AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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En casa (Privado)
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En casa (Privado)
- me alegra ver que se encuentran comodas- les saludo con una sonrisa mientras una de las sirvientas le tendia una taza de te caleinte- les ruego que me discuplen un momento ire a cambiarme mi ropa esta un poco mojada- algo de nieve habia caido sobre el y el calor del coche le habia derretido y mojado sus ropas.
-cuando baje hablaremos si?- les sonrio, si la señorita cassabell deseaba que le escoltase su casa podrian ir a cenar y llevarla despues... o tal vez podria ir primero a dejarla einvitarla como se debia... que el cielo le ayudace a no meter la pata, normalmente no se equivocaba tanto con las damas, era cuidadoso y si llegaba a ofender o a incomodar a alguna de ellas no podría perdonarcelo.
El era un caballero... y si no podia ver por el bien de una preciosa doncella que clase de hombre era? Sin duda uno que no servia para mucho y menos aun que pudiese llamarse a si mismo caballero.
Bajo ya con un taje de chaqueta gris, seco y ya sin frio viendoles hablar animadamente, se notaba que se llevaban muy bien.
- espero no interrumpir...- hablo mientras entraba al salon- y diganme mis preciosas damas... cual es son los planes?- queria saber si la señorita cassabel se quedaria con ellos y si la señorita Tassel necesitaria un mensajero y un cocheropara enviar aquella carta y el coche de vuelta.
-cuando baje hablaremos si?- les sonrio, si la señorita cassabell deseaba que le escoltase su casa podrian ir a cenar y llevarla despues... o tal vez podria ir primero a dejarla einvitarla como se debia... que el cielo le ayudace a no meter la pata, normalmente no se equivocaba tanto con las damas, era cuidadoso y si llegaba a ofender o a incomodar a alguna de ellas no podría perdonarcelo.
El era un caballero... y si no podia ver por el bien de una preciosa doncella que clase de hombre era? Sin duda uno que no servia para mucho y menos aun que pudiese llamarse a si mismo caballero.
Bajo ya con un taje de chaqueta gris, seco y ya sin frio viendoles hablar animadamente, se notaba que se llevaban muy bien.
- espero no interrumpir...- hablo mientras entraba al salon- y diganme mis preciosas damas... cual es son los planes?- queria saber si la señorita cassabel se quedaria con ellos y si la señorita Tassel necesitaria un mensajero y un cocheropara enviar aquella carta y el coche de vuelta.
Kendal Rose- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 04/03/2011
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Re: En casa (Privado)
Nos habíamos encamiinado a la mansión de monsieur Kendal y sin duda el paisaje por el que atravesábamos era causador de infartos para aquellos que verdaderamente apreciaban todo el ambiente, pegué literlamente mi nariz zobre el vidrio para poder observar mejor así que el trayecto no me hizo absolutamente largo el camino. Cuando llegamos, me quedé embobada y no precisamente por lo demás sino por el enorme hogar al que estábamos a punto de arribar.
Miedosa se tocar hasta la puerta me contuve, nos adentramos con la sra. Pitsbull conduciéndonos y Kendal había dicho que iría a cambiarse-
-Monsieur, si tenéis un traje de mi talla os agradecería que pueda prestármelo- bromeé retirándome el gorro de mi cabellera colocándolo sobre el perchero hallado sobre la sala de estar no era para quejarme pues estaba bastante acostumbrada a vivir en residencias de ese vuelo o más grandes pero el ambiente era muy distinto, miré a Lisan sonriente.
-Lisan, ¿Estáis mejor? porque la verdad yo ni siento las narices- murmuré en voz bajita llevándome la mano al rostro entumido, la fogata comenzaba hacer efecto y parecía estar derritiéndome con ella lentamente.
