Perdiéndome... entre callejones (Privado Yohan)

Había salido de allí después de aquella horrible tarde con la señorita Montier y su madre igual de inaguantable, eran importantes en aquella casa y las cuales hacer la pelota, hacer que se portaba bien para al menos dejarla salir un par de horas, siempre y cuando fuese acompañada. Pero lo que no contaron fue que en un momento, Bryanna fue la que perdió de vista a aquella mujer mayor que se pegaba a ella como si fuese su sombra, estaba claro que... esa tarde iba a prometer, sería su primera tarde a solas... en la bonita ciudad de París. No estaba bien visto que una chica como ella andase por ahí sola pero ¿desde cuándo a ella le importaba tal cosa? Quería explorar, quería buscar cosas nuevas... y lo iba a conseguir como hacía con todo, nada ni nadie se le resistía.

Aligerando el paso, casi corriendo...suspiró apoyando una de sus manos en su pecho, el corazón le latía con fuerza, preso del esfuerzo pero también por la emoción de haber sido una fugada, luego tendría una excusa y si la castigaban... bueno, esperaba que al menos aquel paseo hubiese merecido la pena.

Su cabello ensortijado se le había descolocado un tanto, pero sus hábiles manos se lo colocaron medianamente bien, sin terminar de peinárselo de forma adecuada... se ayudó de un escaparate , el cristal reflejaba su imagen. Siguió caminando entre los transeúntes, aquella ciudad tenía algo especial, era muy bohemia... y todos parecían estar entre sus cosas: parejas del brazo, niños corriendo entre risas, músicos callejeros que alegraban el ambiente e incluso un delicioso olor a dulces recién hechos... aquello último, era culpable la pastelería de la esquina... llamada "La fraise", la fresa...se relamió los labios, se le antojó uno de aquellos dulces, no los había visto aún pero ¿Y qué? debían estar deliciosos, si sabían igual que olían.

Fue llegando hasta esa tienda, deteniéndose frente al escaparate donde delicadamente habían colocado con total perfección cada dulce... era difícil elegir pero de momento era mejor caminar y caminar, no sabía si aquella pesada mujer seguía tras sus pasos.

Ensimismada en sí misma, logró salir del gentío...pero a uno de los callejones, no se lo esperó...al principio sus pasos eran rápidos, hasta que al darse cuenta de que tonta de ella todo lo que quería ver lo había dejado atrás, se giró para volver...

Pero no, no podía...entre la gente pudo reconocer a aquella mujer alta, de nariz grande y cara de pocos amigos, era mejor huir y claro, seguramente no pensaría que Bryanna tomaría aquel callejón como referencia... se abrazó así misma con una sonrisa de lo más pícara en los labios, observando con aquellos ojos azules que efectivamente podría hacer lo quisiera... totalmente...

No era un buen sitio pero ¿cuál lo era? sus pasos se oían en aquellos oscuros callejones... un mal lugar o como ella lo veía, muy excitante.

Los murmullos cada vez iban quedando más atrás, no era el lugar más higiénico del mundo pero sí el más tranquilo, sus dos manos se alzaron un tanto el vestido para no mancharse los bajos de vete a saber qué era lo que había por el suelo. Pero lejos de salir corriendo como cualquier niña rica que le molestaba hasta el aire de clase baja, siguió por allí... incluso ahora daba algún que otro paso de baile, su dulce e inocente voz se dejó oír en el lugar, no cantaba muy alto pero debido al eco podía oírsele bien y claramente... no se percató con aquello de quién alguien venía, solo celebraba de que aquella mujer había desaparecido de su vista.

Una ligera brisa removía con suavidad su cabello rubio, tapándole parcialmente el rostro, juntó sus pies, tocándose la punta de ambos y una voz suave, tranquila y varonil le hizo medio sonreír, no la reconocía pero sabía que no debía temer por ello...básicamente nadie te hablaba así si quería hacerte daño, lejos de asustarse Bry miró un segundo más sus pies juntos sin bajarse la falda de su vestido, se encogió de hombros... teniendo que hacer un ligero movimiento con la cabeza para que el pelo no tapase su visión de quién podía ser quien se dirigiese a ella.

Enarcó una ceja, dándole una imagen de lo más simpática e infantil... su nariz se arrugó, como si no se esperase que la hubiesen pillado... y como si hubiese sido así, finalmente se echó a reír, con aquella cantarina risa que podía contagiársela hasta aquel que no conociese saber sonreír.

-No os equivocais, milord... pero es un fastidio tener que jugar sola ¿me equivoco? me gusta esconderme... simplemente eso, todos piensan que nunca podría estar aquí pero... que equivocados están...desde luego les creía más inteligentes pero nadie podrá superar tal cosa, ya veis...

Al clavar sus eternos ojos azules en los de aquel joven, le sonaba bastante... ¿quizás de algún café? ¿de alguna fiesta?¿de la calle? no sabía porqué pero su rostro sabía que lo había visto antes, pensativa... se mordió el labio inferior intentando colocar su imagen en algún recuerdo de su alocada mente... la cual no paraba de darle vueltas al asunto, y como siempre, sus pensamientos fueron dirigidos en alto.

-Os conozco pero ahora mismo no sé de donde... y por vuestra expresión sé que no me equivoco, por cierto, estais pisando un charco... y podeis acercaros un tanto más, no como... eso sí, de momento...-rió de nuevo pero se giró, quedando frente a él... de forma elegante y natural, su mano recogió todo su cabello a un lado de uno de sus hombros , dejando parte de su cuello a la vista- ¿Sabeis qué? Me gusta esconderme como os he dicho pero más que me encuentren... ¿algún juego que añadir, milord? me encanta jugar y sé que a vos también si no, no me hubieseis encontrado.

Bry medio sonrió con fingida inocencia... esos ojos azules se entrecerraron fijándose en los del joven, unos ojos tan azules no los olvidaba, lo sabía.

Aquella altivez le hizo alzar con verdadero orgullo su hermoso rostro, su sonrisita rebelde aún persistía en aquellos labios tan rojos como una manzana fresca y deliciosa, no los llevaba maquillados, rara vez era que lo fuese... le miró fijamente, seguramente ni él se hubiese creído lo que estaba diciendo, no la conocía ¿qué era eso de niña buena? Eso de que cuidase las apariencias y se comportara lo llevara difícil por lo que dedujo que le tomaba el pelo.

-¿Acaso creeis que tengo que voy a actuar comportarme de cierta manera para complaceros? Estais más que equivocado pero cada uno es libre de pensar lo que quiera, si no me me recordais es que entonces teneis una mala memoria, puesto que muy pocos suelen olvidarse de mí y muy pocas veces soy esa clase de chica la cual estais mentando.

Como si fuese un payaso de circo, así se sintió cuando le dijo eso de que estaba aburrido y como no tenía otra cosa que hacer pues la seguiría, entornó los ojos negando una sola vez... ¿qué se creía? No estaba para divertir a nadie, además ella misma se divertía solita y aquel noble parecía intentar sacarle de sus casillas y lo que era peor, quedar por encima de ella, cosa que no iba a permitir, estaba más que claro.

-Tendreis que ganaros el que os diga mi nombre, quién sabe, a lo mejor simplemente nos vemos esta noche y nunca más volvemos a coincidir ¿para qué dar nombres? Yo no sé a que clase de chicas estais acostumbrado, principito pero no vais a hacer conmigo lo que os plazca... ¿y ese tuteo como si nos conociéramos de toda la vida? Yo al menos te respeto y te llamo por vos, pero creo que los modales no hacen mella en vos...

Empezó a caminar esperando que le siguiese, aquel callejón era bastante largo y acogedor para aquellos que querían simplemente escapar de la realidad, se detuvo un instante esperando que él estuviese cerca para terminar topándose con el joven, chocándose de manera “accidental”, sonrió como si fuese la más inocente de todas las habidas y por haber, pero no se apartó... sus ojos azules, recorrieron cada parte del rostro del chico, examinándolo... para finalmente dedicarle una de esas breves sonrisas maliciosas tan características.

