Ventana al pasado (Privado)

por **Judith Velázquez** Dom Ago 13, 2017 4:54 pm

Habían pasado varias semanas desde que Borishka la habia dejado a manos de su amiga humana. Esa chica precisamente habia hablado con Aileen y le habia dado un hogar, pero que no esperase el regreso de Borishka porque cuando la vampira desaparecía, desaparecía. Ella llegaba a ti y eso a Aileen le desesperaba. Cuando la vampira habia llegado a su calle o a su salvación, fue como si ella misma hubiera encontrado una salvacion de algun tipo.

Pero la verdad es que en ella se habian levantado sentimientos que ahora tenia que olvidar o hacer difuminar con el tiempo. Se quedo de hecho en aquel lugar, en aquella base secreta de la humana o alrededor de la gente para ayudar. Poco a poco se convertían amigos de unos y de otros, Aileen sonreia en aquel lugar donde tenía un techo y comida a cambio de duro trabajo. Aprendio a manejar algunas armas y a saber algo de defensa personal.

Se le daba bien en realidad y encontro un trabajo de panadera gracias a la humana que le dio acogida. Ropa y una vida nueva. De momento todo iba bien. No sabía cual sería su futuro ahi en aquella pequeña organizacion en la que formaban parte de la ayuda de la vampira. Aileen trabajaba desde las siete de la mañana hasta bien tarde de la noche.

Regresaba siempre puntual antes de que las puertas de aquella mansion/organizacion secreta se cerrasen y entonces tuviera que pasar por la parte trasera que era por donde menos le gustaba pasar. Cenaba, le hacian estudiar un poco sobre materia de criaturas que viven en el exterior y de como matarlas, sus debilidades, luchaba un poco, un baño y a dormir. Nuevamente al siguiente día tenia que hacer lo mismo. Y al siguiente nuevamente las mismas cosas otra vez, pero en fin de semana esta se pasaba el dia peleando y entrenando. Su físico, con el pasar de las semanas habia conseguido engordar y moldearse hasta tener una figura esbelta y estilizada.

- ¡Srta. Kyrgiakos! - Aileen se giro en el suelo sobre sus pies cuando escuchó la voz de Ginny, una niña de ojos verdes saltones y cabellos oscuros que al parecer traía algo para ella, un especie de correo certificado con un montón de sellos e iba a su nombre.

- Gracias Ginny - Acaricio con gracia la cabeza de la pequeña y no la abrió hasta que esta estaba bien lejos de Aileen. Cuando abrio la carta, Aileen pudo ver en el interior un colgante. Se quedo petrificada cuando se dio cuenta de que tipo de colgante era. Inmediatamente lo soltó, dejandolo caer sin cuidado al suelo para ver que se le acercaba la humana que la saco de la mansion de Borishka, Aileen la sacó de aquel pasillo antes de que de ese colgante explotara en el pequeño rincon del ala oeste.