El ronrroneo de París[Sophia D'Luca]

Siempre que necesitaba algo me convertía en felino, ser una linda gatita anaranjada tenia sus ventajas y normalmente me aprovechaba de aquello, esa mañana fui al mercado ambulante para ver si me encontraba con una señora que vendía telas traídas desde el Egipto, sentir aquellas suaves cedas bajo mis pies era verdaderamente algo indescriptible, recorrí el mercado casi sin ser vista por nadie de extremo a extremo pero aquella viejita amiga mis no estaba, aquello me causo un poco de recelo, ya que ella siempre que me veía me alimentaba y me dejaba jugar cor pedazos de tela; la busque por todos los rincones pero no estaba sentí una leve desilusión ya que quería un poco de cariño, llevaba ya varios días en la completa soledad en la casa del pintor este había ido de viaje.

Opte por recorrer las calles parisinas en la mas completa libertad, tener mi collar me daba algunos privilegios ya que me hacia pasar por gato domestico, siempre podía obtener aunque sea un pedazo de pan o mejor aun algún trozo de pescado o un buen pocillo de leche fresca, sabia perfectamente donde ir y como actuar delante de las personas que a mi parecer amaban a los gatos como yo. Llegue al restaurante y me introduje por la cocina de aquel ahí había un chef que me quería y siempre me daba lechecita fresca, silenciosamente lo busque entre los que trabajaban en aquel lugar pero nada, un cocinero me vio y me corrió con una escoba alcanzando solo a rozar mi cola anaranjada. Mal día para mimos y cariños especiales, me sentí aun mas sola que de costumbre, pero no me dejaría vencer por aquello así fue que seguí mi camino por las calles siendo ignorada por gran parte de los transeúntes. Un niño pequeño comenzó a perseguirme y en realidad ya no estaba de humor para jugar con pequeños así que corrí hasta ver como una hermoso vestido era ondulado por la briza que corría... no pude aguantarme y corrí hacia aquel... pase entre las piernas de la dama, la cual me presto atención... ello me enorgulleció.Pero asi como me vio me dejo y entro en la tienda donde vendían vestidos de alta costura, de seguro aquella mujer tenia mucho dinero y podía costearse esos caricimos atuendos, por otra parte me quede sentada frente aquel ventanal mirando los vestidos y como damas bien acomodadas entraban y salían con varios paquetes.

La envidia se apodero de mi en ese momento, ¿Por que yo no podía tener aquellos vestidos? ¿Por que? me preguntaba por mi cabeza mientras movía mi cabeza observando lo que ocurría en el interior de aquel lugar. Con un descuido y volví a ver aquella dama misteriosa salia del lugar algo desilusionada, en ese momento pude apreciar bien sus atuendos, y mas su belleza... me acerque a ella ronroneando esperando que me tomara en brazos y me hiciera cariño. - Meaaaaaw - maullé con suavidad para que solo ella pudiera escucharme y mejor aun llamar su atención.