AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
3 participantes
Página 3 de 3.
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
Recuerdo del primer mensaje :
No es que sobraran precisamente camarotes en el barco, así que junto a Danielle decidimos ubicarlos en un par de ellos. Lund pasaría a compartir lecho con Dani, algo a lo que no se opuso obviamente y Atharal me tocaba el culo bromeando sobre lo bien que íbamos a pasarlo mientras me lanzaba un bocado.
Me descojonaba mirando al Ave con una niña de dorados caballos en mis brazos que se había quedado dormida en el trayecto hasta el barco.
Atharal se ocupó de llevar a tres de las niñas a su camarote y yo hice lo propio con las otras tres, acomodándolas en la cama y arropándolas con las mantas.
En alta mar el frio calaba los huesos y esas criaturas iban descalzas y en harapos.
-Os llevaremos a una aldea cercana, hay familias que se ocuparan de cuidaros hasta que vuestros verdaderos padres aparezcan, no os preocupareis, mandaré misivas a vuestras aldeas y en breve estaréis en casa, ya ha pasado todo.
Deposite un beso en la cabeza de la niña rubia, la mas pequeña y que no dejaba de llorar incapaz de soltarme.
Ladeé la sonrisa, me recordaba a Valeska, una de mis hijas, ella era oráculo y bien podría haber caído en manos de esas brujas.
No es que sobraran precisamente camarotes en el barco, así que junto a Danielle decidimos ubicarlos en un par de ellos. Lund pasaría a compartir lecho con Dani, algo a lo que no se opuso obviamente y Atharal me tocaba el culo bromeando sobre lo bien que íbamos a pasarlo mientras me lanzaba un bocado.
Me descojonaba mirando al Ave con una niña de dorados caballos en mis brazos que se había quedado dormida en el trayecto hasta el barco.
Atharal se ocupó de llevar a tres de las niñas a su camarote y yo hice lo propio con las otras tres, acomodándolas en la cama y arropándolas con las mantas.
En alta mar el frio calaba los huesos y esas criaturas iban descalzas y en harapos.
-Os llevaremos a una aldea cercana, hay familias que se ocuparan de cuidaros hasta que vuestros verdaderos padres aparezcan, no os preocupareis, mandaré misivas a vuestras aldeas y en breve estaréis en casa, ya ha pasado todo.
Deposite un beso en la cabeza de la niña rubia, la mas pequeña y que no dejaba de llorar incapaz de soltarme.
Ladeé la sonrisa, me recordaba a Valeska, una de mis hijas, ella era oráculo y bien podría haber caído en manos de esas brujas.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
Si en algo tenía razón el noruego era en ser un temeroso de los Dioses, la mayor parte del panteón nórdico eran de todo menos seres serviles y generosos, no sería buena idea provocarlos y la historia siempre nos recordaba que ser el campeón de los dioses no siempre era algo bueno, lo más sensato era mantenerse alejados de su mirada, pasar inadvertidos, servirles, cumplir las tradiciones y ritos, sin ser ostentosos ni escasos. Por desgracia esa no era una opción para Ingrid y tampoco para el Cannif, que había sido tocado por ellos, para bien o para mal, desde que era un crío. No les quedaba más remedio que intentar seguir el plan que tenían para ellos y ofenderles lo menos posible.
Observó las islas donde ellos se encontraban y luego el barco, intentó descifrarlo pero no era tan fácil como parecía, a menudo eran solo conjeturas, interpretaciones que era capaz de sonsacar de los huesos, pero muchas otras cosas escapaban a su visión. Negó con la cabeza.- No, no tengo ni idea, pero si tu tripulación tiene la mitad de interés que tu en reuniros de nuevo, entonces volverán a buscarte.
Le miró en silencio, sopesando si debería aproximarse o no, no estaba acostumbrada a la cercanía, necesitaba un espacio vital bastante holgado desde que era niña y no entendía muy bien la necesidad de la gente de tocarse y de estar cerca los unos a los otros, pero hacía rato que tenía los pies congelados y los pinchazos que recorrían los dedos de sus manos era una clara advertencia de que terminaría por perderlos si no se esforzaba por cubrirlos con algo. Aun un poco dubitativa, fue recogiendo los diferentes pedazos de huesos, rocas y demás materiales, los devolvió a la bolsita de cuero con runas cosidas en uno de sus laterales y se arrastró con naturalidad hasta colocarse al lado de Höor. Estaba tensa e incómoda, pero podía soportar un poco de eso a cambio de calor. Cerró los ojos apenas sin darse cuenta y se encogió sobre sí misma, pegando las rodillas a su pecho y rodeándolas con los brazos.- Tampoco yo se lo que significa. Hela marca a quien lo desea, pero ella nunca ha puesto interés en mi, es otro Dios el interesado y Hela solo quiere participar, supongo que para ella tu eres importante y necesitaba que nuestros caminos se cruzasen. El tiempo dirá si solo fue algo puntual o seguirá con el tiempo.- Le miró de reojo, tan cansada que apenas podía mantenerlos abiertos.- Está bien..Solo quiero..Llevar una vida normal.- Volvió a cerrar los ojos, humedeciéndose los labios, ni siquiera el frío podía superar lo agotada que estaba.- Randulf no es lo peor, el problema es quién le sigue. Tendrás que encontrar a Pandemonium primero, si deseas alcanzar a Randulf.- Y prácticamente mientras hablaba, se quedó dormida.
Observó las islas donde ellos se encontraban y luego el barco, intentó descifrarlo pero no era tan fácil como parecía, a menudo eran solo conjeturas, interpretaciones que era capaz de sonsacar de los huesos, pero muchas otras cosas escapaban a su visión. Negó con la cabeza.- No, no tengo ni idea, pero si tu tripulación tiene la mitad de interés que tu en reuniros de nuevo, entonces volverán a buscarte.
