Una noche en silencio [Reservado]

por **Leonela Von Drachenberg** Miér Mar 09, 2011 12:42 pm

Apenas se podia ver el sol aquella noche y el crepusculo ya coloreaba el cielo de la ciudad parisina mientras el traqueteo de las ruedas de mi carruaje se escuchaban por las conglomeradas calles de la adoquinada ciudad; mi mente se encontraba en blanco aquella tarde noche mientras que en mi regazo se encontraba un ramo de flores.

Aquel dia se cumplia ya un año de la muerte son honor de mi padre y por promesa hecha a mi madre me dirigia al cementerio para dejar aquellas flores en una tumba sin cuerpo alguno que reposara ya que en aquel mausoleo solo estaba escrito su nombre en una losa de marmol; era sarcastico ver como un hombre del abolengo de mi padre no hubiera sido merecedor de un sepulcro digno de el y que por el contrario su cuerpo se habia necrotizado expuesto a los embates de la naturaleza en laplaza publica de mi Viena natal; el carruaje se detuvo y habia en el suelo pequeños charcos de agua por la resiente llovizna

Esperenme aqui, deseo estar sola- le ordene a mis damas de confianza mientras me adentraba a aquel criptico lugar en busca de el mausoleo familiar. No tuve que caminar mucho antes de encontrarlo, ya que estaba a pocos metros y se alzaba majestuoso, sobre el ditel de este se encontraba el escudo de armas de mi familia y abajo rezaba el nombre familiar; abri la puerta y me sente delante de aquella lapida donde estaba escrita su nombre dejando que tan solo una solitaria lagrima recorriera mi rostro

por **Ian Lancaster** Dom Mar 13, 2011 6:20 am

Fría y oscura noche, como si tal cosa fuera un insignificante día, pero no, solían ser unas noches agradables sin mucho movimientos por humanos sobre las calle. También me había percatado que últimamente había muchos vampiros en la ciudad, por lo que también sería una buenas manera de pasar el tiempo, luchando y sangrando contra aquellos macro-murciélagos. Aún así, ellos no solían pisar lugares sagrados como lo era un cementerio, por lo lógico, yo tampoco iba a entrar, pero el sonar a lo lejos de un carruaje me hizo despertar mi sed, hacía un par de días que no ''comía'' y sería una buena ocasión de hacerlo precisamente esa noche, en la cual, no mucha gente iba a al cementerio a rezar sobre los lechos de los familiares. Si bien cierto que era una ironía el ir a rezar por un difunto, la noche en la que gracias a mi interveción, esa persona también podía morir esa noche. Yo estaba parado en la entrada-salida del cementerio a un costado para que no se me viera, esperando que el carruaje apareciera delante de mí para ser asaltado.
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Off: Disculpa que sea tan corto u.u

por **Leonela Von Drachenberg** Lun Mar 14, 2011 9:10 am

El tiempo de llorar a terminado, me dije a mi misma poniendome de pie y sacudiendo el polvo que se habia adherido a mi falda con mi mano, liempie mis lagrimas con el pañuelo y mire hacia fuera estremeciendome ante el frio feroz que se habia apropiado del campo santo; suspire para calmarme debia mantener mi imagen y compostura incluso delante de mi servicio que debia de estar impaciente esperandome; asi que sin perder mas tiempos sali de el mausoleo y me encamine hacia mi accuraje con la vista baja

Algo...un instinto primerio quizas me advirtio que nada era igual; lo que me hizo alzar la mirada para revisar mis alrededores. Habia aprendido que Paris no era como mi pais natal aqui las cosas eran diferente y ya no disfrutaba de mi status noble debido al error de mi padre, entorne los ojos en las tinieblas cuando una figura se movio entre las sombras cerca de mi carruaje.

De forma natural mi corazon se acelero en mi pecho, a tal velocidad que era capaz de escuchar los latidos en mis oidos; me mantuve en apariencia calmada acercandome lo mas silentemente que podia parandome a una distancia prudente, no muy cerca de aquella figura pero lu suficiente que en el caso de verme obligada a gritar el cochero y mis acompañantes dentro del carruaje salieran a tiempo para socorrerme

¿Quien esta hay?-pregunte con autoridad y me alegre d ever que mi voz sonaba lo suficientemente firme y sin rastro de temor- ¿Quien es usted?. Muestrece- ordene

por **Ian Lancaster** Lun Mar 14, 2011 11:04 am

Al parecer, se avecinaba una buena noche para el vampiro, no dejaba de pensar en la comida que hacía tanto que añoraba, pues no había comido en condiciones desde hacía 2 días, por lo que, en cuanto el carruaje pasara, éste saldría disparado para asaltar el mismo, pero aún lo notaba un tanto lejos, por lo que esperé. Ian quedó mirando los alrededores, viendo como todo estaba completamente desierto, era un momento fabuloso para realizar tal hazaña, sonrió sobre sus colmillos, que estaban por fuera de sus sensuales labios con una sonrisa demoníaca que frecuentaba poco a ser verdad.

El carruaje comenzaba a aproximarse, el chico estaba preparado para cualquier cosa, por lo que, en cuanto vió a uno de los caballos que llevaban aquel carruaje se dirigió con velocidad vampírica a la zona del cochero asestándole un golpe seco en la yugular dejándole abatido, había sido un golpe limpio y sin sospecha alguna. Por lo demás, una muchacha que se encontraba adentro de aquel carruaje gritó con seriedad y firmeza. Éste ignoró su mandato a sobre quien se refería. El cochero estaba a mi lado, muerto apoyando en las piernas del vanpiro, cuando tomó las riendas del carruaje y condució hasta un punto totalmente aislado. Le hacía gracia pensar en que narices pasaba. Éste mordió al cochero y subcionó la sangre que había dentro de él saciando el hambre que tenía, aunque era incompleto. Con velocidad vampírica se adentró en la cochera llevándose a 2 doncellas que se encontraban dentro, éste las partió el cuello con un movimiento de manos y brazos dejándolas en el suelo, subcionando también la sangre de éstas dos, Ian estaba satisfecho, pero quedaba alguien más. Por lo que éste entró con decisión colocándose frente a ella, sentado entrecruzando una de sus piernas, el vampiro, estaba completamente sangrado por la boca, los restos de la sangre de aquello plebeyos. -Bonjour Mademoiselle- Dice con un rostro sádico y malicioso -¿Reclamabas mi presencia? Aquí me tienes- Dice tranquilo mientras esperaba la reacción de la muchacha.

por **Leonela Von Drachenberg** Miér Mar 23, 2011 9:53 am

Sin ver a nadie subi a mi coche, cuando de manera repentina senti un bandeo en este; como si una especie de bestia callera de los arboles sobre el techo. Los caballos fuera se habian encabritado y algunos ruidos extraños provenian del exterior

¿Quien esta hay?- grite alarmada mientras ques mis dondellas dentro gritaban de pavor y llamaban a los santos a resguardar sus almas, pero sin saber como habian desaparecido del interior del coche, mi respiracion llegaba ya al nivel de la hiperventilacion, llamaba constantemente al conductor del coche pero este no hablaba solo podia escuchar a los cabellos que se habian detenido y que se encontraban nerviosos fuera.

Mi cuerpo no me obedecia y por mas que deseaba asomarme para ver que sucedia, este en estado de shock se encontraba congelado, aferradoal asinto, cuando delante de mi casi por arte de magia delante de ella.

Nunca habia creido en la existencia de demonios, mucho menos que estos se presentaran con voz suave y sensual al hablarle, pero la sangre que goteaba de su boca dejaba en claro de que circulo infernal habia escapado aquella criatura, aunque su sola presencia le inspiraria temor no demostre aquello, a menos por mi respiracion rapida y entrecortada. Muchas veces habia tenido la muerte frente a mi y ahora de nueva cuenta estaba ahi

¿Que clase de demonio eres y si tienes nombre me lo manifestaras?- le espete con rabia contenida- ¿Que haz hecho con mis acompañantes bestia infernal?, me lo diras ahora mismo, por el nombre de Dios Altisimo- no sabia lo que decia pero si habia de morir hay y ahora mi orgullo y temple no se veria destruido solo por gimotiar como una mujer debil

por **Ian Lancaster** Jue Mar 24, 2011 6:30 am

Los caballos estaban nerviosos, y era lógico, lo que no le había parecido normal al vampiro, era la supuesta valentía que la muchacha había mostrado desde que el vampiro se encontraba dentro de la cochera de aquel carruaje, todo estaba en silencio, era agradable para el colmillos toda aquella oscuridad y paz que se encontraba allí, hasta que la muchacha irrumpió su relajación haciendo que éste la mirara con una ceja levantada, y notando como una gota había caído de su barbilla a su pantalón, usó la manga de su camisa para limpiarse la boca, no era de agradar el que lo viera de aquella manera, tan sangrienta y demoníaca como podía aparentar, pero en el fondo Ian era un buen chico, pero debía alimentarse, ¿no?.

Lo dicho, la muchacha mostraba valentía, pero el vampiro estaba completamente seguro de que estaba muerta del terror, ya que si se ponía de manera agresiva correría la misma suerte que sus acompañantes esa noche. Sonrió maliciosamente al escucharla, le preguntó su nombre con rabia y que era, éste se dió con la mano en la frente negando con la cabeza, y con voz tranquila y con ojos rojos, la miró clavando sus ojos en los de la muchacha -Creo que es bastante obvio que clase de ''bestia'' soy, un chupa-sangre- Dijo soltando una pequeñísima risa maléfica para después con una velocidad pasmosa, se colocó frente a ella, a un par de centímetros de su rostro, poniendo sus manos en la parte de la cochera en donde la chica daba la espalda, haciendo que quedara encorbado para mirarla de frente y susurrarla -Creo que mi nombre, es lo de menos- Dijo pudiendo sentir la respiración agitada de la muchacha sobre el rostro del vampiro, haciendo oler su aroma, algo que le encantaba, después alzó una ceja con el rostro serio -Creo que tus acompañantes no volverán a ver la luz del sol, solo servían de alimento- Dijo con una mueca de tristeza bastante falsa y luego con su dedo índice lo llevó hasta su mejilla acariciándola hasta llegar a sus labios para callarla -No uses el nombre de Dios en vano, pues no te servirá preciosa- Dijo acercándose a su cuello para respirar su aroma, haciendo pasar la punta de la lengua del vampiro por dicho cuello, para apartarse de nuevo para mirarla.

por **Leonela Von Drachenberg** Sáb Abr 02, 2011 3:53 pm

Su voz aunque fria y tranquila, resultaba terriblemente amenazadora. Sabia bien que quizas mi final estaria proximo. Me estremeci al sentir su mano sobre la piel de mi rostro, sentia la humedad agolparse en mis ojos cuando me dijo aquello de mis damas de compañia, ya que las apreciaba profundamente

Maldito- musite a duras penas cuando se acerco

No podia moverme, era como estar frente a una serpiente venenosa, la cual se disponia a clavar sus dientes en su presa, cerre los ojos temblorosamente- Si haz de matarme, me concederas el beneficio de saber tu nombre, para saber que alma maldecir delante de la puerta celestial y asi resivas una condena mayor a la que ya posees- dije con un dejo de frialdad en mi voz.

Quizas habia perdido la razon, quizas despues de todo deseaba morir de alguna forma, ante ese pensamiento el recuerdo de mi hermano y de su terrible muerte se aferro en mi mente; logre recordar su larga convalecencia y como la vida, junto con su sangre abandonaba su cuerpo. La muerte tardo en llegar por el, y eso fue lo que hizo ese tiempo mucho mas agonico, no solo para mi hermano al que yo amaba, sino tambien para mi. Ya que mientras mas deseaba estar a su lado, mi padre; de manera cruel me habia alejado de su lado ya que yo debia ser ahora la sucesora. Un hijo con hemofilia era lo que menos se esperaba el gran Duque de Lorena y ahora debia ser una mujer la que lo sucediera.

Recorde como me escapaba de mi padre y acudia al lecho de mi hermano, su rostro palido pero aun asi hermoso, las lagrimas que bañaban su rostro porque deseaba verme.

Abri mis ojos y me di cuenta de que las lagrimas corrian por ellos, pero eso no fue lo que me sorprendio, ya que aquel ser se habia separado de mi y me miraba con una extraña expresion en su rostro

por **Ian Lancaster** Dom Abr 24, 2011 5:15 pm

Sentía el terror en sus ojos, es más, hasta Ian se lo pasaba bien amedrentando e inmoralizando a aquella muchacha bien vestida y con trapos que costaban una fortuna. Era algo que a Ian le importaba lo más mínimo, pues él era de la realeza escocesa, y nada le importaba, e incluso, el dinero no le importaba. Aquella noche era solo de ambos, y al conocer su respuesta no pudo hacer más que reirse. Cómo podía decir de maldecirlo en lo alto, es más, parecía una creyente del alto ejecutivo del cielo. Aquellas plebeyas eran simples alimentos para personas como Ian, lo que no podía creer era que la muchacha estaba como dolida, éste alzó una ceja y la susurró al oído -Cómo puedes sufrir por unos míseros esclavos, por mucho aprecio que puedas tener, en el fondo viven como esclavos al servicio de una persona repugnante como lo son la realeza y la clase alta. Se piensas que viven como personas felices, pero es acosta de la infelicidad de quien trabaja para ellos. Es algo molesto, ¿sabes?- Éste se alejó de nuevo sentándose en frente suya cruzando una pierna sobre la otra colocándose la mamo sobre su mentó mientras que su otra mano se estiraba hacia el respaldo quedando de manera chulesca en aquella ubicación. Después soltó una leve risa mientras se inclinó para mirar por el pequeó y cuadrado ventanal llevando una mano suya a la cortina para arrastrarla un poco para poder ver lo que afuera había, nada. -¿Matarte? ¿Decir mi nombre? Ambas cosas pueden descartarse, al menos... por el momento. Todo depende de usted querida... -Dijo con un deje de burla en su voz mientras que sus ojos volvían a tomar su color azul, el normal. Éste la volvió a mirar con una ceja levantada y con un tono de irónica preocupación comentó y formuló -Dime...¿Porqué de noche? ¿Porqué visitar a los parientes de noche? -Dice con una ceja levantada, y era cierto su comentario, porque la gente o al menos, aquella muchacha había decidido ir tan tarde a visitar a sus muertos, era algo impensable para cualquier persona, pero ella ya lo había cometido, y había sido un paso en falso para su vida. ¡No! Para su vida no, para la de sus acompañantes, la miró serio y amenazante -Y que mas da, no puedes volver a casa... podríamos pasarlo bien- Dijo con una sonrisa pícara a la par que borde -Para que pensar en algo que ya ha sucedido, ¿no crees?- Dijo soltando ahora sí, una gran risa maliciosa, pero corta. Se quedó mirándola fíjamente a los ojos, era una muchacha hermosa, y no quería lastimarla, no por el momento. El vampiro se volvió a acomodar como antes en aquel asiento esperando los comentarios de la humana.

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