AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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unforgettable (Anuar)
U N F O R G E T T A B L E
Aún no tenía el dinero en sus manos así que no estaba seguro de que podría rentar uno de esos locales, sin embargo no estaba mal checar el lugar de ante mano, especialmente porque no sabía cuanto dinero iba a costar y al menos tener un estimado le permitía imaginarse que tan grande sería el espacio para poner las antigüedades que aún conservaba. Habían pasado ya casi 7 años desde que había cerrado la tienda, ya no le avergonzaba reconocer que había dejado todo de lado en su vida y se había enterrado bajo tierra luego de haber terminado su relación con Anuar, había tenido suficiente tiempo para recapacitar y reorganizar prioridades en su vida.
Ahora que había vuelto a París, se había tomado casi un año intentando reunir el dinero para rentar un nuevo local y abrir la tienda, no resultaba fácil conseguir dinero sin hacer uso de sus poderes mentales, especialmente cuando no le habían dado el trabajo como profesor de la Universidad y le estaba tocando dar tutorías esporádicas privadas. Esa noche en particular, no tenía ninguna clase, por lo que decidió visitar la zona comercial vestido con su viejo suéter de lana y unos pantalones verde oscuros, el clima estaba cambiando lentamente y cada vez las noches eran más frescas y llenas de vida.
Dio la vuelta por una calle en donde había un local vacío, un poco más pequeño que la tienda que había tenido, pero que lucía en buen estado y olía a pintura fresca. Estaba al lado de una casa de empeño y cuando estaba a punto de tocar a la puerta para ver si el dueño del sitio se encontraba en el piso de arriba, con el rabillo del ojo vio a Anuar.
Por un instante creyó que su mente le había hecho una mala jugada, pero la sensación que sintió en las entrañas era demasiado real, así que giró su cabeza y se encontró con que el chico venía caminando por la acera junto con un grupo de transeúntes que pasaban por ahí. El Vampiro se quedó muy quieto, con la boca media abierta en una exclamación congelada, le pareció como si el tiempo a su alrededor se hubiese detenido sólo para que él pudiera ver al pintor de ojos miel que años atrás le había vuelto loco.
- Anuar... - Murmuró aún sin dar crédito a lo que veía – Wow... tanto tiempo sin saber de ti – Agregó cuando el chico estuvo cerca.
Aún no tenía el dinero en sus manos así que no estaba seguro de que podría rentar uno de esos locales, sin embargo no estaba mal checar el lugar de ante mano, especialmente porque no sabía cuanto dinero iba a costar y al menos tener un estimado le permitía imaginarse que tan grande sería el espacio para poner las antigüedades que aún conservaba. Habían pasado ya casi 7 años desde que había cerrado la tienda, ya no le avergonzaba reconocer que había dejado todo de lado en su vida y se había enterrado bajo tierra luego de haber terminado su relación con Anuar, había tenido suficiente tiempo para recapacitar y reorganizar prioridades en su vida.
Ahora que había vuelto a París, se había tomado casi un año intentando reunir el dinero para rentar un nuevo local y abrir la tienda, no resultaba fácil conseguir dinero sin hacer uso de sus poderes mentales, especialmente cuando no le habían dado el trabajo como profesor de la Universidad y le estaba tocando dar tutorías esporádicas privadas. Esa noche en particular, no tenía ninguna clase, por lo que decidió visitar la zona comercial vestido con su viejo suéter de lana y unos pantalones verde oscuros, el clima estaba cambiando lentamente y cada vez las noches eran más frescas y llenas de vida.
Dio la vuelta por una calle en donde había un local vacío, un poco más pequeño que la tienda que había tenido, pero que lucía en buen estado y olía a pintura fresca. Estaba al lado de una casa de empeño y cuando estaba a punto de tocar a la puerta para ver si el dueño del sitio se encontraba en el piso de arriba, con el rabillo del ojo vio a Anuar.
Por un instante creyó que su mente le había hecho una mala jugada, pero la sensación que sintió en las entrañas era demasiado real, así que giró su cabeza y se encontró con que el chico venía caminando por la acera junto con un grupo de transeúntes que pasaban por ahí. El Vampiro se quedó muy quieto, con la boca media abierta en una exclamación congelada, le pareció como si el tiempo a su alrededor se hubiese detenido sólo para que él pudiera ver al pintor de ojos miel que años atrás le había vuelto loco.
- Anuar... - Murmuró aún sin dar crédito a lo que veía – Wow... tanto tiempo sin saber de ti – Agregó cuando el chico estuvo cerca.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: unforgettable (Anuar)
Observaba distraídamente las alhajas que se exponían en los estantes de las tiendas ¿sería el collar de oro o el anillo? Sopesaba la idea intentando recordar si en algún momento el francés había mencionado algún vestigio de la imagen del objeto que había empeñado por culpa de él. Suspiro golpeteando los dedos sobre el cristal “Es una tontería” resonaba en su cabeza una y otra vez, el rumano se empeñaba en pasarse horas observando las vitrinas sin siquiera tener una idea vaga de lo que estaba buscando. Solo sabía, que necesitaba algo que pusiera feliz a Edouard por si algún día lo volvía a ver.
Escucho una voz conocida pronunciar su nombre, una melodía que tenía varios años sin presenciar –Soren- murmuro antes de dirigir sus ojos hacía el vampiro. Verlo, justamente con aquellos pensamientos adheridos a su consciente le causo un vuelco en el estómago. Por un segundo que le supo a eternidad se sintió diminuto –Tanto tiempo…- repitió avanzando los pasos que faltaban para poder tener el sueco de frente ¿Cuántos años habían pasado desde que aquel vampiro había encontrado el camino a su corazón? Esbozó una sonrisa de medio ante los nítidos recuerdos. Que abigarrado se sentía con el peso de haberlo cambiado ante su partida ¿Y si ahora el destino se burlaba también de él? Por haberle abandonado.
-¿Cómo has estado?- no encontraba otra manera de iniciar una conversación. La idea de poderse topar al francés de aquella misma manera, el saber que podía encontrarlo algún día transitando las calles parisinas con una familia bajo el brazo le resultaba abrumadora. Sentía que la sangre le escocia y una extraña efervescencia trepaba por su tracto provocándole ganas de vomitar. El malestar físico, sin embargo, no era comparable con el saber que había dañado de aquella misma manera a quien en algún momento amo. En realidad, no merecía que Edouard lo estuviera esperando.
Se fijo disimuladamente en el rostro del sueco, en la manera en que los años no pasaban para él, justo ahora y si mal no recordaba debía ser mayor en aparente edad. “Lo lamento mucho” lo quería decir pero ¿no era ya tarde para disculparse? Seguramente Soren hubiese tenido mucho por vivir los últimos años sin él, seguramente tendría mil historias que contarle sobre sus aventuras redescubriendo el mundo.
Escucho una voz conocida pronunciar su nombre, una melodía que tenía varios años sin presenciar –Soren- murmuro antes de dirigir sus ojos hacía el vampiro. Verlo, justamente con aquellos pensamientos adheridos a su consciente le causo un vuelco en el estómago. Por un segundo que le supo a eternidad se sintió diminuto –Tanto tiempo…- repitió avanzando los pasos que faltaban para poder tener el sueco de frente ¿Cuántos años habían pasado desde que aquel vampiro había encontrado el camino a su corazón? Esbozó una sonrisa de medio ante los nítidos recuerdos. Que abigarrado se sentía con el peso de haberlo cambiado ante su partida ¿Y si ahora el destino se burlaba también de él? Por haberle abandonado.
-¿Cómo has estado?- no encontraba otra manera de iniciar una conversación. La idea de poderse topar al francés de aquella misma manera, el saber que podía encontrarlo algún día transitando las calles parisinas con una familia bajo el brazo le resultaba abrumadora. Sentía que la sangre le escocia y una extraña efervescencia trepaba por su tracto provocándole ganas de vomitar. El malestar físico, sin embargo, no era comparable con el saber que había dañado de aquella misma manera a quien en algún momento amo. En realidad, no merecía que Edouard lo estuviera esperando.
Se fijo disimuladamente en el rostro del sueco, en la manera en que los años no pasaban para él, justo ahora y si mal no recordaba debía ser mayor en aparente edad. “Lo lamento mucho” lo quería decir pero ¿no era ya tarde para disculparse? Seguramente Soren hubiese tenido mucho por vivir los últimos años sin él, seguramente tendría mil historias que contarle sobre sus aventuras redescubriendo el mundo.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: unforgettable (Anuar)
La posibilidad de encontrarse con Anuar se le había pasado por la cabeza en alguna otra ocasión, pero en el momento lo había tomado tan desprevenido el encuentro que sentía como si todo fuera parte de un sueño muy realista del cual iba a despertar. Pero los sonidos, colores y olores eran demasiado reales y supo que, aquella oportunidad tan fortuita no iba a repetirse, por lo que debía sacarse mayor provecho.
-No me quejo – Respondió encogiéndose un poco de hombros – Al menos no sufro de hambre o frío – Agregó medio en broma, porque a pesar de no estar en una condición económica favorable, como Vampiro le daba igual no tener las comodidades de las que gozaba la clase alta – Y estaba checando este local porque estoy pensando abrir mi tienda de nuevo – Giró su rostro hacía el sitio con cierta nostalgia en la mirada – Aún no tengo todo el dinero, así que sólo estoy averiguando precios... pero no esta mal soñar y aspirar a cosas mejores ¿no? Si sigo trabajando seguro que podré reunir el dinero y hacer la tienda una realidad-
Había un remolino de sentimientos encontrados en su interior, como una competencia entre quien tomaba el control de su estado de ánimo. Había tristeza y melancolía por los recuerdos que inevitablemente llegaban a su mente viendo el rostro del pintor frente a suyo, pero también había una inexplicable felicidad que le levantaba el espíritu, por lo que sonrió con sinceridad antes de atreverse a continuar.
- ¿Quieres tomarte un café y hablar hasta el amanecer? - Le preguntó y al momento cayó en cuenta de que la proposición sonaba extraña, teniendo en cuenta de que no eran pareja o al menos no habían quedado como los mejores amigos del mundo – Quiero decir... si no estás ocupado y quieres matar tiempo... - Intentó arreglar el asunto mientras sus mejillas se iban tornando de un rosa pálido – Realmente... quisiera saber que ha sido de tu vida en estos últimos años -
-No me quejo – Respondió encogiéndose un poco de hombros – Al menos no sufro de hambre o frío – Agregó medio en broma, porque a pesar de no estar en una condición económica favorable, como Vampiro le daba igual no tener las comodidades de las que gozaba la clase alta – Y estaba checando este local porque estoy pensando abrir mi tienda de nuevo – Giró su rostro hacía el sitio con cierta nostalgia en la mirada – Aún no tengo todo el dinero, así que sólo estoy averiguando precios... pero no esta mal soñar y aspirar a cosas mejores ¿no? Si sigo trabajando seguro que podré reunir el dinero y hacer la tienda una realidad-
Había un remolino de sentimientos encontrados en su interior, como una competencia entre quien tomaba el control de su estado de ánimo. Había tristeza y melancolía por los recuerdos que inevitablemente llegaban a su mente viendo el rostro del pintor frente a suyo, pero también había una inexplicable felicidad que le levantaba el espíritu, por lo que sonrió con sinceridad antes de atreverse a continuar.
- ¿Quieres tomarte un café y hablar hasta el amanecer? - Le preguntó y al momento cayó en cuenta de que la proposición sonaba extraña, teniendo en cuenta de que no eran pareja o al menos no habían quedado como los mejores amigos del mundo – Quiero decir... si no estás ocupado y quieres matar tiempo... - Intentó arreglar el asunto mientras sus mejillas se iban tornando de un rosa pálido – Realmente... quisiera saber que ha sido de tu vida en estos últimos años -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
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Re: unforgettable (Anuar)
Dirigió la mirada junto a la de Soren y visualizo como luciría aquel local, ahora desolado, con los estantes repletos de reliquias expuestas a los ojos curiosos. Le gustaba pensar que aquellos objetos guardaban una centena de secretos e historias que quizás nadie sería capaz de conocer jamás. Entonces envidio a todos los escritores que podían aferrarse a esos centros y crear aventuras en realidades alternas, quizás ellos si pudiesen llegar a conocer en una ínfima parte todos los secretos.
