están.
Mis ojos se hundieron en los de la morena.
-Y tu señorita, vas a explicarme antes de que os larguéis cual es la causa de nuestra muerte, como comprenderás ahora que conozco nuestro trágico destino voy a evitarlo a toda costa..creo que es un buen trato, te devuelvo a tu hermana y a cambio tu salvas al mio y a mi mismo ¿que me dices preciosa?
Fio creo que valoraba mis palabras, ladeé la sonrisa contemplando su cuerpo.
-Admito que echaré de menos estos pasionales encuentros que nos traemos.
No me era mi plan del día dejar de existir, creo que eso había quedado calor y después de haber irrumpido en nuestras vidas creo que merecíamos al menos saber el porque de las cosas.
La espada retumbó contra el suelo en un estridente sonido metálico, creo que fue una teatral representación, muy acertada por cierto de como mi hermano acaba de ser vencido por segunda vez por una oráculo.
Sus pasos se dirigieron al mueble bar, su compañera de viaje una botella de bourbon y con ella cogida por el cuello abandonó la casona sin esperar mas palabras, creo que había escuchado lo suficiente como para saber que solo el estaba dispuesto a luchar.
Podía ver el dolor en la mirada de Valeska al verle partir mientras su hermana la sujetaba con firmeza para que no se derrumbara.
-Has hecho lo correcto, mi hermano se equivoca, eres de otro tiempo, otra realidad y las cosas han de seguir como están.
Mis ojos se hundieron en los de la morena.
-Y tu señorita, vas a explicarme antes de que os larguéis cual es la causa de nuestra muerte, como comprenderás ahora que conozco nuestro trágico destino voy a evitarlo a toda costa..creo que es un buen trato, te devuelvo a tu hermana y a cambio tu salvas al mio y a mi mismo ¿que me dices preciosa?
Fio creo que valoraba mis palabras, ladeé la sonrisa contemplando su cuerpo.
-Admito que echaré de menos estos pasionales encuentros que nos traemos.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 51
Fecha de inscripción : 15/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
-Viggo -murmuré su nombre por ultima vez, antes de presenciar su partida. Fiolett apartó la mano de mi brazo, mi piel ardía presa del enfado, volvía a perderlo...solo que de distinta forma. Cerré los ojos un instante, susurrando unas palabras en mi idioma natal, llamando a la calma...la necesitaba más que respirar. Mi hermana me miraba preocupada y en guardia al mismo tiempo, me recordaba tanto a padre... tan determinante en sus acciones, siempre recordándome qué camino era más fácil seguir.
-¿Lo correcto? ¿Para ti qué es lo correcto, Uthred? Porque dejar pasar a tu destino no lo es y déjame, ¿quieres? -reacia, miré a mi hermana a los ojos y su mirada fue devuelta pero de lo que estaba totalmente segura era de que no se arrepentía pues para eso fue allí. Me tomé mi último momento allí, por la ventana podía ver su silueta perderse entre las sombras... apoyé la palma en el cristal, se empañó y mis ojos, quien en silencio...esta vez, era transparente.
..
-Es tan peligroso como que estemos aquí, saber cuál es el motivo de vuestra muerte...una doble porque ya lo estás -sonreí con suspicacia, buscando su mirada. Contemplé a mi hermana asomada a la ventana, esperando que él regresase...no iba a negarle una última despedida pero dudaba que Viggo quisiera decirle adiós. Tendríamos que volver al alba y allí esperar a que aquel portal se abriese, en el norte trazaríamos el otro plan...que los demás regresasen. Estar más tiempo en el pasado solo sería echar más leña al fuego, odiaba ver a mi hermana así pero si no la sacaba de allí...terminaríamos aún peor de lo que ya lo estábamos.
-Valeska presenció vuestra muerte en cuanto llegasteis al norte, a luchar contra los nuestros. Apenas teníamos 12 años, dudo que ni tan siquiera nos cruzáramos. En mi caso, me encontraba con mis hermanos entrenando en el patio de armas, Valeska con Sirius y su magia. Y llegasteis, de noche... cuando estábamos a punto de cenar, disfrutar de una buena comida como siempre -chasqueé la lengua, Valeska no nos oía intentaba comunicarse con Viggo telepaticamente..-Esa noche creo que se prometió salvarle, todos estos años ha pensado cómo... apenas era una niña y ahora, ahora se han igualado...encontrado en el tiempo. No la culpes por ser tan necia de no importarle joder el futuro por... bueno, yo no entiendo sobre eso... los sentimientos son algo que me trae sin cuidado. Sabes lo que tienes que saber -
también le vi bajar del caballo, le admiré como guerrero pues su apellido se extendía con honor en el norte. Sonreí de medio lado y me acerqué a él, acariciando su barba con dos de mis dedos y sonreír contra sus labios, me lo había pasado bien pero ya está.
