Y mira que placeres nos da la vida (reservado)

por **Alesha Von Parker** Sáb Mar 05, 2011 10:07 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Cada noche, cada noche era diferente, cada noche guardaba secretos y pasiones. Las miradas se posaban sobre Marishka al entrar al lugar, con paso sensual, un corcel negro y unos tacones altos, sus labios pintados de rojo y su cabello como siempre liso. Su mirada llena de pasión, y lujuria, muy bien entrenada, aquellos labios sensuales eran mordidos por ella misma, y sus manos se posaban por las barbillas de los caballeros por el cual ella pasaba. Lady V, como la había bautizado un cliente viejo, pasó por las mesa de un hombre alto, besó sus labios y le quito el cigarrillo que tenía en sus manos y se lo llevó a la boca, le dió una calada y todo el humo que se posaba en sus pulmones, fué expulsado.

Siguió su recorrido por el burdel, y se sentó en una de las mesas, con sus piernas cruzadas y el cigarrillo en una de sus manos

por **Alesha Von Parker** Sáb Jun 04, 2011 7:34 pm

Separó sus labios de los de él. No sintió disgusto, ni tampoco se sintió rechazada. Miró a Louis y se mantuvo en silencio por un momento. Luego se levantó y con pasos delicados se acercó hacía donde se encontraba en pequeño bar y tomo un vaso, llenándolo con Whiskey.

Me gustas Louis. Eres tan delicado, diferente como dije antes. No insistiré más, no quiero que te sientas presionado por mí.- Bebió un poco de su trago, y se dirigió nuevamente a él.

Hay una chica ¿Verdad?-preguntó con cierta curiosidad, mientras se sentaba a su lado nuevamente, cruzaba sus piernas de manera sensual, y posaba una de sus manos en las mismas. ¿Por eso no puedes? ¿O es que te da miedo dejarte llevar por una mujer, corrijo, por una prostituta? - Cada palabra que salía de sus grandes labios, demostraban la total tranquilidad que ella sentía en ese momento

por **Louis J. Bouquet** Jue Jun 09, 2011 12:17 pm

Mantuvo la vista clavada en el suelo, sintiéndose algo mal consigo mismo. Por no poder ser un hombre normal y corresponderle, otro ya hubiera aprovechado. O simplemente, cobrar por lo que a el se le dio gratis. Después de todo, no olvidaba en que lugar estaban.

Un hombre no tiene que ser delicado.
Eso lo habia escuchado alguna vez, cuando era más chico y lo habian sacado a patadas, literalmente, cuando atendía la entrada de un bar en Londres. Pero bastaba con verlo bien, para darse cuenta que el era demasiado… asi. Sus manos suaves de largos dedos, y pequeñas. Las mismas que ahora miraba, sostener el vaso.

¿Por qué eso le gustaba a Marishka de él? Ella era toda una mujer. No podía creerse algo asi. Era… demasiado bueno. “presionado” De nuevo, esa maldita palabra. El no era de cristal, tenía voluntad, quizás no agallas, pero no era un niño, por los dioses!!! Alzó su mirada ante eso que no se espero.
-Una chica? Si, estoy enamorado. Pero no soy lo mejor para ella.-Le confirmó, el siempre era sincero. No se movió, pero agradeció que ella se sentara junto a él. De nuevo bajo la mirada al suelo - No puedo… ni con ella… Y… a mi no importa, que seas una prostituta. Ella también lo és.-Hizo girar el contenido de su vaso. A él no le importaba ser un sujeto sumiso, eso quedaba claro, le importaba poco, quien fuera quien lo llevara a la cama, hombre o mujer, pero, simplemente, no podía ir más allá. Era… como si tuviera miedo… como si su nerviosismo le ganara la batalla. -Simplemente… no puedo-repitió, llevando el borde del vaso, bebiendo un poco más. El liquido quemó su garganta

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