De repente volvió a aparecer Kendal sobre nuestrs ojos; se veía mucho mejor yyo seguramente parecía un despilfarre de mujer, suspiré acomodándome el cabello lo mejor posible sonriéndole-
-Monsieur, no interrumpís nada en específico le decía a Lisan que estaba a punto de ser trasladada en figura de hielo, poco faltaba sin duda sinceramente no pretendo salir de aquí en muy buen rato puede más la comodidad antes de prefeir terminar muerta de hipotermia o algo parecido- reí alzando los hombros mostrándole mi nariz casi amoratada haciéndome ver como reno de navidad-
Miedosa se tocar hasta la puerta me contuve, nos adentramos con la sra. Pitsbull conduciéndonos y Kendal había dicho que iría a cambiarse-
-Monsieur, si tenéis un traje de mi talla os agradecería que pueda prestármelo- bromeé retirándome el gorro de mi cabellera colocándolo sobre el perchero hallado sobre la sala de estar no era para quejarme pues estaba bastante acostumbrada a vivir en residencias de ese vuelo o más grandes pero el ambiente era muy distinto, miré a Lisan sonriente.
-Lisan, ¿Estáis mejor? porque la verdad yo ni siento las narices- murmuré en voz bajita llevándome la mano al rostro entumido, la fogata comenzaba hacer efecto y parecía estar derritiéndome con ella lentamente.
De repente volvió a aparecer Kendal sobre nuestrs ojos; se veía mucho mejor yyo seguramente parecía un despilfarre de mujer, suspiré acomodándome el cabello lo mejor posible sonriéndole-
-Monsieur, no interrumpís nada en específico le decía a Lisan que estaba a punto de ser trasladada en figura de hielo, poco faltaba sin duda sinceramente no pretendo salir de aquí en muy buen rato puede más la comodidad antes de prefeir terminar muerta de hipotermia o algo parecido- reí alzando los hombros mostrándole mi nariz casi amoratada haciéndome ver como reno de navidad-
Zaskya Cassabel- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/02/2011
Re: En casa (Privado)
Salimos con rumbo hacia el hogar de Monsieur Kendal, mi carruaje nos fue siguiendo de cerca. El camino que recorrimos tenia un hermoso paisaje, aunque era de noche y de cierta manera se veía tenebroso, la blanca nieve brillaba como la luna de aquella misteriosa noche.
Al llegar a nuestro destino mi doncella y mi cochero se destinaron a descansar, dejamos mi equipaje dentro del carro por el momento. El lugar era realmente hermoso, era elegante y hogareño, nos adentramos siguiendo a la señorita Pitsbull.
Nos sirvieron el te a los pocos minutos de llegar a una sala, escuche con atención a Kya y sonreí al escuchar sus palabras.
Luego ella hablo nuevamente mientras aun calentaba mis manos....
-Si gusta Mademoiselle Kya...cuando se reincorpore con nosotras Monsieur Kendal, os puedo prestar algunos de mis vestidos, la verdad también me acomodaría cambiarme de ropa y sera un honor que usted aceptase...-Le dije sonriendo de manera amable...mientras me quitaba el abrigo y me acercaba a la chimenea para calentar mis manos.
Si me encuentro mejor...la verdad que el fuego de esta chimenea es realmente agradable...-Le dije sonriendo indicándole que se acercara...
Pasaron unos minutos, me acercaba a tomar un poco de te a la mesilla que encontraba en la habitación y Monseiur Kendal apareció, vestido muy elegante me le quede mirando mientras llegaba a nosotras y hablo.
Sonríe al escuchar lo que kya respondía a lo que conteste rápidamente...
-Es muy graciosa Mademoiselle Kya...pero la verdad es que tiene razón, hace muchísimo frió, la cena podría dejarse para otra ocasión si no le molesta Monsieur Kendal?-Le dije en un tono suave y le sonreí dulcemente mientras me acercaba a la mesilla y bebía un poco de te para calentar mi cuerpo.
Luego mire nuevamente a Kya y mencione...
-Desearía cambiarme de ropa igual que a Mademoiselle Kya...espero no le moleste si le pido si pueda bajar mi equipaje del carruaje Monsieur Kendal?...realmente se lo agradecería muchísimo y no tal solo yo si no también Mademoiselle Kya-Le dije en un tono suave mientras lo miraba a los ojos.
Al llegar a nuestro destino mi doncella y mi cochero se destinaron a descansar, dejamos mi equipaje dentro del carro por el momento. El lugar era realmente hermoso, era elegante y hogareño, nos adentramos siguiendo a la señorita Pitsbull.
Nos sirvieron el te a los pocos minutos de llegar a una sala, escuche con atención a Kya y sonreí al escuchar sus palabras.
Luego ella hablo nuevamente mientras aun calentaba mis manos....
-Si gusta Mademoiselle Kya...cuando se reincorpore con nosotras Monsieur Kendal, os puedo prestar algunos de mis vestidos, la verdad también me acomodaría cambiarme de ropa y sera un honor que usted aceptase...-Le dije sonriendo de manera amable...mientras me quitaba el abrigo y me acercaba a la chimenea para calentar mis manos.
Si me encuentro mejor...la verdad que el fuego de esta chimenea es realmente agradable...-Le dije sonriendo indicándole que se acercara...
Pasaron unos minutos, me acercaba a tomar un poco de te a la mesilla que encontraba en la habitación y Monseiur Kendal apareció, vestido muy elegante me le quede mirando mientras llegaba a nosotras y hablo.
Sonríe al escuchar lo que kya respondía a lo que conteste rápidamente...
-Es muy graciosa Mademoiselle Kya...pero la verdad es que tiene razón, hace muchísimo frió, la cena podría dejarse para otra ocasión si no le molesta Monsieur Kendal?-Le dije en un tono suave y le sonreí dulcemente mientras me acercaba a la mesilla y bebía un poco de te para calentar mi cuerpo.
Luego mire nuevamente a Kya y mencione...
-Desearía cambiarme de ropa igual que a Mademoiselle Kya...espero no le moleste si le pido si pueda bajar mi equipaje del carruaje Monsieur Kendal?...realmente se lo agradecería muchísimo y no tal solo yo si no también Mademoiselle Kya-Le dije en un tono suave mientras lo miraba a los ojos.
PD: Disculpen la tardanza de mi post pero la universidad me esta absorbiendo
Lisan Van Tassel- Humano Clase Alta
- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 10/03/2011
Edad : 34
Localización : Paris...
Re: En casa (Privado)
kendal la escucho y olteo tras el cmo buscando algo o a alguien- por supuesto señoritas-les sonrio- sera para mi un placer invitarlas a enar en mi propia casa- aunque seguia como buscando algo hasta que su nana aparecio y entonces sonrio.
- nana las señoritas quisieran cambiarse de ropa y la señorita Tassel pregunta si puede bajar su equipaje- le mjuer le vio reprobatoriamente mientras negaba.
-usted se ah ido a cambiar nada mas llegar sin preocuparse por sus invitadas es usted verdaderamente un majadero- dijo y kendal sonrio nerviosamente pues sentia que tenia razon.
- señoritas- les hablo la mujer a las otras dos- me tome l libertad de bajar su equipaje y prepararles una habitacion a cada una, señorita Cassabel... me temo que no habia equipaje para usted asi que solo hay ropa de cama en su habitacion...
-la señorita tassel le pretara ropa -intervino kendal y la mujer sonrio.
- bueno de ser asi permitanme guiarlas a sus habitaciones- haciendoles una seña para que les siguieran y kendal solo les sonrio.
-vere que la cena este lista a su regreso-les hablo de buen humor revolciendose un poco el cabello, habia cometido una falta horrible su nana tenia razon...era una verguenza
- nana las señoritas quisieran cambiarse de ropa y la señorita Tassel pregunta si puede bajar su equipaje- le mjuer le vio reprobatoriamente mientras negaba.
-usted se ah ido a cambiar nada mas llegar sin preocuparse por sus invitadas es usted verdaderamente un majadero- dijo y kendal sonrio nerviosamente pues sentia que tenia razon.
- señoritas- les hablo la mujer a las otras dos- me tome l libertad de bajar su equipaje y prepararles una habitacion a cada una, señorita Cassabel... me temo que no habia equipaje para usted asi que solo hay ropa de cama en su habitacion...
-la señorita tassel le pretara ropa -intervino kendal y la mujer sonrio.
- bueno de ser asi permitanme guiarlas a sus habitaciones- haciendoles una seña para que les siguieran y kendal solo les sonrio.
-vere que la cena este lista a su regreso-les hablo de buen humor revolciendose un poco el cabello, habia cometido una falta horrible su nana tenia razon...era una verguenza
Kendal Rose- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 371
Fecha de inscripción : 04/03/2011
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Re: En casa (Privado)
La señora Pitsbull era alguien increíble poniendo en su lugar al chico que nos había ofreci posada, sin duda toda una dama experta sobre el tema de los modales; poco faltaba para que jalara de sus orejas, pero o que Lissan había dicho lo agradecía infinitamente pues estaba a punto de terminar congelada gratuitamente. Subimos guiadas por la señora por unas escaleras entalladas en modo espectacular, parecía trabajo hecho a mano, me pregunté cuántos años habían tardado en que aquella casa quedara lista.
-Lissan, os agradezco por prestarme algo de vestimenta es lo malo de ser una aventurera sin precauciones- reí descalzándome con los zapatos empapados, mis pies estaban exageramente fríos, los cubrí con una mantilla hallada sobre la cama.
-¿Creéis que somos de la mismta talla? - pregunté mirando sus pequeños vestidos, seguramente me quedarían cortos pues mi altura era poco habitual en esa época.
-Tenéis ropa maravillosa- murmuré mientras sacaba un vestido celeste, era cosido a mano, tenía pequeñas piedritas por las mangas y el cuello con un escote pronunciado sin llegar a lo vulgar, estaba hecho exactamente a cierta medida.
-¿Puedo pediros este?- le pregunté encaminándome a mi habitación para cambiarme, me despojé de la ropa mojada colocándola en el baño a que se secase, mirándome al espejo noté mi horrible aspecto con el maquillaje ligeramente corrido en los ojos, parecía recién golpeada por un acto criminal.
Minutos después me había quitado lo estorboso sólo quedándome con el vestido puesto, no eran horas y me negaba a llevar la base de madera, crinolina y a parte de todo los zapatos apretados. Toqué a la puerta nuevamente de Lissan.
-¿Estáis lista u os espero abajo?- le pregunté del otro lado, mi cabello estaba suelto enchinado por los copos de nieve caídos, pero estaba más caliente; no me había quitado la frasada que había tomado instantes anteriores. El vestido acrecentaba mi cintura y sí, como lo predicho quedábame corto mostrando una parte de mis piernas, no me importó quería permanecer en esa temperatura sin tender a ser paleta de hielo.
-Monsieur Kendal, en un momento habremos bajado!- avisé esperando en la base a mi nueva amiga, pero no la dejaría sola esperando que llegase nada más, le estaba debiendo bastante, después vería el modo de arreglar todas mis deudas.
-Mademoiselle, lucis increíble!- exclamé cuando la puerta se abrió, el aire sereno sobre sus ojos, la inocencia escondida en sus rasgos la tornaban bastante atractiva, en cuánto a mí esto de los vestidotes y demás no eran como lo máximo así que lucía más bien como una niña masculina con vestidito de princesa.
-Creo que justo ahora deboraría a un ciervo completo, bueno quizá esté exagerando- sonreí diciéndole a Lissan mientas bajaba la escalera observando a monsieur Rose.
-¿Y bien? por lo menos estamos un poco mejor presentados para una noche de cena en vuestro recinto- argumenté acomodándole el pañuelo en el bolsillo del saco.
-Lissan, os agradezco por prestarme algo de vestimenta es lo malo de ser una aventurera sin precauciones- reí descalzándome con los zapatos empapados, mis pies estaban exageramente fríos, los cubrí con una mantilla hallada sobre la cama.
-¿Creéis que somos de la mismta talla? - pregunté mirando sus pequeños vestidos, seguramente me quedarían cortos pues mi altura era poco habitual en esa época.
-Tenéis ropa maravillosa- murmuré mientras sacaba un vestido celeste, era cosido a mano, tenía pequeñas piedritas por las mangas y el cuello con un escote pronunciado sin llegar a lo vulgar, estaba hecho exactamente a cierta medida.
-¿Puedo pediros este?- le pregunté encaminándome a mi habitación para cambiarme, me despojé de la ropa mojada colocándola en el baño a que se secase, mirándome al espejo noté mi horrible aspecto con el maquillaje ligeramente corrido en los ojos, parecía recién golpeada por un acto criminal.
Minutos después me había quitado lo estorboso sólo quedándome con el vestido puesto, no eran horas y me negaba a llevar la base de madera, crinolina y a parte de todo los zapatos apretados. Toqué a la puerta nuevamente de Lissan.
-¿Estáis lista u os espero abajo?- le pregunté del otro lado, mi cabello estaba suelto enchinado por los copos de nieve caídos, pero estaba más caliente; no me había quitado la frasada que había tomado instantes anteriores. El vestido acrecentaba mi cintura y sí, como lo predicho quedábame corto mostrando una parte de mis piernas, no me importó quería permanecer en esa temperatura sin tender a ser paleta de hielo.
-Monsieur Kendal, en un momento habremos bajado!- avisé esperando en la base a mi nueva amiga, pero no la dejaría sola esperando que llegase nada más, le estaba debiendo bastante, después vería el modo de arreglar todas mis deudas.
-Mademoiselle, lucis increíble!- exclamé cuando la puerta se abrió, el aire sereno sobre sus ojos, la inocencia escondida en sus rasgos la tornaban bastante atractiva, en cuánto a mí esto de los vestidotes y demás no eran como lo máximo así que lucía más bien como una niña masculina con vestidito de princesa.
-Creo que justo ahora deboraría a un ciervo completo, bueno quizá esté exagerando- sonreí diciéndole a Lissan mientas bajaba la escalera observando a monsieur Rose.
-¿Y bien? por lo menos estamos un poco mejor presentados para una noche de cena en vuestro recinto- argumenté acomodándole el pañuelo en el bolsillo del saco.
Zaskya Cassabel- Humano Clase Alta
- Mensajes : 263
Fecha de inscripción : 22/02/2011
Re: En casa (Privado)
Subimos las escaleras junto a la señora Pistbull, ella nos indico nuestras habitaciones, al llegar a la mía pude ver mis maletas dentro, era un cuero bastante acogedor y poseía una cama que con solo mirarla se notaba que tan cómoda era. Kya entro a la habitación junto a mi, me hablo para agradecerme a lo que sonreí.
-Para mi es un placer...poder brindarle unos de mis vestidos, como podrás ver tengo bastante equipaje por lo que para no es problema alguno, escoge el que quieras...-Le dije de manera dulce mientras le sonreí. Comience a inspeccionar mis vestidos y a ver cual seria mejor para la ocasión, encontré un vestido que me había regalado mi padre de color rosa pálido con unas hermosas flores bordadas a mano.
-Se que mis vestidos le podrán quedar algo cortos...pero le sentaran muy bien Mademoiselle Kya usted se debe ver hermosa con todo lo que se ponga...-Le dije sonriendo mientras la admiraba un momento ella era mas alta que yo, poseía una fineza que la hacían elegante y sensual al mismo tiempo, quizás yo parecía una niña a su lado. Me dispuse a caminar hacia la cama, puse el vestido sobre ella y me senté a su lado, luego escuche nuevamente a kya por lo que desvié mi mirada hacia ella.
-Puede llevarse el que quiera o los que quiera Mademoiselle kya...por lo que veo a hecho una bella elección ese vestido le sentara muy bien...-Le dije de manera dulce mientras me quitaba las zapatillas.
Ella se retiro hacia su habitación, por lo comencé a desvestirme, me puse el vestido y me dirigí hacia un espejo para acomodarme el cabello, pude notar que me encontraba algo pálida por el frió por lo que puse un poco de colorete en mis mejillas, luego amarre mi cabello dejando la mitad de este suelto cayendo los rizos rojizos sobre mi pecho. Pude escuchar la voz de Kya por lo que me apresure en ponerme las zapatillas y rociar un poco de perfume sobre mis muñecas y cuello. Camine hacia la puerta y la abrí rápidamente.
-[color=violet]Disculpe la demora...Mademoiselle Kya.-/color]-Le dije con la respiración un poco agitada por el apuro de salir rápido de la habitación, luego ella me dijo que lucia increíble, me sonroje rápidamente.
-Muchas Gracias Mademoiselle...usted también luce muy bien, ese color hace resaltar el tono de su piel...-Le dije dulcemente mientras le sonreía y me disponía a bajar las escaleras, no pude evitar sonreír lo que decía kya la mire y le conteste.
-La verdad es que me encuentro en su mismo estado...el largo viaje me ah abierto el apetito...-Le dije sonriendo mientras miraba el final de la escalera donde se encontraba Monsieur Kendal, lucia bastante sereno se notaba que era todo un caballero.
-Para mi es un placer...poder brindarle unos de mis vestidos, como podrás ver tengo bastante equipaje por lo que para no es problema alguno, escoge el que quieras...-Le dije de manera dulce mientras le sonreí. Comience a inspeccionar mis vestidos y a ver cual seria mejor para la ocasión, encontré un vestido que me había regalado mi padre de color rosa pálido con unas hermosas flores bordadas a mano.
-Se que mis vestidos le podrán quedar algo cortos...pero le sentaran muy bien Mademoiselle Kya usted se debe ver hermosa con todo lo que se ponga...-Le dije sonriendo mientras la admiraba un momento ella era mas alta que yo, poseía una fineza que la hacían elegante y sensual al mismo tiempo, quizás yo parecía una niña a su lado. Me dispuse a caminar hacia la cama, puse el vestido sobre ella y me senté a su lado, luego escuche nuevamente a kya por lo que desvié mi mirada hacia ella.
-Puede llevarse el que quiera o los que quiera Mademoiselle kya...por lo que veo a hecho una bella elección ese vestido le sentara muy bien...-Le dije de manera dulce mientras me quitaba las zapatillas.
Ella se retiro hacia su habitación, por lo comencé a desvestirme, me puse el vestido y me dirigí hacia un espejo para acomodarme el cabello, pude notar que me encontraba algo pálida por el frió por lo que puse un poco de colorete en mis mejillas, luego amarre mi cabello dejando la mitad de este suelto cayendo los rizos rojizos sobre mi pecho. Pude escuchar la voz de Kya por lo que me apresure en ponerme las zapatillas y rociar un poco de perfume sobre mis muñecas y cuello. Camine hacia la puerta y la abrí rápidamente.
-[color=violet]Disculpe la demora...Mademoiselle Kya.-/color]-Le dije con la respiración un poco agitada por el apuro de salir rápido de la habitación, luego ella me dijo que lucia increíble, me sonroje rápidamente.
-Muchas Gracias Mademoiselle...usted también luce muy bien, ese color hace resaltar el tono de su piel...-Le dije dulcemente mientras le sonreía y me disponía a bajar las escaleras, no pude evitar sonreír lo que decía kya la mire y le conteste.
-La verdad es que me encuentro en su mismo estado...el largo viaje me ah abierto el apetito...-Le dije sonriendo mientras miraba el final de la escalera donde se encontraba Monsieur Kendal, lucia bastante sereno se notaba que era todo un caballero.
Lisan Van Tassel- Humano Clase Alta
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Localización : Paris...
Re: En casa (Privado)
kendal les observo,y sonrio.
- debo haber hecho algo muy beuno para que dos angeles vinieran a mi casa- bromeo un poco haciendose a un lado,como dandoles paso-la cena esta lista, señoritas- tendiendoles el brazo de manera teatral- permitanme escoltarlas hasta su asiento-
Pero su nana le dio un golpe antes de que pudiese hacer nada.
estare yo muerta cuando un canalla como tu las escolte, señoritas que no les olvide que las hizo pasar tal frio- y kendal rio nrvioso sintiendose culpable.
No sabia muy bien que decir, no era comun en el cometer aquella clase de faltas.
- lo lamento- dijo de forma sinsera- les recompensare, lo prometo
(perdon por lo corto tengo un par de problemas justo ahora con el tiempo, lo solucionare en ya pronto)
- debo haber hecho algo muy beuno para que dos angeles vinieran a mi casa- bromeo un poco haciendose a un lado,como dandoles paso-la cena esta lista, señoritas- tendiendoles el brazo de manera teatral- permitanme escoltarlas hasta su asiento-
Pero su nana le dio un golpe antes de que pudiese hacer nada.
estare yo muerta cuando un canalla como tu las escolte, señoritas que no les olvide que las hizo pasar tal frio- y kendal rio nrvioso sintiendose culpable.
No sabia muy bien que decir, no era comun en el cometer aquella clase de faltas.
- lo lamento- dijo de forma sinsera- les recompensare, lo prometo
(perdon por lo corto tengo un par de problemas justo ahora con el tiempo, lo solucionare en ya pronto)
Kendal Rose- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 371
Fecha de inscripción : 04/03/2011
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Re: En casa (Privado)
-¿Dos ángeles? ¿En dónde están? porque no me veo las alas por ningún lado- di la vuelta haciendo el ademán devolviendo una sonrisa de oreja a oreja mientras nos tendía del brazo caballerosamente, su nana lo había reprendido. Escuché lo que había dicho, en realidad yo era la culpable por haber dejado a Lisan algo de tiempo en la nieve mientras observábamos el paisaje.
-Madame Pitsbull he de considerarme también un poco culpable no os negaré, mi afición por el aire libre ha estado a punto de causarme hipotermias, mademoiselle Lissan llevaba el mismo camino por mis ideas locas- me sonrojé mordiéndome el labio inferior dirigiéndonos hasta dónde se estaba sirviendo la cena -Puedes cerrar la boca- me dictó el subconsiente cuando me percaté que estaba con los labios abiertos admirando el comedor de la vivienda, sacudí la cabeza soltándome del brazo del caballero.
-Monsieur, es espléndido vuestro hogar- murmuré en voz alta dando una pequeña voltereta embelesada, corrí al lado de Lissan jalándola levemente del brazo para saltar de alegría por pasar una noche tan hermosa en un sitio cómo ese, la atmósfera era apacible, por lo menos hoy... no me sentía sola -Pero niña, no seas tan sentimental puedes ir por tu pañuelito- repercutió el comentario dentro mío, maldije por unos instantes entrecerrando los ojos a mi conciencia ¿Hasta cuando terminaría mi locura? jamás... eso no sucedería, era bueno poder soñarlo.
-Taran, taran, taran- comencé a danzar a lo largo yo sola, aspirando el olor tan maravilloso de los platillos, me preguntaba qué habría de cena, pero mi estómago fue el encargado de saber su amplia curiosidad al rugir levemente -Shhhhhh!!!- musité tapándolo con ambas manos poniéndome carmín en las mejillas.
-Lo... lo siento- alcancé a decir tartamudeante mientras los observaba mirando también a madame, era tan vergonzoso aquello, delatar mi hambruna como niña de hospicio sin haber comido en meses, la verdad era que el hambre acrecentaba el apetito para permanecer calientito, sólo podía haberlo expresado de otro modo menos literal.
-Madame Pitsbull he de considerarme también un poco culpable no os negaré, mi afición por el aire libre ha estado a punto de causarme hipotermias, mademoiselle Lissan llevaba el mismo camino por mis ideas locas- me sonrojé mordiéndome el labio inferior dirigiéndonos hasta dónde se estaba sirviendo la cena -Puedes cerrar la boca- me dictó el subconsiente cuando me percaté que estaba con los labios abiertos admirando el comedor de la vivienda, sacudí la cabeza soltándome del brazo del caballero.
-Monsieur, es espléndido vuestro hogar- murmuré en voz alta dando una pequeña voltereta embelesada, corrí al lado de Lissan jalándola levemente del brazo para saltar de alegría por pasar una noche tan hermosa en un sitio cómo ese, la atmósfera era apacible, por lo menos hoy... no me sentía sola -Pero niña, no seas tan sentimental puedes ir por tu pañuelito- repercutió el comentario dentro mío, maldije por unos instantes entrecerrando los ojos a mi conciencia ¿Hasta cuando terminaría mi locura? jamás... eso no sucedería, era bueno poder soñarlo.
-Taran, taran, taran- comencé a danzar a lo largo yo sola, aspirando el olor tan maravilloso de los platillos, me preguntaba qué habría de cena, pero mi estómago fue el encargado de saber su amplia curiosidad al rugir levemente -Shhhhhh!!!- musité tapándolo con ambas manos poniéndome carmín en las mejillas.
-Lo... lo siento- alcancé a decir tartamudeante mientras los observaba mirando también a madame, era tan vergonzoso aquello, delatar mi hambruna como niña de hospicio sin haber comido en meses, la verdad era que el hambre acrecentaba el apetito para permanecer calientito, sólo podía haberlo expresado de otro modo menos literal.
Zaskya Cassabel- Humano Clase Alta
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