-Me vas a echar de menos, dilo -sonreí y me acerqué a sus labios, dejando un roce, mi despedida...
-¿Lo correcto? ¿Para ti qué es lo correcto, Uthred? Porque dejar pasar a tu destino no lo es y déjame, ¿quieres? -reacia, miré a mi hermana a los ojos y su mirada fue devuelta pero de lo que estaba totalmente segura era de que no se arrepentía pues para eso fue allí. Me tomé mi último momento allí, por la ventana podía ver su silueta perderse entre las sombras... apoyé la palma en el cristal, se empañó y mis ojos, quien en silencio...esta vez, era transparente.
..
-Es tan peligroso como que estemos aquí, saber cuál es el motivo de vuestra muerte...una doble porque ya lo estás -sonreí con suspicacia, buscando su mirada. Contemplé a mi hermana asomada a la ventana, esperando que él regresase...no iba a negarle una última despedida pero dudaba que Viggo quisiera decirle adiós. Tendríamos que volver al alba y allí esperar a que aquel portal se abriese, en el norte trazaríamos el otro plan...que los demás regresasen. Estar más tiempo en el pasado solo sería echar más leña al fuego, odiaba ver a mi hermana así pero si no la sacaba de allí...terminaríamos aún peor de lo que ya lo estábamos.
-Valeska presenció vuestra muerte en cuanto llegasteis al norte, a luchar contra los nuestros. Apenas teníamos 12 años, dudo que ni tan siquiera nos cruzáramos. En mi caso, me encontraba con mis hermanos entrenando en el patio de armas, Valeska con Sirius y su magia. Y llegasteis, de noche... cuando estábamos a punto de cenar, disfrutar de una buena comida como siempre -chasqueé la lengua, Valeska no nos oía intentaba comunicarse con Viggo telepaticamente..-Esa noche creo que se prometió salvarle, todos estos años ha pensado cómo... apenas era una niña y ahora, ahora se han igualado...encontrado en el tiempo. No la culpes por ser tan necia de no importarle joder el futuro por... bueno, yo no entiendo sobre eso... los sentimientos son algo que me trae sin cuidado. Sabes lo que tienes que saber -
también le vi bajar del caballo, le admiré como guerrero pues su apellido se extendía con honor en el norte. Sonreí de medio lado y me acerqué a él, acariciando su barba con dos de mis dedos y sonreír contra sus labios, me lo había pasado bien pero ya está.
-Me vas a echar de menos, dilo -sonreí y me acerqué a sus labios, dejando un roce, mi despedida...
Fiolett- Humano Clase Alta
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Localización : Akershus
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Me eche a reír cuando Fio se acercó dibujando mis labios con los suyos, sus seductoras palabras me aseguraban que la echaría de menos, por lo que ladeé la sonrisa sin mas como respuesta.
-Tu me echaras de menos y volverás -le dije con seguridad.
La morenita podía ir de dura, de que nada le importaba peor llevaba siglos viendo mujeres, la forma en la que me miraba, como me tocaba, era un polvo si, las vikingas así como nosotros disfrutábamos del sexo sin tapujos, pero era un polvo épico y eso lo supimos los dos en cuanto nuestros cuerpos colisionaron.
-Vamos a echar otro de despedida -afirmé mas que pregunte orillando mi cuerpo al ajeno, mi aliento calcinó sus húmedos labios que se entreabrieron presos de mi cercanía.
No la dejé responder, mi brazo rodeo su cuerpo y de un salto la vikinga se enganchó a mi cintura mordiéndome los labios.
Nuestros sexos se encontraron rugiendo, friccionando reclamándose uno al otro con voracidad.
Antes de que se largaran tenia que explicarme bien el motivo de nuestra muerte, según ella tenían doce años cuando eso sucedió pero quería conocer los escabrosos detalles, claro que ahora mismo pensaba con el zipote, así que..eso seria mas tarde.
Dejé caer su culo en la mesa, un gruñido escapó de sus labios mientras me abría las piernas y mi brazo tiraba mas de ella haciendo entrechocar nuestros cuerpos con violencia.
Enredó mi pelo con sus dedos alzándome la cabeza, sus labios se deslizaron por mi cuello, marcándolo, mordiéndolo entre gruñidos.
Me deshice de su pantalón de un tirón, el cuero sonó desquebrajado mas a ninguno de los dos nos importo tal y como estábamos.
Sus manos buscaron la cinturilla del pantalón, el botón salió despedido cuando tiró de sendas partes para abrirlo liberando así mi martillo.