- Lamento escuchar eso - le hubiese gustado haber escuchado que al otro le iba bien, que su tienda seguía abierta y con ventas espectaculares, que acababa de llegarle mercancía nueva movilizada por navíos que surcaban todos los mares. O quizás que tenía un ascenso en la universidad y tenía un mejor sueldo, más responsabilidades. Una sensación de desasosiego le azoto el estómago como impetuosa tormenta. En otro tiempo aquella propuesta hubiese sido su latente realidad, habría llegado a acostumbrarse a dormir en las horas que el astro rey conquistaba el firmamento y había vivido cobijado por la luna.
- No sé si alguna cafetería este abierta hasta el amanecer - se encogió de hombros echando un vistazo en derredor. Buscando la respuesta en alguno de aquellos locales – Pero podemos quedarnos hasta que nos corran – no le molestaba en lo absoluto escuchar los relatos que Soren tenía por contar, seguramente una vida tanto más interesante que la propia. Que si bien, había estado repleta de altos y bajos sonaba irrelevante si lo contaba en viva voz, por un segundo sintió recelo de contarle de su padre. Sería la primer persona en escuchar los acontecimientos en su vida durante los últimos años. Y que extraño le resulto recordar y extrañar a aquel hombre reivindicado.
- Aspirar a cosas mejores, claro – pauso unos instantes midiendo las palabras que se arremolinaban en su paladar – Supongo que de eso se trata vivir – de mantener la vela izada aunque la tormenta prometiera hundir el barco, simplemente por la esperanza de llegar a un cielo más claro.
- Lamento escuchar eso - le hubiese gustado haber escuchado que al otro le iba bien, que su tienda seguía abierta y con ventas espectaculares, que acababa de llegarle mercancía nueva movilizada por navíos que surcaban todos los mares. O quizás que tenía un ascenso en la universidad y tenía un mejor sueldo, más responsabilidades. Una sensación de desasosiego le azoto el estómago como impetuosa tormenta. En otro tiempo aquella propuesta hubiese sido su latente realidad, habría llegado a acostumbrarse a dormir en las horas que el astro rey conquistaba el firmamento y había vivido cobijado por la luna.
- No sé si alguna cafetería este abierta hasta el amanecer - se encogió de hombros echando un vistazo en derredor. Buscando la respuesta en alguno de aquellos locales – Pero podemos quedarnos hasta que nos corran – no le molestaba en lo absoluto escuchar los relatos que Soren tenía por contar, seguramente una vida tanto más interesante que la propia. Que si bien, había estado repleta de altos y bajos sonaba irrelevante si lo contaba en viva voz, por un segundo sintió recelo de contarle de su padre. Sería la primer persona en escuchar los acontecimientos en su vida durante los últimos años. Y que extraño le resulto recordar y extrañar a aquel hombre reivindicado.
- Aspirar a cosas mejores, claro – pauso unos instantes midiendo las palabras que se arremolinaban en su paladar – Supongo que de eso se trata vivir – de mantener la vela izada aunque la tormenta prometiera hundir el barco, simplemente por la esperanza de llegar a un cielo más claro.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: unforgettable (Anuar)
Temió por unos instantes que el humano le rechazara y sacara alguna excusa sobre algo urgente que tuviera que hacer esa noche, pero le alegró saber que no era así, sonrió y asintió con la cabeza cuando el dijo que dudaba que una cafetería estuviera abierta hasta tan tarde.
-Podríamos... ir a mi refugio – Comentó llevándose una mano al mentón, estaban en medio de la ciudad, aquella era la zona comercial y aún cuando tomaran un carruaje, tardarían más de media hora en cruzar toda el área para llegar a las afueras - ¿Recuerdas la casa donde vivía? - Le preguntó y se apresuró a continuar – Bueno pues ya no vivo ahí, perdí mi trabajo como profesor en la Universidad, así que ya no tengo un salario suficiente que me permita rentar una casa como esa – Le explicó.
Le resultaba fácil hablar con Anuar luego de tanto tiempo, en un comienzo creyó que sería mucho más difícil y que quizás se sentiría bastante incómodo.
- La verdad es que... vivo en una cabaña abandonada en el bosque – Dijo al fin y agregó – Es temporal claro, si puedo abrir la tienda o consigo más tutorías, creo que podré rentar de nuevo una casa en la ciudad – Se encogió de hombros con expresión despreocupada – Vivir en el bosque también tiene sus ventajas, es bastante callado y tiene buena vista – Entonces se le ocurrió una alocada idea – Tengo café en la cabaña y podemos sentarnos frente a la chimenea ¿Que te parece? -
-Podríamos... ir a mi refugio – Comentó llevándose una mano al mentón, estaban en medio de la ciudad, aquella era la zona comercial y aún cuando tomaran un carruaje, tardarían más de media hora en cruzar toda el área para llegar a las afueras - ¿Recuerdas la casa donde vivía? - Le preguntó y se apresuró a continuar – Bueno pues ya no vivo ahí, perdí mi trabajo como profesor en la Universidad, así que ya no tengo un salario suficiente que me permita rentar una casa como esa – Le explicó.
Le resultaba fácil hablar con Anuar luego de tanto tiempo, en un comienzo creyó que sería mucho más difícil y que quizás se sentiría bastante incómodo.
- La verdad es que... vivo en una cabaña abandonada en el bosque – Dijo al fin y agregó – Es temporal claro, si puedo abrir la tienda o consigo más tutorías, creo que podré rentar de nuevo una casa en la ciudad – Se encogió de hombros con expresión despreocupada – Vivir en el bosque también tiene sus ventajas, es bastante callado y tiene buena vista – Entonces se le ocurrió una alocada idea – Tengo café en la cabaña y podemos sentarnos frente a la chimenea ¿Que te parece? -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: unforgettable (Anuar)
Se cuestionó internamente cuantos de aquellos acontecimientos negativos habían sido en alguna medida su culpa ¿Habían sido sus acciones las causantes de todo aquello? Observo unos instantes las puntas de sus zapatos, que sorprendente y que abrumador era pensar en el efecto que podía tener en personas cercanas a él. El rumano había tomado una decisión basada en su propio bienestar y se había olvidado completamente del otro.
- Claro – respondió guardando unos segundos de silencio antes de proseguir – Pero iremos caminando – sabía por experiencia propia que la manera más rápida de moverse era sobre la espalda del vampiro. Sin embargo, había que mantener un cierto recelo con aquellas cosas que solían hacer cuando estaban juntos. Le parecía imprudente, pensando en lo que el francés podría opinar si se enteraba de todo aquello.
Comenzó a andar en dirección al bosque, no era muy difícil orientarse desde el lugar en donde estaban aunque si mal no recordaba estaba bastante alejado. Le gustaba la quietud que se sentía en las calles parisinas cuando el astro rey no iluminaba todo lo que tocaba, le agradaba aquella sensación de paz y libertad que le invadía alejado de las miradas perdidas - ¿Cómo consigues tutorías solo durante la noche? – cuando menos en su natal Bran, aquella sería una actitud sospechosa de la cual la gente no tardaría en comenzar a hablar. Su ferviente fe en cuanto a la existencia de creaturas sobrenaturales podía, en cierta medida, mantenerlos a salvo.
- Claro – respondió guardando unos segundos de silencio antes de proseguir – Pero iremos caminando – sabía por experiencia propia que la manera más rápida de moverse era sobre la espalda del vampiro. Sin embargo, había que mantener un cierto recelo con aquellas cosas que solían hacer cuando estaban juntos. Le parecía imprudente, pensando en lo que el francés podría opinar si se enteraba de todo aquello.
