Sombras imperfectas (Libre)

por **Ander Vlad** Vie Nov 26, 2010 9:41 am

Las nubes cubrían el cielo, creando una sensación incómoda en mi interior. Un farol en una puerta reflectaba mi sombra temblorosa como la llama... mi yo oscuro pintado sobre el terreno. Aspiré violentamente, me estaba poniendo nervioso, estaba vacío por dentro y mi corazón latía sin ningún motivo aparente. Mis fosas nasales aspiraban el frío, creando en mi interior una sensación de helor.

Vagaba por los callejones de París, oteando cada partícula de cada imagen grabada en mi retina. Hasta la piedrecita más insignificante cobraba un inmenso valor en el universo. Eso es la vida... crecer, para dejar de ser una piedrecita insignificante y convertirte en un amplio edificio con vistas al mar.

Escuché algo detrás de mí, no muy lejos. Un escalofrío me recorrió de arriba abajo erizando los pelos de mi nuca. ¿Miedo?... probablemente. No dije nada. Me limité a quedarme inmóvil en algún punto de las oscuras sombras.

por Invitado Dom Nov 28, 2010 1:40 pm

Recorria las calles de París, callejoneando en mi forma animal, era mas fácil evitarse problemas de esa forma y más por los lugares que me gustaba recorrer, no se conoce un lugar si no vas hasta las entrañas y los callejones en París podían llegar a ser... no muy agradables.

Ir por ahí como un Pastor traía beneficios, recibia algunas caricias de las señoras que salían a sacudir sus tapetes y piropos de los niños que se sorprendían al ver un perro tan bien comportado con un curioso morral amarrado en su lomo.

Llegué a un lugar escondido, alejado de la vista de las personas donde podía volver a transformarme para tomar mi forma humana, todo era silencio y soledad, o al menos eso creía, por lo que me transforme, me enderecé y sacudí mis manos me retiré el morral ahora cituado alrededor de mi cintura y me vestí, nada ostentoso solo unblusón blanco que encima llevaba una falda azul, tomé mis zapatillas y me las puse y coloqué el morral en mi hombro.

Al salir de las sombras hacia un callejón mas grande vi que no estaba sola, había un joven de espaldas hacia donde yo estaba, me quedé petrificada e intenté caminar hacia atrás pero la sorpresa y mi torpeza me llevaron a tirar unas cajas de madera y unos latones que estaban ahí...¡vaya si tenía habilidad para hacerme notar!

por **Ander Vlad** Dom Nov 28, 2010 1:49 pm

El sonido de unas cajas de madera rompiéndose sobre el empedrado me hizo dar un bote. Miré apresuradamente hacia atrás, como un perro asustado y vi a una chica mirándome fijamente. Ambos nos miramos durante un largo instante, y luego comencé a caminar lentamente hacia ella.

-Me ha asustado, mademoiselle- dije, con una risa nerviosa. Miré a la chica con atenció y continué acercándome hacia ella. El callejón estaba oscuro y sólo pude ver parte de su rostro. La presencia de la chica era misteriosa y mística. Me recordaba a mí mismo y a ese instinto animal que me hacía comportarme de manera sobrehumana. ¿Serían sóo impresiones mías?
Decidí que no podía quedarme ahí quieto y le tendí una mano a la chica.

-Mi nombre es Alan, encantado de conocerla, mademoiselle- dije, con cortesía. Reconozco que estaba bastante nervioso y no sabía muy bien cómo actuar.

por Invitado Dom Nov 28, 2010 2:02 pm

El sonido de su voz rompió con el poco silencio que quedaba en el ambiente, aunque claro que las latas rodando calle abajo no eran nada silenciosas, s voz era melodiosa y tranquila, ví como se encaminada hacía donde yo estaba, había algo en el que me anclaba al piso y claro que no podía salir corriendo, finalmente ya me había visto.

-Lo siento, pero... usted también me ha asustado, no pense que fuera a haber alguien por aqui.
Sonrei levemente, apenas enconrvando un poco la comisura de mis labios, ese gesto me hacia ver mas tranquila y serena, y ahí estaba ya, el faro por el que pasó el muchacho iluminó su rostro permitiendome ver mejor sus facciones y atrapandome en esos profundos ojos azules.

