Ahora llueven árboles... [privado]

por **Keith Lanington** Mar Jun 27, 2017 7:04 pm

- ¡CUIDADO ALLÁ! – Keith se sobresaltó enseguida y fue corriendo por los sembradíos hasta llegar hasta una muchacha de cabellos castaños y cortos y tomarla del brazo para apartarla de aquel árbol que iba a aplastarla, pero sin poder evitarlo, Keith suelta unas palabras en un idioma diferente y con sus manos alza el árbol que se caía hacia un lado, cayendo en el interior del inmenso lago azul.

~*~

Horas Antes,
Residencia Lanington, París, Francia.

Keith se levantaba de su cama con ánimos renovados.

Desde su encuentro con aquella muchacha por la noche, Keith había estado algo desanimado, bastante diría él. No encontraba consuelo en nadie ni en ninguna actividad que pudiera ofrecerle a si mismo algún ápice de querer vivir. Estaba completamente perdido y no sabía por dónde tirar. Fue unos días a un psicólogo que le aconsejaba descanso y conocer gente nueva, quizás mudarse a otra ciudad, pero no deseaba. Lo mismo había ido por el camino que no era y solo había conocido a personas erróneas.

Esa mañana se había levantado sorprendiéndose con un poco de ganas de querer hacer algo. A lo mejor se daba un paseo por los campos franceses o pintaba algo en los muchos de lienzos blancos que tenía en su estudio del ático, pero acabo decantándose por el delicioso paseo por los campos y en lo que se bañaba y desayunaba, sus sirvientes, viendo a su amo algo animado le hicieron un buen tentempié y una buena comida en una cesta de mimbre para que este pudiera disfrutar, además de uno de sus libros favoritos para pasar un rato de lectura.

Enseguida se puso en marcha y tomo un carruaje hasta que se perdiera la ciudad de su vista, siguió en el carruaje observando el hermoso paisaje de día que se presentaba ante sus ojos y en un momento decidió que el cochero parase el carruaje y se quedara en el sitio por si se quedaba cerca, pero en cambio de eso, Keith comenzó a andar y al parecer había dado con un hermoso lago azul.

- ¡CUIDADO ALLÁ! – Keith se sobresaltó enseguida y fue corriendo por los sembradíos hasta llegar hasta una muchacha de cabellos castaños y cortos y tomarla del brazo para apartarla de aquel árbol que iba a aplastarla, pero sin poder evitarlo, Keith suelta unas palabras en un idioma diferente y con sus manos alza el árbol que se caía hacia un lado, cayendo en el interior del inmenso lago azul.

-¿está bien?

por **Oleynna** Vie Ago 11, 2017 9:11 pm

Ole se había levantado muy temprano esa mañana todo para comenzar a trabajar en los campos de la ciudad a cosechar. La mejor manera para hacerlo era cantando desde temprano. Aun no salía el sol y Leyna ya estaba de pie con su ropa de siempre remendada con tantos huecos y parchados que se veía deplorable pero ella era feliz así con aquella pañoleta que cubría su cabeza.

El trabajo comienza y Oleynna es feliz cantando recolectado el trigo y cebada de los campos, en compañía de otras trabajadoras que se unen a la jornada de aquella mañana. Termina en aquella zona y va de lleno a uno de los viñedos en la parte más alejada, va a pie cortando camino por entre los campos y sembradíos de otros señores.

Iba cansada de tanto caminar y no dudo en descansar por unos minutos, sus pies le estaban matando y esos zapatos ya estaban desgastadas de tanto camino que ha recorrido. Se sienta descalzándose sintiendo la naturaleza en sus rojizos, sucio y callosos pies que reciben una alegría. Para Oleynna aquel momento era precioso y en ese momento soñó con encontrarse con algún príncipe como en las historias que presta oídos de las mujeres contar a sus hijos, sueña despierta Leyna mirando sin mirar al cielo pero un grito la despierta haciéndola dar un salto más un brinco de susto que le ha metido aquel grito.

