AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Fight For Your Life ~ Privado
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Fight For Your Life ~ Privado
Recuerdo del primer mensaje :
La noche ya se alzaba sobre el firmamento y la luna daba por la ventana con su nacarada luz iluminando todo a su paso, podía ver a mí perra tumbada en el suelo justo por donde el halo de luz entraba bañando su pelaje, que de normalidad era negro, ahora de color plata mientras me miraba cambiarme con esos ojos que tenía y que me produjo una risa al sentirme observada por ella. La tenía desde hacía unos años y me encantaba estar con ella, al menos el tiempo que podía estar en casa y no estaba “trabajando”. A veces pensaba que debía de dedicarle más tiempo, y por eso pasaba todo el tiempo libre que tenía con ella. Como si supiera que mis pensamientos estaban dirigidos hacia ella se acercó moviendo el rabo de un lado a otro hasta que su cabeza, que llegaba un poco por debajo de mí cadera, se rozó contra mí buscando un cariño y que le hiciera caso.
-¿Qué pasa, bonita? –Pregunté mientras miraba ahora qué vestido debía de ponerme, iba a dar una vuelta y a despejarme porque notaba que lo necesitaba, además aprovecharía para visitar a Nai que hacía tiempo que no lo hacía, a ver si tenía un poco de suerte y la encontraba en casa, desde que era directora del departamento de antigüedades egipcias en el museo tenía mucho trabajo que hacer al llegarle hacia unos días un cargamento con cosas que catalogar para el museo. Decidí ponerme un vestido sencillo de color azul que hacía juego con el color de mis ojos, acaricié a mí perra cuando ya estaba vestida del todo y salí por la puerta con la mirada de ella puesta en mí. Mañana iba a tener el día libre así que lo pasaría con ella y la llevaría al parque como sabía que le gustaba con su juguete favorito, quizás si Nai tuviera el día libre, o incluso si no, podría pasar por su perra Isis y que fueran las dos juntas, se habían hecho amigas y así podían pasar el tiempo juntas de vez en cuando.
El buen tiempo ya se iba notando por las calles de París y eso hacía que la gente saliera más por la noche, la ciudad comenzaba a cobrar más vida durante esta y los jóvenes salían a dar una vuelta, también podía ver a parejas cogidas de la mano y del brazo paseando por las calles… amor, algo a lo que yo no tendría nunca, o eso era lo que creía debido a mí trabajo. Fui caminando sin poner ningún rumbo fijo, dejé que mis pies por ese momento fueran los que decidieran a dónde ir. Las tabernas estaban llenas de gente porque incluso desde fuera se podía oír el jaleo que había dentro y negué con la cabeza, en su mayoría hombres que se juntaban para beber y contar sus “batallitas”, como las chicas del burdel las llamábamos.
No me di cuenta que al pasar por una de ellas hubo un hombre, de mediana edad, que salía y que había fijado sus ojos en mí. Seguí caminando sin pensar que podría ir tras mis pasos, incluso desde esa distancia podía oler el fuerte alcohol que desprendía. No miré hacia atrás en ningún momento y mucho menos cuando me llamó, y supe que era yo porque añadió un “pelirroja” notorio por el color de mí pelo. Aceleré el paso intentando despistarlo pero cuando quise darme cuenta, y a pesar del estado en el que el hombre estaba, cogió mí brazo y me empujó hacia el lateral de un callejón donde me estampó contra la pared.
Quise moverme y alejarlo pero me agarró una de las muñecas y comenzó a decirme de todo, iba bastante borracho y lo único que quería era que me soltara y que me dejara tranquila. Parecía empeñado en que quería, claramente, follarme como él había dicho. Lo alejé de un empujón y antes de que pudiera irme corriendo me cogió del brazo, tiró hacia él y me dio una bofetada para girarme y poner mí cara contra la pared. No paraba de decirme lo que era, una vulgar fulana, y que realmente lo que quería era aquello. Intenté revolverme pero cogió ambas muñecas con una de sus fuertes manos y las dejó sobre mí cabeza, podía oír como se desabrochaba el pantalón en una clara intención de lo que pretendía hacer. Por más que grité, chillé para que alguien me oyera y me ayudara… parecía que nadie fuera hacerlo. Lamenté ser tan débil en ese momento, incapaz de defenderme ante agresores como aquel cuando lo único que quería era darle una paliza por lo que iba a hacerme.
La noche ya se alzaba sobre el firmamento y la luna daba por la ventana con su nacarada luz iluminando todo a su paso, podía ver a mí perra tumbada en el suelo justo por donde el halo de luz entraba bañando su pelaje, que de normalidad era negro, ahora de color plata mientras me miraba cambiarme con esos ojos que tenía y que me produjo una risa al sentirme observada por ella. La tenía desde hacía unos años y me encantaba estar con ella, al menos el tiempo que podía estar en casa y no estaba “trabajando”. A veces pensaba que debía de dedicarle más tiempo, y por eso pasaba todo el tiempo libre que tenía con ella. Como si supiera que mis pensamientos estaban dirigidos hacia ella se acercó moviendo el rabo de un lado a otro hasta que su cabeza, que llegaba un poco por debajo de mí cadera, se rozó contra mí buscando un cariño y que le hiciera caso.
-¿Qué pasa, bonita? –Pregunté mientras miraba ahora qué vestido debía de ponerme, iba a dar una vuelta y a despejarme porque notaba que lo necesitaba, además aprovecharía para visitar a Nai que hacía tiempo que no lo hacía, a ver si tenía un poco de suerte y la encontraba en casa, desde que era directora del departamento de antigüedades egipcias en el museo tenía mucho trabajo que hacer al llegarle hacia unos días un cargamento con cosas que catalogar para el museo. Decidí ponerme un vestido sencillo de color azul que hacía juego con el color de mis ojos, acaricié a mí perra cuando ya estaba vestida del todo y salí por la puerta con la mirada de ella puesta en mí. Mañana iba a tener el día libre así que lo pasaría con ella y la llevaría al parque como sabía que le gustaba con su juguete favorito, quizás si Nai tuviera el día libre, o incluso si no, podría pasar por su perra Isis y que fueran las dos juntas, se habían hecho amigas y así podían pasar el tiempo juntas de vez en cuando.
El buen tiempo ya se iba notando por las calles de París y eso hacía que la gente saliera más por la noche, la ciudad comenzaba a cobrar más vida durante esta y los jóvenes salían a dar una vuelta, también podía ver a parejas cogidas de la mano y del brazo paseando por las calles… amor, algo a lo que yo no tendría nunca, o eso era lo que creía debido a mí trabajo. Fui caminando sin poner ningún rumbo fijo, dejé que mis pies por ese momento fueran los que decidieran a dónde ir. Las tabernas estaban llenas de gente porque incluso desde fuera se podía oír el jaleo que había dentro y negué con la cabeza, en su mayoría hombres que se juntaban para beber y contar sus “batallitas”, como las chicas del burdel las llamábamos.
No me di cuenta que al pasar por una de ellas hubo un hombre, de mediana edad, que salía y que había fijado sus ojos en mí. Seguí caminando sin pensar que podría ir tras mis pasos, incluso desde esa distancia podía oler el fuerte alcohol que desprendía. No miré hacia atrás en ningún momento y mucho menos cuando me llamó, y supe que era yo porque añadió un “pelirroja” notorio por el color de mí pelo. Aceleré el paso intentando despistarlo pero cuando quise darme cuenta, y a pesar del estado en el que el hombre estaba, cogió mí brazo y me empujó hacia el lateral de un callejón donde me estampó contra la pared.
Quise moverme y alejarlo pero me agarró una de las muñecas y comenzó a decirme de todo, iba bastante borracho y lo único que quería era que me soltara y que me dejara tranquila. Parecía empeñado en que quería, claramente, follarme como él había dicho. Lo alejé de un empujón y antes de que pudiera irme corriendo me cogió del brazo, tiró hacia él y me dio una bofetada para girarme y poner mí cara contra la pared. No paraba de decirme lo que era, una vulgar fulana, y que realmente lo que quería era aquello. Intenté revolverme pero cogió ambas muñecas con una de sus fuertes manos y las dejó sobre mí cabeza, podía oír como se desabrochaba el pantalón en una clara intención de lo que pretendía hacer. Por más que grité, chillé para que alguien me oyera y me ayudara… parecía que nadie fuera hacerlo. Lamenté ser tan débil en ese momento, incapaz de defenderme ante agresores como aquel cuando lo único que quería era darle una paliza por lo que iba a hacerme.
Valenka N. Dragomir- Hechicero Clase Alta
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
Mi maestro parecía seguir empeñado en que de alguna forma aceptara el trato que él me había propuesto aunque no iba a aceptarlo, al menos no por entero. No iba a permitir que me pagara mi deuda por mucho que sonara tentadora la idea, quizás otra en mi lugar habría aceptado sin más pero yo no podía hacerlo porque no era así, apenas acababa de conocerme y aunque desde lo más profundo agradecía su acto... no podía, lo rechacé educadamente exponiendo los motivos por los que me había negado a aceptar, pero él me miró de forma fija como si de alguna forma estuviera buscando la manera de que aceptara, no lo sabía con certeza pero era la impresión que me dio en ese momento. Me dijo que no necesitaba saber de protocolo y que si no yo tenía idea mucho menos la iba a tener él para cuidar de un bebé, sería como un intercambio de favores; él me entrenaba y yo le ayudaba con el bebé. Lo cierto es que con esa parte no tenía problema alguno, podía hacerlo perfectamente y siempre me habían gustado los niños y me llevaba bien con ellos, pero lo otro era un tema algo más peliagudo para aceptarlo, solo me miraba de forma fija mientras yo daba otro sorbo a la copa de champán vaciándola así, no me dejó decirle nada cuando me tomó de la muñeca y me llevó a la pista de baile para que bailáramos, volvimos de nuevo a movernos por la pista mientras ahora sus labios estaban cerca de mi oído y comenzó a hablarme en voz baja no dándose por vencido en aquello. Hasta la parte en la que él me entrenaba estábamos los dos de acuerdo, sí, y yo le ayudaba con el bebé al que debería de cuidar el tiempo que permaneciera con él. Me dijo que me daría un sueldo por ello y aunque iba a negarme continuó hablando diciendo que sino se estaría aprovechando de mí, así podría ir por la noche si así lo quería al burdel para seguir trabajando allí y poder pagar mi deuda. Decía que si ganaba el doble de dinero podría salir antes de mi deuda y, lo cierto, es que en eso tenía razón y ya veía que me iba a dar el dinero dijera lo que dijera.
No pude negarme a esa parte pero al menos había conseguido que no pagara mi deuda y así librarme, eso era algo que me concernía a mí y que debía de solucionar yo, él me ayudaba ya bastante entre los entrenamientos y con lo del bebé que no sabía muy bien cuando debía de empezar. Por otra parte estaba el tema de mis mascotas, no iba a dejarlas abandonadas así que si quería que me fuera con él a su mansión debería de llevarme mis mascotas y no aceptaba un no por respuesta, dejarlas tiradas sería hacer lo mismo que hicieron conmigo mis padres y no pensaba permitirlo. Bailamos durante un rato más, bebimos, él bromeaba sin parar, bailamos de nuevo y finalmente volvimos a casa, me acompañó hasta ella sintiéndome algo contenta por las copas que me había bebido y me cuidó como si fuera mi hermano mayor que se preocupaba por mí, me dejó en la puerta de mi casa y se despidió con una sonrisa aunque bien sabía que al día siguiente iba a pagar caro las copas de más que me había tomado. Fue una noche diferente y divertida en la que salí de mi rutina y no estuvo para nada mal. Como ya pensaba al día siguiente no fue una sorpresa que me diera un duro entrenamiento y me hiciera correr casi el doble para según él “eliminar el exceso de alcohol de la noche”, mientras parecía estar fresco como una rosa, algo que envidié notablemente mientras corría y refunfuñaba hacia mi maestro que no tenía compasión ninguna. Sí fue una sorpresa, que no me esperaba, cuando por la noche me lo encontré en el burdel donde trabajaba, mis labios se entreabrieron ligeramente mientras él con una sonrisa socarrona me miraba acercándome hacia donde estaba, no era de extrañar que un par de jóvenes que trabajaban allí hubieran puesto sus ojos en él así que fruncí el ceño, tomé su muñeca y lo aparté de la vista de todas mirándolo extrañada y algo cabreada.
-¿Se puede saber qué haces aquí? Este no era el trato que habíamos hecho –fruncí el ceño esperando su contestación, pero no me esperé que dijera que era mi cliente- tienes que estar bromeando... además, ¿cómo sabías que trabajaba aquí? –Él sin embargo me respondió que me había comprado durante todo el mes lo que hizo que mi boca se abriera de la sorpresa y lo mirara incrédula- perdona, ¿qué has dicho? –Pregunté sin creerme que hubiera dicho exactamente esas palabras, ¿comprar? Por dios ese hombre estaba loco, encima se atrevió a preguntarme qué hacíamos a lo que yo le di un manotazo en el hombro- ¡estás loco! Esto no puede ser verdad –dije negando con la cabeza mientras él sonreía y cogiendo mi muñeca fuimos hacia la barra donde pidió dos vasos de whisky doble, miré a Rose que se encargaba esa noche de la barra- Rose, súbelos a la habitación ¿vale? –Los cotilleos en lugares como esos corrían más rápido que la pólvora, para ese entonces ya sabrían la mitad de las chicas que me había comprado todo el mes porque cosas así no solían pasar, así que ante todas las atentas miradas tomé su muñeca y tiré de él hacia arriba refunfuñando por el camino hasta que llegamos a la habitación, la abrí para que pasara y cerré la puerta apoyando mi cabeza en ella- Ay por dios, esto no puede estar pasando.... –ya no era solo la vergüenza de que mi maestro me viera con esa ropa que tenía que llevar en el burdel, sino el hecho de que me hubiera comprado- ¿tienes idea de lo que has hecho? Va a ser un mes muy duro... –dije esperando a que Rose subiera con la bebida y le entregué el vaso ya solos en la habitación- ¿y me preguntas qué hacemos? Eres tú el que me ha comprado, se supone que eres mi dueño durante todo este mes para hacer lo que quieras conmigo, se supone, que debo de servirte en todo lo que me digas para complacerte –di un trago al vaso dejándolo sobre la cómoda- Creo que no lo entiendes, se supone que esto es algo de lujo, lo que significa que pagan mucho dinero porque les demos placer y se aseguran de que eso pase. ¿Sabes lo cotillas que son aquí? Seguramente ya habrán jóvenes en la otra habitación esperando escuchar algo, y créeme, es así –afirmé dando otro sorbo al vaso, no solía beber allí pero en ese momento lo necesitaba- se supone que soy tuya, en todos los sentidos, durante este mes para satisfacer tus necesidades. No hace falta que me digas que no me has “comprado” para eso, sé que no lo has hecho con esa intención pero es lo que se espera que hagamos, quieren que los clientes salgan de aquí satisfechos y bueno... a la gente de aquí le va mucho el morbo –lo miré de forma fija- así que no me tengas esto que voy a hacer en cuenta –dije cuando ya habían pasado unos cuantos minutos mientras le preguntaba acerca del bebé y si quería que me fuera con él a la mansión que en el pack iban incluida mis mascotas, cuando vi que había pasado el tiempo suficiente me mordí el labio, fui hacia la cama y me subí sobre ella para comenzar a hacer ruido... con toda la vergüenza del mundo pero sí, para que al menos pensaran que me había contratado para lo que todos estaban pensando, es más, fingí algún que otro gemido que había perfeccionado con el paso del tiempo sin querer mirarlo demasiado porque me daba vergüenza lo que estaba haciendo, respiraba de forma un poco errática como si de verdad estuviera pasando aquello y al ver que él se quedaba callado le di un manotazo en el hombro y le hice una seña para que me ayudara, aunque viendo su sonrisa más bien diría que se estaba intentando no reír por aquello, pero así ambos manteníamos una fachada y a mí no me decían nada.
No pude negarme a esa parte pero al menos había conseguido que no pagara mi deuda y así librarme, eso era algo que me concernía a mí y que debía de solucionar yo, él me ayudaba ya bastante entre los entrenamientos y con lo del bebé que no sabía muy bien cuando debía de empezar. Por otra parte estaba el tema de mis mascotas, no iba a dejarlas abandonadas así que si quería que me fuera con él a su mansión debería de llevarme mis mascotas y no aceptaba un no por respuesta, dejarlas tiradas sería hacer lo mismo que hicieron conmigo mis padres y no pensaba permitirlo. Bailamos durante un rato más, bebimos, él bromeaba sin parar, bailamos de nuevo y finalmente volvimos a casa, me acompañó hasta ella sintiéndome algo contenta por las copas que me había bebido y me cuidó como si fuera mi hermano mayor que se preocupaba por mí, me dejó en la puerta de mi casa y se despidió con una sonrisa aunque bien sabía que al día siguiente iba a pagar caro las copas de más que me había tomado. Fue una noche diferente y divertida en la que salí de mi rutina y no estuvo para nada mal. Como ya pensaba al día siguiente no fue una sorpresa que me diera un duro entrenamiento y me hiciera correr casi el doble para según él “eliminar el exceso de alcohol de la noche”, mientras parecía estar fresco como una rosa, algo que envidié notablemente mientras corría y refunfuñaba hacia mi maestro que no tenía compasión ninguna. Sí fue una sorpresa, que no me esperaba, cuando por la noche me lo encontré en el burdel donde trabajaba, mis labios se entreabrieron ligeramente mientras él con una sonrisa socarrona me miraba acercándome hacia donde estaba, no era de extrañar que un par de jóvenes que trabajaban allí hubieran puesto sus ojos en él así que fruncí el ceño, tomé su muñeca y lo aparté de la vista de todas mirándolo extrañada y algo cabreada.
-¿Se puede saber qué haces aquí? Este no era el trato que habíamos hecho –fruncí el ceño esperando su contestación, pero no me esperé que dijera que era mi cliente- tienes que estar bromeando... además, ¿cómo sabías que trabajaba aquí? –Él sin embargo me respondió que me había comprado durante todo el mes lo que hizo que mi boca se abriera de la sorpresa y lo mirara incrédula- perdona, ¿qué has dicho? –Pregunté sin creerme que hubiera dicho exactamente esas palabras, ¿comprar? Por dios ese hombre estaba loco, encima se atrevió a preguntarme qué hacíamos a lo que yo le di un manotazo en el hombro- ¡estás loco! Esto no puede ser verdad –dije negando con la cabeza mientras él sonreía y cogiendo mi muñeca fuimos hacia la barra donde pidió dos vasos de whisky doble, miré a Rose que se encargaba esa noche de la barra- Rose, súbelos a la habitación ¿vale? –Los cotilleos en lugares como esos corrían más rápido que la pólvora, para ese entonces ya sabrían la mitad de las chicas que me había comprado todo el mes porque cosas así no solían pasar, así que ante todas las atentas miradas tomé su muñeca y tiré de él hacia arriba refunfuñando por el camino hasta que llegamos a la habitación, la abrí para que pasara y cerré la puerta apoyando mi cabeza en ella- Ay por dios, esto no puede estar pasando.... –ya no era solo la vergüenza de que mi maestro me viera con esa ropa que tenía que llevar en el burdel, sino el hecho de que me hubiera comprado- ¿tienes idea de lo que has hecho? Va a ser un mes muy duro... –dije esperando a que Rose subiera con la bebida y le entregué el vaso ya solos en la habitación- ¿y me preguntas qué hacemos? Eres tú el que me ha comprado, se supone que eres mi dueño durante todo este mes para hacer lo que quieras conmigo, se supone, que debo de servirte en todo lo que me digas para complacerte –di un trago al vaso dejándolo sobre la cómoda- Creo que no lo entiendes, se supone que esto es algo de lujo, lo que significa que pagan mucho dinero porque les demos placer y se aseguran de que eso pase. ¿Sabes lo cotillas que son aquí? Seguramente ya habrán jóvenes en la otra habitación esperando escuchar algo, y créeme, es así –afirmé dando otro sorbo al vaso, no solía beber allí pero en ese momento lo necesitaba- se supone que soy tuya, en todos los sentidos, durante este mes para satisfacer tus necesidades. No hace falta que me digas que no me has “comprado” para eso, sé que no lo has hecho con esa intención pero es lo que se espera que hagamos, quieren que los clientes salgan de aquí satisfechos y bueno... a la gente de aquí le va mucho el morbo –lo miré de forma fija- así que no me tengas esto que voy a hacer en cuenta –dije cuando ya habían pasado unos cuantos minutos mientras le preguntaba acerca del bebé y si quería que me fuera con él a la mansión que en el pack iban incluida mis mascotas, cuando vi que había pasado el tiempo suficiente me mordí el labio, fui hacia la cama y me subí sobre ella para comenzar a hacer ruido... con toda la vergüenza del mundo pero sí, para que al menos pensaran que me había contratado para lo que todos estaban pensando, es más, fingí algún que otro gemido que había perfeccionado con el paso del tiempo sin querer mirarlo demasiado porque me daba vergüenza lo que estaba haciendo, respiraba de forma un poco errática como si de verdad estuviera pasando aquello y al ver que él se quedaba callado le di un manotazo en el hombro y le hice una seña para que me ayudara, aunque viendo su sonrisa más bien diría que se estaba intentando no reír por aquello, pero así ambos manteníamos una fachada y a mí no me decían nada.
Valenka N. Dragomir- Hechicero Clase Alta
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
La pelirroja pidió que nos subieran arriba la botella, yo la seguí con cierta diversión escaleras arriba ella tiraba de mi mano y podía notar como las miradas de todas se perdían en mi, quizás porque no era el tipo de hombre que frecuentaba estos lares.
Para acostarme con una mujer no necesitaba ni de lejos estar aquí, pero no quería que tuviera que aguantar acostarse con otro, así que..esta es la única solución que se me había ocurrido dentro de nuestro “trato” sin quebrantarlo.
Cerró la puerta nerviosa, dando vueltas por la habitación como si fuera un animal salvaje encerrado.
Alegaba que la había comprado y que yo tenia que decir lo que quería hacer.
-Pues...
No me dejó acabar algo que me hizo reír mientras me servia otro vaso y lo llevaba a mis labios.
Me explico que tenia que complacerme, que ese lugar era un sitio de damas de compañía caras.
-no tienes que jurármelo ,me he dejado una pasta -apunté divertido.
Prodigio diciendo que teníamos que hacer algo, no podía salir de allí sin recibir placer.
-He soñado con esa frase toda mi vida -bromeé lanzandole un mordisco.
Me alcé con una ladeada sonrisa llevando mi mano al cinturón mientras ella que ya empezaba a conocer mis bromas negaba con la cabeza dándome un manotazo.
-¿entonces? -pregunté escapandoseme la risa mientras ella bufaba.
Quizás pensaba que no me atraía, no era eso, era una mujer muy bella, no estaba ciego, pero los lobos nos emparejamos de por vida y mi corazón ya había sido cazado, por mi enemigo, pero cazado.
Lo peor es que no sabia si estaría con ese otro lobo con el que se veía y eso en ocasiones me hacia plantearme si yo no debería hacer lo mismo.
Inmerso en mis pensamientos la vi subirse sobre el lecho, empezó a saltar fingiendo gemidos, me mordí los labios básicamente para no descojonarme allí mismo mientras ella me daba una palmada para que le ayudara.
Me lancé al lecho cayendo ambos sobre las sabanas, empujé varias veces gruñendo, la verdad es que en ocasiones ella tenia que poner su mano en mis labios para que no me diera la risa.
En ese instante en el que los dos hacíamos el caneo en le lecho ,la puerta se abrió un lobo joven entraba por la puerta cerrándola a sus espaldas llevando el dedo a sus labios para que guardáramos silencio..aunque luego pareció pensárselo mejor y nos indicó con la mano que continuaramos, parecía huir de alguien.
-¿Quien cojones era este?
Para acostarme con una mujer no necesitaba ni de lejos estar aquí, pero no quería que tuviera que aguantar acostarse con otro, así que..esta es la única solución que se me había ocurrido dentro de nuestro “trato” sin quebrantarlo.
Cerró la puerta nerviosa, dando vueltas por la habitación como si fuera un animal salvaje encerrado.
Alegaba que la había comprado y que yo tenia que decir lo que quería hacer.
-Pues...
No me dejó acabar algo que me hizo reír mientras me servia otro vaso y lo llevaba a mis labios.
Me explico que tenia que complacerme, que ese lugar era un sitio de damas de compañía caras.
-no tienes que jurármelo ,me he dejado una pasta -apunté divertido.
Prodigio diciendo que teníamos que hacer algo, no podía salir de allí sin recibir placer.
-He soñado con esa frase toda mi vida -bromeé lanzandole un mordisco.
Me alcé con una ladeada sonrisa llevando mi mano al cinturón mientras ella que ya empezaba a conocer mis bromas negaba con la cabeza dándome un manotazo.
-¿entonces? -pregunté escapandoseme la risa mientras ella bufaba.
Quizás pensaba que no me atraía, no era eso, era una mujer muy bella, no estaba ciego, pero los lobos nos emparejamos de por vida y mi corazón ya había sido cazado, por mi enemigo, pero cazado.
Lo peor es que no sabia si estaría con ese otro lobo con el que se veía y eso en ocasiones me hacia plantearme si yo no debería hacer lo mismo.
Inmerso en mis pensamientos la vi subirse sobre el lecho, empezó a saltar fingiendo gemidos, me mordí los labios básicamente para no descojonarme allí mismo mientras ella me daba una palmada para que le ayudara.
Me lancé al lecho cayendo ambos sobre las sabanas, empujé varias veces gruñendo, la verdad es que en ocasiones ella tenia que poner su mano en mis labios para que no me diera la risa.
En ese instante en el que los dos hacíamos el caneo en le lecho ,la puerta se abrió un lobo joven entraba por la puerta cerrándola a sus espaldas llevando el dedo a sus labios para que guardáramos silencio..aunque luego pareció pensárselo mejor y nos indicó con la mano que continuaramos, parecía huir de alguien.
-¿Quien cojones era este?
Vashni Indih- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 03/06/2017
Re: Fight For Your Life ~ Privado
El viaje había sido algo complicado, Valeska abrió el portal pero algo no termino de funcionar bien y caí en medio de la ciudad en bolas.
No se si me habían gastado una broma, algo que no descartaba por la cara de Sirius que aguantaba la risa mientras me desnudaba y Niels aseguraba que no había otro modo de cruzar el portal si no era así.
Caí enfrente de un burdel, al menos en eso si que había acertado la bruja, aquí en teoría era donde trabajaba la pelirroja que me cuidaba de niño, tenia que avisarla del peligro que iba a llegar tras de mi.
Saludé con arrogancia y en pelotas a todos los presentes y también a las preciosas mujeres semidesnudas que miraban como el pájaro me colgaba.
No me esforcé en taparlo, tenia un buen atributo así que no era necesario.
Pregunté a la madam cual era la habitación de la pelirroja, pero esta creía que era un loco y me mandó un par de hombres para darme caza y sacarme de allí.
Creo que no le molestaba tanto ni que fuera un loco, ni que no llevara ropa, si no que al no llevar bolsillos de seguro tampoco francos con los que pagar.
Segundo plan, correr...
Como si se tratara de una tragicomedia salí corriendo con dos hombres tras de mi intentando darme caza mientras yo saltaba de mesa en mesa y los demás me aplaudan como si fuera el bufón del día.
-Lo que hay que hacer para dar con una puta.
Subí escaleras arriba colándome en la primera habitación que pillé abierta.
Dentro una pelirroja y un lobo hacían cosas depravadas en la cama ¿pero quien era yo para juzgar los gustos de nadie?
¿Pelirroja?
-Tu -dije antes de ordenarles silencio pues oía los pasos de los hombres y con la mano animarles a seguir ¿follando de mentira?
No se si me habían gastado una broma, algo que no descartaba por la cara de Sirius que aguantaba la risa mientras me desnudaba y Niels aseguraba que no había otro modo de cruzar el portal si no era así.
Caí enfrente de un burdel, al menos en eso si que había acertado la bruja, aquí en teoría era donde trabajaba la pelirroja que me cuidaba de niño, tenia que avisarla del peligro que iba a llegar tras de mi.
Saludé con arrogancia y en pelotas a todos los presentes y también a las preciosas mujeres semidesnudas que miraban como el pájaro me colgaba.
No me esforcé en taparlo, tenia un buen atributo así que no era necesario.
Pregunté a la madam cual era la habitación de la pelirroja, pero esta creía que era un loco y me mandó un par de hombres para darme caza y sacarme de allí.
Creo que no le molestaba tanto ni que fuera un loco, ni que no llevara ropa, si no que al no llevar bolsillos de seguro tampoco francos con los que pagar.
Segundo plan, correr...
Como si se tratara de una tragicomedia salí corriendo con dos hombres tras de mi intentando darme caza mientras yo saltaba de mesa en mesa y los demás me aplaudan como si fuera el bufón del día.
-Lo que hay que hacer para dar con una puta.
Subí escaleras arriba colándome en la primera habitación que pillé abierta.
Dentro una pelirroja y un lobo hacían cosas depravadas en la cama ¿pero quien era yo para juzgar los gustos de nadie?
¿Pelirroja?
-Tu -dije antes de ordenarles silencio pues oía los pasos de los hombres y con la mano animarles a seguir ¿follando de mentira?
Lobbo Landvik- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 178
Fecha de inscripción : 16/08/2016
Re: Fight For Your Life ~ Privado
Me daba cierta vergüenza hacer lo que tenía en mente pero era la mejor opción que teníamos para que pensaran que lo había subido a la habitación con las intenciones que se supone que deberían de ser ya que me había comprado por todo un mes, sería demasiado raro que no pasara nada así que como sabía que él no iba a ponerme un dedo encima mejor era fingir, algo que no se me daba nada mal y que había puesto en práctica durante ya un tiempo, para que nadie sospechara. Él podría irse de allí sin que le miraran de forma rara y a mí no me darían ninguna charla o sermón por no complacer a los clientes, más cuando se suponía que estos pagaban tanto dinero porque los complaciéramos. Así que con la decisión tomada de forma firme me subí sobre la cama y empecé a saltar sobre ella para hacer ruido como si de verdad estuviéramos haciendo algo. Para dar más credibilidad a las seguramente chismosas que estarían escuchando en la habitación contigua, que ya conocía como eran, comencé a fingir gemidos al mismo tiempo que saltaba en la cama, él se tapaba la boca e intentaba no reírse demasiado fuerte para no delatarnos pero a mí no es que me estuviera poniendo las cosas mucho más fáciles; ya me costaba no morirme de la vergüenza porque mi maestro no solo me viera con esas pintas, sino que además me hubiera comprado por todo un mes y ahora estuviéramos en esa habitación conmigo saltando sobre la cama y fingiendo gemidos para que nadie sospechara... si se reía y me miraba de esa forma no iba a ser capaz de seguir y de continuar y dado que nos convenía a los dos más le valía ayudarme y no quedarse mirando como saltaba y gemía sobre la cama. Le di un manotazo y lo miré haciendo una seña para que me siguiera la corriente, si él también se ponía a hacer lo mismo pues sería mucho más fácil que el que lo hiciera yo sola.
Pues no se quedó ni corto ni perezoso y en cuanto le miré para que me ayudara ni siquiera se lo pensó cuando se lanzó sobre la cama haciendo que cayera a su lado para comenzar a moverse entre gruñidos, siguiéndome la corriente, que me hizo morderme el labio para no reírme por aquello. Al menos el bochorno así era menor que de la otra forma, tuve que taparle la boca un par de veces con mi mano para que no se le escuchara reírse de esa forma mientras seguía moviéndose y yo daba algún que otro golpe con mi mano en la pared mientras evitábamos reírnos para que no nos pillaran. Con lo que no conté en esos momentos en los que estábamos haciendo los idiotas más que otra cosa, es que la puerta se abriera y por ella apareciera un joven apoyado contra esta que nos miraba desde ese lugar mientras nos pedía silencio y luego que continuáramos, lo más chocante de todo es que estaba desnudo y nos lo quedamos mirando sin saber muy bien por qué había entrado o por qué estaba desnudo. Miré a mi maestro cuando preguntó quién era y negué con la cabeza puesto que no lo había visto en mi vida y tampoco me sonaba de haberlo visto por allí, terminé de fingir aquello para que no sospecharan nada y fue entonces cuando sonreí de lado mientras miraba a mi maestro por lo que habíamos fingido aunque nos hubieran pillado.
-Es mi amante –dije de forma seria de tal forma que pareció creérselo, pero luego le di un golpe en su hombro y negué con la cabeza- no sé quién es –afirmé incorporándome en la cama para mirarlo, parecía que huía de alguien así que supuse que, al estar desnudo, intuía lo que podría haber pasado y por qué estaba huyendo, me levanté de la cama mirándolo- oye, para empezar no deberías de entrar sin llamar y pedir permiso, pero intuyo que si estás aquí desnudo y huyendo como parece que estás haciendo de alguien te diría que si no puedes pagar a una de las chicas del lugar es preferible que no hubieras entrado –había reconocido la voz de los guardias al pasar por la puerta hablando sobre donde estaría aquel joven desnudo- te buscan por eso, ¿te han pillado sin dinero? –No sería la primera, ni la última vez, que pasaba algo como eso. Me acerqué algo más al joven y le tiré una toalla para que al menos se tapara, seguramente habría salido corriendo y no habría cogido nada de ropa- y por dios, tápate –dije tras tirarle la toalla lanzando un suspiro- lo siento por ti, pero aquí no te puedes quedar.. esto es privado –dije acercándome a él para cogerlo del brazo dispuesta a abrir la puerta para llamar a los guardias y que se lo llevaran, no lo hice porque aparte de que no se dejó moverse me llamó por mi nombre haciendo que lo mirara de forma fija un par de segundos- ¿cómo sabes mi nombre? –Intenté repasar de qué lo conocía pero nada venía a mi mente- ¿quién eres y cómo es que me conoces?
Pues no se quedó ni corto ni perezoso y en cuanto le miré para que me ayudara ni siquiera se lo pensó cuando se lanzó sobre la cama haciendo que cayera a su lado para comenzar a moverse entre gruñidos, siguiéndome la corriente, que me hizo morderme el labio para no reírme por aquello. Al menos el bochorno así era menor que de la otra forma, tuve que taparle la boca un par de veces con mi mano para que no se le escuchara reírse de esa forma mientras seguía moviéndose y yo daba algún que otro golpe con mi mano en la pared mientras evitábamos reírnos para que no nos pillaran. Con lo que no conté en esos momentos en los que estábamos haciendo los idiotas más que otra cosa, es que la puerta se abriera y por ella apareciera un joven apoyado contra esta que nos miraba desde ese lugar mientras nos pedía silencio y luego que continuáramos, lo más chocante de todo es que estaba desnudo y nos lo quedamos mirando sin saber muy bien por qué había entrado o por qué estaba desnudo. Miré a mi maestro cuando preguntó quién era y negué con la cabeza puesto que no lo había visto en mi vida y tampoco me sonaba de haberlo visto por allí, terminé de fingir aquello para que no sospecharan nada y fue entonces cuando sonreí de lado mientras miraba a mi maestro por lo que habíamos fingido aunque nos hubieran pillado.
-Es mi amante –dije de forma seria de tal forma que pareció creérselo, pero luego le di un golpe en su hombro y negué con la cabeza- no sé quién es –afirmé incorporándome en la cama para mirarlo, parecía que huía de alguien así que supuse que, al estar desnudo, intuía lo que podría haber pasado y por qué estaba huyendo, me levanté de la cama mirándolo- oye, para empezar no deberías de entrar sin llamar y pedir permiso, pero intuyo que si estás aquí desnudo y huyendo como parece que estás haciendo de alguien te diría que si no puedes pagar a una de las chicas del lugar es preferible que no hubieras entrado –había reconocido la voz de los guardias al pasar por la puerta hablando sobre donde estaría aquel joven desnudo- te buscan por eso, ¿te han pillado sin dinero? –No sería la primera, ni la última vez, que pasaba algo como eso. Me acerqué algo más al joven y le tiré una toalla para que al menos se tapara, seguramente habría salido corriendo y no habría cogido nada de ropa- y por dios, tápate –dije tras tirarle la toalla lanzando un suspiro- lo siento por ti, pero aquí no te puedes quedar.. esto es privado –dije acercándome a él para cogerlo del brazo dispuesta a abrir la puerta para llamar a los guardias y que se lo llevaran, no lo hice porque aparte de que no se dejó moverse me llamó por mi nombre haciendo que lo mirara de forma fija un par de segundos- ¿cómo sabes mi nombre? –Intenté repasar de qué lo conocía pero nada venía a mi mente- ¿quién eres y cómo es que me conoces?
Valenka N. Dragomir- Hechicero Clase Alta
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
La chica se levantó de la cama para empujarme de allí y que me pillaran los guaridas.
-Tampoco es que haya irrumpido mucho -dije de forma mordaz riéndome entre dientes.
Me encontré con los ojos ámbar del otro lobo, eramos dos alfas y pocas veces dos de nosotros podían convivir en un mismo territorio sin lanzarnos contra la yugular del otro.
Alcé las manos en su dirección.
-No vengo con intención de pelear, no quiero usurparte nada, ni retarte, si me ayudáis os explicare hasta donde pueda. Entre eso el porque conozco vuestros nombres.
Mis ojos se centraron en los de la pelirroja.
-¿te han dicho alguna vez que pareces una sirena?
Esta frunció el ceño dándome una toalla para que me tapara, así que la tomé con la sonrisa ladeada.
-¿es porque mis atributos te ponen nerviosa? -Bromeé divertido. - ¿entonces soy tu amante?
Vashni se levantó con muy malos humos, rugió desafiante para que guardar silencio dejándome claro que la hembra estaba con él.
Bueno, tampoco es que estuviera aprovechando la hembra, claro que no pensaba discutir con él.
-Explícate muchacho o yo mismo te saco a patadas de la habitación de la señorita, a la que por cierto estas faltando el respeto.
Mis ojos centellearon en ámbar, pero fue Ari la que se metió entre los dos para que nos calmarnos y dejáramos de gruñirnos.
Según ella tenia que hablar o me largarían de allí.
-Esta bien -dije tomando asiento en la silla del escritorio -me ha enviado Damon Landvik para que allane el camino y me aseguro de que todo es seguro antes de enviar a su vástago -mentí.
Decirles que era Lobbo Landvik y que había cruzado un portal espacio temporal, era algo que no se iban a tragar, ademas me habían dejado claro que no debí cambiar nada, solo me encargaría de protegerme a mi mismo para que no me mataran.
-Me han atacado unos asaltadores de caminos y me han robado todo, hasta la ropa, así que he venido aquí porque me han avisado en vuestra hacienda de que os encontrabais apagando vuestros instintos en el burdel con una señorita.
Mi historia era mas o menos creíble, ahora solo tenia que ver como reaccionaban esos dos para saber si se lo habian o no tragado.
-Tampoco es que haya irrumpido mucho -dije de forma mordaz riéndome entre dientes.
Me encontré con los ojos ámbar del otro lobo, eramos dos alfas y pocas veces dos de nosotros podían convivir en un mismo territorio sin lanzarnos contra la yugular del otro.
Alcé las manos en su dirección.
-No vengo con intención de pelear, no quiero usurparte nada, ni retarte, si me ayudáis os explicare hasta donde pueda. Entre eso el porque conozco vuestros nombres.
Mis ojos se centraron en los de la pelirroja.
-¿te han dicho alguna vez que pareces una sirena?
Esta frunció el ceño dándome una toalla para que me tapara, así que la tomé con la sonrisa ladeada.
-¿es porque mis atributos te ponen nerviosa? -Bromeé divertido. - ¿entonces soy tu amante?
Vashni se levantó con muy malos humos, rugió desafiante para que guardar silencio dejándome claro que la hembra estaba con él.
Bueno, tampoco es que estuviera aprovechando la hembra, claro que no pensaba discutir con él.
-Explícate muchacho o yo mismo te saco a patadas de la habitación de la señorita, a la que por cierto estas faltando el respeto.
Mis ojos centellearon en ámbar, pero fue Ari la que se metió entre los dos para que nos calmarnos y dejáramos de gruñirnos.
Según ella tenia que hablar o me largarían de allí.
-Esta bien -dije tomando asiento en la silla del escritorio -me ha enviado Damon Landvik para que allane el camino y me aseguro de que todo es seguro antes de enviar a su vástago -mentí.
Decirles que era Lobbo Landvik y que había cruzado un portal espacio temporal, era algo que no se iban a tragar, ademas me habían dejado claro que no debí cambiar nada, solo me encargaría de protegerme a mi mismo para que no me mataran.
-Me han atacado unos asaltadores de caminos y me han robado todo, hasta la ropa, así que he venido aquí porque me han avisado en vuestra hacienda de que os encontrabais apagando vuestros instintos en el burdel con una señorita.
Mi historia era mas o menos creíble, ahora solo tenia que ver como reaccionaban esos dos para saber si se lo habian o no tragado.
Lobbo Landvik- Licántropo Clase Alta
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
Era lo que me faltaba por tener en aquella noche, si no fuera suficiente con el hecho de que tenía a mi maestro que había pagado todo el mes por mí y con el que había estado fingiendo en la cama el que estuviéramos de verdad teniendo sexo ahora se me sumaba a la noche un joven que había aparecido desnudo en mi habitación irrumpiendo sin pedir permiso, que además, parecía que lo estaba buscando y si estaba desnudo y corría de los guardias sería porque no tendría dinero después de haber estado con alguna de las chicas, esa era la opción más factible que se me presentaba a la mente. Al menos había podido terminar, como pude con aquellos dos hombres, de fingir para que no me preguntaran y así saciar el hecho de que nos estuvieran escuchando para estar más tranquila, así ya había “cumplido” con lo que se esperaba de mí aunque no me había puesto ni un dedo encima y sabía que no lo iba a hacer, que cuando me compró por muy mal que sonara no lo hizo con la idea de que nos acostáramos, sino más bien porque no había aceptado su propuesto y él parecía un hombre de los que siempre se salían con la suya. Me levanté de la cama solamente para mirar al joven que, de pie contra la puerta, nos miraba con una sonrisa en sus labios y cuando fui a sacarlo porque allí no podía estar me frenó el hecho de que supiera mi nombre. Lo miré de forma fija intentando hallar en mi mente el motivo de que me sonara, de porque pudiera saber mi nombre pero nada venía a mi mente, no lo había visto nunca y tampoco lo había visto merodear por el burdel como hacían oros jóvenes que se asomaban para espiar a alguna de las jóvenes mientras estaban bajo esperando a los clientes, su rostro no me sonaba de nada y sin embargo me chocaba que me tratara con tanta familiaridad como si ya me conociera de antes. Su comentario mordaz hizo que Vashni gruñera a mi espalda todavía tumbado de lado en la cama mientras los dos observábamos al joven que no parecía querer irse, alzó sus manos diciendo que no venía con intención de pelear ni de usurpar nada, ¿qué era lo que debía de usurpar? No me enteraba de nada de lo que decía pero sí me enteré de la sonrisa que había puesto cuando dijo que no es que hubiera interrumpido nada, algo que me hizo rodar los ojos y negar levemente con la cabeza. Enarqué una ceja cuando se dirigió a mi mientras cogía una toalla para lanzársela y que se tapara, no podía andar por ahí desnudo y desde luego menos lo podía hacer por mi habitación aunque no fuera la primera vez, ni tampoco la última, que viera a un hombre desnudo. Ladeé levemente mi rostro cuando le lancé la toalla ante sus palabras y me crucé de brazos pasándolos bajo mi pecho notando que la bata caía por uno de mis hombros centrando mis azules en sus pardos.
-Y a ti, ¿te han dicho alguna vez lo adulador que suenas? –Sonreí de lado por ello sin contestarle directamente y luego enarqué una ceja cuando me preguntó si me ponía nerviosa el hecho de verlo desnudo, bueno, no es que fuera la primera vez que veía a un hombre desnudo pero... en cierta manera con la forma de ser que tenía sí, me ponía un poco nerviosa. Algo que no mejoró cuando me preguntó guasón si era mi amante haciéndome ver que había escuchado lo que le había dicho a Vashni en la cama y haciendo que me sonrojara levemente mordiéndome el labio. Vaya, parecía que la noche pintaba de sorpresa en sorpresa por lo que parecía. Fue Vashni quien se levantó por las palabras del joven acercándose hacia donde yo me encontraba mientras se miraban el uno al otro como si, de esa manera, pudieran entender algo que a mí se me pasaba y que parecía no estar captando. Le pidió que se explicara o él mismo lo sacaría a patadas de mi habitación haciéndole ver que no se estaba comportando de forma educada, como si me faltara al respeto por ello... tuve que moverme y ponerme entre ambos porque se miraban de forma fija como si se estuvieran desafiando, ¡Genial! Dos gallos en un mismo corral y yo entre medias de ellos... menuda noche me quedaba por delante- ya está bien los dos, calmaos ahora mismo –les dije llevando mi mirada de uno a otro para finalmente centrarme en el joven- si tienes algo que decirnos este es tú momento, nos has dicho que nos contarías lo que sabías y por qué sabes de nuestros nombres –lo vi cómo se sentaba en la silla del escritorio y volví a cruzarme de brazos esperando sus palabras. Que dijera que lo había enviado el que, a mi parecer, era el amigo de Vashni y quien nos iba a enviar a su hijo no me lo esperaba para nada, miré a mi maestro un segundo para ver si eso podía ser aunque la idea no era descabellada. Luego enarqué una ceja cuando dijo que le habían asaltado de camino allí y que por eso andaba sin ropa- ¿y la Madam te ha dejado entrar así? Ya veo por qué te seguían los guardias –dije mientras lo miraba y ladeaba un poco la cabeza, luego miré a mi maestro- ¿tú que piensas? –Dije porque si alguien podía ver si era verdad o mentira era él aunque yo no encontraba fallos en sus palabras, aunque bien podría ahorrarse el que dijera que había ido al burdel... pero suponía que no había dicho mi nombre- está bien, supongamos que te creemos –dije acercándome a la mesa para llenar uno de los vasos y dar un trago porque, todo aquello, era surrealista y sobre todo que me estuviera pasando a mí- dices que te han asaltado por el camino y que te han quitado todo lo que tenías... eso me deja en la cuestión de ¿cómo vas a salir de aquí? Porque desnudo, obviamente, no lo vas a hacer si no quieres que te pillen –serví dos vasos más para tenderles uno a cada uno y calmar un poco los ánimos mientras ahora era yo quien hablaba- por otro lado se me ocurren un par de ideas que podríamos hacer, aunque una de ellas es de la más divertida –mordí el borde de la copa con cierta diversión pensando en lo que se me había ocurrido- una de ellas es conseguirte algo de ropa para que puedas salir e intentar que no te reconozcan, aunque admito que la segunda idea es mucho más tentadora que la primera –reí entre dientes- podría dejarte uno de mis vestidos, que seguro que te paran, una peluca, un poco de maquillaje y... ¡voilà! –dije elevando una de mis manos sin perder la sonrisa, riéndome por la imagen de aquel joven vestido con uno de mis trajes, una peluca y maquillaje- así seguro que los guardias no te reconocerían para nada –aseguré volviendo a dar otro trago a la copa- podríamos empezar primero porque nos dijeras tú nombre y luego ya vemos las opciones, aunque yo tengo mi favorita por supuesto –sonreí de lado divertida.
-Y a ti, ¿te han dicho alguna vez lo adulador que suenas? –Sonreí de lado por ello sin contestarle directamente y luego enarqué una ceja cuando me preguntó si me ponía nerviosa el hecho de verlo desnudo, bueno, no es que fuera la primera vez que veía a un hombre desnudo pero... en cierta manera con la forma de ser que tenía sí, me ponía un poco nerviosa. Algo que no mejoró cuando me preguntó guasón si era mi amante haciéndome ver que había escuchado lo que le había dicho a Vashni en la cama y haciendo que me sonrojara levemente mordiéndome el labio. Vaya, parecía que la noche pintaba de sorpresa en sorpresa por lo que parecía. Fue Vashni quien se levantó por las palabras del joven acercándose hacia donde yo me encontraba mientras se miraban el uno al otro como si, de esa manera, pudieran entender algo que a mí se me pasaba y que parecía no estar captando. Le pidió que se explicara o él mismo lo sacaría a patadas de mi habitación haciéndole ver que no se estaba comportando de forma educada, como si me faltara al respeto por ello... tuve que moverme y ponerme entre ambos porque se miraban de forma fija como si se estuvieran desafiando, ¡Genial! Dos gallos en un mismo corral y yo entre medias de ellos... menuda noche me quedaba por delante- ya está bien los dos, calmaos ahora mismo –les dije llevando mi mirada de uno a otro para finalmente centrarme en el joven- si tienes algo que decirnos este es tú momento, nos has dicho que nos contarías lo que sabías y por qué sabes de nuestros nombres –lo vi cómo se sentaba en la silla del escritorio y volví a cruzarme de brazos esperando sus palabras. Que dijera que lo había enviado el que, a mi parecer, era el amigo de Vashni y quien nos iba a enviar a su hijo no me lo esperaba para nada, miré a mi maestro un segundo para ver si eso podía ser aunque la idea no era descabellada. Luego enarqué una ceja cuando dijo que le habían asaltado de camino allí y que por eso andaba sin ropa- ¿y la Madam te ha dejado entrar así? Ya veo por qué te seguían los guardias –dije mientras lo miraba y ladeaba un poco la cabeza, luego miré a mi maestro- ¿tú que piensas? –Dije porque si alguien podía ver si era verdad o mentira era él aunque yo no encontraba fallos en sus palabras, aunque bien podría ahorrarse el que dijera que había ido al burdel... pero suponía que no había dicho mi nombre- está bien, supongamos que te creemos –dije acercándome a la mesa para llenar uno de los vasos y dar un trago porque, todo aquello, era surrealista y sobre todo que me estuviera pasando a mí- dices que te han asaltado por el camino y que te han quitado todo lo que tenías... eso me deja en la cuestión de ¿cómo vas a salir de aquí? Porque desnudo, obviamente, no lo vas a hacer si no quieres que te pillen –serví dos vasos más para tenderles uno a cada uno y calmar un poco los ánimos mientras ahora era yo quien hablaba- por otro lado se me ocurren un par de ideas que podríamos hacer, aunque una de ellas es de la más divertida –mordí el borde de la copa con cierta diversión pensando en lo que se me había ocurrido- una de ellas es conseguirte algo de ropa para que puedas salir e intentar que no te reconozcan, aunque admito que la segunda idea es mucho más tentadora que la primera –reí entre dientes- podría dejarte uno de mis vestidos, que seguro que te paran, una peluca, un poco de maquillaje y... ¡voilà! –dije elevando una de mis manos sin perder la sonrisa, riéndome por la imagen de aquel joven vestido con uno de mis trajes, una peluca y maquillaje- así seguro que los guardias no te reconocerían para nada –aseguré volviendo a dar otro trago a la copa- podríamos empezar primero porque nos dijeras tú nombre y luego ya vemos las opciones, aunque yo tengo mi favorita por supuesto –sonreí de lado divertida.
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
Cogí el vaso que la pelirroja me tendía y di un sorbo, la chica parecía muy graciosa, sonreía con picarda por esa idea que cobraba fuerza en su mente y que pronto me comunico.
-osea, que tu plan es ..¿vestirme de mujer?
Me eche a reír a carcajadas, no exista en este mundo, ni en el otro alguien que pudiera verme a mi de esa guisa.
-Tengo yo un plan mejor, Vashni puede salir de esta habitación sin llamar la atención, ir a su casa traerme algo de ropa, mientras puedo yo sustituirlo en esto del salto de pértiga sobre el lecho..¿no ha pagado la noche entera? -pregunté mostrándola esa ladeada sonrisa que me caracterizaba.
El lobo me enganchó por el cuello, sus oso ámbar delataron que le cabreaba que hablara así a la dama, un gruñido emergió de mi garganta, nunca dos alfas pisando la misma cámara tenia el final deseado.
De nuevo fue ella la que intercedió entre ambos.
Los dos gruñíamos, no me gustaba que me retaran y era la segunda vez que ese tipo me ponía la mano encima.
-Si vuelves a ponerme la mano encima nada va a poder hacer la pelirroja por evitar que responda la afrenta.
El lobo se echo a reír, como si mis palabras le importaran una mierda, como si yo no le supusiera una amenaza, se equivocaba.
La mujer rellenó nuestras copas pidiéndonos que bebiéramos y que nos calláramos.
Escuché como el sonido de los pasos se acercaban a la perta.
-Joder -rugí afianzando la cintura de Ari y lanzándonos a ambos a la cama, ella quedo bao mi cuerpo, de modo que cuando la puerta se abrió yo desnudo empujaba.
Había subido la falda de la mujer lo suficiente como para que la cosa aparentara lo que no era y todo sin necesidad de dar saltos como ranas.
Al ver que estábamos follando los hombres cerraron no queriendo incomodar la cliente, me confundieron posiblemente con Vashni que se había escondido tras la puerta con esa velocidad sobrehumana que los lobos nos gastamos.
Hundí mi mirada en sus mares, por un instante se hizo el silencio y nuestros alientos agitados se encontraron.
-Lo siento -susurré contra sus labios.
Posé sus manso en mi pecho para levantarme dándome un ligero empujón, pero mi hombría había decidido actuar por libre, así que los ojos de los dos bajamos hacia ahí abajo.
-Ups -ladeé a sonrisa haciéndome a un lado escuchando a la dama resoplar ir con Vashni para posiblemente decidir si me lanzaban a los seguratas o por la ventana -os recuerdo que soy un lobo y que estoy aquí -apunté sonriendo al escuchar a la joven cuchichear
-osea, que tu plan es ..¿vestirme de mujer?
Me eche a reír a carcajadas, no exista en este mundo, ni en el otro alguien que pudiera verme a mi de esa guisa.
-Tengo yo un plan mejor, Vashni puede salir de esta habitación sin llamar la atención, ir a su casa traerme algo de ropa, mientras puedo yo sustituirlo en esto del salto de pértiga sobre el lecho..¿no ha pagado la noche entera? -pregunté mostrándola esa ladeada sonrisa que me caracterizaba.
El lobo me enganchó por el cuello, sus oso ámbar delataron que le cabreaba que hablara así a la dama, un gruñido emergió de mi garganta, nunca dos alfas pisando la misma cámara tenia el final deseado.
De nuevo fue ella la que intercedió entre ambos.
Los dos gruñíamos, no me gustaba que me retaran y era la segunda vez que ese tipo me ponía la mano encima.
-Si vuelves a ponerme la mano encima nada va a poder hacer la pelirroja por evitar que responda la afrenta.
El lobo se echo a reír, como si mis palabras le importaran una mierda, como si yo no le supusiera una amenaza, se equivocaba.
La mujer rellenó nuestras copas pidiéndonos que bebiéramos y que nos calláramos.
Escuché como el sonido de los pasos se acercaban a la perta.
-Joder -rugí afianzando la cintura de Ari y lanzándonos a ambos a la cama, ella quedo bao mi cuerpo, de modo que cuando la puerta se abrió yo desnudo empujaba.
Había subido la falda de la mujer lo suficiente como para que la cosa aparentara lo que no era y todo sin necesidad de dar saltos como ranas.
Al ver que estábamos follando los hombres cerraron no queriendo incomodar la cliente, me confundieron posiblemente con Vashni que se había escondido tras la puerta con esa velocidad sobrehumana que los lobos nos gastamos.
Hundí mi mirada en sus mares, por un instante se hizo el silencio y nuestros alientos agitados se encontraron.
-Lo siento -susurré contra sus labios.
Posé sus manso en mi pecho para levantarme dándome un ligero empujón, pero mi hombría había decidido actuar por libre, así que los ojos de los dos bajamos hacia ahí abajo.
-Ups -ladeé a sonrisa haciéndome a un lado escuchando a la dama resoplar ir con Vashni para posiblemente decidir si me lanzaban a los seguratas o por la ventana -os recuerdo que soy un lobo y que estoy aquí -apunté sonriendo al escuchar a la joven cuchichear
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
Si pensaba que la única sorpresa que iba a encontrarme esa noche era que Vashni estuviera allí estaba de lo más equivocada, aquel joven que había aparecido y que no nos había dicho su nombre parecía haber causado un revuelo y no solo en la habitación en la que nos encontrábamos sino también fuera en el burdel porque los guardias lo estaban buscando. No era para menos, había entrado desnudo al lugar y la Madam era demasiado estricta como para dejar que alguno de sus clientes se paseara desnudo libremente por allí, así que en cuanto lo encontraran iban a sacarlo del lugar sin duda alguna. Pero eso no era todo sino que además también nos conocía y sabía nuestros nombres porque al parecer quería asegurarse de que el niño que Vashni iba a alojar en su casa a petición de un amigo, y que yo me iba a encargar de cuidar, tuviera lo necesario y todo estuviera bien para antes de su llegada. En eso no había nada que sonara extraño, de ser yo la madre de dicho niño y con lo poco que me había contado Vashni también me querría asegurar que todo estaba en condiciones antes de que llegara. Y en esa extraña situación me encontraba en esos momentos con aquellos dos hombres que no dejaban de mirarse de forma desafiante constantemente, les había servido una copa para ver si así conseguía que se tranquilizaran y relajaran un poco porque se podía notar la tensión que había en el ambiente y que se podía cortar con un cuchillo sin mucho problema, a ver si podíamos solucionar ese problema sin que tuviéramos ningún percance más aunque algo me decía que eso iba a ser más bien imposible. Primero de todo debíamos de sacarlo de allí y puesto que no tenía ropa alguna a mí se me ocurrió la brillante y desternillante idea de vestirlo de mujer para que pasara desapercibido, era imaginármelo y me reía yo sola entre dientes mientras en mi imaginación le calzaba uno de mis vestidos, una peluca y maquillaba su rostro para que no lo reconocieran.
Pero mi idea, aunque era brillante, no le gustó en absoluto y se echó a reír mientras yo mordía el borde del vaso que tenía en la mano. Empezó a reírse de mis palabras como si le hubiera contado el mejor de todos los chistes y enarqué una ceja porque no sabía qué le hacía tanta gracia, mi idea era perfecta para que no lo pillaran pero claro supuse que el hecho de vestirse de mujer quedaba descartado así que crucé uno de mis brazos por el pecho y apoyé el codo en dicha mano sobre el pecho mientras sostenía la copa y daba algún que otro trago porque seguro que con aquello todo se pasaba mejor o al menos yo me calmaba un poco. Él decía tener un plan mejor y no tardó mucho en hacérnoslo saber mientras Vashni y yo lo mirábamos esperando sus palabras. Básicamente consistía en que mi maestro fuera a por ropa para él ya que él pasaría más desapercibido por aquel lugar, hasta llegar a su mansión y traerle algo de ropa para poder irnos de aquí... mientras él se encargaría de algo que él y yo estábamos haciendo antes aunque por la forma en la que lo decía parecía ir bastante en serio, incluso alegó que había pagado toda la noche por mí dándole veracidad a sus palabras, fruncí ligeramente el ceño e iba a contestarle cuando Vashni se acercó a él y lo tomó por el cuello alzándolo de la silla donde estaba sentado... y vuelta a empezar. Se gruñeron mutuamente mientras se miraban de forma fija y tuve que ponerme en medio de ellos y no sé cómo pero aparté el brazo de Vashni de su cuello poniendo distancia entre ambos, él le aseguró que la próximo vez respondería a la afrenta y yo no podría hacer nada por evitarlo, y mi maestro comenzó a reírse de sus palabras como si le hiciera mucha gracia. Otra vez estábamos igual, dos gallos en un mismo corral... genial.
-Basta ya, los dos –dije mirando a uno y a otro- os vais a quedar quietos y callados porque la única que tiene poder aquí soy yo –dije convencida de ello como si fuera totalmente cierto, algo que no lo era, pero soné convincente y ambos me miraron por ello enarcando una ceja no sé si tomándome en serio o más bien pensando que lo decía en broma- ahora comportaos de una maldita vez –los miré frunciendo el ceño a cada uno y me separé de nuevo para volver a llenar las copas y que se calmara el ambiente de nuevo- tenemos que ver cómo hacemos para sacarlo de aquí –dije dejando la jarra en el tocador, en ese momento no me dio ni tiempo cuando tras un “joder” por parte del joven que seguía desnudo todavía porque no se había tapado con la toalla que le había dado, tomó mi cintura y mi espalda dio contra el colchón teniendo su cuerpo sobre el mío- ¿qué...? –No me dio tiempo a preguntar cuando de pronto se movió, de verdad, nada de fingir como estábamos haciendo Vashni y yo antes de que llegara él... sino que empezó a mover su cadera embistiendo contra la mía habiendo subido un poco mi falda. La puerta se abrió entonces de golpe asomándose por ella los dos guardias y en ese momento fue que solté un jadeo por la sorpresa inicial de que me estuviera embistiendo de forma descarada aunque fuera solamente para fingir, mis dedos fueron a su pelo para agacharlo y dejarlo en mi cuello de forma que no se viera su rostro por si acaso lo reconocían, unos segundos más tarde cerraron la puerta al ver que todo estaba bien y en orden. Paró de moverse y su rostro se alzó para dejarlo sobre el mío con mis mejillas ya más que encendidas para ese entonces, mis mares contemplaron sus pardos con ambas respiraciones agitadas. Murmuró un “lo siento” sobre mis labios notando cálido su aliento, nos incorporamos para que me dejara levantarme y fue entonces cuando noté su miembro erecto y ambos miramos en la misma dirección por lo mismo, santo señor, desde luego mal dotado no estaba y subí mi vista a la suya más enrojecida si eso era posible- yo creo que no lo sientes del todo –comenté con una leve sonrisa antes de que me dejara levantarme para ir con Vashni a ver qué hacíamos con él, pero desde la cama tumbado nos recordó que estaba ahí y que era, ¿qué había dicho, un lobo? Fruncí el ceño ligeramente girándome para verlo- perdona, ¿qué has dicho que eres? ¿De verdad crees que eres un lobo? –Dije mirándolo sin poder creerme que me dijera que se creía un lobo, fue entonces cuando Vashni tomó mi muñeca para que le prestara atención a él haciendo que me olvidara por un momento de ese detalle- Creo que lo mejor va a ser que vayas a por algo de ropa para él, mientras podemos esperarte aquí –sabía que no quería dejarme a solas con él, a mi modo de entender y de parecer para él era algo así como... como si fuera una “hermana” pequeña que debía de protegerme. Yo sabía que a pesar de las bromas que me gastaba de forma picante y subidas de tono él jamás me había visto con esos ojos, lo sabía, estaba acostumbrada a que los hombres me miraran como si fuera un trozo de carne y él jamás me había visto así, sabía que no iba a ponerme un dedo encima incluso después de haber pagado por mí todo el mes, y podía intuir que no se fiaba del joven en absoluto- estaré bien, solo tengo que gritar para que vengan los guardias –le aseguré y tras una advertencia al joven mirándome se alejó por la puerta dejándonos solos. Me giré entonces para enfrentar su mirada mientras él seguía tumbado sobre la cama observándome con una sonrisa ladeada que no ocultó en absoluto, fui hacia el tocador para coger el vaso que había dejado y dar un buen trago- así que te han quitado toda la ropa y te han asaltado... déjame adivinar -dije sentándome en el tocador mientras lo miraba- venías en dirección hacia aquí cuando, de repente, por uno de los caminos te encontraste con una hermosa y joven mujer, morena, voluptuosa, curvilínea... y cuyo carro había quedado dañado por una de sus ruedas. Te vio, te pidió ayuda y tú humildemente aceptaste para que luego aparecieran unos cuantos hombres y te quitaran hasta la ropa por puro placer y diversión –sonreí de lado divertida, casi como si me burlara de esa situación, terminando con el contenido de la copa- ¿he acertado? –Pregunté volviendo a llenar la copa de nuevo y llenando otra para bajarme del tocador y acercarme hacia donde él estaba, le tendí una y me senté en la cama para luego tumbarme de lado mirándolo- y bien joven sin nombre, ¿me vas a contar algo más de ti, como por ejemplo tú nombre, o tengo que jugar a las adivinanzas contigo para pasar el rato? –Sonreí de lado, apoyé el codo en el colchón y mi cabeza reposada en mi mano- esta es la noche más surrealista que he tenido nunca... –dije mordiéndome el labio- y creo que es una tontería que te diga que te tapes porque parece que disfrutas en ir desnudo.
Pero mi idea, aunque era brillante, no le gustó en absoluto y se echó a reír mientras yo mordía el borde del vaso que tenía en la mano. Empezó a reírse de mis palabras como si le hubiera contado el mejor de todos los chistes y enarqué una ceja porque no sabía qué le hacía tanta gracia, mi idea era perfecta para que no lo pillaran pero claro supuse que el hecho de vestirse de mujer quedaba descartado así que crucé uno de mis brazos por el pecho y apoyé el codo en dicha mano sobre el pecho mientras sostenía la copa y daba algún que otro trago porque seguro que con aquello todo se pasaba mejor o al menos yo me calmaba un poco. Él decía tener un plan mejor y no tardó mucho en hacérnoslo saber mientras Vashni y yo lo mirábamos esperando sus palabras. Básicamente consistía en que mi maestro fuera a por ropa para él ya que él pasaría más desapercibido por aquel lugar, hasta llegar a su mansión y traerle algo de ropa para poder irnos de aquí... mientras él se encargaría de algo que él y yo estábamos haciendo antes aunque por la forma en la que lo decía parecía ir bastante en serio, incluso alegó que había pagado toda la noche por mí dándole veracidad a sus palabras, fruncí ligeramente el ceño e iba a contestarle cuando Vashni se acercó a él y lo tomó por el cuello alzándolo de la silla donde estaba sentado... y vuelta a empezar. Se gruñeron mutuamente mientras se miraban de forma fija y tuve que ponerme en medio de ellos y no sé cómo pero aparté el brazo de Vashni de su cuello poniendo distancia entre ambos, él le aseguró que la próximo vez respondería a la afrenta y yo no podría hacer nada por evitarlo, y mi maestro comenzó a reírse de sus palabras como si le hiciera mucha gracia. Otra vez estábamos igual, dos gallos en un mismo corral... genial.
-Basta ya, los dos –dije mirando a uno y a otro- os vais a quedar quietos y callados porque la única que tiene poder aquí soy yo –dije convencida de ello como si fuera totalmente cierto, algo que no lo era, pero soné convincente y ambos me miraron por ello enarcando una ceja no sé si tomándome en serio o más bien pensando que lo decía en broma- ahora comportaos de una maldita vez –los miré frunciendo el ceño a cada uno y me separé de nuevo para volver a llenar las copas y que se calmara el ambiente de nuevo- tenemos que ver cómo hacemos para sacarlo de aquí –dije dejando la jarra en el tocador, en ese momento no me dio ni tiempo cuando tras un “joder” por parte del joven que seguía desnudo todavía porque no se había tapado con la toalla que le había dado, tomó mi cintura y mi espalda dio contra el colchón teniendo su cuerpo sobre el mío- ¿qué...? –No me dio tiempo a preguntar cuando de pronto se movió, de verdad, nada de fingir como estábamos haciendo Vashni y yo antes de que llegara él... sino que empezó a mover su cadera embistiendo contra la mía habiendo subido un poco mi falda. La puerta se abrió entonces de golpe asomándose por ella los dos guardias y en ese momento fue que solté un jadeo por la sorpresa inicial de que me estuviera embistiendo de forma descarada aunque fuera solamente para fingir, mis dedos fueron a su pelo para agacharlo y dejarlo en mi cuello de forma que no se viera su rostro por si acaso lo reconocían, unos segundos más tarde cerraron la puerta al ver que todo estaba bien y en orden. Paró de moverse y su rostro se alzó para dejarlo sobre el mío con mis mejillas ya más que encendidas para ese entonces, mis mares contemplaron sus pardos con ambas respiraciones agitadas. Murmuró un “lo siento” sobre mis labios notando cálido su aliento, nos incorporamos para que me dejara levantarme y fue entonces cuando noté su miembro erecto y ambos miramos en la misma dirección por lo mismo, santo señor, desde luego mal dotado no estaba y subí mi vista a la suya más enrojecida si eso era posible- yo creo que no lo sientes del todo –comenté con una leve sonrisa antes de que me dejara levantarme para ir con Vashni a ver qué hacíamos con él, pero desde la cama tumbado nos recordó que estaba ahí y que era, ¿qué había dicho, un lobo? Fruncí el ceño ligeramente girándome para verlo- perdona, ¿qué has dicho que eres? ¿De verdad crees que eres un lobo? –Dije mirándolo sin poder creerme que me dijera que se creía un lobo, fue entonces cuando Vashni tomó mi muñeca para que le prestara atención a él haciendo que me olvidara por un momento de ese detalle- Creo que lo mejor va a ser que vayas a por algo de ropa para él, mientras podemos esperarte aquí –sabía que no quería dejarme a solas con él, a mi modo de entender y de parecer para él era algo así como... como si fuera una “hermana” pequeña que debía de protegerme. Yo sabía que a pesar de las bromas que me gastaba de forma picante y subidas de tono él jamás me había visto con esos ojos, lo sabía, estaba acostumbrada a que los hombres me miraran como si fuera un trozo de carne y él jamás me había visto así, sabía que no iba a ponerme un dedo encima incluso después de haber pagado por mí todo el mes, y podía intuir que no se fiaba del joven en absoluto- estaré bien, solo tengo que gritar para que vengan los guardias –le aseguré y tras una advertencia al joven mirándome se alejó por la puerta dejándonos solos. Me giré entonces para enfrentar su mirada mientras él seguía tumbado sobre la cama observándome con una sonrisa ladeada que no ocultó en absoluto, fui hacia el tocador para coger el vaso que había dejado y dar un buen trago- así que te han quitado toda la ropa y te han asaltado... déjame adivinar -dije sentándome en el tocador mientras lo miraba- venías en dirección hacia aquí cuando, de repente, por uno de los caminos te encontraste con una hermosa y joven mujer, morena, voluptuosa, curvilínea... y cuyo carro había quedado dañado por una de sus ruedas. Te vio, te pidió ayuda y tú humildemente aceptaste para que luego aparecieran unos cuantos hombres y te quitaran hasta la ropa por puro placer y diversión –sonreí de lado divertida, casi como si me burlara de esa situación, terminando con el contenido de la copa- ¿he acertado? –Pregunté volviendo a llenar la copa de nuevo y llenando otra para bajarme del tocador y acercarme hacia donde él estaba, le tendí una y me senté en la cama para luego tumbarme de lado mirándolo- y bien joven sin nombre, ¿me vas a contar algo más de ti, como por ejemplo tú nombre, o tengo que jugar a las adivinanzas contigo para pasar el rato? –Sonreí de lado, apoyé el codo en el colchón y mi cabeza reposada en mi mano- esta es la noche más surrealista que he tenido nunca... –dije mordiéndome el labio- y creo que es una tontería que te diga que te tapes porque parece que disfrutas en ir desnudo.
Valenka N. Dragomir- Hechicero Clase Alta
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
Al final la pelirroja me dio la razón largando al otro lobo, me pareció divertido porque Vashni me miraba advirtiéndome con sus ámbar de que si algo pasaba no tendría bosque donde camuflarme.
Ladeé la sonrisa mientras alzaba la copa invitándole a abandonar la estancia, si él supiera quien era sus “miedos” desaparecerían, era un príncipe y no un asesino que pudiera dar caza y muerte a la doncella que tenia delante.
Mi atención volvió a ser acaparada por la dama que alegaba en la tranquilidad del otro que solo tendría que gritar para que vinieran los seguridades a socorrerla.
-Al parecer pocos son los hombres de verdad que entran en estas habitaciones, porque si no, no se escandalizarían porque gritaras -apuntille.
Vashni rugió desde la puerta como aviso y yo me limité a dar un sorbo de la copa, ese hombre era demasiado temperamental, iba a tener que hacérselo mirar.
Por supuesto yo conocía parte de su futuro y la verdad es que al viejo amigo de mi tío las cosas se le iban a complicar lo suficiente como para que no pudiera proteger a caperucita a todas horas.
La puerta se cerró y mis ojos volvieron hasta los de la doncella, un bonito color azul brillaba en su iris.
-Vaya, que locuaz ¿tanto has adivinado de mi con tan solo verme desnudo? Juguemos pues -aseguré haciendo una pausa y dando un nuevo trago -tu odias vender tu cuerpo, peor no tienes mas opción que dejarte tocar por viejos babosos que no te dan placer pero que si pagan con buena suma tu noche ¿verdad? Alegué mordaz.
La joven torció el gesto ante mis palabras, se le notaba bastante molesta pro ellas.
-Mi nombre, bueno, puedes llamarme Velkan -fue el primer nombre que se me pasó por la cabeza, el de mi hermano, en este tiempo aun estaba gestándose en el vientre de su madre, así que no daría razones a sospechar en ninguno de los casos.
Acerqué mi vaso para que me lo rellenara.
-¿y tu te llamas? -fingí no saberlo, me relamí los labios tras dar un sorbo de la copa – pareces una mujer inteligente, sabrás pues que tras perder mi ropa y con ella mi dinero y pertenencias a manos de unos forigados cuando mi único afán era ayudar a una pobre dama -dije ladeando la sonrisa haciendo como buena su historia -necesito una casa donde pasar noche...¿seras tan amable de ofrecerme la tuya? Creo que tu compañero no seria tan amable, a cambio puedo hacerte los arreglos que necesites, soy bueno con las manos -apunté en un doble juego de palabras que la hizo negar ocn la cabeza.
Ladeé la sonrisa mientras alzaba la copa invitándole a abandonar la estancia, si él supiera quien era sus “miedos” desaparecerían, era un príncipe y no un asesino que pudiera dar caza y muerte a la doncella que tenia delante.
Mi atención volvió a ser acaparada por la dama que alegaba en la tranquilidad del otro que solo tendría que gritar para que vinieran los seguridades a socorrerla.
-Al parecer pocos son los hombres de verdad que entran en estas habitaciones, porque si no, no se escandalizarían porque gritaras -apuntille.
Vashni rugió desde la puerta como aviso y yo me limité a dar un sorbo de la copa, ese hombre era demasiado temperamental, iba a tener que hacérselo mirar.
Por supuesto yo conocía parte de su futuro y la verdad es que al viejo amigo de mi tío las cosas se le iban a complicar lo suficiente como para que no pudiera proteger a caperucita a todas horas.
La puerta se cerró y mis ojos volvieron hasta los de la doncella, un bonito color azul brillaba en su iris.
-Vaya, que locuaz ¿tanto has adivinado de mi con tan solo verme desnudo? Juguemos pues -aseguré haciendo una pausa y dando un nuevo trago -tu odias vender tu cuerpo, peor no tienes mas opción que dejarte tocar por viejos babosos que no te dan placer pero que si pagan con buena suma tu noche ¿verdad? Alegué mordaz.
La joven torció el gesto ante mis palabras, se le notaba bastante molesta pro ellas.
-Mi nombre, bueno, puedes llamarme Velkan -fue el primer nombre que se me pasó por la cabeza, el de mi hermano, en este tiempo aun estaba gestándose en el vientre de su madre, así que no daría razones a sospechar en ninguno de los casos.
Acerqué mi vaso para que me lo rellenara.
-¿y tu te llamas? -fingí no saberlo, me relamí los labios tras dar un sorbo de la copa – pareces una mujer inteligente, sabrás pues que tras perder mi ropa y con ella mi dinero y pertenencias a manos de unos forigados cuando mi único afán era ayudar a una pobre dama -dije ladeando la sonrisa haciendo como buena su historia -necesito una casa donde pasar noche...¿seras tan amable de ofrecerme la tuya? Creo que tu compañero no seria tan amable, a cambio puedo hacerte los arreglos que necesites, soy bueno con las manos -apunté en un doble juego de palabras que la hizo negar ocn la cabeza.
Lobbo Landvik- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 16/08/2016
Re: Fight For Your Life ~ Privado
Que a Vashni no le convencía para nada el dejarme sola con aquel joven no era algo que resultara complicado de ver, podía notarlo en la forma en que lo miraba a él y luego me miraba a mí como si de alguna forma intentara asegurarse de que sabía lo que hacía, pero es que precisamente era la única forma de salir los tres de allí y si intentaba algo solo tendría que llamar a los de seguridad para que se lo llevara sabiendo que lo estaban buscando. Al parecer mis palabras divirtieron al joven quien no dudó en lanzar un sagaz comentario sobre mis palabras haciendo que Vashni le rugiera bastante cabreado mientras yo ponía mis manos en su pecho para tranquilizarlo, lo último que necesitaba en esos momentos es que esos dos hombres se pelearan por vete-a-saber-qué-razón que no lo lograba comprender como si se estuvieran midiendo el uno al otro, lo dicho, dos gallos machitos que tenían que ser mejor que el otro y quedar por encima, lancé un bufido haciendo que mi maestro centrara sus ojos en mí para asegurarle que estaría bien y que podía irse tranquilo. No sabía muy bien el motivo ni la razón de ello pero me daba la sensación de que Vashni me veía como a una hermana pequeña, era protector conmigo aun cuando no nos conocíamos de mucho y era como si me intentara proteger de todo o en este caso de aquel joven que lo miraba alzando su copa, mientras yo lo fulminaba por ello, esperando a que se fuera. Estaba convencida de que iría a la mansión y volvería en un tiempo récord así que me giré observando al joven que había irrumpido en esa noche y que nos había estado buscando para analizarlo. Le había dado una toalla y sin embargo no se había ni tapado como si no le importara o incomodara el hecho de estar desnudo y yo, que trabajaba en aquel lugar y que había estado con hombres desnudos no deberían de ruborizarme, igualmente lo hice un poco sentándome en el tocador para dar un trago a la copa. Decía que lo habían atracado y quitado todo lo que tenía así que, para devolverle el cabreo que le había puesto a mi maestro y esa sonrisa ladeada que se traía en sus labios, quise divertirme un poco imaginando cómo le habrían atacado dejándolo desnudo.
Claro que si en algún momento había pensado, o se me había pasado ligeramente por la cabeza, que él no iba a devolverme aquel golpe estaba muy pero que muy equivocada porque al tenderle otra copa de nuevo y acercarme a él acortando las distancias no dudó ni por un solo segundo en jugar a ese juego que yo había empezado, mi intención no había sido a malas cuando quise reconstruir cómo lo habían dejado desnudo, sin embargo, las palabras que habían salido de sus labios por algún motivo que no lograba comprender me sentaron mal. Fruncí el ceño aferrando la copa entre mis manos, claramente sin saber por qué sus palabras que había pronunciado en un tomo más que mordaz dieron en el blanco y me sentaron mal, lo fulminé con la mirada porque aunque eran ciertas... no me gustaron. No sabía cómo es que sabía aquello, era cierto que algunas jóvenes entraban a ese mundo porque no les quedaba más remedio como había sido mi caso, pero que me juzgara de esa forma era algo que no me gustó en absoluto y que no pensaba consentir porque yo era esclava de aquel trabajo, no podía decidir irme y que apuntillara que era cara no hizo que la cosa mejorara para nada. Me callé por ese momento, di un trago a la copa bastante grande pero cuando la bajé no me pude contener mientras la apretaba con fuerza entre mis dedos.
-¿Y qué sabrás tú? –Espeté sin dejar de mirarlo- ¿quién te crees que eres para venir aquí y juzgar algo de lo que no eres consciente del motivo ni del por qué? –Me mordí el labio con fuerza mientras llamaba a la calma y cerré los ojos un par de segundos. Si fuera por mí, si pudiera decidir no estaría en aquel lugar pero debía de pagar mi deuda, era fácil estar al otro lado y burlarse de lo que una hacía pero llevarlo y soportarlo era otro tema bien distinto. Me volví a fijar en él dejando pasar el malestar que me había provocado sus palabras y volví a dar otro trago a la copa terminándomela de una cuando me dijo su nombre, le di la espalda para acercarme hasta donde estaba la jarra y volver a llenar mi copa, decía que se llamaba Velkan y me giré para mirarlo cuando ya tenía la copa llena de nuevo- así que te llamas Velkan... no es un nombre francés, parece más.... ruso, o rumano, ¿de dónde eres exactamente? –No recordaba de dónde me había dicho Vashni que era su amigo pero recordaba que era por el este. Fue cuando lo miré de forma fija al escuchar sus siguientes palabras, no solo hacía por válida lo que yo había contado que le había pasado sino que además se atrevió a pedirme que le dejara dormir en mi casa por esa noche porque no tenía sitio donde quedarse y Vashni, desde luego, que no le iba a dejar quedarse en su mansión. Añadió además que por ello podía hacer los arreglos que necesitara y que era bueno con las manos a lo que fruncí ligeramente el ceño- ¿y qué tiene que ver que seas bueno con...? –Me callé, al ver la sonrisa que llevaba en sus labios y que me lo decía todo y no pude evitar sonrojarme al darme cuenta de lo que me estaba diciendo- ¡Oh! –Dije solamente bebiendo de la copa y apartando la mirada, aseguraba que era la única opción que tenía y volví a poner mi vista sobre él- es normal que Vashni no te deje quedarte con él, no habéis parado de retaros constantemente y en serio, ¿en qué estáis pensando vosotros dos? –Hice una pausa y me acerqué de nuevo hacia donde él se encontraba, me senté en la cama y lo miré dando otro trago a la copa, lo repasé con la mirada de arriba abajo recorriendo su cuerpo desnudo otra vez para dejar mis azules en los suyos- y después de tus palabras, ¿crees realmente que puedes hacerme gritar como un hombre de verdad? –Me acerqué un poco a él acortando las distancias que nos separaba, mis ojos recorrieron su rostro acercando este al suyo para dejar que nuestros alientos se mezclaran- estoy deseando que me hagan gritar de verdad y no tener que fingir, ¿tan difícil es hacer que una mujer tenga un orgasmo? -Mis labios rozaron los suyos dejando mi aliento cálido sobre estos totalmente a posta-aunque mi pregunta de verdad es, ¿crees que podrás pagarme si te dejo intentarlo? Tú mismo lo has dicho antes; soy cara –le quise devolver esas palabras de alguna forma y se me había presentado el momento ideal para hacerlo, recobré la distancia y lo miré- puedes quedarte por esta noche mientras buscas otro lugar donde hospedarte, pero te advierto que dormirás en el sofá porque voy a compartir mi casa, pero no así mi cama, además vivo con una perra y un gato y si no tienes problema con eso puedes quedarte–aseguré cogiendo su copa para llenarla de nuevo y entregársela- así que dices que vienes porque quieres asegurarte que todo está bien antes de que venga el bebé, ¿cuándo será eso exactamente? ¿Entiendo entonces que eres, algo así, como un...? Vale espera, no tengo ni idea de lo que eres exactamente, ¿cuál es tú papel y tu función? –Dije recostándome en la cama esperando a que Vashni llegara con la ropa para él y que pudiéramos salir de allí- ¿por qué te cae tan mal mi maestro? –Pregunté dando un trago de nuevo a la copa, no me había pasado por alto que además de que le gustaba ir desnudo, su temperatura estaba elevada- ¿sabes además que estás ardiendo? –Pregunté a lo que él enarcó una ceja y una sonrisa pícara se instaló en sus labios- por dios, no me refería a eso –rodé los ojos y alcé mi mano para ponerla en su frente- parece que tienes fiebre, ¿te encuentras bien? Creo que deberías de taparte con algo mientras te traen la ropa, no creo que sea bueno que vayas desnudo, aunque empiezo a pensar que disfrutas con ir de esa forma –intentaba no pensar en ese hecho, pero a veces la mirada se me iba sola pese a que quería controlarlo pero era imposible, si se tapaba sería más fácil.
Claro que si en algún momento había pensado, o se me había pasado ligeramente por la cabeza, que él no iba a devolverme aquel golpe estaba muy pero que muy equivocada porque al tenderle otra copa de nuevo y acercarme a él acortando las distancias no dudó ni por un solo segundo en jugar a ese juego que yo había empezado, mi intención no había sido a malas cuando quise reconstruir cómo lo habían dejado desnudo, sin embargo, las palabras que habían salido de sus labios por algún motivo que no lograba comprender me sentaron mal. Fruncí el ceño aferrando la copa entre mis manos, claramente sin saber por qué sus palabras que había pronunciado en un tomo más que mordaz dieron en el blanco y me sentaron mal, lo fulminé con la mirada porque aunque eran ciertas... no me gustaron. No sabía cómo es que sabía aquello, era cierto que algunas jóvenes entraban a ese mundo porque no les quedaba más remedio como había sido mi caso, pero que me juzgara de esa forma era algo que no me gustó en absoluto y que no pensaba consentir porque yo era esclava de aquel trabajo, no podía decidir irme y que apuntillara que era cara no hizo que la cosa mejorara para nada. Me callé por ese momento, di un trago a la copa bastante grande pero cuando la bajé no me pude contener mientras la apretaba con fuerza entre mis dedos.
-¿Y qué sabrás tú? –Espeté sin dejar de mirarlo- ¿quién te crees que eres para venir aquí y juzgar algo de lo que no eres consciente del motivo ni del por qué? –Me mordí el labio con fuerza mientras llamaba a la calma y cerré los ojos un par de segundos. Si fuera por mí, si pudiera decidir no estaría en aquel lugar pero debía de pagar mi deuda, era fácil estar al otro lado y burlarse de lo que una hacía pero llevarlo y soportarlo era otro tema bien distinto. Me volví a fijar en él dejando pasar el malestar que me había provocado sus palabras y volví a dar otro trago a la copa terminándomela de una cuando me dijo su nombre, le di la espalda para acercarme hasta donde estaba la jarra y volver a llenar mi copa, decía que se llamaba Velkan y me giré para mirarlo cuando ya tenía la copa llena de nuevo- así que te llamas Velkan... no es un nombre francés, parece más.... ruso, o rumano, ¿de dónde eres exactamente? –No recordaba de dónde me había dicho Vashni que era su amigo pero recordaba que era por el este. Fue cuando lo miré de forma fija al escuchar sus siguientes palabras, no solo hacía por válida lo que yo había contado que le había pasado sino que además se atrevió a pedirme que le dejara dormir en mi casa por esa noche porque no tenía sitio donde quedarse y Vashni, desde luego, que no le iba a dejar quedarse en su mansión. Añadió además que por ello podía hacer los arreglos que necesitara y que era bueno con las manos a lo que fruncí ligeramente el ceño- ¿y qué tiene que ver que seas bueno con...? –Me callé, al ver la sonrisa que llevaba en sus labios y que me lo decía todo y no pude evitar sonrojarme al darme cuenta de lo que me estaba diciendo- ¡Oh! –Dije solamente bebiendo de la copa y apartando la mirada, aseguraba que era la única opción que tenía y volví a poner mi vista sobre él- es normal que Vashni no te deje quedarte con él, no habéis parado de retaros constantemente y en serio, ¿en qué estáis pensando vosotros dos? –Hice una pausa y me acerqué de nuevo hacia donde él se encontraba, me senté en la cama y lo miré dando otro trago a la copa, lo repasé con la mirada de arriba abajo recorriendo su cuerpo desnudo otra vez para dejar mis azules en los suyos- y después de tus palabras, ¿crees realmente que puedes hacerme gritar como un hombre de verdad? –Me acerqué un poco a él acortando las distancias que nos separaba, mis ojos recorrieron su rostro acercando este al suyo para dejar que nuestros alientos se mezclaran- estoy deseando que me hagan gritar de verdad y no tener que fingir, ¿tan difícil es hacer que una mujer tenga un orgasmo? -Mis labios rozaron los suyos dejando mi aliento cálido sobre estos totalmente a posta-aunque mi pregunta de verdad es, ¿crees que podrás pagarme si te dejo intentarlo? Tú mismo lo has dicho antes; soy cara –le quise devolver esas palabras de alguna forma y se me había presentado el momento ideal para hacerlo, recobré la distancia y lo miré- puedes quedarte por esta noche mientras buscas otro lugar donde hospedarte, pero te advierto que dormirás en el sofá porque voy a compartir mi casa, pero no así mi cama, además vivo con una perra y un gato y si no tienes problema con eso puedes quedarte–aseguré cogiendo su copa para llenarla de nuevo y entregársela- así que dices que vienes porque quieres asegurarte que todo está bien antes de que venga el bebé, ¿cuándo será eso exactamente? ¿Entiendo entonces que eres, algo así, como un...? Vale espera, no tengo ni idea de lo que eres exactamente, ¿cuál es tú papel y tu función? –Dije recostándome en la cama esperando a que Vashni llegara con la ropa para él y que pudiéramos salir de allí- ¿por qué te cae tan mal mi maestro? –Pregunté dando un trago de nuevo a la copa, no me había pasado por alto que además de que le gustaba ir desnudo, su temperatura estaba elevada- ¿sabes además que estás ardiendo? –Pregunté a lo que él enarcó una ceja y una sonrisa pícara se instaló en sus labios- por dios, no me refería a eso –rodé los ojos y alcé mi mano para ponerla en su frente- parece que tienes fiebre, ¿te encuentras bien? Creo que deberías de taparte con algo mientras te traen la ropa, no creo que sea bueno que vayas desnudo, aunque empiezo a pensar que disfrutas con ir de esa forma –intentaba no pensar en ese hecho, pero a veces la mirada se me iba sola pese a que quería controlarlo pero era imposible, si se tapaba sería más fácil.
Valenka N. Dragomir- Hechicero Clase Alta
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
Asentí con la cabeza cuando me peguntó si Velkan era mi nombre, sinceramente no lo era, era el de mi hermano pequeño, nos llevábamos un año, bueno, no eramos hermanos de sangre pues el Rey Damon Landvik era mi tío, hermano de mi padre.
Me había criado con él desde que tenia un año de edad, así que a todos los efectos lo sentía como mi padre, él me lo había enseñado todo.
-Velkan significa guerrero en Rumano, es un nombre de procedencia rumana, y sí, soy rumano.
Eso tampoco era cierto, mi origen era nórdico, mi padre y mi madre procedían de Noruega, Damon por parte de padre era del norte, por parte de madre, Italiano y fue el destino el que lo convirtió en rey.
La joven parecía demasiado ingenua para ser prostituta porque no cayó en eso de que era bueno con las manos, algo que me hizo reír a carcajadas sin quitar esa sonrisa picara de la que hacia gala.
Se calló con el rubor en las mejillas, le hubiera dicho que también era bueno con la boca, pero preferí dejarlo pasar por alto, algo me decía que si le gastaba una broma mas no me iba a dejar alojarme en su hogar y no tenia otro sitio donde ir.
-Vashni es un gallo y yo otro, supongo que no caben dos gallos en un mismo corral ¿entiendes?
Era mas fácil explicárselo así ,que decirle que eramos dos lobos alfa y que era inevitable que nos enfrentáramos, porque los animales como nosotros eramos territoriales.
La joven se sentó en la cama a mi lado, mi sonrisa no se borró, altiva contemplé su cercanía, sus labios rozaron los míos mientras sus palabras me encendían.
-Puedo hacerte gritar de placer, puedo hacer muchas cosas -aseguré con mis ojos fijos en sus dos azules, pero entre ellas no esta pagar por tu cuerpo -apunté dejando que mi aliento golpeara contra el ajeno -no acostumbro a pagar por colarme entre las piernas de nadie, eso en mi opinión resta placer a la caza y yo soy un depredador -susurre contra su boca – pocas presas se me escapan pelirroja.
Me eche a reír cuando dijo que exactamente que era.
-Pues soy el protector del príncipe Lobbo, aunque desnudo pierdo parte de mi carisma, de normal impongo mas, aunque ahora pongo mas...¿no? -dije divertido.
Me había invitado a su casa, así que ya tenia donde apalancar mi culo peludo, la cosa mejoraba.
-Me llevo bien con los perros, no así con los gatos, pero bueno, supongo no será problema -le dije guiñadole un ojo.
-No me llevo mal con tu maestro, solo que entre nosotros las cosas siempre serán difíciles...
Tampoco podía explicarle mucho mas, fue entonces cuando aseguró que estaba caliente, le lancé un mordisco, sabia a lo que se refería, mi temperatura corporal por ser lobo era elevada, pero bueno, ella era una humana que parecía desconocer el mundo sobrenatural.
Posó su mano en mi frente y yo me deje caer con ella en el lecho.
-Tápanos, así si entran los seguratas pensaran que estamos...besándonos tranquilos tras un momento de lujuria -apuntillé divertido.
No creía que Vashni tardara ya mucho mas en llegar, en cuanto volviera con mi ropa y si este no ponía problemas me iría con ella a dormir.
-Vashni te va ha intentar hacer cambiar de opinión para que no me alojes en tu casa, se que sueles escucharle, pero...hazme caso si me voy con él acabaremos enfrentados, no es una buena idea...
Me había criado con él desde que tenia un año de edad, así que a todos los efectos lo sentía como mi padre, él me lo había enseñado todo.
-Velkan significa guerrero en Rumano, es un nombre de procedencia rumana, y sí, soy rumano.
Eso tampoco era cierto, mi origen era nórdico, mi padre y mi madre procedían de Noruega, Damon por parte de padre era del norte, por parte de madre, Italiano y fue el destino el que lo convirtió en rey.
La joven parecía demasiado ingenua para ser prostituta porque no cayó en eso de que era bueno con las manos, algo que me hizo reír a carcajadas sin quitar esa sonrisa picara de la que hacia gala.
Se calló con el rubor en las mejillas, le hubiera dicho que también era bueno con la boca, pero preferí dejarlo pasar por alto, algo me decía que si le gastaba una broma mas no me iba a dejar alojarme en su hogar y no tenia otro sitio donde ir.
-Vashni es un gallo y yo otro, supongo que no caben dos gallos en un mismo corral ¿entiendes?
Era mas fácil explicárselo así ,que decirle que eramos dos lobos alfa y que era inevitable que nos enfrentáramos, porque los animales como nosotros eramos territoriales.
La joven se sentó en la cama a mi lado, mi sonrisa no se borró, altiva contemplé su cercanía, sus labios rozaron los míos mientras sus palabras me encendían.
-Puedo hacerte gritar de placer, puedo hacer muchas cosas -aseguré con mis ojos fijos en sus dos azules, pero entre ellas no esta pagar por tu cuerpo -apunté dejando que mi aliento golpeara contra el ajeno -no acostumbro a pagar por colarme entre las piernas de nadie, eso en mi opinión resta placer a la caza y yo soy un depredador -susurre contra su boca – pocas presas se me escapan pelirroja.
Me eche a reír cuando dijo que exactamente que era.
-Pues soy el protector del príncipe Lobbo, aunque desnudo pierdo parte de mi carisma, de normal impongo mas, aunque ahora pongo mas...¿no? -dije divertido.
Me había invitado a su casa, así que ya tenia donde apalancar mi culo peludo, la cosa mejoraba.
-Me llevo bien con los perros, no así con los gatos, pero bueno, supongo no será problema -le dije guiñadole un ojo.
-No me llevo mal con tu maestro, solo que entre nosotros las cosas siempre serán difíciles...
Tampoco podía explicarle mucho mas, fue entonces cuando aseguró que estaba caliente, le lancé un mordisco, sabia a lo que se refería, mi temperatura corporal por ser lobo era elevada, pero bueno, ella era una humana que parecía desconocer el mundo sobrenatural.
Posó su mano en mi frente y yo me deje caer con ella en el lecho.
-Tápanos, así si entran los seguratas pensaran que estamos...besándonos tranquilos tras un momento de lujuria -apuntillé divertido.
No creía que Vashni tardara ya mucho mas en llegar, en cuanto volviera con mi ropa y si este no ponía problemas me iría con ella a dormir.
-Vashni te va ha intentar hacer cambiar de opinión para que no me alojes en tu casa, se que sueles escucharle, pero...hazme caso si me voy con él acabaremos enfrentados, no es una buena idea...
Lobbo Landvik- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 16/08/2016
Re: Fight For Your Life ~ Privado
Podía notar perfectamente que esa situación le parecía de lo más divertida por las sonrisas que mostraba en sus labios constantemente, no parecía que le molestara demasiado el hecho de que fuera desnudo y más bien era a mí a la que le consternaba un poco el que no llevara nada de ropa, algo que allí era lo más normal y corriente pero cuando ya había asumido que tenía que hacerlo porque tenía un cliente era una cosa, sin embargo era otra muy distinta cuando no tenía que hacer nada y teníamos que fingir, se podría pensar que sería más fácil en una situación donde se tenía que fingir pero sin embargo con mi forma de ser era totalmente al contrario, lo otro era como si ya me hubiera hecho a la idea. Resultaba que el joven era de origen Rumano y lo cierto es que Vashni sí que me había dicho algo al respecto sobre ese detalle que ahora que él lo había mencionado recordé, tal y como yo pensaba ellos dos no es que se llevaran del todo muy bien por algún motivo que desconocía, si no se conocían de nada no entendía cómo es que se llevaban de esa forma pero tampoco era algo que fuera a preguntar. Velkan se reía divertido porque no pillaba sus dobles sentidos mientras yo solamente miraba hacia otro lado y notaba que mis mejillas enrojecían como de costumbre, acabé sentándome a su lado en la cama preguntándole exactamente qué era porque yo no tenía demasiada idea, resultaba que era algo así como el protector del príncipe lo que me decía que mientras estuviera aquí seguramente él también se quedara mientras yo lo cuidaba, Vashni se había empeñado en que así fuera y había pagado por mí durante todo el mes lo que quería decir que podría estar ausente durante ese mes del burdel, ese hombre cuando se le metía una cosa en la cabeza no había quién se la sacara y como no acepté la oferta que me hizo él, a mis espaldas, hizo lo necesario para que así fuera así que durante un mes en vez de trabajar en el burdel trabajaría en la mansión como niñera, además de seguir con el entrenamiento que habíamos empezado hacía unos días, algo me decía que no iba a tener mucha piedad conmigo ni incluso con esas.
Lo miré sentado a mi lado cuando me aseguró que podía hacerme gritar de placer y de muchas maneras a lo que enarqué una ceja sin querer preguntarle, porque si lo hacía, seguro que sacaba uno de sus maravillosos comentarios subidos de tono que harían que me sonrojara. Decía que no estaba en él pagar por estar con una mujer y era algo que entendía, según él le quitaba la diversión y todo el placer de la caza y que pocas presas se le escapaban mientras me miraba de forma fija, él se consideraba un depredador y quise preguntarle si ahora era como su presa, pero preferí no hacerlo así que sonreí mordiéndome el labio inferior y negué con la cabeza porque si entrábamos en ese juego seguro que acababa más sonrojada y él divertido por mis formas. No se intimidaba por nada y me había seguido el juego con una sonrisa como si estuviera en su terreno en vez de en el mío, acabaría perdiendo contra él y era mejor retirarse escuchándole decir que ahora ponía más que imponía mientras negaba con la cabeza y reía entre dientes por su tremendo descaro.
-Qué descarado que eres –ciertamente a mí me sería más fácil que fuera vestido y no desnudo, intentaba controlarme y que no se me fuera la vista demasiado pero a veces era un poco imposible y eso él lo notaba, cosa que le hacía reír y a mí enrojecer- mi gato es de lo más apacible así que dudo que tengas muchos problemas –resté importancia para luego taparnos como había pedido él, lo que sería más cómodo para mí, tumbados en la cama. Lo miré cuando me dijo que entre él y Vashni las cosas serían difíciles y quise preguntar un por qué aunque algo me decía que no obtendría respuesta, así que lo dejé pasar- cómo se nota que te divierte la situación –comenté con una sonrisa, él creía que mi maestro me pediría que no se quedara a dormir en mi casa cuando ya le había ofrecido que se podía quedar, pero al igual que a él le di la oportunidad también se la tenía que dar a él porque ¿qué los hacía diferentes?- Vashni es mi maestro y sí, quizá me diga que no deje que te quedes en mi casa pero al igual que a él le di la oportunidad te la voy a dar a ti, es mi maestro y en lo referente a mi entrenamiento le haré todo el caso del mundo porque para algo él sabe más que yo, aunque sé que tiene buenas intenciones para conmigo en el resto de mi vida soy yo quien toma las decisiones, él me puede aconsejar pero no veo que seas peligroso como para no dejar que te quedes en mi casa –sonreí de lado- además, me siento algo así como terreno neutral entre vosotros dos –me mordí el labio- dices que eres el protector del príncipe, pero ¿dónde se encuentra él ahora mismo? Según Vashni vendría mañana, ¿significa eso que te tendré rondando por su mansión estos días? Como ya sabes soy su niñera, y además, entreno allí todas las mañanas –me encogí de hombros sin darle demasiada importancia, miré al techo por un momento- ¿sabes? Aunque solo sea por un mes me gustará el dejar de trabajar aquí, estoy viendo cómo dejar este trabajo y pagar mi deuda –lo miré y vi que enarcaba una ceja- es una historia algo larga –resté importancia con la mano- el caso es que no es esto lo que yo quiero, no es la vida que quiero llevar... sé que solo va a ser un mes pero me gustará ser una joven que no tenga que venir aquí por la noche, disfrutar de poder hacer planes por la noche... cosas normales pero que yo no puedo hacer –hice una leve pausa- si te vas a quedar por aquí puedo enseñarte la ciudad si no la conoces... bueno si te apetece claro, ya sabes, los sitios que no son peligrosos donde te ataquen y te dejen desnudo –reí entre dientes- no te veo demasiado de visitar museos y esas cosas pero si quieres conozco a alguien que puede hacernos una visita gratis por el museo, aunque tampoco te veo por ejemplo en la ópera... ¿qué hacías en Rumanía para divertirte por las noches? Algo más aparte de hacer gritar de placer a una mujer me refiero –comenté con una sonrisa esperando por su respuesta, no pasó demasiado hasta que la puerta volvió a abrirse y cuando me giré me encontré con Vashni que nos miraba a los dos tumbados en la cama bajo las sábanas, no le pareció gustar demasiado lo que vio porque se acercó enfadado a lo que yo me levanté haciéndole ver que seguía vestida, cogí su ropa y se la di a Velkan para que se cambiara mientras veía la forma en la que tenían de mirarse- en serio, no sé qué narices os pasa a vosotros dos pero vais a dejarlo ahora mismo, ¿os queda claro? –Pregunté cruzándome de brazos mirando a uno y a otro, ¿qué bicho les había picado para que estuvieran así?- Y lo vais a dejar al menos mientras yo esté delante porque no os entiendo, y no queréis verme enfadada en absoluto –menudo farol me acababa de marcar en ese momento pero es que no soportaba que se comportaran así cuando ni se conocían, miré a mi maestro- sé que no te va a gustar la idea pero se va a quedar a dormir en mi casa, no tiene sitio donde quedarse y dudo mucho que me haga algo –no le pareció buena idea, como ya intuía, pero no iba a poder hacer nada para cambiarlo- es mi decisión, tú también te quedaste en mi casa y no pasó nada, una oportunidad se la merece todo el mundo. Te prometo que mañana estaré con un café para que me des una paliza a la hora de entrenar mientras viene el bebé –sabía que su preocupación era más tipo “hermano mayor” que otra cosa, se lo agradecía pero hasta ese momento Velkan no me había hecho nada por lo que yo no tenía problema en que se quedara a dormir en casa esa noche, hasta que encontrara sitio donde quedarse el tiempo que permaneciera allí.
Lo miré sentado a mi lado cuando me aseguró que podía hacerme gritar de placer y de muchas maneras a lo que enarqué una ceja sin querer preguntarle, porque si lo hacía, seguro que sacaba uno de sus maravillosos comentarios subidos de tono que harían que me sonrojara. Decía que no estaba en él pagar por estar con una mujer y era algo que entendía, según él le quitaba la diversión y todo el placer de la caza y que pocas presas se le escapaban mientras me miraba de forma fija, él se consideraba un depredador y quise preguntarle si ahora era como su presa, pero preferí no hacerlo así que sonreí mordiéndome el labio inferior y negué con la cabeza porque si entrábamos en ese juego seguro que acababa más sonrojada y él divertido por mis formas. No se intimidaba por nada y me había seguido el juego con una sonrisa como si estuviera en su terreno en vez de en el mío, acabaría perdiendo contra él y era mejor retirarse escuchándole decir que ahora ponía más que imponía mientras negaba con la cabeza y reía entre dientes por su tremendo descaro.
-Qué descarado que eres –ciertamente a mí me sería más fácil que fuera vestido y no desnudo, intentaba controlarme y que no se me fuera la vista demasiado pero a veces era un poco imposible y eso él lo notaba, cosa que le hacía reír y a mí enrojecer- mi gato es de lo más apacible así que dudo que tengas muchos problemas –resté importancia para luego taparnos como había pedido él, lo que sería más cómodo para mí, tumbados en la cama. Lo miré cuando me dijo que entre él y Vashni las cosas serían difíciles y quise preguntar un por qué aunque algo me decía que no obtendría respuesta, así que lo dejé pasar- cómo se nota que te divierte la situación –comenté con una sonrisa, él creía que mi maestro me pediría que no se quedara a dormir en mi casa cuando ya le había ofrecido que se podía quedar, pero al igual que a él le di la oportunidad también se la tenía que dar a él porque ¿qué los hacía diferentes?- Vashni es mi maestro y sí, quizá me diga que no deje que te quedes en mi casa pero al igual que a él le di la oportunidad te la voy a dar a ti, es mi maestro y en lo referente a mi entrenamiento le haré todo el caso del mundo porque para algo él sabe más que yo, aunque sé que tiene buenas intenciones para conmigo en el resto de mi vida soy yo quien toma las decisiones, él me puede aconsejar pero no veo que seas peligroso como para no dejar que te quedes en mi casa –sonreí de lado- además, me siento algo así como terreno neutral entre vosotros dos –me mordí el labio- dices que eres el protector del príncipe, pero ¿dónde se encuentra él ahora mismo? Según Vashni vendría mañana, ¿significa eso que te tendré rondando por su mansión estos días? Como ya sabes soy su niñera, y además, entreno allí todas las mañanas –me encogí de hombros sin darle demasiada importancia, miré al techo por un momento- ¿sabes? Aunque solo sea por un mes me gustará el dejar de trabajar aquí, estoy viendo cómo dejar este trabajo y pagar mi deuda –lo miré y vi que enarcaba una ceja- es una historia algo larga –resté importancia con la mano- el caso es que no es esto lo que yo quiero, no es la vida que quiero llevar... sé que solo va a ser un mes pero me gustará ser una joven que no tenga que venir aquí por la noche, disfrutar de poder hacer planes por la noche... cosas normales pero que yo no puedo hacer –hice una leve pausa- si te vas a quedar por aquí puedo enseñarte la ciudad si no la conoces... bueno si te apetece claro, ya sabes, los sitios que no son peligrosos donde te ataquen y te dejen desnudo –reí entre dientes- no te veo demasiado de visitar museos y esas cosas pero si quieres conozco a alguien que puede hacernos una visita gratis por el museo, aunque tampoco te veo por ejemplo en la ópera... ¿qué hacías en Rumanía para divertirte por las noches? Algo más aparte de hacer gritar de placer a una mujer me refiero –comenté con una sonrisa esperando por su respuesta, no pasó demasiado hasta que la puerta volvió a abrirse y cuando me giré me encontré con Vashni que nos miraba a los dos tumbados en la cama bajo las sábanas, no le pareció gustar demasiado lo que vio porque se acercó enfadado a lo que yo me levanté haciéndole ver que seguía vestida, cogí su ropa y se la di a Velkan para que se cambiara mientras veía la forma en la que tenían de mirarse- en serio, no sé qué narices os pasa a vosotros dos pero vais a dejarlo ahora mismo, ¿os queda claro? –Pregunté cruzándome de brazos mirando a uno y a otro, ¿qué bicho les había picado para que estuvieran así?- Y lo vais a dejar al menos mientras yo esté delante porque no os entiendo, y no queréis verme enfadada en absoluto –menudo farol me acababa de marcar en ese momento pero es que no soportaba que se comportaran así cuando ni se conocían, miré a mi maestro- sé que no te va a gustar la idea pero se va a quedar a dormir en mi casa, no tiene sitio donde quedarse y dudo mucho que me haga algo –no le pareció buena idea, como ya intuía, pero no iba a poder hacer nada para cambiarlo- es mi decisión, tú también te quedaste en mi casa y no pasó nada, una oportunidad se la merece todo el mundo. Te prometo que mañana estaré con un café para que me des una paliza a la hora de entrenar mientras viene el bebé –sabía que su preocupación era más tipo “hermano mayor” que otra cosa, se lo agradecía pero hasta ese momento Velkan no me había hecho nada por lo que yo no tenía problema en que se quedara a dormir en casa esa noche, hasta que encontrara sitio donde quedarse el tiempo que permaneciera allí.
Valenka N. Dragomir- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/04/2016
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
Ladeé la sonrisa cuando esta dijo que su gato era apacible, algo me decía que eso cambiaría en cuanto yo entrara por la puerta.
Vashni era su maestro, por lo que había visto no tenían nada mas allá de eso, de tenerlo, no hubieran precisamente saltado en la cama y los alfas no solíamos no entrar a una mujer cuando teníamos hambre de hembra.
Pocos eran tímidos, no iba con el carácter dominante que nos gastábamos. Los alfas eramos lideres, territoriales y no solo con el territorio si no también con las hembras de la manada.
De normal nos emparejamos a una de por vida, mas hasta que eso sucedía probábamos a unas y a otras y estas cedían porque todas solían desear ser la hembra de un alfa, ese era nuestro instinto.
El caso es que esta era una humana y supongo eso dificultaba un poco las relaciones.
Aseguró que no se dejaría influir por su maestro, la idea de pasar la noche en su casa me gustaba, de cierto modo me unía a la que iba a cuidarme de pequeño.
Pero necesitaba algo mas que eso, la entrada a casa de Vashni por el día para cuidar de mi mismo la tenia cubierta, el problema venia mas bien cuando cayera la noche.
Ese alfa no permitiría otro alfa en su terreno y el único modo que se me ocurría de que lo hiciera era por medio de ella.
-Yo podría pagar tu deuda -aseguré -quizás a cambio tu puedas hacer algo por mi -dije ladeando la sonrisa.
Alcé las manos ligeramente para que no me malentendiera, aunque bajo las mismas mantas, quedábamos demasiado cerca para que eso no pasara.
Mi aliento acarició sus labios.
-Vashni no me dejará entrar en su mansión cuando el sol se ponga y yo necesito cuidar de Lobbo, quizás tu podrías...ayudarme a convencerlo.
Quizás podrías decir que tu y yo..hemos empezado algo. Tu maestro es muy terco, pero si no me viera como una amenaza, si pensara que..estamos juntos, quizás todo seria mas ¿fácil?
Los ojos de la mujer se hundieron los miso, no obtuve respuesta porque Vashni apareció por la puerta, sus ojos centellearon ámbar al vernos dentro de la cama, un gruñido ronco escapó de mi garganta.
Fue Ari la que nos detuvo a ambos pidiéndonos calma. Con el cuerpo tenso el se sirvió una copa en silencio mientras yo me bestia con la ropa que el lobo había traído.
-¿nos vamos? -dije ladeando la sonrisa mirando a la dama.
El lobo rugió, mis ojos centellearon y la dama bufo de nuevo pidiéndonos un poco de calma a ambos.
-¡No puedes llevarlo a tu casa! -dijo finalmente el gran maestro -no lo conoces de nada ¿estas loca? Eres demasiado confiada, no voy a permitirte hacerlo.
Apoyé mi espalda en la pared, sabia que ella había tomado una decisión así que miré la escena con cierta arrogancia.
Vashni era su maestro, por lo que había visto no tenían nada mas allá de eso, de tenerlo, no hubieran precisamente saltado en la cama y los alfas no solíamos no entrar a una mujer cuando teníamos hambre de hembra.
Pocos eran tímidos, no iba con el carácter dominante que nos gastábamos. Los alfas eramos lideres, territoriales y no solo con el territorio si no también con las hembras de la manada.
De normal nos emparejamos a una de por vida, mas hasta que eso sucedía probábamos a unas y a otras y estas cedían porque todas solían desear ser la hembra de un alfa, ese era nuestro instinto.
El caso es que esta era una humana y supongo eso dificultaba un poco las relaciones.
Aseguró que no se dejaría influir por su maestro, la idea de pasar la noche en su casa me gustaba, de cierto modo me unía a la que iba a cuidarme de pequeño.
Pero necesitaba algo mas que eso, la entrada a casa de Vashni por el día para cuidar de mi mismo la tenia cubierta, el problema venia mas bien cuando cayera la noche.
Ese alfa no permitiría otro alfa en su terreno y el único modo que se me ocurría de que lo hiciera era por medio de ella.
-Yo podría pagar tu deuda -aseguré -quizás a cambio tu puedas hacer algo por mi -dije ladeando la sonrisa.
Alcé las manos ligeramente para que no me malentendiera, aunque bajo las mismas mantas, quedábamos demasiado cerca para que eso no pasara.
Mi aliento acarició sus labios.
-Vashni no me dejará entrar en su mansión cuando el sol se ponga y yo necesito cuidar de Lobbo, quizás tu podrías...ayudarme a convencerlo.
Quizás podrías decir que tu y yo..hemos empezado algo. Tu maestro es muy terco, pero si no me viera como una amenaza, si pensara que..estamos juntos, quizás todo seria mas ¿fácil?
Los ojos de la mujer se hundieron los miso, no obtuve respuesta porque Vashni apareció por la puerta, sus ojos centellearon ámbar al vernos dentro de la cama, un gruñido ronco escapó de mi garganta.
Fue Ari la que nos detuvo a ambos pidiéndonos calma. Con el cuerpo tenso el se sirvió una copa en silencio mientras yo me bestia con la ropa que el lobo había traído.
-¿nos vamos? -dije ladeando la sonrisa mirando a la dama.
El lobo rugió, mis ojos centellearon y la dama bufo de nuevo pidiéndonos un poco de calma a ambos.
-¡No puedes llevarlo a tu casa! -dijo finalmente el gran maestro -no lo conoces de nada ¿estas loca? Eres demasiado confiada, no voy a permitirte hacerlo.
Apoyé mi espalda en la pared, sabia que ella había tomado una decisión así que miré la escena con cierta arrogancia.
Lobbo Landvik- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 16/08/2016
Re: Fight For Your Life ~ Privado
De verdad que no entendía en absoluto el hecho de que ahora él también quisiera pagar mi deuda y no entendía por qué querría hacerlo, no me conocía de absolutamente nada apenas lo conocía de hacía una hora y ya quería prestarse a saldar mi deuda a cambio de que yo hiciera algo por él, enarqué una ceja pero vi que elevaba sus manos bajo las mantas como si me dijera que no era eso a lo que se estaba refiriendo, así que no entendí a qué se refería exactamente en esos momentos. Le iba a dar la misma respuesta que le había dado a Vashni, no quería que nadie pagara mi deuda porque no era una cantidad pequeña, era tan tonta y tan estúpida en ese aspecto que me era imposible tomar el dinero como si nada. Ellos no me conocían, no sabían absolutamente nada de mí y sin embargo se habían ofrecido de buenas a primeras a pagarme la deuda para que dejara el burdel, no iba a negar que me gustaba el gesto que habían tenido, la idea de ayudarme pero... era estúpida. Lo contemplé mordiéndome el labio esperando saber qué era lo que quería a cambio de que le dejara pagar mi deuda, algo que no iba a suceder porque no lo pensaba permitir, y fue entonces que me contó que necesitaba estar más cerca de Lobbo para cuidarlo y protegerlo, por el día no habría problema pero por la noche dudaba que Vashni le dejara entrar, en realidad dudaba de que Vashni le dejara entrar en la mansión en algún momento pero teniendo en cuenta que iba a cuidar al hijo de un amigo y que este era como un príncipe seguramente no le quedaría de otra que dejar que Velkan se quedara cerca para cuidarlo. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de fingir que algo pasaba entre ambos, que teníamos algo así como una “relación” para que Vashni le dejara entrar sin problema a la mansión, según él de esa forma no lo vería tanto como una amenaza y él podría proteger al príncipe que ya debería de estar en camino. Podía sentir su aliento golpeando cálido contra mis labios como si, de esa forma, intentara convencerme de que lo ayudara o simplemente era por lo cerca que estábamos... el caso es que no me dio tiempo a responderle cuando Vashni entró por la puerta, gruñendo, al vernos a los dos bajo las mantas aunque no estuviéramos haciendo nada. Me levanté frunciendo el ceño cansada con que se llevaran de esa forma cuando ni siquiera se conocían, le dio la ropa a Velkan para que se cambiara mientras yo lo miraba servirse una copa, con el cuerpo tenso.
Sabía que no le iba a hacer gracia que me fuera con él y que lo llevara a mi casa, pero lo cierto es que a él también lo había llevado a mi casa cuando lo conocí y no había pasado absolutamente nada, no parecía un mal hombre y podría haber intentado cualquier cosa mientras estábamos solos y ni siquiera me había puesto un dedo encima, absolutamente nada de nada. Mientras Velkan se cambiaba decidí aprovechar para colarme en el aseo y cambiarme de ropa ya que no iba a salir con la bata que llevaba, dejé todo y me puse uno de los vestidos para salir de allí viendo que él también se había cambiado de ropa, las miradas entre ellos no dejaban de ir y venir como si se estuvieran midiendo y lanzándose cuchillos constantemente, no fue hasta que me preguntó si nos íbamos de allí que sentí que Vashni se tensaba y clavaba sus ojos en los míos como si me pidiera una explicación a su pregunta, lancé un suspiro y le conté que dormiría esa noche conmigo en casa ya que no tenía un sitio donde quedarse y sabía que él no le iba a hacer un hueco en su mansión. La tensión volvió a ser palpable en la habitación y de nuevo comenzaron a desafiarse gruñéndose como si eso significara algo para ellos aunque yo no le encontraba sentido alguno, era imposible que se quedaran calmados y no hicieran nada y Vashni se dirigió a mí diciéndome que no podía llevarlo a mi casa, que no sabía absolutamente nada de él, que era demasiado confiada y que no iba a permitir que lo hiciera. Eso me hizo fruncir ligeramente el ceño, sabía que tenía buenas intenciones para conmigo y que más bien me veía como a una hermana pequeña que debía de cuidar y de proteger, pero ya había tomado mi decisión y él no me iba a hacer cambiar de idea.
-Ya he tomado mi decisión respecto a esto y se va a venir conmigo por esta noche, sé que no te gusta pero si haces tan sólo un poco de memoria te darás cuenta de que tú también pasaste la primera noche en mi casa cuando no te conocía de nada... el mismo beneficio de la duda que te di a ti se lo voy a dar a él. Sé que solo miras por mi bien pero te aseguro que estaré bien, mañana apareceré con un café por la mansión para el entrenamiento y si te lo quieres cobrar en ese momento me parece perfecto, pero se va a venir conmigo y por favor os pido que os calméis, en serio, porque no me gusta esto para nada –los miré a ambos de forma consecutiva y finalmente me acerqué a Vashni para dejar un beso en su mejilla apoyando mi mano en su pecho- mañana nos vemos, tengo que empezar con mi nuevo trabajo –le sonreí para que se calmara un poco y estiré mi brazo para que Velkan tomara mi mano y poder salir de allí bajo la atenta mirada de mi maestro y un gruñido en total desacuerdo, salimos al pasillo y lancé un suspiro porque pensaba que nos lo iba a poner más difícil... me alegré de que no fuera así- cuánta intensidad en un momento -dije mientras andábamos por el pasillo directos a las escaleras que nos llevarían a la planta de bajo donde estaba la entrada, mientras andábamos hacia allí una de las compañeras se nos cruzó por el camino y, al dar unos pocos pasos, escuchamos su voz que me llamaba haciendo que nos paráramos, la maldije en mi fuero interno por ser tan cotilla y desde que la vi supe que nos iba a parar. Me giré para encontrar que miraba de forma descarada a mi acompañante repasándolo sin pudor alguno para luego centrar sus ojos en los míos.
-¿Quién es este joven con el que vas? Si es algún cliente quizás podría recomendarle que pruebe otras... cosas –se lamió los labios y yo fruncí el ceño por lo zorra que era, no por nada, sino porque intentaba tener relaciones fuera del burdel con los clientes que a ella más le gustaba- y gratis si él quisiera, podríamos tener una prueba de contacto a ver cómo surgen las cosas... seguro que puedo enseñarle cosas que tú ni siquiera le has mostrado –enarqué una ceja por ello por lo descarada que era y lo que dejaba entrever con sus palabras.
-Deberías de tener más cuidado con lo que dices y a quién se lo dices, es mi novio –las palabras habían salido solas sin tan siquiera pensarlas, pero ahora que me había metido en aquel farol debía de continuarlo. Me giré quedando de frente a Velkan y mis brazos rodearon su cuello pegándome a su cuerpo elevando mi rostro para dejarlo casi a la altura del suyo enredando mis dedos en su pelo para que pareciera todo más real y más convincente- ha venido a buscarme para que nos vayamos juntos, ¿verdad que sí? –Pregunté mirándolo para que me siguiera el juego, sus brazos rodearon mi cintura mientras me sonreía con cierta picardía- es tan mono –dije antes de elevarme un poco más y buscar sus labios en un beso que, aunque pretendió dar credibilidad a mis palabras, fue bastante incendiario cuanto menos. Mordí su labio inferior y luego giré mi rostro para mirarla a ella- lo siento pero creo que tengo mejores cosas que hacer que pararme a discutir contigo, ¿nos varmos cariño? –y sin decir mucho más tomé su mano tirando de él para bajar las escaleras y salir del burdel rumbo a mi casa, solo hablé cuando habíamos pasado un par de calles- siento lo de antes pero es que esa zorra siempre nos hace la vida imposible y alardea de muchas cosas, me ha sacado de mis casillas muchas veces –dije mientras seguíamos andando por las calles abarrotadas de gente- imagino que es algo así lo que quieres hacer frente a Vashni, ¿no? –Pregunté elevando mi mirada a la suya por unos segundos- lo de fingir, antes no he podido contestarte –me mordí el labio sintiendo que como de costumbre mis mejillas estaban algo rojas- le va a dar algo como hagamos eso –dije finalmente lanzando un suspiro continuando por las calles hablando y riéndonos, lo cierto es que era bastante gracioso y le tuve que dar un par de golpes por hacer referencia a lo que había pasado en el pasillo. Llegamos a mi casa y saqué la llave para abrir la puerta, entramos y no tardó demasiado en aparecer mi perra Sora por el lugar- hola bonita –le dije saludándola pero enseguida pasó de mí y se fue hacia Velkan entusiasmada igual que había pasado con Vashni- ¡Sora! No sé qué le pasa a esta perra últimamente –dije haciendo que bajara de su cuerpo adentrándonos en el salón- ¿quieres tomar algo? –Pregunté encaminándome a la cocina para sacar un par de jarras de cerveza que dejé sobre la mesa sentándonos en el sofá- así que mañana llega el príncipe al que debo de cuidar y de quien tienes que vigilar –dije dando un trago a la jarra- estoy convencida de que mañana en el entrenamiento me va a hacer pagar la decisión de hoy –me mordí el labio y luego lo miré- ah, espero que encuentres cómodo este sofá porque es donde pasarás la noche, solamente tengo una habitación y no me fío totalmente de que te comportes, ¿o sí? –Pregunté sonriendo de lado dando otro trago a la jarra, ya bastante me había turbado el verlo desnudo en el burdel... algo me decía que si lo metía en la cama acabaría gritando y sudada sobre esta.
Sabía que no le iba a hacer gracia que me fuera con él y que lo llevara a mi casa, pero lo cierto es que a él también lo había llevado a mi casa cuando lo conocí y no había pasado absolutamente nada, no parecía un mal hombre y podría haber intentado cualquier cosa mientras estábamos solos y ni siquiera me había puesto un dedo encima, absolutamente nada de nada. Mientras Velkan se cambiaba decidí aprovechar para colarme en el aseo y cambiarme de ropa ya que no iba a salir con la bata que llevaba, dejé todo y me puse uno de los vestidos para salir de allí viendo que él también se había cambiado de ropa, las miradas entre ellos no dejaban de ir y venir como si se estuvieran midiendo y lanzándose cuchillos constantemente, no fue hasta que me preguntó si nos íbamos de allí que sentí que Vashni se tensaba y clavaba sus ojos en los míos como si me pidiera una explicación a su pregunta, lancé un suspiro y le conté que dormiría esa noche conmigo en casa ya que no tenía un sitio donde quedarse y sabía que él no le iba a hacer un hueco en su mansión. La tensión volvió a ser palpable en la habitación y de nuevo comenzaron a desafiarse gruñéndose como si eso significara algo para ellos aunque yo no le encontraba sentido alguno, era imposible que se quedaran calmados y no hicieran nada y Vashni se dirigió a mí diciéndome que no podía llevarlo a mi casa, que no sabía absolutamente nada de él, que era demasiado confiada y que no iba a permitir que lo hiciera. Eso me hizo fruncir ligeramente el ceño, sabía que tenía buenas intenciones para conmigo y que más bien me veía como a una hermana pequeña que debía de cuidar y de proteger, pero ya había tomado mi decisión y él no me iba a hacer cambiar de idea.
-Ya he tomado mi decisión respecto a esto y se va a venir conmigo por esta noche, sé que no te gusta pero si haces tan sólo un poco de memoria te darás cuenta de que tú también pasaste la primera noche en mi casa cuando no te conocía de nada... el mismo beneficio de la duda que te di a ti se lo voy a dar a él. Sé que solo miras por mi bien pero te aseguro que estaré bien, mañana apareceré con un café por la mansión para el entrenamiento y si te lo quieres cobrar en ese momento me parece perfecto, pero se va a venir conmigo y por favor os pido que os calméis, en serio, porque no me gusta esto para nada –los miré a ambos de forma consecutiva y finalmente me acerqué a Vashni para dejar un beso en su mejilla apoyando mi mano en su pecho- mañana nos vemos, tengo que empezar con mi nuevo trabajo –le sonreí para que se calmara un poco y estiré mi brazo para que Velkan tomara mi mano y poder salir de allí bajo la atenta mirada de mi maestro y un gruñido en total desacuerdo, salimos al pasillo y lancé un suspiro porque pensaba que nos lo iba a poner más difícil... me alegré de que no fuera así- cuánta intensidad en un momento -dije mientras andábamos por el pasillo directos a las escaleras que nos llevarían a la planta de bajo donde estaba la entrada, mientras andábamos hacia allí una de las compañeras se nos cruzó por el camino y, al dar unos pocos pasos, escuchamos su voz que me llamaba haciendo que nos paráramos, la maldije en mi fuero interno por ser tan cotilla y desde que la vi supe que nos iba a parar. Me giré para encontrar que miraba de forma descarada a mi acompañante repasándolo sin pudor alguno para luego centrar sus ojos en los míos.
-¿Quién es este joven con el que vas? Si es algún cliente quizás podría recomendarle que pruebe otras... cosas –se lamió los labios y yo fruncí el ceño por lo zorra que era, no por nada, sino porque intentaba tener relaciones fuera del burdel con los clientes que a ella más le gustaba- y gratis si él quisiera, podríamos tener una prueba de contacto a ver cómo surgen las cosas... seguro que puedo enseñarle cosas que tú ni siquiera le has mostrado –enarqué una ceja por ello por lo descarada que era y lo que dejaba entrever con sus palabras.
-Deberías de tener más cuidado con lo que dices y a quién se lo dices, es mi novio –las palabras habían salido solas sin tan siquiera pensarlas, pero ahora que me había metido en aquel farol debía de continuarlo. Me giré quedando de frente a Velkan y mis brazos rodearon su cuello pegándome a su cuerpo elevando mi rostro para dejarlo casi a la altura del suyo enredando mis dedos en su pelo para que pareciera todo más real y más convincente- ha venido a buscarme para que nos vayamos juntos, ¿verdad que sí? –Pregunté mirándolo para que me siguiera el juego, sus brazos rodearon mi cintura mientras me sonreía con cierta picardía- es tan mono –dije antes de elevarme un poco más y buscar sus labios en un beso que, aunque pretendió dar credibilidad a mis palabras, fue bastante incendiario cuanto menos. Mordí su labio inferior y luego giré mi rostro para mirarla a ella- lo siento pero creo que tengo mejores cosas que hacer que pararme a discutir contigo, ¿nos varmos cariño? –y sin decir mucho más tomé su mano tirando de él para bajar las escaleras y salir del burdel rumbo a mi casa, solo hablé cuando habíamos pasado un par de calles- siento lo de antes pero es que esa zorra siempre nos hace la vida imposible y alardea de muchas cosas, me ha sacado de mis casillas muchas veces –dije mientras seguíamos andando por las calles abarrotadas de gente- imagino que es algo así lo que quieres hacer frente a Vashni, ¿no? –Pregunté elevando mi mirada a la suya por unos segundos- lo de fingir, antes no he podido contestarte –me mordí el labio sintiendo que como de costumbre mis mejillas estaban algo rojas- le va a dar algo como hagamos eso –dije finalmente lanzando un suspiro continuando por las calles hablando y riéndonos, lo cierto es que era bastante gracioso y le tuve que dar un par de golpes por hacer referencia a lo que había pasado en el pasillo. Llegamos a mi casa y saqué la llave para abrir la puerta, entramos y no tardó demasiado en aparecer mi perra Sora por el lugar- hola bonita –le dije saludándola pero enseguida pasó de mí y se fue hacia Velkan entusiasmada igual que había pasado con Vashni- ¡Sora! No sé qué le pasa a esta perra últimamente –dije haciendo que bajara de su cuerpo adentrándonos en el salón- ¿quieres tomar algo? –Pregunté encaminándome a la cocina para sacar un par de jarras de cerveza que dejé sobre la mesa sentándonos en el sofá- así que mañana llega el príncipe al que debo de cuidar y de quien tienes que vigilar –dije dando un trago a la jarra- estoy convencida de que mañana en el entrenamiento me va a hacer pagar la decisión de hoy –me mordí el labio y luego lo miré- ah, espero que encuentres cómodo este sofá porque es donde pasarás la noche, solamente tengo una habitación y no me fío totalmente de que te comportes, ¿o sí? –Pregunté sonriendo de lado dando otro trago a la jarra, ya bastante me había turbado el verlo desnudo en el burdel... algo me decía que si lo metía en la cama acabaría gritando y sudada sobre esta.
Valenka N. Dragomir- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/04/2016
DATOS DEL PERSONAJE
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Datos de interés:
Re: Fight For Your Life ~ Privado
La cara de Vashni era el reflejo de lo que pasaba por su cabeza, no confiaba en mi, sabia lo que era, como yo conocía su naturaleza y la idea de meter al lobo en la casa de caperucita era algo que lo sacaba de sus casillas.
Claro que ella había tomado su decisión y aunque nosotros nos gruñíamos desafiándonos con la mirada, fue ella la que intercedió poniendo a Vashni en su lugar, lo que le hizo largarse muy cabreado pegando un portazo.
Ella había besado su mejilla como premio de consolación, mi sonrisa triunfal delataba que me sentía ganador de todo ello.
Los dos vestidos salimos de la habitación, cuanto antes nos largáramos del burdel mejor para los dos pues en cualquier momento podrían descubrirme y eso me metería en complicaciones de las uqe era capaz de salir peleando pero delataría mi naturaleza y la inquisición en París era activa en estos momentos por lo que debía ir con cuidado.
Ya saboreaba mi libertad cuando una compañera de trabajo de Ari la detuvo para ofrecer al parecer sus servicios al que creía era nuevo cliente de la pelirroja.
Ladeé la sonrisa al ver como los celos la corrompieron, su novio, ensanche mas la sonrisa de forma picara y cuando su boca se estampó contra la mía, deslicé mi lengua entre sus belfos humedeciendo ese beso que se convirtió en un tornado capaz de arrasarlo todo.
Me relamí el sabor de su beso cuando esta sintiéndose vencedora como yo había hecho en la habitación aseguró tener algo mejor que hacer en su casa conmigo y dándole la espalda a la prostituta se largó de allí conmigo de la mano.
Una vez fuera no pude evitar bromear sobre lo sucedido, recorriendo con mis dedos su cintura de forma engreída recordandole la pasión que había puesto al besarme, o era una gran actriz o llevaba deseando hacerlo desde que me colé bajo las sabanas de su lecho y algo me decía que era justo esa la respuesta correcta.
Me dio varios golpes, muertos de la risa, caminamos por las calles hasta llegar a la puerta de u casa.
Su perra salio muy contenta a saludarme.
La acaricié mientras esta se cabreaba porque la perra venia a mi y no a ella.
Me senté en el sofá del salón y cogí una de las cervezas, estaba fría y entraba súper bien.
-No me vas a hacer dormir aquí ¿no? ¿Y si te prometo que no haré nada que tu desees me llevarías a la habitación? -pregunté con una sonrisa engreída -pues básicamente si, lo que quiero es que finjamos ser pareja, veo que es algo que no se nos da mal, Vashni se lo tragará y facilitará mi estancia en su casa ¿que me dices?
Ademas..el beso te ha gustado ¿cierto?
Me relamí los labios apurando la espuma del ultimo trago.
-Vas a cuidar un niño muy guapo, simpático, divertido, un príncipe, así que tendrás que dejar el burdel -no necesitaba yo abuela para venderme bien.
Claro que ella había tomado su decisión y aunque nosotros nos gruñíamos desafiándonos con la mirada, fue ella la que intercedió poniendo a Vashni en su lugar, lo que le hizo largarse muy cabreado pegando un portazo.
Ella había besado su mejilla como premio de consolación, mi sonrisa triunfal delataba que me sentía ganador de todo ello.
Los dos vestidos salimos de la habitación, cuanto antes nos largáramos del burdel mejor para los dos pues en cualquier momento podrían descubrirme y eso me metería en complicaciones de las uqe era capaz de salir peleando pero delataría mi naturaleza y la inquisición en París era activa en estos momentos por lo que debía ir con cuidado.
Ya saboreaba mi libertad cuando una compañera de trabajo de Ari la detuvo para ofrecer al parecer sus servicios al que creía era nuevo cliente de la pelirroja.
Ladeé la sonrisa al ver como los celos la corrompieron, su novio, ensanche mas la sonrisa de forma picara y cuando su boca se estampó contra la mía, deslicé mi lengua entre sus belfos humedeciendo ese beso que se convirtió en un tornado capaz de arrasarlo todo.
Me relamí el sabor de su beso cuando esta sintiéndose vencedora como yo había hecho en la habitación aseguró tener algo mejor que hacer en su casa conmigo y dándole la espalda a la prostituta se largó de allí conmigo de la mano.
Una vez fuera no pude evitar bromear sobre lo sucedido, recorriendo con mis dedos su cintura de forma engreída recordandole la pasión que había puesto al besarme, o era una gran actriz o llevaba deseando hacerlo desde que me colé bajo las sabanas de su lecho y algo me decía que era justo esa la respuesta correcta.
Me dio varios golpes, muertos de la risa, caminamos por las calles hasta llegar a la puerta de u casa.
Su perra salio muy contenta a saludarme.
La acaricié mientras esta se cabreaba porque la perra venia a mi y no a ella.
Me senté en el sofá del salón y cogí una de las cervezas, estaba fría y entraba súper bien.
-No me vas a hacer dormir aquí ¿no? ¿Y si te prometo que no haré nada que tu desees me llevarías a la habitación? -pregunté con una sonrisa engreída -pues básicamente si, lo que quiero es que finjamos ser pareja, veo que es algo que no se nos da mal, Vashni se lo tragará y facilitará mi estancia en su casa ¿que me dices?
Ademas..el beso te ha gustado ¿cierto?
Me relamí los labios apurando la espuma del ultimo trago.
-Vas a cuidar un niño muy guapo, simpático, divertido, un príncipe, así que tendrás que dejar el burdel -no necesitaba yo abuela para venderme bien.
Lobbo Landvik- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 178
Fecha de inscripción : 16/08/2016
Re: Fight For Your Life ~ Privado
Era consciente de que Vashni se había ido bastante cabreado del burdel saliendo antes que nosotros, no le había gustado para nada mi decisión de que Velkan se quedara esa noche en mi casa y aunque él me había dicho que era una inconsciente, una mujer que confiaba demasiado en los desconocidos y que no quería que lo hiciera, mi decisión estaba tomada. Se le olvidaba que a él también lo había metido en mi casa la noche que nos conocimos y no había pasado nada, además de que no veía a Velkan como una mala persona y dudaba que me hiciera algo, podría haber hecho algo cuando estuvimos a solas en el burdel y sin embargo había sido respetuoso y había sido un rato divertido y ameno, por lo que mi decisión estaba tomada aunque a Vashni no le gustara y seguramente me lo hiciera pagar en los entrenamientos el cabreo que ahora llevaba encima. Cuando nos quedamos solos decidimos salir para ir a casa esperando que no nos encontráramos con mucha gente porque no quería que lo pudieran reconocer, no había nadie por los pasillos del burdel hasta que tuvimos que toparnos con la zorra esa que nos hacía la vida imposible a muchas de las que estábamos allí, alguien que estaba porque quería y que además se llevaba a algunos clientes a su casa porque le habían gustado, solamente por puro placer. Reparó en él y no dudó en aprovechar la oportunidad no solo de dejar en claro que ella podría darle cosas que yo no, hacerle cosas que yo no le haría, sino que además dijo que se lo haría gratis si él quisiera porque a ella no le importaba. Muchas de las jóvenes la odiábamos por cómo era con las demás y cómo se comportaba, así que ante tal desfachatez por su parte en la que quiso hacer ver que yo no era buena pero que ella sí lo era más que ello porque se dejaba hacer de todo, no se me ocurrió otra cosa que decirle que era mi novio. En realidad las palabras habían salido de mis labios antes de pensarlas con detenimiento, no veía a Velkan demasiado preocupado por eso sino más bien con una sonrisa pilla y divertida en sus labios, para dar veracidad a mis palabras me alcé para que mis labios chocaran con los suyos, su lengua arrasó entre estos colándose adueñándose de mi boca, aunque fingido no dejó de ser ardiente como un volcán en erupción hasta que nos separamos y nos largamos de allí.
Como ya intuí las coñas no se hicieron de esperar mientras él se reía y yo negaba con la cabeza por lo que había pasado en el pasillo, sus dedos recorrían mi cintura mientras me decía la pasión que había puesto en el beso, enarqué una ceja por ello puesto que el que había puesto más era él pero no pensaba entrar en esa tonta discusión, me reí divertida de que aprovechara la más mínima ocasión y le di un golpe para que se callara y dejara de sonrojarme con sus palabras cada dos por tres mientras andábamos en dirección a mi casa donde él pasaría aquella noche. Quería fingir frente a Vashni que teníamos una relación únicamente para que así pudiera tener sus puertas abiertas, según había entendido él era como el “guardaespaldas” del príncipe que llegaría en apenas un día y al que tendría que cuidar. Eso significaba que durante todo el tiempo que el niño estuviera allí no iría a trabajar porque además Vashni, en un acto de locura en el que él quería salirse con la suya, me había “contratado” durante todo un mes y había especificado que no quería que fuera al burdel por lo que durante ese tiempo sería una joven normal y corriente al cargo de un bebé, sin tener que pisar el burdel. Sabía que por la cabeza se le pasaba la idea de pagar mi deuda, se había ofrecido igual que se había ofrecido Velkan en su momento... y joder, se lo agradecía desde lo más profundo de mi corazón pero... eso era algo que yo debía de hacerme cargo. Ellos no me conocían de nada y ya se habían empeñado en ayudarme, tal desinterés no lo tenían todas las personas y aunque por una vez sentí que a alguien le importaba, aparte de a Nai por supuesto, y como yo como era tan gilipollas me negué, alegando que era cosa mía. Cuando llegamos a casa mi perra en vez de venir a saludarme a mí fue a saludar a Velkan a lo que fruncí el ceño, primero Vashni y ahora él... no entendía nada. Pasamos al salón y nos sentamos después de que yo sacara unas cervezas servidas en jarras para hablar sobre la proposición que me había hecho de fingir estar juntos y dónde iba a dormir.
-Así que quieres hacerle creer a Vashni que somos pareja –dije mientras daba un trago a la jarra mirándole- pero no podemos decirle que somos pareja ya, acabamos de conocernos y no creo que cuele –ni siquiera sabía por qué iba a hacerlo pero no era nada que me supusiera un esfuerzo y lo cierto es que con él me reía y me divertía, tener que fingir podría ser divertido- tendríamos que esperar al menos unos días, Vashni no es tonto y si no lo hacemos así no colará –hice una pequeña pausa- además, le va a dar algo cuando lo sepa. En serio, ¿qué tienes en su contra? –Pregunté con una sonrisa volviendo a dar otro trago a la jarra, ahora me decía que iba a cuidar a un niño guapo, simpático, divertido, que era un príncipe- pero yo no sé nada sobre protocolo ni cosas de esas, además, Vashni me dijo que era un bebé por lo que no creo que tenga que enseñarle nada de protocolo... no sé cuánto tiempo se va a quedar aquí el niño –como ya me había dicho mi maestro, él también me repitió que tendría que dejar el burdel a lo que yo lancé un suspiro- no es tan fácil, ya te lo dije. Por el momento tengo un mes por delante en el que no voy a ir porque alguien se ha encargado de que así sea –fruncí levemente el ceño recordando el momento cuando me lo dijo- así que además de cuidar a un niño bueno, simpático y divertido –dije con una sonrisa- tengo todo un mes de noches en las que no tengo ningún plan, ya que dices que quieres que finjamos estar juntos podríamos hacerle ver a Vashni que no es mentira.... bueno, ya me entiendes –dije dando un trago a la jarra- te puedo enseñar la ciudad si no la conoces, mostrarte esos sitios que no todos los que vienen a visitarla terminando conociendo.... nací aquí y me conozco la ciudad. Bueno, si quieres claro –dije dejando la jarra sobre la mesa cuando me dijo que si iba a dejar que durmiera allí a lo que yo me reí por la cara que puso y la mirada que me lanzó- como verás es una casa un tanto pequeña y solo tengo un dormitorio así que... –me encogí de hombros como haciéndole ver que sí que iba a dormir allí, pero no se quedó en eso sino que me propuso que no me haría nada que yo no quisiera con tal de que pudiera dormir en la cama y no en el sofá- yo quiero dormir, ¿podrás respetar eso y solo dormirás si te dejo que duermas en mi cama? –Pregunté enarcando una ceja hasta que volvió al tema del beso, esa vez, asegurándome que el beso me había gustado a lo que yo desvié mi mirada hacia otro lado notando que mis mejillas enrojecían ante su pregunta, me mordí el labio y cogí la jarra para beber lo que quedaba de un trago poniéndome algo nerviosa. Ese hombre me turbada ante su cuerpo desnudo el tiempo que había estado en el burdel, el beso abrasador que me había dado y su pregunta que me hacía sonrojarme... me ponía nerviosa y una parte de mí pensaba que lo hacía totalmente a posta, su sonrisa en sus labios, sus ojos puestos en mí esperando una contestación por mi parte- ¿y si te digo que sí, que me ha gustado? –Reconocí con las mejillas encendidas buscando sus ojos que me observaban, no se me daba muy bien mentir y menos cuando era él quien me había besado y se había dado cuenta como yo de ese beso que nos habíamos dado- ¿qué harás después de saber que sí me ha gustado el beso? –Pregunté con las mejillas sonrosadas, con mis azules clavados en sus castaños mientras apuraba la jarra que le había servido. Por un momento me vi en la tesitura de qué hacer en ese momento, iba a decirle que para mí no era “fácil”, pero es que yo no lo hacía fácil precisamente. ¿Por qué no dejar que la noche siguiera su curso y ver cómo acaba? Por una vez en mucho tiempo podría olvidarme de quién era y disfrutar, ¿cuánto hacía que no disfrutaba de verdad? O lo hacía porque realmente quería... ser una joven a la que le apetecía pasar una noche con un joven y disfrutar, ¿por qué yo no podía tener algo así también? Olvidarme del lugar del que habíamos venido y disfrutar, dejarme llevar. Me vi que me acerqué hacia donde él estaba de pie, quedé frente a él y alcé ligeramente el vestido para dejar mis rodillas a cada lado de su cuerpo dejando que el vestido cayera por sus piernas y nos tapara, mis ojos curiosos lo observan aún con ese rubor que me caracterizaba, mis dedos se deslizaron por su mandíbula, por sus labios bajando hasta llegar a su pecho en un silencio que aunque no era incómodo se había instalado en el salón- dices que puedes hacerme gritar de placer –mis ojos subieron otra vez a los suyos- quiero eso, quiero sentir, disfrutar sin tener que fingir, entregarme al placer y olvidarme de todo –mi rostro se inclinó hacia el suyo dejando mi aliento golpeando sus labios- ¿puedes conseguirlo Velkan? –una pregunta casi como un desafío- entonces demuéstramelo, a ver si eres capaz de conseguir que me pierda entre tanto placer.
Como ya intuí las coñas no se hicieron de esperar mientras él se reía y yo negaba con la cabeza por lo que había pasado en el pasillo, sus dedos recorrían mi cintura mientras me decía la pasión que había puesto en el beso, enarqué una ceja por ello puesto que el que había puesto más era él pero no pensaba entrar en esa tonta discusión, me reí divertida de que aprovechara la más mínima ocasión y le di un golpe para que se callara y dejara de sonrojarme con sus palabras cada dos por tres mientras andábamos en dirección a mi casa donde él pasaría aquella noche. Quería fingir frente a Vashni que teníamos una relación únicamente para que así pudiera tener sus puertas abiertas, según había entendido él era como el “guardaespaldas” del príncipe que llegaría en apenas un día y al que tendría que cuidar. Eso significaba que durante todo el tiempo que el niño estuviera allí no iría a trabajar porque además Vashni, en un acto de locura en el que él quería salirse con la suya, me había “contratado” durante todo un mes y había especificado que no quería que fuera al burdel por lo que durante ese tiempo sería una joven normal y corriente al cargo de un bebé, sin tener que pisar el burdel. Sabía que por la cabeza se le pasaba la idea de pagar mi deuda, se había ofrecido igual que se había ofrecido Velkan en su momento... y joder, se lo agradecía desde lo más profundo de mi corazón pero... eso era algo que yo debía de hacerme cargo. Ellos no me conocían de nada y ya se habían empeñado en ayudarme, tal desinterés no lo tenían todas las personas y aunque por una vez sentí que a alguien le importaba, aparte de a Nai por supuesto, y como yo como era tan gilipollas me negué, alegando que era cosa mía. Cuando llegamos a casa mi perra en vez de venir a saludarme a mí fue a saludar a Velkan a lo que fruncí el ceño, primero Vashni y ahora él... no entendía nada. Pasamos al salón y nos sentamos después de que yo sacara unas cervezas servidas en jarras para hablar sobre la proposición que me había hecho de fingir estar juntos y dónde iba a dormir.
-Así que quieres hacerle creer a Vashni que somos pareja –dije mientras daba un trago a la jarra mirándole- pero no podemos decirle que somos pareja ya, acabamos de conocernos y no creo que cuele –ni siquiera sabía por qué iba a hacerlo pero no era nada que me supusiera un esfuerzo y lo cierto es que con él me reía y me divertía, tener que fingir podría ser divertido- tendríamos que esperar al menos unos días, Vashni no es tonto y si no lo hacemos así no colará –hice una pequeña pausa- además, le va a dar algo cuando lo sepa. En serio, ¿qué tienes en su contra? –Pregunté con una sonrisa volviendo a dar otro trago a la jarra, ahora me decía que iba a cuidar a un niño guapo, simpático, divertido, que era un príncipe- pero yo no sé nada sobre protocolo ni cosas de esas, además, Vashni me dijo que era un bebé por lo que no creo que tenga que enseñarle nada de protocolo... no sé cuánto tiempo se va a quedar aquí el niño –como ya me había dicho mi maestro, él también me repitió que tendría que dejar el burdel a lo que yo lancé un suspiro- no es tan fácil, ya te lo dije. Por el momento tengo un mes por delante en el que no voy a ir porque alguien se ha encargado de que así sea –fruncí levemente el ceño recordando el momento cuando me lo dijo- así que además de cuidar a un niño bueno, simpático y divertido –dije con una sonrisa- tengo todo un mes de noches en las que no tengo ningún plan, ya que dices que quieres que finjamos estar juntos podríamos hacerle ver a Vashni que no es mentira.... bueno, ya me entiendes –dije dando un trago a la jarra- te puedo enseñar la ciudad si no la conoces, mostrarte esos sitios que no todos los que vienen a visitarla terminando conociendo.... nací aquí y me conozco la ciudad. Bueno, si quieres claro –dije dejando la jarra sobre la mesa cuando me dijo que si iba a dejar que durmiera allí a lo que yo me reí por la cara que puso y la mirada que me lanzó- como verás es una casa un tanto pequeña y solo tengo un dormitorio así que... –me encogí de hombros como haciéndole ver que sí que iba a dormir allí, pero no se quedó en eso sino que me propuso que no me haría nada que yo no quisiera con tal de que pudiera dormir en la cama y no en el sofá- yo quiero dormir, ¿podrás respetar eso y solo dormirás si te dejo que duermas en mi cama? –Pregunté enarcando una ceja hasta que volvió al tema del beso, esa vez, asegurándome que el beso me había gustado a lo que yo desvié mi mirada hacia otro lado notando que mis mejillas enrojecían ante su pregunta, me mordí el labio y cogí la jarra para beber lo que quedaba de un trago poniéndome algo nerviosa. Ese hombre me turbada ante su cuerpo desnudo el tiempo que había estado en el burdel, el beso abrasador que me había dado y su pregunta que me hacía sonrojarme... me ponía nerviosa y una parte de mí pensaba que lo hacía totalmente a posta, su sonrisa en sus labios, sus ojos puestos en mí esperando una contestación por mi parte- ¿y si te digo que sí, que me ha gustado? –Reconocí con las mejillas encendidas buscando sus ojos que me observaban, no se me daba muy bien mentir y menos cuando era él quien me había besado y se había dado cuenta como yo de ese beso que nos habíamos dado- ¿qué harás después de saber que sí me ha gustado el beso? –Pregunté con las mejillas sonrosadas, con mis azules clavados en sus castaños mientras apuraba la jarra que le había servido. Por un momento me vi en la tesitura de qué hacer en ese momento, iba a decirle que para mí no era “fácil”, pero es que yo no lo hacía fácil precisamente. ¿Por qué no dejar que la noche siguiera su curso y ver cómo acaba? Por una vez en mucho tiempo podría olvidarme de quién era y disfrutar, ¿cuánto hacía que no disfrutaba de verdad? O lo hacía porque realmente quería... ser una joven a la que le apetecía pasar una noche con un joven y disfrutar, ¿por qué yo no podía tener algo así también? Olvidarme del lugar del que habíamos venido y disfrutar, dejarme llevar. Me vi que me acerqué hacia donde él estaba de pie, quedé frente a él y alcé ligeramente el vestido para dejar mis rodillas a cada lado de su cuerpo dejando que el vestido cayera por sus piernas y nos tapara, mis ojos curiosos lo observan aún con ese rubor que me caracterizaba, mis dedos se deslizaron por su mandíbula, por sus labios bajando hasta llegar a su pecho en un silencio que aunque no era incómodo se había instalado en el salón- dices que puedes hacerme gritar de placer –mis ojos subieron otra vez a los suyos- quiero eso, quiero sentir, disfrutar sin tener que fingir, entregarme al placer y olvidarme de todo –mi rostro se inclinó hacia el suyo dejando mi aliento golpeando sus labios- ¿puedes conseguirlo Velkan? –una pregunta casi como un desafío- entonces demuéstramelo, a ver si eres capaz de conseguir que me pierda entre tanto placer.
Valenka N. Dragomir- Hechicero Clase Alta
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Re: Fight For Your Life ~ Privado
Íbamos bebiendo de la jarra riéndonos, ella aseguraba que Vashni no iba a tragarse que eramos pareja, tampoco era necesario que pensara necesariamente que íbamos a prometernos mañana, solo que tras una noche movidita estábamos conociéndonos.
-Tu mírame así -dije con ese aire engreído que me caracterizaba.
Su cara de sorpresa se produjo, como si no entendiera bien a lo que me refería con eso.
-Me miras con cara de tona, esa cara que suelen poner las mujeres cuando me ven -apunté en un tono jocoso que bien poda parecer una broma, peor que iba totalmente en serio.
Vale que ser príncipe ayudaba a ello, pero lo demás lo hacia mi encanto personal.
Seguimos bebiendo, ella me contaba su plan de dejar al menos por un mes el burdel, me pareció una gran idea, era una mujer preciosa y de seguro con la ayuda de Vashni y con la mía podría salir de esa mierda.
-te olvidas..y muy guapo, es un niño muy guapo -bromeé mientras esta se reía por la forma que hablaba de Lobbo, si supiera que era yo ese niño lo entendería -no te preocupes, con que le dejes jugar entre tus tetas será feliz -bromeé llevándome un manotazo.
Seguimos hablando de todo y de nada, la idea de que me enseñara la ciudad me gusto, la verdad es que no conocía París..bueno, estuve cuando era un bebe con mi padre, después un tiempo con mi tío y cuando este se convirtió en rey nos mudamos a Ruana, me había criado allí y había viajado al norte en varias ocasiones para conocer las manadas y para ademas visitar a mi hermana.
La miré cando esta acabó poniéndose en pie, había reconocido disfrutar con mi beso, algo que yo ya sabia, mis labios se entreabrieron mientras me fijaba en su jugosa boca.
Cada paso que daba lograba que me acomodara mas en el sofá, sin dejar de mirarla como el gran depredador que era.
Alzo su falda y mi mano acarició con suavidad su muslo ladeando la sonrisa.
-¡Ven! -pedí antes de que pasara por encima de mi cuerpo sus piernas quedando a horcajadas.
Su aliento cálido penetraba entre mis labios, delicioso, con olor a cerveza. Eran sus palabras las que se convirtieron en suplica, deseaba fornicar conmigo, sentir algo que no parecía disfrutar cuando se abría de piernas con ningún tipo.
No acabó la frase cuando mi boca impactó ansiosa en la ajena, mi lengua se abrió paso en su húmedo abismo, enredándose en un baile envolvente con la ajena.
Beso profundo, ávido de mas, en el que nuestros cuerpos como brasas iban prendiendo los maderos.
Mi mano se perdió por debajo de su falda, con fuerza afiancé sus nalgas y sin pensarlo la alcé quedando anclada contra mi cuerpo.
Jadeó al sentir mi dura verga contra su centro.
-vamos arriba -susurré con la voz ronca mientras de nuevo nos perdíamos en un demoledor beso necesitado, hambriento.
-Tu mírame así -dije con ese aire engreído que me caracterizaba.
Su cara de sorpresa se produjo, como si no entendiera bien a lo que me refería con eso.
-Me miras con cara de tona, esa cara que suelen poner las mujeres cuando me ven -apunté en un tono jocoso que bien poda parecer una broma, peor que iba totalmente en serio.
Vale que ser príncipe ayudaba a ello, pero lo demás lo hacia mi encanto personal.
Seguimos bebiendo, ella me contaba su plan de dejar al menos por un mes el burdel, me pareció una gran idea, era una mujer preciosa y de seguro con la ayuda de Vashni y con la mía podría salir de esa mierda.
-te olvidas..y muy guapo, es un niño muy guapo -bromeé mientras esta se reía por la forma que hablaba de Lobbo, si supiera que era yo ese niño lo entendería -no te preocupes, con que le dejes jugar entre tus tetas será feliz -bromeé llevándome un manotazo.
Seguimos hablando de todo y de nada, la idea de que me enseñara la ciudad me gusto, la verdad es que no conocía París..bueno, estuve cuando era un bebe con mi padre, después un tiempo con mi tío y cuando este se convirtió en rey nos mudamos a Ruana, me había criado allí y había viajado al norte en varias ocasiones para conocer las manadas y para ademas visitar a mi hermana.
La miré cando esta acabó poniéndose en pie, había reconocido disfrutar con mi beso, algo que yo ya sabia, mis labios se entreabrieron mientras me fijaba en su jugosa boca.
Cada paso que daba lograba que me acomodara mas en el sofá, sin dejar de mirarla como el gran depredador que era.
Alzo su falda y mi mano acarició con suavidad su muslo ladeando la sonrisa.
-¡Ven! -pedí antes de que pasara por encima de mi cuerpo sus piernas quedando a horcajadas.
Su aliento cálido penetraba entre mis labios, delicioso, con olor a cerveza. Eran sus palabras las que se convirtieron en suplica, deseaba fornicar conmigo, sentir algo que no parecía disfrutar cuando se abría de piernas con ningún tipo.
No acabó la frase cuando mi boca impactó ansiosa en la ajena, mi lengua se abrió paso en su húmedo abismo, enredándose en un baile envolvente con la ajena.
Beso profundo, ávido de mas, en el que nuestros cuerpos como brasas iban prendiendo los maderos.
Mi mano se perdió por debajo de su falda, con fuerza afiancé sus nalgas y sin pensarlo la alcé quedando anclada contra mi cuerpo.
Jadeó al sentir mi dura verga contra su centro.
-vamos arriba -susurré con la voz ronca mientras de nuevo nos perdíamos en un demoledor beso necesitado, hambriento.
Lobbo Landvik- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 16/08/2016
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