Perdida en el bosque (Dimitri)

por **Brisa Grinfid** Miér Ene 19, 2011 1:07 pm

Habiamos tenido un accidente con el carruaje y el cochero fue a buscar ayuda. Ella se quedo en el bosque sola esperando a que llegará la ayuda. Pasarón las horas y ella comenzó a caminar por el frondoso bosque. Era una tarde esplendida pero a medida que caminaba la luz del día hiba disminuyendo. Esto comenzó a ponerla nerviosa porque se había perdido en medio del bosque, las copas de los árboles comenzarón a moverse con fuerza ya que el viento las movia.

Briza miro hacia arriba buscando la luz pero no la veía y tal vez ya estaba oscureciendo pero ella no se daría cuenta de eso. Miró a su alrededor y solo había arboles y flores, sonido de las aves. Esto le estaba dando miendo a ella pero solo se quedo parada, luego vió un arbol y caminó hacia él. Se recosto en el tronco y esoeró a que alguién la recatara de ese lugar.

por **Dimitri Lumière** Lun Ene 31, 2011 10:22 am

La sencillez de la noche me había dado hambre. El bosque estaba lejano aún, pero yo caminaba despacio, consciente en todo momento de todo sonido y movimiento que tuviese lugar a mi alrededor. Quizá fue precisamente por esa lentitud y atención por lo que enseguida me llegó el olor de una humana conocida.

Tuve que apresurar mi paso hasta llegar a verla para poder reconocerla. En la lejanía, ví al fin su rostro. Aquella piel pálida y los labios tan carnosos no eran desconocidos para mí. La había visto apenas un par de veces en el teatro, en las representaciones de Shakespeare de hacía algunos años. Era más joven, pero era igual de bella que lo que mostraba ahora. Me acerqué en silencio a ella, consciente de que estaba sola.

-Mademoiselle -le dije con suavidad. Su rostro se volvió hacia mí, y entonces pude ver lo hermoso de su rostro. Mi sed acuciaba, y tuve que contenerme para no acercarme demasiado a ella. -¿Sucede algo? No es normal que una señorita esté sola en el bosque a estas horas...

por **Brisa Grinfid** Miér Feb 02, 2011 10:01 pm

Ella se había puesto demasiado nerviosa por que había caminado mucho cuando escucho una voz suave que le hablaba y ella volvió hacia él para verlo de frente. Ella le respondió con algo de miedo. Estoy perdida en este inmenso bosque y no puedo volver- dijo con lagrimas en los ojos por no recordar el camino. Luego lo mire y su rostro me recordó a alguien que había visto hace muchos años en un teatro ya que iba mucho con mis padres.

Luego de unos instante le agradeció por haberse aparecido en el bosque. Usted que hace aquí?- le pregunte con curiosidad

por **Dimitri Lumière** Sáb Feb 19, 2011 9:33 am

Oh, estaba perdida. Desde luego, lo estaba, pero no era la clase de "perdida" que ella pensaba. No había perdido el rumbo, sino qu perdería la vida.
Podía sentir las venas de su cuello palpitando con fuerza; tenía hambre. Quería sangre. Sonreí y continué hablando.
-Estaba paseando, es la mejor hora para poder pensar sin que nada ni nadie te moleste, ¿no creéis?

Mi voz sonaba algo extraña, quizá un poco artificial, pero casi había enrojecido de sed.
-¿Hay alguien más con vos, mademoiselle? -le pregunté. Era un dato importante, puesto que no había tiempo que perder. Lo cierto es que la belleza de la dama no desmerecía una oportunidad de una noche entera, pero en aquel momento no estaba para cortesías, sino más bien para alimentarme, daba igual cuál fuese el cascarón en el que estuviese envuelta la sangre.

por **Brisa Grinfid** Lun Feb 21, 2011 12:15 pm

Ella estaba escuchando lo que el caballero le decía y se lo quedo mirando con atención.Estoy de acuerdo con usted- lo comento con tranquilidad pero estaba algo nerviosa, el tenía una extraña. Si me gusta caminar sola en las noches- respondiéndole a lo que le había preguntado, ella noto que estaba algo ansioso. Luego miro para el cielo pero no podía ver nada porque la copas de los árboles tapaban la visual.

por **Dimitri Lumière** Lun Feb 28, 2011 2:27 pm

Oh, qué tierna escena. Sus lágrimas ya casi se secaban y parecía haber empezado a confiar en mí. Demasiado pronto, pequeña. Demasiado pronto. Por supuesto, gracias a eso yo jugaba con ventaja, ahora y siempre. Sus labios se entreabrían con ansiedad, como si ella esperase que alguien más apareciese en escena. Eso era lo que me tenía inquieto, puesto que no sabía hasta cuándo podría llegar en mi buffet si había algún merodeador cerca nuestro.

Ella decía que, al igual que a mí, disfrutaba de las noches solitarias.
-Bueno, en eso estamos de acuerdo. -le dije con una sonrisa- Pero vos no deberíais acostumbraros a salir sola en la noche. Puede ser peligroso para una mujer como vos. ¿No creéis?
Tendí mi mano a la dama y la acaricié con suavidad, sin excederme para no asustarla.
-Mi nombre es Dimitri, ¿cuál es el vuestro?

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