Apenas alcanza a mirar y ponerse de pie cuando una mano la sujeta. Por vez primera, por única ocasión Oleynna se siente muy sucia ante la presencia de aquel joven, se sonroja y su timidez se hace evidente, su voz se corta entre las palabras y tuerce aquel sucio mandil de su rotosa falda – Es…es…es…yo…es…estoy bien…pe…pe…us…yo…usted no debería tocar a alguien tan sucio como yo mi lord le agradezco su ayuda pero si me aplastará el árbol solo se libraría de una plaga como yo no haría mucha la diferencia mi lord – Oleynna sonrió y agachó la cabeza mirando sus pies todos llenos de tierra y lodo, rojos e hincados, callosos, descuidados y miró los zapatos bien limpios del joven, ella siguió los modales que le enseñaron sus abuelos antes de morir mantener su lugar

por **Keith Lanington** Dom Ago 27, 2017 8:34 pm

Las palabras de la joven campesina le hicieron levantar una ceja por lo que poco a poco la fue alejando por si la estaba agobiando.

- Discúlpeme señorita, pero bien ha de saber que me preocupó….y con un gracias me quedaré bien satisfecho, madmoiselle – Con una sonrisa de oreja a oreja, Keith le hizo una reverencia para después regalarle una sonrisa sincera. – si no es inmiscuirme, ¿que pretendía quedarse quieta bajo la sombra de dicho árbol que casi la aplasta? – Pretendiendo tener curiosidad, en realidad estaba preocupado por lo que dijo. Solo aquellas palabras detonaba que la joven tenía una gran baja autoestima en si misma y no le hacía nada de atractivo pero lo que cautivo al brujo fue el rubor de aquellas sonrosadas mejillas que Keith osado y directo coloco un mechón del cabello castaño ajeno detrás de la oreja de dicha joven.

Esperando algún comentario de la joven, Keith se dispuso a ver el porqué de tal afirmación sobre a quién salvo aquella tarde. Era una muchacha de clase baja, seguramente con algún ahorro pero se veía que comía de lo que ganaba o él mismo estaba pecando de bellaco y seguramente estaría equivocándose. Por lo siguiente siguió con su mirada desde los pies hinchados de la joven hasta que fue subiendo lentamente y quedársele mirando con una sonrisa, manos hacia atrás a la espalda.

– Dígame una cosa – Comenzando a andar en círculos mirando al suelo Keith pensaba sus palabras. Una vez pensadas levanto su rostro y se quedó delante de la muchacha.

– Me llaman Keith Lanington y ¿usted señorita? ¿Cuál es su nombre para que pueda llamarla como es debido? Siento que al menos me debe ese favor tras haberle salvado la vida. – Con la sonrisa aun puesta sobre su rostro, Keith llega a ofrecerle el brazo para que ambos comenzasen a andar juntos – vamos no voy a morderte, pero me gustaría tener un poco de compañía agradable – Pero retiro el brazo pensando en que a lo mejor había sido demasiado atrevido que ahora la joven estaba de piedra y que era muy osado. Keith estaba desesperado por no ser correspondido – Lo siento. Fui muy osado – Dejo el brazo caer y se fue hasta una sombra bajo un árbol.

por **Oleynna** Lun Sep 11, 2017 2:03 am

Juega con sus manos entre si, Ole sudaba como un puerco de los nervios por la mirada del joven sobre ella comenzando a sentir muy inquieta como avergonzada por su presencia. Ole comenzó a ver sus pies y ropas que estaban más que remendada y sucia. De vergüenza no alzo la mirada para ver al joven sentía que no tenía aquel derecho por su indigna clase. Trato de responder, pero sentía que no era el momento de interrumpir al caballero.

