After Midnight (Libre)

por **Ricardo Ramírez** Dom Jun 17, 2018 5:16 pm

“….Son las doce de la noche y todo está cubierto de sangre. Los invitados duermen muertos sobre el suelo del frío mármol mientras a mí me tienen maniatado con cuerdas contra una pared junto a otro grupo de personas que esperan ser el aperitivo de los seres que en la noche nos habían invadido para cenar. Sí. Aquellos que se hacían llamar vampiros estaban esperando el momento en devorar nuestra sangre para ir en busca de más víctimas….”

Horas antes…..

La mañana había salido plena y libre de cualquier nube que avecinara un mal tiempo. Para cuando me desperté en la inmensidad de mi cama, me desperté pero no me moví. Recordé a aquella mujer que asesino a mi querida amada, incluso tenía el anillo comprado para casarme de inmediato con ella, pero aquella princesa, fuera quien fuera no tuvo piedad, seguramente seguía en libertad porque al ser de la realeza parecía que eran intocables. Las doncellas tocaron a la puerta para luego verlas agitadas durante un momento, me dijeron que el desayuno estaba ya listo y asentí en señal de que enseguida bajaría abajo. Cuando en bata bajé al piso de abajo me encontré que mis padres habían venido de visita y yo agradecido fui a abrazarles con fuerza.

Ellos me acompañaron al desayuno, pero más tarde, en la noche yo fui invitado a una fiesta de un conocido. Mis padres no vinieron ya que estaban cansados del viaje, ya no eran unos muchachos y prefirieron quedarse en mi casa. Cuando estaba cerca de la hora, comencé a vestirme para la fiesta, era una modesta mansión cerca de Notre Dame. Podía oír en el carruaje las campanas del campanario como iban sonando cada una hasta que llegando a mi destino dichas campanas se iban alejando poco a poco.

- Bienvenido, Sr Ramírez – Escuche del anfitrión que me daba la bienvenida cuando entraba por la puerta de la entrada y ya cogía mi primera copa de vino para después colocarme apartado alejado del resto pero tampoco que pareciera como si quisiera marginarme. Quería que esto pasara lo más pronto posible y pasar desapercibido.

por **Marishka Marquand** Dom Jun 17, 2018 9:21 pm

Marishka estaba aburrida, la tranquilidad le parecía una perdida de tiempo en su eternidad. Le gustaba el caos, la adrenalina, el tener que correr riesgos e incluso poner en juego su no-vida infinita. París era una ciudad interesante, existía una gran cantidad de criaturas de la noche, cazadores y humanos. Todos vivían en una especie de armonía extraña que no tardaba en romperse. La vampiresa deseaba doblegar a los humanos, buscar la manera de hacer que sus hermanos de la noche fueran los gobernantes de el continente y del mundo. Ellos eran fuertes, salvajes y no necesitaban estarse escondiendo, por eso, estaba reuniendo al ejercito adecuado para cambiar la realidad. Aquella noche sería el inicio.

Draco, un vampiro milenario había organizado una fiesta para celebrar el “nacimiento” de su hija Drashka. Todo era un montaje, por supuesto, porque no se trataba de un bebé, si no de una nueva vampiresa a la que había mordido. Los humanos no tenían porque saber, pero ellos si tenían porque convocarlos y escoger a nuevos prospectos. ¿Qué tan difícil resultaba realizar un ejercito de neófitos que serían sacrificados en las guerras que estaban por llegar. Ninguno. Sólo bastaba una noche en la que la opulencia y la lujuria encabezaban todo.   

La vampiresa llegó muy puntual al lugar. Bebió de un par de gemelos alemanes y dejó que empezara su proceso en las mazmorras. Faltaban aún muchos invitados para llegar, así que decidió hacer presencia en la recepción del lugar sonriendo con hipocresía para recibir a todos los que estaban en la lista. ¿Cuánto estaba dispuesta a beber esa noche? ¿A quienes les perdonaría la vida? ¿Quién sería su nuevo entretenimiento? Eso estaba por verse.   

Todo iba muy bien aquella noche hasta que un olor en especial llamó su atención. Arqueó una ceja inquieta, sus colmillos desplegaron de su escondite sin poder evitarlo. Aquel olor era atractivo para ella y sus instintos e impulsos deseaban hacer de esa sangre su nuevo alimento. ¿Sería capaz de disfrutar de algunas pocas gotas o se terminaría toda la vitalidad?

— Señor Ramirez — Sonrió con inocencia y dulzura. Siempre se hacía pasar por una niña linda y frágil que necesitaba de protección. ¿El hombre se lo creería? — Me pidieron que le acompañara durante la fiesta, espero no sea un problema para usted — Pestañeó con cierta coquetería y enredó su brazo con el ajeno para adentrarse a la fiesta.

por **Ricardo Ramírez** Dom Jun 24, 2018 5:53 pm

Entre mis pensamientos y las ganas de que terminase aquella fiesta, mis sentidos no se percataron de la muchacha que agarraba mi brazo con gesto inocente. Sonriéndole de vuelta no con muchas ganas yo bebía de mi copa hasta que comenzó la música en aquella sala después de unos quince minutos de presentación de nuestro anfitrión. Pusieron la música pero repentinamente la quitaron, el anfitrión se dio cuenta de mi presencia y este de inmediato, retirándome de la mujer que estaba agarrando mi brazo me puso delante de todas las personas de la fiesta para que diera algunas palabras.

El anfitrión, antes de que hablara, me presento como el mejor amigo de su familia – exageraba - pero lo que si era cierto que habíamos tenido muchos encuentros comerciales en el pasado. Dejando eso de lado, comencé diciendo lo siguiente:

“Todos están aquí para divertirse, para danzar al ritmo de la música que está a punto de sonar, pero sobre todo, brindo porque esta noche sea especial para cada uno de ustedes “ – Estaba improvisando algo rápido, no me hacía mucho a la idea de poder crear algo de la nada demasiado elaborado, pero según lo que escuchaba parecía no estar demasiado mal al respecto – “ No quiero interrumpir más a los presentes por lo que, estimado anfitrión…” – Miré al susodicho que me había metido en este problema y con mi mirada inmediatamente la música comenzó a sonar y yo quería volver a mi rincón para que el tiempo se pasase demasiado rápido. Si estuviera ella, probablemente, sería algo más entretenido esta fiesta, ella de mi mano y bailando felizmente.

Sin embargo, tenía que aceptar el presente. Un presente en el que ella no estaba presente ni lo estaría nunca más – ahh… - Suspiré de manera pasiva e inútil, como si estuviera realmente cansado, por lo que me fui de la sala de baile y me fui hasta el patio trasero en donde había un diván cómodo en el que solía acostumbrar ocupar cada vez que venía a dicha mansión de visita. Me recosté sobre el diván y apoyando mi cabeza en el reposacabezas, me sentí un poco más relajado. La noche estaba realmente hermosa, con el astro creciente sobre mi cabeza, múltiples estrellas brillando alrededor del astro plateado. Busqué el colgante que tome de la fría mano de mi ex – amada que lo había sujetado fuerte en un puño antes de morir, lo cogí del bolsillo interior y lo observé detenidamente. Lo abrí de par en par y pude ver su fotografía. Era realmente hermosa, ya me había olvidado, pero esa hermosura no llegará a renacer ya que jamás pudo tener la oportunidad de volver a nacer de nuevo.

- ¿Se-señorito Ramírez? – Escuché a una de las doncellas detrás de mí, al girarme, pude ver que esta estaba completamente nerviosa, no sabía articular palabra alguna por lo que levantándome del diván me acerque hasta ella.

- ¿Qué ocurre? – Dijo Ramírez mientras posaba ambas manos sobre los brazos de la doncella, moviendo las manos arriba y abajo como si quisiera abrigar a la doncella con el calor de mis manos – Venga, dímelo….- Seguí acariciando los brazos de la doncella hasta que note los labios de la doncella sobre los míos envolviéndonos en un beso realmente apasionado en el que me llevó a levantarla a horcajadas de su fino uniforme y ponerla contra la pared, pero en lo que escuchaba como esta suplicaba ser follada por mí de inmediato, pude escuchar como la ama de llaves nos hizo una mueca de molestia en lo alto de la entrada del patio interior hacia el interior de la casa.

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