En busca de ingredientes [Privado]

por **Catherina Lewell** Sáb Feb 19, 2011 5:48 pm

No hacía mucho que Catherina había llegado a París. Lo cierto es que desde su llegada había querido visitar el mercado ambulante de la ciudad pero entre una cosa y otra no pudo hacerlo. Aquél día era una buena ocasión para hacerlo. Quizás porque las cosas estaban empezando a funcionar o porque ya no se sentía tan abrumada por el cambio de ciudad, de clima, de personas, etc.

Se levantó temprano y salió a las inmensas calles de la ciudad donde se entremezclo con la gente. En diversas ocasiones se equivocó de calle pero pregunto a diversos transeúntes que le indicaron el camino adecuado para llegar al lugar deseado.

Cuando llegó al mercado ambulante después de unas horas sintió que toda la caminata había merecido la pena. Contempló la escena y no pudo evitar sonreír. En aquél lugar había un montón de puestos en los que se vendían todo tipo de objetos: relojes, flores, especies, cazuelas, perfumes, manzanas, … Además, lo que más fascinaba a Catherina eran todas aquellas personas que iban de un lugar a otro mirando y regateando con el dueño del puesto el precio de los objetos.

Catherina había venido a visitar el lugar pero también a buscar algunas hierbas para poder hacer elaborar algunas de sus pociones. Recogió su vestido y empezó a andar. En un abrir y cerrar de ojos, se encontró en medio de los puestos mirando todo con atención y escuchando como chillaban los dueños para atraer a la clientela.

por **Stefany Ane Richards** Dom Feb 20, 2011 7:34 am

Era ya tarde y tenía que ir al mercado como cada mañana. Me levanté y me vestí en un tiempo record, preparé el desayuno, cogí un pequeño sombrero y comencé a caminar observando como el cielo se aclaraba y el Sol traspasaba mi piel por cada poro, notando su calor acariciar mi cara de buena mañana. La multitud caminaba por las estrechas calles dirigiéndose donde todos, los niños paseaban animadamente con una pelota en la mano y yo simplemente intentaba no agobiarme con la gente.

Salí de aquella multitud inconscientemente llegué al mercado donde cada mañana solía comprar algunas especias, comida y porque no algo que me interesase.

Me asomé a una donde un joven muchacho me atendía con una amplia sonrisa mostrando esa blanca dentadura. Su moreno se podía apreciar por las largas mañanas que pasaba atendiendo mientras aquellos rayos teñían su piel de ese moreno. Me limité a sonreír y pedir lo que necesitaba. Saqué de mi bolsa el dinero y se lo entregué, al bajar la vista no vi mi largo colgante colgando.

Demonios y mi… -lo buscaba desesperada aquel colgante que mi madre me regaló cuando era pequeña. Era una cadena de plata decorada con una pequeña flor en el centro, siempre estaba conmigo y resultaba extraño que no colgara de mi cuello. Intentaba calmarme pero no lo consegía, había pasado a lo largo de mi familia y ahora yo lo perdía.

por **Catherina Lewell** Dom Feb 20, 2011 9:25 am

Paseó por los diferentes puestos del mercado. Todos eran distintos y vendían objetos muy interesantes y hermosos. Si Catherina no fuera una persona responsable y racional se dejaría llevar por las sensaciones que ese lugar despertaba en ella y se compraría un montón de objetos aunque éstos no le sirvieran para nada.

Después de una hora mirando la mercancía de los diferentes puestos del mercado decidió que ya era hora de comprar lo que necesitaba. Recordó un puesto en el que vendían especies y se dirigió allí. La atendió una mujer que en un primer momento le dirigió una mirada cansada pero al ver que Catherina estaba dispuesta a comprar cambió su actitud y le sonrió.

-Buenos días. –Saludó ella mientras bajaba la mirada hacía las hierbas. –Póngame… Mejorana, milenrama, laurel, menta… y creo que por hoy está bien. –

Catherina observó como aquella mujer asentía y le ponía en saquitos pequeños la hierba. A continuación, pagó por ellas y se fue.

Paseó unos minutos más por los puestos mientras pensó en qué debería comprar comida. Se paró delante de un puesto donde el vendedor era un joven moreno de piel. Catherina iba a saludar y a pedir al vendedor lo que deseaba cuando se fijó en una mujer que se encontraba cerca de allí y que parecía desesperada.

Su curiosidad pudo más que las ganas de comprar y se acercó a ella. –Disculpe pero.. ¿Se encuentra bien? La veo un poco agitada. –

por **Stefany Ane Richards** Miér Feb 23, 2011 11:01 am

Mi vista se alzó al escuchar la voz de una joven y sonreí como de costumbre –Si claro… -dije algo entretenida buscando por el puesto donde el muchacho nos miraba fijamente algo confuso al no entender el que buscaba. Me puse recta y miré a la muchacha –Perdí un colgante y ahora no lo encuentro, temo que me lo hayan robado o que lo haya perdido por estos lares –El mercado rebosaba de gente caminando de un lado a otro comprando lo que necesitaban; comidas, hierbas, objetos de todo tipo o simplemente algún capricho. No lo negaba estaba preocupada y bastante, sin el colgante decepcionaría a mi madre por ser tan despistada, pero en esos momentos solo intentaba calmarme y estresarme, alomejor lo dejé en mi habitación o… Era absurdo nunca me lo quitaba de encima.

-Es un colgante de plata muy valioso para mí, con una pequeña flor en el centro –miré a la joven y en mi rostro aun intentando disimular se podía observar la preocupación. Respiré un par de veces tranquilamente y finalmente pagué al joven que no alzaba su vista fija en mi –Disculpa –se lo entregué algo vergonzosa, no quería montar ninguna escena con tanta gente a mi alrededor –Supongo que será absurdo o casi imposible encontrarlo o que lo hayas visto, así que disculpa –medio sonreí y caminé alejándome de ese puesto, con las bolsas en la mano.

por **Catherina Lewell** Miér Feb 23, 2011 1:14 pm

Catherina escuchó a la muchacha atentamente. –Bueno… no pierda la esperanza. Quizá se le ha caído y con suerte nadie se ha fijado en él- Dijo intentando tranquilizar a la joven aunque estaba convencida de que nunca podría recuperarlo porque se lo habían robado. –Si quiere damos una vuelta a ver si lo encuentra.- Ofreció con una sonrisa.

-“¡Qué lastima! Entiendo lo que es perder un objeto valioso… Quizás pueda hacer un hechizo de localización pero… No. Para eso necesito otro objeto persona del dueño, en esta caso, dueña… y… no creo que pueda pedírselo así por así… Además, no sabría cómo explicarle que he encontrado su objeto.” Pensó Catherina mientras miraba por última vez el puesto de comida y seguía la joven para ayudarla aunque de antemano sabía que no iban a conseguir nada… ¡Si tan solo pudiera conseguir un objeto y… distraerla por unos segundos…!

por **Stefany Ane Richards** Vie Mar 04, 2011 7:45 am

La volví a mirar con una sonrisa amplia en el rostro –Sinceramente eso espero –dije intentando disimular la pena que me causaba aquel despiste que me había salido caro –Si, me parece muy bien, merci … -no sabía el nombre de aquella joven muchacha tan simpática, no comprendía porque quería ayudarme pero se lo tendría que agradecer de una manera o otra, había sido la única en ofrecerse a ayudarme -¿Cómo se llama? –preguntó con un tono algo timido pero dulce.

Dirigí mi mirada a la joven y como podía observar venía detrás de mí. Me paré un momento a un lado de la calle esperándola y sonreí, mi cabello estaba recogido a un lado con unas pequeñas pinzas y unas flores blancas que resaltaban el color de mi cabello.

Caminaba a su lado con un paso algo lento observando la calle y la multitud de personas que pasaban por nuestro lado –Estoy segura de que no lo voy a encontrar, será imposible con tanta gente… -dije algo desilusionada

por **Catherina Lewell** Sáb Mar 05, 2011 1:17 pm

-Me llamo Catherina Lewell. Un placer conocerla… ¿Cual es su nombre?- Contestó mientras levantaba la mirada del suelo y sonreía a la joven. –Tranquila, seguro que lo encontramos…. Al menos lo intentaremos… No tenemos nada que perder. –

Catherina miró un instante a la joven y luego dijo -¡Vamos! Antes de que alguien lo vea y lo coja. – Le guiñó el ojo y empezó a caminar. Poco a poco, fueron recorriendo las calles del mercado ambulante pero parecía que cada vez había más gente y, eso, les dificultaba ver el suelo donde suponían que seguía el collar.

Estaba a punto de darse por vencida cuando alguien la empujó y la hizo caer al suelo. Rápidamente la multitud se separó y la miró con mala cara. Catherina se levantó. Se había hecho daño en la mano... Miró a su alrededor desconcertada... ¿Quién la había empujado…? ¿Con qué se había hecho daño en la mano? Miró la herida. Al parecer era pequeña. Luego miró al suelo y busco el objeto con el que se había hecho daño. Seguramente era un cristal…o no.

por **Stefany Ane Richards** Mar Mar 15, 2011 11:01 am

Un hermoso nombre Catherina –hizo una pequeña reverencia de saludo- Mi nombre es Stefany, Stefany Ane Richards –supongo que era una costumbre el decir mi nombre completo, ya que mis padres me enseñaron a ser así.

La vio muy animada y eso la hizo sonreír. La veía muy animada y algo me resultó extraño, vi como alguien la empujaba y la hacía caer, cuando me percaté la vi estirada completamente en el suelo y la gente pasando por su lado como si nada ¿no veian a una joven que la había tirado? La gente podía llegar a ser muy desconsiderada.

Me acerqué a ella tomándola con cuidado de su brazo, y vi como pequeñas gotas de sangre recorrían su mano hasta llegar al suelo, es me hizo erizarme de punta.

-¿Esta bien Catherina? –pregunté, me sentía mal, ahora la pobrecilla se había lastimado con un cristal. Rebusqué en mi bolsa y encontré un pañuelo, tomé su mano y la envolví con cuidado en ello –Será mejor que vayamos a curárselo o se le infectará y será peor si es un corte prefundo –la miré de los ojos amigablemente con una sonrisa en mis labios y comenzamos a caminar mientras aquella herida estaba bien tapada con el pañuelo.

por **Catherina Lewell** Mar Mar 15, 2011 12:36 pm

Después de escuchar a Stefany atentamente, asintió con la cabeza. –“No te preocupes. No me duele mucho. Seguro que en seguida para de sangrar. “ – Dijo mientras sonreía a la joven. -“Aunque sí; será mejor que vaya a curármela… ¿Hay por aquí alguna fuente? Creo que si me lavo la herida… ya está. “-

Catherina era bruja pero eso no significaba que fuera rica. Desde que tuvo hubo uso de razón su padre siempre le enseño a ser honrada y humilde. Por eso casi nunca utilizaba la magia para beneficio personal.
Ir a un médico implicaba gastar dinero. Un dinero que a Catherina no le sobraba. No es que no tuviera dinero para pagar al doctor pero… Pensaba que le harían más falta ya que aún tenía que ocuparse de diversos asuntos para permitirse un capricho. Además, solo era una herida. Ella misma se la podría curar más tarde con una poción. Lástima que Stefany no tenía ni idea de lo que era capaz de hacer.

-“Lo siento. Al final no hemos sido capaces de encontrar tu collar. Sé lo que es perder un objeto personal… A mi hace unos días me robaron y…. perdí algo que me había regalado mi padre hace algunos años”. – Comentó mientras despacio intentaba alcanzar la salida de ese gentío que se reunía alrededor de los puestos.

–¿Cual es la historia de su colgante?- Preguntó inocentemente. Unos segundos más tarde se dio cuenta que quizás había ido demasiado lejos. Era una pregunta personal. –“Lo siento. Quizás he ido demasiado lejos. No me responda si no quiere.- Aclaró mientras sonreía a la chica amablemente.

por **Stefany Ane Richards** Vie Abr 08, 2011 8:40 am

No sea así, deje que la lleve a un doctor, llevo dinero y temo que esa herida que no tiene muy buena pinta se infecte –la tomó del brazo y pasó una mano por su espalda sonriendo con dulzura, tenía dinero, tampoco mucho pero no le costaba nada tener que ayudar a alguien, además si era una buena persona como Catherina parecía. Se había preocupado por mi y mi colgante desaparecido y ahora me tocaba devolverle aquel agradable favor –Vamos no se preocupe, el medico esta de aquí a un rato, la llevaré a una fuente y tome –le dio un pañuelo que tenía guardado para que apretase en la herida –De momento con esto lo intentaremos evitar –sonrió con la típica sonrisa dulce que le gustaba mostrar con cuyas personas les caían bien.

-¿El colgante? Es muy preciado pero da igual Cath, ya lo buscaré y si no lo encuentro no sucede nada no te preocupes –la miró bajando un poco la mirada- Lo lamento yo tampoco sabía eso… -caminaban juntas, Stefany la ayudó un poco a caminar, al ver la sangre no sintió nada, suponía que ya estaba acostumbrada, porque como todas cuando somos crías nos hacemos bastantes heridas aunque sean algo tontas. O al ayudar a su padre en el campo -¿Qué fue aquello que perdió o le quitaron? –preguntó comprensible-

Hizo un movimiento con la mano intentando quitarle importancia –Tranquila no es nada de verdad, no me sienta mal que me lo preguntes –sonrió y miró al cielo un momento- Hace unos años el dia de mi cumpleaños mi padre estaba fuera y no sabía si llegaría a mi cumpleaños y por la noche mientras dormía notaba como alguien entraba en mi habitación y me colocaba algo frío alrededor del cuello, una fina cadena hermosa, abrí los ojos y vi su rostro sonriendo con su blanca dentadura, supongo que por eso siempre sonrío me viene de familia –comentó de broma riendo intentando animarla- Y bueno le abracé, en esos momentos no íbamos muy bien de dinero y fue algo que nunca me hubiese esperado, por eso supongo que tiene tanto valor para mi –terminó sonrojándose levemente-

por **Catherina Lewell** Sáb Abr 16, 2011 6:05 am

Catherina aceptó el pañuelo que Stefany le tendió. –Muchas gracias. Es muy amable por su parte pero no creo que sea necesario ir a un médico. – Contestó mientras se ponía el pañuelo encima de la herida y presionó. –Creo que con tu pañuelo y con el agua fría la herida parará de sangrar... Insisto en qué no es necesario que vayamos a un médico. –

Levantó la cabeza y sonrió a la desconocida. –Gracias por ser tan amable conmigo. Siento que no lo hayas encontrado.- Hizo una pausa y siguió hablando. – No te preocupes… Se trataba de un monedero que me regaló mi madre antes de venir a Londres… Quizás parece una tontería pero para mí era importante. Lo qué paso es que iba caminando tranquilamente por las calles centrales de París... Había muchísima gente y bueno… cuando ya estaba llegando a una plaza... me golpearon por la espalda y me robaron el monedero… Por suerte había un hombre que me ayudó a sobreponerme y… - Catherina sonrió encantada recordando a su “salvador”. – Fue muy amable conmigo. Tuve mucha suerte de que estuviera cerca. Luego vi al ladrón y lo perseguí pero… se escapó. Supongo que nunca más veré a mi monedero…” –Contentó mientras levantaba el pañuelo de la herida. -Parece que ha parado. ¡Qué bien! No creo que haga falta ir al médico…-

Catherina escuchó a la mujer sonriendo. –Un bonito recuerdo desde luego. ¡Qué pena que se haya perdido! Es una verdadera lástima… Bueno, con un poco de suerte quizás te vuelva de una forma igual de dulce. Nunca se sabe lo que nos puede deparar el futuro… - Dijo riendo intentado animarla. –Bueno, creo que se está haciendo tarde... Pronto tendré que irme... Pero podríamos quedar en otra ocasión. ¿No le parece, Stefany? –

por **Stefany Ane Richards** Jue Abr 28, 2011 4:30 pm

Negó con la cabeza –No te preocupes por absolutamente nada Catherina, si cree que no necesita ir al medico respetaré su opinión pero que no le sepa mal, que no me cuesta para nada ir acompañarte y pagarlo, además me lo podrás pagar otra vez –le guiñó el ojo, esa muchacha llegó a caerme realmente bien, era una persona dulce y agradable, y ese gesto de preocuparse por mi colgante me había llamado mucho la atención.

La miró y puso su mano en el hombro de la muchacha, ese gesto cálido que solía tener, supongo que era demasiado abierta o confiada, pero solo con aquellas personas su apariencia… -No ha sido nada y bueno el colgante… ojala… como ya te he dicho era único y especial para mi, pero si soy una descuidada no me queda hacer otra cosa que tener esperanzas y paciencia –vacilé escuchándola y bajó un poco la mirada al escuchar que le habían golpeado en la espalda, la gente podía llegar a ser extremadamente odiosa y despreocupada ¿Cómo se podía empujar a una muchacha? Solo por algo de dinero. Eso que me estaba contando era semejante a mi historia ¿antes de venir a Londres? Yo vivía en Londres y ese colgante también pertenecía de mi Inglaterra. Un suspiro –Lo que llegan hacer por dinero… -dije en voz baja mientras cerraba mis ojos negando con la cabeza. Al escuchar lo de aquel hombre que le había ayudado no pude evitar sonreír. Como habían personas que solo buscaban dinero y beneficio propio también habían esas personas que los ves como ángeles –Eso es bueno, me alegra que haya gente así –miré la herida agachándome un poco- Menos mal, no tenía muy buena pinta.

La esperé y la miré fijamente, empezamos a caminar –Si, una verdadera lástima, pero ahora ya perdido no puedo hacer nada en especial, como dije, esperanza –la miré arrugando las cejas, algo curiosa- ¿El futuro? –me contagió su risa y reímos a la vez- ¡Quien sabe! –alcé mis manos al aire y respiré con tranquilidad, notando como se llenaban de ese puro aire y esos característicos olores especiales del mercado –¡Claro que si! –dije con una animada voz- Cuando quiera Catherina, por si quiere saberlo trabajo en el teatro, pase alguna vez, será bienvenida y cada mañana vengo al mercado –comenté sonriendo- Cuando diga, yo estoy disponible.

por **Catherina Lewell** Lun Mayo 09, 2011 4:23 pm

-No se preocupe, Stefany. Creo que ya se está cerrando la herida. Le agradezco el ofrecimiento pero en el caso de que fuéramos yo también dispondría del dinero necesario. – Catherina sonrió aunque en esos momentos no lo sentía así ya que no le gustaba que le insinuaran su falta de dinero.

-Ya somos dos las descuidadas. Yo también estoy en las nubes en muchas ocasiones y no me enteró de lo que pasa a mí alrededor. Luego me pasa lo que pasa. Pero bueno… me alegro de no ser a la única a la que le pasa. – Le guiño el ojo y sonrió antes el gesto de confianza que Stefany le realizó posando su mano en el hombro. Catherina se lo devolvió acariciando la espalda de la joven. –Sí. Nunca se sabe donde pueden acecharte… y tan solo por unas monedas de dinero. ¡A donde vamos a llegar! – Afirmó mientras levantaba la mirada en un intento de transmitir dureza pero que no engañaba a nadie que la estuviera observando.

Catherina miró hacía una calle. –¡De acuerdo! Un día de ésta semana me pasaré por el teatro. Podemos ir a pasear o a cualquier otro sitio aunque espero que esa vez no perdamos ninguna de las dos nada… Creo que tenemos muy mala suerte en ese aspecto ¿No crees?- Bromeó. –Bueno… yo me voy por allí –[/b] Señalo el camino con un gesto de cabeza. – Espero verte pronto, Stefany. Me ha caído muy bien. Cuídate.- Comentó mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar hacía su casa. [/color]

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