Sus mejillas se pintaron más en tono rojo cuando sintió la mano del caballero como para ponerse a temblar, pero los ojos de Ole se abrieron del todo por tomando la mano del caballero alejándolo rápido asustada por haber contaminado a aquel noble hombre con su suciedad, pero al haber golpeado la mano del joven, Ole se sintió aun más asustada cubriendo sus labios pidiendo perdón – yo…yo…y…lo…yo lo siento no quería golpearlo mi lord Lanington. Yo so…s…solo…solo quería que no se ensuciara con esta porquería de persona que soy usted no debe tocarme mi lord o se ensuciara incluso decir mi nombre no merece estar entre sus labios – Ole mantuvo la mirada hacia abajo revolviendo la falda del vestido entre sus dedos sucios.

Ole murmuraba entre dientes su nombre, aunque no se entendía muy bien. Sus ojos clavados en el suelo los mantuvo dando pasos hacia tras tocando el árbol que había caído sintiéndolo como su base – mi nombre es Oleynna y soy solo una campesina que estaba buscando algo de sombra para continuar el camino para trabajar en otra hacienda a recolectar o algo más – se sintió pequeña para ese momento deseando desparecer con sus cabellos hacia adelante cubriendo su rostro de la vergüenza y el sonrojo que tornada más y más rojo en sus mejillas.

por **Keith Lanington** Miér Sep 27, 2017 7:19 pm

Vaya, eso no se lo esperaba Keith.

-La persecución, incluso de las mejores cosas, debe ser calmada y tranquila, por ello no me interprete Oleyna como si estuviera persiguiéndola tranquilamente porque si le he causado algún malestar, le ruego que me disculpe – Haciendo una leve reverencia, Keith después sonrió hacia la muchacha que al parecer estaba bastante nerviosa. Por lo que una vez más, osó tomarla de las manos – Relajaos muchacha – Sonriendo con amabilidad, este soltó una de las manos y la que sujeto le beso el dorso lentamente – Estaos tranquila. No voy a comeros ni nada por el estilo. No hay porque temer de mí ya que sí, soy un extraño pero de verdad que podéis confiar en mi persona.

Lentamente le fue soltando las manos para estar cara a cara frente a la muchacha - ¿Le hace un paseo bajo los rayos de este sol? – Preguntándose en si sería demasiado osado, Keith se estaba pensando en si de verdad le había caído bien a la joven que tenía delante suya. Era algo extraño como un sentimiento te hacia completamente sentir al respecto. En cambio, Keith no había tenido demasiada suerte en asuntos del corazón. Siempre habían sido corazones rotos, relaciones fugaces pero ninguna verdadera, por ello mantenerse al margen, sereno, calmado, siempre seguro de ti mismo sería de momento la mejor opción a poder tomar por sí mismo.

-Bueno. Creo que no me necesita aquí por lo que me iré hacia mi residencia. – Con paso lento pero sin quedarse completamente atrás, Keith Lanington se dirigía sin mucho éxito social hacia su carruaje, pero en cuanto se encontró solo en aquel carruaje, este subió sin más. Repentinamente su cochero apareció de la nada ya que había ido a marcar territorio. Keith le dijo hacia donde quería ir al cochero, pero después se quedó pensando en que poder hacer. Le dijo finalmente al cochero que esperase. Estaba algo mareado y eso cuando daba tumbos el carruaje empeoraba. Preferiría esperarse a que estuviera completamente sano y con ganas de volver a casa.

por **Oleynna** Dom Nov 19, 2017 5:15 pm

Se sostuvo más de su falda corrugándola con fuerza como para sentirse blanca como una hoja de papel lisa por la mano de aquel noble caballero quien la hizo helarse. Ole se sentía sucia y miserable una porquería de persona que estaba ensuciando a un buen señor con su presencia y sin dudarlo aparto la mano rápido dando pasos a atrás cayéndose de culo contra el suelo llorando de su miserable vida sus lágrimas no paraban y sus manos estaban raspadas con tierra; se arrodillo frente al hombre dando disculpas por su sucia presencia – yo…yo…y…lo…yo lo siento no siento que haya tenido que tocar a tan sucio ser un lord como usted debería morir ahora y no debería tocarme sus manos se ensuciaran – Ole mantuvo la mirada hacia abajo revolviendo llorando tan horrible como para demacrar su cara.

