Reunión familiar - Privado

por **Cora Von Blumenthal** Jue Abr 26, 2018 10:12 am

Hoy solo había tenido que estar un par de horas en el museo encargándome de unas obras nuevas que habían llegado y asegurarme de que se colocasen en su lugar con el cuidado apropiado y después tenía el resto del día libre, por lo que aproveché para quedar con mis hermanos. Me moría de ganas de ver a mi pequeña sobrinita. Estaba segura de que Violett estbaa ya enorme aunque hacía menos de una semana de la última vez que la había visto. Mi trabajo en el museo era algo con lo que disfrutaba mucho, pero también es cierto que era un trabajo duro y que me ocupaba mucho tiempo. Aun así, desde luego merecía la pena.

Tras salir del museo me subí al carruaje que me llevó hasta la calle del restaurante donde había quedado a comer con mi familia. Solo tuve que caminar unos metros hasta que llegué al restaurante el cuestión. Tras decir mi nombre me llevaron a la mesa reservada para nosotros y me indicaron que mis hermanos y mi sobrina aun no habían llegado. La camarera me sirvió una copa de vino. Mientras esperaba di un trago y empece a revisar la carta, así tendía algo en mente para cuando el resto de la mesa llegase. Seguramente la pequeña Violett comería comida especial, pero bueno. Antes de que llegasen volví a llamar a la camarera para que me trajese pan y unos aperitivos, puesto que empezaba a morirme de hambre.

por **Friedhelm von Blumenthal** Jue Abr 26, 2018 4:19 pm

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Friedhelm había decidido a última hora acompañar a Augustine de vuelta a Francia, una decisión que había tomado con la esperanza de pasar más tiempo a su lado y con el deseo de ver también a sus hermanas. Pues a Cora y a Bianka también las echaba mucho de menos.

En cuanto dio la noticia de su inminente visita,no tardaron en hacer planes a través de incontables cartas que Fred enviaba y recibía tan rápido como podía. Su primer compromiso sería una comida con la menor de las trillizas.

Llevaba mucho tiempo sin ver a Cora, Nunca tanto como el tiempo que ella había pasado en los Estados Unidos, pero el suficiente como para que la hubiese echado de menos. Por suerte, Fred no tenía que preocuparse por el viaje, jamás se le había dado bien orientarse en las calles de París, por lo que debía contentarse con seguir a Augustine todo el camino y sujetar con fuerza la mano de Violett. — No, no puedes tocar a ese perro. — Tiró de ella hacia así, evitando que metiera la mano en la boca de un animal enorme que no dejaba de gruñir y ladrar. Estaba bastante seguro de que la habría mordido.

Friedhelm sonrió a su hermana ante la mirada que les dedicó, solo para dejar claro que no había nada de lo que preocuparse, y gracias a dios estaban muy cerca del restaurante, lo que significaba que no habría otra oportunidad para ponerse en peligro.

Dieron sus nombres al maitre que los guió hasta la mesa donde ya los esperaba Cora. — ¡Cora! — Friedhelm soltó la mano de Violett para darle un afectuoso abrazo a su hermana, ignorando la atención que eso atraía de las mesas cercanas. — ¿Cómo estás? ¿Te has echo algo en el pelo? Te he echado de menos. — La saludó en cuanto se separaron, hablando en un perfecto y rápido alemán.

por **Augustine von Blumenthal** Jue Mayo 03, 2018 6:53 pm

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Augustine no podía estar más feliz, al final Fried había decidió viajar unos días a Francia estar más tiempo a su lado llenaba de alegría a la mayor de las trillizas, la única desventaja que podía ver es que no podían hacer lo mismo que hacían en su amado hogar en Alemania pues en Francia debían tener mucho cuidado ya que el marido de Augus no tenía ni idea de la relación más allá de hermanos que existía entre ambos, pero por suerte tampoco parecía sospechar y las veces que él se encontraba de visita su marido solía dejarlos andar juntos, salir y venir sin hacer pregunta alguna.

-Violet..- dijo en tono de advertencia justo después de que observo a ambos cuando sucedió lo del perro, a Fried le sonrió amorosamente pues cuidaba muy bien del pequeño retoño de ambos. Al llegar al restaurante fueron llevados enseguida a la mesa donde su hermana menor esperaba, siempre le gustaba conversar con Cora pues ella trabaja en un museo y tenían bastante tema de conversación cuando se trataba de pinturas -Cora, hermana mía- le sonrió antes de tomar asiento para después ayudar a la pequeña Violet que se había tardado un poco en darle un gran abrazo a su tía.

La acomodo para que no pudiera ensuciarse al momento en que su comida llegará -A Cora le gusta reinventarse diariamente- comento alegremente después de escuchar la pregunta de si se había hecho algo en el cabello, sin duda de las 3 hermanas Cora era la más atrevida y llena de vida.

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