Las lágrimas me ensucian (Yudea)

por **Dana Luminita** Lun Feb 28, 2011 3:42 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Mis pasos suenan un, dos, tres…

El lugar está vacío dejando esa marca de soledad… solo está cerrado por capricho, mi capricho...

Lo sé... mi padre me ha hecho una malcriada. Pronto tendré mi propio teatro... Una sonrisa maliciosa se dibuja en mis labios y sigo mis pasos sobre aquel pasillo del umbral. Las butacas se olvidaron en la espera de la audiencia. Las duelas de madera lloran porque los visitantes no llegan a sus alfombras. Sus paredes resguardan la muerte, las manchas confirman su asistencia, esas manchas escondidas qué dejan detrás de los empapelados. Sonrío maligna recordando las masacres. Los llantos de los ángeles caen sobre su lecho. Infames ojos, incautos ojos… que son parte de la colección de Luminita.

Ding Dong...

Escucha Juana. Silencio...

Danzo con la muerte.

Un, dos, tres… suena el bastón mientras bailo una tonada imaginaria y tarareo esa misma canción. Giro el bastón entre los dedos mientras bailo un performance para el público; una muñeca decapitada. Levanto el sombrero de copa haciendo una reverencia para finalizar.

Aplaude Juana, no te quedes ahí sentada como una telaraña.

Mi levita la ajusto a mi cuerpo y lo botono bien del centro. El traje de arlequín lo reservo para otra ocasión. Me gusta vestirme de mago de época. Los holanes de las mangas son divertidos. Mi cabello rubio platinado cae sobre mis hombros con las mechas rojizas y sigo teniendo ese maquillaje mal logrado de arlequín desolado.

La audiencia llega llorando… dos estatuas de mármol traen a la doncella para presenciar la función. Lindos ojos para mi colección.

Sed.

Bailo con la victima amantándome de sus suplicas. La dejo caer, las lágrimas me ensucian. Se arrastra y la cojo nuevamente para lamer su piel cereza y clavar con suavidad los dientes. Sin desperdiciar una gota me alimento de ella, saciando ese ardor en el pecho. El cuerpo cae en el piso… y los dos grandulones se llevan el cuerpo. No me gustan tanto los ojos.

Ding Dong…

¿Hay alguien aquí?...

por **Dana Luminita** Miér Jul 27, 2011 1:49 am

Puede ser un cuento en el que había abierto la página, más bien era una especie de suspenso de pesadilla sobre pesadilla. No pueden creer en historias, no pueden creer en la belleza, no pueden creer en la inocencia. La sangre, siempre la sangre, la que codiciamos y nos lleva a locuras transcendentales, la que nos mueve en este mundo decadente.

Mi cabeza da vueltas, siento náuseas y la locura recorre por todas mis venas, es posible que el mundo se caiga a pedazos, que me hunda en un abismo y desaparezca de mi existencia. ¿Dónde estás Juana?... Cada una cada estrella se apaga cuando la pisas y creo que rompo una estrella en cada momento ya no hay arcoíris. Me ajusto bien el sombrero y continuo mis pasos por el pasillo... verifico que mi saco tenga todo lo que necesito y que mi bastón me acompañe a mi aventura, una risa se despega de mí.

-No tiene que ser un armatoste gruñón –suelto una risita y doy unos saltos apoyada en mi bastón - No quiero buscar nada, no me interesa...- Sigo caminando un momento en ese pasillo donde las luces tintinean y mi voz sale calmada, actoral, mi cabeza revolotea y solo quiero pensar en una cosa, pero mi atención se desvía al acompañante- A veces las pasiones solo nos llevan a ficciones, pero nunca encontrará la verdadera esencia, si en verdad es apasionado, buscará la esencia de las cosas, es parte de todo, de la curiosidad, de la locura, de la sabiduría... -vuelvo a sonreír divertida, la demencia me está absorbiendo, estamos cerca de aquella habitación tan cerca puedo sentir su fetidez- No me tiene que explicar nada de nada... y entiendo cuando uno se siente vacío, no poseemos esa conciencia calcinante, pero tenemos esas pasiones, porque somos hombres, mujeres después de todo, aunque eso no nos sirve de nada, todo lo que tocamos lo volvemos cenizas...

Le sonrío ante la curiosidad que tiene mi acompañante y le hago una seña de silencio y sigo caminando por el pasillo hasta detenerme en una puerta roja que tiene un letrero dorado que dice: “Tes yeux ma petite fée des cauchemars” Mi pequeño oasis creado para mi, siempre con estos detalles, mi madre nunca se olvida de mi. Giro sobre uno de los talones feliz y abro la puerta, entro sintiendo el golpe de formol, las paredes están llenas de escaparates con muchos frascos, todos los frascos contienen ojos de diferentes colores, azules, verdes, violetas, grises, amarillos. En el centro de la habitación hay una mesa con una caja de madera y dos varas de madera a un lado, me acerco cautelosa y la abro, es un par de ojos color del océano que me miran desde ese lúgubre sitio. Se escuchan golpes detrás de una puerta, pero ni me inmuto.

-Este es mi heaven, mi colección... –murmuro a mi acompañante- Es momento... ¿De qué color los prefiere?... – dejo mi bastón asentado a un lado y tomo las dos varas de madera y las giro sobre mis dedos como si fuese un acto circense...

por **Yudea** Miér Ago 03, 2011 3:27 pm

Entro en la habitación observando la colección de aquella mujer, era extraño que tuviese un encuentro como aquel, era extraño, como... ir por una copa y después salir a la calle, ya lo había dicho antes pero ella era realmente difícil para el, no la comprendía, eran demasiado diferentes y eso le gustaba, aunque lo mantenía la mayor parte del tiempo en duda y extrañeza, los ojos en las paredes confirmaron que definitivamente nunca sabia que esperar de la chica.

El ambiente estaba inyectado del aroma a formol y yudea sonrió un poco al ver como irónicamente todos aquellos ojos se clavaban en ellos sin observarlos realmente... el sonido de golpes tras la puerta llamo apenas su atención haciendo que su mirada buscara despacio el origen. De que color decía ella? - grises- contesto soltando una risa ligera llevando su mirada despacio de un frasco a otro... viendo cada par de ojos que se mostraban ante el- aunque ya lo eh mencionado antes, me interesa mas observarla.

Ella movia las baras con facilidad y yudea se pregunto que mas aria con facilidad, era la primera vez en sus siglos de vida que veia una coleccion como aquella y el interes pico con mas insistencia en su interior, normalmente no mostraba tanto interes en alguien y como habia dicho, ella no se parecia a ninguna de las mujeres que habia pasado por su vida...posibolemente por ello despertara su interes con la intensidad con la que lo hacia... posiblemente por eso, esa noche aun no se habia marchado... realmente queria ver, que era lo que haria.

por **Dana Luminita** Jue Ago 04, 2011 12:11 am

[justify]Los murmullos de aquellos ojos me cuentan cuentos, hablan diciendo sus historias y rechinan en mi cabeza, cada uno, cada par de ojo son un encuentro con la pestilente muerte, ahora solo nos observen, me reclaman, se burlan y otros lloran. Detengo las varas de mis manos, son dos estacas perfectamente talladas con labrados extraños en color caoba, runas que mi hada madrina se dedicó a escribir ella es mi gloria. Mi hermosa gloria.

Le observo un momento, le veo que está de aquí para allá. Aunque por un momento siento algo extraño, ya no quiero que vea mis ojos, no quiero que esté aquí, porque es un completo extraño, es alguien que no ha dicho nada, no ha dicho absolutamente nada de quién es y qué es lo que quiere, que es lo que busca, qué quiere de mi aparte de una noche pasional.

Un suspiro profundo se arrebata de mi pecho y me detengo en la puerta donde sale un sonido agudo, los latidos de un corazón se desbordan y el olor de la sangre es completamente diferente al resto, es especiada y dulce... es un gypsy.
-A mí me gusta el color de la verdadera poesía... ¿Por qué me quiere observar? –le digo sin mirarle de frente a la puerta, con los brazos en los costados, con las varas apretadas por los dedos, con mi cabeza ligeramente adelante que hace sombra mi sombrero- No soy un objeto de estudio... –le miro con suavidad sobre de mi hombro, sin maquillaje me siento extraña, mis facciones se suavizan y mi piel marmórea es bastante dócil y brillante- Prefiero que venga conmigo y lo descubra por si mismo... si no está interesado es mejor que se largue...

Lo que más odio es ser la atracción para los desconocidos, solo soy la atracción para el rey y para el que me plazca, pero hay tipos y tipos de atracciones, aunque puedo decir que esta noche ardieron las arpas de Dionisio eso no es excusa para tratar al arlequín como un payaso, en el fondo esa es mi maldición./justify]

por **Yudea** Lun Sep 26, 2011 12:17 pm

Suspiro viendo la molestia en los ojos de el arlequim- entonces me marcho-concedió de mala gana mientras se acercaba a la chica.- no quiero aun borrar el exquisito sabor de su sangre un alguna simple humana- aclaro acercándose a la muchacha, se veía muy diferente sin el maquillaje, muy joven… muy hermosa… pero igual de peligrosa que antes, en su rostro había molestia, no parecía haberle agradado el hecho de que quisiere observarla, pero como evitarlo, tenerla en sus brazos había sido el éxtasis completo, no había podido sostenerla junto a el, no había podido disfrutar de la posesión, ahora quería observarla, quería contemplarla, pero si no le estaba permitido entonces no había nada que hacer. No tenia intención de intentar dañarla, no de momento, no estaba ese deseo aun metido en su mente.

Se detuvo frente a ella y solo se atrevió a pasar los dedos por por su mejilla blanca- no se cuándo sere bienvenido por aquí o cuando seré despreciado, pero si se le antoja algo de compañía búsqueme, hay una mansión en medio del bosque, cubierta por los arboles más altos, cinco perros al frente, algunos gritos en las mazmorras, puede sentirse el aroma de la sangre por debajo del de pino- describió mientras delineaba su rostro con uno de sus dedos, intentando que ubicara el lugar sin problemas, pero sabía que no debía ser asi, ella sin duda podría sentir su presencia a bastante distancia, la pregunta es, ¿tomaría ella algún dia su palabra? No lo sabia pero esperaba que asi fuera- espero poder venir aquí después… cuando no tenga el sabor vuestro inundando mi boca, entonces seria un verdadero placer acompañarla.

Dio un par de pasos atrás inclinando un poco la cabeza, en una elegante y simple despedida, era tiempo de marcharse, no conocía a la chica y tenía el presentimiento de que sus formas de ser tan diferentes podrían causar mas de un disgusto entre ellos. Por ahora, el debía regresar a su propio teatro, donde la obra se dictaba bajo su palabra.

por **Dana Luminita** Jue Sep 29, 2011 7:51 pm

Una sonrisa se forma en mi boca al escuchar sus palabras. Error. No por mí, por el, no sabe interpretar mis palabras, no sabe escuchar al arlequín. Asiento ante el hecho de que quiere marcharse. Al hecho que la sangre que compartimos era mejor que dos mil humanos. Mi cuerpo se vuelve para mirarlo, sobre mis talones donde mis botas rojas puestas están. Le miro directo a los ojos, estudiándolo, es muy alto, tan alto que apenas mis manos pueden tocarle el rostro.

Asiento ante su ofrecimiento, el tono cambia y los juegos se modifican como se muevan las fichas. Mi sonrisa se muestra inquieta ante su postura, no puedo mirarle de otra manera que con curiosidad. Giro las estacas y las junto en una mano para meterlas en mi bolsillo y hurgo con la mano libre en mis pantalones y una ficha dorada se queda entre el pulgar y el índice, un alfil. Se la pongo en la palma de la mano.
-Será bienvenido a la arcadia cuando usted lo decida Yudea.

Le miro dar la vuelta y adelantarse hacia la salida y asiento de la misma manera en forma de despedida. Las sombras son las más ilustres de esos momentos, los ojos nos observan y desaparece del vestíbulo. Ahora solo me queda desahogarme con los mortales, destazar a la mujer que está escondida, arrancarle los ojos y bañarme con su sangre, tener el corazón en mi mano y contemplar los latidos hasta que se apaguen. Luego, marcharse a casa que el amanecer apremia.

FIN

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