AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El exilio del pecado (Privado)
2 participantes
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El exilio del pecado (Privado)
"(...)si somos infieles, Él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo."
Timoteo 2:13
...hogar, dulce hogar. O bien diría el bastardo de mi padre, el olor a podredumbre de la Francia decadente no se igualaba a ningún otra ciudad en el mundo, inclusive la desechada Venecia traía mejores aromas a las narices de su servidor.
Inmundos pobres, embriagaban con su asquerosidad cualquier espacio que pudiese ser honorable... ¿dónde se ha visto que un Obispo, enviado divino de nuestro señor que brillaba en los cielos, tendría que caminar entre pozas donde las cabezas de pescado eran la cotidianidad? el Papa había abdicado y la realeza eclesiástica se peleaba como carroña el sitial papal, como si de perros moribundos se pelearan la carne de un negro sin alma destinado a la servidumbre animal, el solo imaginarlo me provocaba un asco repugnante, como todos esos ideales liberales que andaban rondando mi querida Europa, cancerígenos y grotescos, ¡solo imaginarlos me producía una inevitable rabia!
Y si... era por eso que me habían llamado de mi descanso en el nuevo continente, ciertas revoluciones idealistas estaban amenazando de todas formas con mi integridad, sumado a que el colegio episcopal había citado a una reunión en poco tiempo más. Nada más desagradable que reunirse con esos engreídos de la Santa Sede, pero ya luego lucharían por escoger al próximo Papa y para que leernos la suerte entre gitanos, seria una buena oportunidad para probar los manjares de la silla romana.
- Oye, déjame por aquí, quiero tomar un trago, no me siento de buen humor para seguir viajando... -
- Pero... su excelencia, es de noche y el lugar es algo... -
- ¿Te atreves a contradecirme? pregunta por tu antecesor lo que le paso por aquel atrevimiento. -
- Lo... lo siento su excelencia... -
Estos salvajes, se creían con el derecho siquiera de contradecir a su humilde servidor, insisto, el diabólico mal que ha hecho esos ideales liberales a la gente, los esta alejando de Dios, de entender cual es su lugar en la Tierra.
Y bueno, "El Mosquetero"... una taberna de lo más popular entre esta gentuza, ya había oído de su fama por el murmullo bufonesco de los fieles los domingo en misa, que habría de malo en beber una simple cerveza junto a mi guardia personal esperando en la puerta, correspondía de repente bajar a los submundos a predicar la palabra junto a los pobres...
No decía Jesús... "Dichoso los pobres, porque vuestro es el reino de Dios"
Pues que así sea.
Ave María purísima, sin pecado concedido.
Timoteo 2:13
...hogar, dulce hogar. O bien diría el bastardo de mi padre, el olor a podredumbre de la Francia decadente no se igualaba a ningún otra ciudad en el mundo, inclusive la desechada Venecia traía mejores aromas a las narices de su servidor.
Inmundos pobres, embriagaban con su asquerosidad cualquier espacio que pudiese ser honorable... ¿dónde se ha visto que un Obispo, enviado divino de nuestro señor que brillaba en los cielos, tendría que caminar entre pozas donde las cabezas de pescado eran la cotidianidad? el Papa había abdicado y la realeza eclesiástica se peleaba como carroña el sitial papal, como si de perros moribundos se pelearan la carne de un negro sin alma destinado a la servidumbre animal, el solo imaginarlo me provocaba un asco repugnante, como todos esos ideales liberales que andaban rondando mi querida Europa, cancerígenos y grotescos, ¡solo imaginarlos me producía una inevitable rabia!
Y si... era por eso que me habían llamado de mi descanso en el nuevo continente, ciertas revoluciones idealistas estaban amenazando de todas formas con mi integridad, sumado a que el colegio episcopal había citado a una reunión en poco tiempo más. Nada más desagradable que reunirse con esos engreídos de la Santa Sede, pero ya luego lucharían por escoger al próximo Papa y para que leernos la suerte entre gitanos, seria una buena oportunidad para probar los manjares de la silla romana.
- Oye, déjame por aquí, quiero tomar un trago, no me siento de buen humor para seguir viajando... -
- Pero... su excelencia, es de noche y el lugar es algo... -
- ¿Te atreves a contradecirme? pregunta por tu antecesor lo que le paso por aquel atrevimiento. -
- Lo... lo siento su excelencia... -
Estos salvajes, se creían con el derecho siquiera de contradecir a su humilde servidor, insisto, el diabólico mal que ha hecho esos ideales liberales a la gente, los esta alejando de Dios, de entender cual es su lugar en la Tierra.
Y bueno, "El Mosquetero"... una taberna de lo más popular entre esta gentuza, ya había oído de su fama por el murmullo bufonesco de los fieles los domingo en misa, que habría de malo en beber una simple cerveza junto a mi guardia personal esperando en la puerta, correspondía de repente bajar a los submundos a predicar la palabra junto a los pobres...
No decía Jesús... "Dichoso los pobres, porque vuestro es el reino de Dios"
Pues que así sea.
Ave María purísima, sin pecado concedido.
Última edición por Armand Duchamp el Mar Mar 05, 2019 3:23 am, editado 2 veces
Armand Duchamp- Humano Clase Alta/Miembro de la Iglesia
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Fecha de inscripción : 07/01/2016
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Re: El exilio del pecado (Privado)
"La fe vence montañas,
pero puede que tu dios no sea el que me impulsa a dar el paso
para que las atraviese con los puños desnudos."
pero puede que tu dios no sea el que me impulsa a dar el paso
para que las atraviese con los puños desnudos."
Una parada más, un sitio de baja reputación en el que su presencia pasaría inadvertida. Cubierta con un par de telas que vieron días mejores, oculta la mayor parte del cuerpo y con ello, la armadura liviana de cuero tachoneado conseguida en el norte de Europa, cuando hacía funciones de guardiana y otros menesteres que no tiene caso seguir detallando. El pasado es una sombra que persigue sin ton ni son, en ocasiones es más pesado que el cansancio físico. Será porque se unen y se potencian. El dolor de los músculos es otro factor a tomar en cuenta para detener la marcha en este sitio.
"El Mosquetero", una forma de reírse de los viejos y respetados guardianes de su Majestad el Rey, allá por el mil seiscientos y apenas sustituidos por unos irrisorios soldaditos que parecen de juguete, creados de madera o de metal, pero con la cabeza tan hueca o pesada como el material con el que se fabricaron. Los fusiles no lo son todo en la vida y aquellos que tuvieron sobre sus hombros el peso de saber que un mal movimiento de mano implicaba la muerte, sabrán que cuando ese pedazo de metal se ofusca, se traba o colapsa, no hay forma de evitar que algo malo caiga contra los hombres que lo sostienen a menos que tengan la habilidad de la melee y tengan la astucia de tomar el arma como una contundente para blandir y paliar los ataques del enemigo.
El honor se lava hoy en día con tal facilidad, que es irrisorio. Un bofetón, los padrinos, dos pistolas, pum-pum. Se acabó. ¡Ni siquiera se da la oportunidad de saborear el combate! Y viene una pregunta obligada: ¿Eso es un combate? Y en tanto la joven se sienta en una de las mesas solicitando una jarra de cerveza, con la capucha echada sobre la cabeza, decide mantener el silencio y observar. Pocos son los que se dan el lujo de comprobar el sitio donde dejan las sentaderas antes de tomar la bebida y embriagarse como si no hubiera mañana. De ser así, notarían que hay un vigilante en la puerta. Un ladronzuelo que está presto a los que están más mareados que conscientes y a las dos mujeres que, en la esquina, están divagando en quién tendrá más dinero para una coquetear y la otra, quitar.
El siguiente trago es relajado, refresca la boca, libera la garganta de la ansiedad de la sed. Fresca, fría, deliciosa. Hay una teoría que se mantiene: mientras peor el lugar, mejor la bebida. ¿Será la mugre? Y en tanto sonríe bajando la jarra a la mesa, por el rabillo del ojo observa la acción del ladronzuelo. La mano es más rápida que la vista y para cuando el ladrón está retirando el bolso de dinero del hombre con una fachada mucho más acomodada que cualquiera de los otros presentes, el sonido al caer seguido por el gemido de dolor, es suficiente para que guarden silencio alrededor del pillo que sorprendido, observa la pequeña daga que le atravesó toda la palma. - Mucho me temo que eso no es suyo. ¿Quiere repetir la acción o le es suficiente con ésto? - la voz de la mujer se escucha y los azules ojos brillan con reto. - Hazme la noche y di que quieres llevarte la bolsa - se pone en pie sin dudar.
Sonriendo bajo la capucha, anhela que él intente irse con el dinero, eso significa diversión.
Mist- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 23/08/2018
Re: El exilio del pecado (Privado)
"¿Qué haré contigo, Efraín? ¿Qué haré contigo, Judá? Porque vuestra lealtad es como nube matinal, y como el rocío, que temprano desaparece."
Oseas 6:4
...y mi sorpresa fue misericordiosa.
Era cierto, cada desgraciado no movía una sola pestaña, ni sus mugrosas uñas sin que yo lo supiera. ¡¿Es que acaso creían que porque me he marchado un tiempo a las Américas podían desatar Sodoma y Gomorra en mis imperios?! No no no... nada, absolutamente nada se escapaba sobre mis narices, ni ese bastardo de Clement, mi guardia personal, que lo creía lo suficientemente decente para poder salvaguardar la integridad de su salvador, de su eminencia... ¡De su excelencia en la Tierra! Y me encuentro lamentablemente con la ineptitud humana, esa miserable inconformidad de los estratos más bajos de las sociedades actuales, nada fuera de lo normal, tal vez.
Los pobres... si, los pobres, tenían algo en si mismos que los hacia ser pobres... la falta de ambición, ambicionaban lo que nunca iban a poder tener y lo que estaba a su alcance, les era poco, por eso que Calvino mencionaba en su "doctrina de la predestinación", los pobres están destinados a su pobreza, mientras que los ricos, eran salvados por la gloria de Dios. - protestantes infelices, en algo que tuvieran un mínimo de razón. - y era cierto, lo era. ¿Qué hacia presagiar entonces a este maldito hijo de puta que podía ambicionar algo de su majestad? Nada, el atrevimiento era imperdonable. ¿Donde estaba Clement? ¡¿Donde mierda estaba Clement cuando quisieron despojarme de mi dignidad?!
Pero iremos por parte...
- ¡¿Qué ha sucedido...?! Maldito infeliz...
- Maldi.... maldición...
- Ahora sacas tu maldita bayoneta grandísimo hijo de...
Aquí es donde espero que mi querido lector, entienda la fragilidad de mi paciencia. ¿Como es posible que la integridad de su humilde narrador este en constante peligro y no pueda ser resguardada como corresponde? ¿Es que acaso pido mucho? ¿Es acaso superflua la necesidad de sobrevivir? Vamos... no pido mucho, solo pido vivir humildemente en mis aposentos, poder beber una cerveza aquí, donde estos desalmados... ¡Donde sea!
Y bueno, escucho a un ladronzuelo de poca monta con una daga en su mano, gritando de dolor entremedio de toda la muchedumbre y a una bella dama entre los desalmados.
- Bastardo engreído... ¿Te crees capaz de robarme a mi? ¡¿Sabes quien rayos soy desgraciado?!
Ah si... bueno, no se habrán olvidado de mi bebe, la castigadora, un imponente látigo de metro y medio de largo, con unas delicadas puntas afiladas en cada extremo de su rubia cabellera... adoraba usarla, en mis años de maestro inquisidor nada causaba más daño que esta preciosura, bueno, nada que pudiera solucionarse en una sala de tortura.
Estirada la castigadora, un estruendo sanguinolento se hizo escuchar entre gritos en ese bar de mala muerte... ¿Que acaso esperaban que este viejo fuera piadoso? Que agradeciera que no le corté la cabeza en frente de su familia.
- Saquen a este infeliz de acá...
Claro, no pensarán que deje se llevara la daga de aquella damisela quien le salvó la vida a su humilde servidor, si... la tomé y la enterré en la mesa, era viejo... pero no por eso era un debilucho mi apuesto lector.
- Creo que esto le pertenece ma chère... venga, toda persona que es capaz de salvar a su excelencia merece mi gratitud... ¡Camarero!... lo que la señorita pida, lo mejor que tenga.
- ¿Qué hace una señorita tan bella y fuerte por estos lugares? Cuando podría estar trabajando para mi... por una generosa suma, por supuesto.
Nadie en este mundo se negaria a tan dichosa propuesta, eso estaba claro... Del inepto de Clement... por cierto, ya recibirá su merecido.
Oseas 6:4
...y mi sorpresa fue misericordiosa.
Era cierto, cada desgraciado no movía una sola pestaña, ni sus mugrosas uñas sin que yo lo supiera. ¡¿Es que acaso creían que porque me he marchado un tiempo a las Américas podían desatar Sodoma y Gomorra en mis imperios?! No no no... nada, absolutamente nada se escapaba sobre mis narices, ni ese bastardo de Clement, mi guardia personal, que lo creía lo suficientemente decente para poder salvaguardar la integridad de su salvador, de su eminencia... ¡De su excelencia en la Tierra! Y me encuentro lamentablemente con la ineptitud humana, esa miserable inconformidad de los estratos más bajos de las sociedades actuales, nada fuera de lo normal, tal vez.
Los pobres... si, los pobres, tenían algo en si mismos que los hacia ser pobres... la falta de ambición, ambicionaban lo que nunca iban a poder tener y lo que estaba a su alcance, les era poco, por eso que Calvino mencionaba en su "doctrina de la predestinación", los pobres están destinados a su pobreza, mientras que los ricos, eran salvados por la gloria de Dios. - protestantes infelices, en algo que tuvieran un mínimo de razón. - y era cierto, lo era. ¿Qué hacia presagiar entonces a este maldito hijo de puta que podía ambicionar algo de su majestad? Nada, el atrevimiento era imperdonable. ¿Donde estaba Clement? ¡¿Donde mierda estaba Clement cuando quisieron despojarme de mi dignidad?!
Pero iremos por parte...
- ¡¿Qué ha sucedido...?! Maldito infeliz...
- Maldi.... maldición...
- Ahora sacas tu maldita bayoneta grandísimo hijo de...
Aquí es donde espero que mi querido lector, entienda la fragilidad de mi paciencia. ¿Como es posible que la integridad de su humilde narrador este en constante peligro y no pueda ser resguardada como corresponde? ¿Es que acaso pido mucho? ¿Es acaso superflua la necesidad de sobrevivir? Vamos... no pido mucho, solo pido vivir humildemente en mis aposentos, poder beber una cerveza aquí, donde estos desalmados... ¡Donde sea!
Y bueno, escucho a un ladronzuelo de poca monta con una daga en su mano, gritando de dolor entremedio de toda la muchedumbre y a una bella dama entre los desalmados.
- Bastardo engreído... ¿Te crees capaz de robarme a mi? ¡¿Sabes quien rayos soy desgraciado?!
Ah si... bueno, no se habrán olvidado de mi bebe, la castigadora, un imponente látigo de metro y medio de largo, con unas delicadas puntas afiladas en cada extremo de su rubia cabellera... adoraba usarla, en mis años de maestro inquisidor nada causaba más daño que esta preciosura, bueno, nada que pudiera solucionarse en una sala de tortura.
Estirada la castigadora, un estruendo sanguinolento se hizo escuchar entre gritos en ese bar de mala muerte... ¿Que acaso esperaban que este viejo fuera piadoso? Que agradeciera que no le corté la cabeza en frente de su familia.
- Saquen a este infeliz de acá...
Claro, no pensarán que deje se llevara la daga de aquella damisela quien le salvó la vida a su humilde servidor, si... la tomé y la enterré en la mesa, era viejo... pero no por eso era un debilucho mi apuesto lector.
- Creo que esto le pertenece ma chère... venga, toda persona que es capaz de salvar a su excelencia merece mi gratitud... ¡Camarero!... lo que la señorita pida, lo mejor que tenga.
- ¿Qué hace una señorita tan bella y fuerte por estos lugares? Cuando podría estar trabajando para mi... por una generosa suma, por supuesto.
Nadie en este mundo se negaria a tan dichosa propuesta, eso estaba claro... Del inepto de Clement... por cierto, ya recibirá su merecido.
Armand Duchamp- Humano Clase Alta/Miembro de la Iglesia
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Re: El exilio del pecado (Privado)
"Todo parece imposible,
hasta que se hace."
hasta que se hace."
De acuerdo, durante un momento se quedó impávida esperando que el ladronzuelo hiciera alguna jugarreta para divertirse con él. Es cierto, Mist a veces tiene un pésimo carácter y la mayor parte del tiempo es capaz de las más bajas acciones cuando se trata de proteger o bien, de sacar el estrés que se carga. Y ahora, en este momento, el viaje la tiene de un humor de perros y sin contar siquiera con que el hambre a veces la hace cometer desatinos. Uno de ellos es meterse donde no la llaman y pugnar por la justicia.
La daga atravesó la mano del impertinente a los ojos del miembro de la Iglesia y para ella, del que quiere tomar lo que no es suyo en un ambiente que de por sí, es malo. Meter las narices en asuntos ajenos puede ser contraproducente, pero es mirar y actuar. Impulsiva es uno de sus mayores defectos. El "hacer el bien sin mirar a quién" es una de sus premisas y por el momento, va bien encaminada con este malhechor que no sabe en quién posar los orbes rebalsados de sorpresa y por supuesto, de histeria. Le descubrieron con las manos en la masa. En el bolso. Lo que sea. Su intención es desvanecerse entre la muchedumbre, pero ya está el hombre mayor hablando en voz alta y la curiosidad mató al gato. En este caso, a más de treinta que le miran con interés.
Mist avanza con la capucha echada intentando pasar desapercibida aunque en este punto ya no puede solucionar absolutamente nada. Y un látigo es el protagonista de esta bizarra historia de delito, juicio, castigo y ejecución. Si hay algo que la mujer odia, es un látigo. Deja marcas horribles y qué decir que es un instrumento de doble filo: ejecuta, pero bien puesta la defensa, es inútil si se le sabe contener. Si este hombre de edad avanzada lo entendiera un poco, comprendería que a sus años, usar un instrumento de este calibre podría ser contraproducente. ¿Podría confiar en que nadie se lo quite y lo utilice sobre él? Por supuesto que no. Mejor una espada, alguna daga o algo parecido como la propia cazadora utiliza en sus ataques.
El ladronzuelo es sacado entre dos hombretones hasta la puerta y de ahí, echado a patadas. No volverá a entrar, al menos no en esta noche. Mist se acerca y si lo hace es porque le llama la atención el hombre, que de lo contrario, ni porque le dieran la bolsa que el otro se intentó robar, se sienta con él. Acomoda el trasero en el asiento intrigada. Una ceja se arquea con la oferta y en su interior se pregunta ¿Por qué no? Alza la mirada hacia el tabernero que se acerca con interés de complacer los deseos de este sujeto. - Una botella de Bourbon y un vaso bien limpio, que sean dos - por si acaso este hombre quiere beber a su lado.
Ni siquiera se quita la capucha, sigue echada sobre su cabeza porque mientras menos la identifiquen, mejor para ella. Si el ladronzuelo tiene apoyo, les será algo difícil ubicar su persona si cambia de prendas. - Provengo del norte, la guerra está en su punto más álgido y descubrí que me aburría. Interesante su propuesta. ¿Qué hay que hacer? ¿Cuáles son los horarios y de cuánto es la paga? - las tres preguntas básicas para poderse emplear. Sin ellas, la propuesta carece de interés. El dueño del lugar les acerca lo solicitado. Mist revisa el primero de los vasos, pero al segundo niega. - Traiga otro bien limpio, éste tiene marcas - le muestra el fondo.
Toma la botella llenando una tercera parte del vaso, se lo ofrece al hombre y es en ese momento que se apropia de nueva cuenta de su daga para guardarla en un compartimento de su bota. El tabernero regresa con otro vaso limpio, lo inspecciona y sirve la misma cantidad. - A su salud, porque tenga mejores noches donde ningún personaje se atreva a tocar lo que es suyo - alza el vaso para chocar con el del Obispo dando un pequeño trago. Le sorprende que alguien así, no se escandalice porque una mujer le haya defendido y mucho más que le ofrezca un trabajo de guardián.
Mist- Cazador Clase Alta
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Re: El exilio del pecado (Privado)
"Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas."
Romanos 13:1
Si... bueno, la desgraciada noche algo guardaba de atractivo, ¿Cómo no pensar, en algo más atractivo que la compañía de una misteriosa mujer? No lo había, era de una dicha excitante contar con las curvas seductoras de una dama, sea joven o algo más madura, no importaba, la cosa es, el verdadero asunto era, querido lector, ¿Qué tan dichoso puede ser un hombre junto a lo que Dios trajo para su compañía en esta tierra, más aún si gozaba de una fuerza impresionante, deseoso... si, excitante, no había palabra mejor para definirlo.
Por otra parte... la muchedumbre era bastante curiosa, como peces sobre cristales, como perros olfateando sus traseros, son predecibles, la juerga parisina tenia muchas cosas graciosas, de un momento a otro ocurre un robo a su eminencia, un poco de sangre por aquí, otro por acá y todo sigue igual al cabo de un rato, las risas escandalosas, las mujerzuelas sobre la mesa seduciendo a ebrios de poca monta, el parloteo innecesario pero jocoso, tal cual como la vida misma, ¿Había dicho ya que la vida de los pobres era bastante más entretenida que la vida de esta decadente nobleza?
Ok, volvamos a lo nuestro. Una copa, una dama, algo misteriosa pero nada importante, salvó el patrimonio de su humilde servidor, el inútil de Clement seria tortu... castigado más bien dicho, nada de otros rumbos, algo suave, unos latigazos por acá... quebrar unos cuantos dedos... nada fuera de lo común. Y espera, una botella de Bourbon, de buen gusto, suave color, agradable aroma, debo decir que pocas veces me he topado con mujeres de gustos finos, pero que barbaridad, ¿No pensarías, querido lector, que me he enamorado de esta mujer? ¡Ja! ¡Para nada! Un hombre de mis años ya no siente los desgastantes efectos del amor, a mis 60 y tantos una mujer no es más que una silueta atractiva, bellos senos, suaves labios... y sabes a cuales me refiero, ¿No?
Pero si, lamentablemente eran gustos permitidos solo para los hombres que ceden al placer de la carne, yo... su humilde servidor debe ser un ejemplo para el resto de estos mortales y no dejarse tentar a los engañosos artilugios del Diablo, la lujuria... si... era sino el peor de ellos, ¿Quien se podía negar a tener sobre el regazo a una desnuda y salvaje mujer? ¡Era algo intenso! Sin duda... pero nada realmente imposible, Dios me da la fuerza para ser un hombre probo, un servidor de su palabra. Y como tal, hablemos de negocios.
- Vaya vaya... tiene buenos gustos ma cherrie, debo reconocer que es bastante llamativo en una dama, ¿Que la trae por estos rumbos...? ¿Negocios? ¿Placer? ¿Fortuna? Digamos que no es una simple mujer vagando por un bar de mala muerte, algo tiene... ¡Lo veo en sus ojos! Que curiosamente no logro ver del todo, pero ya me entiende, la metáfora quizás sea innecesaria.
El gesto de la copa limpia, lo agradecía, el sorbo también, ¿Por qué no? Lo podía sentir... ¡La delicia pasar por sus labios y los míos! Sublime detalle, debía reconocerlo.
- Debo reconocer, que ha impresionado a su Excelencia, me interesa que trabaje para mi, ese idiota que cuidaba en la puerta, ¿Lo vio? No me sirve, no tiene pasión, ¡No tiene entrega por la vida de alguien que no sea él! Entenderá que una persona de mi categoría necesita protección, ud., puede brindarme aquello. Verá con el tiempo que no se equivoca en trabajar para su eminencia, su vida puede estar asegurada conmigo y por tanto... su nombre será reconocido.
Soltada la carcajada me serví un gran sorbo de Bourbon, era mi favorito, probaría lo excitante que resulta caminar al lado de una joven dama que era fuerte... misteriosa, delicio... ¿Ya había dicho que era misteriosa? ¡Ja!
- De la paga no se preocupe, esta junto al Obispo Duchamp, ¡El dinero no es problema! Sera bien pagada, quien cuida la vida de su excelencia, merece lo mejor, ¡Salud!
Ojalá no olvide lo que puede suceder si me traiciona...
Romanos 13:1
Si... bueno, la desgraciada noche algo guardaba de atractivo, ¿Cómo no pensar, en algo más atractivo que la compañía de una misteriosa mujer? No lo había, era de una dicha excitante contar con las curvas seductoras de una dama, sea joven o algo más madura, no importaba, la cosa es, el verdadero asunto era, querido lector, ¿Qué tan dichoso puede ser un hombre junto a lo que Dios trajo para su compañía en esta tierra, más aún si gozaba de una fuerza impresionante, deseoso... si, excitante, no había palabra mejor para definirlo.
Por otra parte... la muchedumbre era bastante curiosa, como peces sobre cristales, como perros olfateando sus traseros, son predecibles, la juerga parisina tenia muchas cosas graciosas, de un momento a otro ocurre un robo a su eminencia, un poco de sangre por aquí, otro por acá y todo sigue igual al cabo de un rato, las risas escandalosas, las mujerzuelas sobre la mesa seduciendo a ebrios de poca monta, el parloteo innecesario pero jocoso, tal cual como la vida misma, ¿Había dicho ya que la vida de los pobres era bastante más entretenida que la vida de esta decadente nobleza?
Ok, volvamos a lo nuestro. Una copa, una dama, algo misteriosa pero nada importante, salvó el patrimonio de su humilde servidor, el inútil de Clement seria tortu... castigado más bien dicho, nada de otros rumbos, algo suave, unos latigazos por acá... quebrar unos cuantos dedos... nada fuera de lo común. Y espera, una botella de Bourbon, de buen gusto, suave color, agradable aroma, debo decir que pocas veces me he topado con mujeres de gustos finos, pero que barbaridad, ¿No pensarías, querido lector, que me he enamorado de esta mujer? ¡Ja! ¡Para nada! Un hombre de mis años ya no siente los desgastantes efectos del amor, a mis 60 y tantos una mujer no es más que una silueta atractiva, bellos senos, suaves labios... y sabes a cuales me refiero, ¿No?
Pero si, lamentablemente eran gustos permitidos solo para los hombres que ceden al placer de la carne, yo... su humilde servidor debe ser un ejemplo para el resto de estos mortales y no dejarse tentar a los engañosos artilugios del Diablo, la lujuria... si... era sino el peor de ellos, ¿Quien se podía negar a tener sobre el regazo a una desnuda y salvaje mujer? ¡Era algo intenso! Sin duda... pero nada realmente imposible, Dios me da la fuerza para ser un hombre probo, un servidor de su palabra. Y como tal, hablemos de negocios.
- Vaya vaya... tiene buenos gustos ma cherrie, debo reconocer que es bastante llamativo en una dama, ¿Que la trae por estos rumbos...? ¿Negocios? ¿Placer? ¿Fortuna? Digamos que no es una simple mujer vagando por un bar de mala muerte, algo tiene... ¡Lo veo en sus ojos! Que curiosamente no logro ver del todo, pero ya me entiende, la metáfora quizás sea innecesaria.
El gesto de la copa limpia, lo agradecía, el sorbo también, ¿Por qué no? Lo podía sentir... ¡La delicia pasar por sus labios y los míos! Sublime detalle, debía reconocerlo.
- Debo reconocer, que ha impresionado a su Excelencia, me interesa que trabaje para mi, ese idiota que cuidaba en la puerta, ¿Lo vio? No me sirve, no tiene pasión, ¡No tiene entrega por la vida de alguien que no sea él! Entenderá que una persona de mi categoría necesita protección, ud., puede brindarme aquello. Verá con el tiempo que no se equivoca en trabajar para su eminencia, su vida puede estar asegurada conmigo y por tanto... su nombre será reconocido.
Soltada la carcajada me serví un gran sorbo de Bourbon, era mi favorito, probaría lo excitante que resulta caminar al lado de una joven dama que era fuerte... misteriosa, delicio... ¿Ya había dicho que era misteriosa? ¡Ja!
- De la paga no se preocupe, esta junto al Obispo Duchamp, ¡El dinero no es problema! Sera bien pagada, quien cuida la vida de su excelencia, merece lo mejor, ¡Salud!
Ojalá no olvide lo que puede suceder si me traiciona...
Armand Duchamp- Humano Clase Alta/Miembro de la Iglesia
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Re: El exilio del pecado (Privado)
"Si a la muerte la miras de frente,
de todas formas te lleva,
de todas formas no cede."
de todas formas te lleva,
de todas formas no cede."
Curioso ejemplar se vino a encontrar. ¿Por qué lo defendió? Podría ser la razón más importante de todas. Interés, no. Curiosidad, tampoco. Fue un instinto. Sacó el arma, la arrojó haciendo diana, increpó al otro, le hizo correr. ¿Y luego? Compartir mesa con este hombre le suena de lo más risible. Ella, con un anciano. ¿Quién lo diría? Si bien está separándose un poco de la guerra en el norte, relajando los músculos y buscando sentido a una vida que de momento se tornó variopinta, terminar degustando un buen bourbon con un hombre que le dobla la edad o casi se la triplica, no era su idea de cómo terminar la velada de buena manera. La vida tiene estas idas y vueltas tan curiosas, que sacan provecho de los demás. Y si para Mist, las telarañas que se tejen por las hilanderas, son un gran reflejo de lo que puede dar una buena oportunidad o a veces, la ruina.
Limpios los vasos, servidas las medidas, ambos degustan con placer el sabor de un buen licor y no las cochinadas que los demás pasan por la garganta no por el afán de paladear, si no por el efecto al embriagar y olvidar de esta forma sinsabores, disgustos, tristezas o dirán algunos valientes y a quienes les favorecen en la vida, éxitos y alegrías. La mujer juguetea con el vaso observando el líquido a la luz de las velas intrigada por la voz de este hombre. Sabe que es alguien de la aristocracia porque no cesa de gritarlo sus ropas, su talante y hasta sus ademanes. - Distensión. Anhelo separar un poco mi realidad de mi camino y darme unos instantes de olvido y distracción. Como no soy mujer de estar en casa encerrada, salgo a disfrutar de la vida y para auxiliar a todo aquél que lo necesita - se mofa, tiene la osadía.
No es que le amedrente el hombre, ni su látigo, mucho menos sus ínfulas. Mist ha visto más y menos, en Randulf, en sus generales, caballeros o nobles. Lo que este hombre hace, no es algo tan sobresaliente en su rango de sadismo visto, practicado u oído. - La diferencia del hombre que está allá afuera no es que no pueda arriesgar su vida, es que jamás se le presionó para hacerlo. Y cuando una está en la guerra, lo único que sabe, es que va a ella, pero nunca si volverá - otro trago y se vacía el vaso. Sirve de nuevo, está acostumbrada a beber como vikingo pues de ahí viene ahora. - No le dé tanta importancia, ¿Dijo Su Excelencia? Pues será "Su Excelencia". No me interesa que mi nombre sea reconocido, es más, mientras menos brille, más segura estará "Su Excelencia" - le parece gracioso y pomposo el título.
Si él quiere que le llame así, ¿Quién es Mist para contradecir sus deseos? - Si la paga es buena, podría quedarme un año en este lugar, en tanto usted encuentra a alguien que tenga la vehemencia para resguardar sus espaldas y no las atraviese con un puñal. Eso se ve mucho hoy en día - si lo sabrá ella que lo vio a cada rato. Remueve la lengua dentro de su boca, - no puedo más, tarde que temprano, el conde para el que sirvo, me mandará llamar y si no acudo, me declarará cacería de sangre - da otro trago mostrando sus cartas sobre la mesa para que esté consciente de lo que pasará.
Se sonríe de lado, así que un Obispo. - Su Excelencia, me complace decirle que le acompañaré a donde diga, pero no me haga comulgar. La religión y yo, no somos buenas compañeras. Si usted quiere que pretenda aparentar ser una sumisa de dios, lo haré. Si quiere que rece, me tendrá que dar los rezos para aprender y los recitaré, pero no me pida que me dé golpes de pecho porque si alguien quiere hacerle daño, lo mataré. Y eso, es pecado mortal según su religión. ¿Verdad? - se mofa mostrando que ella, tiene doble moral. Si va a hacer un trabajo lo hará bien. - Usted decide, Su Excelencia. Yo acato sus deseos - se termina la segunda medida, da oportunidad al silencio sirviendo a él y luego, a ella.
Mist- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 23/08/2018
Re: El exilio del pecado (Privado)
"Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos."
Romanos 5:19
Bien, bien... de momento todo marchaba sobre el plan, la Cofradía se encontraba en camino, Martín, pues... él tarde o temprano se integrará, sabe tiene más que perder que de ganar si se niega a cumplir mis ordenes, que no se olvide que me debe mucho, si... que las brutales campañas en Tiro, El Cairo y otros tantos asentamientos santos no fueron en vano, había un precio que pagar.
¿Se me puede culpar de ser un buen estratega? No lo creo, sabrás entonces, mi querido lector, que de la diplomacia se logran bastantes cosas positivas, yo soy ejemplo claro de aquello, un viejo tranquilo que goza de la vida con calma, sin dañar a nadie, por supuesto a quienes lo merecen, estamos claros que las consecuencias que deben sufrir son innumerosas, pero no estamos acá para hablar de eso, ¿O si? No lo creo, pero ya que hablamos de mi... no me molesta contarte mis planes.
La Cofradía Normanda se movilizaría a lo largo de todas las fronteras de Italia, necesitaría la ayuda, por cierto, de España con Martín de la Cela, Francia con algún bastardo de la nobleza que me quisiera ayudar, algún burgués, príncipe o lo que quiera que aparezca desde el Sacro Imperio Romano, que de "Sacro" y de "Imperio" no tenia ya nada que ofrecer, pero limitémonos a los conceptos, podría ser también... alguien de Rumanía, ¿Por qué no?
Si, ya sé que me dirás que España no se puede sumar, que quedo devastada de las guerras napoleónicas y que de hecho Martín como conde de Málaga esta repeliendo escaramuzas turcas, pero son pormenores de una campaña mucho mayor, mi reinado en el Vaticano, ¿Te imaginas, yo, poniendo un pie en suelo santo? ¡Parecía una locura! ¡Pero créeme que no lo es! Y es aquí donde entiendes, querido lector, que tan importante es contar con el resguardo de alguien idóneo para el cargo.
Los obispos, contamos con un pequeño estandarte de 300 soldados dispuestos a dar la vida por nosotros, no, no eran parte de la Guardia Suiza, herederos barbaricos de los godos, sino soldados entrenados por la Santa Sede para el cuidado completo de los elegidos por Dios. Ahí, me encontraba yo, por cierto.
Tengo que movilizarme rápidamente y convencer a cada escalafón de la inquisición para saber que contaré con el apoyo total y no solamente de un grupo de forajidos, esta empresa era importante y ameritaba todos los resguardos necesarios para instalar el nuevo periodo de la Iglesia Católica en occidente y estábamos en eso, beberé la última que debemos comenzar la marcha.
- Señorita, sepa ud. que la tarea será ardua pero provechosa, el motín será cuantioso y que ud. se verá gratamente beneficiada, pero que los enemigos de su servidor son muchos y su labor es divina, debe prestar atención a la maldad y degollar con destreza al demonio, es decir, a cualquiera que ose atentar contra los intereses de Dios.
Su aura era misteriosa, pero su palabra demostraba confianza, me agradaba, seguramente he dado en el blanco al encontrar a dicha guerrera, una mina de oro en bruto, si nada sale fuera del guión, en poco tiempo estaría caminando frente a los salones santos, donde los ángeles bendicen a cada Papa para que tenga la certeza de que cumplirá con prestancia su labor.
- Beba con gusto esta última ronda, debemos marchar y su excelencia paga, ¡Salud por la fortuna que en ambos recaerá!
Romanos 5:19
Bien, bien... de momento todo marchaba sobre el plan, la Cofradía se encontraba en camino, Martín, pues... él tarde o temprano se integrará, sabe tiene más que perder que de ganar si se niega a cumplir mis ordenes, que no se olvide que me debe mucho, si... que las brutales campañas en Tiro, El Cairo y otros tantos asentamientos santos no fueron en vano, había un precio que pagar.
¿Se me puede culpar de ser un buen estratega? No lo creo, sabrás entonces, mi querido lector, que de la diplomacia se logran bastantes cosas positivas, yo soy ejemplo claro de aquello, un viejo tranquilo que goza de la vida con calma, sin dañar a nadie, por supuesto a quienes lo merecen, estamos claros que las consecuencias que deben sufrir son innumerosas, pero no estamos acá para hablar de eso, ¿O si? No lo creo, pero ya que hablamos de mi... no me molesta contarte mis planes.
La Cofradía Normanda se movilizaría a lo largo de todas las fronteras de Italia, necesitaría la ayuda, por cierto, de España con Martín de la Cela, Francia con algún bastardo de la nobleza que me quisiera ayudar, algún burgués, príncipe o lo que quiera que aparezca desde el Sacro Imperio Romano, que de "Sacro" y de "Imperio" no tenia ya nada que ofrecer, pero limitémonos a los conceptos, podría ser también... alguien de Rumanía, ¿Por qué no?
Si, ya sé que me dirás que España no se puede sumar, que quedo devastada de las guerras napoleónicas y que de hecho Martín como conde de Málaga esta repeliendo escaramuzas turcas, pero son pormenores de una campaña mucho mayor, mi reinado en el Vaticano, ¿Te imaginas, yo, poniendo un pie en suelo santo? ¡Parecía una locura! ¡Pero créeme que no lo es! Y es aquí donde entiendes, querido lector, que tan importante es contar con el resguardo de alguien idóneo para el cargo.
Los obispos, contamos con un pequeño estandarte de 300 soldados dispuestos a dar la vida por nosotros, no, no eran parte de la Guardia Suiza, herederos barbaricos de los godos, sino soldados entrenados por la Santa Sede para el cuidado completo de los elegidos por Dios. Ahí, me encontraba yo, por cierto.
Tengo que movilizarme rápidamente y convencer a cada escalafón de la inquisición para saber que contaré con el apoyo total y no solamente de un grupo de forajidos, esta empresa era importante y ameritaba todos los resguardos necesarios para instalar el nuevo periodo de la Iglesia Católica en occidente y estábamos en eso, beberé la última que debemos comenzar la marcha.
- Señorita, sepa ud. que la tarea será ardua pero provechosa, el motín será cuantioso y que ud. se verá gratamente beneficiada, pero que los enemigos de su servidor son muchos y su labor es divina, debe prestar atención a la maldad y degollar con destreza al demonio, es decir, a cualquiera que ose atentar contra los intereses de Dios.
Su aura era misteriosa, pero su palabra demostraba confianza, me agradaba, seguramente he dado en el blanco al encontrar a dicha guerrera, una mina de oro en bruto, si nada sale fuera del guión, en poco tiempo estaría caminando frente a los salones santos, donde los ángeles bendicen a cada Papa para que tenga la certeza de que cumplirá con prestancia su labor.
- Beba con gusto esta última ronda, debemos marchar y su excelencia paga, ¡Salud por la fortuna que en ambos recaerá!
Armand Duchamp- Humano Clase Alta/Miembro de la Iglesia
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Re: El exilio del pecado (Privado)
"Nunca sirvas a un demonio,
pues conocerás el infierno de su mano."
pues conocerás el infierno de su mano."
Labores divinas, ungidos por Dios (que en realidad son ungidos por los propios hombres, pues para ser por su Dios, él debería bajar del cielo a la tierra), un sin fin de palabrerías para justificar los movimientos, intereses y egoístas deseos y anhelos de los que son parte de la iglesia. Es muy interesante la forma en que se puede observar a todos estos agentes de un dios único, que no tiene más ayuda que él mismo o los santos y el espíritu santo, las vírgenes y Jesús, su hijo. Y cuando lo reflexionas, te das cuenta de que tan "único" sólo el nombre: "Dios". De ahí en fuera, es como si fuera el rey del cielo. La Virgen, la reina (que así la llaman en algunos lugares), Jesús el príncipe y el resto, los nobles. Elija a su campeón para rezarle. El resto, estarán tranquilos esperando a que sus devotos hagan lo propio.
¿No es lo mismo que en la mitología nórdica? No, te dirán. No, porque son unos paganos. Herejes que tienen muchos dioses. La diferencia recae en que ellos los llaman "dioses". Los católicos "santos". ¡Es exactamente lo mismo, déjense de joder!
Lo importante es que Mist, sin querer, ni deber, tiene trabajo. Le gusta mucho la idea, así puede ocupar su mente en otras labores que no sean las de estar picando sus ojos o rascar el ombligo. Se pasea la lengua por los labios dando otro trago a la jarra asintiendo con la cabeza. - Bien, me gusta la idea. Usted se encargará entonces de los detalles sobre mi estancia, las ropas que tenga que vestir y demás detalles. Le informo que preferiría mantener la cabeza cubierta la mayor parte del tiempo para que no sea fácil identificarme. Utilizaré quizá alguna máscara - mientras mayor el anonimato, mejor para él y para todos.
Los ojos de la morena se fijan en él con una sonrisa ladeada. Un Obispo, tremendo pez gordo se fue a conseguir y si quiere un guardián, ya lo tiene. Puede que Mist sea una guerrera, un ser acostumbrado a los combates, pero si de algo se le reconoce, es por sus creencias religiosas firmes. Ella cree en los dioses nórdicos, si al Obispo no le molesta, perfecto. Y por si las dudas, buscará algún librito para estudiar sobre la religión católica y no le vayan a acusar de hereje porque sabe cómo se las gasta la iglesia. Por más que el hombre tenga un alto cargo, no querrá caer en desgracia por tener una guardaespaldas con tradiciones y devociones diferentes. Paganas, una bruja. Porque también con eso va a pelear, con que su actividad es propia de los hombres, no de las mujeres.
Dos culturas diametralmente opuestas. Dos religiones en choque. Una sola misión. ¿A dónde llegarán sus intentos por mantener un acuerdo? Espera que no sea con ella en la horca o en la hoguera. - Pues así sea, Su Excelentísima - levanta su vaso y brinda con él. Será una buena temporada en París, a ver qué de bueno se lleva al norte. Corrección: a ver si regresa al norte.
¿No es lo mismo que en la mitología nórdica? No, te dirán. No, porque son unos paganos. Herejes que tienen muchos dioses. La diferencia recae en que ellos los llaman "dioses". Los católicos "santos". ¡Es exactamente lo mismo, déjense de joder!
Lo importante es que Mist, sin querer, ni deber, tiene trabajo. Le gusta mucho la idea, así puede ocupar su mente en otras labores que no sean las de estar picando sus ojos o rascar el ombligo. Se pasea la lengua por los labios dando otro trago a la jarra asintiendo con la cabeza. - Bien, me gusta la idea. Usted se encargará entonces de los detalles sobre mi estancia, las ropas que tenga que vestir y demás detalles. Le informo que preferiría mantener la cabeza cubierta la mayor parte del tiempo para que no sea fácil identificarme. Utilizaré quizá alguna máscara - mientras mayor el anonimato, mejor para él y para todos.
Los ojos de la morena se fijan en él con una sonrisa ladeada. Un Obispo, tremendo pez gordo se fue a conseguir y si quiere un guardián, ya lo tiene. Puede que Mist sea una guerrera, un ser acostumbrado a los combates, pero si de algo se le reconoce, es por sus creencias religiosas firmes. Ella cree en los dioses nórdicos, si al Obispo no le molesta, perfecto. Y por si las dudas, buscará algún librito para estudiar sobre la religión católica y no le vayan a acusar de hereje porque sabe cómo se las gasta la iglesia. Por más que el hombre tenga un alto cargo, no querrá caer en desgracia por tener una guardaespaldas con tradiciones y devociones diferentes. Paganas, una bruja. Porque también con eso va a pelear, con que su actividad es propia de los hombres, no de las mujeres.
Dos culturas diametralmente opuestas. Dos religiones en choque. Una sola misión. ¿A dónde llegarán sus intentos por mantener un acuerdo? Espera que no sea con ella en la horca o en la hoguera. - Pues así sea, Su Excelentísima - levanta su vaso y brinda con él. Será una buena temporada en París, a ver qué de bueno se lleva al norte. Corrección: a ver si regresa al norte.
TEMA FINALIZADO
Mist- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 23/08/2018
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