Fading... slowly... (8 ) {Libre}

por Invitado Dom Jun 06, 2010 12:51 pm

Una hermosa noche despejada. Ni una sola nube, solo la Luna y las estrellas poblaban el cielo, desperramando sobre el bosque una luz blanquecina tan espectral como mágica. Precisamente un paisaje que yo amaba profundamente. Es el típico escenario de cuento de hadas y eso sumado con las luciérnagas... era, simplemente, mágico. Parecía que de la nada saldría un hada o unos gnomos y te comenzaran a dar conversación. La verdad es que yo me entretenía mucho pensando de esa manera. Cuando tu vida real es tan trágica como la mía, descubres que amparándote en cuentos fantásticos se hace más llevadera. Y eso justo había hecho yo. Y, la verdad, era perfectamente feliz así.
Aquella noche no había podido evitar salir a dar un paseo por el bosque. Me había puesto el más sencillo de mís vestidos, uno blanco hasta la rodilla de mangas acampanadas que casi parecía medieval, me había dejado la melena pelirroja suelta y me había adentrado en el bosque, disfrutando de sus olores, los colores de la noche y del tacto de las pocas ojas muertas entre mies pies. Acaricié la corteza de cada árbol con mis manos, ahora más blancas que nunca. Una de mis virtudes, o defectos depende de para quien, era mi facultad de disfrutar de cualquier cosa. Creo que soy demasiado simple. Algunos dicen que inocente, pura. Alguien como yo, no puede ser inocente ni pura, alguien que vive de la vida de otros semejantes a ti...
No soy pura, ni mucho menos. Soy un monstruo, uno de cuento, de los que verdaderamente dan miedo.
Y me odio por ello.
Cuando encontré un claro donde se podían ver bien la luna y las estrellas, simplemente me dejé caer. Y no caí como un fardo, si no más bien como una pluma, como algo que no es humano, y contemplé las estrellas. Era algo que me había fascinado desde niña: las estrellas, que eran mi nombre traducido, tan brillantes y alegres, que titilaban como si cantasen, y la Luna, que era el Sol de mi especie.
Aun recuerdo el Sol siempre cálido en mi espalda...
Con ese pensamiento, cerré los ojos e intenté imaginar el Sol en mi cara, como sería si la Luna diera calor... Oh, como extrañaba el calor...

por Invitado Dom Jun 06, 2010 1:13 pm

-Platiitaaaaas... plantiiiitas plantiiitas plantiiitasss- con una capa azul oscuro cubriendo el vestido verde esmeralda y la cesta de mimbre firmemente agarrada, caminaba acompañada de una pelota de luz, aunque en realidad era cristal fundido y puesto al rojo compactado, que me alumbraba y me daba algo de calor. Era una noche perfecta para buscar plantas medicinales, ya que las flores de las que necesitaba extraer el nectar solo se abrian de noche, a la luz de la luna. Daba unos saltitos, esquivando ramas y raices, hasta que encontré una gran mata llena de moras, fresas y mis preciadas flores, de un blanco puro con suaves manchas violetas. Di un chillido de emoción y me arrodille con cuidado para sacar una delicada pipeta de cristal de mi bolsillo y comenzar a llenar un frasco de nectar, a la vez que paraba a comer moras y fresas hasta mancharme toda la cara de carmesí.
- Que ricaaasss....

por Invitado Dom Jun 06, 2010 1:22 pm

Abrí los ojos de golpe, sobresaltada por los pasos que oía, aún lejos de mí. Me incorporé suavemente y miré extrañada en la dirección donde oía las pisadas. Que extraño... ¿quien se internaría en un bosque a altas horas de la noche en un bosque como ese? Y más siendo humano... Preocupada por la seguridad de quien quiera que estuviera allí, me levante, sin percatarme de algunas hojas que se habían quedado enredadas en mi pelo. Caminé sin hacer ruido, como un espectro. Supuse que no me oiría. Nunca lo hacen. Asomé la cara entre unos arbusto para ver a una chica recogiendo flores y comiendo moras. El aura que desprendía era dulce e inocente, por lo que no pude más que sonreir con un brillo tierno y nostálgico en la mirada. Caminé hacia ella y me acuclillé a su lado. La brujita estaba tan concentrada en su merendola que no me oyó si quiera. Sonreí cálidamente.
- ¿No es un poco tarde para recoger flores? - Dije bajito, con un tono dulce, como el de una madre, mientras la miraba con una mezcla de curiosidad, diversión, ternura y nostalgia, esta última siempre presente en mi mirada.

por Invitado Dom Jun 06, 2010 1:33 pm

-Efgde nof flogregcen fop er diha...- tragué y me di la vuelta alegremente. Además, las necesitaba para resolver el entuerto que tenía en casa, con Ari convertido en un tigre negro con rayas blancas... pero claro..¿quien le manda meter el hocico en mis fórmulas? aaaa mi culpa no fue, tralaralaraaa.... me deprimí de pensar en volver a casa, y mis hombros se derrumbaron y los brazos me quedaron flacidos. No había dinero suficiente, la parte de la terraza que había construido el mes pasado necesitaba que la tejearan, y la gran mancha de moho que había salido por voluntad propia en la cripta había llenado de verdín dos sarcófagos que necesitaban una limpieza... dinero... dinero... la tienda, tenía que pensar en la tienda... el dinero ya vendría solo, y si no... ya veriamos... mi cuepro se reanimó y sonreí encantada. Miré unos segundos a la chica y sin poder evitar solté.
- ¡Ospetas, una vampira! ¡Cuanto tiempo sin ver uno de los hijos de las tinieblas! - le tendí la mano desocupada, mientras sonreía y con el rabillo del ojo procuraba apuntar a las flores.

