Interlude | Libre.

por **Ivka** Dom Jun 17, 2018 9:24 pm

Necesitaba un espacio hoy en día le costaba trabajo aún levantarse e iniciar su rutina del día a día, su único consuelo en momentos sobrios era abrazarse a ciertos instantes de su pasado que le costaban aún trabajo dejar ir, a veces por las noches debatiendo en contra suya, esos demonios que aún rondaban en su cabeza trayendo consigo la imagen de su hermano muerto, sonreía con amargura pensando que era demasiado adulta ya para mantenerse en esa especie de ensueño, un letargo que le brindaba cordura cuando no se hallaba perdida, ensimismada en la violencia que rodeaba su mundo y es que bajo esos preceptos de muerte y sangre había forjado una imagen de mujer fría y despiadada, después de eso nada. No poseía nada en realidad.

Una caída libre sin fin que le llevó a asesinar sin medida alguna, sobrepasando sus propios limites incluso. Había conocido el fin y renacido de cierto modo atada aún a las visiones, a esas fotografías de horror que mostraban quien era Ivka en realidad. Enloquecería seguramente si seguía en ese sendero, habituada estaba ya a ese estado de violencia, era solo que el monstruo que yacía dentro de su alma de vez en cuando dormitaba para brindarle de ese modo una pausa. Observo a su alrededor mientras caminaba con pasos acompasados y reparo en los detalles de la acuarela parisina. Detalles que no siempre se permitía observar y noto que podía existir algo más que nostalgia en ese paraje.

Pocos transeúntes habían ya en esa hora que se había convertido en su predilecta, pues la atmósfera taciturna le brindaba cierta calma al dejarse engullir por sus sonidos. Las farolas apenas iniciaban a encenderse una por una indicando el sendero a seguir. Ignoró la mirada de un par de jóvenes que se cruzaron en su camino, no estaba interesada en formar un círculo social o siquiera ser del agrado de aquellos que le veían con enfado, reprobando su actitud y su ya característica indumentaria. Pensarían que estaba loca quizás, pues los cánones le aceptaban, salía de lo común. Pero eso era precisamente Ivka, algo difícil de explicar, de comprender, de cambiar y ella tampoco estaba dispuesta a hacerlo, pues nunca había permitido ser gobernada por el resto.

Su cabeza era un torbellino de ideas y sentimientos que se entrelazaban para jugarle bromas de muy mal gusto. Prosiguió hasta toparse con la puerta de la taberna, dudo un par de segundos antes de internarse en sus fauces, sabía lo que ahí encontraría, ese demonio que conoció tiempo atrás, le llamaba nuevamente a pasar un rato a su lado. Se dirigió de inmediato hacia el camarero y pidió un trago de mala gana.

-¿Qué demonios estás viendo imbécil? ¿Acaso perdiste algo?-

Bufó enseguida.

Colocó su arma sobre la mesa y sus sentidos le alertaron de las miradas que caían sobre su cuerpo, haciendo caso omiso bebió de tajo el trago.