Nuevamente en París[libre]

por **Alexia Denisof** Sáb Dic 25, 2010 7:26 am

El cielo era de un hermoso azul y negro, con la luna alta y hermosa sobre él. Las nubes eran lo único que aclaraba la noche, la cual se mantenía triste y apagada. Los edificios tenían un extraño color grisáceo debido a la poca iluminación que había, y los caminos eran demasiado estrechos como para que hubiera más iluminación que la que ya había. Había recordado vagar por esos callejones alguna vez, pero no en la hermosa París, sino en un lugar no tan lejano y lleno de malos recuerdos. No quería recordar más allá de las paredes que componían esa ciudad tan llena de intereses y maldades, porque vendría a su memoria algo aun peor.
Las calles eran silenciosas, podía oirlo, sentirlo, hasta verlo si ponía un poco de esfuerzo. Sentía los retazos de crueldad que la gente había ido dejando en su caminar por este lugar, haciéndola estremecerse con cada paso. Removió su vestido de boda, ya sucio y con apenas nada que recordara a tal, como si hubiera sentido al mal tocándola. Pero no es que el mal la tocara, es que ella era el mismo mal. Era un monstruo. Un monstruo que no sabía ni que había hecho, pues su recuerdos eran nublados como la noche que se extendía imponente en los cielos. Sentía asco hacia si misma, nadie podría amar a un ser tan monstruoso como era ella.
Y un soplo de viento dio paso a más desgracia. Unas figuras se acercaban con un intenso olor a alcohol y a crueldad recorriendo su piel, por lo que se alarmó enseguida y retrocedió un paso, pero las sombras eran aun más rápida que ella. Pudo escuchar que le hablaban y reían, pero ella no les entendía debido al pánico que estaba sintiendo en ese momento. Retrocedió, asustada.

-Alejaos de mi-murmuró con una valentía que bien aparentaba, pero la ignoraron rápido. Ella gruñó al ver que no se alejaban, y con aun más temor acechando en ella, hizo amago de gritar, a sabiendas de que nadie la escucharía.

por **Lionel D'Maine** Sáb Dic 25, 2010 8:21 am

-Un suspiro salió de su boca ¿cómo era posible que no hubiera encontrado trabajo? bueno se explicaba debido a que las personas en invierno no necesitaban demasiadas cosas e incluso las ventas bajaban debido que el frío retenia a las personas en su casa y tan solo salían al mercado para comprar lo necesario...colocó los dedos en los cabellos aquestos que simulaban a un cyrano de bergerac puesto que al entrar en un sitio lo único que miraban eran sus cabellos, No se los quería ni deseaba cortar es más deseaba dejarlos como estaban.

Mientras caminaba por su sitio preferido, los callejones un quemazón en el bolsillo de su pantalón le advirtió que las cartas querían decirle algo. Los gitanos eran conocidos por tener una relación estrecha con los astros por ende Lionel aun inexperto podía comunicarse con una baraja de cartas que siempre tenía en su bolsillo y estás cual mujer caprichosa le decían cuando y como debia de actuar ante un peligro como al parecer se habia sucedido ahora-

¿Que pasa?

-Murmuró al sacarlas, podía sentir el aura cálida que emanaban capaz de erradicar cualquier frialdad inicial en sus manos al parecer le estaban diciendo que alguien corría peligro y que su deber era salvarla. No podía nada más porque al descifrar su significado al instante aquella quemazón habia desaparecido trás un aura de olvido como si jamás se hubiera sucedido. Se mordió el labio inferior ¿que vida corría peligro? ¿la suya quizás? la respuesta vino en un eco lejano que alguien propugno "Alejaos de mi".

Lionel aún curioso fué caminando hacia el callejón escuchando ahora algunas palabras de borrachos que se hacian mas fuerte a medida que iba caminando...bueno, corriendo, ya que de pronto se vió como sus pies empezaron a correr en dirección a la que había escuchado aquel grito. Joder debía de darse prisa y aquello era lo que estaba pensando en darse prisa hasta que se encontró con la imagen de unos borrachos que querían sobrepasarse con una mujer, aquella era la visión de "valentía" para los hombres, que no importaba que hiciesen siempre y cuando consiguieran lo que deseaba-

Eh, vosotros

-Se colocó inconscientemente delante de la desconocida, sin preguntarle si quería o no o si le molestaria aquello o no. Los hombres miraron a Lionel aunque en cualquier momento hubieran hablado o huído ahora solamente sonreían cuando si no tuvieran miedo. Lionel suspiró, si no había alternativa, pelearía-

por **Alexia Denisof** Sáb Dic 25, 2010 11:10 am

La inseguridad le producía espamos cada vez más intensos, revolcando su espalda contra la pared de forma violenta y mostrando en su rostro una expresión agresiva. Los labios se resistían por abrirse y mostrar su dentadura blanca, perfecta, animal. No quería convertirse en lo que antaño había destruido su matrimonio, o lo que había hecho que sus hermanas la abandonaran, ni siquiera lo que la hacía tan especial a sus padres, solo quería librarse de aquel pavor y peligro que tenía frente a ella, el cual se hacía cada vez más claro e intenso. Sus ropas ya estaban bastante destrozadas, y la maldad de París no le había dejado ni siquiera respirar, ¡acababa de entrar a la ciudad! ¿Cómo había sido posible? Lejos, destrozados, mutilados, sencillamente los quería muertos y lejos de ella. Uno de ellos había alcanzado a tocar sus piernas, a lo lanzó una exclamación muy cercana a la locura. La demencia se iba a apoderar de ella, y el monstruo de su interior la...
Pero una voz lejana la libró de aquella situación. No podía distinguirla bien, pero podía ver una sobra alta e imponente sobre las deformes figuras de sus atacantes, el cual parecía bastante asqueado con el comportamiento de aquellos habitantes de París, cosa que le costaba comprender puesto que él también debía de pertenecer a aquellos lares, y su naturaleza debía de ser parecida. ¿Jugaría al héroe en busca de cierto agradecimiento después? Sin embargo, siempre era mejor luchar contra uno como humana que contra unos cuantos como una horrible bestia. Aguantó la respiración en lo que los otros se giraban entre risas y comentarios absurdos. Alexia apenas podía distinguirlos, pues el hombre estaba tapándole la vista. Aprovechó para erguirse y controlar su cuerpo, aunque no fuera en su totalidad. Observó como uno de ellos le plantaba cara diciéndole que no se metiera en los asuntos de otros. Tuvo deseos de arrancarle la cabeza, pero uno de ellos se adelantó corriendo hacia el hombre, atacándole. Los otros dos quedaron a la espectativa.
"Márchate" Rogaba en su mente, sin comprender porqué no se había ido a pesar del peligro que corría allí, y no solo por aquellos hombres, sino por si misma.

por **Lionel D'Maine** Lun Dic 27, 2010 9:05 am

-Al parecer el ser pacífico no le iba a llegar demasiado lejos como estaba viendo ahora mismo. Uno de los comentarios parecia ser para ambos, era un hombre y aun así trataba de defender a una mujer que según habian dicho ellos habia empezado primero la provocación cosa que dudaba en el estado borracho que estaban los hombres. Uno de ellos de adelantó para atacar a Lionel quien tuvo que hacer un poco de esfuerzo para empujarle, lo mejor de pelear contra los borrachos era su falta de equilibrio como también que eran previsibles, pero al mismo tiempo lopeor es que no sabian lo que hacian y podían llegar a hacer locuras.

Cuando el hombre estaba en el suelo, gruñendo e insultando a Lionel, el gitano tomó en su poder un palo que habia encontrado tirado, no era precisamente duro ya que la madera parecia en muy mal estado pero de todos modos quería intentarlo-

¿Estás bien?

-Preguntó a la mujer sin apartar la mirada de los hombres, aquel que estaba en el suelo se levantó corriendo de nuevo hacia Lionel quien le propinó un goloe en la cabeza dejandole chocar contra el suelo estruendosamente, parecia que no lo habia matado puesto que farfullaba y se movía como si una parte desu cerebro le estuviera diciendo "levantate, levantate, levantate" y su cuerpo estuviera contradictorio a esa orden del cerebro. El gitano se mordió los labios tomando la mano de la mujer y tirar de ella para que ambos corriesen mientras los otros dos socorrían a su amigo y al ver que no estaba en peligro los seguía a ambos-

Alli hay un escondite

-Agitado por correr mientras con la mano izquierda tomaba la mano de la dama y con la derecha seguia apretando el palo, tanto, que parecía que las marcas negras de la madera se estaban impregnando en la piel del gitano. Miraba hacia atrás agitado, podía sentir sus pasos ya que no quería golpearles, como se repetia una y otra vez prefería huir a enfrentar su vida contra unos borrachos que han perdido su mente tras un vaso con algun que otro cubito de hielo-

por **Alexia Denisof** Lun Dic 27, 2010 5:01 pm

La sensación de adrenalina recorría sus venas como aceite hirviendo, y la incomprensión la acababa por dominar, haciendo que obedeciera cada orden como si de un muñeco se tratase. Se trataba de un hombre que sabía defenderse sin duda, pues zafarse de aquella manera y defenderse con aquella templanza no era algo que ella hubiera sido capaz de hacer en esas circunstancias, demonios, había sido incapaz de hacerlo hacía unos segundos. Miró abrumada como el desconocido que la estaba defendiendo preguntaba por su estado, aunque la pobre apenas pudo responder con un par de siseos que no articulaban palabra alguna, pero su mirada petrificada daba a entender que se encontraba bien, solo un poco chocada por lo que acababa de ocurrir. Cuando quiso argumentar palabra alguna, el chico ya la tenía de la mano y la estaba alejando de aquellos hombres desplomados.
Su mano, suave, cálida...viva. Le recordaba a una protección que había perdido hacía años, cuando aquel vestido de novia significaba algo más que un andrajoso trapo sucio y lleno de recuerdos. Aguantó la respiración con tristeza justo antes de notar que la voz del hombre anunciaba que ya no estaban en medio de los callejones con el riesgo de que los encontraran, sino en un lugar más escondido a sus ojos. No lo reconocía, y en parte tampoco quería reconocerlo.

-U-usted...-fue capaz de murmurar con un temblor en sus labios incontrolable, pero que intentaba apaciguar apretandolos.-¿Por qué...?-

En su llegada a París ya había descubierto que la maldad no tenía hora de comienzo ni de final, sino que estaba latente en cualquier lugar y a cualquier hora. Sintió un escalofrío solo de pensarlo, pero también sintió algo de tranquilidad al tener una mínima esperanza de que no fuera maldad todo lo que allí habitara, y miró al hombre que estaba frente a ella. No podía distinguirlo bien, pues la noche era oscura y aun más en los callejones que formaban parte de la gran ciudad que era París, pero pudo distinguir un largo cabello que no desprendía ninguna claridad, por lo que dedujo que debía de ser negro. También pudo deducir que era alto, pero solo porque estaba frente a ella y porque era lo suficientemente bajita como para considerarlo así.

-Gracias, señor...-pudo murmurar al fin con alivio y una clara sensación de seguridad. Escondidos no podía haber más peligro que el que pudiera ocasionar yo por mi monstruosa condición, y estaba totalmente segura de que ese dia no haría absolutamente nada extraño.

por **Lionel D'Maine** Jue Dic 30, 2010 7:40 pm

Estoy acostumbrado a ellos...no tienes que preocuparte, estás a salvo...es decir que no soy ningún hombre que bueno solo piensa con la parte de abajo en vez de con el cerebro

-Empezó a hacerse un enredo a sí mismo pero era por la adrenalina, por el hecho de tener ganas de reir furiosamente y seguir corriendo durante toda la noche ¿Era esto lo que sentian los ladrones o los gitanos cuando eran perseguidos? se acordaba en paris, cuando las primeras veces que habia llegado a la ciudad habia tenido que pasar por aquello, borrachos que querían golpearle, robarle lo poco que tenia...habia aprendido a que debia de estar alerta a que por ahora debia de estar corriendo de ahí a que hechara de menos aquella adrenalina que obviamente era mal por una parte...ahora debia de estar preocupado en otra cosa y no en pensar aquellas cosas, a pesar de que no podía evitarlo.

Con suavidad, pero antes pidiendo permiso con un movimiento de rostro tomó un mechón de la mujer colocándolo trás su oído, ahora que la admiraba, era verdaderamente hermosa, una dama que podría competir incluso con la luz de la luna, salvaje e indomable más femenina y frágil en algunos aspectos...aquello se lo calló solo forjando una sonrisa en sus labios volviendo a mirar hacia atrás por si escuchaba algún que otro ruido, a veces habia aprendido que los borrachos sin darse cuenta podían adivinar en sitio exacto en el que te encontrabas solamente por instinto, dándo razon a que se veían como puros animales-

Soy un gitano...estamos acostumbrado a esto. Ten

-Le tendió un poco de comida, era un trozo de pan con algo de queso que tenia guardado puesto que con la insistencia de las cartas eso era lo único que habia podido sacar, era cierto que no podía ser todo lo lujoso que deseaba en especial para una mujer, pero por ahora era lo único que tenia y preferia que ella comiese. Sonrió, claro que era obvio eran aún desconocidos asi que si no confiaba en él lo comprendería de igual modo-

Lionel. Lionel D'Maine ese es mi nombre

-Se relajó un poco, aunque siempre existía aquella tensión en sus hombros no solo debido a que los hombros podrían llegar en cualqueir momento sino que la dama no era del todo humana por eso, podía ver su aura que brillaba alrededor de la figura de la mujer y automaticamente su cuerpo se ponia tenso aunque no se mostraba demasiado en el exterior solamente parecía una formalidad que su cuerpo poseía para indicar que alguien que no era humano estaba a su lado, muchas veces habia ocurrido que gracias a esa tensión se habia podido librar de varios asuntos peliagudos-

por **Alexia Denisof** Dom Ene 02, 2011 8:44 pm

Miró al hombre que se encontraba frente a mi con una curiosidad inmensa, ¿quién, de entre todos los hombres de París, había parado para salvarla? Los ojos de la muchacha se fueron adaptando a la oscuridad, pero no podía avanzar mucho más en su descripción, solamente asimilar algunas formas del lugar donde se encontraban. Cerró los ojos y apretó los labios, inspiró y escuchó sus palabras con mucha atención, especialemente en la última frase, en la cual hizo una mueca en la que casi se podía revelar una sonrisa, pero se desvaneció a los pocos segundos. Aunque en el interior, una risa adornaba su rostro y brillaba en aquella callejuela. Miró hacia él, quedándose en aquella postura durante unos segundos que se le hicieron minutos, pensando en todo con un incómodo agradecimiento que era incapaz de evaporar de mi mente, a excepción de por un extraño movimiento por su parte que no fue capaz de leer, y cuando quiso darse cuenta su mano estaba cerca de su rostro, a lo cual alzó la mirada con una atención animal, analizando cada uno de sus movimientos como si tuviera un cuchillo en la mano. Sin embargo solo era un mechón de su pelo, el cual colocó tras su oido. Falsa alarma. Contuvo la respiración de nuevo y la volvió a soltar.

-Oh...-fue lo único que pudo decir cuando notó algo que olía extraño para ella, y cuando miró era alimento que le estaba ofreciendo. ¿Aquello se trataba de pan...? Lo otro ni recordaba cual era su nombre, pero sabía que tenía un sabor maravilloso. Sus ojos brillaron por un momento, pero le miró con cierta sospecha. La salvaba, le ofrecía comía...y en la malvada París ningún movimiento era hecho por bondad. ¿Iba él a ser distinto? Colocó sus manos con suavidad bajo las suyas, sintiendo el tacto de su piel rozar con la suya, y le miró a los ojos. -¿Acaso su camadería es porque cree que soy gitana? Me temo que le voy a decepcionar...-
Su blanca piel contrastaba con la suya, incluso en la oscuridad. Escuchó su nombre como campanillas acercándose a sus oidos, y sintió un ligero pesar al sospechar que podría tratarse de lo que había dicho, el hecho de pertenecer a una misma condición. Fruncí el ceño a la espera de una respuesta mientras me pensaba el hecho de revelar mi nombre, pues si comenzaba a murmurar por los oscuros escondites de París podría llegar a quien no debía, y entonces estaría acabada.

por **Lionel D'Maine** Dom Ene 09, 2011 3:36 pm

-Parpadeó de pronto cuando notó que en vez de tomar el pan habia tomado sus manos en una caricia, si hubiera algo más de luz se habria notado la torpeza evidente en los rasgos de Lionel...si, era un gitano que no sabia como acercarse a una mujer acostumbrado a escuchar que los gitanos eran las personas más brutas de todas al acercarse a las damas, cosa que no habia heredado como los modales que siempre le habian pasado de largo por los de su etnia gitana mientras que él no dudaba en inclinarse o en tratar con respeto a las personas que ni siquiera conocía, además debido al tono de su piel que no coincidía con las características de un gitano era evidente que a simple vista se le confundía-

No eres gitana, creo que eres mucho más hermosa que las mujeres gitanas

-Susurró con una sonrisa dulce en los labios mientras colocaba una mano finalmente sobre las de ella para que se acercase a tomar el pan, aunque lo pensó mejor y tomó un trozo del mismo para comerselo él mismo de ese modo ella veria que no tenia nada más que sospechar, le recordaba demasiado a él cuando llegó aunque sabia que desgraciadamente las mujeres lo tenían mucho más dificil para sobrevivir en este mundo dominado excesivamente por hombres...volvió a mirar a las calles al parecer no escuchaba el sonido de los borrachos que seguramente estarian caminando a otro lado o tomándose su tiempo entre tropezones a llegar allí-

¿De donde eres? Oh diablos siempre me pasa lo mismo...mi nombre es Lionel, Lionel D'Maine

-Se rascó la mejilla con una sonrisa o mejor dicho la sonrisa no habia desaparecido de su rostro transformando al gitano en aquel hombre bonachón que siempre habia sido, le extendió la mano mientras el cabello masajeaba cariñosamente sus cabellos dejando algunos caprichosos movimientos en sus cabellos que débilmente iban paseando por su cuello y sus mejillas haciendole suspirar despues de aquella adrenalina que habian pasado podia sentir como su corazón se calmaba pero al mismo tiempo como todo su cuerpo estaba alerta por si los escuchaba de nuevo, no tardó en escuchar un sonido que hizo que se volteara para asomar la cabeza completamente serio apretando las manos por si de nuevo tendria que acudir a algun golpe pero sobre todo del factor sorpresa. Volvió a suspirar en cuando comprobó que el dueño del sonido no era sino un gato de color canela que habia pasado al lado de ellos mirándoles con poco interés-

por **Alexia Denisof** Miér Ene 12, 2011 6:14 pm

Sus cejas se alzaron como las de un gato al sentir alterada su tranquilidad. Una alteración en la oscuridad la había hecho alzarse de forma bastante disimulada, y comprobar como su silueta se distorsionaba un poco, pero pronto volvía a recobrar su forma. No sabía como podía ser que apenas pudiera ver en aquella oscuridad cuando en la noche, allá fuera, entre árboles y el sonido del agua caer podía ser visto sin dificultad alguna por sus claros ojos, despertándose enseguida. Y allí, entre las estrechas callejuelas de la decadente París, apenas podía ver entre humo y edificios. Cerró los ojos y después los abrió con fuerza, como si aquello de verdad fuera a solucionar su problema. Escuchó las palabras del hombre gitano con una atención sobrecogedora, palabra por palabra, entonación por entonación, manteniendo constante la mirada sobre lo que creía que eran sus ojos, y respiró con lentitud al no oir más sus palabras.
La incomprensión golpeaba su mente como un martillo golpeaba un clavo. El vestido de novia tembló junto a ella, que apretó los labios y le miró fijamente, sin saber cual era la respuesta más adecuada a sus palabras. La sensación de tener sus manos sobre las suyas la alteró un poco, recordándole cosas que no quería haber recordado. Hacía tanto que no trataba con humanos que cualquier cosa se le hacía de lo más extraña y digna de admirar. Los labios, los cuales se mantenían apretados, se suavizaron.
-Toda fachada esconde algo oscuro-esta vez si tomó el pan, y sintió cierto alivio al ver que él tomaba parte. Con delicadeza, siguió cada movimiento del gitano hasta tomar pan con él. El sonido de las calles era vacío, seco y sin vida alguna. No había sospecha alguna de la gente que los había seguido hacía poco. Miró con atención hacia un lado y hacia otro, y después miró al frente. Aquel hombre era su primer y único contacto con la gran París, así que tendría que atarse a él como un borracho a su botella de alcohol. Intentó suavizar su expresión, aunque seguía poseyendo esa forma felina, y extendió uno de los restos del maltratado vestido hacia un lado, agachando la cabeza.
-Me llaman Alexia Denisof, Lionel D´Maine, pero me temo que no puedo decirle de donde procedo...ni yo lo se- La situación, junto a su voz, se hizo cada vez más clara. Ya podía comenzar a distinguir su figura debido a la altura de la luna, y eso la tranquilizó aun más. -Hace tiempo viví en París, pero ha cambiado demasiado...ni siquiera se donde me encuentro. ¿Qué ha ocurrido en todo este tiempo...?- Aquella pregunta, más que para Lionel, era para si misma. No comprendía como había podido cambiar en tan poco tiempo el lugar donde había vivido hacía tanto. Miró su mano, enarcó una ceja y, emulando algo parecido a una sonrisa de lado, la tomó. -Cuéntame, tú que has vivido en París, ¿qué ha ocurrido?-

por **Lionel D'Maine** Vie Ene 14, 2011 12:31 pm

-Aunque no habia podido evitarlo lo primero que pasó por su cabeza es que tal vez habian drogado a la joven para que cumpliera los deseos o la habian llevado en algún tipo de transporte a Paris pero que al final los trucos que habian utilizado se habian ido en contra de ellos, pero quizás...todo era demasiado confuso no sabia ni que decir o que hacer ya que él llevaba poco tiempo en paris como para poder hablar pacientemente de todo lo que habia sucedido. ¿No tenia donde pasar la noche? estaba a punto de decirle que podía quedarse con él en su tienda pero estaba claro que despues de la experiencia de ahora lo primero que pensaría es que Lionel estaba a punto de reclamar algun premio por haberla salvado cuando era mas bien todo lo contrario-

Alexia...es un nombre precioso

-Era evidente que ella no acostumbraba a sonreir pero si habia suavizado un poco los ragos para aquel momento, también que Lionel estaba en el fondo calmado pero tenso doblemente en primer lugar manteniendo sus sentidos en especial el del oído para verificar si estaban solos o si aquellos borrachos de antes se acercaban con deseos de volver a empezar pero también porque la raza de aquella mujer no era la de un humano, poco a poco aquel sentido de peligro iba desapareciendo de su cuerpo quedando tan solo una sonrisa suave pero como siempre un ligero recuerdo que se transmitía como una tensión inquebrantable en el interior de sus músculos, su cuerpo de hecho debido a aquello habia salvado la vida en más de una ocasión-

No he vivido demasiado tiempo aquí, Nací el Alemania y he recorrido el mundo hasta que me situé en paris hará unos meses...no puedo explicar o expresar pero lo que si puedo decir es que el estatus social de cada uno influye en la vida de cada uno...los gitanos somos como se dicen unos parias tachados de ladrones por eso dije que te entendia

-Se quitó una migaja de pan que pendía de la comisura de sus labios con calma, su cuerpo finalmente se apoyó contra la pared sabiendo que no tendria que utlizar la violencia al menos por unos momentos más ya que por ahora no tenia que preocuparse...despues de la sensacion de adrenalina el cansancio general estaba adormeciendo sus musculos mirando los ojos de la mujer con una sonrisa suave..pero reprimiendo el deseo de poder ayudarla más sabiendo que no era precisamente lo que ella habia querido escuchar por ello habló sin alzar la voz pero con la suavidad suficiente como para que se tomase como un gesto dubitativo de su parte-

¿Puedo saber mas de ti?

por **Alexia Denisof** Vie Ene 28, 2011 5:28 am

OFF: Siento la ausencia, he estado con gripe y de exámenes de recuperación, así que no he encontrado tiempo para postear ^^U

Entrecerró los ojos como reacción ante sus palabras, como si las analizara sílaba por sílaba, puede que hasta letra por letra, curioseando con interés cualquier resquicio que me pudiera dar una pista. Sin embargo, desistió al notar que no le servía de nada, pues lo único que podía conseguir era asustarle al notar sus ojos excesivamente mirones. Expiró en cuanto Lionel dejó de hablar, y ella dirigió su mirada hacia el oscuro cielo, buscando de alguna forma evitar la suya, evitar su felinidad para que no notara que se trataba de una criatura que antaño fue una mujer. Torcí el gesto, pero este como reacción automática.
-Comprendo...-dije una vez le hube escuchado, pestañeando dos veces y girando el rostro lentamente en su dirección, pero inclinándome hacía arriba para que mis ojos no fueran demasiado vistosos gracias al cabello.-...para París, la gente digna es ladrona, ¡que irónico!
Aquellos tipos podían ser perfectamente trabajadores de dia, pero de noche eran tan monstruosos como ella, y sin embargo se les respetaba más que a un hombre que por ser distinto ya era considerado el mal. Era absurdo, y no quería entenderlo. Apreté los labios, y esta vez agaché la cabeza.
-No es algo que sea digno de contar-le dije antes de comenzar-Mi familia es extranjera, pero nací en París y viví aquí muchísimo tiempo. Sin embargo, hace unos años me marché por los motivos que me traen hoy aquí.-dudó sobre si contárselos. Ante todo le acababa de conocer, pero no era alguien que me inspirara desconfianza, desde luego no después de haberla salvado. Sin embargo, decidió mostrarse precavida y se calló, terminando el pan que le había ofrecido. -No puedo marcharme de París hasta no haber encontrado a alguien.-colocó una de sus manos sobre su pecho, y Alexia sintió que se le hacía muy pesada. Estaba cansada, y la noche había sido demasiado larga. No sabía que era lo que podía hacer. -Estoy en deuda contigo, Lionel D´Maine-

por **Lionel D'Maine** Sáb Ene 29, 2011 9:20 am

Off- No te preocupes ^^ te comprendo porque yo estoy tambien agripado y es muy dificil responder o que te llegue la inspiración pero espero que estés mucho mejor.

-La escuchó atentamente, sabia que en el fondo sus hombros estaban algo tensos especialmente despues de que conociese que los hombres podían llegar allá en cualquier momento...no era algo que quisiera pensar porque no tenia derecho a meterse en donde no le llamaban aun cuando sus pensamientos estaban todos alrededor de aquella dama deseando protegerla con lo que pudiese aun cuando no era precisamente musculoso a simple vista se podía caer en juicios erroneos debido a su físico. ¿a quien le importaba eso ahora? no le importaba su físico ahora, solamente ser suficiente digno para defender a la mujer.

Alargó Lionel sus dedos hacia los cabellos de Alexia, acariciandolos un poco para dejar algunos mechones trás su oreja para ver el rostro, nunca se habia comportado de ese modo acercándose a alguien sin pedir permiso pero sentia como si de pronto quisiera hacer aquel clásico toque de abrazarla e indicarle que todo iba a ir bien aunque ni uno mismo pudiera ver si aquella afirmación iba a ser cierta o falsa, no queria infundirle esperanzas especialmente sabiendo que a nadie en esta situación hacian bien las susofichas-

Para la mayoria de los parisinos, los gitanos somos ladrones, pero no se miran ellos mismos, en las noches, cuando toman una botella y cambian completamente

-Negó, casi chasqueando la lengua mientras se mordía los labios ¿como podría ser de ayuda para la mujer? siempre habia pensado que los hombres se parecian a los animales especialmente cuando bebian, se enojaban o cuando estaba a punto de llegarles la muerte ahi era cuando nadie hacia distinciones, cuando todos eran enterrados bajo la misma tierra era cuando nadie podia falsear los juicios que se apresuraban a ser jodidamente falseados. ¿su motivo seria una boda? ¿la habian enviado a Paris solo por eso?

No habia de meterse, se repitió una vez más mientras tomaba la mejilla de Alexia con una sonrisa en los labios, no queria darle la impresión errónea, es más, esperaba que no se asustara ni que le categorizase en el mundo grupo de los borrachos, para Lionel, una amistad era una amistad aunque solo se hubieran conocido de unos minutos ya habian vivido una especie de "aventura" que podria unirles de por vida-

¿Quieres dormir en mi cabaña? puedes quedarte esta noche, se que no es muy comoda pero encontraras intimidad alli

-Con eso dejaba claro que él dormiría lejos de ella, afuera si es necesario pero no quería que se asustase o creyese que ahora Lionel iba a lanzarse sobre ella, se empezó a mover, tomando lamano de Alexia mientras empezaba a caminar por cada uno de los callejones agudizando los sentidos, especialmente el del oido por si acaso los pasos llegaban a él, quizás el nauseabundo olor a cerveza podía ser tambien una evidencia pero los torpes pasos de un borracho eran mucho más fáciles de identificar que lo otro-

por **Alexia Denisof** Dom Feb 06, 2011 5:13 am

OFF: ¡Que te mejores! >-<

Alexia enarcó una ceja y asintió inconscientemente, dándole la razón. ¿Qué otra cosa podía hacer si no, cuando la llevaba? Era la ley de los hombres, y aunque quisiera creer en otra cosa, no podía vendar sus ojos ante la realidad. Los hombres, monstruos, las mujeres...miró sus manos y lo pensó. También eran monstruos. Ella era un monstruo horrible, y le daba miedo haberse dado cuenta. Pensó en el hombre que la había salvado, Lionel, y no sabía que era lo que debía hacer, pues no quería que fuera dañado por su malvada naturaleza. Notó su mano sobre su pelo, lo cual le provocó un pequeño sobresalto, pero dejó que siguiera colocando su cabello. Incluso su tacto en la mejilla se le hizo cálido, y para que negarlo, le recordó a otras épocas donde ella había sido feliz. Aguantó el aliento durante los segundos en los que recordó, y volvió a soltarlo una vez volvió a la realidad.

Cuando le ofreció su cabaña, ella arrugó la nariz y lo reflexionó durante unos instantes. Había tenido oportunidades, y la había salvado de aquellos hombres, si, pero eso no le permitía confiar ciegamente en él. Ante todo, pertenecía a París. No le respondió hasta pasado un buen rato.
-No negaré que necesito un cobijo-respondió, alzando sus felinos ojos-pero tampoco quiero ser una carga. No tienes ninguna responsabilidad de hacerlo-no le gustaba demasiado expresar sus sentimientos, pero esta vez se sentía obligada por el agradecimiento. Cuando él la tomó de la mano y la quiso llevar a través de los oscuros callejones, sintió una punzada en su pecho.¿Dónde había visto esta escena...? Tenía que haber sido hace mucho, mucho tiempo, antes de que el monstruo felino que vivía dentro de mi saliera de su cascarón. Enseguida le cogió el ritmo, y se dispuso a ir donde quiera que la llevara. El, de algún modo, se había convertido en su primer amigo en París.

por **Lionel D'Maine** Sáb Feb 12, 2011 6:49 am

Cuando seas una carga lo oirás de mis labios...mientras tanto, mademoiselle...espero que tengas el honor de poder acompañarme en mi soledad, podeis quedaros en mi carpa siempre lo que deseeis...es mas alli sereis bien recibida y nadie os hará daño.

-Hablaba completamente torpe sin darse cuenta, es que cada palabra que decia no queria sonar muy rápido...tampoco deseaba que pensara que Lionel era como esos pervertidos que se habia encontrado seguramente nada más llegar a paris...agradecia muy en el fondo ser un hombre pues de haber nacido mujer estaba seguro que se habria encontrado en la misma situación, solo que aquello casi le hizo sonreir pensando en él como una chica que estaba seguro ni siquiera seria atractivo, deseaba que estuviera comoda, al menos por una noche, que comiera, descansara, se levantase rodeada de personas que no le iban a hacer daño pero en cada paso podia notar como ella se contraria algo nerviosa-

Vamos a ir a un sitio más calmado...mira

-Le señaló una posada que habia al final de la calle, fue entonces cuando se detuvo mordiendose los labios para sacar una bolsita de dinero y entregarsela a ella mirando fijamente sus ojos...no queria que le tomara como uno de aquellos borrachos cuando Lionel aun debia de presumir de que era bastante docil en ese aspecto, un hombre que estaba al lado de una hermosa dama y no se derrite ante ella, podría ser ese el resumen del gitano aquel que estaba con una sonrisa volviendo a fijar su mirada en la joven susurrando-

Este es el dinero para una noche alli, lo digo por si no quieres estar en la carpa conmigo, además no quiero que pienses que yo soy como ellos...solo vamos a sentarnos, comer un poco, a descansar...te protegeré siempre que me dejes, siempre que pueda...¿si?

-El tono de Lionel era suave, como aquel tono que se usaba cuando se despertaba alguien en mitad de la noche y se encontraba con alguien...para no despertar a las personas, para no despertar a la muchacha dormida, para sonar quizás mucho mas convincente...pues, era como si a una mujer que estaba siendo acosada le invitabas a una posada, aun cuando tuvieras buenas ideas...parecia que siempre se pensaba lo contrario-

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Usser- ^^ Gracias! y perdon por la equivocación, xD era carpa en vez de cabaña.

por **Alexia Denisof** Lun Feb 14, 2011 1:49 pm

Escuchó sus palabras con una atención animal. Notaba la torpeza de su voz, pero no le importaba, pues hasta ahora era el hombre al que más le había debido desde...él. Su recuerdo volvía a su mente como una descarga. Había sentido tanto dolor en su vida que ya esto solo le parecía una anotación más de la lista. Mañana lo olvidaría y buscaría nuevamente una pista, o por lo menos algún avance. Alexia le miró y enarcó una ceja, escuchando que irían a un sitio más calmado. Simplemente dio dos opciones, y todas ellas garantizando su seguridad. ¿Un monstruo como ella, siendo protegida por alguien como él? No sabía en lo que se metía, ¡ella no podía ser ayudada, cuando su naturaleza estaba tan podrida e inhumanizada! Mi respiración, que se había ido por un momento, volvió.

El era honesto. Le costaba admitirlo, pero en Lionel veía a un hombre honesto. Su valentía y su coraje la había salvado no solo de la humillación que casi había estado a punto de ocurrirle, sino que le había permitido abrir los ojos y notar que París no era tan monstruosa como había pensado en un principio. Entre las sombras, escondido, existía un mundo mágico en el que también existía un mínimo de bondad. Avispada, pero bondad ante todo. Y se agarraría a ella como a un clavo ardiendo. Cogió el dinero de entre sus manos y lo apretó contra el pecho de Lionel, devolviéndoselo.

-Confio en ti.-le dijo con cierta dificultad, pues no estaba acostumbrada a hablar con otras personas-Pero no confies en mi, por favor.-
No sabía que era capaz de hacer. Como humana sabía controlarse, pero como felino apenas podía mantener la cordura. Le miró,espectante, y esperó una respuesta suya con calma y algo de agobio, pues temía su respuesta.

OFF: Don´t worry xDD Pregunta, ¿La carpa sería en otro lado? ¿Habría que abrir otro tema?

por **Lionel D'Maine** Sáb Feb 19, 2011 6:30 am

-Cuando ella colocó la bolsita de dinero contra el pecho de Lionel no pudo evitar sorprenderse debido a aquel acto ya que cualquier otra persona necesitada tomaria almenos no solo el dinero sino tambien la bondad que poseía el hombre, ella habia rechazado el dinero pero habia tomado la bondad que le estaba ofreciendo Lionel pidiendole que no confiara en ella ¿que si ya era demasiado tarde? puesto que confiaba ciegamente en ella sabia que no le haria nada o quería creerlo mejor dicho para que ella no tuviera que preocuparse por nada.

Pero ya mañana se lo diria especialmente despues de que habia sido una noche ajetreada, asintió tomando el dinero dejandolo en el mismo sitio donde lo habia sacado en su bolsillo mientras algunos de los pensamientos monetarios de Lionel se centraban en que estaba mas comodo con una bolsita de monedas en su bolsillo que sin llevar nada lo cual le habia sorprendido en la medida que aquello era un pensamiento bastante egocéntrico cuando siempre los habia rechazado-

No es muy lujosa...es, mas bien la construi yo y como ves parece que mi cuerpo delata lo que he construido

-Intento bromear con una sonrisa en los labios mientras tomaba la mano de Alexia con mucha sutilidad para comenzar a caminar por los callejones, lo que queria decirle en verdad era quelos gitanos solian ser hombres fornidos, musculosos, con barbas y pelo en pecho pero parecia que Lionel habia sacado aquella constitución de su padre biológico puesto que el color de su piel era palido y su cuerpo era de complexión delgada siendo juzgado por demasiado debil cuando llegaba el momento.

Mientras pasaban de largo la posada los pensamientos de Lionel estaban emocionados, no habia mucha gente que quisiera visitar su carpa ya que estaba algo alejada de las demas personas, pero era la mas tranquila, tenia comida dispuesta para calentar una cama y al menos algo de cobijo para cuando llegase la noche...con aquellos pensamientos el gitano abandonaba los callejones para comenzar la caminata hacia el campamento gitano-

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