Le miró en silencio, sopesando si debería aproximarse o no, no estaba acostumbrada a la cercanía, necesitaba un espacio vital bastante holgado desde que era niña y no entendía muy bien la necesidad de la gente de tocarse y de estar cerca los unos a los otros, pero hacía rato que tenía los pies congelados y los pinchazos que recorrían los dedos de sus manos era una clara advertencia de que terminaría por perderlos si no se esforzaba por cubrirlos con algo. Aun un poco dubitativa, fue recogiendo los diferentes pedazos de huesos, rocas y demás materiales, los devolvió a la bolsita de cuero con runas cosidas en uno de sus laterales y se arrastró con naturalidad hasta colocarse al lado de Höor. Estaba tensa e incómoda, pero podía soportar un poco de eso a cambio de calor. Cerró los ojos apenas sin darse cuenta y se encogió sobre sí misma, pegando las rodillas a su pecho y rodeándolas con los brazos.- Tampoco yo se lo que significa. Hela marca a quien lo desea, pero ella nunca ha puesto interés en mi, es otro Dios el interesado y Hela solo quiere participar, supongo que para ella tu eres importante y necesitaba que nuestros caminos se cruzasen. El tiempo dirá si solo fue algo puntual o seguirá con el tiempo.- Le miró de reojo, tan cansada que apenas podía mantenerlos abiertos.- Está bien..Solo quiero..Llevar una vida normal.- Volvió a cerrar los ojos, humedeciéndose los labios, ni siquiera el frío podía superar lo agotada que estaba.- Randulf no es lo peor, el problema es quién le sigue. Tendrás que encontrar a Pandemonium primero, si deseas alcanzar a Randulf.- Y prácticamente mientras hablaba, se quedó dormida.
Ingrid Östberg- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 55
Fecha de inscripción : 18/10/2017
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
¿Pandemonium? ¿que era o quien era Pandemonium? Fuere como fuere, llegaría hasta Randulf aunque tuviera que atravesar las puertas de Hel, enfrentarme a Garm y así mirar de frente a Hela. Nunca temí a la muerte, supongo que porque bien sabia que no me alcanzaría sin acero entre mis manos y la suficiente sangre derramada por mi pueblo como para merecer a mi Valquiria.
Ingrid se había dormido abrazándose a si misma, estaba helada, cansada y francamente un trato era un trato, ofender a los dioses no era algo muy inteligente y si por algún motivo Hela quería que nuestros caminos se entrecruzaran, no iba yo a separarlo ,al menos por el momento.
Tiré de ella suavemente, la oí quejarse ligeramente, revolviéndose para acomodarse contra mi piel y así la afiancé entre mis brazos.
Su cabeza quedó posada en mi pecho, una de sus manos envolvió entre sueños mi cuello y dejando que los haces naranjas de la lumbre lamieran nuestra piel, ambos nos sumimos en un profundo sueño.
Cuando desperté mi cabeza estaba sobre la suya, mi brazo rodeaba su cintura y mi cuerpo quedaba completamente recostado sobre la pared rugosa sirviendole de improvisado lecho a la bruja.
-Ingrid -susurré moviéndome ligeramente -hay que despertar, ponernos en marcha, aprovechemos las horas de luz, hay que salir de esta isla.
Elevó su rostro somnoliento dándose de bruces con una picara sonrisa.
-Parece que soy un buen compañero de cama -bromeé con cierta sorna mientras esta negaba con la cabeza apartándose de mi.
Me revisó la herida asegurándose que no se hubiera infectado y tras cambiarme el vendaje manchado de lo que la herida había supurado durante la noche, comimos algo de fruta y raíces encontradas por las inmediaciones y nos pusimos en marcha.
Se agradecía que el sol estuviera fuera, el frio había calado en nuestro cuerpo, la isla parecía difícil de sortear, no solo porque desconocíamos su fauna, si no por lo espesa que era su vegetación que nos complicaba el avance a cada paso.
Fui abriendo con la espada paso entre las zarzas y matorrales, el sudor perlaba mi frente, estaba herido y no tener reposo alguno complicaba mas el asunto.
-¿quien es Pademonium? Dijiste que tenia que encontrarlo para matar a Randulf. Las brujas tendéis a hablar de un modo extraño, como en clave -apunté con una ladeada sonrisa -mi amigo Ulf esta casado con una de las vuestras, aunque esta tiene tites de guerrera, esgrime una sarten mejor que yo el acero -bromeé.
No me di cuenta en es momento que metía el pie en una tierra que me engulló por completo.
Arenas movedizas, tiré mis brazos para aferrarme a la maleza sin éxito pues cuanto mas me movía, mas profundo caía.
-¡Ingrid! -grité esperando que me ayudara.
Ingrid se había dormido abrazándose a si misma, estaba helada, cansada y francamente un trato era un trato, ofender a los dioses no era algo muy inteligente y si por algún motivo Hela quería que nuestros caminos se entrecruzaran, no iba yo a separarlo ,al menos por el momento.
Tiré de ella suavemente, la oí quejarse ligeramente, revolviéndose para acomodarse contra mi piel y así la afiancé entre mis brazos.
Su cabeza quedó posada en mi pecho, una de sus manos envolvió entre sueños mi cuello y dejando que los haces naranjas de la lumbre lamieran nuestra piel, ambos nos sumimos en un profundo sueño.
Cuando desperté mi cabeza estaba sobre la suya, mi brazo rodeaba su cintura y mi cuerpo quedaba completamente recostado sobre la pared rugosa sirviendole de improvisado lecho a la bruja.
-Ingrid -susurré moviéndome ligeramente -hay que despertar, ponernos en marcha, aprovechemos las horas de luz, hay que salir de esta isla.
Elevó su rostro somnoliento dándose de bruces con una picara sonrisa.
-Parece que soy un buen compañero de cama -bromeé con cierta sorna mientras esta negaba con la cabeza apartándose de mi.
Me revisó la herida asegurándose que no se hubiera infectado y tras cambiarme el vendaje manchado de lo que la herida había supurado durante la noche, comimos algo de fruta y raíces encontradas por las inmediaciones y nos pusimos en marcha.
Se agradecía que el sol estuviera fuera, el frio había calado en nuestro cuerpo, la isla parecía difícil de sortear, no solo porque desconocíamos su fauna, si no por lo espesa que era su vegetación que nos complicaba el avance a cada paso.
Fui abriendo con la espada paso entre las zarzas y matorrales, el sudor perlaba mi frente, estaba herido y no tener reposo alguno complicaba mas el asunto.