Ole vio partir al joven quedando ella en el suelo con sus ojos llorosos. Ole escuchaba los cantos de las aves y alzó el rostro al verde follaje mirando el sol pasar por estas hasta darse una sonrisa reconfortándose. Ea que se ha puesto de pie cojeando sintiendo dolor en su tobillo ante la torcedura por el forcejeo, pero Oleynna solo se sentó frotándose el tobillo hasta que se sintió segura pero solo dar un paso le estaba matando. Iba cojeando lento a cada paso quejándose de dolor por cada paso que daba. Se iba agarrando de los árboles para soportar un poco el dolor comenzaba a sudar por su esfuerzo.

Oleynna sonreía y tomo un atajo por el polvoso camino viéndose sola y acompañada solo por las aves que cantaban bien de mañana se estaba dando ánimos hasta dar un paso y sentir el final del dolor tumbándose de bruces yéndose frente contra el suelo, pero no lloro solamente se puso de pie riéndose. El pie de Oleynna estaba completamente hinchado y adolorido más sucio por el desgaste de sus viejos zapats.

por **Keith Lanington** Lun Nov 27, 2017 7:30 pm

Keith al recuperarse bastante rápido de su mareo, vio que la muchacha tenía problemas para andar y sin que ella dijera nada, se fue hasta ella para cogerla en brazos – No aceptare un no por respuesta – Dijo finalmente cogiéndola en brazos tal princesa e inmediatamente la metió en el interior del carruaje. Todo parecio pasar tan rápido que no se lo esperaba. Sin embargo, cuando por fin pudo meterla en el interior del carruaje, se dispuso a entrar y para cuando estuvo con ella dentro del carruaje selló las puertas con magia para que nadie pudiera escapar de una manera asustada.

- Vas a escucharme ahora Oleynna. Déjate del rollo estoy sucia que no se qué. Teneis un problema, yo os he salvado y lo menos que podeis hacer es cenar conmigo aunque sea esta noche. No vale nada de escapar pues lo sabré, no vale nada de mentir porque también lo sabré. Quiero que haya buena relación entre ambos, la he ayudado a que un árbol no la aplastara y me trata como si le fuera a hacer algun tipo de daño cosa que no es lo mio ni siquiera suelo hacerlo a la gente. Soy un cacho de pan, no tengo intención alguna de hacerla daño por lo que le pido una oportunidad. Vamos a ir ahora a que le vean ese tobillo y se quedara en mi mansión para que se pueda recuperar. ¿Me ha entendido?

Para cuando termino de hablar, Keith siguió usando el bloqueo en las puertas del carruaje, le dijo al cochero hacia donde quería ir este, hacia su mansión la cual llegaron enseguida ya que trabajaba y vivía cerca de los campos y terrenos de París. Es como si se trajera a un perrito abandonado a su hogar pero en este caso no era asi. Se trajo a una mujer para curarla y ya el tiempo lo diría en realidad. No pensaba que él mismo pudiera estar así de perdido.

- Mira, no tengo nada en tu contra ¿esta bien? Solo quiero ayudarte y en mi casa podras curarte ese tobillo del cual cojeas. Saldras con esta, pero tienes que ser amable conmigo, un poco con la nueva vida que te espera a mi lado y al lado de aquellos que se ocuparan por hacer que estes todo lo comoda posible. ¿Me entiendes? Puedo repetírtelo.

El cochero estaba en marcha y en dirección hacia un nuevo destino. No sabia hacia donde les llevaría el destino o que les depararía el destino. Todos queremos que algo pase cerca de fechas importantes pero solamente lo único que podemos hacer de momento es que siempre la familia es lo mas importante.

por Contenido patrocinado

Ahora llueven árboles... [privado]

Ahora llueven árboles... [privado]

Re: Ahora llueven árboles... [privado]

Re: Ahora llueven árboles... [privado]

Re: Ahora llueven árboles... [privado]

Re: Ahora llueven árboles... [privado]

Re: Ahora llueven árboles... [privado]

Re: Ahora llueven árboles... [privado]

Re: Ahora llueven árboles... [privado]