¡Otra maldita pesadilla!

por **Gilmore** Miér Abr 25, 2018 5:25 am

Note el cuerpo sudado de Artax entre mis piernas, cada uno de sus músculos estaba en tensión, apreté mis rodillas a su lomo con fuerza y pegue mi pecho todo cuanto pude a su fornido cuello, el sonido de sus cascos retumbaba en la tierra y levantaba una gran polvareda marrón a su paso, tras el oía el ruido de los cascos y los alaridos de los barbaros que nos perseguían.
Frente a nosotros una ciudad fortificada de gran esplendor, era grande, su muralla de piedra gris alta, cuatro torretas de vigilancia se alzaban en la parte frontal de su muralla, entre dos de estas una puerta de madera marrón, que parecía tremendamente robusta y resistente.
La puerta estaba comenzando a subir, supongo que para evitar la entrada de esos malditos bastardos.
Podía oír la respiración de sus caballos casi en mi nuca, una lluvia de flechas cayo, sobre nosotros, me cogí con fuerza a las crines de Artax mientras las esquivaba como podía, estaba cerca de alcanzar la puerta, cuando una de esas flechas se clavo en mi espalda haciéndome soltar las crines y caer del caballo, rodando por el suelo.
Un alarido de dolor salió de mis labios.
-¡Gilmore! –oí la voz de Ira en el interior de mi cabeza
Me puse en pie a duras penas, Artax se acerco a mí, cogí sus crines como pude y de un salto volví a montar sobre él, mientras notaba como las fuerzas me flaqueaban.
-¡Gilmore! –seguía oyendo su voz en mi cabeza.
Saqué el arco y coloqué una flecha, mientras doblaba mi cintura para disparar a uno de los Barbaros que estaba llegando a mi posición.
Deje volar la flecha con rapidez, esta impacto en la garganta de ese bastardo ahogándolo en su propia sangre y haciéndolo caer del caballo.

Abrí los ojos de golpe, Ira me miraba expectante mientras me zarandeaba.
Me incorpore, mi cuerpo estaba empapado en sudor, lleve mi mano con rapidez a mi omoplato, donde en mi sueño había llevado la flecha clavada, pero este no sangraba, solo había sido otra maldita pesadilla.