-Oh perdona... pensé que perdisteis mis pasos... ¿Vais a decirme entonces a qué clase de juego estais acostumbrado? Es para no tener que dar tantas vueltas... no me gusta andarme con rodeos pero quiero que os quede bien claro , no soy como esas muchachitas a las que estais acostumbrados... ¿acaso alguna os la habeis encontrado caminando sin rumbo por un callejón queriendo y no por accidente?

Enarcó una ceja inclinándose a él como si fuera a contarle un secreto, a pesar de que estaban solos en aquel sitio...

-Quizás sea por alguna razón por la que el destino nos ha unido...¿teneis pensado algún plan? ¿o tengo que hacer de hombre y proponeroslo?

Su dedo índice recorrió parte de su pecho, con mucha suavidad, desde el nacimiento del cuello haciendo un camino recto hasta quedar apoyado en su vientre, aquellos labios se entreabrieron dejando escapar una sonrisa de lo más sugerente.

Su risa, inundó aquel callejón...ni se llevó las manos a los labios para dejar de reír, tan solo... se quedó mirándole negando con la cabeza, le era divertido lo que buscaba y la verdad le llamaba la atención esa forma de ser tan cortante y fría, no había visto muchas en su vida aparte de la de ella... y eso se convertía en algo único. Pero no se había referido a ninguna insinuación, aún no había encontrado aquel hombre con el que siquiera le había permitido pensar que tendría alguna escasa posibilidad de estar lo demasiado cerca de ella como para pensar que se lo estaba ofreciendo todo, negó con un dedo sin moverse y se encogió de hombros después, no sabía con quién estaba hablando, ella tampoco pero quería dejarlo bien claro, palabra por palabra.

-No me importa nada lo referente que tenga que ver con vos, pues simplemente yo solo me divierto y puedo perfectamente solita, solo que es divertido también si de paso fastidio a alguien más...o caminas o adiós muy buenas, no tengo porque aguantar vuestras impertinencias, señorito... por decir algo, claro...

Aguantó su mirada azul con la de él sin la más mínima incomodidad, ella ya no sonrió, se le podía ver que estaba más que molesta con desafiarla, no aguantaba ningún desafío, ella quería ganar y nadie iba a quitarle el puesto, alzó de nuevo el rostro orgullosa esperando que dijese algo...osó a tomarla de la muñeca y su ceño se frunció sin hacerle demasiada gracia, puesto que no sonrió en ningún momento y lo peor de todo es que no le contestó... él no tenía porqué ordenar nada y mucho menos hacer lo que le diese la gana.

Desvió la mirada al sentirlo tan cerca , no quería ni mirarlo, mucho menos que estuviese a escasos milímetros de ella, sus palabras le hicieron reír realmente divertida sin acobardarse, no le tenía miedo... más bien tenía que ser al revés. Al alejarse, le siguió a cierta distancia en silencio, se guió por el sonido de los pasos y por la luz de aquella cerilla, un cigarrillo típico... claro. Chasqueó la lengua arrebatándoselo y dando una calada, dio un par de pasos atrás lo suficiente para que no se lo quitase.

-No me dais órdenes, nombro al destino si me da la real gana, y sobre ese ego vuestro de soy mejor que nadie y tengo lo que quiero os equivocais, no os necesito... menos un estorbo que me joda los planes en vez de todo lo contrario- dio un par de caladas más y tiró el cigarrillo al suelo para pisarlo después... no sin antes volver a caminar hacia él y echarle todo el humo en la cara, una burlona sonrisa se podía dislumbrar con al tenue luz que podía llegar de las calles paralelas, se despidió con la mano comenzando a caminar sola, no tenía miedo, ni de él ni de nadie...

