Las Alas de la noche /Alexadre Escamilla.

por **Jeanette Kelly** Jue Feb 10, 2011 6:02 pm

Habia regresado despues de una larga ausencia prolongada durante meses quizá lejos de París, habia vuelto hacia unos cuantos días de mi viaje a Irlanda a visitar a la primer familia que me adoptó cuando aun era pequeña, tenía mucho tiempo de no saber nada absolutamente de ellos, y deseaba profundamente verlos.
Me habian apartado de su lado cuando habia cumplido 12 años, y estoy segura que de haber permanecido con ellos me hubiera vuelto una dama de la nobleza, de buena cuna, aunque no fuese hija legitima suya.
Tuve que mentir diciendo que trabajaba en una boneteria y en una fábrica de sombreros, ellos no podian saber que yo era una prostituta, no era lo correcto, no quería que despues de casi 14 años, vieran en lo que me habia convertido, saqué algo ventajoso de todo esto, mama me habia regalado una bolsa llena de monedas, y además me habían regalado dos vestidos, un hermoso vestido de color negro, especial para los bailes de salón donde también mentí que iba, y un vestido rojo, escotado, ese me habia gustado mucho por que hacía juego con mi cabello.
Así que decidí que esa noche me pasearía con mi nuevo vestido, principalmente por que el viejo azul comenzaba a fastidiarme, toda la tarde habia sido acicalarme y arreglarme, peine la peluca rubia que habia comprado hacia varios meses, y me di un baño.

Me vestí con el traje rojo, me maquille discretamente y me coloqué la peluca de color rubio y salí a las calles...Era habitual que la gente casi no me reconociera, hasta que una de mis compañeras de trabajo se detuvo en la esquina donde habia decidido comenzar a trabajar esa noche y menciono sobre lo espectacular que me veía, sonreí de buen talante y le dije que despues con gusto le regalaría el vestido y la peluca.
Prendí un cigarrillo y di un par de bocanadas al humo, antes de introducirme a un oscuro callejon, tenía deseos de ir por un trago antes de comenzar a hacer la calle...de vuelta a paris y a mi vida habitual.

Las Alas de la noche /Alexadre Escamilla. HeatherGraham22

Las Alas de la noche /Alexadre Escamilla. HeatherGraham22

por **Alexander Escamilla** Jue Feb 10, 2011 6:31 pm

La famosa Corte de Los Milagros era uno de mis lugares preferidos para cazar, discreto, perfecto para pasar desapercibido sin necesidad de utilizar mis poderes, en cierta forma era un lugar relajante, reconfortante.

De un baúl saqué mis antiguas ropas de mortal, algo que me haria pasar levemente desapercibido. Esa noche jugaría un poco, me relajaría, dejaría de pensar en ella y en Anssi y me divertiría un poco. Dejé mi cabello largo hasta los hombros, sin tomar, y salí por uno de los tantos pasillos de mi mansión, comenzando a caminar por las calles con paso lento, aprovechando que la noche recién comenzaba, al menos para mí.

La caminata era larga desde el centro de París, y de un momento a otro me vi corriendo por las oscuras y mal iluminadas calles de la ciudad, a tal velocidad que sólo me percibía como una sombra o una ráfaga de viento que cortaba el aire en espacio de segundos. Una vez me hube detenido, me encontré vagando, caminando como cualquier humano de clase baja, por los escuros callejones, encontrando en esquinas a bellas prostitutas y a toda clase de humanos, algunos tan curiosos que lograban captar mi atención, otros que simplemente desaparecían tras de mí volviéndose invisibles e inexistentes en mi memoria.

por **Jeanette Kelly** Vie Feb 11, 2011 11:41 am

No llevaba algunos minutos de estar caminando en el callejon cuando al doblar por una callejuela mas, sentí que algo me arrollaba, era como si hubiese recibido el impacto de un carruaje tirado por 20 caballos, o al menos segun yo asi debia de sentirse, por que la verdad habia sido bastante doloroso, senti que me elevé por el aire, y mi cuerpo se estrello con un ruido seco contra el suelo.

Quedé medio aturdida por el impacto, quizá era el asesino de prostitutas que me habian dicho mis amigas, quizá era algo aun peor, intente ponerme en pie, pero las piernas no me respondieron, se me tambaleaban y volvi a caer pesadamente en el suelo, comenzé a alejarme del lugar a cuatro patas, sin duda alguna debi de haberme visto bastante miserable, pero por el impacto tambien me costaba trabajo enfocar todavía, lentamente todo se fue aclarando, y observé como mi bonito vestido rojo se habia ensuciado...con un demonio era la primera noche que me lo ponía, al menos la peluca rubia no habia sufrido desperfecto alguno y eso me mantenía motivada.

Me dirigí hacia el lugar de donde habia venido el impacto, y vi a un sujeto bastante palido, de larga cabellera negra, y facciones cautivantes, y que sin embargo no pude evitar la sensación de escalofrío intenso recorrer mi cuerpo.
Me intente poner en pie recargandome sobre la pared del callejon, me dolía mucho un pie, y casi todo el cuerpo todavia, pero aun asi estaba lo suficientemente molesta por el daño en mi vestido nuevo.
-Ladronzuelo barato...sin duda estabas huyendo de la policia por haber robado algo...mira lo que le has hecho a mi vestido nuevo! tu!!...- sin duda , no podia ser otra cosa mas que un ladrón, pero que se habia creido, esta era zona de prostitutas, si las demas chicas estuvieran presentes ya lo hubieramos corrido por invadir nuestra zona de trabajo.

por **Alexander Escamilla** Mar Feb 15, 2011 8:49 pm

Caminando iba cuando, al doblar por el callejón en busca de alguna taberna o burdel, una mujer apareció, tan repentinamente que chocó con mi pecho, cayendo al suelo. Al principio la observé con cara de consternación, sin saber si ayudarla o reír con ganas al ya haber encontrado a una presa, aunque había sido demasiado fácil por esa noche... Y yo tenía ganas de jugar...

La chica intentó ponerse de pie mientras yo solamente la miraba, con rostro seguramente más aniñado gracias a mi cabello y mi expresión. Cuando por fin logró ponerse de pie -al parecer el impacto del golpe le había afectado bastante- empezó a insultarme, sólo por su vestido... Una vulgar prenda a mi parecer.

-Excuse moi... -dije con voz suave y seductora, acercándome a ella lentamente- Pero no soy ningún ladronzuelo... Soy Satán en persona -le dije, por diversión y para ver su reacción a mis palabras. Era sólo una puta, y todo se había presentado demasiado fácil, su evidente daño frente al golpe, no era el tipo de cacería que tenía planeada, así que la asustaría y luego... pues ya vería qué hacer...

por **Jeanette Kelly** Jue Feb 17, 2011 2:30 pm

Me puse con cuidado por fin de pie, apoyando con firmeza los tacones de mis botas, y quitandome la tierra que podía quitar con las manos del vestido, definitivamente iba a tener que lavarlo, de vez en cuando escuchaba a aquel hombre hablando, y había algo en el que me causaba cierta intranquilidad, pero estaba mas molesta por mi vestido que por un estúpido presagio.

Torcí la sonrisa de medio lado cuando escuché su respuesta, Satán si como no, bueno la verdad es que no me dedicaba a la magia negra, pero dudaba que esta fuera la noche en que me topara al demonio, asi que le respondí con un tono de voz tétrico.
-Oh valla...y yo soy una súcubo deseosa de tener un buen semental entre las piernas-afortunadamente la peluca rubia no se me habia caido ni ensuciado, por que por lo regular siempre es lo mas dificil de limpiar, asi que proseguí.-Que casualidad que dos demonios se encuentren en un callejon del mundo mortal no le parece caballero.-[b] a lo lejos observé pasar a una de mis amigas con una de sus conquistas nocturnas, y yo todavía no lograba levantar nada, pero quizá podria quitarle algo a este señor

por **Alexander Escamilla** Mar Feb 22, 2011 6:35 pm

Sonreí de lado cuando dijo su sarcasmo, acercándome un poco más a ella aunque manteniendo la distancia con su metro cuadrado, rodeándola, asechándola como si yo fuese un enorme felino a punto de saltar sobre su presa indefensa. Mi sonrisa no dejaba ver mis colmillos -no todavía- pero si, mi mirada fija en su persona dejaba en evidencias todas mis intenciones.

-Perfecto cherie, pues ya ha encontrado a su semental de esta noche -le dije, sacudiendo un poco mis cabellos, escuchando su último comentario, riendo suavemente- Pues tan extraño no es cherie, el mundo mortal es bastante divertido, el infierno ya nada tiene de atrayente -le dije sin dejar de observarle, deteniéndome justo delante de la salida del callejón, mirándola de forma retadora.

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