Te basto un segundo para cambiar mi alma... [+18]

El carruaje avanzaba a paso ligero, mi cuerpo se movía al compás del camino de tierra, mis ojos solo tenían un punto en el que se posaban la cara de Lionel, sus rasgos no eran característicos de un gitano, el color de su piel era muy blanca y era bien delgado, parecía frágil pero sabia que no lo era. Su interior era como un gran león, un león que me estaba cautivando en silencio, que anhelaba tener entre mis brazos y no soltarlo jamas. ¿Que era este pensamiento? aquella pregunta rondaba sobre mi cabeza, pero no necesitaba respuestas por que los nervios, el latir fuerte de mi corazón y los escalofríos reiterativos me daban una respuesta clara.

- Yo soy de Inglaterra, mi familia reside halla y soy cazador - aquello resumía todo lo que yo era, sin mas detalles, sin mas lujos ni adornos, yo no era de ostentar lo que tenia mas por que no me importaba, eran cosas materiales ademas lo único que me importaba era tener alimento para mis animales, para mis empleados y poder abastecerme de armas y de balas de plata. - Mi vida se resume a eso... - en realidad había omitido que no era un cazador de animales comunes y corrientes, si no que era un cazador de bestias feroces, pero todo a su tiempo.

Corrí unos escasos centímetros una cortina que cubría la ventana para mirar donde estábamos, logre ver algunas antorchas prendidas de la entrada de la finca, el carruaje comenzó a bajar la velocidad hasta detenerse por completo - Estamos en la Finca Las Nubes, Espero no le moleste que le haya traído a mi hogar - dije con un tono completamente serio, aquello me había emocionado un poco ya que nunca traía a nadie a este lugar. Era mi hogar donde ocultaba mis secretos, donde toda mi vida estaba en aquel lugar. La puerta se abrió y el chófer con una mirada misteriosa nos miro le dije que se podía retirar y guardar los caballos, me baje de aquel lugar y la tormenta estaba cesando aunque el frió seguía la temperatura había bajado claramente.

-Sígueme - le dijo ordenando mientras comenzaba a subir por las escaleras que daban a la gran puerta de la mansión. La puerta estaba tallada a mano, tenia unas figuras de flores barnizadas cuidadosamente, la casa tenia 2 pisos, 7 habitaciones y un sin fin de otros espacios donde nunca recorría. Me quede parado en la puerta y di un suspiro mientras me daba vueltas para mirarle acercarse, sentia una extraña necesidad de el. Pero me sentía tan nervioso que no podía pensar ni actuar claramente, Xavier tranquilo me dije para mi mismo y cuando estuvo frente a mi, me acerque lentamente a el tome su rostro entre mis manos y le di un beso, eso quería hacer pero no sabia como actuar frente a el y por mas frió que me mostrara con el, ya no podía era mi debilidad.

Algo en mi tiempo como cazador había aprendido, que cuando el amor llegaba te ponías más vulnerable que ahora no era simplemente arriesgar mi vida porque si, sino más bien ahora… tenía que velar, tanto por el cómo por mí, no dejaría que nada le pasara, lo cuidaría aun cuando el no estuviese bajo mi vista tenia los medios para saber todo lo que le sucedía a mi amado Lionel… pero no quería que se sintiera observado tendría que confiar en que el, lograría estar bien por sí solo, por algunos días sería un secreto pero… con el tiempo todo se sabía, en algún momento un vampiro se enteraría y las cosas saldrían de su curso normal, mi cabeza daba vueltas no quería pensar ni siquiera en que alguien podría hacerle sentir mal o no, no… Xavier deja de pensar en todas esas cosas que atormentan tu cabeza. – Lionel… yo te amo, solo grábatelo en tu cabeza por siempre, aun cuando un día no este junto a ti… recuerda que te amare por siempre – parecía una cruda despedida, pero no lo era solo estaba poniendo en orden mis ideas…