-Y el destino lo fijamos nosotros por eso no quiero que estéis en el mío.-

Si algo odiaba era que la mandasen a callar, desvió la mirada hacia otra punta del callejón para no tener que mirarlo, o si no a saber lo que terminaría haciendo, no se le ocurría nada especialmente agradable en aquella cabeza rubia. Y para que luego dijesen que las rubias eran tontas, era claro ejemplo de que estaban equivocados, y de nuevo aquella orden ¿Es que no se había enterado? Que no quería que le diese órdenes, su reacción no fue otra que hacer lo contrario que le había ordenado: hablar como un loro y esta vez sí que terminaría porque perdiese los nervios y ver por primera vez lo que era capaz de hacer, puede que se arrepintiese de ello y lo más probable era que no se arrepintiese en lo absoluto.

-¿A borrachos os referís a vos? Porque no pienso callarme, vos mismo habeis tentado a la suerte y os ha regalado con nada más y nada menos que mi presencia, deberiais sentiros totalmente orgullosos de ello, pero ya de por sí lo sois por lo que no hará falta hacer el esfuerzo, y si quereis acompañarme vuestro paso no debe ir más adelantado que el mío, así que aminoradlo... -

Había sonado a una orden, una total orden pero no le tocó... le siguió con bastante sigilo, observando cada uno de sus movimientos... le recordaba a alguien, aquella fiereza, aquella determinación y aquella mirada fría como el hielo, los ojos de aquel joven eran de un azul más profundo que el suyo y a muchos seguramente le daría tremendo pavor, pero ¿a ella miedo? nada... ni un ápice, incluso se lo tomó como algo que hacía cada noche, ir acompañada de un igual...
Los callejones fríos y húmedos quedaron atrás, no sabía a donde se dirigían pero eso ahora no importaba, Bryanna entrecerró los ojos... ¿se iba a vengar de ella de alguna manera? tampoco es que pareciese muy fuerte, era atractivo sí...pero la fuerza como que no era su punto precisamente... de todas maneras, aminoró un tanto el paso para ir a una distancia prudencial de aquel "demonio de ojos azules"

Algo llamó su atención y a ella... ¡Que decir! La curiosidad mataba al gato y en este caso a dos, no tuvo temor en colocarse justo a su lado, desviando su mirada al mismo lugar que él y encontrándose algo que no estaba muy acostumbrada a ver, dio un paso hacia atrás pero de reojo pudo observar aquella siniestra sonrisa que se le contagió... así que le gustaban esas cosas y lo primero que pensó era que él haría lo mismo ¿le haría algo a ella?

-No me digas que...interesante...-no dijo con claridad la frase tan solo intentaba descubrir más cosas de él ¿podría hacerlo? ¿él sería uno de esos asesinos que se excitaban con el cadáver de sus víctimas? bien, le dio un escalofrío pero de nuevo estaba allí aquella extraña curiosidad.- Un pajarito.... ¿acaso teneis que ver vos mucho con el pajarito? si es una estratagema para que empiece a llorar como una mocosa y me asusta la llevais listo, no he visto muchos cadáveres en mi vida pero no me da miedo...y no sé si aún el que haya hecho esto esté por aquí...-se medio giró, el cadáver frente a ellos y ella no podía parar de sonreír de lo más divertida- Dime demonio de ojos azules ¿tanto te gusta tal cosa? por primera vez me gustaría saber que piensa esa cabeza tuya...

Una chica de clase alta que nada le aterroriza frente al mal en persona, en una noche como aquella no podía ocurrir nada mejor...

-Cada vez estoy más segura que te pareces mucho más a ese pajarito que nombras que cualquiera de los que rondan el bosque... y eso me parece demasiado morboso como para salir corriendo... ¿me equivoco?

Cuando giró el rostro del cadáver, pudo apreciar que el origen de aquel fino hilo de sangre venía del cuello, era como una mordedura de un animal, desconociendo totalmente que en la bonita ciudad parisina podía haber nada más y nada menos que vampiros, aquella leyenda urbana, no entendía nada pero en la mente de su acompañante seguro que estaba disfrutando de ello, solo había que ver aquella expresión en su rostro. Pero lo de aquella orden que corriese... le hizo nuevamente fruncir el ceño y callar de golpe, parecía que oía algo... y por instinto intentó agudizar sus sentidos para ver si ella también oía aquello, pero negativo...solo podía oír el sonido típico de la noche, los grillos, las ramas crujir , pájaros de rama en rama y revoloteando, ambas respiraciones pausadas de los dos pero...

Nada. No sentía ni oía nada, solo aquel escalofrío que le recorrió la piel de repente y sin venir a cuento, no habían descendido de temperatura, era por instinto... y sin esperárselo, él le tomó de la mano alejándola del lugar a un paso muy acelerado, su respiración empezó a acelerarse... y tuvo un mal presentimiento, algo estaba pasando, pudo verlo en aquel rostro impasible que por primera vez en todo aquel rato mostraba algo... y se lo contagió , como antes pasó con aquella siniestra sonrisa... se fueron alejando del lugar y no sabía tampoco donde se dirigida, estaba más perdida que entre los callejones, salteaban calles, habían pasado muchas... tantas que no supo con certeza cuantas hasta que la noche se hizo más oscura... puesto que ahora, no estaban a la intemperie... sus ojos azules estaban cerrados, apenas podía respirar con normalidad... y aquel escalofrío daba mella en su piel, el vello de gallina y la piel visiblemente helada, sudor frío por el esfuerzo.

¿Dónde se encontraban? Abrió los ojos súbitamente encontrándose con los de aquel joven que no tardó en taparle la boca, menos mal... o si no le había gritado y llamado de todo hasta lo inexistente, algo grave pasaba porque el límite del decoro lo había sobrepasado y seguro que no por falta de ganas si no porque estaban en un lío. Pero ahora sí que oía pasos, pero fue tremendamente extraño porque parecía que no era una sola persona... se movía tan rápido...miró interrogante a Yohann que intentaba casi no respirar y le imitó , cosa imposible por aquella carrera que habían ejercido... su frase no le dio a esperanzas, más bien pocas...abrió los ojos .. se refería a aquel que había hecho la masacre y por lo visto, ahora iba a por dos para su colección, y fuese quién fuese no iba a permitirlo.

Lo primero a lo que reaccionó fue a taparle la boca también para que no hablase, los pasos se acercaban a aquel lugar, fuese quién fuese no había perdido tiempo en seguirlos la pista...rápidamente y sin moverse, intentó vislumbrar algún hueco donde esconderse, si se movían harían ruido y si se quedaban allí podían ser vistos...era una especie de casa abandonada o local poco transitado, el olor le hizo cerrar un instante los ojos y con la mano libre le indicó un hueco más oscuro, donde había amontonadas unas cajas, una pila de ellas y que sería de buen escondite, no sabía si valdría para algo pero lo que sí sabía era que estaban perdiendo el tiempo.

Intentó tirar de él con suavidad para llegar hasta allí, oía el corazón latirle demasiado deprisa y temió ser oída, ya que los pasos parecían estar tan cerca...tras ellos, como si les pisarán los talones... pero quizás era mejor no moverse de donde estaban, intentó tranquilizar su respiración apresurada pero solo con eso haría ruido así que lo miró fijamente decidida, no iba a acabar su vida allí y eso ambos lo sabían, pero...había algo más , aquella situación le excitaba a sobremanera e incluso hizo algo fuera de lugar, solo para provocarlo y en medio de aquel abismo tener un toque de picardía, pasó su lengua por la palma de su mano, chocando el agitado aliento de la joven a la vez... sonrieron aquellos ojos azules entre la oscuridad, con aquel ser acechándoles, sabiendo que estaban expuestos al peligro , por eso mismo... su otra mano libre lo afianzó hacia sí medio abrazándole. Bryanna seguía jugando.

Una situación en la que absolutamente nadie quisiera estar pero sin embargo había atrapado aquellos jóvenes sin retorno de vuelta o tal vez.. no, no podía haber ningún tal vez cuando oía ambos corazones bombear al unísono avisando de lo inevitable, pero estaba disfrutando con aquello después de todo...el peligro y la interrogante de no saber si iba a salir vivo de ello le daba un morbo increíble, no sabía quién los estaba acechando pero ¿qué importaba? Aquel joven parecía saber un poco del tema o quizás el instinto de supervivencia le hacía reaccionar así.
Enarcó una ceja encogiéndose de hombros, debía estar loca... porque la muerte estaba llamando a ambas puertas y allí estaba, tentando a la suerte...jugando cosa que parecía divertir también a aquel joven de ojos tan intensos como aquella escena que esperaba que se volviese a repetir, siempre y cuando el final fuese que terminasen ilesos.

Le miró fijamente cuando tomó su barbilla y supo lo que iba a hacer a lo que ella le apremió una sonrisa de lo más traviesa, no iba a ser capaz de salir porque así se condenaría y no solo eso, a ella también... apoyó la mano en el lugar donde estaba situado el corazón del joven y notó como bombeaba más rápido... ahogó una risa viéndole marchar hacia su perdición, ya no, adiós a su hermosa vida y pensar que aún le quedaban muchas cosas por ver... pero no porque viese el fin, más bien ver como aquel joven se las ingeniaría, no era estúpido y esperaba por todos los medios que no le decepcionara.

Sus ojos azules brillaron con fuerza cuando aquella silueta se hizo de ver, la cual se relamió al verlo de frente...parecía prácticamente que se lo quería comer, no era humano, parecía entre un humano y una bestia... cerró los ojos tapándose la boca por la impresión, e incluso dio un paso más hacia adelante para ver mejor lo que ocurriría . No fue menos le provocó y eso le hizo sonreír ampliamente... no tenía miedo y se sintió totalmente identificada porque ella habría hecho lo mismo. Abrió los ojos al ver como seguramente lo devoraría, estaba segura de que sí pero cuando tan solo quedaban escasos centímetros cayó al suelo... parpadeó sin poderlo creer y no tuvo que insistir en que saliese ya que lo hizo por su propio pie... mirando hacia el interior donde había caído aquel ser extraño...

Sus miradas se cruzaron en silencio un instante, pero no sabía porqué ese ser no había tenido bastante con eso... era mejor marcharse y asintiendo empezó a correr sin saber donde fuesen, teniendo miles de preguntas en su cabeza ¿qué había pasado? Que él se lo explicase pero la muerte la tenía tatuada aún en aquel vello de punta... su piel se había erizado tanto...

Perdió la cuenta cuanto corrió, la noche se alzaba orgullosa y en el campanario de la plaza podían oírse una campanada tras otras, eran las dos de la madrugada...sin aliento Bryanna se detuvo girándose con brusquedad hacia atrás, nadie les seguía pero ahora dudaba si aquel chico era peor que aquella bestia cosa que le hizo reír, con la respiración entrecortada y tosiendo por el esfuerzo... lo señaló sin estar bien visto eso y fue caminando hacia atrás, mirándole a los ojos... claro que él tenía que ser algo diferente a todos los hombres que había conocido porque había encarado el medio como si fuese el mismo demonio...ahora sí podía decir que lo había conocido en persona.

-Vaya, escapas de las garras del mismo infierno... sin querer admitirlo pero debo hacerlo, es impresionante... pensé que era nuestro fin pero por otro lado parecía estar a salvo ¿cuántos pensamientos érroneos sueles acertar? Mereces mi respeto pero solo eso, no te crezcas tanto... te van a faltar muchas como esta para que a mí me sorprenda... ¿qué va a ser lo próximo?

No, aquella jovencita no tenía bastante pero aquella excitación de peligro se podía ver a kilómetros en esos ojos azules...

--

Of- lamento si no es un buen post y es corto, mi internet es malisima y no he podido hacer mas u u el proximo sera mejor y lamento la demora.

¿Qué demonios había pasado allí? Si hace apenas ¿cuánto? No supo calcular el tiempo porque se había detenido en el momento en el que habían abandonado aquellos inhóspitos callejones para adentrarse en aquella parte de bosque que nunca debieron atravesar. Sin embargo, fue como un mundo aparte, como si de repente la ciudad estuviese dividida en dos y seres sobrenaturales los acechasen sin contemplaciones, allí o vivías o morías, más bien lo segundo porque un humano era débil ante las garras de esos depredadores ¿pero...cómo existían? No podía ser posible, ¿o sí? Hace escasos minutos lo había presenciado con sus ojos azules, lo había hecho...y todo gracias a aquel prepotente jovencito que parecía saber lo que estaba haciendo, al menos se había resuelto muy bien, porque de todas aquellas historias esta era la más increíble y por lo tanto la menos creíble, no le creía ya nadie de por sí, ¿cómo iba a contarles que le había atacado un vampiro en un bosque y que estaba con un hombre? Lo último sí que se lo creerían pero el resto de la historia, total y verdadera no.

Intentó poner sus pensamientos en orden, porque era orgullosa y fuerte pero debía de estar loca para no haberse sorprendido con eso, no dijo nada durante unos minutos, quizás un par de ellos...señaló en la dirección por la que habían corrido como locos, con tanta rapidez que nunca jamás podría volver a repetirse... ¿Estábamos locos? Sí, porque era imposible que un vampiro, uno de esos seres de la noche existiesen, ¡pero demonios! Sí, no había que darle más vueltas a ello.

Se mojó los labios un tanto porque se le habían quedado por el esfuerzo y por la excitación de haber sentido miedo y terror, había visto la muerte pasar por su lado... toda su vida ante sus ojos y un segundo de haber dejado este mundo esa misma noche, en vez de tener miedo e intentar esconderse, allí estaba, en medio de la plaza sin resguardarse ¿para qué? Sí que lo habían burlado pero ¿Quién te decía que no había ido a buscar venganza? Esos seres una vez enfadados acabarían contigo sí o sí, así que esperó las palabras de aquel joven de ojos azules. Hablaba de una próxima vez, ¿en serio? En vez de poner el grito en el cielo como una chica asustadiza e histérica, se llevó la mano a los labios echándose a reír, no se reía de él, si no de la situación en sí.

-Me habeis condenado a que un ser de la noche se quede con mi olor...lo hemos atraído ¿no es cierto? Lo estabas buscando y él te ha encontrado a ti para esquivarle como el mejor de los cazadores ¿quién eres? No me trago que sea tu primera vez, sabías bien que hacías y no, no me marcharé de aquí hasta que tú no me lo digas ¿te queda claro? Habla y no, no calles para siempre... no puedo negar que no haya sido excitante porque lo fue y mucho, creo que hasta estoy excitada por la situación en sí...

La otra mano se la llevó al pecho y es que estaba un tanto cansada y no era para menos, se acercó un par de pasos hacia él y dejó escapar un suspiro de lo más sentido. Era mejor regresar a casa...o donde estuviera supuestamente a salvo porque nadie los salvaba de una segunda o tal vez quién sabe, tal vez sí... tenían tanta suerte, al menos esa primera. Tomándole del brazo le hizo empezar a caminar señalando al final de la calle, no estaba lejos de la residencia, no sabiendo si eso pudiese ser un problema o no por la cercanía, dejó escapar un suspiro y miró hacia el frente con la cabeza bien alta y por supuesto su orgullo sin abandonarla.

-Vivo en la Residencia Lacroix, no está muy lejos ¿vas a acompañarme como buen caballero como si nos hubiésemos bebido un café a media tarde? Que amable que eres...[/color]-no podía perder aquel tono irónico y de broma... aceleró un tanto el paso como mirando hacia atrás ¿estaban a salvo? De todos modos si ese ser viniese o no... no eran de fiar ninguno de los dos. Le miró de reojo con una breve sonrisa en los labios, algunas gotas de sudor por el esfuerzo se hacían presentes por su frente deslizándose también por todas las partes de su cuerpo.. no estaba mal desencaminada al decir que le había excitado en sí-¿Sigues con miedo? ¿Volverías a repetirlo?

---

Off: No te preocupes =D