por Invitado Dom Jun 06, 2010 1:44 pm

Estaba caminando por el bosque haciendo nada, con mis tres gatitos pero Chocolate se me escapó de las manos y salió corriendo hacia no se donde, por lo que lo seguí corriendo con Aricci y Luna hasta donde el, cuando lo alcancé me tropecé con alguien y nos bote a ambas al piso, cayendo y todos mis gatitos también, por suerte esperaron quietesitos en su lugar y yo me pare acomodando mi ropa. -Joo, mi ropa- dije examinándola de arriba a bajo, estaba limpia hasta que tropéese con...oh demonios!. Mire a la otra persona completamente sonrojada y baje un poco la cabeza -yo...em lo siento no fue mi intención y hummm...Chocolate pide perdón!- le dije al gato como si este pudiera hacerlo.

Fui a tomarlos y me acerque a las chicas un poco avergonzada -perdón...emmm soy Amore- les tendí la mano y Luna bajo y empezó a jugar con Aricci y Chocolate que se bajaron luego de ella.

por Invitado Dom Jun 06, 2010 1:56 pm

Reí quedamente ante la forma de hablar de la chica. Desprendía inocencia por todos sus poros, y eso me gustaba. Significaba que su alma era pura como la de un niño. Aunque me sorprendí un poco con sus cambios bruscos de humor, estaba agusto con la chica. Un milagro para mí, siempre tan solitaria... Solté dos carcajadas suaves al oir el tono despreocupado con el que se dirigió a mi, asombrada por el hecho de que no se asustase ni un poquito de mi condición.
- Ostras, una brujita. - Dije cariñosamente meintras le estrechaba la mano. - Me gustaría que me guardases el secreto, no todos son tan valientes como tú. - Le dije con admiración y gratitud en la voz. Me había hecho ilusión que no saliera despavorida al saber lo que era. Solté su mano y le sonreí ocultado los colmillos, como siempre hacía. - Me llamo Astrid. - Me presenté.

De pronto vi como una chica chocaba con la brujita y caían ambas al suelo, saliendo un montón de gatitos de los brazos de la que tropezó. Cogí uno al aire y lo deposité con ciudado en el suelo, mirando para el lío que se había causado ante mis pies. Posé mis manos en las rodillas y me recogí el pelo tras la oreja para que no me molestase al mirarlas.
- ¿Estáis bien? - Pregunté con preocupación. La humana se levantó y llamó la atención a su gato, luego se presentó. Sonreí de nuevo ocultando los comillos y estreché su mano. - Astrid, encantada.

por Invitado Dom Jun 06, 2010 2:05 pm

Un Objeto Corredor No Identificado me atropelló, haciendo que el frasco de nectar saliese disparado por los aires y que a mi me aterrizase un gato en la cabeza. Me quedé atontada unos segundos, con el mundo dando vueltas a mi alrededor.
- Gatos.... gatos que vuelaaaan... gatooos.....- los ojos se me iluminaron y cogí al gato para acariciarlo- Que mono es el gatoooooooooooo....
Mire a la chica y sonreí
- no te preocupes, mujer, que el gato no tiene la culpa... ¿o si?- mire calculadoramente al gato conb el ceño fruncido exactamente dos segundos antes de sonreir y acariciarle la cabeza- naaaa como una cosa tan mona iba a ser tan mala....- me reí y al pasarme la lengua por los labios note que estban dulces y humedos... y no solo ellos... ¡Estaba completamente empapada de nectar, de la cabeza a los pies!
- Kyaaaa el nectaaar- chillé y me puse en pié frenética mientras daba vueltas. enia el bote lleno y ahora tendría que volver a empezar... a no ser que.... pero en mi mente, la voz de mi madre retumbo como un trueno. Los humanos son suspersticiosos, los humanos son necios y de emnte cerrada, nunca, jamás, hagas magia delante de un humano, o te quemaran en la hoguera... claro, que cuando eres inmune al fuego, lo de ser quemada en una hoguera no está mal, pero por otra parte eso da pie a que los humanos usen su imaginación para crear nuevos metodos de masacre de brujas... cosa que no me gusta para nada, no soy inmune a las armas... moviendome como los cangrejos, retrocedí hasta quedar a la altura del frasco y sonriendo hice que mi particular bola de cristal ardiente se prendiese unos cuantos metros más allá en el bosque y comenzase a danzar en torno a los árboles.
- ¡¡¡¡MIRAD!! ¡¡¡¡¡UN FUEGO FATUOOO!!! - a la vez impulsé el líquido fuera de mis ropas y de la tierra, cuidandome de limpiarlo y purificarlo por el camino, dejandolo más concentrado, y devolviendolo al tarro.

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