Me tumbe sobre él y le di suaves besos en el cuello sintiendo como su aroma se impregnaba en mí, me enloquecía demasiado, quería que el sintiera cada día que siempre estaría con él, que nada le faltaría, que todo lo que él quisiera lo tendría yo sería su amor, su pareja, simplemente su todo mis dedos acariciaron su cabellera oscura mientras mis ojos no le quitaban la vista en ningún momento. Cerré mis ojos solo un segundo mientras sus palabras parecían abrazar mi cuerpo y su calor se impregnaba en mi… - No Lionel – añadí cuando termino de hablar – no necesito que veles mi sueño – bese tiernamente sus labios – necesito que duermas conmigo, para que ambos nos cuidemos en sueños que tendremos – mis dedos se deslizaban por su mejilla para terminar en su pecho – Te invito a dormir junto a mi… - dije casi en una súplica tierna, tome los abrigos que nos cubrían y abrace a Lionel para que tanto el como yo nos durmiéramos en un sueño donde todo y nada podía pasar…

Duerme amor, que lo necesitas… Mañana será otro día…- dije entre suspiros y bostezos que me consumían poco a poco – Quiero despertar junto a ti – acomode unas almohadas y me quede acariciando la suavidad de la piel de Lionel – Duerme conmigo – casi fue un suspiro aquello que salió de mis labios, mis ojos no me dejaron quedarme ningún momento más despierto y caí en sueño… Entre sueños, deseos y anhelos podía sentir que el aún estaba conmigo… - Lionel – salió de mis labios en pleno sueño, abrí un ojo y abrace el cuerpo de mi amado mientras sentía como el caía en sueño al igual que lo hacía yo…

Xavier...

-Le habia dolido aquello porque pensaba que en cualquier momento se arrepentiria de haber estado con un hombre y aun mas porque ese hombre era un gitano, pero sus alarmas no se dispararon sino que le hicieron mantener un juicio calmado pues distinto habria sido que ahora el cuerpo de aquel hombre no estuviera sobre el suyo sino todo lo contrario le hubiera incluso hecho dudar si se hubiera mostrado frio pero por el contrario notaba aquel beso y aquella posicion un pco insinuante, acariciandole, calmandole el sentir el calor y cmo no el aroma de su xavier, acaricio su espalda con una sonrisa en los labios mientras le envolvia por el cuello y se acomodaba suavemente en su pecho. Queria velar por su sueño, saber si ponia caras al dormir, que clase de sueño tenia...si se movia mucho, sino, no tenia que decirle dos veces que se quedase a dormir porque lo haria, lo iba a hacer aun cuando tuviera que ser al reves y rogarselo Lionel no se iba a marchar sin haber respirado el aroma de aquel hombre, aquel hombre que habia entrado en su cuerpo colocándo un santo y seña de propiedad, quien habia proponiéndoselo o no, acariciado su cuerpo de una forma que hasta los mismos angeles envidiarian porque ya no tenian derecho a tocar al gitano, solo él, solo su hombre...aunque sonara raro que un hombre dijese a otro "mi hombre" lo diria una y mil veces si era necesario-

Te amo... te amo tanto que ni las palabras salen de mis labios, porque solo quiero decirte que te amo ademas de que pase lo quepase, así añada mas palabras o frases a un poema... se que mi amor, va a decir lo mismo...que te amo

-Sonrió, recuperandose de un ligero rubor por haberle llamado "amor" a xavier, ahora se daba cuenta del cansancio, podia notar que en aquella postura su cuerpo se aletargaba, no le dolia los hombros como solian hacerlo siempre que estaba acostado, incluso podia acurrucarse de un poco mas especifico en el cuerpo ajeno, era suyo.. siempre lo seria igual que Lionel siempre perteneceria a xavier, aquel hombre al que le robó un beso delante de todos y despues se habia metido en el baño, aquel hombre cuyo aroma le volvia loco, incluso tenia el sensato conocimiento de que pasara lo que pasara incluso la naturaleza se convertiria en un segundo paisaje, cuando tuviera cerca a xavier. Sonriendo para si mismo nego, no queria quedarse dormido y probar a desobedecerle pero incluso noto como el sueño le ganó haciendole caer primero, sus manos se notaban mas debiles aun cuando queria apretars contra su cuerpo el cansancio se lo impedia siendo solo el rostro el que permanecia atado al cuerpo de Xavier.

Cuando pasaron unas horas abrio debilmente los orbes, sintiendose aun un tanto cansado, no habia asado nada mas que dos o tres horas seguramente, miró el rostro adormilado de xavier con una sonrisa en el rostro, ancha, dulce... y se acomodo encima de xavier, de modo que envolviendo su cintura volvia a dejarse caer dormido, cerrando sus ojos, queria sentir no solo el calor de la manta sino tambien de paso el calor de su cuerpo, ese aroma que era mejor que una nana... el amanecer tardaria al menos unas horas mas, queria verlo a su lado o mejor dicho aun cuando no viera el amanecer queria amanecer al lado de xavier, notar su calor.. era lo que le estaba dando la vida en esos momentos, sabiendo que le habia afirmado suavemente en sus manos, le habia tomado y le habia acurrucado para tener la certeza aun, de que aquello efectamente no era un sueño, y susurrando un "te amo xavier..." se quedo de nuevo dormido, respirando sobre el pecho de su novio-

Solo le había bastado un segundo para que él me hubiera conquistado con todo había cambiado no solo mi alma si no todo mi mundo, un hombre, y aunque más vueltas le diera en la cabeza ya me acostumbraría, ¿Por qué no hacerlo? No veía el inconveniente él me había demostrado con creces que era el perfecto para mí. Mi cabeza aun cuando en sueños estaba podía sentir el aroma a ese gitano, esa pasión que desbordaba por cada poro del hacia que me sintiera la persona más afortunada del universo. Vivía en un mundo alejado del amor, había sufrido por aquel sentimiento tanto que intente nunca volver a enamorarme… estaba en un error. Cuando había dejado de buscar encontré a la persona ideal, sonaba a un poema que nunca escribiría pero ahí estaba en mi ensoñación pensando el que era feliz ¿hacia cuanto que no me sentía así? En realidad habían pasado varios años. Ya no era tiempo de pensar en aquellas cosas… era tiempo de disfrutar, nada más que disfrutar.

Lionel… amor de mis amores – dije entre sueños cuando escuche sus palabras sobre poemas, sobre amor… no escuche nada más el silencio fue el soberano de aquella biblioteca y fue en ese momento que pude sentir la calidez de su cuerpo, rodeando el mío. Me di una suave vuelta y pase mi brazo por su pecho para acariciar para tan solo sentir que estaba ahí, nadie nos separaría nunca eso ya lo había grabado en mi corazón.

Las horas pasaron volar como aves en el amanecer mi cuerpo no estaba acostumbrado para esas noches de sexo, pero esto era más que eso. Desperté levemente aún faltaba algo más que una hora para que amaneciera pero mi reloj biológico me advertía y mi cuerpo reaccionaba de manera sutil casi podría decir que no era yo mismo en ese momento, abrí mis ojos como si de una terrible pesadilla estuviera despertando y en ese momento donde aquel hombre yacía dormido a mi lado la tranquilidad regreso a mí, era una noche única, y a decir verdad era la primera en la que dormía y no andaba en la deriva del bosque a la suerte de los seres oscuros , Xavier Sinclair era mi nombre y Lionel se había grabado en mi mente, alma y corazón, apoyándome en uno de mis codos acaricie el rostro de Lionel corriendo el cabello que cubría parcialmente su rostro viendo aquel rostro que yacía tranquilo, me dedique a mirarlo tanto como quise ahora tendríamos una vida para estar juntos … me acerque y deposite un beso en su mejilla, pero no pude contenerme e intentando ser más suave bese sus labios con ternura. Llenando el vacío que por largos años había sentido.

Eres todo para mí – le susurre a su oído mientras otro beso le daba y acurrucando su cuerpo junto al mío le rodee con el brazo – dulces sueños – ahora sí, eran mis últimas palabras ambos teníamos que descansar ya mañana… seria otro día…