Mis ojos enrojecieron como el fuego que nos alumbraba en ese momento.
Su mueca pérfida fue el silencioso “follame” que utilizo, mientras sus piernas se enredaban atrayéndome con los pies del culo para que golpeara su yunque.
-Shhhhh -susurré calmándola.
Tenia que reconocerlo, era pasional aquella mujer, me hacia arder su inquietud, esa necesidad de tomarlo todo no mas tardar.
-Mas despacio morena -le dije empujándola del pecho sobre la mesa para tumbarla en ella.
Mis ojos turbios de deseo la admiraron, su pelo caía revuelto como un abanico sobre la madera y sus labios engrosados me gritaban que los mordiera.
Mi mano fue a su sexo, acariciándolo despacio, ladeé la sonrisa al ver lo preparada que estaba para que en ella envainara la espada.
-Tu me echaras de menos y volverás -le dije con seguridad.
La morenita podía ir de dura, de que nada le importaba peor llevaba siglos viendo mujeres, la forma en la que me miraba, como me tocaba, era un polvo si, las vikingas así como nosotros disfrutábamos del sexo sin tapujos, pero era un polvo épico y eso lo supimos los dos en cuanto nuestros cuerpos colisionaron.
-Vamos a echar otro de despedida -afirmé mas que pregunte orillando mi cuerpo al ajeno, mi aliento calcinó sus húmedos labios que se entreabrieron presos de mi cercanía.
No la dejé responder, mi brazo rodeo su cuerpo y de un salto la vikinga se enganchó a mi cintura mordiéndome los labios.
Nuestros sexos se encontraron rugiendo, friccionando reclamándose uno al otro con voracidad.
Antes de que se largaran tenia que explicarme bien el motivo de nuestra muerte, según ella tenían doce años cuando eso sucedió pero quería conocer los escabrosos detalles, claro que ahora mismo pensaba con el zipote, así que..eso seria mas tarde.
Dejé caer su culo en la mesa, un gruñido escapó de sus labios mientras me abría las piernas y mi brazo tiraba mas de ella haciendo entrechocar nuestros cuerpos con violencia.
Enredó mi pelo con sus dedos alzándome la cabeza, sus labios se deslizaron por mi cuello, marcándolo, mordiéndolo entre gruñidos.
Me deshice de su pantalón de un tirón, el cuero sonó desquebrajado mas a ninguno de los dos nos importo tal y como estábamos.
Sus manos buscaron la cinturilla del pantalón, el botón salió despedido cuando tiró de sendas partes para abrirlo liberando así mi martillo.
Mis ojos enrojecieron como el fuego que nos alumbraba en ese momento.
Su mueca pérfida fue el silencioso “follame” que utilizo, mientras sus piernas se enredaban atrayéndome con los pies del culo para que golpeara su yunque.
-Shhhhh -susurré calmándola.
Tenia que reconocerlo, era pasional aquella mujer, me hacia arder su inquietud, esa necesidad de tomarlo todo no mas tardar.
-Mas despacio morena -le dije empujándola del pecho sobre la mesa para tumbarla en ella.
Mis ojos turbios de deseo la admiraron, su pelo caía revuelto como un abanico sobre la madera y sus labios engrosados me gritaban que los mordiera.
Mi mano fue a su sexo, acariciándolo despacio, ladeé la sonrisa al ver lo preparada que estaba para que en ella envainara la espada.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 51
Fecha de inscripción : 15/03/2017
Re: Fuego, tierra, aire y agua (privado)
Lo correcto.
Siempre con “hacer lo correcto”, para mí no era marcharme sin más, dejarlo a su suerte después de todo lo que había conseguido. El destino para mí era incierto, siempre veía lo que ocurriría pero esta vez... no era capaz de ver nada, me bloqueé. No podía irme sin más, no quería dejarle. Intenté comunicarme con él por la mente pero fue totalmente imposible, me bloqueaba. Chasqueé la lengua frustrada, mis puños cerrados en el marco de la ventana, de fondo... la risa de mi hermana y el traqueteo que llevaban aquellos dos.
No sé cuándo ocurriría algo entre ellos pero lo que estaba claro era que no iba a quedarme allí oyéndoles follar. Di un par de golpes en la puerta antes de abrirla, sin esperar que me dieran paso pues a los dos les dio igual verme. Mi hermana seguía besando al vampiro, atrapándolo por la cintura con sus piernas y sin perder la sonrisa, me fulminó con la mirada... estorbaba. Desafiante, alcé la barbilla orgullosa...Fiolett nunca repetía con ninguno y por lo que podía apreciar, no era la primera vez que estaban...en ese plan.