-¿quien es Pademonium? Dijiste que tenia que encontrarlo para matar a Randulf. Las brujas tendéis a hablar de un modo extraño, como en clave -apunté con una ladeada sonrisa -mi amigo Ulf esta casado con una de las vuestras, aunque esta tiene tites de guerrera, esgrime una sarten mejor que yo el acero -bromeé.
No me di cuenta en es momento que metía el pie en una tierra que me engulló por completo.
Arenas movedizas, tiré mis brazos para aferrarme a la maleza sin éxito pues cuanto mas me movía, mas profundo caía.
-¡Ingrid! -grité esperando que me ayudara.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
El cansancio impidió a Ingrid despertarse mientras Höor le acomodaba contra su pecho, tampoco le importó sentir el calor que desprendía, algo que a ambos les hacía mucha falta y el cuerpo era muy sabio, no se movió en el resto de la noche ya que era la única forma de huir del frío. Las primeras horas pasaron rápido, pero en cuanto la fase más intensa del sueño llegó también lo hicieron las pesadillas. Revivía el pantano, ahora teñido de más sangre Östberg, primero traicionados por los Cannif y luego por los suyos propios, era una tierra maldita y marchita, pero aun así Ingrid sabía que era suya. Luego escuchó las voces de sus hermanas, reconoció en seguida la risa histérica de Brilda.- Misi, misi, misi. ¿Dónde está el oso que me prometiste? ¿Ya lo tienes? ¿Dónde está? Tengo taaantas cosas para él. Dámelo Ingrid..- ¿Creías que te habías librado de nosotras? Qué inocente eres. La sangre es más espesa que el agua.- Sangre, ¡Sangre!- Y de nuevo la risa estridente.- Traidora.- ¿Y mi osito, Ingrid? Me lo prometiste. Ingrid. Ingrid.- Cuando abrió los ojos estaba sudando y el corazón desbocado. La voz de Brilda se había tornado lentamente en la de Höor y aquello le devolvió a la realidad, alejando la pesadilla.
Se levantó ensimismada, seria y muy callada, primero se aseó lo mejor que pudo y luego se vistió, más tarde comprobó casi de forma automática las heridas de Höor, asegurándose de que estuvieran cicatrizando bien y que tuvieran buen color. El agua salada era desagradable pero hacía su papel. Le miró de reojo y sonrió de medio lado..- Eso aun está por comprobar.- La poca comida que pudieron encontrar se le antojó el mejor manjar, tenía un hambre atroz y agradeció tener algo con lo que llenar el estómago.
Para ella la travesía estaba siendo insufrible, avanzaba con una mano sobre la costilla rota aunque eso no le proporcionaba ningún consuelo, seguía con la pesadilla rondando su cabeza y lo real que habían parecido las voces de sus hermanas, incluso después de despertarse...Pero de eso se trataban los malos sueños, aunque algunos de ellos para ella tenían otro significado, los Dioses tendían a enviarle mensajes, como si en la inconsciencia fuera más fácil hablar con ella, de ese modo supo de la existencia de Höor. No estaba en su naturaleza quejarse, de modo que agradeció la conversación desenfadada y sonrió por el comentario. Le daba cierto respeto conocer a otras brujas, teniendo en cuenta que los pocos hechiceros que había conocido eran muy retorcidos, no sabía si era capaz de tener más de esos en su día a día. Antes de poder contestar a sus preguntas, vio cómo el guerrero se hundía y se sobresaltó tanto como para quedarse clavada en el sitio, paralizada.
Se inclinó hacia delante para intentar cogerle pero en cuanto notó el tirón de la costilla dolida supo en seguida que no iba a poder tirar y mucho menos sacar a Höor de allí, cuando pesaba bastante más que ella. Le miró en silencio, aunque su cabeza iba a mil por hora, por un momento podía parecer que le estaba viendo morir, de hecho, hasta se dio la vuelta y se alejó de su vista, le abandonaba. No tardó mucho en volver, pero para el Cannif podría haber sido una eternidad, mientras la arena alcanzaba ya su pecho y seguía tragándoselo. Ingrid rodeó un árbol cercano con una de sus lianas, haciendo un buen nudo y luego lanzó la cuerda hacia Höor sujetándola por el otro extremo para ayudarle a salir tirando de ella si fuera necesario.- ¡Cógela!- La liana era bastante escurridiza y era difícil de coger, pero al menos esperaba que fuera suficiente para sacarle de allí. ¡En esos momentos no se le ocurría de otra manera!
Se levantó ensimismada, seria y muy callada, primero se aseó lo mejor que pudo y luego se vistió, más tarde comprobó casi de forma automática las heridas de Höor, asegurándose de que estuvieran cicatrizando bien y que tuvieran buen color. El agua salada era desagradable pero hacía su papel. Le miró de reojo y sonrió de medio lado..- Eso aun está por comprobar.- La poca comida que pudieron encontrar se le antojó el mejor manjar, tenía un hambre atroz y agradeció tener algo con lo que llenar el estómago.
Para ella la travesía estaba siendo insufrible, avanzaba con una mano sobre la costilla rota aunque eso no le proporcionaba ningún consuelo, seguía con la pesadilla rondando su cabeza y lo real que habían parecido las voces de sus hermanas, incluso después de despertarse...Pero de eso se trataban los malos sueños, aunque algunos de ellos para ella tenían otro significado, los Dioses tendían a enviarle mensajes, como si en la inconsciencia fuera más fácil hablar con ella, de ese modo supo de la existencia de Höor. No estaba en su naturaleza quejarse, de modo que agradeció la conversación desenfadada y sonrió por el comentario. Le daba cierto respeto conocer a otras brujas, teniendo en cuenta que los pocos hechiceros que había conocido eran muy retorcidos, no sabía si era capaz de tener más de esos en su día a día. Antes de poder contestar a sus preguntas, vio cómo el guerrero se hundía y se sobresaltó tanto como para quedarse clavada en el sitio, paralizada.
