night walk /Libre/

por **Lyriett Moon** Miér Nov 15, 2017 10:18 am

Hacia una noche explendida, o al menos así era como la consideraba, paseaba por los suburbios de París, no es que fuera el sitio ideal, pero era un buen lugar donde ella ya estaba acostumbrada a moverse, aunque muy raramente se iba a poder ver a alguien decente por ahí. Vagando perdida entre los callejones, mientras observa a su alrededor, útilizando sus sentidos más agudizados que hace un año, pero dasde entonces siempre una ardua alerta continua sin poderlo evitar.

Avanzaba en alerta por lo que pudiese encontrar, la verdad solo encontraba miradas oscuras de aquellos con los que se cruzaba, quizás pudiese encontrar a alguien a quien poder sacar algo brillante de la situación, sonrió maliciosamente cuando divisó a un caballero al que posiblemente podría sacar algo de valor. La joven no dudo en iniciar su juego favorito, de echo se atrevió a acercarse como quien no quisiera la cosa, y empezar a tontear con él, el hombre no parecía alguien de trigo limpio ciertamente, quizás estuviera buscando las peleas clandestinas o algún divertimento ilegal que pudiera proporcionarle una noche de diversión.

Pero parecía que el encuentro con la chica le daba ideas, y algunas muy sucias, bien lo sabía Lyriett que le miraba sonriendo de esa manera coqueta, agarrandose a él del brazo, quizás la confundiese con una meretriz en busca de su dinero, pero eso no parecía cortar al hombre las ideas y mucho menos sus alas. Que tenía ganas de algo más que de hablar, Lyriett notó como deslizó la mano hasta su culo, lo que hizo que alzase una ceja, y empujase por instinto al hombre.

Este pareció desconcertado por ello, e intento por las malas, así que Lyriett no dudó en coger una piedra del pavimento y golpear con fuerza la cabeza del hombre dejandolo totalmente incosciente, Lyriett no perdió tiempo en registrarle hasta encontrar algo de valor, un precioso collar que sin duda iba a empeñar para conseguir dinero, la chica sonrió maliciosa y salió a toda prisa del callejón, sin importarle mucho aquel hombre que ya se lamentaría al despertar golpeado y sin blanca. La chica iba caminando distraidamente observando el bonito collar.

por **Bjorn Agrippa** Vie Nov 17, 2017 6:56 am

-¿Enserio este ha sido el lugar más idóneo que se te ha ocurrido para vernos? Te consideraba una persona más inteligente y precavida, Sasha-. Entre la sombra de dos arboles cercanos emergió una figura alta y delgada, masculina. Se trataba de Bjorn, quien mantuvo el ritmo de sus pasos hasta colocarse frente a la pelirroja que lo esperaba desde hacía un par de minutos en uno de los parques más escondidos de los barrios bajos de la ciudad. Aquellos lares no eran ni por asomo los favoritos del brujo y mucho menos de noche, no obstante aquella cita era importante para él y puesto que la mujer no le dio otra alternativa no le quedó más remedio que dejar a un lado sus prejuicios y descender a la clase baja.

-Dime, ¿has traído eso?- ''Eso'' era un antiguo diario del primero Agrippa que pisó París varias décadas atrás, el mismo que por avaricia maldijo el linaje. Aquel pequeño tesoro familiar estaba en manos de la pelirroja debido a que su familia fue la única que intentó ayudar a los Agrippa antes de su marcha a Islandia, no obstante según Bjorn podía tener la clave para terminar con aquella estupidez de la maldición o al menos de conocer la historia de primera mano. -Descuida, no estoy interesado en volver a verte, no obstante si necesitas algo recuerda que estoy en deuda contigo, mi familia entera lo está... estaba-. Sin decir nada guardó el viejo diario en el interior de su abrigo largo negro y se fue por donde había venido desapareciendo nuevamente entre los arboles.

En el camino de regreso a casa escuchó voces seguidas de varios golpes. No era propio de él inmiscuirse en asuntos ajenos y muchos en aquellos barrios donde todo era posible, no obstante aquella vez hizo una excepción y fue a ver de que se trataba. Cuando llegó ya todo estaba resuelto, un hombre yacía inconsciente en el suelo a la vez que no una mujer se alejaba de la escena con un collar, probablemente robado a aquel hombre, en las manos. Lo más sensato hubiera sido marcharse a casa y hacer como si no hubiera visto nada, sin embargo algo le empujó a seguir a la dama hasta alcanzarla. -Hace una noche preciosa ¿no crees? Perfecta para dejar inconsciente a alguien y robarle-. Dibujó media sonrisa en sus labios mientras terminaba de acortar la distancia entre ambos. -Tranquila, vengo en son de paz, déjeme que la invite a una copa para demostrárselo... así podrá contarme que es lo que ha hecho ese animal para que una joven como tu haya tenido que recurrir a tal violencia-. Ni él sabía lo que hacía, en aquel momento el aburrimiento y la locura eran los controladores de su cuerpo y aunque no esperaba que aquella chica aceptase la invitación de un completo desconocido deseaba fervientemente que lo hiciera, no quería regresar a esa solitaria mansión, aún no, no solo.

por **Lyriett Moon** Vie Nov 17, 2017 9:01 am

Iba embelesada mirando la bonita joya, tanto que no prestó intención al sonido de pasos que iban siguiendo su rastró, acariciaba la joya del collar, una voz le sacó de su concentración observando aquella joya, el corazón casí le da un vuelco por ello, por un segundo pensó que eran las autoridade parisinas que venían a poner fin a su juego y quitarle su premio, Lyriett dió un sobresalto y se giró bruscamente a mirar quien era el que le hablaba. Miró de arriba a abajo al joven que se le acercaba, mientras tragaba saliva por la tensión que se le acumuló en pocos segundos, pero cuando afirmó que venía en son de paz, Lyriett le miró de arriba a abajo, intentando adivinar de que clase de hombre se trataba.

Ladeó la cabeza al escuchar que la invitaba a tomar algo, eso la hacía sospechar que el hombre tal vez pudiera querer algo más de ella, pero eso se debía a una falta de costumbre a encontrarse con gente amable, finalmente ella dibujó una sonrisa en los labios. -Vaya cuanta amabilidad, no voy a ser yo la que se niegue a un trago.- Dijo Lyriett finalmente, con un tono animoso se podría decir, mientras se guardaba su premio en el bolsillo, estaba alerta no obstante por lo que pudiera hacer aquel hombre, y finalmente se acercó para poder observarle más de cerca, mentiría si dijese que esa acción no la había llamado notablemente la atención. -Más me parece curiosa una cosa, ¿acabas de ver como he noqueado a ese gorila y aun asi me invitas a tomar algo? o eres muy confiado, o demasiado insensato.- Comentó la chica mientras miraba alrededor.

-Está bien, acepto... hay un sitio tranquilo cerca de aquí, es un buen lugar, a menos que te lo hayas pensado mejor.- Dijo de manera jocosa, aprovechó la poca distancia que había ahora entre los dos para oler el aroma que desprendía, la verdad que lo que más la inquietaba era que pudiera ser otro licántropo dueño de este territorio, pero eso no fue lo que noto, lo cual se relajó bastante, aunque aun no podía decir quien era el desconocido, pero con que no olíese a otro licántropo para ella era un alivio. Sonreía de medio lado con aire confiado mientras miraba en direción a donde se encontraría el local.

por **Bjorn Agrippa** Vie Nov 17, 2017 10:11 am

Desde el momento en que sus ojos se clavaron en aquella chica supo que se trataba de una lobita atrapada en las poco seguras calles de los barrios bajos parisinos, aunque quizás era él, Bjorn, el que estaba realmente atrapado y esas callejuelas fueran el hogar de la joven ladrona. Fuera como fuese estaba dispuesto a dejar todo ese asunto de las razas de lado, además con la única especie que tenía problemas eran los vampiros a si es que no sería difícil hacerlo si la chica ponía de su parte. -Digamos que mitad y mitad, aunque no confiado con los demás, esa no es una característica que predomine en mí, confianza en mi mismo, cosa que me hace ser aún más insensato en la mayoría de las ocasiones-. Aquella respuesta vino en el momento en que ambos comenzaron a caminar hacia lo que parecía, a juicio de la joven, un buen sitio para beber, aunque estando en los barrios bajos ya podía imaginar como sería aquel antro de mala muerte al que le estaba llevando, lo unico que esperaba era que no le estuviera conduciendo a una guarida de perros sarnosos con ganas de matar a un brujo.

Era más que evidente que la castaña se mantenía a alerta y hacía bien, él también lo estaba, solía estarlo en todo momento, no obstante no era lo único que hacía ya que pudo notar como trataba de averiguar que clase de criatura era, un acto reflejo que todo el mundo parecía tener, siempre era una ventaja saber a lo que te enfrentabas. -¿Has olfateado ya lo suficiente? No suelo hacer estas cosas, ser tan amable con la gente y menos con una desconocida, no obstante me has pillado de buen humor a si es que puedes estar tranquila, tan solo quiero tomarme algo, charlar y hacer tiempo para que cuando llegue a casa no parezca tan solitaria como es, seguro que también el alcohol ayudará a ello. Te estarás preguntando como se lo que eres, bien, para que veas que no tengo intenciones ocultas y para igualar las condiciones te diré que soy brujo, un brujo al que le gustan los lobos, ¿te tranquiliza eso?-. Dibujó una sonrisa en sus labios que esta apenas pudo apreciar ya que la mirada de Bjorn seguía fija al frente.

Poco después llegaron frente a la desgastada puerta de lo que parecía una pequeña taberna, tras preguntar si aquel era el lugar que había mencionado entró sin llamar y se dirigió a la barra en compañía de la dama. -Tomaré un whisky, por favor-. Mientras dejaba que ella pidiera su bebida y posteriormente las sirvieran observó el local detenidamente, no estaba tan mal después de todo, había estado en sitios lujosos mucho peores. -Vamos, sentémonos allí, podremos mantener una conversación tranquila-. Cogiendo su bebida puso rumbo a la mesa libre que había señalado segundos antes. Sabía que a veces podía ser de lo más autoritario, no obstante suponía que a la chica no le importaría tomar asiento.

por **Lyriett Moon** Sáb Nov 18, 2017 3:11 pm

La chica no perdía la visión del joven que sin más había aparecido en la oscuridad del callejon despues del atraco y con tanta amabilidad le había ofrecido la copa, la poca costumbre a tanta amabilidad en la lican había echo mella, claramente, pero no iba a negar la amabilidad, el hombre la miraba de manera confiada, o ese fue el presentimiento que tuvo Lyriett por esas formas. Y aunque el joven aseguró que no era confiado no le daba esa sensación precisamente, pero le arrancó una ligera sonrisa a Lyriett. -Si, diría que insensato es una buena forma de autodenominarte, no te da miedo que haga lo mismo contigo...eso es algo extraño, sobre todo, si como dices me has visto..- Comentó Lyriett mientras se acariciaba un cobrizo mechón de su revoltosa cabellera.

Le guiaba de camino a la taberna que seguía abierta, era un sitio relativamente tranquilo, aunque quizás un tugurio con poco nivel para ese nuevo compañero que ahora disfrutaba la licántropa, pero era lo que había cerca y donde nadie juzgaria su robo si el hombre decidía delatarla y señalarla, había que cubrirse, pero mientras se deleitaba con su aroma para intentar identificarle la siguiente frase casí la deja sin aliento, ¡¡un brujo!! la chica abrió bastante sus azules ojos con sorpresa, nunca había visto aun brujo o eso cree, pero le saltaban las alarmas de peligro, aunque le sorprendió cuando le dijo que le gustaban los lobos. -¿Te gustan los lobos? ¿eso es algo insolito? me tranquiliza en cierto grado, pareces alguien agradable, pero no se si debiera fiarme.- Comentó Lyriett, le era algo extraño, pero tampoco le iba a decir de primeras que solo llevaba un año con la maldición del lobo y no sabia quien era amigo y quien enemigo.

Más entró en el lugubre lugar acompañada del brujo, miró al tabernero. -Yo tomaré un ron.- Dijo con tranquilidad mientras seguía al joven en dirección al sitio más tranquilo en esa esquina. Se sentó en la mesa esperando que trajeran el trago. -Bien y si ya sabias lo que soy...¿no te dió miedo acercarse a mi sin más? por un error como el tuyo yo ahora soy así, pero has llamado a mi curiosidad....tienes una buena casa solitaria..¿por que no volver a ella?- Empezó a conversar ella, quizás de manera algo amistosa en exceso, pero ese brujo le dió la impresion de que sabía demasiado de ella.

por **Bjorn Agrippa** Dom Nov 19, 2017 3:00 pm

Hacía ya bastante tiempo que no hacía aquello, algo tan simple como desconectar de su cruda realidad, olvidarse de maldiciones y vampiros asesinos de brujos y tomarse un whisky en una taberna en compañía de alguien ya fuera amigo o desconocido. Las relaciones personales escaseaban en su agenda últimamente, prácticamente desde que llegó a París ya que ni si quiera se había preocupado de crear lazos con nadie, seguía viéndolo como un mal innecesario, aunque poco a poco esa idea comenzaba a disiparse de su cabeza. Inesperadamente la chica fue quien inició la conversación una vez estuvieron sentados en la desgastada mesa alejada de oídos curiosos. -Me has preguntado antes que si de verdad me gustan los lobos y si, claro que me gustan, quizás eso no sea lo habitual entre los brujos parisinos, no conozco aún muy bien las costumbres de la ciudad y mucho menos la de los demás brujos, trabajo mejor en solitario-. Hizo una pausa debido a la interrupción del camarero encargado de traer la bebida y cuando se aseguró prosiguió con su charla, no sin antes dar un trago a su whisky. -No obstante pienso que son, sois, unas criaturas increíbles en total contacto con la naturaleza, sobretodo vuestra parte... animal, tenéis una conexión especial que el resto no. Quizás no sea así, quizás la verdad sea mucho más simple e incluso desagradable, no obstante soy un cursi, un buscador del mundo ideal, que le vamos a hacer...- Volvió a sonreir, esta vez con el vaso pegado a su labio inferior.

-Y si, se que no es lo que me has preguntado, pero tenía esa respuesta pendiente y no me gusta dejar ningún cabo suelto, odio los cabos sueltos-. Si, esa era una de sus manías, todo debía de empezar y terminar, era incapaz de dejar algo a medias, de ahí, en parte, su obsesión de terminar con la maldición de los Agrippa y por supuesto debía de hacerlo en el orden correcto. En ese momento la puerta de la taberna se abrió y un matrimonio entró en la taberna acompañados de un niño de apenas unos cinco o seis años de edad. Parecía una inoportuna y dolorosa casualidad del destino, una que le hizo volver a beber de su vaso con whisky. -Como ya he dicho antes la sensatez no es algo abundante en mi y eso es incompatible con el miedo, si tienes miedo no te arriesgas y arriesgarse es la forma más común de insensatez, sobretodo si no arriesgas sobre seguro. Por otro lado...- Por fin era hora de responder aquella pregunta que llevaba un rato evitando. Sus ojos se clavaron de nuevo en el niño y en sus padres, pero en especial en el más pequeño. -Bueno, no todos los días se sobrelleva igual de bien la soledad, además es una gran casa, demasiado para una sola persona, demasiados ecos en ella, aunque poco a poco la llenaré para callarlos... pero basta de hablar de mi, demasiada información en poco tiempo sobre este brujo atrevido e insensato, háblame de ti-.

Fue entonces cuando cogió el vaso y lo alzó dejándolo ahí. -Por cierto, mi nombre es Bjorn, un placer-. Esperó a que ella se presentase y brindara por aquel encuentro no planeado.

por **Lyriett Moon** Lun Nov 20, 2017 6:34 am

La chica miró al joven que ahora estaba sentado frente a ella, era alguien curioso cuanto menos, y si notaba la necesidad de la compañía de alguien que tenía el individuo, pero no era algo que le molestase a la licana. Solo le observó y le escuchó, le gustaban los lobos, eso era algo insolito, o eso pensaba Lyriett, aunque era el primer brujo que veía no sabía si eso tenía veracidad en todos, pero a juzgar por lo que dijo el joven él tampoco conocía si esto mismo era lo habitual o no, aunque pareció achacarlo a las costumbres de la ciudad, Lyriett meneó la cabeza. -No se deciros si es costumbre aquí o no...en realidad aquí llevo apenas un año...y es el mismo tiempo que llevo con mi nueva naturaleza.- Confesó, aunque no sabía si eso era algo inteligente, pero el joven parecía ser más entendido que ella.

El joven afirmó que veía a los de su condición como criaturas interesantes, con una unión con la naturaleza que quizás otros sobrenaturales no tenían, aunque no sabía la veracidad de estó o era algo sencillo, Lyriett miró la copa puesta por el camarero antes de responder, no veía nada de malo dar algo de luz. -Supongo que depende del individuo, hay gente que odía su maldición y lo mismo al reves...yo personalmente puedo comunicarme con otros animales...me gustan, aunque hace un año esto era impensable, ¿Dirias que eso me da más unión? realmente no suelo recordar lo que ocurre en luna llena..- Dijo ella con algo de duda, le estaba cayendo bien aquel joven, parecía alguien afable. -Más que cursí diría que eres romantico...

La licana sonría por las respuestas que tenía el joven y su afición de no dejar nada a medias, al final de un robo parecía haber encontrado alguien agradable, aunque las apariencias engañan, esa lección fue aprendida a las malas, ella daba otro trago cuando se giró al ver la familia entrar en la taberna, para despues volver a mirar al joven que con ella estaba sentado. -Todos pecamos de insensatez alguna vez, no soy la indicada para hablar de ser sensato.- Murmuró la licana mientras observaba como el hombre miraba a la familia, en especial al joven, parecía añorar una familia, y que la casa parecía caersele encima, la joven dió una muestra de compasión por esa actitud y dió un trago. -Bueno, se supone que yo debiera buscar una manada..o algo así, bueno no lo se, supongo que habló por hablar...- Dijo Lyriett en un intento de consolar al joven. -Yo soy Lyriett..- Sonrió la chica finalmente.