Escuche como se presentaba, ¿había dicho su nombre?, ¿que me estaba diciendo?... esos ojos reflejaban algo mas, eran una ventana a su interior, a su verdadera esencia y me habían hipnotizado, sacudí mi cabeza un poco y cerre los ojos respirando profundamente para terminar de captar sus palabras.

-Charleen, un placer... y perdón de nuevo por el susto
Di unos pasos la frente acortando la distancia entre nosotros y extendí mi mano para que se topace con la suya

por **Ander Vlad** Dom Nov 28, 2010 2:16 pm

Sostuve la mano cálida de la chca, pese al frío que helaba el hambiente. La levanté pasa besarla y mi nariz rozó su piel al igual que mis labios, suavemente. Hacía mucho que no besaba a una mujer, ni siquera en la mano, a modo de saludo.
Me encantó poder sentir una caricia así después de tanto tiempo de soledad.
Solté su suave mano y la miré a los ojos.
-¿Y... qué hace usted por estos parajes?- pregunté divertido. La verdad esque era un lugar muy vulgar para aquella mujer, pero seguramente sería muy valiente y por ello no temía andar por allí.

Me arrepentí de haberlo dicho en aquél tono y añadí.
-Esque... no suele haber mucha gente por aquí, y menos a estas horas de la noche- dije, más serio.

por Invitado Dom Nov 28, 2010 2:43 pm

Miré como el joven sostenía mi mano y sintiendo el suave roce de sus labios sobre mi piel y volvió a caer en esos profundos ojos azules. Escuchando lo que le decía... ¿que hacía yo allí?, la pregunta retumbó en mi cabeza por un instante, mis ideas se aglutinaron en mi mente, no podía pensar claramente.

Respiré hondo y analicé la situación, la pregunta y la respuesta... no sería muy lógico decirle "a es porque me gusta andar en forma de perro por la noche", no, no podía decirle eso, se tranquilizó y razono mejor sus palabras.

-Las calles de París son magníficas, además siempre he pensado que no se llega a conocer un lugar sino se mete uno hasta sus entrañas...
Atiné a decir con tranquilidad y un tono suave y alegre en mi voz, hablaba el idioma del país con mucha soltura y fluidez pero... no me podía deshacer de mi acento ingles al pronunciar ciertas palabras

por **Ander Vlad** Lun Nov 29, 2010 10:35 am

-Perdóneme...- dije, riendo -¿Le interrumpo?- Quería saber si era solo una molestia para aquella chica misteriosa. La noche era corta y atareada, la gente quería ir pronto a sus casas para estar con sus familias y siempre había algo importante que hacer, fuera de estar hablando con un desconocido en un callejón.

A mi me gustaba la noche... liberaba mi espíritu animal, me calmaba, me protegía en su manto oscuro... me encantaba la paz y la tranquilidad que se respiraba por las noches... más que unas ciertas horas, era mi forma de vida.

por Invitado Miér Dic 01, 2010 8:09 pm

Miró extrañada al chico, ¿había dicho algo o hecho algún ademán que le demostrara que lo quería lejos?, abrió sus ojos y ladeó un poco la cabeza entreabiendo sus labios, eso era algo que no podía eliminar, era la misma postura que tomaba cuando estaba en su forma animal al no comprender algo.

-Disculpe si he hecho o dicho algo que lo haya llevado a pensar eso, pero... no es ninguna molestia ni interrumpe nada
Sonrió tiernamente entrecerrando los ojos, preguntándose si no sería ella la molestia en ese momento.

Había algo en la mirada de ese chico que la hacía sentir entre iguales, la misma libertad, el mismo espíritu independiente que ella tenía se desprendía de él, no pudo evitar sonreír otra vez.

-Y digame.. ¿no soy yo la que irrumpió abruptamente en sus pensamientos?

por **Ander Vlad** Miér Dic 08, 2010 4:00 pm

La chica me miró extrañada, como un gatito curioso. Me recordó a mí mismo, con gestos de lobo que se me escapaban. Me hizo gracia aquél gesto tan inocente.
-No me interrumpe para nada- dije. Sonó un poco violento, pero lo cierto esque estaba nervioso. Nunca me acostumbraría a hablar con las mujeres con tranquilidad. Intenté que mi tono de voz pareciese más calmado: -Hace tiempo que no hablo con nadie, es sólo éso... pero me viene muy bien su compañía- Dije, algo más calmado, sonriendo lobunamente. No sabía porqué, pero algo en aquella chica me recordaba a los instintos más básicos del hombre, a su faceta más natural y salvaje. Al igual que yo. Muchas veces me sorprendía a mi mismo actuando como un cachorro canino, callado, siempre atento, observando mi entrono, juguetón... libre. Se había perdido la libertad en la sociedad de aquél entonces.

Miré a la chica con espectación. En efecto tení el mismo brillo en los ojos que yo, ese brillo de esperanza, ese brillo que analizaba el mundo desde una perspectiva diferente. Me pregunté si era licántropa, al igual que yo, aunque no olía como yo... entonces... quizás sería una cambiaformas, como Kristen. No quería recordarla. Había sufrido demasiado por ella. Quería comenzar una nueva etapa en mi vida donde la soledad no fuese tan dañina. Era muy cierto que no podía estar solo... pero también era cierto que no quería percatarme de mi problema. Nunca me acostumbraría a la soledad... y eso subrayaba mi debilidad. Siempre tendía a encontrar una mujer que me hiciese el hombre más feliz del mundo... pero que destrozaría mi vida en un futuro.
Pasara lo que pasara no quería volver a sufrir, aunque el sufrimiento es inevitable si quieres conseguir la felicidad.

por Invitado Vie Dic 10, 2010 9:25 pm

Sonrió levemente sin dejar de mirar a aquel chico, había algo en él que le provocaba ternura y tranquilidad, sus gestos eran parecidos a los suyos, los ademánes que hacía los usaba ella con frecuencia, sacudió levemente la cabeza para no imaginarse que se estaba viendo en un espejo, no... no era eso, mas bien era que algo en ese muchacho era similar a lo que en su interior se escondía.

-No es muy bueno estar alejado de las personas, es mejor tener algún tipo de contacto, aunque sea alguien para hablar y ser escuchado
Eso le funcionaba a ella, aveces solía ser muy parlanchina su nona la comparaba con un pequeño loro que no deja de cantar...

Miró atenta dentro de los ojos azules de aquel hombre frente a ella, tenía el aspecto inocente y tierno de un niño, pero la mirada dura y decidida de un alma que ha recorrido demasiados caminos, la hacía sentirse tranquila apesar de estar en medio de un callejón sola con un practicamente "desconocido".

por **Ander Vlad** Sáb Dic 11, 2010 8:20 am

Escuché las palabras que surgían de los labios de aquella chica. Era mejor estar acompañado...
-Últimamente si que tengo ganas de conversar con cualquier persona, expresarme, opinar... conocerme a mí mismo y sorprenderme al descubrir nuevas facetas de mi alma... pero lo he pasado muy mal y he tenido que alejarme de la sociedad para desconectar y olvidarme de los problemas- dije. Era cierto. De pronto me acordé de algo y la miré con los ojos abiertos.
-Vaya... le iba a preguntar si quería ir a algún sitio, mademoiselle Charleen- dije sonriendo. Llevaba un rato pensándolo pero siempre se me olvidaba preguntarlo. No estaba incómodo allí en los callejones de París, pero era un poco extraño estar de pié frente a frente en un callejón estrecho en mitad de la noche con aquél frío invernal. Pensé que quizás podríamos ir a una taberna o invitarla a cenar en mi apartamento... claro, si ella no había cenado antes. Mis intenciones no eran malas, sólo quería conocerla mejor y conversar un rato, aunque quizás ella me malinterpretase... de pronto empecé a morderme las uñas por nerviosismo. Intenté parecer calmado y como ausente, desviando mi mirada hacia las paredes empedradas del calllejón.
-¿Qué me dice?- pregunté, exhortativo.

por Invitado Sáb Dic 11, 2010 7:34 pm

Su actitud tan inocente, apesar de que su aura denotaba cierto pesar y mieterio, su rostro la tranqulizaba; auqnue era un poco extraño que en mita de la noche en un callejon solitario con un completo extraño se pudiese dar ese tipo de sensaciones... así era Charleen, tan despreocupada pero a la vez tan centrada.

Escuchó las palabras de Allan, y la invitación que le hacía pero... ¿a donde?, si bien era cierto que quería salir de aquel lugar un tanto lúgubre y solitario, tampoco quería salir de las fauces de lobo para irse a meter a la guarida del diablo, no es que fuese desconfiada solo, precavida.

