Lost memories [Willem]

por **Katya Berdiáyeva** Dom Feb 18, 2018 10:33 pm

Los ojos de Katya se encontraban fijos el firmamento y en estrellas, mismas que le brindaban una sensación de paz que era incapaz de encontrar en otro momento de su día a día, pero, ¿Cómo encontrar paz cuando no sabes quién eres?. Bueno ella sabía su nombre, Katya; sabía que estaba viva y que tenía algo importante que hacer, alguien a quien buscar, aparte de eso, su mente era un lienzo en blanco que poco a poco se había ido llenando de colores.

¿Sabía Katya cómo había llegado a perder la memoria? Evidentemente no. Ella solo era consciente que un buen día abrió los ojos y ahí estaba, sin más. No había tenido miedo al despertar, no se había sentido confundida y mucho menos feliz… al despertar de hecho no había sentido nada, pero habían sido las personas con las que se topo las que fueron dando sentido a su existencia, nombre a sus emociones y objetos pero al igual que ella, fueron incapaces de darle un pasado o un apellido.

Al inicio de su travesía sin rumbo fijo Katya se había topado con personas malvadas, quienes aprovechándose de su amnesia habían abusado mental y físicamente de ella; personas que solo veían en ella una herramienta bastante conveniente, una muñeca que podían manipular a su antojo. Tanto podían abusar de ella y engañarla que fue forzada a convertirse en esclava de sangre de un inmortal que solo la uso durante un tiempo para después tirarla a la calle, a su suerte. Y fue estando en la calle, enfrentándose a una necesidad incontrolable por beber sangre o acabar con su patética existencia que hasta su vida llegó Willem.

Willem al igual que el hombre que la abandonara a su suerte era un vampiro, uno que extrañamente se mostro dispuesto a ayudarle y darle un sentido a su vida. Si bien en un principio fue más que nada la necesidad de sangre la que la llevó a seguirlo como un animal herido, fueron las semanas a su lado, su forma de tratarla y que no la abandonara lo que formaron un vinculo entre ambos, especialmente de parte de Katya hacía él, pues para ella, era con aquel vampiro con quien comenzaba realmente a vivir. Aunque existían días y noches malas. Noches como esa en que ella buscaba respuestas a su carencia de memoria, noches en las que necesitaba saber quién había sido y sobre todo, si ahí afuera, en el mundo, existiría alguien que la echara de menos o la buscara. Un suspiro salió de sus labios.
– Soy Katya… Katya… – cerró los ojos, tratando de recordar un apellido que en su mente no aparecía pero que era el que de aparecer, le guiaría en dirección de todo lo perdido.