-Más..no es un barrio en el que esperase encontrar a alguien como tú, pensaba que aqui solo había bandidos..maleantes...aunque veo que no.- Volvió a mirar de reojo a la familia.- Parece que aquí hay de todo.- Suspiró mientras se llevaba la mano al bolsillo de su chaqueta comprobando aun que el collar estuviera donde debiera y no tener que buscar por la taberna a un ladronzuelo.

por **Bjorn Agrippa** Lun Nov 20, 2017 1:49 pm

Cuando la chica comenzó a hablar el brujo soltó una leve risotada debida a la excesiva educación con la que esta se dirigía a él, siempre le hacía gracia cuando alguien se dirigía a él como ''usted'' y en aquella ciudad era algo de lo más habitual. Pensó en protestar por aquello no obstante no fue necesario ya que fue algo puntual, quizás incluso se había confundido de palabra, tampoco es que le pareciese una chica refinada y con exceso de respeto ante los desconocidos, solo había que preguntarle al hombre que seguramente seguía inconsciente en el suelo, aunque él se merecía aquello. -Claro que pienso que eso te hace estar mas única a la naturaleza, ojala yo pudiera hacerlo, de veras-. Era la primera vez que escuchaba de la boca de un licano sobre la habilidad de poder comunicarse con los animales, no era la primera vez que lo escuchaba o leía, no obstante siempre había tenido cierta reticencia a creer aquello, le parecía demasiado mágico y fascinante, aunque claro, el como brujo había visto y hecho cosas que también lo eran. Hay cosas que hay que verlas para creerlas, eso le ocurría a él en ese y muchos otros temas, aunque de momento se conformaría con la palabra de la joven.

Una sonrisa coqueta se dibujó en los labios de Bjorn cuando esta se refirió a él como romántico, adjetivo que distaba mucho de la realidad, al menos si había otras personas por medio. -Volviendo a lo anterior... ya sabes, yo y mis manías... No solo el echo de poder comunicarte con los animales te da una mayor unión con la naturaleza, ¿aceptas tu nueva naturaleza? Eso creo que es lo más importante, aceptarla y hacerlo en todos los sentidos... se de lobos que solo lo aceptan por sus habilidades y por la posibilidad de la destrucción que pueden causar, por el poder que esta les otorga... ¿me explico? No siempre lo hago-.

El vaso viajó de nuevo a los labios del brujo al escuchar el precioso nombre de la preciosa chica terminando de un trago con lo que quedaba de whisky haciendo que su rostro se torciese de desagrado. No acababa de acostumbrarse a esa maldita bebida. -Tu buscas una manada y yo busco romper las cadenas que me atan a la mía, ¿es irónico verdad? estábamos destinados a encontrarnos, seguro-. No es que lo pensara de verdad, pero si era cierto que le parecía de lo más irónico aquella situación. Vio entonces como se aseguraba de que el collar robado seguía en su sitio, el típico miedo de los ladrones a ser robados. -Me parece que también tenemos eso en común, yo también pensaba que por aquí solo podía encontrarme a la peor calaña, de hecho los asuntos que me traen por aquí... bueno, son un poco turbios, no obstante al parecer siempre hay luz entre tanta oscuridad-. Volvió a dedicarle una sonrisa a la joven antes de desviar la mirada hacia el bolsillo donde guardaba el accesorio robado. -Por cierto, ¿me dejas ver el collar? Aunque este no es un lugar muy idóneo para mostrar el botín de un robo, quien sabe si alguien lo reconocería... Se me está ocurriendo... ¿por que no me acompañas a casa? Si, se que es raro, me acabas de conocer y no ha sido en un café del centro, sino en los barrios bajos, pero ya hemos aguado mucho la fiesta con nuestras historias de tristeza y soledad, es hora de divertirnos y en mi casa hay alcohol envejeciendo dentro de las botellas, ¿que me dices? Ademas podemos poner toda la música que queramos, los vecinos no se enterarán, cosas de la brujería... Quien sabe, quizás pueda surgir una amistad, yo sería el primer miembro de tu manada y tu esa persona importante que callara uno de los ecos de mi solitaria casa-.

Si alguien conociera realmente al Agrippa y le estuviese viendo en ese mismo instante sería incapaz de reconocerlo y pondría la mano en el fuego seguro de que no era el verdadero Bjorn Agrippa, no obstante si lo era, bueno, al menos era esa parte escondida de él que quería cambiar el rumbo de su vida, construir algo más sólido y duradero que esa maldición que le perseguía desde antes de nacer.

por **Lyriett Moon** Mar Nov 21, 2017 6:49 pm

La chica observaba a su nuevo compañero mientras daba pequeños tragos a su bebida, el joven desde luego era de lo más sociable, pero era sorprendente el conocimiento que tenía sobre otras criaturas de la noche, la joven de pelo cobrizo alzaba una ceja observandole, sobre todo cuando vino la tanda de preguntas curiosas, como por ejemplo el querer saber si había aceptado su naturaleza, el rostro sorpresivo de Lyriett era notable, sonaba a algo más propio que diría otro licano, Lyriett ladeo la cabeza pensando. -Supongo que si la he aceptado, la dejo ser, simplemente...dejo ser el lado salvaje, no me sirve de nada...resistirme..- Comentó ella, aunque con algo de confusión, no creía que aquel hechicero la entendiese, pero la conversación en si era agradable.

Dejo a escapar una sonrisa ladeada cuando aseguró que el destino les había echo cruzarse en una noche como esta, no es que la chica creyese en eso, pero le hacía gracia el mero echo que estaba usando el brujo para convertir la casualidad en lo que pareciera o dijese que es el destino, la tenía algo fascinada ese echo ciertamente. -¿Siempre ves el lado romantico de las cosas?- Dijo con cierto tono jocoso, divertida, si, la loba estaba convencida que el brujo era un romantico, al menos por todas las plabras que usaba y su forma de ver esas cosas. El joven afirmó que tambien esperaba ver lo peor de la ciudad parisina aquí, pero estaba claro que asi no lo era, aunque era tambien de preveer, la verdad que tenía el sitio unos precios accesibles, sonrió de medio lado sin prestar mucha mas atención a la familia.

La joven se terminó tambien su copa mientras mantenía el tacto del collar antes de sacar la mano nuevamente, aunque observó con intensidad al joven brujo cuando le pidió ver el collar, Lyriett miró alrededor con cierta desconfianza, efectivamente alguien podía reconocerlo y tener una pelea provocada por la recuperación de la joya, pero parece una vez más el brujo estaba avispado, pero la chica abrió los ojos como platos cuando el joven ofreció con tanta confianza en que le acompañase a casa, si era raro, y no solo por él y el lugar en que le había conocido. -Sin duda ese tipo de tragos son tentadores, pero no obstante me sorprende que seas tan sumamente confiado, has visto como he noqueado a un hombre más grande que yo...y que tú, y le he robado ¿Que te hace pensar que no haré lo mismo contigo? no creo que haya mucha diferencia entre un hombre corriente y un...brujo cuando está borracho, estais igual de indefensos.- Dijo la chica, no por que pensara hacerle nada, si no por ver si eso le hacía saltar las alarmas al brujo, o simplemente no la veía como una amenaza, y eso le haría pensar que posiblemente la que estaba en peligro era ella, eso la hizo sentir un escalofrío recorriendole la espalda.

por **Bjorn Agrippa** Jue Nov 23, 2017 5:15 pm

-¿No hago más que darte la razón verdad? Aunque más que el lado romántico yo diría el lado bueno, me gusta ver el lado bueno de las cosas, a veces me reconforta pensar que las cosas pasan por algo y que todo está destinado a pasar, como nuestro encuentro, por ejemplo, aunque supongo que si, también podría verse así, que soy un romántico empedernido-. Si, sabía perfectamente que no había dicho nada sobre la respuesta de la chica sobre aceptar su naturaleza animal, no obstante lo hizo adrede y muy a su pesar debido a la confusión que vio reflejada en ella tras su respuesta, sabía que era un tema difícil y que solo la ayudaría hablar con otro como ella, hacerlo con un simple brujo, por mucho que hubiera leído sobre los suyos, no ayudaría si no conocía los sentimientos a los que se enfrentaba cada luna llena.

Aquella chica le gustaba, además de tener carácter denotaba inteligencia y astucia y aunque no lo había demostrado tiempo atrás en el ataque a ese grandullón era también una persona precavida y sensata, tenía todo lo que a Bjorn solía faltarle o daba a entender que le faltaba. -Estás absolutamente en todo y eso me encanta, de verdad, odio a esas chicas que solo son caras bonitas, que no digo que no tengas una cara bonita, al contrario-. Ya empezaba a ponerse nervioso y a desvariar, solía hacerlo cuando tocaba diversos asuntos con chicas. -Tienes toda la razón, un brujo borracho es tan poderoso como un simple humano normal y corriente sin poder en sus venas, pero un brujo borracho precavido no, como dicen por ahí hombre precavido vale por dos y ahora mismo estoy siendo de lo más precavido, ¿por que crees que te invito a mi casa? Puedes emborracharme, drogarme y después robarme, pero a la mañana siguiente cuando despierte seguirás ahí-. Una sonrisa un tanto maligna se dibujó en sus labios mientras sus ojos se clavaron fijamente en los de ella. -¿Nunca te han dicho que no enfrentes a un brujo en su terreno? La mayoría, si son algo inteligentes, se protegen y preparan y te aseguro que mi casa está protegida, no por mi, sino por mis antepasados, de otro modo no habría encontrado casa a la que regresar tantas décadas después de que mi familia abandonara París, a si es que si, soy confiado, confío en que no pasará nada y tendremos una velada de lo más agradable, ¿que me dices? Y piensate lo de robarme de camino a casa en caso de que aceptes, no llevo nada encima más que este diario familiar y casi el dinero justo para pagar las bebidas-. Volvió a sonreír y sin esperar respuesta se acercó a la barra, pagó las dos bebidas y regresó junto a la chica permaneciendo de pie. -Hay una biblioteca bastante grande en casa, quizás alguno de esos libros te sirva de ayuda-.

por **Lyriett Moon** Vie Nov 24, 2017 7:31 am

Lyriett finalmente sonreía por las palabras del joven brujo, desde luego le parecía alguien curioso, quizás demasiado bueno, o esa era la sensación que le daba con cada palabra, quizás le parecía alguien de quien una se puede fiar, o al menos le transmitía esa tranquilidad, aunque no descartaba pecar de confiada con él. Además pareció comprender que algunas cosas preferiría discutirlas con alguien de su condición para tener más empatia quizás, o simplemente por que cree que lo entendería mejor al tener la misma experiencia que ella.

Sus mejillas se sonrojaron por las siguientes palabras de aquel brujo, era un autentico alago que no solo se fijase en lo bonita o no que fuese la licántropa, si no que tambien alagaba su forma de ser, o que viera algo más, pocas veces se había topado con ello. -Vaya...gracias...- Musitó la chica desviando un poco la mirada para recuperar la compostura. Aunque cuando respondió a su comentario acerca de invitarla a su casa, el joven parecía bastante confiado y tener más de un medio de defenderse mejor allí, lo que hizo que Lyriett se acariciase la mandibula pensativa por las palabras. -Te refieres...¿a que tu enorme casa está encantada? ¿como esas que nombran en las historias de terror para asustar a la gente?- Preguntó algo incredula por las palabras de Bjorn, le hacía dificil pensar en una mansión que como intentases robar no te dejase salir de ella, incluso el mero hecho de pensarlo hizo que a Lyriett le recorriera un escalofrio por la espalda.

Cada vez que el brujo comentaba las condiciones de su casa la chica se imaginaba cosas bastante aterradoras y poco a poco la piel se le cernía como comúnmente se le denominaría piel de gallina, mientras intentaba que no se notase el miedo que empezó a sentir. -La verdad que solo hace un año que conozco la existencia de los brujos...como la de otros como yo, fue cuando me convertir que empecé a conocer que había un amplio abanico de criaturas de la noche..- Confesó finalmente, se acariciaba sus propias manos tratando de tranquilizarse y recuperar la compostura del miedo, que no fuera tán evidiente. Le ofrecía un trago, una buena velada y una biblioteca que la ayudase, quizás Bjorn estaba en un esceso de amabilidad cargado de segundas intenciones. -P..pero si me quiero ir por que sí, sin robar ni nada, simplemente marcharme...¿Tu casa será hostil?- preguntó titubeante, dejando su imaginación volar a algo bastante lugubre y aterrador, a menos a ojos de la loba.

por **Bjorn Agrippa** Lun Nov 27, 2017 4:53 pm

El brujo estuvo riéndose de las palabras de la joven loba desde que se fue a pagar las bebidas hasta segundos después de regresar a su lado, su pregunta, tal cual se lo había contado cualquiera hubiera pensado aquello, no obstante no pudo evitar reírse de aquella manera después de imaginarla pidiéndole permiso a la puerta principal de la casa para que la dejase salir jurándole que no había robado nada. -No, a ver, te explico-. Volvió a ocupar el asiento en el que había estado sentado minutos atrás. -Mis antepasados, antes de irse a toda prisa de la ciudad hechizaron la casa para que nada de su interior pudiera salir sin el permiso de un miembro del linaje. Querían asegurarse de que la casa y todo lo de su interior permanecerían intactos para su regreso, mi regreso y la verdad es que se lo agradezco, no me hubiera gustado tener que vivir en la calle o en algún lugar de mala muerte, aunque sea grande y me haga sentirme más solo de lo que lo estoy... me gusta mi casa, es bonita-. Volvió a ponerse en pie tendiéndole esta vez la mano derecha esperando sinceramente que la agarrase y salir de aquella encantadora taberna. -¿Que me dices? Te prometo que podrás entrar y salir de ella cuando quieras siempre y cuando no me robes nada. Además, te aseguro que no hay fantasmas por ahí rondando, al menos yo no he visto ninguno-. Sonrió de nuevo de esa forma tierna que le caracterizaba.

Cuando la mano de la loba agarró la del brujo este tiró suave de ella para ayudarle a levantar y poder dirigirse hacia la salida, una vez la abrió se detuvo un solo segundo para volver a mirar a aquel niño que reía feliz en compañía de sus padres. Una nueva sonrisa se dibujó en sus labios al ver aquella escena que le resultaba triste, triste para él por la añoranza de momentos similares con los suyos, sin embargo aquella noche no le entristeció, al contrario, aquella noche vencería a la soledad gracias a una ladrona de preciosos ojos. De camino a casa la conversación fluía con naturalidad, al menos por parte del Agrippa, estaba realmente cómodo con aquella jovencita, tanto que cada vez estaba más seguro de querer formar parte de esa manada que andaba buscando a pesar de no tener el cuerpo cubierto de pelo una vez al mes como seguramente tendrían ella misma y los demás. -Hemos llegado, bienvenida a mi morada... No diré que es humilde porque a los Agrippa siempre les ha gustado tirar el dinero por la ventana pero bueno. Adelante, entra, no muere-. Bromeó por el comentario de esta en la taberna.

Tras la puerta se abría paso un gran hall con una gran escalera de caracol en el centro de este. Nada más entrar podrían verse dos habitaciones, una a la derecha y otra a la izquierda. Bjorn se dirigió directamente hacia la habitación de la izquierda, una gran sala con chimenea y varios sofás frente a esta, también contaba con la decoración correcta y alguna que otra estantería sobre las que reposaban figuritas de colección. -¿Que quieres de beber?- Dijo mientras permanecía al lado de una mesita repleta de botellas de cristal llenas de distintos líquidos, alcoholes. El se sirvió su whisky. -La biblioteca está en la parte de arriba, podemos ir ahora, después o cuando tu quieras-. Alzó las cejas clavando sus ojos en los de la chica mientras daba el primer sorbo de su bebida.

por **Lyriett Moon** Mar Nov 28, 2017 6:29 am

Los ojos de la licántropa le miraban fijamente, estupefacta por sus palabras, no sabía como de un año para aquí se estaba enterando desde que existían las criaturas oscuras a la brujería, la chica miraba a Bjorn de arriba a abajo impresionada, mientras le explicaba como funcionaba su seguridad, desde luego era más efectiva que tener un guardian. -Entiendo...- Titubeó la loba, pero al menos no era lo que se había imaginado, si no que era algo más sencillo que tener que pedir permiso a una casa, y saber que si sentía incomoda podría simplemente marcharse. Asintió levantandose. -Entonces vale...- Dijo finalmente, aceptando acompañar al brujo a su respectivo hogar.

Salieron de aquella lugubre taberna, no le paso desapercivido la última mirada del joven brujo al niño que con sus padres a cenar habían ido a aquel lugar, observaba bien el camino, mientras usaba su agudo olfato por si detectava otros peligros, estó le había servido en otras ocasiones para esquivar a otros hijos de la noche. Cuando al fin llegaron la loba miró ojiplatica la enorme casa, desde luego se notaba que el joven era de buena familia a diferencia de ella. El brujo le dió la bienvenida a esa gran casa. -No, nunca había estado en el interior de una casa tán grande, es impresionante, tu familia debe ser muy rica..- Comentó la muchacha. Se dejor guiar por el joven, a una acogedora habitación, la joven de pelo cobrizo se acercó a la chimenea en busca de calor. -Vino...gracias.- Dijo sonriente, mientras paseaba la vista por la habitación, observandolas figuritas, miró a Bjorn cuando le mencionó lo de la biblioteca.-Mejor luego..- Comentó rapidamente, no era muy buena leyendo, hacía poco tiempo que aprendió, lo cual le costaba, pero eso no se lo iba a decir.

Se frotó las manos. -Tu hogar es muy bonito, no entiendo que no quisieras volver, puedes hacer aquí lo que desees sin dar cuentas...una casa tan grande, con tantas cosas...ahm...¿eres algún tipo de conde o algo asi?.- Preguntó desde la ignorancia de las clases sociales, pues solo identificaba a los de alta cuna por sus pomposos ropajes y esa actitud arrogante que solían tener. Tomó su bebida mientras se sentaba. -¿Y no tienes tampoco miedo a que te muerda y te convierta en lo que soy yo?- Dijo de forma repentina, no entendía como alguien era tán confiado, pero supuso que si era brujo poco habría que temer a otras criaturas. Le miró de cierta forma timida mientras sacaba el collar de su bolsillo, desde parecia un collar digno de la realeza.

por **Bjorn Agrippa** Dom Dic 03, 2017 6:54 am

Mientras echaba el vino en una de las copas de cristal escuchó como la loba posponía la visita a la biblioteca para más tarde, no obstante no fue eso lo que le hizo alzar la mirada hacia ella, sino el tono que usó para ellos. ¿Tendría algún problema con los libros? No parecía una chica de clase baja como para no saber leer, no obstante tampoco conocía sus circunstancias y tampoco indagaría en ellas de momento, si prefería ir después así sería, tenían todo el tiempo del mundo. Tras acercarle la copa a Lyriett se sentó en el sofá frente a la chimenea, se acomodó y clavó la mirada en las llamas que tan llamativamente danzaban sobre la madera que consumían. Nuevamente volvió a llamar su atención con palabras, esta vez sobre la casa y su estatus social.

-Si, se podría decir que vengo de una familia acomodada aunque estoy muy lejos de ser Conde o alguna otra cosa del estilo, simplemente tengo el dinero suficiente para vivir con ciertas... comodidades, aunque tampoco es que esté orgulloso de dicha fortuna, no fueron muy legales a la hora de conseguirla-. Acercó la copa con whisky a sus labios y mientras daba un sorbo miró los ojos de la chica. -Al menos tengo la oportunidad de corregir los errores de mi familia y de no hacerlo morirían conmigo. ¿Que hay de ti? Puedo deducir que perteneces a la clase... ¿media? Mucha gente se deja llevar por las apariencias, pero estas engañan en muchos casos-. Dejó la copa sobre una mesita de té frente al sofá y se acomodó nuevamente en este estirando los brazos sobre el respaldo sin importarle que la loba estuviera sentada a su lado. -Y no, como ya te he dicho no tengo miedo, podrías hacerlo, ahora mismo nada ni nadie te lo impediría además de mi mismo, claro-. De pronto la mirada del brujo se perdió en el infinito, una idea, una locura pasó por su cabeza. -Me acabas de dar una idea y quizás la solución a mi mayor problema... Pero primero debo consultar algo en la biblioteca, después, cuando vayamos-. Recordaba haber leído un apunte importante sobre la maldición de su familia que podría convertir a aquella loba en una pieza fundamental en el puzzle que era su vida.

De reojo observó como el collar robado entraba en escena en la mano de la ladrona. -La primera vez que lo vi sentí algo en el collar, algo mágico... ¿me dejas?- Sin esperar respuesta alguna cogió el complemento femenino de las manos de la mujer, lo puso sobre la mesita de té que había ante ellos y se levantó a por una especie de urna negra de la cual sacó un puñado de cenizas. Echó estas por encima mientras recitaba unas palabras en un dialecto desconocido para la loba dando como resultado que la joya emitiera una preciosa luz verde que invadió toda la habitación como, como si de la aurora boreal se tratase. -Hacía mucho que no veía una luz así...- Sonrió ampliamente, feliz. -El colgante está encantado, es un hechizo débil y simple que te advierte del peligro emitiendo una luz leve, aunque con tu olfato no creo que la necesites-. Volvió a acomodarse en el sofá con los brazos sobre el respaldo, quería disfrutar de aquel fenómeno de luces el poco tiempo que durase.

por **Lyriett Moon** Dom Dic 03, 2017 9:56 am

Escuchaba las palabras del hechicero mientras olía la copa antes de catarla, pues le gustaba el sabor de este, desde luego era de los buenos y no esa vazofia que a veces ponían en los antros más mugrientos, la chica saboreó el vino antes de volver mirar al brujo que se sentó junto a ella, mientras escuchaba como se llenó su familia los bolsillos. -Bueno...no conozco que nadie se vuelva rico honradamente...eso sí que lo sé.- Comento la chica mientras jugaba algo nerviosa con un cobrizo mechon de cabello, mientras cruzaba las piernas acomodandose.

Más alzó levemente una ceja cuando preguntó por su clase social, aunque no tardó en adivinarlo solo, parece ser, que ni siquiera necesitaba las respuestas de la chica para saber de ella, aunque le empezó a preocupar que empezase a saber cosas de forma más a fondo. Eso sinceramente le inquietaba. -Si...soy de clase media, supongo que lo has deducido por las ropas...espero...- Se miró así misma observando su propió vestido, de echo aprovechó para acicalarse un poco, aunque quizás solo lo hacía para intentar relajarse un poco. Más le observó con cierta avidez cuando comentó que le dió una idea, fue a indagar en eso...pero su atención se distrajo cuando el tema volvió a ser el collar.

Ella miró la joya robada, y como el brujo la cogía sin esperar respuesta, más la loba observó con suma curiosidad lo que hacia con el tesoro robado, de hechó no se esperó que la joya fuera tán particular. -Si, yo uso mi olfato para identificar...y tengo interpretación más...libre...aunque a su dueño no pareció valerle, se acercó y lo noqueé.- Comentó sin darle mucha importancía a eso, pues se había quedado algo absortá al descubierto poder de ese collar. Más miró al hechicero nuevamente.

Mientras pensaba en sus palabras. -Antes has dicho que te dí una idea...¿a que te referías?- Preguntó directamente, ya que le había levantado curiosidad esa forma en la que el brujo pareció tener luz sobre el tema. -Está bien...vayamos a tu bibloteca..- Dijo la licántropa finalmente, el joven brujo le estaba empezando a dar curiosidad de sobremanera.

por **Bjorn Agrippa** Mar Dic 12, 2017 5:40 pm

Una amplia sonrisa se dibujó en los labios del brujo ante el comentario de la loba sobre lo poco eficaz que le había resultado el collar al idiota que había intentado sobrepasarse con ella. El también lo pensaba, era eso o que el tipo había preferido ignorar las señales de advertencia del accesorio femenino, en cuyo caso lo dejaba en una posición aún peor. -En defensa de la magia diré que quizás no te identifico como una amenaza ya que tu no tenías intenciones adversas contra él hasta que él se acercó, ¿o si? En ese caso no tendría defensa alguna, solo que él decidiera ignorarlas por no ver un peligro en una mujer sola-. Cogió de nuevo su copa y de un trago se terminó todo el whiksy que quedaba en esta levantándose de un salto del sofá para ir a servirse un poco más.

Mientras rellenaba su copa escuchó la pregunta de su compañera, al parecer se había quedado con la duda, algo que no siempre era bueno, al menos Bjorn lo odiaba, siempre necesitaba resolver todas sus dudas fuera como fuese. -Ven, acompáñame arriba-. Le tendió la mano cuando pasó junto al sofá donde esta se encontraba y tras aceptarla ambos comenzaron a caminar hacia las escaleras para subir a la planta superior donde se encontraban los dormitorios y la dichosa biblioteca. Por el camino comenzó a comentarle cual era esa idea que le había dado minutos antes. -Para contarte la idea tengo que contarte primero la historia de mi familia, pero tranquila, te haré un breve resumen, no quiero dejarte ko de aburrimiento. Bien, todo comenzó con el primero de los Agrippa y sus ansias de poder, dinero y fama, esas tres cosas juntas lo llevaron a hacer un ritual oscuro que suponía un sacrificio humano, él, arrogante e idiota como era sustituyó el sacrificio humano por el sacrificio de un vampiro. Pensaba que eso le daría aún más poder y en parte no se equivocaba, no obstante el precio a pagar fue mayor. El ritual tenía como consecuencia que quien lo efectuara estaría maldito hasta la muerte, no obstante, al realizarlo con una persona muerta como era el vampiro esas reglas cambiaron y la maldición duró tras su muerte saltando así de generación en generación llegando hasta mí, el ultimo Agrippa que queda con vida. No obstante había algo más, la maldición solo se transmitía en los genes mágicos por así decirlo, si uno de los descendientes no era capaz de realizar magia se libraría de dicha carga, y ahora es cuando entran tus palabras en juego. ¿Sabes lo que le pasa a un brujo que se transforma en vampiro o en lobo? Que pierde su capacidad mágica, al menos eso tengo entendido, lo que supondría librarme de la maldición de una vez por todas... aunque primero tengo que mirar unos apuntes de mis antepasados y tampoco estoy muy seguro de querer perder dicha capacidad mágica-.

Cuando terminó de contarle la historia ya se encontraban en el interior de la biblioteca y él se había hecho con un antiguo diario familiar vacío a vista de cualquiera que no tuviera sangre Agrippa por las venas. -Los libros sobre licántropos están por ahí, si necesitas ayuda no dudes en pedirla, mi búsqueda no me llevará más de un par de minutos-. Sin decir nada más se sentó en una mesa que había en mitad de la biblioteca, era una mesa alargada con varias sillas y varios candiles encendidos para dar luz a la habitación. -Por cierto, si, he reconocido tu clase social por tu ropa, quizás la de la clase alta es más lujosa y despampanante, pero no tienes nada que envidiarles, odio sus vestidos estrafalarios e innecesarios, además tu belleza dejaría a cualquiera por los suelos, una belleza natural, no artificial-. Respondió sin separar los ojos del diario.

por **Lyriett Moon** Jue Dic 14, 2017 7:11 am

Miraba a aquel brujo, le parecía alguien interesante ciertamente, era alguien inteligente sin duda alguna, de hecho la licántropa se encogió de hombros ante la primera cuestión. -No suelo atacar aunque vaya a robar, pero no me gusta que me toquen si no doy permiso previo.- Comentó restandole importancía a lo que hizo, aunque no tuviera razón pero Bjorn no parecía alguien que la fuera a contradecir, al menos de manera busca. Más tomó la mano del brujo cuando se la ofeció y accedió a la petición de ir arriba con él. Encaminaron hacia la biblioteca, Lyriett miraba la casa de manera curiosa, mientras observaba de reojo a Bjorn. -No me aburres, me gusta escuchare...eres muy interesante..- Se atrevió a apuntar la loba mientras el decorado de la casa.

Escuchó atentamente su historia pensativa, mientras ladeaba la cabeza en señal de que le estaba prestando atención a lo que le contaba, mientras se tocaba la barbilla meditando sobre ello. No le estrañaba en esceso dicha historia, puesto que ella conocía o mas bien había sabido de personas que con tal de conseguir más había hecho autenticas barbaridades, y el asesinato estaba muy amenudo entre esas acciones, así que no era de estrañar que en lo que se refiere a lo sobrenatural hubiera las mismas condiciones. Más miró a Bjorn cuando dijo lo que le pasaba a los brujos si se transformaban en vampiros o en lobos perdían sus habilidades, o al menos las cambiaban por las nuevas adquiridas. La chica se acercó a donde estaban los libros sobre licántropos, le sorprendía que dichos libros realmente existieran, ella cogió uno y se giró a mirar a Bjorn que ojeaba un antiguo y enorme libro.

Más las mejillas de Lyriett tornaron de un color rojo elevado cuando el brujo comentó su clase social, y la belleza de ella, lo que hizo que escondiera la cara detras del libro que había cogido como si lo estuviera leyendo. -No te recomiendo la conversión a licántropo, desde hace un año vivo en una incertidumbre, estoy algo perdida, y las noches de luna llena se me escapan a mis recuerdos, ademas...tú...creo que así eres, ahm...perfecto...osea...que con esas capacidades está genial, pareces poderosos...si...- Titubeó de manera muy nerviosa. Se intentó centrar en la lectura del libro que escogió, intentando adquirir algo de conocimiento sobre su nueva condición, y le sorprendió leer que con el tiempo podría llegar a controlarlo algo mejor. -Vaya..- Comentó al leer ese hecho, despues alzó la vista a mirar a Bjorn. -¿Y como vas a acabar con la maldicíon de tu familia? ¿te puedo ayudar?.- Preguntó observandole pero desviando la vista rapidamente de nuevo al libro.

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