Comenzó a andar en dirección al bosque, no era muy difícil orientarse desde el lugar en donde estaban aunque si mal no recordaba estaba bastante alejado. Le gustaba la quietud que se sentía en las calles parisinas cuando el astro rey no iluminaba todo lo que tocaba, le agradaba aquella sensación de paz y libertad que le invadía alejado de las miradas perdidas - ¿Cómo consigues tutorías solo durante la noche? – cuando menos en su natal Bran, aquella sería una actitud sospechosa de la cual la gente no tardaría en comenzar a hablar. Su ferviente fe en cuanto a la existencia de creaturas sobrenaturales podía, en cierta medida, mantenerlos a salvo.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: unforgettable (Anuar)
Estaba a punto de decirle que subiera a su espalda y que, correrían por los tejados de Francia para acortar el tiempo, cuando Anuar dejó claro que irían caminando. No sabía cual era la razón por la cual quería caminar, pero Soren estaba seguro de que sería una gran inconveniencia, tardarían más de dos horas en llegar a la cabaña a ese paso y el Vampiro quería aprovechar cada momento al máximo.
-No es fácil – Respondió dejando escapar un pequeño suspiro – Algunas personas cuestionan los motivos y otros simplemente asumen que tengo otro trabajo durante el día – Le explicó – De cualquier forma, no tengo muchos alumnos... en realidad la mayoría han abandonado las clases – Su voz sonó un tanto más triste al decir esto último – Quizás esté perdiendo mi toque como maestro – Intentó bromear – Pero me han cancelado varias tutorías durante este año, especialmente con niños... creo que se han aburrido – Pensar en que sus alumnos se aburrieran en sus clases, era la peor pesadilla de cualquier profesor y aunque intentaba pensar en otros motivos por los cuales le hubiesen cancelado las tutorías, la idea de que sus clases eran aburridas era la respuesta más obvia.
-¿Por qué... no quieres ir por el tejado? - Le preguntó luego de unos momentos, volviendo su vista hacía él, sentía inocente curiosidad al respecto – Sería mucho más conveniente y nos demoraríamos mucho menos en llegar – Se quedó mirando al humano, preguntándose si habría algún motivo especial por el cual no quisiera subirse a su espalda ¿Quizás le molestaba su cercanía?. Era cierto que habían pasado muchas cosas entre ellos, pero por otro lado, habían pasado también 6 años desde aquellos acontecimientos, el Vampiro no entendía porqué habría de ser incómodo para Anuar.
- No es como si hubieses subido de peso... te aseguro que no es una molestia para mi – Le aclaró con un medio sonrisa.
-No es fácil – Respondió dejando escapar un pequeño suspiro – Algunas personas cuestionan los motivos y otros simplemente asumen que tengo otro trabajo durante el día – Le explicó – De cualquier forma, no tengo muchos alumnos... en realidad la mayoría han abandonado las clases – Su voz sonó un tanto más triste al decir esto último – Quizás esté perdiendo mi toque como maestro – Intentó bromear – Pero me han cancelado varias tutorías durante este año, especialmente con niños... creo que se han aburrido – Pensar en que sus alumnos se aburrieran en sus clases, era la peor pesadilla de cualquier profesor y aunque intentaba pensar en otros motivos por los cuales le hubiesen cancelado las tutorías, la idea de que sus clases eran aburridas era la respuesta más obvia.
-¿Por qué... no quieres ir por el tejado? - Le preguntó luego de unos momentos, volviendo su vista hacía él, sentía inocente curiosidad al respecto – Sería mucho más conveniente y nos demoraríamos mucho menos en llegar – Se quedó mirando al humano, preguntándose si habría algún motivo especial por el cual no quisiera subirse a su espalda ¿Quizás le molestaba su cercanía?. Era cierto que habían pasado muchas cosas entre ellos, pero por otro lado, habían pasado también 6 años desde aquellos acontecimientos, el Vampiro no entendía porqué habría de ser incómodo para Anuar.
- No es como si hubieses subido de peso... te aseguro que no es una molestia para mi – Le aclaró con un medio sonrisa.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour