La travesía - Flashback

por **Raffaello Di Fiorenza** Vie Sep 29, 2017 7:22 pm

La escuchó sollozar, hacía días que ella no hacía otra cosa, cuando la noche llegaba y se retiraba a su habitación. No le costaba mucho darse cuenta que la tristeza de su madre tenía una sola razón, la ausencia inesperada de su padre. Pero claro, porque era pequeño, le dejaban a un lado, como si no entendiera que su padre no volvía al hogar, que éste se había vuelto lúgubre, como si un velo de tristeza y desesperación lo envolviera. Cuando su tío Girolamo murió, él era muy pequeño, pero recordó que su madre había pasado días sumamente tristes, llorando por los rincones de la casa, escondiendo su tristeza, para que su padre no se preocupara, pero con el tiempo, con el enorme mor de Eghon, ella, volvió a reír, a ser feliz. Pro ahora, el que faltaba era el faro de la vida de su madre, el refugio en momentos de peligro. Él, con solo siete años, lo había entendido, no se podían comparar las ausencias, pero la de su amado Papá, era insoportable para su madre.

La llegada de su otro tío, Aelius, a quien él no conocía, trajo un poco de tranquilidad a la desesperación de Chiara, ya que éste le prometió que buscaría a su esposo, aunque lo tuviera que buscar bajo las piedras de toda Francia. Cedric, sentía una gran admiración por aquel hombre, porque le prometía que traería de vuelta a su papá y logrado que su madre no llorara tanto. Pero, por seguridad, especialmente al saber que algo turbio había ocurrido en la sede inquisitorial, decidió que lo mas conveniente era llevar lejos de París a Chiara y a Cedric. Fue así, como partieron rumbo a Escocia, a los dominios del clan Grant, allí podrían estar seguros, bajo la protección de Lorelei, la hermana de su padre. Pero al embarcar, algo perturbó la mirada de su madre, una mujer, de cabellos blancos, de mirada de hielo, se acercó a Cedric, acuclillándose para acariciar su mejilla, - ¿Te vas con mamá? - el pequeño asintió ante la pregunta de la desconocida - dile a mamá, que es inútil huir - fueron sus palabras,, al instante en que se levantaba y enfrentaba a la italiana - por mas que te alejes, solo me proporcionaras mayor placer para cazar... huye todo lo que quieras... pero, al final caerás -, la mujer sonrió de una manera que al niño, le provocó colocarse entre las dos mujeres, intentando proteger a su madre - váyase, usted no es amiga de mamá, y papá le hará pagar esas palabras... cuando vuelva por nosotros - dijo con la seguridad d un adulto y la postura de un pequeño guerrero.