Guarida, sangre /Priv. Ryuu/+18

Recuerdo del primer mensaje :

Ya va haciendo tiempo de aquel encuentro en el museo, el louvre fue testigo de lo vivido y apasionado encuentro entre una cambiante y un cazador, algo que no era muy común al menos que Yendra supiera, pero eso era otra historia, la cambiante sabía donde encontrar al cazador, de echo añoraba su olor inclusive, así que fué en su busqueda a la tienda de antiguedades, pero no se encontraba allí, algo decepcionante, pero se resigno y le dejo una nota donde le indicaría donde residía la rubia cambiante, para que cuando él volviera pudieran verse, quizás fantaseando con otro torrido encuento.

Más su vuelta a su casa, o al menos lo que llamaba casa pagado por parte del circo, por suerte iba en su sueldo una residencia, no era gran cosa, pero era un lugar al que volver y un techo donde dormir, más cuando volvió había algo en su habitación que no terminaba de cuadrar, olía a alguien, pensó en que un ladrón ruin había entrado en su casa, la cambiante se puso en alerta mientras sacaba una daga de su bota y avanzaba hacía la habitación, lo olía por ahí, más sus reflejos no fueron suficiente cuando algo la golpeó estampandola contra la mesa que había a su espalda rompiendola, el vampiro apareció rapidamente, tenía ropas elegantes, bufó mirando a la cambiante que se levanto agilmente lanzandose contra él para golpearlo, pero la agarró por el cuello pese a llevarse un tremendo derechazo de la rubia, cosa que lo enfado más estampandola contre el suelo, quizás intentando noquearla con poco exito. Ya que la rubia no dejaba de patalear y gritar, arañando al vampiro como al suelo, y a pesar de que este la estampaba repetidas veces contra pared y objetos de su habitación estaba siendo dura de noquear, el vampiro se volvió a lanzar contra Yendra haciendola chocar repetidas veces contra el suelo, la cambiante consiguió arrancarle el sello de su ropa y lo arrojo lejos, por suerte el cainita no se percato de eso, y finalmente consiguió, un derechazo bien dado dejo finalmente a la rubia inconsciente.

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Momento actual

No entendía como había pasado, ni el motivo, pero la dura realidad era un nido de vampiros, vampiros sedientos de sangre, y la sangre de una cambiante no parecía disgustarle, aunque no solo la sangre, pero por alguna razón parecían haber descubierto el punto debil de la cambiante, uno de los miembros o lo que Yendra creía que podía ser el lider, ya que entraba en absoluto estado de panico. Ya que la cambiante sentía autentico terror por estos, y si encima estaba encadenada a una pared el estado de panico había echo que se desmayase alguna que otra vez.

Ahora estaba sola en la celda, algo debilitada por las repetidas veces que las mordidas habían hecho las veces de tragos de sangre, estaba algo mareada, pero aun así no cesaba en su intento de consguir pedir ayuda, o gritarles improperios a los chupasangres que pudieran oirla, al menos intentaba hacer todo el ruido que podía mientras trataba de liberarse las cadenas, pero parece que estudiaron bien la situación y no dejaron nada que la cambiante pudiera usar para conseguir liberarse, y los grilletes le paretaban tanto que le era imposible deslizar la mano y liberarse, de hecho tenía los grillentes tan apretados que se le había formado una herida en sus muñecas, realmente se preguntaba como iba a salir de esta, e incluso si lo conseguiria.

La cambiante le observaba con avidez, examinandole de arriba a abajo, dejando escapar una maliciosa risilla cuando le recordó a un felino estirandose. Ella le miraba y se acercó a el acariciandole la oscura melena mientras repasaba visualmente los tatuajes que ahora tenía, un toque notablemente más oscuro, pero no le importaba, al contrario, le daba más morbo ciertamente, le acercó su plato con comida y ella se sentó a los pies de la cama con el suyo en el regazo, dandole un buen bocado a la tierna carne. -Dudo mucho que sea una pesadilla recurrente al ver como te retorcias.- Dijo finalmente la rubía mientras saboreaba la jugosa carne, y le observaba esperando a que él tambien comiera.

Se relamió los labios y le miró fijamente. -Puedes contarmelo...o puedes mentirme, en cuaquier caso sabre cuando dices la verdad y cuando no.- Dijo de manera impetuosa, no se iba a dar por vencida con una encogida de hombros por parte del cazador y muy caracteristica en él. Finalmente la cambiante bajo la vista como si avergonzada estuviera.-Escucha....siento haber sido un lastre....siento no haber reaccionado...siento todo eso..- Dijo con un nudo en la garganta, quebrando la voz, se sentía muy mal por lo ocurrido en la noche en la mansión, se auto castigaba por no haber sido capaz de hacer frente a ese demonio chupasangre, y poco podría remediarlo, salvo que la proxima vez ignorase sus emociones y fuese capaz de mover el culo y hacer algo más útil que gritar y paralizarse, la cambiante no levantaba la vista y apartó su plato. El hambre se le había ido asi tán repentinamente como los recuerdos que la invadieron. Se levantó dejando el plato en la mesa y se acercó a observar por la ventana cruzada de brazos, meditando la forma, el remedio para dejar de paralizarse por el terror, y pocas cosas se le ocurrían salvo tratar de buscar nosferatus y espiarlos, seguirlos hasta que dejase de sentir escalofrios con tán solo mirarlos. Era algo dificil pero lo tenía que hacer, no obstante se giró a mirar a Ryuu esperando la respuesta de sus pesadillas con cierta curiosidad, ya habría tiempo para pensar en su ombligo despues, se sentía egoista por darle importancía a eso ahora, no, ahora era el momento de ocuparse de su salvador.

La cambiante miraba al cazador, como finalmente si que compartió aquella traumatica experiencia de su pasado, de como una manada había decidido dar muerte a la familia de Ryuu, eso le hizo alcanzar a comprender, quizás aquellos licantropos les atacaron por el hecho de ser cazadores, o simplemente algún tipo de venganza ancestral, no lo sabía con seguridad, y poco de lo que dijera serviría para consolar al cazador, simplemente le observaba en silencio. Solo acariciando de vez en cuando un mechon del negro pelo de Ryuu mientras quedaba pensativa.

Negó finalmente con la cabeza. -No, tienes dos opciones, o me permites ayudarte o lo haré sin tu consentimiento, necesitas ayuda y yo volverme más fuerte....pero necesito relajarme y creo que tú tambien.- Susurró Yendra acercandose a Ryuu. -Han sido unos dias duros, y tu no pareces haberte tomado un descanso en bastantes dias.- Comentó la rubia mientras se puso primero a la espalda de Ryuu empezando a masajear sus hombros, le miraba, si su aspecto había cambiado, y esos tatuajes eran sinuosos, pero mentiría si dijera que no lo veía atrayente, seguía masajeando la espalda de este hasta que decidió que quería deborarlo, empezó previamente empezando a besar el cuello de Ryuu desde su posición mientras apretaba los musculos de la espalda de este. Mordió su cuello con cierto animo juguetón.

Se deslizó hasta ponerse al frente del cazador agarrandole la cara y empezando a besarle con bastante pasión, mientras con los dedos repasaba cada cicatriz del torso del susodicho,le empujó para que el cazador cayera sentado en el bordillo de la ventana, con ahora la espalda pegada al cristal de esta, sin despegar el beso que lujurioso que le daba, colocandose ahora sobre el cazador más comodamente, casi obligandole a mantener a aquel apasionado y salvaje beso, mientras sus dedos apretaban un poco la musculatura de este. Se separó finalmente mirandole y mordiendose el labio. -Te he hechado de menos.- Susurró con ese tono seductor que ponía cuando se dejaba llevar.

Yendra sonreía y se relamía de manera lenta, mientras buscaba sus labios una y otra vez, sin apenas dejarle respirar, dejarle ni siquiera abrir la boca, de hecho su última frase la medio ahogor usando su boca contra la de él, le miro de manera fija no sin antes lamer sus labios y emitiendo ese sonido similar al ronroneo. Más le observó de arriba a abajo mordiendose el labio y despues miró la cama, suspiró levantandose de encima del cazador y cogiendo su mano para tirar de él para que la siguiera, no obstante mientras le guiaba hacia la cama le miró con una sonrisa picara. -Tumbaté.- Dijo con un tono coqueto. - ...boca abajo.- Añadió de sorpresiva manera.

Mientras esperaba que el cazador accediese a la solicitud de tumbarse boca abajo, se sentó sobre su espalda. -Si te duele avisame..- Le susurró en su oido recostada sobre la espalda del cazador, para volver a sentarse nuevamente y empezó a masajearlo, usando su peso para hacer más efectivo el masaje. -Se que estás cansado, no iba a ser cruel contigo...no tanto...terminaría por acabar yo contigo.- Comentó con una sonrisa maliciosa y divertida.- Se que no aguantas ni un asalto más- Dijo con aire tranquilo mientras seguía masajeando la colorida espalda del cazador, acariciando los tatuajes, cicatrices, a los cuales pasó la lengua de manera lasciva y sin molestarse en ocultarla siquiera, apretaba los dedos contra la musculatura. -Tienes contracturas.- Dijo ella notandolas sin duda se había estado metiendo demasiada presión sin descanso y eso se notaba, además la cambiante entendió que estuviera agotado, incluso ella se sentía cansada pero a veces hablaba por ella mucho más el calor, y no la razón. Pero dejó eso a un lado para mantener relajado al cazador. -Eres mi dragón.- Susurró mientras continuaba con su masaje.

Yendra seguía con su espalda, y no se esperó que bajo ella el cazador se girase con tal habilidad, que casi la tira pero estubo rapido, la cambiante abrió los ojos con sorpresa mirando los de Ryuu, que parecía animado repentinamente. Sonrió cuando dijo que era su dragón mientras sentía sus dedos en la espalda, y como su respiración chocaba contra sus labios, se mordió el labio inferior mirandole. -Vaya, si que sube tu testosterona por un masaje.- Se relamió la rubia pasando la mano por los epctorales del joven cazador, antes de morderle con suma suavidad el cuello.

Más la cambiante abrió los ojos con sorpresa cuando notó los dedos de el cazador y como le dió una especie de calambre, suave que le erizó el pelo de la nuca, y la carne de gallina. Miró al cazador y se lanzó contra él besandole pasionalmente mientras se acomodaba colocandose sobre él, buscando ver hasta que punto estaba excitado. -¿No estabas destrozado? No se si podrías hacer nada...no quiero terminar de romperte.- Dijo casí con tono jocoso por como se había puesto aquel cazador por un masaje, más le cogió las manos de el cazador para guiarlas por su cuerpo, que palpase la cintura, el abdomen hasta subir a su busto, mientras dejaba escapar una malvada risilla y se acercó como si fuera a besarle pero dejó las ganas a escasos centimetros del rostro, riendose, y agarrandole un poco de su melena para no dejarle llegar hasta ella. -Estas enfermito...te tengo que cuidar....no deborar.- Su tono sonó desde luego burlon, buscando una clara provocación.

La cambiante estaba sobre él mientras jugaba con sus dedos, más parecía que tenía más de un as bajo la manga, desde luego ese truco sobre su espalda la había erizado entera, más le miró de manera desafiante, y sonrió cuando Ryuu aseguró que aun le quedaban fuerzas para ella, cosa que encontró muy elogiante por su parte, ella alzó una ceja. -¿ah si? si te he tenido que curar.- Comentó de manera burlona, provocandole, aunque no hizo mucho puesto que los dedos agiles del cazador se estaban deslizando por el cuerpo de ella, aunque guiado por ella misma.

Más lo que hizo a continuación la dejo casi sin aire, cuando tuvo esa sensación, la hizo escapar un suave jadeo por ello y miró al cazador con suma sorpresa. -Maldito brujo..- Gruño ella, y temblo cuando noto la segunda descarga, dió un jadeo más sonoro por ello, mientras abria mucho los ojos y se lanzaba a deborarle a besos. en una excitación que ni ella entendía por que se le había descontrolado tanto, pasaba las manos por el abdomen del cazador de manera brusca, casi arañando la piel de puramente el ansia que le causaba aquella escalofriante sensación. -Eres un tramposo.-Dijo morreandole de manera lasciva, ansiosa y sumamente lujuriosa, queriendo sumamente deborarle. De hecho jadeó en sus labios y bajo a su cuello a morderlo con suavidad y besarle, mientras sacaba la lengua paseandola por el torso del cazador.

No podía contenerse despues contra él, le deboraba y de hecho iba bajando cada vez mas, usando su lengua y fieros bocados sobre sus pectorales, con poco cuidado de si aun las heridas le dolian, pero él mismo había sido quien había provocado esa reacción sumamente salvaje en la cambiante, el usaba los hechizos como juego, asi que ahora le tocaba acarrear con las consecuencias de sus propios actos. Ella presionó la zona de la entrepierna de él sin reparo ninguno.

Se había lanzado contra él y bajaba con besos y lametones, tambien mordiscos suaves por su abdomen y aplastar su entrepierna con sumo deseo, pero el cazador no la dejó continuar, de echo dió un pequeño jadeo cuando sus ropajes fueron arrancados de manera bastante salvaje. La cambiante le miró sin dar credito a eso que acababa hacer Ryuu. -Pero..¿Qué...?- Le miró ojiplatica, aunque mentiría si dijese que no excitada.

Notaba como su mano se deslizaba hacía abajo, ella abría los ojos ante las intenciones del lascivo cazador. Cuando notó nuevamente la sensación que hizo el cazador con esa habilidad dió un fuerte gemido, que la hizo arquearse de una tremenda forma y arañando con fuerza rajando las sabanas, se quedó con la respiración sumamente agitada mientras movía casi de manera involuntaría las caderas ansiando algo más, mientras seguía besandole gimiendo en su boca, pero cuando metió los dedos en su intimidad, la cambiante dió un gemido enormemente sonoro. Casí en un grito mientra su zona femenina se mojaba de una forma excesiva, el arqueó fue casi de manera imposible.

Le agarró del pelo con brusquedad y le beso de una manera escesivamente agresiva, esforzandose por no morderle con fuerza. -Te necesito...- Dijo cargada de deseo, mientras apretaba su zona masculina exigiendole algo más y más brusco y salvaje que el encuentro en el museo. -Espero que ese tatuaje que tienes en el pecho represente algo más que una pintura en tu piel. - gruño llena de necesidad. Deseando que se lanzara sobre ella y la pasión les quemase. Se mordió el labio tan fuerte que se lo hizo sangrar, y ella misma se masajeaba placenteramente.

La cambiante notaba como lamia su herida del labio, mientras jadeaba notablemente en su boca, aun con pequeños espasmos por lo que acababa de hacer, miró al cazador aun con las piernas algo temblando. -Eso...ha sido trampa..- Susurró en sus labios mientras seguía ese beso saboreando su propia sangre antes de ser obligada por el cazador a girarse, aunque no fuese algo que le negaria y menos en el estado en el que se encontraba la cambiante. Se estremeció cuando noto la lengua por su espalda, sin duda le estaba subiendo mucho la temperatura y de manera delibrada.

Estaba a cuatro patas cuando tiró de su pelo obligandola a arquearse, y gimió cuando la azoto. -Uhm...me encanta..- Gruño ella reaccionando al azote, incluso acompañando eso moviendose de manera provocativam buscando excitarlo más. Aunque fue él quien hizo el resto del trabajo, pues cuando le notó entrar dio un largo gemido, y sintió el temblar de sus piernas notando ese efecto que hacía el brujo con sus nuevas habilidades. Arañaba con fuerza las sabanas casi temblando del tremendo placer que sentía. Se balanceaba haciendo chocar su cuerpo contra el de él de manera sonora, mientras gemía de tremenda forma de placer. Relamiendose y girando a mirarse, pero en una de estás gateo para huir del cazador y girarse mirandole con la respiración sumamente acelerada. -Quiero algo más intenso...-Dijo llena de lujuria, y volvió a ponerse a gatas y le miraba. -Sin trucos...no querras que vuelva a acabar antes que tu.- Dijo con ese tono de coqueteo, mirandole con sumo deseo y ganas.

Ella le volvía a besar dejandose llevar nuevamente por la pasión sin fijarse en que hacían las manos de Ryuu mientras, ya que la rubia tenía en ese momento los ojos cerrados y no se percataba de la cinta, pero si lo hizo cuando la ató las muñecas, mientras abrió levemente los ojos mirandole mientras enarca una ceja. -Ufff...¿ahora te va lo salvaje? yo soy lo salvaje.- Aseguró la rubia arqueandose y restregandose contra él como una gata haria con un gato, arqueaba su espalda ofreciendose al cazador llevada por el calor que sentía en ese instante. Observaba como la hizo girarse y la ató al cabecero de la cama, hasta ahora no había tenido ese tipo de juegos y eso que le encantaba.

Se extremeció cuando le acarició los labios inferiores que tan mojados estaban debido a lo que le había causado. Le miró mientras le cuando la azotó, cada vez la rojez de la piel marcaba su mano. Gimió con fuerza cuando la agarró del pelo mientras la notaba nuevamente dentro de ella, la cambiante se empezó a mover de rapida forma para chocar los cuerpos de forma sonora, al igual que el lascivo sonido de los fluidos de ella cuando la embestia, Yendra gemía de manera sonora muy excitada incapaz de hacer más desde esa posición atada a la cama. Gruñía por el placer que le provocaba ahora mismo, mientras sus ojos casi se ponían en blanco durante unos instantes, empujando su propio cuerpo hacia atrás asegurandose lo profunda que pudiera entrar.

Ella se giraba a observarle mientras se movía para chocar contra su cadera nuevamente, de forma repetida y fuerte. -Me encantan...estos juegos...- Dijo entre sonoros jadeos, mientras se inclinaba ofreciendo más sus partes intimas. Quizás poseida nuevamente por su lado salvaje y lujurioso.

La cosa subia de intensidad, notablemente y la cambiante disfrutaba de cada embestida, tan honda, y tan fuerte, dejaba escapar los gemidos por sus labios disfrutando de ello. Aferrandose con fuerza al cabecero de la cama donde estaba atada, mientras se movia notando su zona mojada y como su miembro entraba y salía de ella. Bajando la cabeza rendida al placer, cada vez que giraba a mirarle le veía más salvaje, más alterado, sin duda disfrutaba del juego. Y no era para menos, la cama temblaba con cada embestida, al igual que la cambiante, que gemía con fuerza. Más cuando paró de improvisto, Yendra se giró a mirarle por ello.

Le observaba con cierta curiosidad de lo que hacía, quizás iba a jugar algo más fuerte, ¿agarrarla por el cuello tal vez? no..eso es demasiado obvio. Más su sorpresa notó como su retaguardia, solo la punta fue empujada levemente por la punta, pero eso hizo que abriese notablemente sus ojos azules, y le miró con sorpresa al cazador por esa acción, no se lo esperaba de él. -¿Acaba de empezar? ¿que quieres decir...que vas a hacer?- Preguntó sumamente desconcertada. Mientras él la mordía la oreja con aire jugueton y la rodeaba ofreciendole el miembro, ella alargo la lengua y empezó a masturbarle con sus labios, aunque eso duro poco, pues cuando humedeció el miembro lo suficiente observó como volvía a la primera posición.

Sintió el agudo dolor cuando entraba lentamente el miembro, gimió fuertemente, era soportable ciertamente, rozando lo placentero o quizas era el morbo que la provocaban estas cosas. Él empezaba a dar más intensidad a las embestidas, ella gemía con fuerza arañando el respaldo de la cama, mientras él exigia que dijera que era suya. Ella gemia con fuerza. -S..soy tuya...Dragón.- Alcanzó a decir antes de romper en autenticos gritos de placer y dolor.

Decir que aquel cazador era un tramposo, era decir poco, los sonoros jadeos de la cambiante inundaban el sitio, gemidos y el sonido de chocar de cuerpos, mientras arañaba el cabecero de la cama que cada vez se mostraba con más marcas pasionales, las piernas le temblaban cada vez más mostrabdo la debilidad que mostraba al placer, al que cada vez sucumbia de manera mucho más intensa. El movimiento si bien era más lento no dejaba de ser fogosamente intenso, dió un sonoro gemido cuando la sacó, aunque ese instante de descanso duro bien poco, cuando su intimidad volvía a ser atosigada por el miembro del cazador.

La pedía correrse, y lo cierto era que la gata estaba a punto de explotar, extasiada de placer, le miró mordiendose el labio inferior de fuerte forma. El sudor se hacía muy presente por la intensidad del encuentro, pero despues de ser embestida y frenar volvío a notar el toqueteo de los dedos en su intimidad, más no se esperó que lo volviera a hacer, la cambiante gritó de placer soltandose bruscamente del cabecero de la cama, pues necesitó las manos para mantener el equilibrio sobre la cama, empezando a temblar de notable forma mientras los ojos se le volvían en blanco antes de desplomarse.

Su intimidad se mojaba, y muchisimo, mientras daba pequeños temblores de placer y apretando sus piernas debido al tremendo placer que la involucrada. Le miró jadeando de notable forma mientras se colocaba boca arriba extasiada, mientras esperaba a que el cazador colmara su cometido. La cambiante apenas podía mantenerse despierta de lo estasiada que había quedado y miró a Ryuu. -Esto no puede seguir así Dragon, me agotas más tú que cualquier batalla a la que me enfrento.- Dijo riendo entre dientes mientras le pedía que se tumbara junto a ella. -Creo que quedo clara mi gratitud por salvarme...-Suspiro, mientras cerraba los ojos durante unos instantes.