AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
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Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
París cada día le resultaba más fascinante, lo de sitios divertidos que había visitado, pero esta noche no se iba a alejar mucho de su hogar, tenía ganas de mantenerse en lo que podría considerarse territorio conquistado, había buenos sitios alrededor, ademas estaba especialmente con ganas de juerga y no dar el matutino paseo cazar un poco y retirarse a meditar en que matar el tiempo restante de la noche, tarareaba ligeramente mientras meditaba donde podía empezar la dulce noche. Así que un local no le pareció mala idea para empezar.
Más entrar en ese local y hechar un vistazo alrededor hizo que el hambre le despertase, se paseó por el sitio para pedirse algo de beber en la barra, algo de color rojo preferiblemente, quizas esa bebida a la que aficionada era por algo tan tonto como el parecido de su nombre, sonrió y paseó por allí observando, meditando hasta que encontró un buen rincon donde colocarse, con una vista perfecta a la estancia, donde nadie podía escapar de aquella negra mirada que poseía la vampiresa. Apenas mojó sus labios en la bebida que lentamente relamió mientras distraídamente buscaba algo que llevaba encima, notando el tintineo de los viales de cristal. Los cojió y bajó la mirada a ellos, mientras ladeaba la cabeza recordando ese encuentro que había tenido con una encantadora bruja que accedió a hacer negocios con ella, poseía dos viales de ese filtro empozoñoso que embelesaba a las presas que bebían de él.
La ladina sonrisa se dibujó en aquellos labios rojos, aunque cuidandose de no mostrar los aflados colmillos que esa boca ocultaban, guardó uno de los viales y se quedó observando el que aun en su palida mano se mantenía, mientras se mordía el labio con deseo. Quería jugar con sus nuevos juguetes, quería probar que tan poderoso podía ser el elixir, se relamió con lentitud habíendo así decidido que probaría el filtro, la cosa era buscar ahora quien sería la pesa, un trago y sería algo más divertido que su habilidad de sedución, que era algo más cansado al tener que estar manteniendo a la presa hipnotizada, esto la dejaría jugar sin necesidad de preocuparse de mantener la concentración.
Paseó la vista por aquella taberna, mientras que de disimulada forma empezó a tirar de su olfato para elegir su muñeco nuevo preferido, sin duda había alguno que podía llamarle la atención, e invitar a un trago siempre hacía mucho más facil la interección, aunque acercarse directamente y dedicar una encantadora sonrisa también solía ser una buena forma de empezar, aunque ciertamente había más gente hostil que otras personas, pero cuando se trataba de humanos...aun hoy en día era un misterio para ella la posible reacción, se acarició un mechon de su pelo negro como el azabache. Lo primero siempre era más prudente tantear el terreno, aunque se tratase de mortales. Dió un nuevo sorbo a su copa mientras adquiría la actitud similar a la que adquiría cuando estaba de caza.
Más entrar en ese local y hechar un vistazo alrededor hizo que el hambre le despertase, se paseó por el sitio para pedirse algo de beber en la barra, algo de color rojo preferiblemente, quizas esa bebida a la que aficionada era por algo tan tonto como el parecido de su nombre, sonrió y paseó por allí observando, meditando hasta que encontró un buen rincon donde colocarse, con una vista perfecta a la estancia, donde nadie podía escapar de aquella negra mirada que poseía la vampiresa. Apenas mojó sus labios en la bebida que lentamente relamió mientras distraídamente buscaba algo que llevaba encima, notando el tintineo de los viales de cristal. Los cojió y bajó la mirada a ellos, mientras ladeaba la cabeza recordando ese encuentro que había tenido con una encantadora bruja que accedió a hacer negocios con ella, poseía dos viales de ese filtro empozoñoso que embelesaba a las presas que bebían de él.
La ladina sonrisa se dibujó en aquellos labios rojos, aunque cuidandose de no mostrar los aflados colmillos que esa boca ocultaban, guardó uno de los viales y se quedó observando el que aun en su palida mano se mantenía, mientras se mordía el labio con deseo. Quería jugar con sus nuevos juguetes, quería probar que tan poderoso podía ser el elixir, se relamió con lentitud habíendo así decidido que probaría el filtro, la cosa era buscar ahora quien sería la pesa, un trago y sería algo más divertido que su habilidad de sedución, que era algo más cansado al tener que estar manteniendo a la presa hipnotizada, esto la dejaría jugar sin necesidad de preocuparse de mantener la concentración.
Paseó la vista por aquella taberna, mientras que de disimulada forma empezó a tirar de su olfato para elegir su muñeco nuevo preferido, sin duda había alguno que podía llamarle la atención, e invitar a un trago siempre hacía mucho más facil la interección, aunque acercarse directamente y dedicar una encantadora sonrisa también solía ser una buena forma de empezar, aunque ciertamente había más gente hostil que otras personas, pero cuando se trataba de humanos...aun hoy en día era un misterio para ella la posible reacción, se acarició un mechon de su pelo negro como el azabache. Lo primero siempre era más prudente tantear el terreno, aunque se tratase de mortales. Dió un nuevo sorbo a su copa mientras adquiría la actitud similar a la que adquiría cuando estaba de caza.
Última edición por Bloondy Blackbird el Sáb Ene 06, 2018 7:38 pm, editado 1 vez
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 340
Fecha de inscripción : 07/03/2017
Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Llevaba unos días en París, francamente nada de ese lugar me gustaba, el calor me hacia sudar mas de la cuneta, tanto que me vi forzado a dejar aquella noche las pieles en la mansión Cavey. Al parecer la señorita Valeria no me necesitaba, tenia una de esas fiestas que no entendía bien donde unas cuantas amias se reunían a beber “te”.
No encontraba la diversión en aquello, así que supongo que para que no molestara me dieron la noche libre.
Yo decidí salir a explorar aquella ciudad con la firme intención de encontrar una taberna en condiciones donde sirvieran al menos cerveza negra, el resto de bebida probada allí hasta ahora era una mierda, tan suave que no se me subía a la cabeza.
Burbujeante liquido ambarino parecía ser la bebida estrella de las fiestas donde la señorita Cavey me había llevado hasta ahora.
Unos cuantos tipos que al menos no tenían pinta de pingüinos venidos a menos...me indicaron que un par de cuadras a la derecha podría encontrar una taberna donde servían una buena cerveza negra.
Al menos era mas de lo que servían en el resto de “sitios para cretinos” que visité, así que seguí las indicaciones llegado a un local un tanto mas pequeño.
La fachada solo alumbrada por una farola de aceite creaba luces y sombras. En la puerta una dama con muy poca ropa jugaba con un tipo bastante grande, con una cicatriz que le cruzaba la cara.
Por lo que me dijeron era una taberna donde las jarras de cerveza negra eran tan espesas que se podían masticar.
No llegaban a ser como la bebida norteña, pero me podría conformar.
Me adentre en un antro oscuro, repleto de tipos con pinta de perdona vidas, que olían a cerdo, sudor y alcohol.
Aquello si era como estar en casa, sonreí de medio lado, con ademan de acomodar unas pieles inexistentes sobre mis hombros, hasta alcanzar la barra.
Allí tome asiento, dispuesto a no levantarme hasta que el sueño me venciera de una u otra manera.
Llevaba ya unas cuantas jarras, perdí la cuenta por la cuarta, tal y como se agolpaban al lado de la barra.
Así borracho todo se veía de otra manera, o quizás siguiera viéndolo igual de oscuro, pero al menos se movía y era mas divertido.
Me alcé con una botella de whisky en la mano, dirigiendo mis pasos tambaleantes hasta un sofá vació frente a la lumbre.
Apenas había gente en ese lado de la taberna, así que me dejé caer en el y pronto el sopor del alcohol empezó a hacer efecto en mi, hasta que cerré los ojos por completo perdiéndome el baile del crepitante fuego.
No encontraba la diversión en aquello, así que supongo que para que no molestara me dieron la noche libre.
Yo decidí salir a explorar aquella ciudad con la firme intención de encontrar una taberna en condiciones donde sirvieran al menos cerveza negra, el resto de bebida probada allí hasta ahora era una mierda, tan suave que no se me subía a la cabeza.
Burbujeante liquido ambarino parecía ser la bebida estrella de las fiestas donde la señorita Cavey me había llevado hasta ahora.
Unos cuantos tipos que al menos no tenían pinta de pingüinos venidos a menos...me indicaron que un par de cuadras a la derecha podría encontrar una taberna donde servían una buena cerveza negra.
Al menos era mas de lo que servían en el resto de “sitios para cretinos” que visité, así que seguí las indicaciones llegado a un local un tanto mas pequeño.
La fachada solo alumbrada por una farola de aceite creaba luces y sombras. En la puerta una dama con muy poca ropa jugaba con un tipo bastante grande, con una cicatriz que le cruzaba la cara.
Por lo que me dijeron era una taberna donde las jarras de cerveza negra eran tan espesas que se podían masticar.
No llegaban a ser como la bebida norteña, pero me podría conformar.
Me adentre en un antro oscuro, repleto de tipos con pinta de perdona vidas, que olían a cerdo, sudor y alcohol.
Aquello si era como estar en casa, sonreí de medio lado, con ademan de acomodar unas pieles inexistentes sobre mis hombros, hasta alcanzar la barra.
Allí tome asiento, dispuesto a no levantarme hasta que el sueño me venciera de una u otra manera.
Llevaba ya unas cuantas jarras, perdí la cuenta por la cuarta, tal y como se agolpaban al lado de la barra.
Así borracho todo se veía de otra manera, o quizás siguiera viéndolo igual de oscuro, pero al menos se movía y era mas divertido.
Me alcé con una botella de whisky en la mano, dirigiendo mis pasos tambaleantes hasta un sofá vació frente a la lumbre.
Apenas había gente en ese lado de la taberna, así que me dejé caer en el y pronto el sopor del alcohol empezó a hacer efecto en mi, hasta que cerré los ojos por completo perdiéndome el baile del crepitante fuego.
Geralt- Humano Clase Baja
- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 11/10/2017
Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Su vista se posó en quien despues entró, uno de tantos ciertamente, pero podía ver que era extranjero, eso la hizo esbozar una sonrisa ladina y ladear la cabeza, simplemente entó y parece que estaba dispuesto a beberse la taberna entera, la vampiresa ladeo meditando la situación y el tipo de gente que allí había, pero parecía ser la única que no iba directa al estado de embriaguez más absoluto, cosa que le pareció sumamente divertida a esa psicotica vampiresa, que se acicaló nuevamente la melena siguiendo con la vista al hombre que había entrado, bajo un segundo a jugar con el vial del filtro de amor mordiendose el labio.
Se cambió de sitio al sofa frente a la lumbre, donde continuó bebiendo hasta que el efecto de embriaguez le tenía derrotado, dormido, fue el momento en que la vampiresa se acercó a él sentandose a su lado, a ojos de los demas parecía que estaban filtreando un borracho y lo que se consideraría una niña rica, no le importó, y le sujetó con delicadeza la nuca pasando su nariz a apenas un milimetro de la piel de su cuello, olfateandole, notando el pulso bajo la piel, susurró respondiendo a esas vocecillas que a veces atormentaban y enturbiaban su mente, se pasó el brazo del hombre por encima levantandole, naturalmente su fuerza de vampiresa ayudo a este hecho o no sería posible para ella hacer eso. -Me llevo a este hombre...- Sonrió Bloondy pagando sus miles de tragos, y aparentando que el hombre no tenía completamente el peso en ella salió de allí en dirección a la mansión Blackbird, actualmente habitada solo por la vampiresa y algún que otro criado lo suficientemente discreto.
Entraron en la mansión cerrando tras de si con el pie, aqui ya no había nada que ocultar, le arrastró hasta su cuarto donde le dejo sobre la cama, apestaba a alcohol y tuvo la tentación de tirarle un cubo de agua encima, pero aguantó la tentación, cerro todo a cal y canto y se quedó observandole y observando el vial, se acercó a él que estaba tumbado y empezó a olisquearlo, deseando hincar sus colmillos en esa piel, se fijaba en el sonido que hacía el corazón mientras sus ojos destellearón de un rojo rubí intenso. No sabía cuanto pasó deleitandose en las ganas que tenía de clavarle los colmillos, se movió, los negros ojos de la vampiresa se centraron en su rostro y se acercó ahora con el vial en mano, esperando el momento en que abriese los ojos deslizar el liquido del filtro sobre su garganta, supuso que había que disuadirlo con una bebida, pero quizás pensó que sería más efectivo de esa forma, dejó escapar una risilla y al ver que se comenzaba a mover se acerco tomandole de la nuca. -Buenos dias dormilon...tengo algo para tí.- Dijo con tono infantil y malicioso preparada para vaciarle el elixir en la garganta, deseosa de ver que efectos tenía ese filtro de amor en humanos. -Vamos a jugar tú y yo pequeño corderito...solo tú y yo..- Dejo escapar una psicotica risa maliciosa.
Se cambió de sitio al sofa frente a la lumbre, donde continuó bebiendo hasta que el efecto de embriaguez le tenía derrotado, dormido, fue el momento en que la vampiresa se acercó a él sentandose a su lado, a ojos de los demas parecía que estaban filtreando un borracho y lo que se consideraría una niña rica, no le importó, y le sujetó con delicadeza la nuca pasando su nariz a apenas un milimetro de la piel de su cuello, olfateandole, notando el pulso bajo la piel, susurró respondiendo a esas vocecillas que a veces atormentaban y enturbiaban su mente, se pasó el brazo del hombre por encima levantandole, naturalmente su fuerza de vampiresa ayudo a este hecho o no sería posible para ella hacer eso. -Me llevo a este hombre...- Sonrió Bloondy pagando sus miles de tragos, y aparentando que el hombre no tenía completamente el peso en ella salió de allí en dirección a la mansión Blackbird, actualmente habitada solo por la vampiresa y algún que otro criado lo suficientemente discreto.
Entraron en la mansión cerrando tras de si con el pie, aqui ya no había nada que ocultar, le arrastró hasta su cuarto donde le dejo sobre la cama, apestaba a alcohol y tuvo la tentación de tirarle un cubo de agua encima, pero aguantó la tentación, cerro todo a cal y canto y se quedó observandole y observando el vial, se acercó a él que estaba tumbado y empezó a olisquearlo, deseando hincar sus colmillos en esa piel, se fijaba en el sonido que hacía el corazón mientras sus ojos destellearón de un rojo rubí intenso. No sabía cuanto pasó deleitandose en las ganas que tenía de clavarle los colmillos, se movió, los negros ojos de la vampiresa se centraron en su rostro y se acercó ahora con el vial en mano, esperando el momento en que abriese los ojos deslizar el liquido del filtro sobre su garganta, supuso que había que disuadirlo con una bebida, pero quizás pensó que sería más efectivo de esa forma, dejó escapar una risilla y al ver que se comenzaba a mover se acerco tomandole de la nuca. -Buenos dias dormilon...tengo algo para tí.- Dijo con tono infantil y malicioso preparada para vaciarle el elixir en la garganta, deseosa de ver que efectos tenía ese filtro de amor en humanos. -Vamos a jugar tú y yo pequeño corderito...solo tú y yo..- Dejo escapar una psicotica risa maliciosa.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 340
Fecha de inscripción : 07/03/2017
Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Adormilado en el sofá una buena hembra morena y de labios jugosos se acercó a mi. Ladeada mi sonrisa la recibió intentando alzar mi torso con cierta dificultad, ella decía que quería jugar y yo a decir verdad estaba impaciente por empezar.
Mis dedos se enredaron en su cascada azabache, sus labios rojos se orillaron contra los míos, mi aleto bañado en alcohol impactó en su boca entreabierta.
Me eché a reír sin aflojar el agarre.
-No prefieres que follemos aquí..para que movernos -dije enredando las palabras.
Pero la morenita de gélido aliento tiró de mi brazo colocándoselo sobre los hombros para ayudarme a ponerme en pie.
Con la otra mano sujetaba la botella dándole un nuevo trago.
-Las mujeres eligen -dije muerto de la risa dejándome llevar -tienes fuerza preciosa y estas helada como un tempano.
Me arrastró hasta un carruaje y pronto este se puso en marcha, mis ojos entrecerrados delataban mi estado, mis manos la atraían dispuesto a empezar la fiesta y no con la bastarda de mi espalda precisamente.
No se en que instante perdí la consciencia, peor cuando desperté estaba en un mullido lecho, la botella había caído de mis manos en algún punto del camino, lo que seguía junto a mi era la morena que con una maliciosa sonrisa aseguraba que íbamos a jugar.
Me relamí los labios contemplando los ajenos, llevaba un vial, no sabia de que droga se trataba, pero aparte la boca negando con una medio sonrisa.
-Ya voy muy colocado, no necesito mas preciosa.
La volteé sobre el lecho quedando encima, mi bastarda de acero reposaba a un lado de la cama, por contra mi abultado pantalón lo hacia en su entro cuando sus piernas se anudaron a mi cintura buscando mas el roce de nuestros cuerpos.
Alzó su torso para chocar contra mi boca, mi lengua emergió cruzando el precipicio de sus labios, ruda se adentró en su cueva enredándose en la ajena.
Ella seguía sonriendo, como si supiera algo que por contra yo desconocía por completo, peor la verdad iba demasiado ebrio como para pensar en ello.
Mis manos se perdieron por su piel alzándole la falda mientras empujaba con fuerza con mi miembro sintiendo que la tela estorbaba en ese momento.
Mis dedos se enredaron en su cascada azabache, sus labios rojos se orillaron contra los míos, mi aleto bañado en alcohol impactó en su boca entreabierta.
Me eché a reír sin aflojar el agarre.
-No prefieres que follemos aquí..para que movernos -dije enredando las palabras.
Pero la morenita de gélido aliento tiró de mi brazo colocándoselo sobre los hombros para ayudarme a ponerme en pie.
Con la otra mano sujetaba la botella dándole un nuevo trago.
-Las mujeres eligen -dije muerto de la risa dejándome llevar -tienes fuerza preciosa y estas helada como un tempano.
Me arrastró hasta un carruaje y pronto este se puso en marcha, mis ojos entrecerrados delataban mi estado, mis manos la atraían dispuesto a empezar la fiesta y no con la bastarda de mi espalda precisamente.
No se en que instante perdí la consciencia, peor cuando desperté estaba en un mullido lecho, la botella había caído de mis manos en algún punto del camino, lo que seguía junto a mi era la morena que con una maliciosa sonrisa aseguraba que íbamos a jugar.
Me relamí los labios contemplando los ajenos, llevaba un vial, no sabia de que droga se trataba, pero aparte la boca negando con una medio sonrisa.
-Ya voy muy colocado, no necesito mas preciosa.
La volteé sobre el lecho quedando encima, mi bastarda de acero reposaba a un lado de la cama, por contra mi abultado pantalón lo hacia en su entro cuando sus piernas se anudaron a mi cintura buscando mas el roce de nuestros cuerpos.
Alzó su torso para chocar contra mi boca, mi lengua emergió cruzando el precipicio de sus labios, ruda se adentró en su cueva enredándose en la ajena.
Ella seguía sonriendo, como si supiera algo que por contra yo desconocía por completo, peor la verdad iba demasiado ebrio como para pensar en ello.
Mis manos se perdieron por su piel alzándole la falda mientras empujaba con fuerza con mi miembro sintiendo que la tela estorbaba en ese momento.
Geralt- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 11/10/2017
Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Lo tenía en su lecho, a su merced totalmente, intentó darle el vial, pero este se negó afirmando que iba ya bastante bajo los efectos del alcohol, la vampiresa emitió un leve bufido de frustración cuando no consiguió el objetivo deseado, casí le dió ganas de meterselo a la fuerza, pero olisqueando la testosterona que desprendía no vió necesario volverse violenta aun. Suspiró entrecortadamente pero mantuvo esa sonrisa maliciosa, dejando que ahora el mortal se colocara en la posición dominante dejandola a ella bajo de él, con su negra melena esparcida sobre las suaves sabanas. Se contorsiona ligeramente arqueando la espalda antes de alzarse levemente el cuerpo para besarle, de manera lasciva, apretando y entrelazando su lengua con la de él.
Desató ella misma su corsé dejando ver el escote algo más liberado, pero aun lo suficientemente tapada solo insinuando, solo tentando, él levanta su falda, para chocar su entrepierna contra la della, pero hay tela aun por medio, ella nota su dureza y no duda en alzar algo su cadera para presionar la verga de su acompañante para asegurarse que sube la excitación de este. Le agarra de manera ruda de la nuca para volver a tener su cuello frente a sus labios, lame su garganta sin timidez alguna, realmente beber su sangre haría que posiblemente ella pudiera embriagarse algo. Pero aun no está segura de su actuación. Tiene que meditar el siguiente movimiento mientras mantiene la boca del mortal ocupada en la suya, incluso se toma la libertad de agarrar la manos del vikingo invitandole a pasearlas por su cuerpo deslizando ligeramente el corsé sobre la cama hasta que le permite palpar el palido pecho que posee la vampiresa, mientras le mira clavando sus negros orbes en los ajenos, en una calculadora y excitada mirada.
Se pasó muy lentamente la lengua por sus labios observandole, y ladeó nuevamente la cabeza mirandole quizá un poco de su habilidad de sedución hiciera un mejor apaño que obligarle a beber el vial, la última opción era hacerlo a la fuerza, notaba su corazón latir a mil por hora lo sentía, como desprendía calor en un candente deseó de colar su hombria en su sexo. Se relamía lasciva pues mentiría si dijera que no lo deseaba, pero lo primero era lo primero, ladeó una sonrisa ladina. -Oh vamos, te prometo que si te lo bebes acederé a tus deseos, por perversos y oscuros que sean.- Susurró Bloondy al oido del mortal, para seguidamente deslizar un suave mordisco en el lobulo de este. -Por favor...sera divertido.- Promete mientras vuelve a alargar el vial hacía él, esperando que ahora si lo haga, quizás se le tercie más atractiva la propuesta teniendo alguna que otra fantasía que satisfacer. Se muerde el labio inferior teniendo cuidado de no mostar sus colmillos, aun no al menos, le empezaba a despojar levemente de los impedimentos que le hacía tener su candor bajo protección esperando ahora que fuera más favorable la opinión mientras se restregó contra él mientras susurraba de forma ligeramente compulsiva las palabras "Por favor".
Desató ella misma su corsé dejando ver el escote algo más liberado, pero aun lo suficientemente tapada solo insinuando, solo tentando, él levanta su falda, para chocar su entrepierna contra la della, pero hay tela aun por medio, ella nota su dureza y no duda en alzar algo su cadera para presionar la verga de su acompañante para asegurarse que sube la excitación de este. Le agarra de manera ruda de la nuca para volver a tener su cuello frente a sus labios, lame su garganta sin timidez alguna, realmente beber su sangre haría que posiblemente ella pudiera embriagarse algo. Pero aun no está segura de su actuación. Tiene que meditar el siguiente movimiento mientras mantiene la boca del mortal ocupada en la suya, incluso se toma la libertad de agarrar la manos del vikingo invitandole a pasearlas por su cuerpo deslizando ligeramente el corsé sobre la cama hasta que le permite palpar el palido pecho que posee la vampiresa, mientras le mira clavando sus negros orbes en los ajenos, en una calculadora y excitada mirada.
Se pasó muy lentamente la lengua por sus labios observandole, y ladeó nuevamente la cabeza mirandole quizá un poco de su habilidad de sedución hiciera un mejor apaño que obligarle a beber el vial, la última opción era hacerlo a la fuerza, notaba su corazón latir a mil por hora lo sentía, como desprendía calor en un candente deseó de colar su hombria en su sexo. Se relamía lasciva pues mentiría si dijera que no lo deseaba, pero lo primero era lo primero, ladeó una sonrisa ladina. -Oh vamos, te prometo que si te lo bebes acederé a tus deseos, por perversos y oscuros que sean.- Susurró Bloondy al oido del mortal, para seguidamente deslizar un suave mordisco en el lobulo de este. -Por favor...sera divertido.- Promete mientras vuelve a alargar el vial hacía él, esperando que ahora si lo haga, quizás se le tercie más atractiva la propuesta teniendo alguna que otra fantasía que satisfacer. Se muerde el labio inferior teniendo cuidado de no mostar sus colmillos, aun no al menos, le empezaba a despojar levemente de los impedimentos que le hacía tener su candor bajo protección esperando ahora que fuera más favorable la opinión mientras se restregó contra él mientras susurraba de forma ligeramente compulsiva las palabras "Por favor".
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
No era la primera vez que me perdía en el cuerpo de una inmortal, ni siquiera en el de una sobrenatural. En el norte los seres de la noche abundaban y los había enfrentado tanto en el bando enemigo como en el propio.
Mis manos repasaron su cuerpo curvilíneo, su boca se perdía en una danza peligrosa con mi sinhueso, aliento bañado en alcohol, gesta de espadas que bien podían acabar en guerra campal.
Su lengua enredada en al mía viajaba de cueva a cueva entre roncos gruñidos.
Desató su corseé ligeramente dejando a la vista un poco mas de su blanquecino escote, ladeé la sonrisa llevando mi mano a la bota, saqué una daga y con destreza corté las cintas de su corseé con rudeza, la tela cayó sobre mi pecho dejando al descubierto dos senos alzados, endurecidos y ofrecidos.
-No soy un hombre de París, tomo lo que quiero -aseguré enredando las palabras mientras una de mis manos apretaba su pecho alzándolo hasta mi boca.
Tiré de su pezón, sus caderas bailaban sobre mi verga, animando mas clara excitación que mojaba ya mi pantalón.
Mordí sus montañas, lamiéndolas, apretándolas, coronando la cumbre con mi boca, la mujer gemía de puro placer y aun así suplicaba que bebiera el contenido de aquel frasquito entre ronroneos.
No quería hacer eso, conocía los peligros de andar con seres de afilados colmillos y estaba ebrio, pero no seria la primera gesta que libraba en ese estado, por contra, algo me decía que si bebía el contenido de ese frasco perdería el sentido, me quedaría sin polvo y posiblemente sin sangre que bombear.
Ladeé la sonrisa perdiéndome de nuevo en sus labios, guiando con mi mano sus caderas para que continuaran bailando como las llamas de la hoguera sobre mi entrepierna.
-No voy a beber mas, estoy borracho y se lo que eres -gruñí contra su boca.
El acero seguía en mi mano, la volteé poniendo el acero en su cuello, embestí con rudeza sobre su centro.
-Y si dejas el frasco a un lado y liberas el Kraken, quiero follarte -dije tirando de su labio inferior.
La inmortal recorría con su boca mi mandíbula, volviendo a mis labios, devorándolos hasta engrasarlos, los dos estábamos muy calientes.
-Vamos inmortal, deja que entre en tus gélidas entrañas, no vas a quedarte indiferente teniendo un vikingo entre tus piernas.
Mis manos repasaron su cuerpo curvilíneo, su boca se perdía en una danza peligrosa con mi sinhueso, aliento bañado en alcohol, gesta de espadas que bien podían acabar en guerra campal.
Su lengua enredada en al mía viajaba de cueva a cueva entre roncos gruñidos.
Desató su corseé ligeramente dejando a la vista un poco mas de su blanquecino escote, ladeé la sonrisa llevando mi mano a la bota, saqué una daga y con destreza corté las cintas de su corseé con rudeza, la tela cayó sobre mi pecho dejando al descubierto dos senos alzados, endurecidos y ofrecidos.
-No soy un hombre de París, tomo lo que quiero -aseguré enredando las palabras mientras una de mis manos apretaba su pecho alzándolo hasta mi boca.
Tiré de su pezón, sus caderas bailaban sobre mi verga, animando mas clara excitación que mojaba ya mi pantalón.
Mordí sus montañas, lamiéndolas, apretándolas, coronando la cumbre con mi boca, la mujer gemía de puro placer y aun así suplicaba que bebiera el contenido de aquel frasquito entre ronroneos.
No quería hacer eso, conocía los peligros de andar con seres de afilados colmillos y estaba ebrio, pero no seria la primera gesta que libraba en ese estado, por contra, algo me decía que si bebía el contenido de ese frasco perdería el sentido, me quedaría sin polvo y posiblemente sin sangre que bombear.
Ladeé la sonrisa perdiéndome de nuevo en sus labios, guiando con mi mano sus caderas para que continuaran bailando como las llamas de la hoguera sobre mi entrepierna.
-No voy a beber mas, estoy borracho y se lo que eres -gruñí contra su boca.
El acero seguía en mi mano, la volteé poniendo el acero en su cuello, embestí con rudeza sobre su centro.
-Y si dejas el frasco a un lado y liberas el Kraken, quiero follarte -dije tirando de su labio inferior.
La inmortal recorría con su boca mi mandíbula, volviendo a mis labios, devorándolos hasta engrasarlos, los dos estábamos muy calientes.
-Vamos inmortal, deja que entre en tus gélidas entrañas, no vas a quedarte indiferente teniendo un vikingo entre tus piernas.
Geralt- Humano Clase Baja
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La vampiresa le miró se le notaba acelerado y con ganas de pasar a mayores, y por lo que parecía sus ruegos eran inutiles por muy cariñosa que intentase ser, eso la estaba empezando a poner algo de los nervios. Pero las palabras que le susurro de esa forma tan erotica hizo que la vampiresa abriera los ojos mirandole, ¿como era posible que lo supiera? era un simple humano...no..no tenía que ser así. Tuvo que reprimir sus ganas de bufarle, cerró los ojos para contenerse, y siguió entrelazando su lengua con la de él, ardía en deseos y mentiría si dijera que no deseaba a ese vikingo dentro de ella.
Sonrió de ladeada forma mostrandole más cuello cuando acercó el acero a ella, y dejó escapar un jadeo excitado cuando notó más ese bulto presionar en su intimidad femenina. Gimió por la excitación conseguida en ese momento y le miro. -¿Una daga? no me asustas, me encantan estos juegos...- Aclaró la vampiresa con la voz dulce que conseguía poner cuando asi lo deseaba, deslizó su mano a la entrepierna del joven, presionando el bulto para comprobar como de dura la tenía, se mordió el labio sin disimular esta vez los colmillos dejandoselos ver, compribando la veracidad de sus palabras sobre el conocimiento que tenía sobre los que son como ella.
Cumplió su deseo y deslizó las manos para quitar de enmedio las telas que impedían que los dos se unieran de forma pasional. Ladeó la cabeza mirandole y se restregó contra él como lo haría una gata en celo, le besaba de pasional forma, incluso gimió de placer cuando le dejo entrar en ella, disfrutando del movimiento fruto del deseo. La lasciva vampiresa daba suaves gruñidos de placer y paseaba las manos arañando con suavidad la zona pectoral del vikingo, pero eso duró muy poco, los ojos negros como la noche cambiaron al color del rubí, le agarro la mano con fuerza retirando la daga de ella y le hizó girar bruscamente para quedar encima de él.
-No quiero hacerte daño estupido mortal, ahora como no has aceptado mi oferta por las buenas tocan los juegos de por las malas.- Dice de forma maliciosa y le agarra buscamente por el cuello ejerciendo un poco de presión extrangulandole un poco, pero soltando antes de que se quedase sin aire y repitió ese proceso de extrangulación y liberación unas cuantas veces más. -¿Te mareas corderito?- Sonrió maliciosa acercando sus labios a su cuello. -Tenías que haber sido un buen chico...- Zarandeó su mano para que soltase la daga y cogió el vial con una mano y con la otra agarrandole fuerte la cara, le tapo la nariz para obligarle a abrir la boca y obligarle a tragar. -Vamos, ¡¡¡hazlo!! ¡¡Ya!!.- Rugió mientras estaba dispuesta a usar la habilidad de confusión con él clavandole la mirada en él. -No te matare...eso...te lo prometo...pero no me obligues a hacerte daño...- Masculló apretando los dientes aun mostrandole los colmillos. -Por favor....estoy siendo amable...-Dijo con indicios de desquiciamiento mientras forcejeaba para hacerle tragar.
Sonrió de ladeada forma mostrandole más cuello cuando acercó el acero a ella, y dejó escapar un jadeo excitado cuando notó más ese bulto presionar en su intimidad femenina. Gimió por la excitación conseguida en ese momento y le miro. -¿Una daga? no me asustas, me encantan estos juegos...- Aclaró la vampiresa con la voz dulce que conseguía poner cuando asi lo deseaba, deslizó su mano a la entrepierna del joven, presionando el bulto para comprobar como de dura la tenía, se mordió el labio sin disimular esta vez los colmillos dejandoselos ver, compribando la veracidad de sus palabras sobre el conocimiento que tenía sobre los que son como ella.
Cumplió su deseo y deslizó las manos para quitar de enmedio las telas que impedían que los dos se unieran de forma pasional. Ladeó la cabeza mirandole y se restregó contra él como lo haría una gata en celo, le besaba de pasional forma, incluso gimió de placer cuando le dejo entrar en ella, disfrutando del movimiento fruto del deseo. La lasciva vampiresa daba suaves gruñidos de placer y paseaba las manos arañando con suavidad la zona pectoral del vikingo, pero eso duró muy poco, los ojos negros como la noche cambiaron al color del rubí, le agarro la mano con fuerza retirando la daga de ella y le hizó girar bruscamente para quedar encima de él.
-No quiero hacerte daño estupido mortal, ahora como no has aceptado mi oferta por las buenas tocan los juegos de por las malas.- Dice de forma maliciosa y le agarra buscamente por el cuello ejerciendo un poco de presión extrangulandole un poco, pero soltando antes de que se quedase sin aire y repitió ese proceso de extrangulación y liberación unas cuantas veces más. -¿Te mareas corderito?- Sonrió maliciosa acercando sus labios a su cuello. -Tenías que haber sido un buen chico...- Zarandeó su mano para que soltase la daga y cogió el vial con una mano y con la otra agarrandole fuerte la cara, le tapo la nariz para obligarle a abrir la boca y obligarle a tragar. -Vamos, ¡¡¡hazlo!! ¡¡Ya!!.- Rugió mientras estaba dispuesta a usar la habilidad de confusión con él clavandole la mirada en él. -No te matare...eso...te lo prometo...pero no me obligues a hacerte daño...- Masculló apretando los dientes aun mostrandole los colmillos. -Por favor....estoy siendo amable...-Dijo con indicios de desquiciamiento mientras forcejeaba para hacerle tragar.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La inmortal obediente como una gata llevó sus gélidos dedos a mi entrepierna, relamiéndose comprobó lo dura que estaba y sin pensarlo liberó a la bestia para jugar con ella ronroneando contra mis labios sin ocultar ahora aquellos colmillos que delataban su naturaleza oscura.
Su averno se abría dando paso al kraken que entre sus paredes se abría paso hasta las profundidades haciéndola gemir de puro placer.
Nuestras bocas danzaron enredadas en un baile que bien podía igualar la voracidad de las llamas que prendían a nuestra espalda.
El lecho se movía con cada golpe, embestidas rudas y salvajes que ella acogía de buen grado con las piernas abiertas y las caderas buscando el choque de yunque y martillo incendiario.
Chispas entre nuestros cuerpos con la fricción desesperada de un encuentro pasajero en el que el calor y el frio convertían aquel lecho en el mismo Hel y a ella en la reina de los condenados.
Mas no se bien porque, si es que el juego de la fría daga no le daba placer, la mandó a un lado de la cama, sus ojos hasta ahora rojos como el carmín de sus labios se tornaron negros como la noche que nos daba cobijo y giró sobre si misma dejándome debajo, no me hubiera importado que cabalgara sobre mi alzada vera, peor el juego de la muerte lo veía demasiado cerca.
Apretaba mi cuello como si pensara que como ella no necesitaba oxigeno en mis pulmones, mi vista se nublaba, mis manos aferraron su muñeca para liberarme de la bestia que mas fuerte y letal que yo se adueñaba de mi razón intentando que abriera la boca para tragarme la mierda esa.
No pensaba claudicar si tenia tanto empeño es porque nada bueno me deparaba el destino con la mierda esa corriendo por mi organismo.
Trazas marrones frente a mis ojos, la visión se me nublaba y ella apenas me parecía un espectro, perdía fuerza ¿seria así de amarga la muerte?
No moriría a los pies de Hela, mi destino era el Valhalla, en un ultimo esfuerzo alargué mi mano atrapando el borde del mango de la daga y sin pensarlo lo hundí con fuerza en su pecho, no la mataría, era acero, no madera, mas aun así fue suficiente para que su grito de dolor atravesara la estancia y me liberara.
Tosí con fuerza, dando bocanadas de aire como un puto pez, jadeé gateando por el lecho hasta caer rodando al suelo y así aferré la bastarda alzándome para enfrentar al demonio de la noche que quería mi cabeza en bandeja de plata.
-No soy fácil de matar -rugí al tiempo que el tintineo de la vaina golpeaba el suelo y el acero reflejaba los haces plata de la media luna que coronaba el cielo.
-Te sajaré la cabeza de un tajo ¿pueden los vampiros vivir sin nada sobre ese bonito cuello que te gastas? -pregunté desafiante.
Su averno se abría dando paso al kraken que entre sus paredes se abría paso hasta las profundidades haciéndola gemir de puro placer.
Nuestras bocas danzaron enredadas en un baile que bien podía igualar la voracidad de las llamas que prendían a nuestra espalda.
El lecho se movía con cada golpe, embestidas rudas y salvajes que ella acogía de buen grado con las piernas abiertas y las caderas buscando el choque de yunque y martillo incendiario.
Chispas entre nuestros cuerpos con la fricción desesperada de un encuentro pasajero en el que el calor y el frio convertían aquel lecho en el mismo Hel y a ella en la reina de los condenados.
Mas no se bien porque, si es que el juego de la fría daga no le daba placer, la mandó a un lado de la cama, sus ojos hasta ahora rojos como el carmín de sus labios se tornaron negros como la noche que nos daba cobijo y giró sobre si misma dejándome debajo, no me hubiera importado que cabalgara sobre mi alzada vera, peor el juego de la muerte lo veía demasiado cerca.
Apretaba mi cuello como si pensara que como ella no necesitaba oxigeno en mis pulmones, mi vista se nublaba, mis manos aferraron su muñeca para liberarme de la bestia que mas fuerte y letal que yo se adueñaba de mi razón intentando que abriera la boca para tragarme la mierda esa.
No pensaba claudicar si tenia tanto empeño es porque nada bueno me deparaba el destino con la mierda esa corriendo por mi organismo.
Trazas marrones frente a mis ojos, la visión se me nublaba y ella apenas me parecía un espectro, perdía fuerza ¿seria así de amarga la muerte?
No moriría a los pies de Hela, mi destino era el Valhalla, en un ultimo esfuerzo alargué mi mano atrapando el borde del mango de la daga y sin pensarlo lo hundí con fuerza en su pecho, no la mataría, era acero, no madera, mas aun así fue suficiente para que su grito de dolor atravesara la estancia y me liberara.
Tosí con fuerza, dando bocanadas de aire como un puto pez, jadeé gateando por el lecho hasta caer rodando al suelo y así aferré la bastarda alzándome para enfrentar al demonio de la noche que quería mi cabeza en bandeja de plata.
-No soy fácil de matar -rugí al tiempo que el tintineo de la vaina golpeaba el suelo y el acero reflejaba los haces plata de la media luna que coronaba el cielo.
-Te sajaré la cabeza de un tajo ¿pueden los vampiros vivir sin nada sobre ese bonito cuello que te gastas? -pregunté desafiante.
Geralt- Humano Clase Baja
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La vampiresa quizá pecaba de no medir sus fuerza, y pensar que solo estaba agotando al vikingo, pero parece que más bien le estaba estrangulando sin darse cuenta, aun era muy torpe con el trato a los mortales, por falta de practica, solo trataba con ellos cuando se iba a alimentar de ellos, pero siempe media para no asesinar a los inocentes. Más el punzante dolor en su pecho hizo que le soltara y cayera hacía atras gritando de dolor, se sacó como pudo el cuchillo mientras cerraba los ojos esos instantes para cerrar la herida soltando varios jadeos.
Miró como la presa se había escapado, y como tenía la espada ahora entre sus manos, Bloondy soltó el cuchillo dejandolo caer en la cama y se levantó alzando las manos a modo rendición. -Lo siento...lo siento...no controlo mi fuerza...no quiero matarte...- Aseguró poniendo cara de susto, no tan fingida como podría creer el vikingo, realmente se asustó de la reacción, la vampiresa retrocedía mientras se deshacia en disculpas. Incluso un ligero sollozo soltó mientras miraba al enfurecido vikingo. -No me mates, yo no iba a metarte...no lo habría hecho...solo quería que tomaras esto para jugar...solo quiero jugar contigo..- Aseguró la cainita mientras sus ojos rojos volvían al negro, mirando de inocente forma al hombre. -Vamos a hacer las cosas bien..¿deacuerdo? no te obligaré si no quieres...-comentó con rapidez. -Me llamo Bloondy, Bloondy Blackbird.- Reveló su nombre para ver si la confianza volvía a llegar aunque lo dudaba ya de tremenda forma. Suspiró mirandole, no parecía que fuera a soltar la espada, asi que aprovechó que fijaba su mirada en la de ella para usar su habilidad de confusión.
Esos segundos bastaron para lanzarse sobre él quitandole la espada y lanzadole nuevamente a la cama, se puso sobre él aprovechando el aturdimiento y beso su cuello primeramente unos segundos para morderle a continuación, quedando bastante extenuada por el sabor, se separa relamiendose y le mira. -¿Me perdonas?.- dijo mientras volvía a repasar su cuello con la lengua recogiendo un poco más de sangre. -No te mataré...te lo he prometido.- Le susurraba, mientras empezaba disimuladamente a sacar unas cintas de tela y empezaba a apresar las muñecas del vikingo mientras procuraba mantenerle distraido besandole lascivamente comporatiendo el sabor de su propia sangre, buscando atarlo a la cama, ya que no creía que se mantuviese aturdido muchos segundos mas, pero buscaba parecer lo mas cariñosa posible. Tenía que pensar algo para calmarlo, estaba ebrio no debería costar tanto. -Perdoname, ¿me perdonas?.- Preguntó con un tono muy infantil y dulce.
Miró como la presa se había escapado, y como tenía la espada ahora entre sus manos, Bloondy soltó el cuchillo dejandolo caer en la cama y se levantó alzando las manos a modo rendición. -Lo siento...lo siento...no controlo mi fuerza...no quiero matarte...- Aseguró poniendo cara de susto, no tan fingida como podría creer el vikingo, realmente se asustó de la reacción, la vampiresa retrocedía mientras se deshacia en disculpas. Incluso un ligero sollozo soltó mientras miraba al enfurecido vikingo. -No me mates, yo no iba a metarte...no lo habría hecho...solo quería que tomaras esto para jugar...solo quiero jugar contigo..- Aseguró la cainita mientras sus ojos rojos volvían al negro, mirando de inocente forma al hombre. -Vamos a hacer las cosas bien..¿deacuerdo? no te obligaré si no quieres...-comentó con rapidez. -Me llamo Bloondy, Bloondy Blackbird.- Reveló su nombre para ver si la confianza volvía a llegar aunque lo dudaba ya de tremenda forma. Suspiró mirandole, no parecía que fuera a soltar la espada, asi que aprovechó que fijaba su mirada en la de ella para usar su habilidad de confusión.
Esos segundos bastaron para lanzarse sobre él quitandole la espada y lanzadole nuevamente a la cama, se puso sobre él aprovechando el aturdimiento y beso su cuello primeramente unos segundos para morderle a continuación, quedando bastante extenuada por el sabor, se separa relamiendose y le mira. -¿Me perdonas?.- dijo mientras volvía a repasar su cuello con la lengua recogiendo un poco más de sangre. -No te mataré...te lo he prometido.- Le susurraba, mientras empezaba disimuladamente a sacar unas cintas de tela y empezaba a apresar las muñecas del vikingo mientras procuraba mantenerle distraido besandole lascivamente comporatiendo el sabor de su propia sangre, buscando atarlo a la cama, ya que no creía que se mantuviese aturdido muchos segundos mas, pero buscaba parecer lo mas cariñosa posible. Tenía que pensar algo para calmarlo, estaba ebrio no debería costar tanto. -Perdoname, ¿me perdonas?.- Preguntó con un tono muy infantil y dulce.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Aquella mujer estaba loca o yo demasiado colocado como para darme cuenta de que vivía una situación surrealista.
-No quiero divertirme bebiendo eso -dije amenazante apretando la mandíbula con gesto desafiante -voy a largarme ¿de acuerdo? No nos van los mismos juegos, yo solo pensaba en perderme entre tus piernas, no en amanecer sin sangre corriendo por mis venas, así que, no des un puto paso sanguijuela -espeté enredando las palabras por el embriagante alcohol.
Su sonrisa ladeada me dejaba entrever que no iba ni de lejos a salir con tanta facilidad de esta, lo peor es que iba tan borracho que la lucha contra un inmortal era de todo menos igualada.
Ella repetía que lo sentía, que no me mataría, pero yo no creía ni una sola de sus palabras.
-Pues si lo sientes deja que me lar..
No acabé la frase cuando de un golpe mi espada salió disparada de mis manos, gruñí cabreado mas conmigo mismo que con ella.
A fin de cuentas esta era un depredador y yo su caza, pero en mi caso llevaba desde niño con una puta espada entre mis manos, aprendí a blindarla casi antes que a hablar y ahora esa mujer me había despojado de ella con demasiada facilidad como para no sentir mi ego herido, claro que no quedó ahí todo.
Sus afiladas agujas se clavaron en mi cuello rasgando mi piel, su cuerpo gélido como el mismo Hel y serpenteante se pegó al mio.
Sentía como la sangre me abandonaba a tirones, sus dedos inertes presionando mi cuerpo para escurrirme como si fuera una fruta a la que sacar jugo, jadeaba presa del éxtasis mientras mis fuerzas me abandonaba de forma decadente.
Mis esfuerzos por forcejear quedaron en nada ante su abrazo y pronto sentí como pesado mi cuerpo caía sobre el lecho.
Apartó su boca cuando seguramente pensó haber bebido demasiado, goteaba por sus labios mi propio elixir de la vida, no se cuales eran sus intenciones, aunque algo me decía que estaban muy lejos de ser buenas.
¿Por que no terminaba de u na vez con la caza?
Sobre el lecho la daga ,pude verla de refilón, no se puede decir que moriría sin luchar y cuando no se lo esperó estiré le brazo apretando los dientes cazando el acero que de nuevo guié hacia su corazón con un rugido gutural que escapó de lo mas profundo de mis entrañas.
Claro que esta vez la inmortal logró parar mi ataque, mi debilidad era un echo y con ella llegaría mi muerte.
-Matame -la provoqué – no temo, mi destino es el Valhalla.
-No quiero divertirme bebiendo eso -dije amenazante apretando la mandíbula con gesto desafiante -voy a largarme ¿de acuerdo? No nos van los mismos juegos, yo solo pensaba en perderme entre tus piernas, no en amanecer sin sangre corriendo por mis venas, así que, no des un puto paso sanguijuela -espeté enredando las palabras por el embriagante alcohol.
Su sonrisa ladeada me dejaba entrever que no iba ni de lejos a salir con tanta facilidad de esta, lo peor es que iba tan borracho que la lucha contra un inmortal era de todo menos igualada.
Ella repetía que lo sentía, que no me mataría, pero yo no creía ni una sola de sus palabras.
-Pues si lo sientes deja que me lar..
No acabé la frase cuando de un golpe mi espada salió disparada de mis manos, gruñí cabreado mas conmigo mismo que con ella.
A fin de cuentas esta era un depredador y yo su caza, pero en mi caso llevaba desde niño con una puta espada entre mis manos, aprendí a blindarla casi antes que a hablar y ahora esa mujer me había despojado de ella con demasiada facilidad como para no sentir mi ego herido, claro que no quedó ahí todo.
Sus afiladas agujas se clavaron en mi cuello rasgando mi piel, su cuerpo gélido como el mismo Hel y serpenteante se pegó al mio.
Sentía como la sangre me abandonaba a tirones, sus dedos inertes presionando mi cuerpo para escurrirme como si fuera una fruta a la que sacar jugo, jadeaba presa del éxtasis mientras mis fuerzas me abandonaba de forma decadente.
Mis esfuerzos por forcejear quedaron en nada ante su abrazo y pronto sentí como pesado mi cuerpo caía sobre el lecho.
Apartó su boca cuando seguramente pensó haber bebido demasiado, goteaba por sus labios mi propio elixir de la vida, no se cuales eran sus intenciones, aunque algo me decía que estaban muy lejos de ser buenas.
¿Por que no terminaba de u na vez con la caza?
Sobre el lecho la daga ,pude verla de refilón, no se puede decir que moriría sin luchar y cuando no se lo esperó estiré le brazo apretando los dientes cazando el acero que de nuevo guié hacia su corazón con un rugido gutural que escapó de lo mas profundo de mis entrañas.
Claro que esta vez la inmortal logró parar mi ataque, mi debilidad era un echo y con ella llegaría mi muerte.
-Matame -la provoqué – no temo, mi destino es el Valhalla.
Geralt- Humano Clase Baja
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La inmortal le olisqueaba presa del placer que le daba su aroma a sangre, y como mientras aparentemente estaba distraida pasando la lengua por el cuello y el pecho del agresivo vikingo, si bien mentiría si dijera que la actitud de este no le ponía, le encantaban que fueran fieros, pero este ahora estaba muy alterado y había tenido que bajarle los humos a la fuerza, entonces fue cuando el hombre rugió tratando de clavar una daga en el corazón, pero la vampira le interceptó a tiempo y miró su daga y a él con sumo enfado. -¡¡Eh dicho que no!!.- Gritó la vampiresa y observó como el hombre la desafiaba a matarle, Bloondy le miro con ese brillo de ojos caracteristicos de los vampiros cuando se estaban enfadando, dió un manotazo agresivo en el lecho y le gruño de sobrenatural forma mostrandole los colmillos.
-Deja de ser tan estúpido, he dicho que ¡¡no te voy a matar!! ¿estas sordo? eres peor que un niño pequeño.- Gruñó la vampiresa agarrandole las manos y atandole las muñecas al tremendo cabecero de la cama, dejandole así atado de manos, busco en los cajones de la mesa de noche sacando unas cadenas para afianzar el agarre. -Bien contigo toda previsión es poca, asi no te moveras y deja de gritar, mi prima duerme...supongo...no se si está...y para que veas que soy buena gente, ella tiene pulso y no la mato.- Dijo como si eso justificase algo, aunque en su mente si que lo hacía, ciertamente no estaba segura si la bruja estaba en la mansión, pero nadie que hubiera en la mansión le ayudaría, aunque tampoco es que hubiera muchos sirvientes, apenas 3 o 4 en realidad, Bloondy miró al encadenado vikingo. -¿Por que no me crees cuando te digo que no te voy a matar? ¡¡yo no mato a inocentes!! y tú querido lo eres, y mas ahora que te portas como un niño enrabietado....pero eso pronto se te pasara.- Asegura ladeando una inquietante sonrisa amplia donde enseña sus mas que afilados colmillos.
Desliza la lengua sensualmente por los labios limpiando los resquicios de sangre de estos mientras besa el cuerpo del vikingo mani atado, y le acaricia el pelo. -Bien, ahora que no te vas a mover e igual he bebido demasiado voy a traer algo para que recuperes fuerzas encanto. - Comentó sin dar importancia ninguna a las protestas y maldiciones del mal humor por el que estaba, pero Bloondy seguía sin dar importancia a nada de lo que el barbaro pudiera decir, se fue al minibar trayendole mas licores. -A los vikingos les gusta el alcohol...eso lo se, bien...te aseguro que antes de que amanezca estaras haciendome un traje de saliva, y lo ansiare con ganas ese momento...- Aseguró tumbandose a su lado y dando un trago a la botella de Wisky que había cogido, y le mira. -¿Quieres beber algo? y olvidate de decir groserías, no vas a salir de aquí hasta que yo te lo diga. - Dice con ese aire infantil. -Cuando te lo ganes te soltaré...- Asegura mientras da otro largo y acaricia el cuerpo del vikingo mientras ella le mira aun desnuda apagando el brillo rojo de sus ojos, y empieza nuevamente a colmar de mimos al mortal como si fuese su propio juguete.
-Deja de ser tan estúpido, he dicho que ¡¡no te voy a matar!! ¿estas sordo? eres peor que un niño pequeño.- Gruñó la vampiresa agarrandole las manos y atandole las muñecas al tremendo cabecero de la cama, dejandole así atado de manos, busco en los cajones de la mesa de noche sacando unas cadenas para afianzar el agarre. -Bien contigo toda previsión es poca, asi no te moveras y deja de gritar, mi prima duerme...supongo...no se si está...y para que veas que soy buena gente, ella tiene pulso y no la mato.- Dijo como si eso justificase algo, aunque en su mente si que lo hacía, ciertamente no estaba segura si la bruja estaba en la mansión, pero nadie que hubiera en la mansión le ayudaría, aunque tampoco es que hubiera muchos sirvientes, apenas 3 o 4 en realidad, Bloondy miró al encadenado vikingo. -¿Por que no me crees cuando te digo que no te voy a matar? ¡¡yo no mato a inocentes!! y tú querido lo eres, y mas ahora que te portas como un niño enrabietado....pero eso pronto se te pasara.- Asegura ladeando una inquietante sonrisa amplia donde enseña sus mas que afilados colmillos.
Desliza la lengua sensualmente por los labios limpiando los resquicios de sangre de estos mientras besa el cuerpo del vikingo mani atado, y le acaricia el pelo. -Bien, ahora que no te vas a mover e igual he bebido demasiado voy a traer algo para que recuperes fuerzas encanto. - Comentó sin dar importancia ninguna a las protestas y maldiciones del mal humor por el que estaba, pero Bloondy seguía sin dar importancia a nada de lo que el barbaro pudiera decir, se fue al minibar trayendole mas licores. -A los vikingos les gusta el alcohol...eso lo se, bien...te aseguro que antes de que amanezca estaras haciendome un traje de saliva, y lo ansiare con ganas ese momento...- Aseguró tumbandose a su lado y dando un trago a la botella de Wisky que había cogido, y le mira. -¿Quieres beber algo? y olvidate de decir groserías, no vas a salir de aquí hasta que yo te lo diga. - Dice con ese aire infantil. -Cuando te lo ganes te soltaré...- Asegura mientras da otro largo y acaricia el cuerpo del vikingo mientras ella le mira aun desnuda apagando el brillo rojo de sus ojos, y empieza nuevamente a colmar de mimos al mortal como si fuese su propio juguete.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Gruñí cuando me golpeó el pecho asegurándome que era idiota y que no pensaba matarme.
-¿que cojones quieres? -rugí forcejeando mientras esta tiraba de mis brazos hacia arriba para atarme al cabecero de la cama.
Iba muy borracho, débil por la perdida de sangre tras el abrazo de la inmortal, aun sentía la vitae fluir de la yugular manchando las sabanas de seda blancas.
-¡que me importa a mi tu prima! -grité para que me escuchara, aunque con la suerte que tenia seria otra loca como la morena - ¡suéltame zorra!
Ladeé la sonrisa cuando dijo que a su prima no la mataba.
-Ahora me quedo mucho mas tranquilo -dije a modo de sorna con el sarcasmo como bandera -¡que me sueltes joder!.
La loca no dejaba de darle atenciones a mi cuerpo, pero yo no funcionaba así exactamente, ahora mismo tenia todos mis sentidos en una sola cosa, básicamente en pensar como salir de esta y arrancarle en le proceso la cabeza, así que mi excitación había desaparecido por completo y mi verga lejos de estar dura se había quedado flácida sobre mi pubis.
Me repitió que no me mataría, como si por mas veces que lo repitiera eso se fuera a convertir en verdad.
Se largó a por mas alcohol, yo luchaba violento para escapar de esas cadenas pero la verdad es que me resultaba imposible, lo que me hizo gruñir con mas rabia.
La inmortal no tardo en volver, enarqué una ceja la verla con la botella, se dejo caer a mi lado mientras bebía y me ofrecía.
Ni por asomo iba a beber mas, aya iba bastante colocado y necesitaba la mente clara para poder largarme de ese puto lugar.
-Si, nos gusta beber, pero de normal, no encadenados ¿sabes? La libertad me sienta bien y en estas condiciones, ni traje, ni pollas, suéltame -ordené fiero como era gruñendole mientras tiraba de las cadenas.
Podía ver como la inmortal se desesperaba, pero ¿que esperaba? No entendía una mierda de su comportamiento ¿querría jugar con la presa antes de matarla? Pues debia tener cuidado yo no era un ratón indefenso.
-¿que quieres de mi inmortal?
-¿que cojones quieres? -rugí forcejeando mientras esta tiraba de mis brazos hacia arriba para atarme al cabecero de la cama.
Iba muy borracho, débil por la perdida de sangre tras el abrazo de la inmortal, aun sentía la vitae fluir de la yugular manchando las sabanas de seda blancas.
-¡que me importa a mi tu prima! -grité para que me escuchara, aunque con la suerte que tenia seria otra loca como la morena - ¡suéltame zorra!
Ladeé la sonrisa cuando dijo que a su prima no la mataba.
-Ahora me quedo mucho mas tranquilo -dije a modo de sorna con el sarcasmo como bandera -¡que me sueltes joder!.
La loca no dejaba de darle atenciones a mi cuerpo, pero yo no funcionaba así exactamente, ahora mismo tenia todos mis sentidos en una sola cosa, básicamente en pensar como salir de esta y arrancarle en le proceso la cabeza, así que mi excitación había desaparecido por completo y mi verga lejos de estar dura se había quedado flácida sobre mi pubis.
Me repitió que no me mataría, como si por mas veces que lo repitiera eso se fuera a convertir en verdad.
Se largó a por mas alcohol, yo luchaba violento para escapar de esas cadenas pero la verdad es que me resultaba imposible, lo que me hizo gruñir con mas rabia.
La inmortal no tardo en volver, enarqué una ceja la verla con la botella, se dejo caer a mi lado mientras bebía y me ofrecía.
Ni por asomo iba a beber mas, aya iba bastante colocado y necesitaba la mente clara para poder largarme de ese puto lugar.
-Si, nos gusta beber, pero de normal, no encadenados ¿sabes? La libertad me sienta bien y en estas condiciones, ni traje, ni pollas, suéltame -ordené fiero como era gruñendole mientras tiraba de las cadenas.
Podía ver como la inmortal se desesperaba, pero ¿que esperaba? No entendía una mierda de su comportamiento ¿querría jugar con la presa antes de matarla? Pues debia tener cuidado yo no era un ratón indefenso.
-¿que quieres de mi inmortal?
Geralt- Humano Clase Baja
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La paciencia de Bloondy se estaba empezando a agotar ya, y ese vikingo no ponía nada de su parte, ya se lo había dicho por activa y por pasiva, pero no quería escuchar, no quería entender, la vampiresa seguía tumbada a su lado con cara de malas pulgas, mientras él no hacía más que gritar, quejarse, sin escuchar y encima se ponía sarcastico, eso no le hizo nada de gracia a la vampiresa, sin embargo no quería que se siguiera debilitando, asi que se mordió un dedo y lo uso para hechar su sangre en la herida ajena que se curaba, no iba a darle sangre via oral, logicamente no quería encima volverlo adicto, igualmente sería como una droga para él que duraría muy poco.- Deja de gritar.- Gruñó con enfado, cabezón. -¿Que qué quiero? que me quieras, eso quiero.- Inquirió, aunque dudaba que ese vikingo la quisiera escuchar nada de lo que ella dijera.
La frustración en ella crecía, iba a optar por robarle voluntad a tiro de sus habilidades, pero le costaba decidirse, más repentinamente se puso sobre él y le tapo bruscamente a boca para que no gritase. A los pocos segundos llamaron a la puerta de la habitación, la vampiresa miro al vikingo y con la mano libre se llevo el dedo a los labios indicandole que estuviera calladito. -¿Bloondy? ¿se puede saber que era ese escandalo?- Se escuchó al otro lado de la puerta, Bloondy alzó la voz. -Nada Wenky, solo me he traido un amiguito...es un poco juguetón.- dijo mientras guiñaba un ojo al cabreado vikingo.- ¿Que demonios haces despierta? - Pregunto la vampiresa mientras mantenía al vikingo con la boca tapado y con la otra mano jugueteaba con los dedos por su pecho, aunque su atención estaba en que la bruja no atravesara la puesta, ni le estropease el juguete nuevo que tenía ahora, bien sabía lo gruñona que era la bruja.
-Dormiría, pero dejad de pegar voces, que una por el día está despierta, no como otras... ¡¡Ah!! y cuando acabeis de memorizaros el uno al otro no quiero ver a nadie rondando por la casa como dios lo trajo al mundo ¿Queda claro?- Se escuchó protestar a la bruja, Bloondy dejó escapar una risa por ese comentarío. -Lo que tu digas zanahoria, tenemos 6 habitaciones y te tienes que venir tan cerca, en el fondo vas provocando.- Se mofó la morena, a lo que consiguió que la otra diera un manotazo desde el otro lado de la puerta antes de escucharse los pasos alejandose, Bloondy miró al hombre descubriendole la boca. -No grites tanto que la molestamos jijijiji.- Susurró divertida.
Más se estiró y le ofreció un botella mientras pensaba. -última oportunidad, beberas por las buenas...por que dudo que ahora te quieras llevar bien conmigo, y me temo que soy yo la que no se fia de tí, me has intentado clavar la daga dos veces, y una lo has conseguido, y...molesta.- gruño la vampiresa mientras ladeaba la cabeza, jugando con dos mechones de su pelo. Lo cierto es que no, no se fiaba ya de él, la situación se había torcido mucho, Bloondy miraba el vial pensando, la idea que le rondaba ahora era usar su habilidad de seducción para que el mismo cediera a beber, preferiría haberlo hecho sin usar la manipulación para ver como se empezaban a manifestar los efectos, pero él no quería aunque siempre podía hacerlo a las bravas, la vampiresa le miró meditando.
La frustración en ella crecía, iba a optar por robarle voluntad a tiro de sus habilidades, pero le costaba decidirse, más repentinamente se puso sobre él y le tapo bruscamente a boca para que no gritase. A los pocos segundos llamaron a la puerta de la habitación, la vampiresa miro al vikingo y con la mano libre se llevo el dedo a los labios indicandole que estuviera calladito. -¿Bloondy? ¿se puede saber que era ese escandalo?- Se escuchó al otro lado de la puerta, Bloondy alzó la voz. -Nada Wenky, solo me he traido un amiguito...es un poco juguetón.- dijo mientras guiñaba un ojo al cabreado vikingo.- ¿Que demonios haces despierta? - Pregunto la vampiresa mientras mantenía al vikingo con la boca tapado y con la otra mano jugueteaba con los dedos por su pecho, aunque su atención estaba en que la bruja no atravesara la puesta, ni le estropease el juguete nuevo que tenía ahora, bien sabía lo gruñona que era la bruja.
-Dormiría, pero dejad de pegar voces, que una por el día está despierta, no como otras... ¡¡Ah!! y cuando acabeis de memorizaros el uno al otro no quiero ver a nadie rondando por la casa como dios lo trajo al mundo ¿Queda claro?- Se escuchó protestar a la bruja, Bloondy dejó escapar una risa por ese comentarío. -Lo que tu digas zanahoria, tenemos 6 habitaciones y te tienes que venir tan cerca, en el fondo vas provocando.- Se mofó la morena, a lo que consiguió que la otra diera un manotazo desde el otro lado de la puerta antes de escucharse los pasos alejandose, Bloondy miró al hombre descubriendole la boca. -No grites tanto que la molestamos jijijiji.- Susurró divertida.
Más se estiró y le ofreció un botella mientras pensaba. -última oportunidad, beberas por las buenas...por que dudo que ahora te quieras llevar bien conmigo, y me temo que soy yo la que no se fia de tí, me has intentado clavar la daga dos veces, y una lo has conseguido, y...molesta.- gruño la vampiresa mientras ladeaba la cabeza, jugando con dos mechones de su pelo. Lo cierto es que no, no se fiaba ya de él, la situación se había torcido mucho, Bloondy miraba el vial pensando, la idea que le rondaba ahora era usar su habilidad de seducción para que el mismo cediera a beber, preferiría haberlo hecho sin usar la manipulación para ver como se empezaban a manifestar los efectos, pero él no quería aunque siempre podía hacerlo a las bravas, la vampiresa le miró meditando.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Una voz retumbó al otro lado de la puerta, al parecer la otra, la prima, estaba tan loca como esta porque si creía que mis gritos de auxilio eran porque entre sus piernas estaba llegando al Valhalla es que no conocía varón.
Le mordí la mano para poder gritar, pero la inmortal siguió apretando contándole a su prima una milonga.
Una vez la zanahoria se largó apartó su mano de mi boca, menuda mierda le había dado con que bebiera.
-No -rugí -no voy a beber.
¿Había dicho que quería que la quisiera? ¡Por Odin? Había entrado en Hel, esa inmortal estaba loca, yo solo quería antes de esta mierda un puto polvo, meterme entre sus piernas y disfrutar de una noche de placer entre gemidos y gruñidos ebrio como iba, pero ahora mismo meterle una estaca de madera y no precisamente la que entre mis piernas colgaba era la única apetencia que tenia y distaba mucho de ser sexual.
-¡Suéltame zorra! -rugí de nuevo contemplando sus dos oscuros orbes.
No era una mujer fea, todo lo contrario, su pelo oscuro caía en cascada de forma salvaje a cada lado de mi rostro enmarcándolo. Su aliento penetraba entre mis labios entreabiertos, invitándome a pecar con ella, peor con unas normas del juego que no pensaba aceptar ni harto de vino como iba.
No entendía porque había tenido que complicarlo tanto, podíamos haberlo pasado bien, yo estaba dispuesto, lo que me daba a entender que una vez bebiera de ese frasco quedaría a su merced.
-Si tanto quieres jugar con drogas, por que no bebes tu y me demuestras eres de fiar -la desafié altivo.
Su risa retumbaba en la habitación ,algo me decía que no cedería, pero yo no me iba a convertir en su puto conejo de indias.
La herida cerró con la sangre que sobre esta esa mujer esparció, fruncí el ceño.
Definitivamente estaba loca, me mordía, me curaba, quería follarme, pero a la vez usarme de conejillo de indias bebiendo ese mejunje, creo que se sentía el depredador y yo solo era el ratón con el que jugaba para entretenerse.
-Hagamos un trato -dije ladeando la sonrisa -te desafió a un duelo, yo blandiré mi espada y tu lo que quiera que uses, si gano me largaré de aquí, si pierdo beberé esa mierda.
Tampoco me quedaban mas opciones,estaba amordazado al lecho, al menos con el acero en la mano mis opciones aumentaban considerablemente, no era le primer sobrenatural al que le rebanaba el cuello.
Le mordí la mano para poder gritar, pero la inmortal siguió apretando contándole a su prima una milonga.
Una vez la zanahoria se largó apartó su mano de mi boca, menuda mierda le había dado con que bebiera.
-No -rugí -no voy a beber.
¿Había dicho que quería que la quisiera? ¡Por Odin? Había entrado en Hel, esa inmortal estaba loca, yo solo quería antes de esta mierda un puto polvo, meterme entre sus piernas y disfrutar de una noche de placer entre gemidos y gruñidos ebrio como iba, pero ahora mismo meterle una estaca de madera y no precisamente la que entre mis piernas colgaba era la única apetencia que tenia y distaba mucho de ser sexual.
-¡Suéltame zorra! -rugí de nuevo contemplando sus dos oscuros orbes.
No era una mujer fea, todo lo contrario, su pelo oscuro caía en cascada de forma salvaje a cada lado de mi rostro enmarcándolo. Su aliento penetraba entre mis labios entreabiertos, invitándome a pecar con ella, peor con unas normas del juego que no pensaba aceptar ni harto de vino como iba.
No entendía porque había tenido que complicarlo tanto, podíamos haberlo pasado bien, yo estaba dispuesto, lo que me daba a entender que una vez bebiera de ese frasco quedaría a su merced.
-Si tanto quieres jugar con drogas, por que no bebes tu y me demuestras eres de fiar -la desafié altivo.
Su risa retumbaba en la habitación ,algo me decía que no cedería, pero yo no me iba a convertir en su puto conejo de indias.
La herida cerró con la sangre que sobre esta esa mujer esparció, fruncí el ceño.
Definitivamente estaba loca, me mordía, me curaba, quería follarme, pero a la vez usarme de conejillo de indias bebiendo ese mejunje, creo que se sentía el depredador y yo solo era el ratón con el que jugaba para entretenerse.
-Hagamos un trato -dije ladeando la sonrisa -te desafió a un duelo, yo blandiré mi espada y tu lo que quiera que uses, si gano me largaré de aquí, si pierdo beberé esa mierda.
Tampoco me quedaban mas opciones,estaba amordazado al lecho, al menos con el acero en la mano mis opciones aumentaban considerablemente, no era le primer sobrenatural al que le rebanaba el cuello.
Geralt- Humano Clase Baja
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La vampiresa se acariciaba la palma curandose la herida del mordisco, no es que Wenkyel creyera que eran gritos de placer, simplemente prefería no meterse en los juegos de la vampiresa, mientras que se estaba empezando a poner en forma alterada, había llegado a un punto de no retorno tal vez, pero puso un semblante se sorpresa de reir cuando el mortal sugirió que bebiera ella, despues rió por ello, y nego con la cabeza. -No, no me fio de ti, puedo ver tu pulso y tu hostilidad, no me voy a quedar tan vulnerable ante tí, de los dos tu eres el único que está enfadado...- Dijo con un tono inocentón, sentada a los pies de la cama, mientras jugaba con sus negros mechones de pelo, más enarcó una ceja cuando ofreció ese trato, miró al mortal y se levantó agarrando la bastarda del vikingo, desde luego un gran arma, más Bloondy empezó a bufar. -¿Enserio? ¿sabes que soy mas rapida que tú? no me fio de tí.- Gruño clavando la espada en el suelo mientras se volvía a acercar al maniatado vikingo.
Apretó los labios mirandole, se acerco al enfadado vampiro, colocandose sobre él mientras le acariciaba suavemente la cara. -Creo que ya es tarde para hacer borrón y cuenta nueva...quizás he sido un poco brusca, lo siento...no me controlo mucho.- Dijo con aire calmado, mientras observaba y olfateaba como la ira era latente en el vikingo, podía notarla por como tenía el pulso, el calor que desprendía por la rabia, Bloondy se acercaba a él acunando la cara del vikingo entre sus palidad manos, clavando su vista en él, no quería haber recurrido a esto. -Muy bien corazón...- Dijo con una voz melosa, mientras empezó a buscar la habilidad de seducción que poseía para tratar de calmar a la bestia que ardía dentro del hombre. -¿Puedes perdonarme esto?.- Susurra midiendo si su habilidad estaba surtiendo efecto, para despues besar su cuello buscando destensar toda la metedura de pata, la vampiresa ciertamente estaba loca, pero eso no quería decir que fuese estupida, sabía que había forzado las cosas de mala forma, y quizás buscaba arreglarlo.
Alargó la mano para soltar solo una mano de vikingo y le miró de manera calmada aun tratando de usar su habilidad de sedución, mientras se acercaba a besar al vikingo nuevamente, para sujetarlo antes de acercarle el vial nuevamente a los labios. -Vamos...te lo suplico.- Dijo con el tono de voz sosegado, aunque más que invitarle le estaba obligando a beberselo, agarrandole con firmeza el mentón y tapandole la boca para obligarlo a tragar, en el momento que lo hiciese soltaría a su juguete nuevo, se había cansado de tentarle, de mantener las formas, de contenerse, puede que no hiciese realmente tanto que era una vampiresa, una vampiresa sin sire, pero los instintos seguían estando ahí, y era momento de sacarlo a relucir , dispuesto a disfrutarlo, no sabía cuanto duraría el efecto, ¿1 día? ¿unas horas? esperaba que para entonces el hombre hubiera cambiado de parecer sobre querar matarla. -¡Bloondy!.- Escuchó a su espalda, pues la bruja había entrado desconfiando de las intenciones de su prima, la vampiresa gruñó con ferocidad mirando a la pelirroja. - No te metas....- Masculló
Apretó los labios mirandole, se acerco al enfadado vampiro, colocandose sobre él mientras le acariciaba suavemente la cara. -Creo que ya es tarde para hacer borrón y cuenta nueva...quizás he sido un poco brusca, lo siento...no me controlo mucho.- Dijo con aire calmado, mientras observaba y olfateaba como la ira era latente en el vikingo, podía notarla por como tenía el pulso, el calor que desprendía por la rabia, Bloondy se acercaba a él acunando la cara del vikingo entre sus palidad manos, clavando su vista en él, no quería haber recurrido a esto. -Muy bien corazón...- Dijo con una voz melosa, mientras empezó a buscar la habilidad de seducción que poseía para tratar de calmar a la bestia que ardía dentro del hombre. -¿Puedes perdonarme esto?.- Susurra midiendo si su habilidad estaba surtiendo efecto, para despues besar su cuello buscando destensar toda la metedura de pata, la vampiresa ciertamente estaba loca, pero eso no quería decir que fuese estupida, sabía que había forzado las cosas de mala forma, y quizás buscaba arreglarlo.
Alargó la mano para soltar solo una mano de vikingo y le miró de manera calmada aun tratando de usar su habilidad de sedución, mientras se acercaba a besar al vikingo nuevamente, para sujetarlo antes de acercarle el vial nuevamente a los labios. -Vamos...te lo suplico.- Dijo con el tono de voz sosegado, aunque más que invitarle le estaba obligando a beberselo, agarrandole con firmeza el mentón y tapandole la boca para obligarlo a tragar, en el momento que lo hiciese soltaría a su juguete nuevo, se había cansado de tentarle, de mantener las formas, de contenerse, puede que no hiciese realmente tanto que era una vampiresa, una vampiresa sin sire, pero los instintos seguían estando ahí, y era momento de sacarlo a relucir , dispuesto a disfrutarlo, no sabía cuanto duraría el efecto, ¿1 día? ¿unas horas? esperaba que para entonces el hombre hubiera cambiado de parecer sobre querar matarla. -¡Bloondy!.- Escuchó a su espalda, pues la bruja había entrado desconfiando de las intenciones de su prima, la vampiresa gruñó con ferocidad mirando a la pelirroja. - No te metas....- Masculló
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Aquella mujer no acepto mi reto, me temía con el acero en al mano y no la culpaba pues no dudaría en sajar su cabeza de un golpe para ser libre de nuevo.
Volvió a orillarse contra mi cuerpo, lentos sus movimientos, su aliento penetraba entre mis labios como si estuviera intentando usar algún tipo de truco que al parecer los inmortales poseían, sacudí la cabeza buscando apartar la mirada, pero esta afianzó mi mandíbula con su mano y me forzó a contemplar sus dos pozos negros.
Entreabrí los labios completamente abducido por sus palabras, lo que quisiera que hubiera hecho le funcionaba y sobre estos vertió el amargo liquido que tragué obediente.
Pestañeé un par de veces sintiéndome en una especie de montaña rusa, como si ademas de la embriaguez que ya llevaba aquel exir lograra atontarme.
Volví a sentir que acogía entre una de sus manos mi rostro, mirándome fijamente como si esperara obtener de mi algún tipo de reacción.
Ahora que me fijaba era preciosa, con esos colmillos afilados, sus dos incesantes tormentas y la piel tersa, clara como la misma mañana de mis tierras gélidas.
Su pelo castaño caía rebelde como una cascada por encima de sus hombros e incapaz de contenerme acerqué mi boca a la ajena dejando que su aliento cálido penetrara en mis labios.
-quizás podrías soltarme, deseo tocarte -susurré rozando con mis palabras su boca deliciosa.
Había dejado de forcejear, para que hacerlo, estaba claro que no quería hacerme daño si no perderse conmigo en el lecho y yo no había nada que deseara mas que su curvilíneo cuerpo.
-¿Donde te habías metido todo este tiempo? -pregunté con un deje romántico que yo nunca había ostentado.
La sonrisa de la vampiresa me mostró sus afilados colmillos que deslizó sin ningún tipo de miramiento sobre mis labios, mi lengua atravesó el precipicio de sus labios envolviendo su sinhueso, el aliento de ambos se fundía en aquel beso apasionado en el que la necesidad de nuestros cuerpos nos iba calentando.
-¿Por que me has traído aquí? -pregunté con la respiración entrecortada mientras esta subida sobre mis caderas danzaba sobre mi dura verga -¿que hacia ese elixir?
Des pues de beberlo habai pasado de querer escapar a querer permanecer aquí, a su merced por toda mi eternidad, olvidé el norte, mas bien lo perdí, mi brújula marcaba a la morena de ojos oscuros y sonrisa afilada.
Volvió a orillarse contra mi cuerpo, lentos sus movimientos, su aliento penetraba entre mis labios como si estuviera intentando usar algún tipo de truco que al parecer los inmortales poseían, sacudí la cabeza buscando apartar la mirada, pero esta afianzó mi mandíbula con su mano y me forzó a contemplar sus dos pozos negros.
Entreabrí los labios completamente abducido por sus palabras, lo que quisiera que hubiera hecho le funcionaba y sobre estos vertió el amargo liquido que tragué obediente.
Pestañeé un par de veces sintiéndome en una especie de montaña rusa, como si ademas de la embriaguez que ya llevaba aquel exir lograra atontarme.
Volví a sentir que acogía entre una de sus manos mi rostro, mirándome fijamente como si esperara obtener de mi algún tipo de reacción.
Ahora que me fijaba era preciosa, con esos colmillos afilados, sus dos incesantes tormentas y la piel tersa, clara como la misma mañana de mis tierras gélidas.
Su pelo castaño caía rebelde como una cascada por encima de sus hombros e incapaz de contenerme acerqué mi boca a la ajena dejando que su aliento cálido penetrara en mis labios.
-quizás podrías soltarme, deseo tocarte -susurré rozando con mis palabras su boca deliciosa.
Había dejado de forcejear, para que hacerlo, estaba claro que no quería hacerme daño si no perderse conmigo en el lecho y yo no había nada que deseara mas que su curvilíneo cuerpo.
-¿Donde te habías metido todo este tiempo? -pregunté con un deje romántico que yo nunca había ostentado.
La sonrisa de la vampiresa me mostró sus afilados colmillos que deslizó sin ningún tipo de miramiento sobre mis labios, mi lengua atravesó el precipicio de sus labios envolviendo su sinhueso, el aliento de ambos se fundía en aquel beso apasionado en el que la necesidad de nuestros cuerpos nos iba calentando.
-¿Por que me has traído aquí? -pregunté con la respiración entrecortada mientras esta subida sobre mis caderas danzaba sobre mi dura verga -¿que hacia ese elixir?
Des pues de beberlo habai pasado de querer escapar a querer permanecer aquí, a su merced por toda mi eternidad, olvidé el norte, mas bien lo perdí, mi brújula marcaba a la morena de ojos oscuros y sonrisa afilada.
Geralt- Humano Clase Baja
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
Parece que el elixir hizo su efecto, al menos eso parecía dado que como ya venia ebrio ahora le resultaba dificil, Wenkyel abria sus claros ojos como platos, mientras la vampiresa juntaba sus manos bajo la barbilla como si hubiera triunfado de brutal forma sobre algo. La vampiresa se cubrió para levantarse echando a empujones a su prima de su habitación, agarrandola del brazo. -Bloondy....no hagas ninguna tonteria. ¡¡nada de muertos!! ¡¡controlate!! - Gruñia la pelirroja, mientras fue empujada fuera del cuarto. -Que nooooo.- Dijo Bloondy con cierta molestia y cerraba la puerta con el cerrejo, para que la bruja continuara fuera, aunque bien sabía que si Wenkyel quería entrar un cerrojo no la pararía. -Vete a leer tus libros o duermete, no le voy a hacer daño- Respondió Bloondy en alto para su prima que había sido desplazada al fin, despues miró en dirección al vikingo, que ahora al fin era docil.
Gateó por la cama volviendo a él y a sus bonitas palabras, quizás no propias de un barbaro, ni de un vikingo, incluso a ella le parecieron algo melosas, y le miraba sonriendo con dulzura, mientras le escuchaba e incluso le acallaba dandole besos enredando su lengua con la de él, tan calido, tan vivo...la vampiresa se relamía con deseo mientras cumpió la petición finalmente liberandole de las ataduras dejandole ahora hacer y deshacer, pero ahora solo quería deborarlo a besos, tomandose su tiempo, mientras se posicionaba sobre él notando su miembro alzado de nuevo, como al principio de la noche, se mordia el labio dejando ver sus afilados colmillos que ahora el vikingo no temía, si estuviera viva el corazón de Bloondy iria a mil por hora, por la calida sensación que le transmitia el mortal, bajaba a su cuello, pero no lo mordía solo besos depositaba en él. -Te he traido aquí por que estaremos seguros...no nos molestaran, es mi mansión...bueno, mia y de mis primas...jiji pero no te preocupes...solo relajate..- Le susurró de manera lenta, mientras deslizaba los labios por el cuello antes de buscar su boca de nuevo con severa necesidad, los dedos de la vampiresa dibujaban la musculatura del vikingo que ahora docil se cernía -Solo era...para que te calmaras.-Mintió, aunque sin necesidad, el filtro le nublaba el juicio.
Desde luego ese elixir había sido un acierto, no tenía ni idea cuanto duraría pero no deseaba que se acabase, la vampiresa se movía lentamente con la sensación de haber dominado a la bestia, ironico que una vampiresa pensase así de un mortal, jadeaba de placer moviendose sobre él robandole el aliento cuando podía, lamía sus labios lascivamente, buscando darle placer, ni siquiera sabía si recordaria esto al despertar, la vampiresa se contoneaba mientras imprimia ritmo en moverse sobre él. -Dime tu nombre...- Le susurró entre suaves gemidos disfrutando de cada balanceo que propinaba sobre él, guiando las manos del vikingo por su palido cuerpo, realmente con el tema no había presentaciones cuando él se había enfadado, pero ahora solo jadeos y suaves gemidos mientras Bloondy llevaba las riendas, aunque no se negó en satisfacer los deseos que el vikingo pudiera tener, gemía con más fuerza, embriagandose del aroma del vikingo, enredandose en él, rodando por el lecho de brutal manera, buscando desesperadamente el climax sintiendo como la atravesaba repetidas veces, aferrandose a las suaves sabanas del lecho, arqueando su espalda, por el placer los ojos de la vampiresa se habían vuelto del color del rubí, e incluso se mordió en mitad de la batalla su propio labio con el colmillo deslizandose un hilo carmesí por su labio.
Gateó por la cama volviendo a él y a sus bonitas palabras, quizás no propias de un barbaro, ni de un vikingo, incluso a ella le parecieron algo melosas, y le miraba sonriendo con dulzura, mientras le escuchaba e incluso le acallaba dandole besos enredando su lengua con la de él, tan calido, tan vivo...la vampiresa se relamía con deseo mientras cumpió la petición finalmente liberandole de las ataduras dejandole ahora hacer y deshacer, pero ahora solo quería deborarlo a besos, tomandose su tiempo, mientras se posicionaba sobre él notando su miembro alzado de nuevo, como al principio de la noche, se mordia el labio dejando ver sus afilados colmillos que ahora el vikingo no temía, si estuviera viva el corazón de Bloondy iria a mil por hora, por la calida sensación que le transmitia el mortal, bajaba a su cuello, pero no lo mordía solo besos depositaba en él. -Te he traido aquí por que estaremos seguros...no nos molestaran, es mi mansión...bueno, mia y de mis primas...jiji pero no te preocupes...solo relajate..- Le susurró de manera lenta, mientras deslizaba los labios por el cuello antes de buscar su boca de nuevo con severa necesidad, los dedos de la vampiresa dibujaban la musculatura del vikingo que ahora docil se cernía -Solo era...para que te calmaras.-Mintió, aunque sin necesidad, el filtro le nublaba el juicio.
Desde luego ese elixir había sido un acierto, no tenía ni idea cuanto duraría pero no deseaba que se acabase, la vampiresa se movía lentamente con la sensación de haber dominado a la bestia, ironico que una vampiresa pensase así de un mortal, jadeaba de placer moviendose sobre él robandole el aliento cuando podía, lamía sus labios lascivamente, buscando darle placer, ni siquiera sabía si recordaria esto al despertar, la vampiresa se contoneaba mientras imprimia ritmo en moverse sobre él. -Dime tu nombre...- Le susurró entre suaves gemidos disfrutando de cada balanceo que propinaba sobre él, guiando las manos del vikingo por su palido cuerpo, realmente con el tema no había presentaciones cuando él se había enfadado, pero ahora solo jadeos y suaves gemidos mientras Bloondy llevaba las riendas, aunque no se negó en satisfacer los deseos que el vikingo pudiera tener, gemía con más fuerza, embriagandose del aroma del vikingo, enredandose en él, rodando por el lecho de brutal manera, buscando desesperadamente el climax sintiendo como la atravesaba repetidas veces, aferrandose a las suaves sabanas del lecho, arqueando su espalda, por el placer los ojos de la vampiresa se habían vuelto del color del rubí, e incluso se mordió en mitad de la batalla su propio labio con el colmillo deslizandose un hilo carmesí por su labio.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La inmortal gateaba sobre mi piel con una sonrisa triunfal en los labios, su juguete nocturno había devorado la pócima y ahora los efectos lidiarían con mi carácter endiablado.
Fuere como fuere, la gelidez de su cuerpo friccionaba contra las brasas en las que se había convertido el mio. Su risa se perdía contra mis labios entreabiertos, aliento que penetraba frio golpeando mi lengua que ávida de la ajena emergió de las profundidades enredándose en un tornado apasionado.
Gruñí cuando las astas de sus pechos friccionaron prendiendo fuego, ella guiaba mis manos por su curvilínea figura, haciendo hincapié en sus dos montañas que masajeé con ganas tirando de los picos hasta que apuntaron hacia mi endurecidos.
La sutileza nunca fue el fuerte de un vikingo y sin mediar palabra de un tirón seco baje su camisola dejando sus pechos liberados.
Mi boca los tomó sedienta, perfilandolos con la lengua, tirando de sus pezones con los dientes.
La inmortal, con los colmillos ya fuera disfrutaba de mis atenciones sujetando mi palpitante verga con su diestra por el tronco, deslizando el glande por su trinchera hasta que húmedo y enardecido lo llevó a la boca de su abismo y se dejó caer llenándose de ella.
El vaivén de sus caderas la movió en su interior, dentro y fuera, deslizándose por lo mojada que estaba la hembra que me cabalgaba totalmente ofrecida.
Sus uñas se hundían en mi pecho, ríos carmesí que paladeó con su lengua, lamiéndolos con los ojos rojos fuego como las llamas que en la chimenea crepitaban.
Sabor ferroso en mi boca cuando tiré de su pelo alzado mi pecho para salir en busca de sus labios, enredando nuestras lenguas como lo hace la hiedra.
La vampiresa jadeaba incrementando el ritmo, acallé sus gruñidos con mordiscos mientras nuestros pechos friccionaban cuando me cabalgaba con rudeza, arqueando la espalda henchida de placer entre mis manos.
Golpeé su trasero azotandola para que no parara, para que incrementara mas el ritmo en unas profundas embestidas donde mis caderas la buscaban clavandose en profundas estocadas que me llevaron al clímax.
Gritó de placer, mi miembro se sacudía llenándola de mi, sus paredes palpitaban sin fin hasta que ambos caímos sobre el lecho extenuados sin poder dejar de mirarnos.
Fuere como fuere, la gelidez de su cuerpo friccionaba contra las brasas en las que se había convertido el mio. Su risa se perdía contra mis labios entreabiertos, aliento que penetraba frio golpeando mi lengua que ávida de la ajena emergió de las profundidades enredándose en un tornado apasionado.
Gruñí cuando las astas de sus pechos friccionaron prendiendo fuego, ella guiaba mis manos por su curvilínea figura, haciendo hincapié en sus dos montañas que masajeé con ganas tirando de los picos hasta que apuntaron hacia mi endurecidos.
La sutileza nunca fue el fuerte de un vikingo y sin mediar palabra de un tirón seco baje su camisola dejando sus pechos liberados.
Mi boca los tomó sedienta, perfilandolos con la lengua, tirando de sus pezones con los dientes.
La inmortal, con los colmillos ya fuera disfrutaba de mis atenciones sujetando mi palpitante verga con su diestra por el tronco, deslizando el glande por su trinchera hasta que húmedo y enardecido lo llevó a la boca de su abismo y se dejó caer llenándose de ella.
El vaivén de sus caderas la movió en su interior, dentro y fuera, deslizándose por lo mojada que estaba la hembra que me cabalgaba totalmente ofrecida.
Sus uñas se hundían en mi pecho, ríos carmesí que paladeó con su lengua, lamiéndolos con los ojos rojos fuego como las llamas que en la chimenea crepitaban.
Sabor ferroso en mi boca cuando tiré de su pelo alzado mi pecho para salir en busca de sus labios, enredando nuestras lenguas como lo hace la hiedra.
La vampiresa jadeaba incrementando el ritmo, acallé sus gruñidos con mordiscos mientras nuestros pechos friccionaban cuando me cabalgaba con rudeza, arqueando la espalda henchida de placer entre mis manos.
Golpeé su trasero azotandola para que no parara, para que incrementara mas el ritmo en unas profundas embestidas donde mis caderas la buscaban clavandose en profundas estocadas que me llevaron al clímax.
Gritó de placer, mi miembro se sacudía llenándola de mi, sus paredes palpitaban sin fin hasta que ambos caímos sobre el lecho extenuados sin poder dejar de mirarnos.
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Fecha de inscripción : 11/10/2017
Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La vampiresa disfrutó de sobre manera de la pasión que destilaba el vikingo, la batalla había sido sin duda salvaje, no había tenido nunca un vikingo entre sus piernas, y eso la hizo pensar que había hecho bien en elegir a ese hombre para jugar con él y el filtro de amor, había pasado de temerle en cierta medida a tenerle para descargar su pasión contra él, le miraba...había quedado tan exhausto, se le veía tan indefenso ahora, con ese aspecto de romantico que la poción le había dado, se mordía el labio clavando sus negros ojos, en los del vikingo que ahora estaban turbios extasiado despues de alcanzar el climax. La vampiresa se cernía sobre él ligeramente, solo para olfatear la sangre que habia catado durante el acto. -Aun no me has dicho tu nombre.- Dijo ella con aire tranquila recostandose, lamiendo sus labios, le inquietaba el momento que le dejara de hacer efecto la poción, quizás debiera atarlo por si la despertar estaría furioso, la bruja solo le dió un pequeño vial, y se había desperdiciado un poco, ¿que duraría?, suspira mientras desliza sus dedos para acariciar la melena del vikingo.
Robo un nuevo beso, sonrió. -Los vikingos sois más pasionales que los ingleses...- Comentó a modo de alavanza, mientras se mordía el labio, y rodaba por las sabanas para colocarse a su lado, era como un juguete, quizá una mascota, a Bloondy le costaba controlarse cuando se trataba de humanos, sin embargo mantenía su humanidad, y dentro de lo que cabía era bastante tranquila, aunque cuando despertase ese vikingo lo primero que haría es coger sus armas, asi que lo que la vampiresa empezo a maquinar, dejo que el humano durmiera despues del asalto y de permitirse el lujo de jugar un poco más con el entre las sabanas, hasta que comprovó que quedó en sueños de morfeo, entonces fue cuando se levanto para quitarle todas sus armas y esconderlas, no se fiaba, y algo le decía que no estará posiblemente tan docil, quizás mantuviera aun efectos, pero mejor prevenir que curar, su sangre era tan deliciosa que se antojaba repetir un poco más antes de dejarle libre, o que una de sus primas le obligaran a soltarlo, le observaba mientras dormía tumbandose a su lado.
Ladeó una sonrisa mientras se imaginaba que pasaría si le metiera unas gotas de sangre por sus labios, ahora que estaba dormido, indefenso a merced de la inmortal que caprichosa se tornaba, gruñia de placentera forma mientras se acomodaba en la cama, solo fantaseando con esas cosas que no haría, sonriente sin duda fuera sería de día, el ajetreo y la pasión por el mero hecho de ser lujuriosos como su naturaleza arrastraba se había alargado, sin contar la primera parte de agresividad, pero asimilaba de que lidiaría con ella, de hecho ocurriendosele más juegos para con el mortal, solo quería divertise un poco, y sabía que le pasaría factura, pero que era la no-vida sin un poco de diversión, sonreía ladinamente mientras dejaba descansar, quedando inmovil en la cama abrazando al vikingo, durmiendose con el aroma de su sangre embriagandola, le gustaba la sensación de pulso.
Robo un nuevo beso, sonrió. -Los vikingos sois más pasionales que los ingleses...- Comentó a modo de alavanza, mientras se mordía el labio, y rodaba por las sabanas para colocarse a su lado, era como un juguete, quizá una mascota, a Bloondy le costaba controlarse cuando se trataba de humanos, sin embargo mantenía su humanidad, y dentro de lo que cabía era bastante tranquila, aunque cuando despertase ese vikingo lo primero que haría es coger sus armas, asi que lo que la vampiresa empezo a maquinar, dejo que el humano durmiera despues del asalto y de permitirse el lujo de jugar un poco más con el entre las sabanas, hasta que comprovó que quedó en sueños de morfeo, entonces fue cuando se levanto para quitarle todas sus armas y esconderlas, no se fiaba, y algo le decía que no estará posiblemente tan docil, quizás mantuviera aun efectos, pero mejor prevenir que curar, su sangre era tan deliciosa que se antojaba repetir un poco más antes de dejarle libre, o que una de sus primas le obligaran a soltarlo, le observaba mientras dormía tumbandose a su lado.
Ladeó una sonrisa mientras se imaginaba que pasaría si le metiera unas gotas de sangre por sus labios, ahora que estaba dormido, indefenso a merced de la inmortal que caprichosa se tornaba, gruñia de placentera forma mientras se acomodaba en la cama, solo fantaseando con esas cosas que no haría, sonriente sin duda fuera sería de día, el ajetreo y la pasión por el mero hecho de ser lujuriosos como su naturaleza arrastraba se había alargado, sin contar la primera parte de agresividad, pero asimilaba de que lidiaría con ella, de hecho ocurriendosele más juegos para con el mortal, solo quería divertise un poco, y sabía que le pasaría factura, pero que era la no-vida sin un poco de diversión, sonreía ladinamente mientras dejaba descansar, quedando inmovil en la cama abrazando al vikingo, durmiendose con el aroma de su sangre embriagandola, le gustaba la sensación de pulso.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 340
Fecha de inscripción : 07/03/2017
Re: Ponzoña en la pasion (Priv. Geralt) +18
La inmortal y yo jugamos sobre las sabanas durante horas, parecía jamas quedar saciado de su curvilíneo cuerpo, embriagado de deseo, de la textura de su piel y de la gelidez que desprendía la monté sin pausa apenas tomando descanso.
Mi boca surcó sus labios bajos como un drakar, paladeé la esencia de la fornicación y sentí el fuego de las fraguas del norte con cada encuentro hasta que mi condición de humano bastó para llevarme extenuado al limbo.
No se las horas que permanecí dormido, mas cuando abrí los ojos la morena me abrazaba desnuda, durmiendo placida aun sobre mi pecho, enredada a mi cual la hiedra.
Desvié la mirada hacia el ventanal, los postigos estaban echados a cal y canto, ni una brizna de luz los traspasaba seguramente para garantizar así que la dama no acabara reducida a la nada entre mis brazos.
Me moví buscando incorporarme, estaba hambriento, la noche había sido salvaje, ella gruñó ligeramente pero no se dio cuenta de mi ausencia, al menos no en ese instante.
Desnudo me acerqué a una palangana que reposaba sobre una pequeña mesa. Me lavé la cara, me humedecí el pelo y masajeé ligeramente la barba de un par de semanas que llevaba. Me calcé después los pantalones, las botas y tiré sobre mi hombro la camisola mientras bostezaba. Mas que cansado tenia hambre, mi estomago ruga como un león enjaulado en el zoo.
Sobre el arcón que quedaba a los pies de su cama estaba mi capa de piel de osos bien curtida que cogí arrugandola bajo mi brazo, me disponía a abandonar la cámara cuando la morena me preguntó con su melodiosa voz que a donde iba.
-Tengo hambre respondí ensanchando la sonrisa -¿bajas mujer y me preparas lago decente con lo que llenar el estomago?
La doncella de blanca tez se alzo, sus movimientos eran felinos, su melena negra caía sobre los hombros salvaje como la de la misma noche que la representaba. En mi fijo sus pardos mientras caminaba contoneándose hasta quedar de frente tomando mi mandíbula cuadrada para llevarla contra su boca con hambre.
-Esa hambre la puedes saciar después -aseveré dándole un manotazo en su culo redondo
Deslizó una bata de seda con rapidez cubriendo su cuerpo, aunque una manga caía ligeramente dejando entrever uno de sus pechos. La seguí escaleras bajo hacia la cocina.
Mi boca surcó sus labios bajos como un drakar, paladeé la esencia de la fornicación y sentí el fuego de las fraguas del norte con cada encuentro hasta que mi condición de humano bastó para llevarme extenuado al limbo.
No se las horas que permanecí dormido, mas cuando abrí los ojos la morena me abrazaba desnuda, durmiendo placida aun sobre mi pecho, enredada a mi cual la hiedra.
Desvié la mirada hacia el ventanal, los postigos estaban echados a cal y canto, ni una brizna de luz los traspasaba seguramente para garantizar así que la dama no acabara reducida a la nada entre mis brazos.
Me moví buscando incorporarme, estaba hambriento, la noche había sido salvaje, ella gruñó ligeramente pero no se dio cuenta de mi ausencia, al menos no en ese instante.
Desnudo me acerqué a una palangana que reposaba sobre una pequeña mesa. Me lavé la cara, me humedecí el pelo y masajeé ligeramente la barba de un par de semanas que llevaba. Me calcé después los pantalones, las botas y tiré sobre mi hombro la camisola mientras bostezaba. Mas que cansado tenia hambre, mi estomago ruga como un león enjaulado en el zoo.
Sobre el arcón que quedaba a los pies de su cama estaba mi capa de piel de osos bien curtida que cogí arrugandola bajo mi brazo, me disponía a abandonar la cámara cuando la morena me preguntó con su melodiosa voz que a donde iba.
-Tengo hambre respondí ensanchando la sonrisa -¿bajas mujer y me preparas lago decente con lo que llenar el estomago?
La doncella de blanca tez se alzo, sus movimientos eran felinos, su melena negra caía sobre los hombros salvaje como la de la misma noche que la representaba. En mi fijo sus pardos mientras caminaba contoneándose hasta quedar de frente tomando mi mandíbula cuadrada para llevarla contra su boca con hambre.
-Esa hambre la puedes saciar después -aseveré dándole un manotazo en su culo redondo
Deslizó una bata de seda con rapidez cubriendo su cuerpo, aunque una manga caía ligeramente dejando entrever uno de sus pechos. La seguí escaleras bajo hacia la cocina.
Geralt- Humano Clase Baja
- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 11/10/2017
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