Se inclinó hacia delante para intentar cogerle pero en cuanto notó el tirón de la costilla dolida supo en seguida que no iba a poder tirar y mucho menos sacar a Höor de allí, cuando pesaba bastante más que ella. Le miró en silencio, aunque su cabeza iba a mil por hora, por un momento podía parecer que le estaba viendo morir, de hecho, hasta se dio la vuelta y se alejó de su vista, le abandonaba. No tardó mucho en volver, pero para el Cannif podría haber sido una eternidad, mientras la arena alcanzaba ya su pecho y seguía tragándoselo. Ingrid rodeó un árbol cercano con una de sus lianas, haciendo un buen nudo y luego lanzó la cuerda hacia Höor sujetándola por el otro extremo para ayudarle a salir tirando de ella si fuera necesario.- ¡Cógela!- La liana era bastante escurridiza y era difícil de coger, pero al menos esperaba que fuera suficiente para sacarle de allí. ¡En esos momentos no se le ocurría de otra manera!
Ingrid Östberg- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 55
Fecha de inscripción : 18/10/2017
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
Incrédulo tras un primer intento de darme la mano sin éxito, pareció reaccionar, aunque no del modo que yo esperaba, se alzó mientras yo era engullido por aquellas tierras mojadas ansiosas de darme muerte.
-¡Ingrid! -volví a llamarla al ver que paralizada se limitaba a esperar mi muerte. Justo cuando escuchó su nombre me dio la espalda para largarse - ¡Joder! - rugí mirando a mi alrededor, buscando algún modo de salir de esta.
Me había enfrentado demasiados peligros acero en mano como para permitir que unas arenas me tragaran alejándome del Valhalla.
No debía haber confiado en ella, pero..¿que podía esperar de una puta Moira que se hacia pasar por niña para salir ilesa de esta?
Gruñí sintiéndome idiota, todo lo de la cueva había sido otra de sus artimañas y yo me había tragado todo cuanto había contado sobre el yugo que caía sobre su cabeza.
Intentaba alcanzar na rama bastante alejada, cuando de pronto y lejos de lo que yo esperaba, Ingid apareció ante mi con una liana que anudó con firmeza al tronco de un árbol y que me lanzó lo mas cerca que pudo para que me cogiera a ella impidiendo así mi clara muerte.
Me costó un poco coger la punta, moverse implicaba hundirme mas y en el intento, ya me llegaba casi al cuello aquella tierra pantanosa.
Enrosqué la maroma a mi mano y con fuerza empecé a tirar para salir, Ingrid desde el otro extremo trataba de ayudarme con la poca fuerza que le permitía hacer la herida.
Caímos sobre tierra firme ambos con la respiración agitada por el esfuerzo, ladeé la sonrisa clavando en ella mis pardos.
-Y yo que pensaba que la primera vez que te viera jadear seria de forma mas placentera y que estaría hundido en un vaivén de caderas.
Mi pecho subía y bajaba violento y mi voz sonaba entrecortada, pero la broma había roto la tensión entre ambos y acabamos riéndonos.
-Te confieso que pensé que me ibas a dejar morir -llevé mi frente hasta la suya de forma afectuosa -gracias.Y ahora, pongámonos en marcha, tenemos que salir de aquí -susurré con el vaho blanquecino que expulsaban mis palabras adentrándose entre sus labios.
Hacia frio, las temperaturas eran bajas en aquel lugar húmedo rodeado de agua por todas partes.
Me alcé y tiré de ella con delicadeza para no dañar mas su costilla.
-Apóyate, estoy bien y tu no aguantaras el ritmo -fui sincero, aunque la herida de mi pecho dolía, estaba mas acostumbrado que ella a las adversidades físicas.
Ella era una bruja poderosa, eso no lo dudaba, pero de tener magia para sacarnos de aquí, ya la habría utilizado.
-Tenemos que llegar al otro extremo de la isla antes del anochecer, si prendemos allí una fogata y la mantenemos viva, quizás Dani pueda verla y venir por nosotros.
-¡Ingrid! -volví a llamarla al ver que paralizada se limitaba a esperar mi muerte. Justo cuando escuchó su nombre me dio la espalda para largarse - ¡Joder! - rugí mirando a mi alrededor, buscando algún modo de salir de esta.
Me había enfrentado demasiados peligros acero en mano como para permitir que unas arenas me tragaran alejándome del Valhalla.
No debía haber confiado en ella, pero..¿que podía esperar de una puta Moira que se hacia pasar por niña para salir ilesa de esta?
Gruñí sintiéndome idiota, todo lo de la cueva había sido otra de sus artimañas y yo me había tragado todo cuanto había contado sobre el yugo que caía sobre su cabeza.
Intentaba alcanzar na rama bastante alejada, cuando de pronto y lejos de lo que yo esperaba, Ingid apareció ante mi con una liana que anudó con firmeza al tronco de un árbol y que me lanzó lo mas cerca que pudo para que me cogiera a ella impidiendo así mi clara muerte.
Me costó un poco coger la punta, moverse implicaba hundirme mas y en el intento, ya me llegaba casi al cuello aquella tierra pantanosa.
Enrosqué la maroma a mi mano y con fuerza empecé a tirar para salir, Ingrid desde el otro extremo trataba de ayudarme con la poca fuerza que le permitía hacer la herida.
Caímos sobre tierra firme ambos con la respiración agitada por el esfuerzo, ladeé la sonrisa clavando en ella mis pardos.
-Y yo que pensaba que la primera vez que te viera jadear seria de forma mas placentera y que estaría hundido en un vaivén de caderas.
Mi pecho subía y bajaba violento y mi voz sonaba entrecortada, pero la broma había roto la tensión entre ambos y acabamos riéndonos.
-Te confieso que pensé que me ibas a dejar morir -llevé mi frente hasta la suya de forma afectuosa -gracias.Y ahora, pongámonos en marcha, tenemos que salir de aquí -susurré con el vaho blanquecino que expulsaban mis palabras adentrándose entre sus labios.
Hacia frio, las temperaturas eran bajas en aquel lugar húmedo rodeado de agua por todas partes.
Me alcé y tiré de ella con delicadeza para no dañar mas su costilla.
-Apóyate, estoy bien y tu no aguantaras el ritmo -fui sincero, aunque la herida de mi pecho dolía, estaba mas acostumbrado que ella a las adversidades físicas.
Ella era una bruja poderosa, eso no lo dudaba, pero de tener magia para sacarnos de aquí, ya la habría utilizado.
-Tenemos que llegar al otro extremo de la isla antes del anochecer, si prendemos allí una fogata y la mantenemos viva, quizás Dani pueda verla y venir por nosotros.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
Ingrid no gritaba pero si alguien tuviera tiempo de fijarse se daría cuenta de que en su mirada había pavor, en cuanto vio que el Cannif se hundía más allá del pecho empezó a entrar en pánico y tiró con tanta fuerza como podía a pesar de los pinchazos de advertencia de su lastimada costilla, eso era completamente secundario si la otra opción era la muerte del noruego. Clavó los pies en la tierra y tiró con todas sus fuerzas, cuando finalmente él consiguió salir, se cayó hacia atrás por el esfuerzo y aunque tuvo ganas de gritar de dolor se contuvo, demasiado ocupada en recuperar el aliento. Aun estaba asustada, con la adrenalina recorriendo sus venas cuando escuchó la chanza de Höor. Al principio estaba incrédula, pero poco después aceptó que su actitud evitaba que ambos se relajaran, que las penas fueran menos penas.
Sonrió divertida y luego negó con la cabeza, aun jadeando.- Eres un imbécil. Me has dado un susto de muerte.- Aceptó, porque necesitaba exteriorizarlo, como si una vez dicho en alto el pánico que la había dejado como una estatua se esfumara. Apreciaba el carácter del moreno, siempre alegre, dispuesto a soltar una tontería sin importar las circunstancias. Se puso en pie despaciocon la ayuda de Höor, comprobó que el vikingo tenía todo en su sitio y le quitó algo de arena del pecho y los brazos para que luego no quisiera morir del picor. Le miró a los ojos cuando confesó lo que había pensado, pero no se sintió ofendida...teniendo en cuenta su historial, si fuera Skogull le habría dejado allí, Brilda sencillamente había disfrutado viendo cómo las arenas le engullían.- Es natural...La confianza se gana con acciones, no con palabras, soy paciente..Tarde o temprano te darás cuenta de que puedes confiar en mi.
Se apoyó sin dudar, estaba ya cansada antes de aquel accidente, pero ahora la costilla no hacía más que pegar punzadas de dolor, uno punzante y muy molesto que le hacía marearse, el terreno abrupto no ayudaba para nada y el sobre esfuerzo tampoco. Por eso mismo no le dio vergüenza asirse a él, rodeando su baja espalda con el brazo para usar su condición física superior. Al principio, no le pareció mala la idea, pero si Dani podría verlo.- Höor..¿Y si no es Dani quien nos ve?-Bajó la mirada, pensativa.- Bueno..Podrías ocultarte, esperaré con la hoguera y si es seguro, entonces te unes..De ese modo nos evitamos sorpresas.
Sonrió divertida y luego negó con la cabeza, aun jadeando.- Eres un imbécil. Me has dado un susto de muerte.- Aceptó, porque necesitaba exteriorizarlo, como si una vez dicho en alto el pánico que la había dejado como una estatua se esfumara. Apreciaba el carácter del moreno, siempre alegre, dispuesto a soltar una tontería sin importar las circunstancias. Se puso en pie despaciocon la ayuda de Höor, comprobó que el vikingo tenía todo en su sitio y le quitó algo de arena del pecho y los brazos para que luego no quisiera morir del picor. Le miró a los ojos cuando confesó lo que había pensado, pero no se sintió ofendida...teniendo en cuenta su historial, si fuera Skogull le habría dejado allí, Brilda sencillamente había disfrutado viendo cómo las arenas le engullían.- Es natural...La confianza se gana con acciones, no con palabras, soy paciente..Tarde o temprano te darás cuenta de que puedes confiar en mi.
Se apoyó sin dudar, estaba ya cansada antes de aquel accidente, pero ahora la costilla no hacía más que pegar punzadas de dolor, uno punzante y muy molesto que le hacía marearse, el terreno abrupto no ayudaba para nada y el sobre esfuerzo tampoco. Por eso mismo no le dio vergüenza asirse a él, rodeando su baja espalda con el brazo para usar su condición física superior. Al principio, no le pareció mala la idea, pero si Dani podría verlo.- Höor..¿Y si no es Dani quien nos ve?-Bajó la mirada, pensativa.- Bueno..Podrías ocultarte, esperaré con la hoguera y si es seguro, entonces te unes..De ese modo nos evitamos sorpresas.
Ingrid Östberg- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 55
Fecha de inscripción : 18/10/2017
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
Con mi mano rodeando su cintura seguimos avanzando por la isla, el relieve iba cambiando, pero si algo estaba claro es que la noche empezaba a cernirse sobre nosotros de nuevo y de nuevo la humedad calaba en nuestros huesos.
-Tenemos que estar cerca de la costa, aguanta preciosa, si alguien puede sortear una tormenta y dar con nosotros esa es la capitán Morgan, es muy terca, nos encontrará.
Confiaba en esa mujer y en los hombres que la acompañaban, era muy consciente que no iba a abandonarme a mi suerte.
-No se, ambos podemos correr riesgos si nos quedamos solos frente al fuego, si es Dani la que da con nosotros bien puede meterte un tiro entre cejo y cejo si piensa que la has traicionado y si es alguno barco de Randulf, bajaran para darme caza, el precio por mi cabeza es elevado, así que..sentémonos ambos frente a la lumbre y disfrutemos de la noche cerrada que hará hoy.
Tras un par de horas mas llegábamos a la orilla, la dejé caer con suavidad, temblaba y las pieles de mis hombros cayeron suaves sobre los ajenos.
-Tranquila, estoy bien, voy a recoger leños para la fogata, necesitas entrar en calor.
Ella no era una guerrera no estaba hecha para las penurias..aunque algo me decía que había pasado muchas.
-ves chasqueando los dedos para prender fuego -bromeé guiñándole un ojo tratando de hacerla sonreír -tengo el culo congelado, ni queriendo se me alzaba la verga ahora mismo -bromeé mientras ella negaba por mis palabras.
Estábamos perdidos en medio de la nada, pero si algo sabia es que dejarnos vencer era el peor de los errores, así que yo pensaba luchar con positividad.
Confiaba en los míos, si prendíamos ese fuego haría las veces de faro y sabia sobradamente que Dani debía estar fondeando esos mares para dar conmigo.
Regresé tras acumular los suficientes maderos como para aguantar la noche con un fuego lo suficientemente alto como para ser visto a millas de distancia.
Los dejé caer frente a la bruja, mi respiración agitada delataba que yo también estaba cansado ,a fin de cuentas estaba herido como ella, pero si ambos nos dejábamos vencer por la adversidad acabaríamos muertos en aquel lugar.
-Venga brujita, calientame -bromeé guiñándole el ojo refiriéndome con un doble juego de palabras a que prendiera la lumbre. -lo que daría por una buena botella de whisky.
-Tenemos que estar cerca de la costa, aguanta preciosa, si alguien puede sortear una tormenta y dar con nosotros esa es la capitán Morgan, es muy terca, nos encontrará.
Confiaba en esa mujer y en los hombres que la acompañaban, era muy consciente que no iba a abandonarme a mi suerte.
-No se, ambos podemos correr riesgos si nos quedamos solos frente al fuego, si es Dani la que da con nosotros bien puede meterte un tiro entre cejo y cejo si piensa que la has traicionado y si es alguno barco de Randulf, bajaran para darme caza, el precio por mi cabeza es elevado, así que..sentémonos ambos frente a la lumbre y disfrutemos de la noche cerrada que hará hoy.
Tras un par de horas mas llegábamos a la orilla, la dejé caer con suavidad, temblaba y las pieles de mis hombros cayeron suaves sobre los ajenos.
-Tranquila, estoy bien, voy a recoger leños para la fogata, necesitas entrar en calor.
Ella no era una guerrera no estaba hecha para las penurias..aunque algo me decía que había pasado muchas.
-ves chasqueando los dedos para prender fuego -bromeé guiñándole un ojo tratando de hacerla sonreír -tengo el culo congelado, ni queriendo se me alzaba la verga ahora mismo -bromeé mientras ella negaba por mis palabras.
Estábamos perdidos en medio de la nada, pero si algo sabia es que dejarnos vencer era el peor de los errores, así que yo pensaba luchar con positividad.
Confiaba en los míos, si prendíamos ese fuego haría las veces de faro y sabia sobradamente que Dani debía estar fondeando esos mares para dar conmigo.
Regresé tras acumular los suficientes maderos como para aguantar la noche con un fuego lo suficientemente alto como para ser visto a millas de distancia.
Los dejé caer frente a la bruja, mi respiración agitada delataba que yo también estaba cansado ,a fin de cuentas estaba herido como ella, pero si ambos nos dejábamos vencer por la adversidad acabaríamos muertos en aquel lugar.
-Venga brujita, calientame -bromeé guiñándole el ojo refiriéndome con un doble juego de palabras a que prendiera la lumbre. -lo que daría por una buena botella de whisky.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
Seguía sin estar convencida, además los barcos se veían desde lejos, aunque no durante la noche, lo más seguro era que se lo encontrasen cerca de las costas, porque ni el capitán más temerario osaría echar el ancla cerca de una orilla que no conocía. Miró hacia el cielo, despejado a medias pero con la luna creciente, si las nubes no molestaban tal vez sería factible enviar un bote hasta allí con la poca luz que brindase. Para cuando llegaron a la orilla, Ingrid estaba agotada, se dejó caer sin rechistar en la orilla y de nuevo se encogió sobre si misma procurando aportar calor a su cuerpo.
Levantó una ceja cuando le escuchó hablar de chasquear dedos, si le decía que en realidad ella no tenía esa capacidad iba a pensar que era una inútil, no sabía combatir, no sabía prender una hoguera con magia...Pero no todos los brujos eran capaces de manipular los elementos. Volvió a sonreír negando con la cabeza, preguntándose para qué querría que se le levantase teniendo en cuenta las circunstancias. Mientras Höor fue a por leña, ella se puso a buscar lo necesario para inicar fuego, como madera de diferentes tipos de árbol, con unas características específicas, ramitas secas, hojarasca, etc, con la que hizo un pequeño montón, suficiente para encender una pequeña llamita. Le costó lo suyo, de hecho el Cannif encontró a la bruja girando una pequeña rama con las palmas de las manos presionando un extremo contra un tronco más grande, en ese momento apareció algo de humo y poco después la hojarasca se prendía iniciando la reacción.
Jadeando, Ingrid se apresuró a coger las ramas más finas que había traído el Cannif y las fue colocando como una pirámide, añadiendo una a una con lentitud, para evitar que se apagasen y no ahogar la llama. Se frotaba el sudor de la frente cuando miró de reojo al noruego.- Cómo puedes estar pensando en vergas y en calentamientos todo el día, cualquiera diría que pasas necesidades.- Una vez el fuego fue tomando tamaño, añadió uno de los troncos más grandes y ya pudo respirar tranquila sin temor a que se apagara, ahora solo quedaba estar pendiente para evitar que se quedase sin leña.- Con agua yo me conformaba.- Se humedeció los labios, mirando el fuego, que le recordaba a su hermana pequeña.- Brilda era la que tenía afinidad con los elementos. Mis poderes son..De otro tipo.- Siempre había sido menospreciada por sus hermanas, pero después de todo fue su ingenio y su concentración la que venció tanto a la fuerza descontrolada de Brilda como a la astucia de Skogull. Ella resultó ser la más calculadora y fría de todas sus hermanas y eso que esa medalla la tenía colgada Skogull.
Levantó una ceja cuando le escuchó hablar de chasquear dedos, si le decía que en realidad ella no tenía esa capacidad iba a pensar que era una inútil, no sabía combatir, no sabía prender una hoguera con magia...Pero no todos los brujos eran capaces de manipular los elementos. Volvió a sonreír negando con la cabeza, preguntándose para qué querría que se le levantase teniendo en cuenta las circunstancias. Mientras Höor fue a por leña, ella se puso a buscar lo necesario para inicar fuego, como madera de diferentes tipos de árbol, con unas características específicas, ramitas secas, hojarasca, etc, con la que hizo un pequeño montón, suficiente para encender una pequeña llamita. Le costó lo suyo, de hecho el Cannif encontró a la bruja girando una pequeña rama con las palmas de las manos presionando un extremo contra un tronco más grande, en ese momento apareció algo de humo y poco después la hojarasca se prendía iniciando la reacción.
Jadeando, Ingrid se apresuró a coger las ramas más finas que había traído el Cannif y las fue colocando como una pirámide, añadiendo una a una con lentitud, para evitar que se apagasen y no ahogar la llama. Se frotaba el sudor de la frente cuando miró de reojo al noruego.- Cómo puedes estar pensando en vergas y en calentamientos todo el día, cualquiera diría que pasas necesidades.- Una vez el fuego fue tomando tamaño, añadió uno de los troncos más grandes y ya pudo respirar tranquila sin temor a que se apagara, ahora solo quedaba estar pendiente para evitar que se quedase sin leña.- Con agua yo me conformaba.- Se humedeció los labios, mirando el fuego, que le recordaba a su hermana pequeña.- Brilda era la que tenía afinidad con los elementos. Mis poderes son..De otro tipo.- Siempre había sido menospreciada por sus hermanas, pero después de todo fue su ingenio y su concentración la que venció tanto a la fuerza descontrolada de Brilda como a la astucia de Skogull. Ella resultó ser la más calculadora y fría de todas sus hermanas y eso que esa medalla la tenía colgada Skogull.
Ingrid Östberg- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 55
Fecha de inscripción : 18/10/2017
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
La tormenta los engulló como si de un enorme kraken se tratase. La Venganza de la Reina Ana se debatió como un mosquito en una corriente de aire, como si fuera un barquito de papel. Los truenos y rayos restallaban en la oscura noche, la lluvia invadía la cubierta, los imbornales no cesaban de drenar agua para evitar que el barco se hundiese y los marineros iban dando tumbos por la cubierta, resbalando y tratando de maniobrar y mantener el control de la nave. Pero todo fue en vano, finalmente plegaron las velas para que no se rompieran y dejaron que el mar embravecido los agitase de un lado a otro hasta que se calmó. Cuando amainó la tempestad Danielle sacó los aparejos y trató de ubicarse por las estrellas trazando lineas en sus cartas de navegación hasta señalar con el dedo donde se encontraban exactamente. Estaban a unas veinte millas de una isla. Aunque se negaba a pensarlo, Höor podría estar muerto, arrastrado por la corriente, flotando en el mar...¿Dónde estaba Giuliana cuando se la necesitaba? con sus visiones podrían saber si al menos estaba vivo. Tenía que estarlo, ese vikingo era tan cabezota que no habría caido ni ante la furia de Poseidón.
Decidió hacer una batida, si estaba en tierra, sería listo y trataría de hacer señales. Ordenó arriar velas y navegaron paralelos a la costa en busca de alguna señal. Durante varias horas otearon el oscuro horizonte de la costa sin vislumbrar ningun signo de vida. Cuando empezaba a clarear el alba, a lo lejos divisó lo que en sus mapas era una isla pequeña y le pareció ver un puntito brillante, cambiaron el rumbo a toda vela, y cuando se fueron acercando constantó que era una hoguera. Pero no tenía por qué ser Höor, podría ser cualquiera. Sacó su pistolete y disparó una bala al aire, para exigirle señales a quien estuviera en esa orilla. Si era Hoor reconocería el mascarón de proa de la Reina Ana y al menos agitaría una antorcha para avisarles.
Decidió hacer una batida, si estaba en tierra, sería listo y trataría de hacer señales. Ordenó arriar velas y navegaron paralelos a la costa en busca de alguna señal. Durante varias horas otearon el oscuro horizonte de la costa sin vislumbrar ningun signo de vida. Cuando empezaba a clarear el alba, a lo lejos divisó lo que en sus mapas era una isla pequeña y le pareció ver un puntito brillante, cambiaron el rumbo a toda vela, y cuando se fueron acercando constantó que era una hoguera. Pero no tenía por qué ser Höor, podría ser cualquiera. Sacó su pistolete y disparó una bala al aire, para exigirle señales a quien estuviera en esa orilla. Si era Hoor reconocería el mascarón de proa de la Reina Ana y al menos agitaría una antorcha para avisarles.
Danielle Morgan- Humano Clase Media
- Mensajes : 245
Fecha de inscripción : 21/08/2017
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
Enarqué una ceja al ver como hacia fuego, no quedaba tan épico como en mi mente lo había imaginado, un chasqueo de dedos y una enorme llama sobre los maderos, mas como lo hizo era del mismo modo en el que podía hacerlo yo, un humano.
Me dejé caer a su lado con una picara sonrisa en los labios.
-¿si lo prefieres hablamos del tiempo? -bromeé al decir que no sabia porque hablaba de vergas y de calentamientos. La verdad, porque así eramos nosotros los vikingos, trataba de quitar mierda a este asunto, estábamos jodidos, al menos trataba de bromear y olvidar la situación que teníamos.
-Si esta noche no nos encuentran, ahora que hemos llegado al lugar donde mas posibilidades tenemos, construiré una cabaña para poder refugiarnos, durante el camino he visto troncos lo suficientemente gordos como para hacer la estructura, hay lianas y con las ramas mas tupidas haré las paredes.
Quizás ella necesitaba no escuchar bromas, si no planes para sobrevivir y por Odin que yo los tenia, no iba a dejarme vencer por una isla.
Cazar no seria tan complicado, si había plantas, debían haber herbívoros, el agua...pues si la lluvia no nos la regalaba, había visto unos latos palmerales, lo malo es que los cocos estaban muy altos y cogerlos seria complicado, peor ayudándome con la camisola y trepando por el trono como si escalara quizás pudiera alcanzarlos.
Sumido en mis pensamientos sentí como la bruja caía rendida sobre mi hombro, ladeé la sonrisa acomodándola para que pudiera descansar, no nos vendrían mal las fuerzas para el arduo trabajo que nos esperaba mañana.
Fue en ese instante en el que escuché un tiro, me puse en pie caminando hacia la orilla con el fuego a mi espalda, tenia que ser Dani, y si no, que mas daba, mejor cualquier opción que seguir perdidos en la isla.
Corrí hacia la lumbre quitándome la camisa que enredé y até en uno de los palos mas largos que encontré y la prendí de la lumbre con rapidez.
La sacudí en el aire de un lado a otro, si era la Reina Anna se daría cuenta de que pedíamos auxilio.
Sin duda así fue, pues el barco empezó a buscar la costa donde nosotros nos encontrábamos.
-¡Vamos Ingrid, es Dani, nos vamos a casa!
Me dejé caer a su lado con una picara sonrisa en los labios.
-¿si lo prefieres hablamos del tiempo? -bromeé al decir que no sabia porque hablaba de vergas y de calentamientos. La verdad, porque así eramos nosotros los vikingos, trataba de quitar mierda a este asunto, estábamos jodidos, al menos trataba de bromear y olvidar la situación que teníamos.
-Si esta noche no nos encuentran, ahora que hemos llegado al lugar donde mas posibilidades tenemos, construiré una cabaña para poder refugiarnos, durante el camino he visto troncos lo suficientemente gordos como para hacer la estructura, hay lianas y con las ramas mas tupidas haré las paredes.
Quizás ella necesitaba no escuchar bromas, si no planes para sobrevivir y por Odin que yo los tenia, no iba a dejarme vencer por una isla.
Cazar no seria tan complicado, si había plantas, debían haber herbívoros, el agua...pues si la lluvia no nos la regalaba, había visto unos latos palmerales, lo malo es que los cocos estaban muy altos y cogerlos seria complicado, peor ayudándome con la camisola y trepando por el trono como si escalara quizás pudiera alcanzarlos.
Sumido en mis pensamientos sentí como la bruja caía rendida sobre mi hombro, ladeé la sonrisa acomodándola para que pudiera descansar, no nos vendrían mal las fuerzas para el arduo trabajo que nos esperaba mañana.
Fue en ese instante en el que escuché un tiro, me puse en pie caminando hacia la orilla con el fuego a mi espalda, tenia que ser Dani, y si no, que mas daba, mejor cualquier opción que seguir perdidos en la isla.
Corrí hacia la lumbre quitándome la camisa que enredé y até en uno de los palos mas largos que encontré y la prendí de la lumbre con rapidez.
La sacudí en el aire de un lado a otro, si era la Reina Anna se daría cuenta de que pedíamos auxilio.
Sin duda así fue, pues el barco empezó a buscar la costa donde nosotros nos encontrábamos.
-¡Vamos Ingrid, es Dani, nos vamos a casa!
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Navegando entre la verdad de una mentira (privado)
Sonrió sin comentar nada más, recordando que hasta para hacer un comentario sobre el tiempo soltó una de sus chanzas, empezaba a ser consciente de que esa era su forma de ser y que era mejor no darle más importancia a sus comentarios de las que tenía una broma cualquiera. No estaba acostumbrada a las risas, ni a la camaradería, era una mujer solitaria y fría, se había vuelto desconfiada con el tiempo, no era una bruja fuerte, era una que se valía de lo inesperado, de su inteligencia y de su enorme paciencia. Por eso mismo tampoco estaba apurada por sobrevivir, tal vez si por encontrar agua que era lo que más le preocupaba, como bien decía Höor allí había árboles suficientes para hacer un refugio, ese no era el problema.
Ingrid se veía afectada por la falta de agua, su condición física no era la mejor, de hecho vivía en un pantano si allí sobraba algo además de mosquitos era el agua y por raro que pudiera parecer, mientras había estado bajo el ala de sus hermanas y de su mentor nunca le había faltado de nada. De modo que se encontró matando la sed a base de la somnolencia que le provocaba y acabó de mala manera apoyada sobre el noruego, levantó la cabeza en cuanto él se movió, a pesar de que no estaba por la labor de ponerse en pie todavía miró hacia la orilla, donde un imponente navío se abría paso entre las olas.
Finalmente, se incorporó, mirando el lejano barco pero completamente aliviada, lo de volver a casa le pareció un eufemismo. ¿Casa? Qué casa, ella no tenía ninguna. Se acercó a la hoguera un tanto preocupada, mirando a su alrededor para estar segura de que nadie más había visto ni la fogata ni había notado el barco ni la llamada de atención, por suerte, el temporal había sido tan intenso que el único capitán que había osado enfrentarlo fue Danielle Morgan.
Ingrid se veía afectada por la falta de agua, su condición física no era la mejor, de hecho vivía en un pantano si allí sobraba algo además de mosquitos era el agua y por raro que pudiera parecer, mientras había estado bajo el ala de sus hermanas y de su mentor nunca le había faltado de nada. De modo que se encontró matando la sed a base de la somnolencia que le provocaba y acabó de mala manera apoyada sobre el noruego, levantó la cabeza en cuanto él se movió, a pesar de que no estaba por la labor de ponerse en pie todavía miró hacia la orilla, donde un imponente navío se abría paso entre las olas.
Finalmente, se incorporó, mirando el lejano barco pero completamente aliviada, lo de volver a casa le pareció un eufemismo. ¿Casa? Qué casa, ella no tenía ninguna. Se acercó a la hoguera un tanto preocupada, mirando a su alrededor para estar segura de que nadie más había visto ni la fogata ni había notado el barco ni la llamada de atención, por suerte, el temporal había sido tan intenso que el único capitán que había osado enfrentarlo fue Danielle Morgan.
Ingrid Östberg- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 55
Fecha de inscripción : 18/10/2017
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» ¿Verdad o Mentira? (In Gladius Dei) {Privado}
» El arte es magia liberada de la mentira de ser verdad | Privado
» Recolección de la Verdad - Privado
» La verdad es una antorcha que luce entre la niebla[Privado]
» El dolor es la unica verdad en la mentira~ {Devonne relationships}
» El arte es magia liberada de la mentira de ser verdad | Privado
» Recolección de la Verdad - Privado
» La verdad es una antorcha que luce entre la niebla[Privado]
» El dolor es la unica verdad en la mentira~ {Devonne relationships}
Página 3 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour