Conociendo un nuevo lugar...

por **Lisan Van Tassel** Miér Mar 16, 2011 4:11 pm

Ya habían pasado unos días desde mi llegada a París, aun no recorría toda la ciudad, pero ya había conocido gente gentil e interesante como Mademoiselle kya y Monsieur kendal. Este día me sentía con el deseo de salir sola a recorrer esta enorme ciudad, arregle mi cabello y me abrigue ya que el día estaba bastante frió.

Camine por un largo rato, observando a mi alrededor las calles y tiendas de parís. Una tienda llamo mi atención, en su vitrina se veían hermosas telas de diversos colores, se notaban bastante finas, hilos dorados y hermoso zapatos.

-Un dia de compras no me vendría nada de mal, así podría vestirme acorde a esta gran ciudad-Pensé mientras sonreía.

Luego decidí seguir con mi camino, seguir a paso lento por largo rato hasta que divise una hermosa plaza. Llegando a ella tome asiento en una de las bancas y me dedique a admirar el paisaje.

por **Roldán La Fère** Sáb Mar 19, 2011 8:51 pm

Mi padre había empezado a ponerse más pesado últimamente con el asunto del matrimonio, y como resultaba que estaba en contra de mi naturaleza condescendiente el contradecirlo, había terminado una vez más por adoptar una actitud indiferente y limitarme a abandonar su despacho. Era consciente de que con ello no resolvía el asunto, simplemente lo aplazaba y eso no servía sino para ofrecer una solución al presente, aunque no aseguraba mi futuro.

Aún así no estaba en mí el reflexionar demasiado en asuntos que pudieran afectar mi humor habitual, así que media hora después daba indicaciones al chofer para que me llevara a la Plaza Tertre. Había un ambiente tan bohemio en ese lugar que me reconfortaba de inmediato, particularmente cuando al placer por el arte moderno se agregaba el encuentro con alguna encantadora señorita.

Paseaba de manera aparentemente distraída cuando el destino quiso compensarme el trago amargo pasado con mi padre mostrando frente a mis ojos a una delicada muchacha poco menor de 20 años. El sol parecía haber respetado su piel, de una blancura que muchas damas que yo conocía envidiarían por lo pura y natural que resultaba. En contraste, una hermosa cabellera pelirroja, no de un rojo sutil sino de aquel rojo que denotaba carácter. Me acerqué a ella dispuesto a coquetear un poco, pero la intención desapareció al punto en que ella levantó su rostro, encantador sobra decir, hacia mí. Sus labios eran los de una mujer, definitivamente sería un placer poder besarlos, no obstante había algo en su mirada que me hizo titubear. Yo, que en otras circunstancias no habría titubeado en lanzarle un galante cumplido, quedé confundido al notar la inocencia brillando en aquel par de límpidos ojos azules. Finalmente, decidí que me comportaría de manera menos cassanova hasta haberla evaluado, pues, aunque cassanova empedernido, siempre respetaba a las chicas como ella que tanto me recordaban a Zuriè. Me quité el sombrero galantemente mientras me inclinaba cortésmente con una sonrisa moderadamente amable. Bonjour, mademoiselle esperé su respuesta... de ella dependería que me marchara y dejara de importunarla o que me quedara a hacerle compañía.

por **Lisan Van Tassel** Sáb Mar 19, 2011 9:11 pm

Miraba a la gente pasear lentamente, las parejas, las madres con sus hijos e hijas, la joven de padre adinerado junto a su doncella con una sombrilla, al verlo no pude evitar sonreír viéndome reflejada en ello. La briza se sentía agradable meciendo sutilmente mis cabellos, observaba a las palomas recoger las migajas de pan que se encontraban en el césped y sin darme cuenta comencé a sumergirme en mis pensamientos...

-Todo es tan distinto...no se parece en nada a la vida que se lleva en país-Pensaba mientras recordaba a mi padre y las tardes que pasaba siempre rodeada de gente. En este lugar era una completa desconocida, había tenido suerte de conocer a Monsieur Kendal y a Kya si no mi instancia seria realmente solitaria, de pronto una voz masculina perturbo mis pensamientos haciendo que mirara rápidamente hacia el joven que hablo, lo mire fijamente a los ojos sin timidez alguna y le respondí...

-Bonjour,Monsieur- Le dije con un tono dulce seguido de una pequeña sonrisa...

Observe el rostro de aquel hombre por unos segundo, notando sus verdes ojos estos se notaban sinceros pero al mismo tiempo gallardos. Desvié mi mirada de su alta y bien formada silueta hacia unos niños que jugaban con un pequeño cachorro...

-Quizás le eh incomodado al mirarlo fijamente...no es la actitud que debería tener una señorita...-Pensé mientras miraba a los pequeños.

por **Roldán La Fère** Sáb Mar 19, 2011 9:24 pm

Sonreí fascinado ante el encantador gesto que tuvo al responderme antes de desviar la mirada. En otras jóvenes habría parecido estudiado y dictado por el más estricto de los protocolos, pero en ella resultó tan asombrosamente natural que mi interés por ella aumentó considerablemente. Su voz resultaba dulce y agradable, tan reposada que nuevamente volvió a colocar, de manera involuntaria, un freno a mi natural coquetería.

Posé mi mirada en los pequeños que jugaban con el cachorro pensando cuál debía ser mi siguiente movimiento. Puesto que había renunciado a emplear mis métodos habituales y siempre efectivos para conquistarla, habría resultado vergonzoso retroceder, incluso si era ante una virtud tan sincera. Volví a posar mi mirada en su maravilloso perfil intentando no incomodarla. Espero disculpe mi atrevimiento pero me es indispensable conseguir su permiso para acompañarle siempre que mi presencia no la incomode... solicité educadamente.

por **Lisan Van Tassel** Sáb Mar 19, 2011 9:41 pm

Mientras observaba a esos niños ensuciarse y escuchar los ladridos de aquel cachorro, la voz de aquel joven capto mi atención nuevamente.

-Para mi no es ninguna molestia Monsieur...pero antes creo que lo mas adecuado seria presentarnos...-Le dije sonriendo.

-Soy Lisan Van Tassel...es un placer conocerlo Monsieur.-Le dije educadamente haciendo un pequeño gesto de reverencia con mi cabeza.

Mire nuevamente al joven, se notaba bien educado y de buena familia, su voz era particularmente atractiva junto con su rostro. Sonroje levemente al percatarme que le observe por varios segundos.

Luego de eso para distraerme y esconder el rubor de mis mejillas, tome mi pequeño bolso que se encontraba a mi lado y lo puse sobre mis piernas para que el joven tuviera mas espacio para acomodarse.

por **Roldán La Fère** Sáb Mar 19, 2011 10:17 pm

El encanto de mi interlocutora aumentaba a cada momento, y eso era peligroso porque de seguir así no podría contenerme mucho más antes de intentar seducirla. Hice un acopio de valor para recuperar mi fuerza de voluntad. Para ayudar a ello bastaba con recordar el ceño fruncido de Zuriè y por arte de magia el don Juan que habitaba en mí se adormecía... sólo un poco.

Tomé su mano para besarla a modo de presentación. Van Tassel... me sonaba conocido de algo pero entre tanto apellido y tanta familia, era difícil recordarlo. Incluso me pregunté si no la habría conocido con anterioridad, pero la idea se desvaneció en el acto cuando la vi sonreír. No olvidaría a alguien así tan fácilmente. Roldán La Fère respondí mientras me preguntaba si sería oportuno preguntar sobre su familia, solo para asegurarme porque su apellido no me era desconocido. Sin embargo siempre había considerado de mal gusto indagar en los árboles genealógicos de otras personas, pues sabía que aún con la mejor intención, podía sonar como si intentara poner a prueba su linaje o dudara de él. Temas así eran demasiado delicados como para tocarlos en una conversación improvisada en mitad de una plaza pública y con alguien que acababa de conocer. Hice una cortesía mientras me sentaba a su lado. Para mi sorpresa, la poca distancia que había entre su cuerpo y el mío no logró hacerme perder la compostura. Sonreí discretamente. Si Zuriè pudiera verme en ese momento constataría que no iba detrás de cuanta falda se me atravesaba. Aunque la verdad era que pocas faldas me inspiraban ese algo de virtuoso respeto.

Seguir en silencio habría resultado incómodo, así que dije lo primero que pasó por mi mente en ese momento. Parece que el clima parisiense le agrada mademoiselle. al momento de decirlo me arrepentí por lo impropio que podía resultar manifestar que conocía su calidad de extranjera, pero luego de observarla un par de minutos había llegado a esa conclusión y me fue imposible no exteriorizarla. Carraspeé en un intento por salvar la situación. Disculpe si mi comentario resultó insolente, pero es una costumbre que tengo. había más orgullosa resignación que vergüenza en aquella aceptación de mi defecto, pero estaba tan ocupado en observar su reacción que no le presté importancia a mi falta de modestia.

por **Lisan Van Tassel** Sáb Mar 19, 2011 10:45 pm

El joven se presento caballerosamente, Roldán La Fère, el solo escucharlo se notaba su alto linaje, el tomo mi mano y poso un suave beso sobre ella logrando que mis mejillas se enrojecieran nuevamente, al soltar mi mano la lleve rápidamente a mi regazo. Después de un momento silencio el hace un comentario...

-La verdad es que si...a pesar de que es invierno el clima es amable de día, pero de noche es tan helado que mis labios se sonrojan con el frió hacerme parecer aun mas pálida... - Le dije en tono dulce para finalmente sonreír levemente...en ese momento recordé la fría noche que llegue a París y dos desconocidos se cruzaron en mi camino. Recorde el momento en que la señorita Kya arrojo una bola de nieve a la cabeza del joven Kendal fue un momento muy gracioso, la voz del joven Roldán me hizo volver al presente...

-No me pareció para nada insolente su comentario...Monsieur Roldán.- Le dije en un tono suave mientras lo miraba a los ojos.

-No hay de que preocuparse Monsieur...pregunte lo que desee no creo que logre incomodarme...su precensia es bastante grata para mi en estos momentos...- Le dije en un tono calmado sin quitar mi vista de sus verdes ojos...

De cierta manera, la mirada de Monsieur me intrigaba, deseaba descifrarla pero apenas lo conocía. Medite un momentos mientras esperaba ansiosa su respuesta, mientras me preguntaba a mi misma, que clase de cosas me preguntaría, ya le eh dado la libertad de hacerlo así que solo faltaba que el decidiera.

por **Roldán La Fère** Sáb Mar 19, 2011 10:59 pm

La idea de que considerara París un sitio frío me llevó a preguntarme de que lugar provendría. Por un instante algo parecido a una sonrisa divertida bailó en sus labios, y por la mirada distante, supuse que pensaba en alguna anécdota divertida. Tenía sentido del humor y eso era bueno, o al menos era algo que yo apreciaba sobremanera entre la gente de clase alta. Enarqué las cejas con interés pero antes de que ella se explicara más al respecto, cambió de tema extendiendo a mi persona una oferta nada desdeñable.

La posibilidad de tener carta blanca para preguntar lo que me placiera era demasiado tentadora para considerar en ese momento la etiqueta que rigurosamente exigiría no hacer caso de tal invitación, negando cortésmente el hacer uso de ella y educadamente hablar de temas triviales. Sin embargo el clima o la jardinería no eran temas que me resultaran atractivos. Menos aún cuando tenía frente a mí a una encantadora extranjera.

Sonreí ante su cumplido y le aseguré que el sentimiento de bienestar era mutuo. Permanecí pensativo un momento más preguntándome qué podría preguntar. Haré uso del privilegio que me otorga y prometo no abusar de él. aseguré antes de preguntar ¿De dónde proviene mademoiselle? sus rasgos escapaban por completo a mis deducciones y no era capaz de acertar su nacionalidad. Además era, según creí, una pregunta bastante inofensiva.

por **Lisan Van Tassel** Dom Mar 20, 2011 8:00 pm

Los segundo se volvían eternos para mi en ese momento, esperaba de manera ansiosa la respuesta de Monsieur. Cuando por fin escuche su voz, lo mire fijamente, ansiosa de saber que clase de preguntas me haría. Al escuchar su respuesta sonreí sutilmente y le conteste.

-Monsieur Roldán...me impresiona lo común de su pregunta...-Dije sonriendole.
-Pero...es adecuada, ya que solo llevamos un momento de conocernos, sera un placer responder su pregunta Monsieur- Dije en tono dulce pero serio al mismo tiempo.
Pensé un momento en mi país natal, recordando a mi padre y los bellos paisajes que rodeaban mi hogar sin duda Austria no tenia nada que envidiarle a Francia, esta era hermosa aunque no tenia ese toque de elegancia que poseen los franceses. Luego de vagas en mis pensamientos me dispuse a responder la interrogante.

-Provengo de Melk, una ciudad Austriaca, nací en ese lugar y pase toda mi vida hasta hace un mes allí, es un lugar bastante hermoso mi padre posee una gran mansión rodeada de áreas verdes y a las cercanías de un lago...pero a pesar de eso no se compara con la elegancia que posee París esta se respira en el aire...- Le dije suavemente mientras miraba el cielo como si observara el cielo de Melk.

Luego de eso lo mire y pensé que no seria maleducado preguntar también sobre su procedencia, ya que el lo había preguntado. Quite mis ojos soñadores del cielo y lo mire a los ojos nuevamente...

-Monsieur Roldán...y usted de donde proviene?-Le dije seria y atenta por escuchar su respuesta...

-Espero que mi pregunta no le sea importuna...-Dije unos segundos después de haber preguntado su proveniencia, no quería incomodarlo pero necesitaba saber.

por **Roldán La Fère** Dom Mar 20, 2011 9:36 pm

OFF: de Melk como Adso de Melk :face:

Casi sentí pena por haber preguntado algo así de simple, pero para empezar, era mejor comenzar con preguntas de ese calibre. Me sorprendió descubrir que hasta apenas hacía un mes había abandonado su hogar. Eso explicaba el por que su carácter era más sencillo que mundano y le confería ese aire tan particular.

La expresión de su rostro dejó en claro que amaba su lugar de origen, y por un momento mientras describía Melk, recordé Poitiers y su ambiente un poco más militar y sin embargo provinciano que lo distinguía de París y otros lugares. Precisamente por notar cuanto le gustaba vivir ahí, me llamó la atención el hecho de que lo hubiera dejado. Además ¿era ese imperceptible tono uno de tristeza o era simple añoranza? Para que una joven así abandonara su hogar y decidiera obrar tan radicalmente cambiando incluso de país, debía de tener alguna razón muy poderosa. Confieso que deseé preguntarsela en seguida, pero sabía que primero debía ganarme su confianza.

Sonreí encantadoramente cuando me devolvió la pregunta. Mademoiselle tiene en mí a una invaluable fuente de información, ya sea sobre París, Francia, o sobre mi persona, no dude usted en preguntar lo que deseé su seriedad me descolocaba por momentos, en especial porque no estaba habituado a ella, pero respondí con total desenfado que provenía de Poitiers. No está muy cerca de París, pero creo que ahora veré la distancia bajo otra perspectiva sugerí amistosamente haciendo alusión a la considerable distancia que había recorrido ella misma.

por **Lisan Van Tassel** Jue Mar 24, 2011 11:24 am

Lo observaba a los ojos mientras este hablaba, sin poder evitar sonreír al escuchar sus palabras. El tiempo avanzaba a nuestro alrededor y no nosotros parecíamos inmortalizarlos tan solo con estar sentado en esa banca, que aunque no tuviera nada particular me hacia sentir como en otro lugar.

-Monsieur Roldán me encantaría que usted pudiera enseñarme lo que sabe de París...- Le dije con una voz dulce mientras lo observaba, luego tome mi bolso y me puse de pie quedando frente a frente con Monsieur.

-Me apetece muchísimo poder recorrer este maravilloso paisaje...me acompaña Monseiur?-Le pregunte mientras tendía mi mano para que este se pusiera de pie junto a mi.

El tiempo avanzaba trayendo la tarde hasta nosotros...levemente comenzó a bajar la luminosidad y el frió comenzó a llegar a mis mejillas provocando que estas se sonrojaran un poco. Mientras caminábamos comencé nuevamente a recordar mi país natal y hacerme una serie de preguntas sobre este Monsieur que me acompañaba, deseaba saber mas de el pero no sabia como preguntar, realmente su mirada me intrigaba.

por **Roldán La Fère** Lun Mar 28, 2011 6:44 pm

Que me pidiera servirle de guía era para mí un honor, puesto que manifestaba confianza. Sonreí dándome por vencido. Yo no podía abusar de esa confianza, y aunque tuviera un rostro tan hermoso por esa vez me contendría y no la importunaría de ninguna manera que resultase impertinente. Me incliné respetuosamente hacia ella mientras tomaba su pequeña y delicada mano de niña entre la mía. El contacto era tan agradable como mi compañera, pero las reglas de etiqueta impedían que fuéramos por París cogidos de la mano, lo cual resultaba de mayor perjuicio para ella, que era una jovencita soltera y casadera, que para mí. Mademoiselle… será un placer servirle besé con delicadeza su mano antes de ofrecerle mi brazo como punto de apoyo.

La guié hacia la parte sur de la Plaza, que era con mucho, la más favorecedora debido a la panorámica vista que ofrecía de París. He aquí, mademoiselle, el por qué esta plaza es mi favorita. deje que mi vista vagara por el paisaje, dejándola que lo admirara a placer. La tarde comenzaba a caer pero confiaba en poder mostrarle más cosas antes de que nos sorprendiera la noche. No dejé de notar empero la brisa fresca que comenzaba a soplar, y preocupado por si pudiera afectarle, me quite la casaca que traía puesta y la coloqué con delicadeza sobre sus suaves hombros. El clima por estas fechas es fresco a estas horas de la tarde, mademoiselle. Le recomiendo cargar algo más abrigador la próxima vez comenté y sin darle tiempo a que me lo agradeciera le dediqué una sonrisa y le ofrecí el brazo nuevamente. Ahora si me lo permite la llevaré a apreciar un poco de arte moderno. Es algo tarde ya, pero sin duda encontraremos todavía algunos pintores callejeros. concluí antes de echarme a andar.

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