Restaurante infernal (Priv)

por **Colm McCormack** Lun Ago 07, 2017 7:40 pm

Además de volver siempre del trabajo, ese día Colm regresaba por las calles de Paris aún más cansado que nunca.

A lo mejor había sido causa de que en el trabajo y con cada invento había sido algo atareado, a lo mejor sus productos habían dado demasiados fallos, como si no supiera lo que estaba haciendo en realidad. Últimamente había tenido unos días complicados. En esto de que mandan a todos los inquisidores a una reunión especial, da igual el rango que tuviera cada uno, pero cuando se entero que Ebony se iba a una misión en la que involucraba a una peligrosa vampira, lo mismo Colm se puso algo nervioso, distraído.

Bien no había sido muy gentil y amable en sentimientos con Ebony, pero en lo más profundo de sus sentimientos, Ebony era hija de los amigos de la familia, que habían crecido prácticamente casi juntos por lo que no podía dejar pasar de largo a algo tan profundo como dicha amistad. En el pasado bien Colm no le hacía caso pero siempre la sacaba de cualquier problema o situación en la que Ebony estuviera metida, pero con el paso del tiempo esa relación no ha crecido nada y se ha quedado solamente en amistad, pero bien se da que las mujeres se encaprichan y que por eso ya son de ellas.

Ese día, Colm caminaba por las calles de Paris, se detuvo un momento en el puente Sena pero luego siguió y sentándose en un banco se encontró un pañuelo de algodón con unas letras en cursiva cosidas a mano con las iniciales “HH” y era un misterio. Lo dejo a su lado en el banco, preguntándose de que caballero o dama seria dicho pañuelo. Estuvo en cambio un rato reponiéndose del cansancio. Lo mismo tendría mucha hambre de la que no se había percatado. No era de Paris por lo que se preguntaba donde podría comer un delicioso entrecot con patatas o un consomé rico en verduras.

Fue cuando alguien tiro un periódico a la papelera que había a su izquierda. Cogio el periódico y vio un anuncio de un restaurante que habían abierto. Fue cuando tomo sus fuerzas y se fue directamente hacia el restaurante que había abierto sus puertas y cuando se sentó en una de las mesas, una mujer de la mesa de enfrente le estaba guiñando el ojo. Colm se la quedo mirando y solamente rodo los ojos para poder pedir que le cambiasen de lugar. El mesero hizo lo que le pidió Colm y fue cuando le llevaron a una mesa de un rincón más apartado.

De nuevo, este sentándose y mirando el menú del restaurante estaba pensando que poder comer. Se decanto por un consomé de primero y después una ensalada para después tomar un delicioso brownie de chocolate. No empezó con el consomé hasta que un camarero se lo trajo a la mesa y para cuando tomaba la primera cucharada, una muchacha se le acercaba. Esperaba que no fuera la que le guiñaba el ojo.