-Y...¿a qué tipo de lugar?
Dijo con tono calmado pero con cierto interés, le daría el beneficio de la duda, le brindaría una pizca de su confianza y aceptaría, dependiendo del lugar claro está; mientras no le propusira llevar a cabo un asalto, asesinato o... sacudío la cabeza para eliminar la idea de que quizás ella pudiera ser el aperitivo de esa noche.

Sintió una brisa helada rozar todo su cuerpo e instintivamente cubrió su torso con sus brazos a manera de abrazo, por lo menos así mantendría un poco de calor corporal; en definitiva quería salir de allí y alejarse de donde el viento se arremolinara.

por **Ander Vlad** Dom Dic 12, 2010 6:07 am

Charleen preguntó adónde quería ir yo. Y la verdad era que no sabía si decirle de ir a mi apartamento o no porque me haría quedar como un depravado, así que respondí con nerviosismo:
-Donde usted quiera, a alguna taberna o algo, o a cenar... ¿ha cenado?- toda esa parafernalia de palabras se escapó en forma de murmullo. Parecía un inepto balbuceando por nervios. Me puse rojo al no saber mantener una conversación en condiciones. Aunque intenté disimular mirándola fijamente y pareciendo más calmado. Me parecía muy extraño no saber mantener una conversación con una mujer en condiciones después de haber hablado con tantas a lo largo de mu vida.
Esperé a que Charleen respondiese mi pregunta con paciencia. Teníamos toda la noche por delante.

por Invitado Vie Dic 17, 2010 9:48 pm

Lo miró con seriedad pero llena de inocencia en su mirada, escrutaba su mente y trataba de decifrar sus pensamientos; Charleen tenía mirada infantil e instnto animal... ese instinto la había sacado de muchos aprietos y al parecer, esta situación no sería nada de lo cual preocuparse.

-Cenado... -se llevó la mano a su abdomen recordando que no había comido nada en todo el día y con mayor sincronía que la esperada su estómago comenzó a proferir que le diera alimento, el ruido la avergonzó un poco por lo que tosió fuertemente para aminorar el sonido y distraer.

-Al parecer hay buenos restaurantes por aqui... saliendo del callejón quiero decir, pero deberá guiarme usted ya que soy nueva y no conozco mucho por aqui
Dibujó una sonrisa en sus labios entrecerrando los ojos

por **Ander Vlad** Sáb Dic 18, 2010 9:01 am

-De acuerdo- dije sonriendo con dulzura. -Le llevaré a un lugar donde podamos comer hasta hartarnos- aquella noche era mágica. Había echo una nueva amistad y me sentía realmente agusto a su lado.
Le cogí su mano, fría por la humedad y las bajas temperaturas del ambiente y la guié hacia el restaurante más cercano a aquél callejón. Habái comido allí antes y la comida era bastante buena. Todo para mi nueva amiga Charleen.

por Invitado Sáb Ene 08, 2011 9:21 pm

Se sorprendió ante la amabilidad y docilidad del chico, y más aún cuando sintió su mano sobre la suya jalandola para llevarla a... relamente no sabía a donde la llevaría
¿esta bien seguirle?, el chico no parecia amenazador, no se sentía insegura, nerviosa y fúrica como cuando miraba a los ojos de un vampiro, ¡pero no sabía nada de aquel muchacho!

Caminó tras de él mas por agradecimiento que por convicción; no, no sería desconfiada si las intenciones de aquél joven fueran las de asesinarle, ya la hubiera atacado... siempre tendría la opción de su transformación.

No desconfiaría, no esta noche... además el hambre era más grande que su instinto animal.

por **Ander Vlad** Miér Ene 12, 2011 10:19 am

La chica parecía convencida. Tendría hambre. Me siguió hacia el final del callejón, donde el restaurante parecía hablarnos para atraernos a su interior. El olor de la comida recién hecha me hizo la boca agua. Pediría un buen filete casi crudo y un vaso de vino para tragar toda aquella comida. Solo de pensar en el festín que iba a tragarme, ya podría palpar el sabor salado del filete.
Miré a Charleen. ¿Qué estaría pensando? La curiosidad recorrió mi mente como una fila de hormigas dejando su rastro de patitas diminutas. ¿Estaría pensando que quería aprovecharme de ella de algún modo? ¿Estaría pensando lo que quería para comer?
Me quedé mirándola mientras abria la puerta del local, cuyo interior olía a brasas y el calor parecía el aliento de un licántropo. Era un local acojedor que invitaba a ser visitado con la familia.

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