AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
El mensajero de Loqui (privado)
+2
Brökk Tollak
Brynhild
6 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
El mensajero de Loqui (privado)
Recuerdo del primer mensaje :
Las oráculo del templo fueran las encargadas de bañarme y perfumar mi piel para ese monstruo llamado Randulf. Prefería casarme sin duda con los orcos que conformaban su ejercito que con ese engendro de la naturaleza al que le faltaban cojones para librar sus guerras.
Vestida de riguroso blanco, su horda de vigías no me quitaba de encima los ojos, no se si porque mi generoso escote les resultaba demasiado provocador o porque en el caso de escaparme ese monstruo bien les arrancaría de cuajo el corazón.
Mi rostro dibujaba una mueca de asco, eso sentía por toda esta parafernalia con la que me en galardonaban el pelo las jovenes sumisas del rey loco.
Si pensaba ese hombre que me convertiría en una de ellas, se equivocaba, antes me arrancaría la vida que permitir que sus zarpas en mi se posaran o mejor le sajaria su vida junto a la mía y no seria precisamente al Valhalla donde ese malnacido iría.
“¡Vamos Odin, ya he aprendido la lección, sácame de aquí!” pero no había respuesta, al parecer el dios tuerto me había abandonado a mi suerte lo que me hizo fruncir el ceño .
Escuché el retumbar de los tambores, fuera la jarana empezaba, los soldados nerviosos me arrancaron de las manos de las doncellas vírgenes del templo y decididos me empujaron para que afrontara mi destino. Mas no esperaban que me revolviera y aprovechando la cercanía de uno de ellos, desenvainé la espada de la vaina de su cinto y la esgrimí con ágiles movimientos.
A uno lo destripé, el ruido metálico fue suficiente para que el choque de aceros llegara a los oídos de Heimdall, mas el que todo lo ve, al parecer no todo lo oía, bufé exasperado, ese idiota siempre obedecía a Odin.
Un caballo, mis ojos se abrieron como platos, corrí espada en mano medio tropezándome con esos malditos bajos del vestido renegando en un perfecto nórdico.
De un saltó me monté sobre su lomo,la escapatoria estaba cerca pus las puertas estaban abiertas porque era numerosa la gente que por ella entraban a ver el acontecimiento de la boda del tirano.
Al galope los músculos tensos del rocín me daban la libertad, pero de cerca los huargos montados por orcos me seguían sin darme tregua.
El bosque se convirtió en mi aliado, miraba hacia atrás buscando interponer mas distancia cuando sin darme cuenta arrase con algo.
-¡Mierda! -rugí alzando mi cabeza por encima del cuello del caballo -¡Que no haya matado a nadie! -pedí consciente de que si así era Odin nunca me dejaría volver.
Bufeé al ver un hombre rubio tumbado en el suelo, no se movía ¿podía ser mas torpe el muchacho? ¿quien le había mandado embestir a mi caballo?
Baje decidida a hacerlo a un lado ,con un poco de suerte Heimdall el chivato no me habría visto y no se lo contaría al rey tuerto, que para tener un puto ojo se enteraba de todo.
Tomé su mano para arrastrarlo a un lado cuando este se despertó afianzando mi muñeca.
-¡Tu idiota! ¡Suéltame o te arrancaré la cabeza!
En ese instante aparecieron la horda de orcos ¡perfecto ,si algo podía empeorar, siempre lo hacia! Lo empujé hacia ellos.
-¡Vamos guerrero, lucha por el Valhalla! -rugí escondiéndome en su espalda
Las oráculo del templo fueran las encargadas de bañarme y perfumar mi piel para ese monstruo llamado Randulf. Prefería casarme sin duda con los orcos que conformaban su ejercito que con ese engendro de la naturaleza al que le faltaban cojones para librar sus guerras.
Vestida de riguroso blanco, su horda de vigías no me quitaba de encima los ojos, no se si porque mi generoso escote les resultaba demasiado provocador o porque en el caso de escaparme ese monstruo bien les arrancaría de cuajo el corazón.
Mi rostro dibujaba una mueca de asco, eso sentía por toda esta parafernalia con la que me en galardonaban el pelo las jovenes sumisas del rey loco.
Si pensaba ese hombre que me convertiría en una de ellas, se equivocaba, antes me arrancaría la vida que permitir que sus zarpas en mi se posaran o mejor le sajaria su vida junto a la mía y no seria precisamente al Valhalla donde ese malnacido iría.
“¡Vamos Odin, ya he aprendido la lección, sácame de aquí!” pero no había respuesta, al parecer el dios tuerto me había abandonado a mi suerte lo que me hizo fruncir el ceño .
Escuché el retumbar de los tambores, fuera la jarana empezaba, los soldados nerviosos me arrancaron de las manos de las doncellas vírgenes del templo y decididos me empujaron para que afrontara mi destino. Mas no esperaban que me revolviera y aprovechando la cercanía de uno de ellos, desenvainé la espada de la vaina de su cinto y la esgrimí con ágiles movimientos.
A uno lo destripé, el ruido metálico fue suficiente para que el choque de aceros llegara a los oídos de Heimdall, mas el que todo lo ve, al parecer no todo lo oía, bufé exasperado, ese idiota siempre obedecía a Odin.
Un caballo, mis ojos se abrieron como platos, corrí espada en mano medio tropezándome con esos malditos bajos del vestido renegando en un perfecto nórdico.
De un saltó me monté sobre su lomo,la escapatoria estaba cerca pus las puertas estaban abiertas porque era numerosa la gente que por ella entraban a ver el acontecimiento de la boda del tirano.
Al galope los músculos tensos del rocín me daban la libertad, pero de cerca los huargos montados por orcos me seguían sin darme tregua.
El bosque se convirtió en mi aliado, miraba hacia atrás buscando interponer mas distancia cuando sin darme cuenta arrase con algo.
-¡Mierda! -rugí alzando mi cabeza por encima del cuello del caballo -¡Que no haya matado a nadie! -pedí consciente de que si así era Odin nunca me dejaría volver.
Bufeé al ver un hombre rubio tumbado en el suelo, no se movía ¿podía ser mas torpe el muchacho? ¿quien le había mandado embestir a mi caballo?
Baje decidida a hacerlo a un lado ,con un poco de suerte Heimdall el chivato no me habría visto y no se lo contaría al rey tuerto, que para tener un puto ojo se enteraba de todo.
Tomé su mano para arrastrarlo a un lado cuando este se despertó afianzando mi muñeca.
-¡Tu idiota! ¡Suéltame o te arrancaré la cabeza!
En ese instante aparecieron la horda de orcos ¡perfecto ,si algo podía empeorar, siempre lo hacia! Lo empujé hacia ellos.
-¡Vamos guerrero, lucha por el Valhalla! -rugí escondiéndome en su espalda
Última edición por Brynhild el Sáb Dic 23, 2017 4:26 am, editado 1 vez
Brynhild- Humano Clase Baja
- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 11/12/2017
Re: El mensajero de Loqui (privado)
El general Ulf los organizó en un momento a todos, él y Alrek defenderían el pasillo para ganar tiempo, Garm tendría que enfrentarse a la bestia de tres cabezas, el cancerbero ciego de la cueva que llevaba hacia los acantilados y entre Brynhild y Beth tendrían que sacar a Brökk de allí. La pirata cebó sus pistolas y le tendió un cuchillo a la mujer, entre ambas sujetaron al primogénito Tollak pasando sus brazos por encima de los hombros y emprendieron una marcha bastante más ligera de lo que cabía esperar, ambas eran rápidas y lo suficientemente fuertes para cargar con él. El licántropo abrió la puerta y de inmediato el gruñido no se hizo esperar, el can monstruoso corrió en tromba hacia allí. Beth soltó al reo y apuntó cerrando un ojo, le voló los sesos a una de las cabezas. Sacó la otra pistola y apuntó de nuevo, pero esta vez el bicho se movió y le dio en el cuello justo cuando caía sobre Garm. Se afanó a recargar, pero era una tarea compleja en la oscuridad y tardó al menos treinta segundos en tenerlas listas.*
En los pasillos Ulf y Alrek desenvainaban las espadas, el ruido de los norteños fieles a Randulf era ensordecedor, azuzados por el latigo del miedo, uno que Randulf ejercía con una destreza propia de un tirano se abalanzaron contra el mito y su hijo. La suerte es que la estrategia seguida era buena, no podían ser rodeados pues la estrecha pared les ofrecía resguardo, así que la pelea a melé era un uno contra uno y ante los pies de los Tollak, los cuerpos se acumulaban.
Mientras, en el pasadizo que les llevaría a la libertad, la puerta fue abierta por Garm. El demonio de tres cabezas se abalanzó contra ellos, la joven pirata, audaz como ninguna descargó la pistola que sujetaba en la diestra con el acierto de rebanar el seso de una de las cabezas.
Garm, con los ojos ambar y a medio trasformar pues la luna llena no coronaba la noche, se abalanzó contra el cuello de una de las dos cabezas aun útiles, clavó sus colmillos, hundió sus zarpas y el duelo de bestias se produjo.
La valquiria tiraba de Brökk, apenas podía sujetarlo ,era pesado y ella había perdido la fuerza con la que Odin dota a sus guerreras, ahora solo era una humana.
-Id -rugió Garm.
Las dos mujeres corrieron por el pasillo, metiéndose por el pequeño agujero que las llevaría al exterior, tendrían que bajar a Brökk por el precipicio, tarea que no sería fácil, tenían que ganar tiempo y eso era algo que todos los Tollak sabían.*
Corrieron como les indicó Garm, pero al pasar por debajo de la bestia Bethania disparó la pistola atravesando la mandibula del can e inutilizando otra de sus cabezas. Ahora la lucha estaría más igualada. Arrastraron a Brökk por los túneles hasta dar con el que salía al exterior, ella no veía en la oscuridad y antes iba guiada por los lobos, pero había memorizado los giros en esa red de agujeros de roca. Tenían que darse prisa, porque darían la voz de alarma y se les echaría encima algun cañonero. Llegaron hasta la salida del precipicio y el sol las hirió en los ojos, la marea estaba subiendo y pronto se anegarían los túneles, si los Tollak no se afanaban quedarían presos entre Randulf y el agua. La angustia la recorrió, y rezó para que Alrek y Ulf dejasen ya de pelear y corriesen, el tiempo era vital. Las cuerdas que habían dejado equipadas fueron amarradas al rededor del cuerpo del brujo, que estaba debil pero no inconsciente.
— baja con él, te ataré a ti también y haré de contrapeso.— le indicó a Bryhnhild, que no puso pegas y ambos se ataron con los nudos marineros. Beth pasó la cuerda por la roca y se ató a ella misma, si resbalaban primero pararía el golpe la piedra y después ella misma, aunque esperaba que no lo hicieran porque aún así podía salir volando. Comenzaron el descenso y el primer tramo fue bien, pero después la roca se desprendió y reblaraon, cediendo la cuerda unos metros. Beth se sentó en el suelo tirando de la cuerda y empujando con las piernas sobre la roca para hacer más fuerza. Apretaba los dientes forzándose al máximo. Necesitaba que los Tollak llegaran ya!!*
Con las fauces ensangrentadas, Garm sacudió la cabeza desgarrando la yugular del perro de tres cabezas que entre agudos quejidos se desplomó en el suelo. La manos de Garm se adentró por su costado con la otra abrió sus costillas partiendolas de forma sádica y haciéndose con el protegido corazón lo sacó de cuajo sintiendo su candor palpitante en su diestra. Sin vida el monstruo de tres cabezas no parecía intimidar tanto, el tiempo se acababa, miró hacia la puerta donde su hermano Alrek y Ulf, a quien nunca llamaba padre no salían, dudó, pero finalmente siguió el camino de las dos féminas y del hechicero.
Seguir su rastro fue fácil, sus sentidos estaba muy desarrollados y el laberinto no era tal para alguien como él. Una vez fuera la luz del sol golpeó sus ambar haciéndole fruncir el ceño ligeramente cegado. Beth estaba en problemas, se lanzó en su ayuda, enredó su mano en la maroma y tiró de esta consiguiendo que los de abajo pudieran volver a aposentar los pies en las rocas.
-¿¡Estáis bien!? -preguntó asomándose.
La valquiria alzó el pulgar en respuesta y de nuevo empezó su lento descenso.
-Baja pirata, yo os haré de contrapeso -dijo el lobo de Hela.
Mientras en el interior de la fortaleza Ulf y Alrek continuaban enfrentando el numeroso ejercito, con el pie empujaban los cadáveres para poder seguir luchando.
-Alrek, ve con tus hermanos, cubriré tu retirada.
El lobo joven era terco, negó con la cabeza.- o salimos de aquí los dos o nos quedamos, tu eliges padre.*
Beth bajó por la cuerda con una facilidad pasmosa, estaba acostumbrada a trepar por ellas desde bien pequeña y se deslizaba entre cabos y velas como un mono en la selva. Ayudaron a Brökk a subir a la barca que les llevaría hasta el velero que Hook capitaneaba en ese momento. Dirigió su vista hacia el orificio de la roca… vamos… vamos… tenían que salir o el agua inundaría los túneles.*
Una vez llegaron bajo, Garm empezó a descender, tensó el gesto porque su hermano Alrek y su padre no salían, era consciente que los túneles se llenarían de agua y quedarían atrapados.
A medio camino del descenso escuchó arriba gritos...Ulf y Alrek, habían permitido que una montaña de cuerpos cubriera su retirada, eso les haría ganar al menos unos segundos de ventaja. Mientras el ejercito de Randulf pasaba por encima de sus propios soldados para dar caza a los lobos que corrían en busca del laberinto.
Una vez en el exterior, miraron el precipicio, no les daría tiempo de bajarlo, no sin ser atravesados por los arqueros que venían tras ellos.
-No hay otra -dijo Ulf. Alrek asintió y ambos corrieron sin mirar atrás lanzándose al vacío, gritaron cuando sus pies quedaron en el aire y entonces empezó un descenso peligroso que terminaría contra las bravas aguas del mar.*
Beth y Garm remaron con ahinco hasta llegar donde estaban los dos lobos insensatos que habían saltado al vacío. En breve ese acantilado estaría lleno de arqueros que los atravesarían sin remedio, los recogieron y remaron de vuelta al barco, esta vez, aquellos que tenían más fuerza para impulsar la barca. Treparon por la escaleta de cuerda, Beth la primera para darle órdenes a Hook de levar el ancla, aunque el inglés al verlos llegar ya había iniciado su leva. El ritmo del barco se volvió frenético, desplegaron las jarcias y giraron el timón para ponerlo a toda vela y salir de allí. No había tiempo y vio que un arquero estaba a punto de prender una flecha con un cubo lleno de brasas. Se agarró a las cuerdas subiendo a la baranda, apuntó con la pistola cerrando el ojo y disparó al cubo, que saltó por los aires cayendo al acantilado. No iban a detenerlos quemando las velas, ahora tendrían que buscar más fuego y con el viento a favor, en dos minutos estarían fuera de su alcance de disparo.*
En los pasillos Ulf y Alrek desenvainaban las espadas, el ruido de los norteños fieles a Randulf era ensordecedor, azuzados por el latigo del miedo, uno que Randulf ejercía con una destreza propia de un tirano se abalanzaron contra el mito y su hijo. La suerte es que la estrategia seguida era buena, no podían ser rodeados pues la estrecha pared les ofrecía resguardo, así que la pelea a melé era un uno contra uno y ante los pies de los Tollak, los cuerpos se acumulaban.
Mientras, en el pasadizo que les llevaría a la libertad, la puerta fue abierta por Garm. El demonio de tres cabezas se abalanzó contra ellos, la joven pirata, audaz como ninguna descargó la pistola que sujetaba en la diestra con el acierto de rebanar el seso de una de las cabezas.
Garm, con los ojos ambar y a medio trasformar pues la luna llena no coronaba la noche, se abalanzó contra el cuello de una de las dos cabezas aun útiles, clavó sus colmillos, hundió sus zarpas y el duelo de bestias se produjo.
La valquiria tiraba de Brökk, apenas podía sujetarlo ,era pesado y ella había perdido la fuerza con la que Odin dota a sus guerreras, ahora solo era una humana.
-Id -rugió Garm.
Las dos mujeres corrieron por el pasillo, metiéndose por el pequeño agujero que las llevaría al exterior, tendrían que bajar a Brökk por el precipicio, tarea que no sería fácil, tenían que ganar tiempo y eso era algo que todos los Tollak sabían.*
Corrieron como les indicó Garm, pero al pasar por debajo de la bestia Bethania disparó la pistola atravesando la mandibula del can e inutilizando otra de sus cabezas. Ahora la lucha estaría más igualada. Arrastraron a Brökk por los túneles hasta dar con el que salía al exterior, ella no veía en la oscuridad y antes iba guiada por los lobos, pero había memorizado los giros en esa red de agujeros de roca. Tenían que darse prisa, porque darían la voz de alarma y se les echaría encima algun cañonero. Llegaron hasta la salida del precipicio y el sol las hirió en los ojos, la marea estaba subiendo y pronto se anegarían los túneles, si los Tollak no se afanaban quedarían presos entre Randulf y el agua. La angustia la recorrió, y rezó para que Alrek y Ulf dejasen ya de pelear y corriesen, el tiempo era vital. Las cuerdas que habían dejado equipadas fueron amarradas al rededor del cuerpo del brujo, que estaba debil pero no inconsciente.
— baja con él, te ataré a ti también y haré de contrapeso.— le indicó a Bryhnhild, que no puso pegas y ambos se ataron con los nudos marineros. Beth pasó la cuerda por la roca y se ató a ella misma, si resbalaban primero pararía el golpe la piedra y después ella misma, aunque esperaba que no lo hicieran porque aún así podía salir volando. Comenzaron el descenso y el primer tramo fue bien, pero después la roca se desprendió y reblaraon, cediendo la cuerda unos metros. Beth se sentó en el suelo tirando de la cuerda y empujando con las piernas sobre la roca para hacer más fuerza. Apretaba los dientes forzándose al máximo. Necesitaba que los Tollak llegaran ya!!*
Con las fauces ensangrentadas, Garm sacudió la cabeza desgarrando la yugular del perro de tres cabezas que entre agudos quejidos se desplomó en el suelo. La manos de Garm se adentró por su costado con la otra abrió sus costillas partiendolas de forma sádica y haciéndose con el protegido corazón lo sacó de cuajo sintiendo su candor palpitante en su diestra. Sin vida el monstruo de tres cabezas no parecía intimidar tanto, el tiempo se acababa, miró hacia la puerta donde su hermano Alrek y Ulf, a quien nunca llamaba padre no salían, dudó, pero finalmente siguió el camino de las dos féminas y del hechicero.
Seguir su rastro fue fácil, sus sentidos estaba muy desarrollados y el laberinto no era tal para alguien como él. Una vez fuera la luz del sol golpeó sus ambar haciéndole fruncir el ceño ligeramente cegado. Beth estaba en problemas, se lanzó en su ayuda, enredó su mano en la maroma y tiró de esta consiguiendo que los de abajo pudieran volver a aposentar los pies en las rocas.
-¿¡Estáis bien!? -preguntó asomándose.
La valquiria alzó el pulgar en respuesta y de nuevo empezó su lento descenso.
-Baja pirata, yo os haré de contrapeso -dijo el lobo de Hela.
Mientras en el interior de la fortaleza Ulf y Alrek continuaban enfrentando el numeroso ejercito, con el pie empujaban los cadáveres para poder seguir luchando.
-Alrek, ve con tus hermanos, cubriré tu retirada.
El lobo joven era terco, negó con la cabeza.- o salimos de aquí los dos o nos quedamos, tu eliges padre.*
Beth bajó por la cuerda con una facilidad pasmosa, estaba acostumbrada a trepar por ellas desde bien pequeña y se deslizaba entre cabos y velas como un mono en la selva. Ayudaron a Brökk a subir a la barca que les llevaría hasta el velero que Hook capitaneaba en ese momento. Dirigió su vista hacia el orificio de la roca… vamos… vamos… tenían que salir o el agua inundaría los túneles.*
Una vez llegaron bajo, Garm empezó a descender, tensó el gesto porque su hermano Alrek y su padre no salían, era consciente que los túneles se llenarían de agua y quedarían atrapados.
A medio camino del descenso escuchó arriba gritos...Ulf y Alrek, habían permitido que una montaña de cuerpos cubriera su retirada, eso les haría ganar al menos unos segundos de ventaja. Mientras el ejercito de Randulf pasaba por encima de sus propios soldados para dar caza a los lobos que corrían en busca del laberinto.
Una vez en el exterior, miraron el precipicio, no les daría tiempo de bajarlo, no sin ser atravesados por los arqueros que venían tras ellos.
-No hay otra -dijo Ulf. Alrek asintió y ambos corrieron sin mirar atrás lanzándose al vacío, gritaron cuando sus pies quedaron en el aire y entonces empezó un descenso peligroso que terminaría contra las bravas aguas del mar.*
Beth y Garm remaron con ahinco hasta llegar donde estaban los dos lobos insensatos que habían saltado al vacío. En breve ese acantilado estaría lleno de arqueros que los atravesarían sin remedio, los recogieron y remaron de vuelta al barco, esta vez, aquellos que tenían más fuerza para impulsar la barca. Treparon por la escaleta de cuerda, Beth la primera para darle órdenes a Hook de levar el ancla, aunque el inglés al verlos llegar ya había iniciado su leva. El ritmo del barco se volvió frenético, desplegaron las jarcias y giraron el timón para ponerlo a toda vela y salir de allí. No había tiempo y vio que un arquero estaba a punto de prender una flecha con un cubo lleno de brasas. Se agarró a las cuerdas subiendo a la baranda, apuntó con la pistola cerrando el ojo y disparó al cubo, que saltó por los aires cayendo al acantilado. No iban a detenerlos quemando las velas, ahora tendrían que buscar más fuego y con el viento a favor, en dos minutos estarían fuera de su alcance de disparo.*
Bethania- Humano Clase Baja
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 02/12/2017
Localización : Akershus
Re: El mensajero de Loqui (privado)
Hook hacia que el timón virara de lado a lado, evitando así los arrecifes. Era un gran marinero, de no ser porque le perdía el alcohol, las faldas y la incapacidad de obedecer a nada ni a nadie, hubiera podido tener un prometedor futuro. Todos estaban a bordo, aunque dos de los Tollak habían resultado heridos en el envite, Brökk por la paliza, Alrek porque en el salto desesperado había acabado impactando contra una de las rocas y llevaba el hombro abierto y sacado del sitio. Al menos ninguno había perdido la vida y ahora rumbo a Akershs, de no ser perseguidos por barcos contrarios tendrían tiempo de sanar las heridas y dar un poco de descanso a los maltrechos cuerpos.
-Hola preciosa -dijo el pirata ofreciéndole el garfio a la valquiria a modo de saludo mientras alzaba las dos cejas con picardía.
-Mira hacia delate -rugió esta poniendo mala cara alzando así las risas del resto de presentes.
-Mujeres -rugía Hook.*
En pocos minutos el velero los alejó de la costa, seguramente tratarían de darles caza, pero las naves de Randulf tenían que darle la vuelta al fiordo y ellos iban más rápidos. Pasados veinte minutos y sin rastro de enemigos por la cola, dejó a Hook al mando del timón y se acercó a Brökk que era el que peor estaba y estaba siendo atendido a por sus hermanos.
— La próxima vez que quieras buscar un lugar íntimo con tu nueva novia, procura que no sea el calabozo de Randulf.— se lo dijo sonriendo y pasándole la botella de ron. Miró a Alrek de reojo y le sonrió también, había superado esa prueba por sí sola, quizás en tierra no fuera buena guerrera, pero en misiones que llevaran velas se sentía como en casa. Hacían buen equipo.*
Le guiñé el ojo cuando nuestras miradas se encontraron, Beth había superado esta misión, sabia que debía sentirse bien, sus miedos desaparecerían conforme fuera luchando y saliendo airosa de ello.
-Pirata y si dejas a mi hermano que esta muy bien atendido por la morenita de culo prieto y me prestas algo de atención -bromeé. Garm estaba acuclillado sujetando a Bröok mientras la "novia" lo cosía. Ulf junto a Hook iban trazando el mejor modo de largarse de allí.*
Se acercó a Alrek y le giró la cara para ver el alcance de un corte que le sangraba en la sien, no era muy profundo y se lo limpió con un paño, con la adrenalina aun corriendo por las venas lo besó en un impulso salvaje, dándole igual que estuvieran sus hermanos y su padre por allí. Se separó sonriendo.
— mi madre me va a matar cuando sepa que bajé del barco…prepárate para otro castigo y otra cena donde las hachas vuelan…— si había suerte y no la castigaba, cuando llegase a Akershus pensaba celebrarlo, beberse unos vasos, cantar alguna canción en la taberna como borrachos idiotas y acabar la noche en casa del lobo, no se le ocurría plan mejor.*
Enredé mis dedos en la cascada parda de su nuca besándola con rudeza. El rugido de mis hermanos acompañando el beso y algún palmoteo contra la cubierta me hizo sonreír contra sus labios. La pirata tomó mi rostro mirando el pequeño corte de mi sien.
-Preciosa, veo que te preocupa que mi cara quede marcada, pero ¿y si coses el hombro que lo llevo abierto?
La pirata se reía, estaba de buen humor, se notaba que en esta ocasión las cosas habían salido muy distintas. Hacíamos un buen equipo cuando combinábamos barcos y misiones de tierra. Quizás lo nuestro no era tan imposible, o quizás si..no habíamos aun hablado desde esa cena que era exactamente lo que Beth quería. Yo no estaba dispuesto a ciertas cosas, ella tampoco seguramente a otras y creo ambos teníamos miedo de que fueramos exactamente iguales a nuestros progenitores.-Asi que cena con tu madre en el barco, no se me ocurre mejor plan pirata -susurré con sarcasmo tirando de sus nalgas para sentarla sobre mi y darle acceso a mi hombro.*
Enhebró la aguja, roció ron sobre la herida limpiándola con el paño y comenzó a suturar la herida con puntadas bastante juntas, sabía coser las velas y las redes, no era tan distinto, aunque habitualmente iban a que los cosieran en el templo, la bruja hacía verdaderos bordados que luego apenas dejaban cicatriz. Parecía que esta vez había salido bien y durante un par de horas se ocuparon de curarse y dejar a Brökk descansar en un pequeño camarote, aquello no era la Reina Ana ni el Inferno, con multitud de espacio bajo cubierta, aquello era un bergantín ligero y apenas tenía espacio para cuatro trastos en las bodegas y un par de camastros. Durante ese tiempo aprovecharon para preguntarle a la chica quién era y por qué estaba con Brökk, ella había sido la causa de que lo capturasen y querían saber de su historia.*
-Soy una valquiria -el silencio se hizo nada mas pronuncié esta palabra. Bueno, Alrek se reía haciéndole señas a su padre, que negaba con la cabeza pidiéndole silencio y amenazandole con un gesto de que le iba a rebanar el cuello.
-Si mi madre te pilla te devuelve al Valhalla a sartenazos, ha decidido alejar de mi padre a todas las guerreras tetonas de Odin.
-Calla -dijo Garm lanzándome un ovillo de venda para que Beth lo usara con mi hombro.
-No me interrumpas. -dijo la joven clavando sus ojos en los de padre -no considero que todos los guerreros sean dignos del Valhalla, digamos que Odin y yo tuvimos un encontronazo y como al maldito dios tuerto no se le puede llevar la contraria decidió transformarme en una mísera humana (sin ofender) y lanzarme a Midgar para que por mi misma entendiera vuestro sufrimiento y dolor.
Vamos que me ha jodido bien. El caso es que Randulf, el rey loco me atrapó y me quería convertir en su mujer, no se ha debido mirar a un espejo, o si, y por eso sabe que el único modo de conseguir mujeres es secuestrándolas… me escapé y choqué (literalmente) con tu hijo. Lo demás no tiene mucha importancia..mas allá de que volvieron a capturarnos.*
¿Una Valquiria? Así que el Valhalla estaba lleno de esas mujeres. Frunció el ceño y se llevó a Alrek a parte.
— ¿es por eso que vas corriendo a buscar la muerte? Pues yo no creo que sea para tanto… es mona pero…hum… no tiene culo, lo tiene plano.— Eso eran celos en toda regla.*
Contuve la risa mirando a la pirata, a ver, estaba buena a rabiar, pero si le decía eso, pues...me esperaba un capon y una noche lejos de sus piernas. Mi hermano tenia suerte el cabrón, el preferido de Loqui y ahora con una de las mujeres con las que todos soñábamos en su lecho ¿podía pedir mas?
-Si, el culo plano -añadí echándome a reír mientras rodeaba su cintura y buscaba sus labios -tu eres mi valquiria.*
—Además seguro que las tienes que compartir…— no tenía ni idea de cómo funcionaba eso de las Valquirias y el Valhalla y la cena dichosa que todos ansiaban. Debían servir caviar de oro al menos, porque ella no quería morir por una cena.— anda… no me hagas la pelota, pero mantén los ojos lejos de su culo o iré a pedirle a tu madre la sartén.
-¿que somos novios ahora? -pregunté para picarla..a fin de cuentas nos liábamos pero no habíamos "aclarado" nuestra situación.
—¿Quieres que lo seamos?pensaba que preferías trincar a la primera que vieras en la taberna.— le devolvió el hachazo con saña.
La historia de Brynhild dio para no pocas bromas entre ellos, pero entendían que el asunto era grave, se trataba de una mujer importante para Odin y tendrían que protegerla de la codicia de Randulf.
-Hola preciosa -dijo el pirata ofreciéndole el garfio a la valquiria a modo de saludo mientras alzaba las dos cejas con picardía.
-Mira hacia delate -rugió esta poniendo mala cara alzando así las risas del resto de presentes.
-Mujeres -rugía Hook.*
En pocos minutos el velero los alejó de la costa, seguramente tratarían de darles caza, pero las naves de Randulf tenían que darle la vuelta al fiordo y ellos iban más rápidos. Pasados veinte minutos y sin rastro de enemigos por la cola, dejó a Hook al mando del timón y se acercó a Brökk que era el que peor estaba y estaba siendo atendido a por sus hermanos.
— La próxima vez que quieras buscar un lugar íntimo con tu nueva novia, procura que no sea el calabozo de Randulf.— se lo dijo sonriendo y pasándole la botella de ron. Miró a Alrek de reojo y le sonrió también, había superado esa prueba por sí sola, quizás en tierra no fuera buena guerrera, pero en misiones que llevaran velas se sentía como en casa. Hacían buen equipo.*
Le guiñé el ojo cuando nuestras miradas se encontraron, Beth había superado esta misión, sabia que debía sentirse bien, sus miedos desaparecerían conforme fuera luchando y saliendo airosa de ello.
-Pirata y si dejas a mi hermano que esta muy bien atendido por la morenita de culo prieto y me prestas algo de atención -bromeé. Garm estaba acuclillado sujetando a Bröok mientras la "novia" lo cosía. Ulf junto a Hook iban trazando el mejor modo de largarse de allí.*
Se acercó a Alrek y le giró la cara para ver el alcance de un corte que le sangraba en la sien, no era muy profundo y se lo limpió con un paño, con la adrenalina aun corriendo por las venas lo besó en un impulso salvaje, dándole igual que estuvieran sus hermanos y su padre por allí. Se separó sonriendo.
— mi madre me va a matar cuando sepa que bajé del barco…prepárate para otro castigo y otra cena donde las hachas vuelan…— si había suerte y no la castigaba, cuando llegase a Akershus pensaba celebrarlo, beberse unos vasos, cantar alguna canción en la taberna como borrachos idiotas y acabar la noche en casa del lobo, no se le ocurría plan mejor.*
Enredé mis dedos en la cascada parda de su nuca besándola con rudeza. El rugido de mis hermanos acompañando el beso y algún palmoteo contra la cubierta me hizo sonreír contra sus labios. La pirata tomó mi rostro mirando el pequeño corte de mi sien.
-Preciosa, veo que te preocupa que mi cara quede marcada, pero ¿y si coses el hombro que lo llevo abierto?
La pirata se reía, estaba de buen humor, se notaba que en esta ocasión las cosas habían salido muy distintas. Hacíamos un buen equipo cuando combinábamos barcos y misiones de tierra. Quizás lo nuestro no era tan imposible, o quizás si..no habíamos aun hablado desde esa cena que era exactamente lo que Beth quería. Yo no estaba dispuesto a ciertas cosas, ella tampoco seguramente a otras y creo ambos teníamos miedo de que fueramos exactamente iguales a nuestros progenitores.-Asi que cena con tu madre en el barco, no se me ocurre mejor plan pirata -susurré con sarcasmo tirando de sus nalgas para sentarla sobre mi y darle acceso a mi hombro.*
Enhebró la aguja, roció ron sobre la herida limpiándola con el paño y comenzó a suturar la herida con puntadas bastante juntas, sabía coser las velas y las redes, no era tan distinto, aunque habitualmente iban a que los cosieran en el templo, la bruja hacía verdaderos bordados que luego apenas dejaban cicatriz. Parecía que esta vez había salido bien y durante un par de horas se ocuparon de curarse y dejar a Brökk descansar en un pequeño camarote, aquello no era la Reina Ana ni el Inferno, con multitud de espacio bajo cubierta, aquello era un bergantín ligero y apenas tenía espacio para cuatro trastos en las bodegas y un par de camastros. Durante ese tiempo aprovecharon para preguntarle a la chica quién era y por qué estaba con Brökk, ella había sido la causa de que lo capturasen y querían saber de su historia.*
-Soy una valquiria -el silencio se hizo nada mas pronuncié esta palabra. Bueno, Alrek se reía haciéndole señas a su padre, que negaba con la cabeza pidiéndole silencio y amenazandole con un gesto de que le iba a rebanar el cuello.
-Si mi madre te pilla te devuelve al Valhalla a sartenazos, ha decidido alejar de mi padre a todas las guerreras tetonas de Odin.
-Calla -dijo Garm lanzándome un ovillo de venda para que Beth lo usara con mi hombro.
-No me interrumpas. -dijo la joven clavando sus ojos en los de padre -no considero que todos los guerreros sean dignos del Valhalla, digamos que Odin y yo tuvimos un encontronazo y como al maldito dios tuerto no se le puede llevar la contraria decidió transformarme en una mísera humana (sin ofender) y lanzarme a Midgar para que por mi misma entendiera vuestro sufrimiento y dolor.
Vamos que me ha jodido bien. El caso es que Randulf, el rey loco me atrapó y me quería convertir en su mujer, no se ha debido mirar a un espejo, o si, y por eso sabe que el único modo de conseguir mujeres es secuestrándolas… me escapé y choqué (literalmente) con tu hijo. Lo demás no tiene mucha importancia..mas allá de que volvieron a capturarnos.*
¿Una Valquiria? Así que el Valhalla estaba lleno de esas mujeres. Frunció el ceño y se llevó a Alrek a parte.
— ¿es por eso que vas corriendo a buscar la muerte? Pues yo no creo que sea para tanto… es mona pero…hum… no tiene culo, lo tiene plano.— Eso eran celos en toda regla.*
Contuve la risa mirando a la pirata, a ver, estaba buena a rabiar, pero si le decía eso, pues...me esperaba un capon y una noche lejos de sus piernas. Mi hermano tenia suerte el cabrón, el preferido de Loqui y ahora con una de las mujeres con las que todos soñábamos en su lecho ¿podía pedir mas?
-Si, el culo plano -añadí echándome a reír mientras rodeaba su cintura y buscaba sus labios -tu eres mi valquiria.*
—Además seguro que las tienes que compartir…— no tenía ni idea de cómo funcionaba eso de las Valquirias y el Valhalla y la cena dichosa que todos ansiaban. Debían servir caviar de oro al menos, porque ella no quería morir por una cena.— anda… no me hagas la pelota, pero mantén los ojos lejos de su culo o iré a pedirle a tu madre la sartén.
-¿que somos novios ahora? -pregunté para picarla..a fin de cuentas nos liábamos pero no habíamos "aclarado" nuestra situación.
—¿Quieres que lo seamos?pensaba que preferías trincar a la primera que vieras en la taberna.— le devolvió el hachazo con saña.
La historia de Brynhild dio para no pocas bromas entre ellos, pero entendían que el asunto era grave, se trataba de una mujer importante para Odin y tendrían que protegerla de la codicia de Randulf.
Alrek Tollak- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 54
Fecha de inscripción : 21/06/2017
Re: El mensajero de Loqui (privado)
Brökk estaba molido a palos y le costaba respirar, posiblemente alguna costilla hundida, pero en el barco ya le atendieron bien y cuando llegó a Akershus su madre tenía la mitad del trabajo hecho, las heridas limpias y había bebido agua. Giuliana no tuvo reparos en aplicar la magia wiccana y reparadora haciendo que los tejidos se juntaran de nuevo y el dolor desapareciese hasta ser sólo molestias llevaderas. La familia Tollak al completo pasaron por el templo, pero se quedaron allí Öda y su madre, las que sabían de hierbas y milagros. Los demás se desperdigaron cada cual a sus quehaceres, algunos a celebrar y otros a descansar.*
La casa de los Tollak se quedó vacía, Garm el licantropo se había ido al bosque, me parecía un hombre solitario. Alrek el mas parecido a su padre había decidido salir a la taberna a beberse unas jarras, me invitó pero no era mi plan de la noche pasarla con hombres ebrios que no merecían el Valhala preguntarme si eran llamados o no a la mesa de Odin, mi paciencia era finita..demasiado a decir verdad y prefería quedarme en un segundo plano. Al final decidí acudir al templo donde sabía la madre y hermana de Brökk le estaba dando cura. Al entrar saludé a una mujer que me miró de arriba a bajo, allí no nos tenían especial afecto las mujeres, sobretodo la madre del herido.
-Buenas noches -dije casi entre susurros al ver que Brökk dormía.*
—Buenas noches!! Yo soy Öda, la hermana pequeña. ¿Tú eres Brynhild? No se habla de otra cosa en Akershus…pero no te preocupes, las novedades duran poco, siempre salta Randulf con alguna sopresa.— La hermana pequeña de Brökk parloteaba de forma afable mientras cambiaba unos paños mojándolos en un balde y escurriéndolos.— ¿puedo ayudarte en algo?¿estás herida? Que no te engañe mi edad, soy enfermera desde hace tiempo.
Giuliana no juzgaba a nadie, pero el hecho de que su hijo se hubiera expuesto a caer cautivo de Randulf la mortificaba, y más sabiendo lo que lo había motivado: una mujer.*
La hermana de Brökk parecía simpática, demasiado bocazas en mi opinión, pero al menos a diferencia del resto no me miraba como si acabara de caer del Valhalla (lo cual no dejaba de ser gracioso porque de ahí había caído precisamente)
-Maldito dios tuerto -musité entre dientes -venía a llevarme a Brökk dije en una broma muy nuestra que a la madre no pareció divertirle tanto como a mi -venía a ver si queríais ir a descansar alguna, tengo el sueño algo trastocado y no me importa vigilarlo, quiero decir, cuidar de él.
Madre mía, mi forma de hablar nada tenía que ver con el de una mujer normal, pero nosotras acechábamos a los hombres para ver por cual iríamos llegada la hora.
-Tu padre esta muy cotizado -dije intentando arreglar todo con un cumplido *
La bruja frunció el ceño y Öda dejó el paño agarrando a su madre y llevándosela de allí.
— Ya está mamá…ve a descansar un poco, tómate un té, yo me quedo…luego más.— una vez hubo espantado a su madre puso los brazos en jarras mirando a la Valquiria.— No tienes ni idea de lo que es capaz por mi padre, así que mejor ni lo nombres. Acabaría con todas vosotras, y no es una amenaza vana, lo ha jurado y mi madre cumple las cosas que promete.— Le acercó una silla a Brynhild y recogió el cubo usado.— Voy a llevarlo a la cocina y a ver si consigo calmar a mi madre…en buen lío te has metido.
La casa de los Tollak se quedó vacía, Garm el licantropo se había ido al bosque, me parecía un hombre solitario. Alrek el mas parecido a su padre había decidido salir a la taberna a beberse unas jarras, me invitó pero no era mi plan de la noche pasarla con hombres ebrios que no merecían el Valhala preguntarme si eran llamados o no a la mesa de Odin, mi paciencia era finita..demasiado a decir verdad y prefería quedarme en un segundo plano. Al final decidí acudir al templo donde sabía la madre y hermana de Brökk le estaba dando cura. Al entrar saludé a una mujer que me miró de arriba a bajo, allí no nos tenían especial afecto las mujeres, sobretodo la madre del herido.
-Buenas noches -dije casi entre susurros al ver que Brökk dormía.*
—Buenas noches!! Yo soy Öda, la hermana pequeña. ¿Tú eres Brynhild? No se habla de otra cosa en Akershus…pero no te preocupes, las novedades duran poco, siempre salta Randulf con alguna sopresa.— La hermana pequeña de Brökk parloteaba de forma afable mientras cambiaba unos paños mojándolos en un balde y escurriéndolos.— ¿puedo ayudarte en algo?¿estás herida? Que no te engañe mi edad, soy enfermera desde hace tiempo.
Giuliana no juzgaba a nadie, pero el hecho de que su hijo se hubiera expuesto a caer cautivo de Randulf la mortificaba, y más sabiendo lo que lo había motivado: una mujer.*
La hermana de Brökk parecía simpática, demasiado bocazas en mi opinión, pero al menos a diferencia del resto no me miraba como si acabara de caer del Valhalla (lo cual no dejaba de ser gracioso porque de ahí había caído precisamente)
-Maldito dios tuerto -musité entre dientes -venía a llevarme a Brökk dije en una broma muy nuestra que a la madre no pareció divertirle tanto como a mi -venía a ver si queríais ir a descansar alguna, tengo el sueño algo trastocado y no me importa vigilarlo, quiero decir, cuidar de él.
Madre mía, mi forma de hablar nada tenía que ver con el de una mujer normal, pero nosotras acechábamos a los hombres para ver por cual iríamos llegada la hora.
-Tu padre esta muy cotizado -dije intentando arreglar todo con un cumplido *
La bruja frunció el ceño y Öda dejó el paño agarrando a su madre y llevándosela de allí.
— Ya está mamá…ve a descansar un poco, tómate un té, yo me quedo…luego más.— una vez hubo espantado a su madre puso los brazos en jarras mirando a la Valquiria.— No tienes ni idea de lo que es capaz por mi padre, así que mejor ni lo nombres. Acabaría con todas vosotras, y no es una amenaza vana, lo ha jurado y mi madre cumple las cosas que promete.— Le acercó una silla a Brynhild y recogió el cubo usado.— Voy a llevarlo a la cocina y a ver si consigo calmar a mi madre…en buen lío te has metido.
Brökk Tollak- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 13/07/2017
Localización : París-Bergen-Nueva Orleans
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El mensajero de Loqui (privado)
La rubia desapareció tras las cortinas que separaban la estancia donde estaba Brökk y al poco éste se removió en el lecho.
— Puedo salvarte de Randulf…pero no de mi madre y su sartén.—Tosió un poco sonriendo débilmente, aun no había abierto los ojos, pero las estaba escuchando.*
Enarqué una ceja sin comprender bien cual era ese problema que veían madre e hija en lo que yo hacía. Era una Valquiria, los hombres se pasaban la vida soñando con nosotros, deseando que llegara la hora de la gran cena ¿acaso no era un honor que Ulf estuviera invitado? ¿que muchas de nosotros lo consideraran un gran guerrero y como recompensa pensáramos darle aquello que se había ganado una vez pisara el Valhalla?
Resoplé sin entender nada acomodándome en las sillas, francamente empezaba a pensar que hubiera preferido enfrentarme a los borrachos de la taberna, estaba mas acostumbrada a ver como eran los hombres, en las mujeres no reparaba especial atención a no ser que fueran grandes escuderas, y como ellos, merecieran su silla en el Valhalla.
Brökk se revolvió, sus palabras me hicieron sonreír y de un salto me senté a su lado al borde del lecho.
-Tu madre no me traga -aseguré deslizando mis dedos por su frente apartando los mechones de pelo que quedaban a esta pegados -creo que teme que te lleve si se descuida y lo haría, pero por desgracia, no se como volver -bromeé guiñándole un ojo.*
— Yo puedo viajar a Asgard, se lo puedo preguntar a Loki…quizás él encuentre la forma, pero me tendrás que llevar contigo si vuelves porque como regrese solo, mis hermanos me matan por idiota.— tenía múltiples magulladuras por todo el cuerpo y la cara, pero trataba de no perder el humor que caracterizaba a Ulf y Alrek.—si yo no lo consigo…créeme, mi madre encontrará la manera con tal de mantenerte lejos de su amor. ¿Y yo? ¿Yo no estoy cotizado? Qué decepción.*
Hundió su dedo en el pecho del hechicero con una ladeada sonrisa.
-Tu guerrero tienes pase vip a Asgard, no nos necesitas..al menos no para llegar..una vez arriba...-dejo la frase inacabada dejando mas que claro a lo que se refería, a la Valquiría no le costaba dejar claras sus apetencias, a fin de cuentas..eran lo que eran, las guerreras de Odin, su ejercito y el acuerdo era un “quid pro quo" ellos viajaban al Valhalla, ellas...se divertían con la carnaza de nuevos guerreros.
-¿así que vas a ayudarme Brökk? ¿y eso por que?*
—Porque no se puede atrapar el viento. Si tú quieres regresar, nada te retendrá aquí. Seguro que encontramos la forma, es una prueba de Odín para ti. Y porque estarás más segura en Asgard que aquí con el estreñido de Randulf.— se removió un poco cambiando de postura. Se palpó el costado notando los puntos y se acomodó sobre el otro lado, respirando pesadamente, la sensación de ahogo había sido bastante desesperante.
— Puedo salvarte de Randulf…pero no de mi madre y su sartén.—Tosió un poco sonriendo débilmente, aun no había abierto los ojos, pero las estaba escuchando.*
Enarqué una ceja sin comprender bien cual era ese problema que veían madre e hija en lo que yo hacía. Era una Valquiria, los hombres se pasaban la vida soñando con nosotros, deseando que llegara la hora de la gran cena ¿acaso no era un honor que Ulf estuviera invitado? ¿que muchas de nosotros lo consideraran un gran guerrero y como recompensa pensáramos darle aquello que se había ganado una vez pisara el Valhalla?
Resoplé sin entender nada acomodándome en las sillas, francamente empezaba a pensar que hubiera preferido enfrentarme a los borrachos de la taberna, estaba mas acostumbrada a ver como eran los hombres, en las mujeres no reparaba especial atención a no ser que fueran grandes escuderas, y como ellos, merecieran su silla en el Valhalla.
Brökk se revolvió, sus palabras me hicieron sonreír y de un salto me senté a su lado al borde del lecho.
-Tu madre no me traga -aseguré deslizando mis dedos por su frente apartando los mechones de pelo que quedaban a esta pegados -creo que teme que te lleve si se descuida y lo haría, pero por desgracia, no se como volver -bromeé guiñándole un ojo.*
— Yo puedo viajar a Asgard, se lo puedo preguntar a Loki…quizás él encuentre la forma, pero me tendrás que llevar contigo si vuelves porque como regrese solo, mis hermanos me matan por idiota.— tenía múltiples magulladuras por todo el cuerpo y la cara, pero trataba de no perder el humor que caracterizaba a Ulf y Alrek.—si yo no lo consigo…créeme, mi madre encontrará la manera con tal de mantenerte lejos de su amor. ¿Y yo? ¿Yo no estoy cotizado? Qué decepción.*
Hundió su dedo en el pecho del hechicero con una ladeada sonrisa.
-Tu guerrero tienes pase vip a Asgard, no nos necesitas..al menos no para llegar..una vez arriba...-dejo la frase inacabada dejando mas que claro a lo que se refería, a la Valquiría no le costaba dejar claras sus apetencias, a fin de cuentas..eran lo que eran, las guerreras de Odin, su ejercito y el acuerdo era un “quid pro quo" ellos viajaban al Valhalla, ellas...se divertían con la carnaza de nuevos guerreros.
-¿así que vas a ayudarme Brökk? ¿y eso por que?*
—Porque no se puede atrapar el viento. Si tú quieres regresar, nada te retendrá aquí. Seguro que encontramos la forma, es una prueba de Odín para ti. Y porque estarás más segura en Asgard que aquí con el estreñido de Randulf.— se removió un poco cambiando de postura. Se palpó el costado notando los puntos y se acomodó sobre el otro lado, respirando pesadamente, la sensación de ahogo había sido bastante desesperante.
Brynhild- Humano Clase Baja
- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 11/12/2017
Re: El mensajero de Loqui (privado)
Brökk estaba en la enfermería, estaba bastante tocado y madre había insistido en que se quedara allí, así podría darle mejores cuidados pues tenia allí todo el material para curas. La joven valquiria se quedaría en casa de mis padres, mi habitación había quedado libre y esta la ocuparía. Le dije que se viniera con nosotros a celebrar, pero no parecía tener muchas ganas de festejos. Niels vino a por mi después de la cena, los dos nos fuimos a la taberna, había quedado allí con la pirata y el Cannif con Ubbe y Hakon.
Hoy la taberna estaba abarrotada, había un grupo de escoceses montando follon y como de costumbre los norteños vociferando, golpeando sus jarras, entramos fundiéndonos en el ambiente y nos acabamos sentando al fondo a la derecha pidiendo dos buenas jarras de cerveza negra.
Niels me preguntaba por la Vaquiria, era el principal centro de atención de Akershus en este momento.*
Beth se llevó la reprimenda de Dani, pero gracias a que Höor estaba allí mediando y que la vieron contenta, animada por haber recuperado el valor de enfrentarse a las situaciones de riesgo y muerte, se quedó en eso. Bien sabía la pirata que seguramente su hija no cumpliría la orden de no abandonar el barco, sabía que esa prueba debía superarla por si misma o hundirse en el “no puedo”, y por otro lado se llenó de orgullo, porque sabía que era muy espabilada, que tenía un potencial enorme y que su mayor enemigo sería siempre ella misma. La dejaron ir a celebrar con los demás, aunque el rostro más sombrío de Danielle delataba que no le hacía gracia lo que iría continuación, acabaría quedándose en casa de Alrek. Pero era su vida y ella tendría que decidir, si le partía el corazón sólo podría estar allí para ayudarla a recogerlo y…para hacerle la vida imposible al cambiante. Falkor ya no podía viajar por mar a menos precio que ocho veces su valor, se lo había ganado por embustero y cabrón. Y a veces sus avituallamientos “se perdían” durante el transporte. Le daba igual que el hermano de Atharal se quejase, era el castigo por joder a Beth y mientras le doliese, él seguiría pagando de otro modo.*
Eché un ojo hacía la puerta, conociendo a Dani bien podía encerrarla en su camarote y tirar al mar la llave, esa mujer estaba amargada y desquiciada y buscaba el modo de amargarnos nuestra "relación". Niels seguía preguntándome por la valquiria, si sus tetas eran grades, su el culo lo tenía de piedra...
-Esta buena tío, yo que se, no me ha dado tiempo a verle las tetas y el culo..he cenado y me has recogido.
-Tu ya solo miras a Beth -me recriminó Niels dándome un codazo -¿como vas con ella?
-No se, no hablamos mucho de "nosotros" supongo que nos es mas fácil así..simplemente dejarnos llevar, sin reglas, o somos nada...pero nos lo montamos.*
Hablando del papa de Roma, la morena entró por la puerta de la taberna y un silbido seguido de una obscenidad la recibieron surcando el aire. Le sacó el dedo corazón al borracho que se lo dijo, pero estaba sonriendo al hacerlo. Llegó hasta Niels y Alrek de buen humor.
— Adivina qué. ¡No estoy castigada!. Una botella de ron!!.— pidió a voz en grito y se la dejaron por allí en un santiamén.— ¿No ha venido Brunilda? Qué pena, con lo contentos que estarían todos estos energúmenos de verla…Supongo que ya lo sabes.— se dirigió a Niels.— A ver cuanto tardas en trajinártela. Aprovecha que Brökk está jodido.— se lo dijo pinchándolo, porque nadie sabía en verdad qué tipo de relación tenían Brynhild y Brökk, quizás bada, pero como habían sido hallados juntos y parecían preocupados el uno por el otro… Igualmente cualquier oportunidad era buena para chinchar a Niels.*
-¿Por quien me has tomado? -dijo Niels haciéndose el ofendido antes de ensanchar la sonrisa de lado a lado -si este pazguato me la presenta no le dura la "novia" a tu hermano ni un asalto -dijo Niels con ese ego desmesurado que se gastaba -Alrek me ha dicho que tiene dos buenos pares de tetas ¿crees me cabrían en la mano? -pregunté poniendo las manso cóncavas mientras me miraba con la sonrisa afilada.
-Yo no he dicho nada -dije dandole un cachete en el pescuezo.
-Pero lo has pensado -añadió Niels riéndose para devolverle a la pirata el revés.
-¿y mi beso? -pregunté a Beth poniendo cara de pescado -hoy he sido un héroe y no me he ganado mas que una mierda de costurones mal dados.*
— Tiene buenas tetas pero el culo plano. Como todas sean así, os espera un Valhalla muy aburrido.— le hizo una mueca de burla a Niels y centró su atención en Alrek que le ponía cara de pescado. Lo agarró por la barbilla hundiendo los dedos en las mejillas y le dio un beso.— la verdad es que hoy los Tollak habéis hecho historia, le habéis arrebatado una Valquiria a Randulf y habéis escapado de la prisión del rey.
Llevé mis dos manazas a su culo prieto y tiré de ella subiéndola sobre mi a horcajadas, mi boca colisionó voraz contra sus labios.
-esto es un beso -susurré antes de penetrar con mi lengua sus murallas. Derribé el portón con el ariete y como dos sierpes se enredaron las sin hueso en un beso húmedo y prolongado que nos dejó sin aliento a ambos.
-¡Hostia Dani! -dijo Niels.
En principio di un brinco sobresaltado, me jugaba la verga dura que abultaba mi pantalones si me pillaba con su hija de esta guisa, pero pronto me percaté de que el cabrón se descojonaba de ambos.
-¿No tienes a quien follarte esta noche Niels? -pregunté enarcando una ceja in soltar el culo de Beth.
-No me has traído la Valquiria -respondió encogiéndose de hombros.*
—Ni te la va a traer, porque está muy ocupado, manos en la masa.— le hizo una mueca pícara al rubio y le dio una colleja a Niels.— ¿Has avisado a Orn y a Dritt? Seguro que cuando sepan que su amigo del alma, el trio calavera va a hacer estragos en el hospital.— Eso era un “lárgate y déjanos solos”.*
Hoy la taberna estaba abarrotada, había un grupo de escoceses montando follon y como de costumbre los norteños vociferando, golpeando sus jarras, entramos fundiéndonos en el ambiente y nos acabamos sentando al fondo a la derecha pidiendo dos buenas jarras de cerveza negra.
Niels me preguntaba por la Vaquiria, era el principal centro de atención de Akershus en este momento.*
Beth se llevó la reprimenda de Dani, pero gracias a que Höor estaba allí mediando y que la vieron contenta, animada por haber recuperado el valor de enfrentarse a las situaciones de riesgo y muerte, se quedó en eso. Bien sabía la pirata que seguramente su hija no cumpliría la orden de no abandonar el barco, sabía que esa prueba debía superarla por si misma o hundirse en el “no puedo”, y por otro lado se llenó de orgullo, porque sabía que era muy espabilada, que tenía un potencial enorme y que su mayor enemigo sería siempre ella misma. La dejaron ir a celebrar con los demás, aunque el rostro más sombrío de Danielle delataba que no le hacía gracia lo que iría continuación, acabaría quedándose en casa de Alrek. Pero era su vida y ella tendría que decidir, si le partía el corazón sólo podría estar allí para ayudarla a recogerlo y…para hacerle la vida imposible al cambiante. Falkor ya no podía viajar por mar a menos precio que ocho veces su valor, se lo había ganado por embustero y cabrón. Y a veces sus avituallamientos “se perdían” durante el transporte. Le daba igual que el hermano de Atharal se quejase, era el castigo por joder a Beth y mientras le doliese, él seguiría pagando de otro modo.*
Eché un ojo hacía la puerta, conociendo a Dani bien podía encerrarla en su camarote y tirar al mar la llave, esa mujer estaba amargada y desquiciada y buscaba el modo de amargarnos nuestra "relación". Niels seguía preguntándome por la valquiria, si sus tetas eran grades, su el culo lo tenía de piedra...
-Esta buena tío, yo que se, no me ha dado tiempo a verle las tetas y el culo..he cenado y me has recogido.
-Tu ya solo miras a Beth -me recriminó Niels dándome un codazo -¿como vas con ella?
-No se, no hablamos mucho de "nosotros" supongo que nos es mas fácil así..simplemente dejarnos llevar, sin reglas, o somos nada...pero nos lo montamos.*
Hablando del papa de Roma, la morena entró por la puerta de la taberna y un silbido seguido de una obscenidad la recibieron surcando el aire. Le sacó el dedo corazón al borracho que se lo dijo, pero estaba sonriendo al hacerlo. Llegó hasta Niels y Alrek de buen humor.
— Adivina qué. ¡No estoy castigada!. Una botella de ron!!.— pidió a voz en grito y se la dejaron por allí en un santiamén.— ¿No ha venido Brunilda? Qué pena, con lo contentos que estarían todos estos energúmenos de verla…Supongo que ya lo sabes.— se dirigió a Niels.— A ver cuanto tardas en trajinártela. Aprovecha que Brökk está jodido.— se lo dijo pinchándolo, porque nadie sabía en verdad qué tipo de relación tenían Brynhild y Brökk, quizás bada, pero como habían sido hallados juntos y parecían preocupados el uno por el otro… Igualmente cualquier oportunidad era buena para chinchar a Niels.*
-¿Por quien me has tomado? -dijo Niels haciéndose el ofendido antes de ensanchar la sonrisa de lado a lado -si este pazguato me la presenta no le dura la "novia" a tu hermano ni un asalto -dijo Niels con ese ego desmesurado que se gastaba -Alrek me ha dicho que tiene dos buenos pares de tetas ¿crees me cabrían en la mano? -pregunté poniendo las manso cóncavas mientras me miraba con la sonrisa afilada.
-Yo no he dicho nada -dije dandole un cachete en el pescuezo.
-Pero lo has pensado -añadió Niels riéndose para devolverle a la pirata el revés.
-¿y mi beso? -pregunté a Beth poniendo cara de pescado -hoy he sido un héroe y no me he ganado mas que una mierda de costurones mal dados.*
— Tiene buenas tetas pero el culo plano. Como todas sean así, os espera un Valhalla muy aburrido.— le hizo una mueca de burla a Niels y centró su atención en Alrek que le ponía cara de pescado. Lo agarró por la barbilla hundiendo los dedos en las mejillas y le dio un beso.— la verdad es que hoy los Tollak habéis hecho historia, le habéis arrebatado una Valquiria a Randulf y habéis escapado de la prisión del rey.
Llevé mis dos manazas a su culo prieto y tiré de ella subiéndola sobre mi a horcajadas, mi boca colisionó voraz contra sus labios.
-esto es un beso -susurré antes de penetrar con mi lengua sus murallas. Derribé el portón con el ariete y como dos sierpes se enredaron las sin hueso en un beso húmedo y prolongado que nos dejó sin aliento a ambos.
-¡Hostia Dani! -dijo Niels.
En principio di un brinco sobresaltado, me jugaba la verga dura que abultaba mi pantalones si me pillaba con su hija de esta guisa, pero pronto me percaté de que el cabrón se descojonaba de ambos.
-¿No tienes a quien follarte esta noche Niels? -pregunté enarcando una ceja in soltar el culo de Beth.
-No me has traído la Valquiria -respondió encogiéndose de hombros.*
—Ni te la va a traer, porque está muy ocupado, manos en la masa.— le hizo una mueca pícara al rubio y le dio una colleja a Niels.— ¿Has avisado a Orn y a Dritt? Seguro que cuando sepan que su amigo del alma, el trio calavera va a hacer estragos en el hospital.— Eso era un “lárgate y déjanos solos”.*
Bethania- Humano Clase Baja
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 02/12/2017
Localización : Akershus
Re: El mensajero de Loqui (privado)
-El cabron de Orn está asediando la casa Tollak, se la estará cascando mirando por la ventana a ver si pilla el reflejo de la valquiria -contestó Niels muerto de la risa.
No pude evitar reírme contra os labios de Beth, Niels a veces tenía unas salidas.
-Tío, largaré ya -le dije sin mas.
Niels se levanto apurando la jarra y nos miró a los dos.
-Haberlo dicho antes, creía necesitabais una alcahueta.
Se abrió de brazos uniéndose a un corro de chicas que lanzaban cuchillos a una improvisada diana y pronto estuvo probando su puntería con las damas. Negué con la cabeza devolviendo mi mirada a la pirata.
-Te veo bien después de tu hazaña de hoy.*
—Estoy contenta, he podido hacerlo, he sido capaz de desbloquearme y hacer lo que debia hacer… ya sé que en tierra no soy la mejor elección pero en las cosas que implican barcos y navegación no me paro a pensar, es como si estuviera ya todo integrado aqui..— se señaló la cabeza.— bueno, y que… era tu hermano, tenía que hacer todo cuanto estuviera en mi mano por traerla de vuelta.— Niels se había levantado para acabar, cómo no, rodeado de mujeres.— ¿nos acabamos la botella en otro sitio?.— agitó la botella de ron frente a sus ojos.*
Le di un azote en el trasero para que se levantara.
-¿Vamos a mi casa? -la pregunta sonó ronca, plagada de ese deseo que sentía por ella.
Francamente la misión había salido bien y todos habíamos puesto de nuestra parte. Beth había hecho un gran trabajo, ella lo sabía. Quizás no todo estaba perdido para nosotros, si ella cedía a encargarse de las misiones mas costeras, argucias como la de hoy, batallas por el norte..si no se pasaba 6 meses en alta mar, si no era una Dani..podíamos tener un futuro juntos.*
—Vamos.— Salieron de la taberna y le dio un trago a la botella pasándosela después a Alrek. Fueron caminando hacia su casa, sin prisa, bromeando, recordando algunas escenas vividas en el castillo de Trondheim.— ¿Me invitas a quedarme en tu casa? No me apetece volver al barco.— Aunque seguramente se quedaría con él sin pedirlo, no estaba de más, no quería dar por supuesto lo que quizás no estuviera tan claro. En el barco le había preguntado si eran novios, sospechaba que Alrek medio en broma estaba preguntando algo serio. ¿Pero quería ponerle nombre a aquello en ese momento? No. Quizás al día siguiente o en otro momento si las cosas iban tranquilas… pudieran hablar de qué eran y si querían alargarlo en el tiempo.*
Mis manos se deslizaban por su cuerpo, cada curva abrupta era el mismísimo relieve norteño. Mis labios se pasearon por su cuello dibujando con mi lengua el sendero, mordiendo el lobuno de su oreja mientras de vez en cuando se separaba de mi riéndose, en ese inexplicable juego de depredador - presa que tanto excitaba a un lobo. Cuando llegamos frente al portón de mi casa, tras haberle dado un buen tiento a la botella la alcé de las nalgas, mi impaciencia estaba clara, mi abultada entrepierna contra su centro suplicaba por un encuentro. Nos besamos con una pasión desmedida que nos dejo sin resuello. Sus manos arrugaban mi camisa, mientras yo con la diestra y sin dejar de besarla, luchaba por acertar en la cerradura. Una vez dentro la mesa se convirtió en lecho, tiré todo lo que había encima con el antebrazo dejando que los uútiles repiquetearan contra el suelo, colocándola sobre esta mientras la pirata con cierta picardía me empujaba del pecho con la bota para marcar un ritmo distinto.*
Así se podía empezar una noche de celebración como Dios manda, Alrek era fuego contenido dentro de ese lobo y la pirata solía tener la cabeza ocupada en planes, maquinaciones, y mil cosas. Cuando él irrumpía de esa forma, se le olvidaban las historias mentales y todo daba paso al instinto. Lo buscó con los labios liberando su cinto para soltar su hombría. Por otro lado lo apartó de un empujón y se bajó de la mesa riendo.— tendrás que cazarme, lobito.— corrió alrededor de la mesa con los ojos fijos en él y dio un trago a la botella.*
Ladeé la sonrisa cuando la pirata me incitó a darle caza, mis ojos centelleaban en un tono amarillo radioactivo fruto del deseo, del alcohol y de la caza que empezaba en aquella habitación. Hice ademan de atraparla, pero ella me esquivaba riéndose cada vez que llegaba a rozarla, estuvimos así un rato, pero mi impaciencia no conocía parangón y ya cansado de sus quiebros acabé gruñendo dando un golpe a la mesa que la hizo a un lado acabando así de frente ambos. Atajé la distancia como un animal salvaje y al llegar arrasé con sus labios mordiéndolos, alzándola de nuevo por las nalgas, está vez hasta caer enredados sobre el lecho. Las prendas de ropa una a una fueron abandonando nuestra piel, el fuego nos lamía dotando su tez de un tono anaranjado.
Nos acariciamos sin ningún tipo de paz, ni de clama, aquella noche ambos éramos tempestad una que bien sabíamos los dos lidiar. Uno siempre sería bosque, tierra y fuego, la otra era mar, pero ahora mismo importaba poco todo eso pues dentro de ella solo era un hombre desesperado por convertirla en mía.*
En algún momento se dejó cazar y estaba dispuesta a caer con todo el equipo, a bajar las defensas y dejarse consumir en esa pasión abrasadora que la llevaría a perder el rumbo. Era cabezota, desobediente, rudo, burlón, irascible…pero le gustaba. Le encantaba que la hiciera reir, que la deseara de esa forma, que no la tratase como si fuera una niña mimada que tiene todo porque su madre se lo da. Tenían un carácter que chocaba, pero en ese choque se mostraban auténticos, en estado puro, tal y como eran, y no había más sinceridad que esa. Lo acogió entre las piernas, dibujó sus labios con los propios y niveló las curvas de su musculatura presionando con las manos en su espalda para agarrarse en aquel vaivén demencial.
No pude evitar reírme contra os labios de Beth, Niels a veces tenía unas salidas.
-Tío, largaré ya -le dije sin mas.
Niels se levanto apurando la jarra y nos miró a los dos.
-Haberlo dicho antes, creía necesitabais una alcahueta.
Se abrió de brazos uniéndose a un corro de chicas que lanzaban cuchillos a una improvisada diana y pronto estuvo probando su puntería con las damas. Negué con la cabeza devolviendo mi mirada a la pirata.
-Te veo bien después de tu hazaña de hoy.*
—Estoy contenta, he podido hacerlo, he sido capaz de desbloquearme y hacer lo que debia hacer… ya sé que en tierra no soy la mejor elección pero en las cosas que implican barcos y navegación no me paro a pensar, es como si estuviera ya todo integrado aqui..— se señaló la cabeza.— bueno, y que… era tu hermano, tenía que hacer todo cuanto estuviera en mi mano por traerla de vuelta.— Niels se había levantado para acabar, cómo no, rodeado de mujeres.— ¿nos acabamos la botella en otro sitio?.— agitó la botella de ron frente a sus ojos.*
Le di un azote en el trasero para que se levantara.
-¿Vamos a mi casa? -la pregunta sonó ronca, plagada de ese deseo que sentía por ella.
Francamente la misión había salido bien y todos habíamos puesto de nuestra parte. Beth había hecho un gran trabajo, ella lo sabía. Quizás no todo estaba perdido para nosotros, si ella cedía a encargarse de las misiones mas costeras, argucias como la de hoy, batallas por el norte..si no se pasaba 6 meses en alta mar, si no era una Dani..podíamos tener un futuro juntos.*
—Vamos.— Salieron de la taberna y le dio un trago a la botella pasándosela después a Alrek. Fueron caminando hacia su casa, sin prisa, bromeando, recordando algunas escenas vividas en el castillo de Trondheim.— ¿Me invitas a quedarme en tu casa? No me apetece volver al barco.— Aunque seguramente se quedaría con él sin pedirlo, no estaba de más, no quería dar por supuesto lo que quizás no estuviera tan claro. En el barco le había preguntado si eran novios, sospechaba que Alrek medio en broma estaba preguntando algo serio. ¿Pero quería ponerle nombre a aquello en ese momento? No. Quizás al día siguiente o en otro momento si las cosas iban tranquilas… pudieran hablar de qué eran y si querían alargarlo en el tiempo.*
Mis manos se deslizaban por su cuerpo, cada curva abrupta era el mismísimo relieve norteño. Mis labios se pasearon por su cuello dibujando con mi lengua el sendero, mordiendo el lobuno de su oreja mientras de vez en cuando se separaba de mi riéndose, en ese inexplicable juego de depredador - presa que tanto excitaba a un lobo. Cuando llegamos frente al portón de mi casa, tras haberle dado un buen tiento a la botella la alcé de las nalgas, mi impaciencia estaba clara, mi abultada entrepierna contra su centro suplicaba por un encuentro. Nos besamos con una pasión desmedida que nos dejo sin resuello. Sus manos arrugaban mi camisa, mientras yo con la diestra y sin dejar de besarla, luchaba por acertar en la cerradura. Una vez dentro la mesa se convirtió en lecho, tiré todo lo que había encima con el antebrazo dejando que los uútiles repiquetearan contra el suelo, colocándola sobre esta mientras la pirata con cierta picardía me empujaba del pecho con la bota para marcar un ritmo distinto.*
Así se podía empezar una noche de celebración como Dios manda, Alrek era fuego contenido dentro de ese lobo y la pirata solía tener la cabeza ocupada en planes, maquinaciones, y mil cosas. Cuando él irrumpía de esa forma, se le olvidaban las historias mentales y todo daba paso al instinto. Lo buscó con los labios liberando su cinto para soltar su hombría. Por otro lado lo apartó de un empujón y se bajó de la mesa riendo.— tendrás que cazarme, lobito.— corrió alrededor de la mesa con los ojos fijos en él y dio un trago a la botella.*
Ladeé la sonrisa cuando la pirata me incitó a darle caza, mis ojos centelleaban en un tono amarillo radioactivo fruto del deseo, del alcohol y de la caza que empezaba en aquella habitación. Hice ademan de atraparla, pero ella me esquivaba riéndose cada vez que llegaba a rozarla, estuvimos así un rato, pero mi impaciencia no conocía parangón y ya cansado de sus quiebros acabé gruñendo dando un golpe a la mesa que la hizo a un lado acabando así de frente ambos. Atajé la distancia como un animal salvaje y al llegar arrasé con sus labios mordiéndolos, alzándola de nuevo por las nalgas, está vez hasta caer enredados sobre el lecho. Las prendas de ropa una a una fueron abandonando nuestra piel, el fuego nos lamía dotando su tez de un tono anaranjado.
Nos acariciamos sin ningún tipo de paz, ni de clama, aquella noche ambos éramos tempestad una que bien sabíamos los dos lidiar. Uno siempre sería bosque, tierra y fuego, la otra era mar, pero ahora mismo importaba poco todo eso pues dentro de ella solo era un hombre desesperado por convertirla en mía.*
En algún momento se dejó cazar y estaba dispuesta a caer con todo el equipo, a bajar las defensas y dejarse consumir en esa pasión abrasadora que la llevaría a perder el rumbo. Era cabezota, desobediente, rudo, burlón, irascible…pero le gustaba. Le encantaba que la hiciera reir, que la deseara de esa forma, que no la tratase como si fuera una niña mimada que tiene todo porque su madre se lo da. Tenían un carácter que chocaba, pero en ese choque se mostraban auténticos, en estado puro, tal y como eran, y no había más sinceridad que esa. Lo acogió entre las piernas, dibujó sus labios con los propios y niveló las curvas de su musculatura presionando con las manos en su espalda para agarrarse en aquel vaivén demencial.
Alrek Tollak- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 54
Fecha de inscripción : 21/06/2017
Re: El mensajero de Loqui (privado)
Brökk intuyó que su madre no estaría muy conforme con alojar a Brynhild en su casa, era una Valquiria y no tenía mucha afinidad con ellas, porque no quería que tocaran a su marido ni siquiera para limpiarle las botas cuando fuera al Valhalla. Pero tampoco podían hacer otra cosa, ahora la escudera de Odín estaba allí y Randulf trataría de recuperarla como fuera. Öda le echó un cable llevándose a Giuliana a otra estancia del templo y así pudieron conversar un rato. Finalmente el rubio se durmió un par de horas durante las cuales se pasearon por allí miembros de la familia Tollak y conocidos, había mucha curiosidad sobre la mujer que había sido expulsada de Asgard por algún motivo.
Bien entrada la mañana, el guerrero por fin abrió los ojos y bostezó. Tenía hambre y se encontraba mucho mejor, la magia de su madre era poderosa y la suya propia le ayudaba a regenerar las heridas con mayor rapidez.
— Qué incómoda esta esta cama. Creo que quiero marcharme a casa ya, no sangro ni tengo huesos rotos.— estaba hecho una piltrafa, pero en eso tenía razón. Su madre dio el permiso y entre Öda y Brynhild lo acompañaron hasta su hogar que no estaba muy lejos.— Bienvenida a la mansión Tollak, donde tendrás que compartir cama con alguien…— lo dijo con media sonrisa socarrona porque lo cierto es que no esperaban ser tantos en la familia, además de Hilda y Arne que cuidaban de todo, y se les había quedado pequeña la casa.— Tú eliges. Estoy yo, que soy el más apuesto de todos y como primogénito tengo mis derechos. Luego Alrek, que ya se ha ido de casa pero su cuarto se lo ha quedado Garm, Erika y Öda. Te aviso, Garm ronca, Erika se mueve más que una culebra y Öda habla hasta en sueños.*
Tras un par de días en el hospital donde me gane el "afecto" de todos los presentes (lease el sarcasmo), sobre todo de las mujeres que veían en mi un riesgo inminente a arrebatarles a sus hombres por fin dieron el alta a Brökk. Entre Oda y yo lo llevamos a la casa Tollak, era un viejo caserío donde la lumbre siempre estaba prendida, los gritos no cesaban y supongo que eso era exactamente lo que los humanos llamaban hogar. Ulf no estaba en ese momento, entrenaba a los jóvenes junto al conde Cannif, me dijo que querían hablar conmigo en privado, así que mas tarde me pasaría por palacio.
Llevamos a Brökk a su cámara acomodándolo en el lecho mientras este sonreía mirándome.
-Vaya, veo que no has perdido el sentido del humor. Así que por ser el primogénito tienes derechos y eres también el mas apuesto -ensanché la sonrisa mirando a mi alrededor -solo veo una cama ¿no estarás intentando llevarte a la valquiria al lecho verdad?
Acabé riéndome a carcajadas por la cara que ponía. Tampoco es que me importara si así era. Yo era una guerrera, el sexo formaba parte de mi cultura desde el inicio de los tiempos.
-Aunque en el estado que estas no tengo claro si cumplirás mis expectativas*
Enarcó una ceja poniendo cara de sobrado. Ulf tenía como veintisiete gestos faciales de superioridad, que para algo era el alfa, y alguno que otro había heredado.
—Si quieres ponerme a prueba…Bah, tienes razón, estoy hecho una mierda y más para una diosa de la guerra. Supongo que tendrás que ir al castillo, el conde Cannif querrá hablar contigo. Si quieres darte un baño, comer algo o pedirle ropa a Erika, hazlo. Porque supongo que los vestidos de Öda no son lo tuyo.
— ¿que me pida ropa? ¿quién?.— la voz de Erika resonó por el otro cuarto y pronto su cara pecosa apareció por el umbral de la puerta.— Ah, tu eres la novia de Randulf. No se habla de otra cosa. Pues qué quieres que te diga, con mi hermano sales ganando y por desgracia no tengo vestidos de boda.— Erika era así, sin filtros, soltaba lo primero que le venía en gana. La miró de arriba a abajo.— yo soy más alta, no sé si te sobrará pantalón. ¿Quieres entrenar? Yo iba a eso. Tenéis muchas fama, pero…meh. Habría que ver de qué pasta estás hecha.— A Erika no le importaba vacilarle a una Valquiria o al propio Randulf, era igual de temeraria que Alrek en ese aspecto, había heredado la vena berseker de Ulf.*
Palmeé su pecho ladeando la sonrisa mientras mis pestañas abanican mi mirada.
-Si te rindes pronto guerrero -susurré antes de que por la puerta apareciera una chica joven y llena de pecas que como el resto de esta familia parecía no conocer lo que eran los filtros a la hora de hablar, supongo que eso estaba bien, los norteños habían sido forjados a base del mismo fuego de nuestros dioses, desde Asagar los observábamos desafiar una y otra vez a las inclemencias que asolaban sus vidas, así que ¿como echarles en cara que me desafiaran si así habían nacido y así los queríamos?
-No es mala idea lo de entrenar, ademas seguro que tu padre está allí y puedo hablar con él. ¿Me prestas algo de ropa?
Desvié mi mirada hacia Brökk.- ¿por qué no vienes y te sientas a vernos?, no te vendrá mal tomar el aire mensajero de Loqui.
No pensaba quedarme en Akershus, partiría con las primeras luces del alba, Randulf no iba a detenerse, quería una valquiría y ahora que sabía que una pisaba el Midgard no frenaría sus ataques hasta convertirla en suya.*
Bien entrada la mañana, el guerrero por fin abrió los ojos y bostezó. Tenía hambre y se encontraba mucho mejor, la magia de su madre era poderosa y la suya propia le ayudaba a regenerar las heridas con mayor rapidez.
— Qué incómoda esta esta cama. Creo que quiero marcharme a casa ya, no sangro ni tengo huesos rotos.— estaba hecho una piltrafa, pero en eso tenía razón. Su madre dio el permiso y entre Öda y Brynhild lo acompañaron hasta su hogar que no estaba muy lejos.— Bienvenida a la mansión Tollak, donde tendrás que compartir cama con alguien…— lo dijo con media sonrisa socarrona porque lo cierto es que no esperaban ser tantos en la familia, además de Hilda y Arne que cuidaban de todo, y se les había quedado pequeña la casa.— Tú eliges. Estoy yo, que soy el más apuesto de todos y como primogénito tengo mis derechos. Luego Alrek, que ya se ha ido de casa pero su cuarto se lo ha quedado Garm, Erika y Öda. Te aviso, Garm ronca, Erika se mueve más que una culebra y Öda habla hasta en sueños.*
Tras un par de días en el hospital donde me gane el "afecto" de todos los presentes (lease el sarcasmo), sobre todo de las mujeres que veían en mi un riesgo inminente a arrebatarles a sus hombres por fin dieron el alta a Brökk. Entre Oda y yo lo llevamos a la casa Tollak, era un viejo caserío donde la lumbre siempre estaba prendida, los gritos no cesaban y supongo que eso era exactamente lo que los humanos llamaban hogar. Ulf no estaba en ese momento, entrenaba a los jóvenes junto al conde Cannif, me dijo que querían hablar conmigo en privado, así que mas tarde me pasaría por palacio.
Llevamos a Brökk a su cámara acomodándolo en el lecho mientras este sonreía mirándome.
-Vaya, veo que no has perdido el sentido del humor. Así que por ser el primogénito tienes derechos y eres también el mas apuesto -ensanché la sonrisa mirando a mi alrededor -solo veo una cama ¿no estarás intentando llevarte a la valquiria al lecho verdad?
Acabé riéndome a carcajadas por la cara que ponía. Tampoco es que me importara si así era. Yo era una guerrera, el sexo formaba parte de mi cultura desde el inicio de los tiempos.
-Aunque en el estado que estas no tengo claro si cumplirás mis expectativas*
Enarcó una ceja poniendo cara de sobrado. Ulf tenía como veintisiete gestos faciales de superioridad, que para algo era el alfa, y alguno que otro había heredado.
—Si quieres ponerme a prueba…Bah, tienes razón, estoy hecho una mierda y más para una diosa de la guerra. Supongo que tendrás que ir al castillo, el conde Cannif querrá hablar contigo. Si quieres darte un baño, comer algo o pedirle ropa a Erika, hazlo. Porque supongo que los vestidos de Öda no son lo tuyo.
— ¿que me pida ropa? ¿quién?.— la voz de Erika resonó por el otro cuarto y pronto su cara pecosa apareció por el umbral de la puerta.— Ah, tu eres la novia de Randulf. No se habla de otra cosa. Pues qué quieres que te diga, con mi hermano sales ganando y por desgracia no tengo vestidos de boda.— Erika era así, sin filtros, soltaba lo primero que le venía en gana. La miró de arriba a abajo.— yo soy más alta, no sé si te sobrará pantalón. ¿Quieres entrenar? Yo iba a eso. Tenéis muchas fama, pero…meh. Habría que ver de qué pasta estás hecha.— A Erika no le importaba vacilarle a una Valquiria o al propio Randulf, era igual de temeraria que Alrek en ese aspecto, había heredado la vena berseker de Ulf.*
Palmeé su pecho ladeando la sonrisa mientras mis pestañas abanican mi mirada.
-Si te rindes pronto guerrero -susurré antes de que por la puerta apareciera una chica joven y llena de pecas que como el resto de esta familia parecía no conocer lo que eran los filtros a la hora de hablar, supongo que eso estaba bien, los norteños habían sido forjados a base del mismo fuego de nuestros dioses, desde Asagar los observábamos desafiar una y otra vez a las inclemencias que asolaban sus vidas, así que ¿como echarles en cara que me desafiaran si así habían nacido y así los queríamos?
-No es mala idea lo de entrenar, ademas seguro que tu padre está allí y puedo hablar con él. ¿Me prestas algo de ropa?
Desvié mi mirada hacia Brökk.- ¿por qué no vienes y te sientas a vernos?, no te vendrá mal tomar el aire mensajero de Loqui.
No pensaba quedarme en Akershus, partiría con las primeras luces del alba, Randulf no iba a detenerse, quería una valquiría y ahora que sabía que una pisaba el Midgard no frenaría sus ataques hasta convertirla en suya.*
Brökk Tollak- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 13/07/2017
Localización : París-Bergen-Nueva Orleans
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El mensajero de Loqui (privado)
—Supongo que podría, iré en un rato, quiero cambiarme de ropa y darme un baño, aún apesto a huargo.— el rubio se dejó caer en la cama, estaba molido a palos, pero tras un baño y un poco de pastel de Öda seguro que tendría fuerzas para acudir al castillo. Erika hizo una mueca y se llevó a la castaña a su habitación, abrió el armario y sacó algunas prendas de trabajo, en casa no les faltaba de nada, y menos siendo su abuelo el dueño del imperio de los ataúdes. Solían recibir cargamentos de todo tipo de cosas que la bruja solicitaba, y aunque no eran de grandes ostentaciones, sus ropas estaban hechas y eran de tejidos ligeros a la par que cálidos.
—Por mucho que te guste mi hermano, no puedes llevártelo a Asgard, aún le queda mucho que hacer aquí. Si lo haces te patearé el culo.— apuntó con el dedo a Brynhild, y aunque podía sonar a chanza, había algo de amenaza verdadera en su tono. Brökk era el mayor, el que estaba destinado a un capítulo glorioso en la historia de Akershus, el que tenía prohibida la magia, su naturaleza anulada para no cabrear a los dioses, y llevaba ese peso sobre los hombres ostentando siempre buen humor y siendo uno más de los soldados, siempre en danza con sus inseparables Athos y Aramis (Dritt y Orn). La gemela de carácter terrible se quedó pensativa un segundo.— ¿qué hay que hacer para ser una Valquiria? Es decir…vosotras también morís. ¿Cómo os repone Odín?.— porque ser una Valquiria era un destino bastante glorioso, seguro que su padre estaría orgulloso de ella si fuera una.*
Tomé la ropa que me tendió desnudándome ante sus ojos para ponérmela sin apartar mi mirada de la joven pecosa que señalándome con el indice como en el hospital hizo su madre me "recordaba", por decirlo suavemente, que no podía llevarme a su hermano al Valhalla, no si no quería enfrentarme a ella. Ladeé la sonrisa mirándola, francamente no le faltaba ímpetu, valor y arrojo, algún día sería a ella a por quien iría, acaba de apuntarla en mi lista de preferidos.
-No voy a llevarme a tu hermano a ningún sitio, me guste o no eso es irrelevante, es un humano, un hombre y yo una valquiria, no podemos ser amantes...esta prohibido para los dioses enamorarse de mortales, puedes estar tranquila pequeña -aseguré guiñándole un ojo mientras me calzaba los pantalones dando un salto para meter mi culo en ellos, mi cuerpo era mas curvilíneo que el de ella que era mas esbelta.
-Te confesaré algo, no voy a quedarme, pero no se lo digas a Brökk, insistirá en que no puedo irme con Randulf persiguiéndome. Si me quedo os pondré a todos en peligro, no puedo complicaros las cosas, va en contra de las normas, no debemos interceder en vuestro destino y quedándome es exactamente lo que hago, despertar una guerra entre Rebeldes y Randulf.
Medité lo que decía, sin duda era la que mas se parecía al general Ulf, tan bélica como este..
-Nacemos Valquirias, de vez en cuando bajamos a la tierra y nos dejamos fecundar por hombres...nuestras hijas son entrenadas como Valquirias, los humanos no podéis acceder a dicho puesto.*
—Oh, mierda. Pues vaya rollo, nací humana y todos mis hermanos son… algo.¿No podéis hacer una excepción? Seguro que Odín puede hacerlo…bueno, y si no, mis sobrinas serán Valquirias, porque como me entere que bajas a fecundarte y te acuestas con el pazguato de Orn, te corto la melena, y una Valquiria calva es lo menos atractivo que puede haber para un humano.— Acabaron de vestirse y salieron hacia el establo, Erika llevaba al cinto su cuchillo y su espada, hecha para su mano y su altura, pero en el establo, bajo unas tablas, guardaba una de repuesto y se la dio a Brynhild. Esa siempre sería mejor que las que se forjaban para entrenar, de acero basto y quebradizo.
Se marcharon al patio de armas mientras charlaban de técnicas de espada y entrenamiento. Al parecer las Valquirias hacían proezas que ella no podía ni imaginar, asi que en su cabeza se instaló la idea de querer ser una de ellas. Pero por lo pronto, allí en la tierras, tendría que ser presa de la gravedad, y limitada por su cuerpo de carne y huesos. Se presentaron frente al general Ulf y éste dejó un momento a su pelotón entrenando para atenderlas.
—Padre, ésta es Brynhild, la Valquiria. Viene a entrenar conmigo. ¿No es una putada? Para una amiga que hago se marchará a Asgard en cuanto pueda.— Siempre le decían que hiciera más amigas, pero ella solía entrenar con los chicos y las demás escuderas iban a lo mismo, así que no solía congeniar con otras mujeres.*
-Ulf es importante que hablemos, reúne al conde en un par de horas tengo una información que daros.
La sonrisa ladeada de Ulf mirándome de arriba a bajo me recordó a la de Brökk y no pude evitar sonreír recordando al joven mensajero de Loqui. Entendía que despertara la curiosidad de los hombres, lo que no me esperaba era la desfachatez de este.
-Y me pregunto yo ¿puedo elegir mi valquiria? ¿ya sabes lleváis algún tipo de catalogo? como tengo muchas fans que quieren recogerme..digo yo que podré ser yo el que decida ¿no?
Su hija le dio un capon y ambos estallaron en carcajadas mientras yo negaba con la cabeza mirándolos sin poder dejar de reirme, ahora entendía a su mujer, me parecía poco que nos enfrentara con una sarten, yo que ella me haría con un menaje completo.
Empecé el entrenamiento con la joven vikinga, dandole estocadas, buscando el flanco ajeno, me caía muy bien, era una gran guerrera y en lo que pude fui marcándole las pautas para esgrimir con mas certeza el acero. Podía ser una valquiria pero el maldito dios tuerto me había dejado con un cuerpo humano así que mi fuerza, mi rapidez y mi resistencia se habían visto mas que mermadas.*
Brynhild- Humano Clase Baja
- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 11/12/2017
Re: El mensajero de Loqui (privado)
Erika se había pasado la vida entrenando con sus hermanos y con su padre, estaba muy preparada, se puso en guardia y recibió la estocada de Brynhild, se enzarzaron en un forcejeo para intentar sacarle el arma de las manos a la contraria. Giraron, rodaron y se empujaron para recuperar el aliento y volver a la carga. Pronto se hizo un pequeño corro de espectadores, entre ellos Ulf que cruzado de brazos analizaba cada movimiento de su hija, veinte veces corregido por él, y fijándose en la valquiria que tenía una destreza fuera de lo normal. Cuando su primera niña rodó por el suelo el lobo frunció el ceño, porque la había visto perder el paso, un error tan tonto que le habría costado la vida de ser un combate real, y que la asgardiana no desaprovechó, agarrándola y desarmándola. Pero Erika no se dio por vencida y utilizó un truco sucio que le había enseñado su gemelo: pisó con saña a Bryn y tras eso se agachó, agarró un puñado de tierra y se lo lanzó, porque si podía despistarla unos segundos podría recuperar su postura y volver al combate.*
Tenía que reconocerle el mérito a la humana, se notaba que estaba bien entrenada, que su vida era el acero y abanderaba el valor con cada uno de sus movimientos. Sendos cuerpos se perlaron en sudor cuando la danza de espadas n ose detuvo durante un prologado tiempo y si bien es cierto que con la destreza de una asgariana logre desarmarla en un paso en falso, eso no logró que la joven hija de Ulf tirara de artimañas llenando mis ojos de tierra. Escuché los jaleos de los presentes animando a su compañera de armas, mientras con mi antebrazo trataba de limpiar los ojos y con la diestra mantener la espada alzada esperando la embestida que no tard oen llegar nada.
Su hombro se hundió en mi vientre y las dos nos fuimos al suelo, la fina arena se pegó en nuestra tez y pronto la gesta fue acompañada por golpes y quiebros. Ulf miraba la escena con orgullo, podia percibirlo aun enredada con la muchacha y no fue hasta que la voz de héroe irrumpió en escena deteniéndonos en seco.
Me alcé tendiendole la mano.
-Buen combate -aseguré tirando de ella para levantarla -dicen que todo vale en el amor y en la guerra -bromeé en su oido como respuesta a su escaramuza.
Caminé hacia el conde tratando de hacer a un lado los mechones rebeldes que habían escapado de las trenzas y con esa altivez que caracterizaba a las valquirias alcé la mirada encontrándome con los inquisitivos ojos de ese hombre que parecía analizar la veracidad de mis palabras.
Entendía sus dudas, ser la novia a la fuga de Randulf no me convertía en Valquiria, podía ser bien una escudera del clan contrario y estar jugándosela.
-Vamos a la sala de palacio, tenemos que hablar -dijo sin mas dirigiendo una mirada a us general que pronto se unió a la comitiva.*
En la sala donde Höor recibía las “audiencias” se reunieron los generales que pululaban esa mañana por Akershus. En principio aquello debía ser una reunión con el alto mando pues no todos los días se recibía a una guerrera de Odín recién salvada de las garras de Randulf. Tenían varias operaciones en marcha, entre ellas esa en la que habían rescatado a la valquiria y que tenía por objetivo asegurar una frontera, Randulf estaba tratando de quedarse con el noroeste de la cordillera, que no tenía valor salvo para algunos aldeanos, pero era una forma de concentrar efectivos del conde allí y mientras tanto no estaban acechándolo de otra forma.*
Höor tomó asiento en la silla central, ligeramente elevada de donde yo estaba, en el centro de la sala, mantuve silencio escuchando a mi alrededor los cuchicheos hasta que el conde elevó la diestra y se hizo el silencio.
-Has levantado un gran revuelo en Akershus -dijo ladeando la sonrisa -no todos los días, lejos del campo de batalla, nos visitan Valquirias.
Fruncí el ceño ante sus palabras, si el maldito dios tuerto no me hubiera enviado no estaría aquí plantada.
-Sea como sea eres bienvenida en Akershus, todos los son a no ser que demuestren ser traidores, si eres valquiria imagino sabrás que en nuestra cultura eso se paga con la muerte.
Se acomodó en el respaldo sin dejar de repasar mis gestos con sus dos tempestades.
-Bien ¿en que podemos ayudarte Brynhild?
Brökk Tollak- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 13/07/2017
Localización : París-Bergen-Nueva Orleans
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El mensajero de Loqui (privado)
Por supuesto que bien sabia Brökk habría confirmado mi historia, de no ser asi, no andaría con tanta libertad tras estos muros, eso y que quedándome en casa del general Ulf estaba controlada en todo momento por uno de los fieles al conde.
-Los mortales nada podéis hacer por mi, Odin es un dios complicado y al parecer me ha mandado a Midgar para que aprenda una lección, imagino que hasta que eso no ocurra, el tuerto no me devolverá a Asgar, así que, estoy condenada a vagar errante por uno de los nueve mundos que no es el mío. Aun así, tengo claro que no podemos interferir en lo que os pase, son las nornas las que tejen vuestro destino, no así el mío, con lo cual he de abandonar estas tierra,s mantenerme en Akershus para vosotros no es seguro, pues Randulf no pasara por altola oportunidad de recuperarme y llevarme consigo..eso cambiara vuestro rumbo y no puedo permitirlo.*
—No dejaremos que Randulf se haga contigo.— La voz de Brökk rompió la seriedad de la sala y Ulf sonrió de medio lado pero luego frunció el ceño para compensar. No debía estar allí pero podía entender la impulsividad de su primogénito. De alguna manera su destino iba ligado al de esa mujer y en su hogar ya nada les resultaba extraño viniendo de los dioses.
— Desde luego cualquiera te dice que no. ¿Sabe tu madre que estás aquí?.— Interrumpió Atharal, bromeando con el brujo y mirando a Ulf. Para él, Brökk era un chico, un chaval aún a medio hacer.
— Estoy bien.— se giró hacia la valquiria.— sabía que vendrías a pedirle a Höor que te deje marchar… he tenido una visión.— Pocas veces le había sucedido eso, era más común en Giuliana y en Öda que en Brökk, pero al parecer los dioses le habían enviado esa clarividencia para que no la dejase irse.— No puedes hacerlo, no saldrá bien, tienes que quedarte en Akershus y después…— exhaló el aire mirando a su padre.— quizás Loki quiera ayudarme a devolverte a Asgard.*
Mi corazón dio un vuelco cuando la voz de Brökk se impuso sobre le resto, de espaldas a él cerré los ojos apretando los puños, era mas fácil mi petición sin tenerle al de frente en aquella sala.
Estaba haciendo lo correcto, lo que marcaba nuestra ley, lo mejor para Akershus y lo mejor para él. Ayudarme ya había supuesto que casi una de las mías lo llevara consigo y si Giuliana esgrimía sartenes, yo luchaba con espadas, no podía quedarme.
Dejé escapar el aire aflojando el gesto antes de girarme para mostrarme impasible.
-Brökk mi decisión es firme -sentencié elevando el mentón -Loqui no va a intervenir en la decisión que ha tomado su padre, menos por una valquiria, las leyes en Asgard se cumplen.*
—No sé cuales son las leyes de Asgard pero cuando Odín desea algo, se cumple, y no hay quien se le oponga, eso lo sé yo y lo sabemos todos. A veces las pruebas que Odín nos pone consisten en eso precisamente, en que busques otras opciones, en que luches con cualquier arma que se ponga a tu mano…y estás huyendo!! Una valquiria huyendo!! No puedes simplemente largarte porque crees que así Randulf no hará lo que seguramente haga de todas formas. ¿Por qué no te quedas y luchas como todos nosotros? Tus habilidades son perfectas, las podríamos aprovechar, pero tú sólo quieres salir corriendo.— clavó sus ojos en los de la guerrera.— ¿eres una cobarde? ¿o es que Akershus no merece tener a alguien como tú?*
Mantuve mis ojos clavados en los ajenos como dagas de frío acero, él no lo entendía y si lo hacía no quería comprenderlo.
-¿Hablas como hombre o como guerrero Brökk? -pregunté hundiendo mas mi mirada en sus pardos -Si lo haces como guerrero deberías comprender que si me quedo seré un motivo para que el ataque llegue antes de tiempo ¿podéis afrontarlo? no debo inmiscuirme en esto, no puedo ser "el caballo de Troya" para vosotros. Si hablas como hombre, quizás esta conversación podría producirse en un lecho, pero no delante de los generales de tu ejercito.
Si, quería cabrearlo, que se largara porque oca él aquí acabaría quedándome y eso no era lo que marcaban las leyes de Asgar, no quería huir, iba a luchar, solo lo trataba de salvar ¿estaba ciego el muy pazguato?*
—Hablo como guerrero de Akershus y como hombre que se preocupa por todos aquellos cuya vida está amenazada, hasta incluso cuando huyen con el vestido de novia puesto. Randulf nos atacará estés o no estés tú aquí, eso lo saben bien mi tío Höor y mi padre, que han visto mil lunas bajo el yugo del tirano.— miró a Höor para leer en sus ojos si estaba de acuerdo o no con sus palabras. Pero jamás había escuchado que Akershus no acogiera a algún fugitivo porque su presencia fuera un problema.*
-Mi decisión esta tomada -sentencié incapaz de discutir con él las razones que me empujaban a irme con tanta fuerza.
Me giré para enfrentar al conde.
-Valoro tu hospitalidad y bien sé que lucharíais por mi todos los presentes, pero para eso debería querer que así fuera y simplemente no esta en mis planes desatar una guerra, partiré al alba.
Caminé entre los presentes hacia la salida, sin detenerme ante el hombre que desde un lado de la sala me miraba.*
-Los mortales nada podéis hacer por mi, Odin es un dios complicado y al parecer me ha mandado a Midgar para que aprenda una lección, imagino que hasta que eso no ocurra, el tuerto no me devolverá a Asgar, así que, estoy condenada a vagar errante por uno de los nueve mundos que no es el mío. Aun así, tengo claro que no podemos interferir en lo que os pase, son las nornas las que tejen vuestro destino, no así el mío, con lo cual he de abandonar estas tierra,s mantenerme en Akershus para vosotros no es seguro, pues Randulf no pasara por altola oportunidad de recuperarme y llevarme consigo..eso cambiara vuestro rumbo y no puedo permitirlo.*
—No dejaremos que Randulf se haga contigo.— La voz de Brökk rompió la seriedad de la sala y Ulf sonrió de medio lado pero luego frunció el ceño para compensar. No debía estar allí pero podía entender la impulsividad de su primogénito. De alguna manera su destino iba ligado al de esa mujer y en su hogar ya nada les resultaba extraño viniendo de los dioses.
— Desde luego cualquiera te dice que no. ¿Sabe tu madre que estás aquí?.— Interrumpió Atharal, bromeando con el brujo y mirando a Ulf. Para él, Brökk era un chico, un chaval aún a medio hacer.
— Estoy bien.— se giró hacia la valquiria.— sabía que vendrías a pedirle a Höor que te deje marchar… he tenido una visión.— Pocas veces le había sucedido eso, era más común en Giuliana y en Öda que en Brökk, pero al parecer los dioses le habían enviado esa clarividencia para que no la dejase irse.— No puedes hacerlo, no saldrá bien, tienes que quedarte en Akershus y después…— exhaló el aire mirando a su padre.— quizás Loki quiera ayudarme a devolverte a Asgard.*
Mi corazón dio un vuelco cuando la voz de Brökk se impuso sobre le resto, de espaldas a él cerré los ojos apretando los puños, era mas fácil mi petición sin tenerle al de frente en aquella sala.
Estaba haciendo lo correcto, lo que marcaba nuestra ley, lo mejor para Akershus y lo mejor para él. Ayudarme ya había supuesto que casi una de las mías lo llevara consigo y si Giuliana esgrimía sartenes, yo luchaba con espadas, no podía quedarme.
Dejé escapar el aire aflojando el gesto antes de girarme para mostrarme impasible.
-Brökk mi decisión es firme -sentencié elevando el mentón -Loqui no va a intervenir en la decisión que ha tomado su padre, menos por una valquiria, las leyes en Asgard se cumplen.*
—No sé cuales son las leyes de Asgard pero cuando Odín desea algo, se cumple, y no hay quien se le oponga, eso lo sé yo y lo sabemos todos. A veces las pruebas que Odín nos pone consisten en eso precisamente, en que busques otras opciones, en que luches con cualquier arma que se ponga a tu mano…y estás huyendo!! Una valquiria huyendo!! No puedes simplemente largarte porque crees que así Randulf no hará lo que seguramente haga de todas formas. ¿Por qué no te quedas y luchas como todos nosotros? Tus habilidades son perfectas, las podríamos aprovechar, pero tú sólo quieres salir corriendo.— clavó sus ojos en los de la guerrera.— ¿eres una cobarde? ¿o es que Akershus no merece tener a alguien como tú?*
Mantuve mis ojos clavados en los ajenos como dagas de frío acero, él no lo entendía y si lo hacía no quería comprenderlo.
-¿Hablas como hombre o como guerrero Brökk? -pregunté hundiendo mas mi mirada en sus pardos -Si lo haces como guerrero deberías comprender que si me quedo seré un motivo para que el ataque llegue antes de tiempo ¿podéis afrontarlo? no debo inmiscuirme en esto, no puedo ser "el caballo de Troya" para vosotros. Si hablas como hombre, quizás esta conversación podría producirse en un lecho, pero no delante de los generales de tu ejercito.
Si, quería cabrearlo, que se largara porque oca él aquí acabaría quedándome y eso no era lo que marcaban las leyes de Asgar, no quería huir, iba a luchar, solo lo trataba de salvar ¿estaba ciego el muy pazguato?*
—Hablo como guerrero de Akershus y como hombre que se preocupa por todos aquellos cuya vida está amenazada, hasta incluso cuando huyen con el vestido de novia puesto. Randulf nos atacará estés o no estés tú aquí, eso lo saben bien mi tío Höor y mi padre, que han visto mil lunas bajo el yugo del tirano.— miró a Höor para leer en sus ojos si estaba de acuerdo o no con sus palabras. Pero jamás había escuchado que Akershus no acogiera a algún fugitivo porque su presencia fuera un problema.*
-Mi decisión esta tomada -sentencié incapaz de discutir con él las razones que me empujaban a irme con tanta fuerza.
Me giré para enfrentar al conde.
-Valoro tu hospitalidad y bien sé que lucharíais por mi todos los presentes, pero para eso debería querer que así fuera y simplemente no esta en mis planes desatar una guerra, partiré al alba.
Caminé entre los presentes hacia la salida, sin detenerme ante el hombre que desde un lado de la sala me miraba.*
Brynhild- Humano Clase Baja
- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 11/12/2017
Re: El mensajero de Loqui (privado)
Era una cabezota...pero qué podía esperar de una guerrera tan terca como los de Akershus. Resopló y negó con la cabeza dejándola ir por el momento. Los generales y el propio Höor lo miraron inquisitivos, aquello no se quedaba allí y quienes conocían a Brökk lo sabían.
-¿Qué más has visto?.- preguntó Ulf. El rubio exhaló el aire pesadamente, su padre sabía que él normalmente no tenía visiones y que si las había tenido, suponían algo grave.
— Randulf la quiere para entrar en Vingólf y tomar el control del hogar de las valquirias. Hay una vieja profecía que cuenta que el primer hombre que consiga entrar en la fortaleza de los Caídos gobernada por las Valquirias, será el rey de todas ellas. Arrebatará el poder a la mismísima Freya, apropiándose de una joya única, y se convertirá en una deidad. ¿Conocéis el texto de la Edda que dice...?.— Recitó el pasaje con voz grave, su madre se había encargado de que Brökk conociese a fondo a sus dioses ya que estaba indisolublemente unido a ellos.— "Odín les manda valquirias a todas las batallas. Asignan la muerte a los hombres y gobiernan la victoria. Gunnr y Róta y la norna más joven, llamada Skuld, siempre cabalgan para elegir quién deberá morir y para gobernar las matanzas. Por las 540 puertas de Vingólf atraviesan los caídos más heroicos, las Valquirias los curan y cuidan de ellos para que puedan formar parte del ejército de Odín cuando llegue el Ragnarök.".— miró a los presente con gesto sombrío, la visión había sido clara, Randulf agenciándose el Anillo del Nibelungo, el anillo maldito que en esa profecía antigua destruía a los dioses.— Quiere el anillo de Alberich el enano. Nadie sabe si existe en verdad, quizás Brynhild lo sepa, en teoría lo guardan las valquirias. Cuando se haga con él, tendrá un ejército de guerreras insuperables y nos aplastará, administrará la muerte a su placer y ninguno de nosotros alcanzará el Valhalla.
Las caras de Ulf, Höor, Atharal y los demás cambiaron de repente. Eso era mucho peor que cualquier sispecha que hubieran valorado. ¿Realmente existía tal anillo? era difícil de saber, si alguien podía saberlo quizás fuera Loki. Debería preguntarle al dios si eso existía realmente, y si era así...¿quien les aseguraba que también Loki lo pudiera querer? quien lo tuviera sería el dueño de las Valquirias.
-¿Qué más has visto?.- preguntó Ulf. El rubio exhaló el aire pesadamente, su padre sabía que él normalmente no tenía visiones y que si las había tenido, suponían algo grave.
— Randulf la quiere para entrar en Vingólf y tomar el control del hogar de las valquirias. Hay una vieja profecía que cuenta que el primer hombre que consiga entrar en la fortaleza de los Caídos gobernada por las Valquirias, será el rey de todas ellas. Arrebatará el poder a la mismísima Freya, apropiándose de una joya única, y se convertirá en una deidad. ¿Conocéis el texto de la Edda que dice...?.— Recitó el pasaje con voz grave, su madre se había encargado de que Brökk conociese a fondo a sus dioses ya que estaba indisolublemente unido a ellos.— "Odín les manda valquirias a todas las batallas. Asignan la muerte a los hombres y gobiernan la victoria. Gunnr y Róta y la norna más joven, llamada Skuld, siempre cabalgan para elegir quién deberá morir y para gobernar las matanzas. Por las 540 puertas de Vingólf atraviesan los caídos más heroicos, las Valquirias los curan y cuidan de ellos para que puedan formar parte del ejército de Odín cuando llegue el Ragnarök.".— miró a los presente con gesto sombrío, la visión había sido clara, Randulf agenciándose el Anillo del Nibelungo, el anillo maldito que en esa profecía antigua destruía a los dioses.— Quiere el anillo de Alberich el enano. Nadie sabe si existe en verdad, quizás Brynhild lo sepa, en teoría lo guardan las valquirias. Cuando se haga con él, tendrá un ejército de guerreras insuperables y nos aplastará, administrará la muerte a su placer y ninguno de nosotros alcanzará el Valhalla.
Las caras de Ulf, Höor, Atharal y los demás cambiaron de repente. Eso era mucho peor que cualquier sispecha que hubieran valorado. ¿Realmente existía tal anillo? era difícil de saber, si alguien podía saberlo quizás fuera Loki. Debería preguntarle al dios si eso existía realmente, y si era así...¿quien les aseguraba que también Loki lo pudiera querer? quien lo tuviera sería el dueño de las Valquirias.
Brökk Tollak- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 13/07/2017
Localización : París-Bergen-Nueva Orleans
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El mensajero de Loqui (privado)
En el salón:
Las palabras de Brökk lograron causar efecto entre todos los allí presentes, las miradas de Höor, Ulf y Atharal hablaban por si solas, no podían permitir que Randulf se hiciera con la Valquiria y si bien una parte del discurso de la misma podía ser coherente, ahora con esta nueva información dada, carecía de toda razón, debía quedarse, debían protegerla porque si Randulf se hacia con el Valhalla Akershua, el norte y el mundo estaría bajo su influencia
-No puede abandonar Akershus, capturarla -ordenó Höor mirando a Ataharl que pronto selecciono cuatro soldados para ir por ella antes de que saliera de la fortaleza.
-Bröok, calma a la valquiria, habla con ella, explícale lo que acabas de decirnos y hazle entender que no puede abandonar Akershus. No es mi prisionera, al menos no si comprende la grave situación que nos amenaza en estos instantes, encontraremos una solución.
Ulf miró a su hijo con fijeza.
-Habla con Loqui, él seguro sabe algo de ese anillo, la información es poder y necesitamos saber como conseguir que ese anillo siga a buen recaudo. No olvidemos que la Valquiria a perdido su poder, es decir, Randulf será capaz de reducirla y someterla y eso no podemos permitirlo.
En los establos:
La Valquiria preparaba la montura para partir cuanto antes, seguramente porque era consciente de que Bröok podría convencerla para que se quedara y eso era algo que iba en contra de las mismas leyes de Asgar. Su presencia en Akershus llevaría a Randulf contra sus murallas, muchos norteños morirían pro una guerra encarnizada por poseer a la Valquiria, ya había visto a Bröok herido, aun lo estaba y no iba a permitir que sus hermanas fueran por el para llevarlo al Valhalla,tenia que poner distancia, era lo mejor para los dos.
Fue entonces cuando Atharal y cuatro hombres aparecieron pro la puerta, en un inicio, estando de espadas solo escuchó los pasos, creía que era Bröok, así que aun de espaldas le hablo.
-No puedo quedarme -susurró esperando que eso bastara y no empezara una discusión que no los llevaría a nada, pero cuando se giró enfrentó al general de Höor que con amabilidad peor con un séquito le pedía que la acompañara.
Como no la valquiria se negó, el intercambio de aceros se produjo y al final fue capturada llevada a una especie de casa pequeña, de una habitación donde dos hombres se apostaron en su puerta.
Höor no había querido llevarla a los calabozos para que no se sintiera una prisionera, tanto Ulf como él confiaban en que Brökk la pudiera hacer entrar en razón.
Las palabras de Brökk lograron causar efecto entre todos los allí presentes, las miradas de Höor, Ulf y Atharal hablaban por si solas, no podían permitir que Randulf se hiciera con la Valquiria y si bien una parte del discurso de la misma podía ser coherente, ahora con esta nueva información dada, carecía de toda razón, debía quedarse, debían protegerla porque si Randulf se hacia con el Valhalla Akershua, el norte y el mundo estaría bajo su influencia
-No puede abandonar Akershus, capturarla -ordenó Höor mirando a Ataharl que pronto selecciono cuatro soldados para ir por ella antes de que saliera de la fortaleza.
-Bröok, calma a la valquiria, habla con ella, explícale lo que acabas de decirnos y hazle entender que no puede abandonar Akershus. No es mi prisionera, al menos no si comprende la grave situación que nos amenaza en estos instantes, encontraremos una solución.
Ulf miró a su hijo con fijeza.
-Habla con Loqui, él seguro sabe algo de ese anillo, la información es poder y necesitamos saber como conseguir que ese anillo siga a buen recaudo. No olvidemos que la Valquiria a perdido su poder, es decir, Randulf será capaz de reducirla y someterla y eso no podemos permitirlo.
En los establos:
La Valquiria preparaba la montura para partir cuanto antes, seguramente porque era consciente de que Bröok podría convencerla para que se quedara y eso era algo que iba en contra de las mismas leyes de Asgar. Su presencia en Akershus llevaría a Randulf contra sus murallas, muchos norteños morirían pro una guerra encarnizada por poseer a la Valquiria, ya había visto a Bröok herido, aun lo estaba y no iba a permitir que sus hermanas fueran por el para llevarlo al Valhalla,tenia que poner distancia, era lo mejor para los dos.
Fue entonces cuando Atharal y cuatro hombres aparecieron pro la puerta, en un inicio, estando de espadas solo escuchó los pasos, creía que era Bröok, así que aun de espaldas le hablo.
-No puedo quedarme -susurró esperando que eso bastara y no empezara una discusión que no los llevaría a nada, pero cuando se giró enfrentó al general de Höor que con amabilidad peor con un séquito le pedía que la acompañara.
Como no la valquiria se negó, el intercambio de aceros se produjo y al final fue capturada llevada a una especie de casa pequeña, de una habitación donde dos hombres se apostaron en su puerta.
Höor no había querido llevarla a los calabozos para que no se sintiera una prisionera, tanto Ulf como él confiaban en que Brökk la pudiera hacer entrar en razón.
Brynhild- Humano Clase Baja
- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 11/12/2017
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Sólo soy un mensajero.
» When we are together [Privado]
» We are... [Privado]
» All We Have || Privado
» No one else like you [Privado]
» When we are together [Privado]
» We are... [Privado]
» All We Have || Privado
» No one else like you [Privado]
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour