honorent les soldats morts (Jezabel Falivene)

Tyler se encontraba de regreso al cuartel de la brigada de mosqueteros en paris, de un viaje al exterior del reino cuando decidió desviar su curso momentáneamente por el cementerio de la ciudad, sus hombres le siguieron sin preguntar ni cuestionar nada varios jinetes junto con el entraron al lugar aun todos vestían sus uniformes típicos de la alta brigada de mosqueteros reales. Todos sabían que muchos de sus hermanos se encontraban allí descansando luego de a ver caído en combates a lo largo de los años, pero el capitán de estos no venia a visitar a sus hermanos muertos, sino a alguien mucho mas especial para el un gran amigo como su hermano que había sido muerto ya hacia varios años, pero el no había tenido tiempo par ir a visitarlo durante estos últimos tiempos asi que se tomo aquel tiempo, bajo de su caballo dejando este en la zona donde solían quedar los carruajes y otras monturas. Encaminándose hacia donde estaba aquella tumba especial para el.

Varios de sus hombres se quedaron con los caballos aguardándolo solo cuatro le siguieron hasta el túmulo, pero también se detuvieron cuando vieron de quien se trataba querían dejarle ese momento intimo a el solamente se pusieron a hablar dos de ellos y un tercero aprovecho para ir a ver a su padre muerto, mientras que el cuarto se recostó en un árbol desde donde podía ver a su capitán llegar hasta el túmulo y arrodillarse mirando aquel nombre y sonriendo levemente mientras extendía la mano para quitar algo de polvo que había en la lapida con un pequeño deje de tristeza en su mirada.

-Perdona no venirte a ver seguido amigo mio, pero el rey me ha tenido bastante ocupado con algunos viajes, mas veo que te tienen bien cuidado, fuiste demasiado confiado como para dejarme ayudarte a que esto no pasara, tu hija aun no despierta sus poderes según tengo entendido amigo así que esta segura y tu carta como lo prometí aun esta segura.

Este cerro los ojos y eso su mano para luego acariciar la tumba , era como un hermano para el le había salvado la vida varias veces incluso no dejo que le dieran caza por ser un cambiante, algo que nadie sabría la verdad incluso le había ayudado a encontrar a su madre perdida, se sentía culpable en parte por no a ver podido salvarlo. Pero cumpliría su promesa de tener protegida a su hija. Este escucho unos pasos luego de aquello y se coloco de pie, girando su atención, quien fuera venia acompañado por sus hombres siempre le habían protegido demasiado, tenían un cariño importante con su capitán y jefe.

El sol se filtraba de manera fortuita por los grandes ventanales cubiertos de la tela más fina y el frágil cuerpo de aquella joven con cabellos dorados se removía con evidente pesar sobre las sábanas de su cama.

Se levantó de golpe con la frente poblada en sudor, su respiración de nueva cuenta acelerada por el sueño pasado que de manera instintiva provoco la necesidad de llevar las manos a su pecho para calmar el frenesí de su corazón; cuan vivido había sido eso, incluso aun podía sentir en su mano aquel suave roce.

-Jez, cariño todo bien... te escuché gritar-

Pudo oir a su Tío del otro lado de su puerta, tomo la bata y se la coloco de manera rápida para abrir un poco la misma mientras asomaba la cara, maldijo por lo bajo pues por emprender la carrera casi cae.

-Estoy bien, solo fue una pesadilla podéis estar tranquilos os prometo en un momento bajo...-

Le dedicó una amable sonrisa al hombre que permanecía siempre velando por su bienestar, este solo asintió dando un beso en la coronilla de la rubia para perderse por aquel pasillo, cerro la puerta tras de sí recargando su espalda en ella. No quería preocuparles, su madre de por sí estaba nerviosa últimamente por lo repentino que resultó el despertar de sus dones. Suspiro con fuerza pues estaba segura que ese sueño significaba algo tenía que, lo podía sentir...esa ansiedad, esa necesidad de salir corriendo. Ya tendría tiempo para resolver, siempre que se sentía de esa manera el mejor lugar para sentirse en calma era visitando a su papá, le hablaba por horas pidiéndole que guiará sus pasos.

Ya estaba decidido, a pesar que todos los últimos domingos de mes iba toda la familia a limpiar el mausoleo a Jezabel le gustaba por lo menos ir a cambiarle las flores una vez por semana y así lo haría el día de hoy.
El desayuno transcurrió en silencio incomodo pues su abuela paterna no decía ni una sola palabra cuando su madre estaba presente, eso era de siempre, una vez que termino su desayuno pidió permiso para ir al cementerio de manera disimulada.

-Por supuesto querida, yo te llevo me queda de pasada así visito a mi adorado hermano, te parece bien mi amor.- dijo con una extraña sonrisa en el rostro mientras tomaba la mano de su progenitora.

-Oh,  no se moleste tenía pensado en llevar a Athos, de cualquier forma mucha gracias- hablo rapida pues la verdad pretendía tomarse su tiempo en el cementerio. Sin dar oportunidad a réplica con una sonrisa se despidió propiamente de los presentes para salir casi corriendo por su caballo y una vez montada en el, tiro de aquella rienda de manera sutil provocando que athos emprendiera menuda carrera logrando que sus cabellos bailarán al viento.

No tardó en llegar al cementerio, su mano acaricio despacio al caballo indicándole que calmara su andar pues  la ojiverde pudo distinguir unas figuras varoniles en la tumba de su padre, resguardando su rostro con la capucha de su capa bajo con agilidad de athos y camino lento pues sentía las miradas de aquellos hombres en su espalda que al pasarles de largo comenzaron a seguirle a distancia disimulada parecían de la guardia donde había visto ese uniforme, le parecía familiar.

Sólo unos metros más y al doblar estaría el mausoleo de la familia, el rostro de la joven se desencajó al ver a otros dos y uno más solo que el último descansaba en un árbol. Debía comenzar a correr? Si no había hecho nada malo.

-Mi Lady sería tan amable de identificarse?- dijo uno de ellos apuntando a que me quitara la capa del rostro y así lo hizo con evidente seriedad más que miedo exponiendo su cara ante los presentes.

-Jezabel Falivene- pronunció la rubia alcanzando a ver delante de ella la figura de un hombre poniéndose de pie pues estaba arrodillado a la tumba de su padre- Que acaso teme ahora la guardia de una señorita-vociferó pues estos le tapaban el paso y dos de ellos prácticamente le siguieron como si fuera una amenaza escoltando la hasta aquí.

En su rostro se dibujó el asombro al escuchar los nombres de sus progenitores ya que la cara varonil no le parecía para nada familiar, su mirar se centró en la gallarda figura que se explicaba de manera congruente el como estaba relacionado con lo que había sido su pequeña familia. Aunque si era verdad por que no lo vio en la boda de su madre?, Y por que si era tan entrañable de su padre no había oído sobre el.

De manera educada y con evidente confusión en su cara respondió al saludo inclinándose un poco- Es un placer conoceros Monsieur Allius ... a todo aquel que ganase la confianza de mi padre es digno de mi estimación...-murmuro con un semblante más calmado pues la verdad la actitud de esos mosqueteros le había alterado los nervios considerablemente al ser custodiada desde la entrada hasta el mausoleo como si se tratase de una criminal suelta, aunque por otro lado por supuesto que entendía la situación en la que el capitán de los mosqueteros lidiaba día a día exponiendo la misma vida seguramente en varias ocasiones no era de extrañarse entonces la actitud que mostraron sus hombres.

-Descuide, los tiempos no hubiesen sido los propios quizás.- noto la nostalgia en esos profundos ojos azules, eso no se podía fingir pues podía palpar el afecto con que pronunciaba a su padre. - Lo fue...un hombre intachable...-Sonrió con un deje de tristeza ante lo dicho, a pesar que los años seguían transcurriendo las heridas de su perdida se abrían de vez en cuando haciéndole añorar la vida que llevaba antes a lado de su padre.

Aún no se acostumbraba a ese estilo de vida tan derrochador que llevaban los Falivene, ahora era cuando entendía por qué su padre les mantuvo al margen de ellos pues sus actitudes dejaban mucho que desear eran tan superficiales tan atentos del que dirán que resultaba más difícil adaptarse a ello por más que intentara, el único rescatable y de buen corazón era su Tío Edward sin duda alguna, pues le quería y procuraba como una hija o al menos eso mostraba. Dejando aún lado sus pensamientos tomo aquel brazo que tan gentil Tyler le había ofrecido, se sentía tan extraña como si aquello fuera irreal o más bien se asemejaba mucho a un sueño pasado.


Tenía tantas dudas rondándole la cabeza que era difícil decidirse por una, camino a su lado dejando atrás la tumba de su padre, le miro fijo con la curiosidad chispeante en aquellas orbes esmeraldas.- Le molestaría si os preguntaré acerca de mi padre....el como se conocieron, me gustaría oírle, mi padre siempre fue muy reservado en ese aspecto, por lo mismo mi estupor al veros - y era cierto, su progenitor fue un padre amoroso y dedicado a ellas pero jamás vio otra faceta que no fuera la de padre dedicado, no sabía mucho de su trabajo el cual a veces provocaba que no lo viera por periodos prolongados o las personas que frecuentaba por amistad todo eso siempre estuvo en la nada para ella conocía a su padre pero no mucho del hombre que fue.

Su brazo permanecía unido al del hombre que era un poco más alto que la rubia. Su actitud ya no era la de una señorita tensa, se podía ver más relajada las facciones de su rostro, quizás por el hecho de ser el un mosquetero y amigo de su padre le daba la confianza de que fuera honorable...no podría ser de otro modo. Su caminar era lento y acompasado no tenía su mirada fija en un punto solo seguía el andar del caballero.
El viento soplo un poco llevando consigo hojas secas, se podía sentir que el clima se empezaba a tornar frío...

Giro su nivel rostro hacia atrás viendo a la escolta del Monsieur Tyler, no estaban tan cerca era una distancia que otorgaba un poco de conversación privada. Atenta escucho cada palabra que este le dedico a su pregunta, no puedo evitar sonreír al traer a su memoria recuerdos de su niñez, su padre siempre insistió en enseñarle a defenderse cuerpo a cuerpo y ella a regañadientes entrenaba con el pues no le gustaba aquello lo veía innecesario si por su padre hubiera sido hasta la espada y el arco que tanto usaba le hubiese enseñado pero ella solo tenía 13 años, para ella era más divertido montar a caballo y jugar con los otros niños del que ahora entendía era un aquelarre.

-Mi padre, siempre quiso enseñarme a defenderme...en ese momento yo no entendía el propósito, supongo que fue muy tarde cuando lo hice...- murmuro con cierta nostalgia que trato de callar con una sonrisa que apesar de ser sincera no iluminó sus ojos, sin ser consciente apretó un poco el agarre del brazo que le sostenia. Miro al cielo igual que el, pero buscando algo de lo que no era capaz de encontrar al menos no en esta vida.-El gusto de montar sin duda es algo que lo heredé de el...- dijo aún con la sonrisa en su rostro mientras seguían caminando en la misma zona. Cuando oyó la pregunta , dejo aquella sonrisa apesar que ya hacia tiempo atrás que su madre se casó con su tío esto no dejaba de molestarle.

-Bien, supongo que se enteró de la Boda con mi Tío Edward, el hermano de mi papá...-su voz sino un tanto incómoda al mencionar ese hecho.-Mi tío creyó pertinente que fuera educada en la tierra que vio crecer a mi padre, así que fue un total cambio de aire, mi madre y yo en un principio estábamos tan abrumadas por el estilo de vida que lleva la familia Falivene, pero creo que ella se a acostumbrado muy bien- era imposible ocultar su resentimiento ante esa boda pues no había pasado el tiempo de luto cuando su madre acepto a su Tío.

Pero debía aguantar vivir en ese nido de arpias, por suerte su Tío no fue lo que ella creía y se había comportado de manera comprensiva  igual que amorosa, era evidente el amor que sentía por su madre pues no le dejaba ni a sol ni sombra, siempre le ponía escolta para que cuidase de ella.

-Conoció también a mi Tio?, ellos se pondrán contentos cuando sepan que os encontré aqui-claro que la rubia no imaginaba que lo último que sentiría su tío al contarle aquello sería gusto.

Aquel tacto le hizo recordar su sueño, se sentía esa calidez, esa sensación de protección podía ser acaso que el fuera esa persona. Miro sus manos por un momento y después clavo su ojos en el poniendo atención a lo que le decia, no debía negar que le extraño su petición,por qué no quería que contase algo a su tío y madre? Quizás el prefería irles a visitar para darles la sorpresa o algo por el estilo aunque si lo pensaba bien no estaría demás suponer que la relación entre el y su Tío no era buena, había notado ese semblante serio al mencionarlo.

-No os preocupéis Monsieur, cuente con ello. No informare a nadie de vuestro encuentro.- dijo segura, él le inspiraba confianza de algún modo sabía que no le haría daño de ninguna manera posible y si bien sus intenciones era inciertas no eran malas podía sentirlo su intuición pocas veces le fallaba.

Le miro con sorpresa, que podría haberle dejado su padre que tenía que esperar hasta cumplir cierta edad para entender?El mosquetero había despertado al moustro de la curiosidad y ahora tendría que esperar a verle en otra ocasión, hasta cuándo se llevaría ese encuentro. Pero bueno al menos tendria la oportunidad de cruzarse nuevamente...

- Por supuesto cuente con una audiencia para recibiros lo que mi padre dejo. - podía sentir esa emoción en el estómago, se trataba de su padre era comprensible aquel sentir. Sus manos le soltaron generándole por un momento la sensación de frío, le miro con duda si debía preguntar lo que le dejo un poco descolocada de sitio.

-Perdonaros si le llegó a incomodar pero...me dio la impresión que la relación con mi Tío no es tan amena. Estoy errada?-pregunto alzando el rostro para verle mejor. Pudo constar que el hombre era mayor que ella, gallardo y con un semblante fuerte.

Le miro extrañada por aquella risa que soltó el mosquetero, no había dicho ningún chiste o al menos eso creía ella se estaba mofando de su acento? Sabía que su francés no era tan limpio pues no era el único idioma que dominaba pero no era como para que causase tanta gracia o si?. A menos que el se riera por otra situación...hizo una mueca viéndole sin entender mientras el negaba con la mano y en un tono serio le miraba.

Su expresión cambio, estaba el diciéndole que su tío y padre discutían con frecuencia? Que el primero no era de fiar? No pudo evitar sentir molestia al oír eso calificativos para su tío por 10 años el le crío y educo con amor, era imposible que ese comentario no le quemase. El debía estar equivocado o no había tenido la oportunidad de conocerlo mejor, que los hermanos discutiesen era normal por eso no hizo caso de ese comentario pero ya poner en duda la honorabilidad de su Tio, era diferente.-Os pedireis que mesure vuestras palabras que en caso de ser ciertas permitiros decir que el en estos años a demostrado honorabilidad en sus actos y no es merecedor del concepto que usted posee de el.- cierto que la rubia a pesar de lo tranquila de sus palabras podía notarse que se puso a la defensiva por aquello y es que el se había ganado un lugar en su corazón por todos esos años que le ha dedicado, si bien nunca lo vería como padre, el amor era cercano.

-No olvidéis que hablaros de mi Familia...y si no tiene pruebas de ello...espero comprenda mi posición...-su voz fue mas dura, era evidente que le molestara no lo conocía, si bien su impresión fue verle como alguien honorable debía palpar toda posibilidad. Aunque el que ganaba con decir aquello? No creia que la intensión del mosquetero  fuera atormentarle pero cabía más en ella su corazón que la lógica y se negaría a tan siquiera pensar que el hombre que se casó con su madre y le crío era peligroso tanto que su padre por eso las mantuvo al margen.

Le dio la espalda por un momento, no quería ser descortés, pero era tan sentimental que en ocasiones omitía protocolos que tanto le había costado aprender. Suspiro con fuerza girando un poco el rostro para ver al hombre por encima de su hombro cubierto por aquella capa.- ... Se que ocultais más de lo que sus palabras muestran...pero también intuyo que el momento no es el preciso- tenía esa sensación que estaba por descubrir cosas que para nada le agradarian lo sentía en aquel escalofrío que le recorría la espalda, miro hacia el cielo notando nubes en la lejanía.

Su mirada dejo el cielo y se volvió al mosquetero que se había aproximado a ella, estaba incómoda, su postura la delataba al tener los brazos cruzados bajo su pecho. Aflojo su agarre accediendo a que el caballero se despidiera como era debido, este depósito un beso en la delicada mano de la joven y ella correspondió a la reverencia inclinando también la cabeza mientras sostenía su vestido de ambos costados.
Por que le removía tanto ese extraño, pues a pesar de la duda que provocó en ella, tenía la espina de volverle a ver no importase que la tensión en ambos se palpara nuevamente, el tenia algo que entregarle.

-Me temo Monsieur, que no preciso de su consejo confío en el hombre honorable que es mi Tío.-retiro su mano de manera cortes, la verdad es que ella esperaba que se retractara de la aseveración en contra de Edward pero para su sorpresa no fue así, el reafirmo su postura en advertirle sobre el hombre que se casó con su madre sin duda eso le molestaba, con que pruebas se le ocurriá acusar así tan libremente a una persona. Los ojos se mostraron serenos aunque por dentro le estaba costando gobernarse, por lo usual si había algo que no toleraba es que calumniarán a su familia menos gente que no pintaban en sus vidas.

-Por igual Monsieur Tyler Alluis, un placer. Aquí me encontrara por la memoria de mi Padre... Podéis retirarse sin apuro entiendo su deber con vuestros hombres y Mayores...- asintió cordial, la duda ya se había regado en ella como pólvora aunque no lo quisiese era inevitable, pues que motivos podrían mover al Capitán para mentirle, no la conocía en si pues ella había dejado de ser una niña.

Observo como este se retiraba para montar en su caballo de manera gallarda, su guardia hizo lo mismo y cuando estos le pasaron delante se quitaron el sombrero de manera educada, solo se limitó a asentir, no le dedicaría una sonrisa después de sus últimas palabras. Los vio perderse en la lejanía, se dio la vuelta un tanto molesta con ese hombre, con ella...- Padre guíame.....que debo hacer.-murmuro caminando en busca de Athos, se sentía tan extraña, llena de dudas.

Y ahí se encontraba su pura sangre, esperándola justo donde ella lo había dejado. Con destreza se subió al caballo dedicándole una última mirada al mausoleo de su padre, cómo le hacía falta, cómo le añoraba; se colocó el gorro de la capa para cubrirse el viento mientras agitaba las tiendas para que Athos galopara directo a la mansión Falivene. No tardó en llegar iba como alma que lleva el diablo pues se conocía tan bien que sabía no podría sacarse de la mente las palabras de Tyler sobre vigilar a su Tío.






4 días tendría que esperar para saber que era aquello que su padre le había encargado a Tyler Alluis resguardar por todo este tiempo.