-Voy a ir a buscarle, así que espero que sepas bien lo que estás haciendo -ella sí podía tomar todo cómo quisiera, eso hacía...sin pensar en absoluto en las consecuencias , era igual que padre determinante y decidida, muy impulsiva. No le dejé ni siquiera decirme nada, les miré a ambos... quien no tardaron en volver a lo suyo pues hasta el alba no podríamos cruzar.
No hizo falta rastrearlo, sabía que la playa fue el sitio donde anclar su decepción. Le vi de espaldas, sentado mirando al mar y el corazón se me encogió. Un capricho, había oído eso tantas veces que al final me lo decía a mí misma para creerlo. No era ningún capricho, supe que siempre sería él...y eso nadie iba a hacerme cambiar de opinión. Me mordí el labio inferior antes de acercarme, me quedé a un par de pasos antes de llegar.
-Sigo aquí -murmuré, la brisa removió mi cabello... otorgándome con el placer de aspirar su aroma... era especial sin duda. -Me da igual si no quieres escucharme, me creas o me eches porque no pienso largarme sin decirte...-caminé hasta él para enfrentar su mirada azul, la busqué pero no la hallé... como si allí no estuviese, él seguía inmerso en el mar -No tengo más opción que volver pero...¿por qué no vienes conmigo? Con nosotras...a mi presente, estareis a salvo y el futuro desparecerá...no te veré hacerte cenizas ante mis ojos -tomé aire y lo solté, no le estaba pidiendo cualquier cosa y lo sabía...me arrodillé a su lado, tomándole del mentón, enfrentando su mirada -No es por Odin, ¿por qué quieres que me quede? -no iba a decírmelo, tampoco me importó pues busqué sus labios y le robé un beso, uno que me negué a mí misma...pero que volvió a sentirme viva.
Siempre con “hacer lo correcto”, para mí no era marcharme sin más, dejarlo a su suerte después de todo lo que había conseguido. El destino para mí era incierto, siempre veía lo que ocurriría pero esta vez... no era capaz de ver nada, me bloqueé. No podía irme sin más, no quería dejarle. Intenté comunicarme con él por la mente pero fue totalmente imposible, me bloqueaba. Chasqueé la lengua frustrada, mis puños cerrados en el marco de la ventana, de fondo... la risa de mi hermana y el traqueteo que llevaban aquellos dos.
No sé cuándo ocurriría algo entre ellos pero lo que estaba claro era que no iba a quedarme allí oyéndoles follar. Di un par de golpes en la puerta antes de abrirla, sin esperar que me dieran paso pues a los dos les dio igual verme. Mi hermana seguía besando al vampiro, atrapándolo por la cintura con sus piernas y sin perder la sonrisa, me fulminó con la mirada... estorbaba. Desafiante, alcé la barbilla orgullosa...Fiolett nunca repetía con ninguno y por lo que podía apreciar, no era la primera vez que estaban...en ese plan.
-Voy a ir a buscarle, así que espero que sepas bien lo que estás haciendo -ella sí podía tomar todo cómo quisiera, eso hacía...sin pensar en absoluto en las consecuencias , era igual que padre determinante y decidida, muy impulsiva. No le dejé ni siquiera decirme nada, les miré a ambos... quien no tardaron en volver a lo suyo pues hasta el alba no podríamos cruzar.
No hizo falta rastrearlo, sabía que la playa fue el sitio donde anclar su decepción. Le vi de espaldas, sentado mirando al mar y el corazón se me encogió. Un capricho, había oído eso tantas veces que al final me lo decía a mí misma para creerlo. No era ningún capricho, supe que siempre sería él...y eso nadie iba a hacerme cambiar de opinión. Me mordí el labio inferior antes de acercarme, me quedé a un par de pasos antes de llegar.
-Sigo aquí -murmuré, la brisa removió mi cabello... otorgándome con el placer de aspirar su aroma... era especial sin duda. -Me da igual si no quieres escucharme, me creas o me eches porque no pienso largarme sin decirte...-caminé hasta él para enfrentar su mirada azul, la busqué pero no la hallé... como si allí no estuviese, él seguía inmerso en el mar -No tengo más opción que volver pero...¿por qué no vienes conmigo? Con nosotras...a mi presente, estareis a salvo y el futuro desparecerá...no te veré hacerte cenizas ante mis ojos -tomé aire y lo solté, no le estaba pidiendo cualquier cosa y lo sabía...me arrodillé a su lado, tomándole del mentón, enfrentando su mirada -No es por Odin, ¿por qué quieres que me quede? -no iba a decírmelo, tampoco me importó pues busqué sus labios y le robé un beso, uno que me negué a mí misma...pero que volvió a sentirme viva.
Valeska- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 26/03/2017
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