Planeado y esperado reencuentro [Soren]

Hace dos horas aún no tomaba una decisión. Caminaba de un lado a otro agradeciendo que la amplitud de su no tan nuevo hogar le evitara sentirse mareada, suficiente tenía con despertar cada mañana sintiendo como si toda la cama diera vueltas y más encima casi sin poder comer su desayuno. Le decían que eran sólo los primeros meses, pero ella ya casi comenzaba su séptimo mes de embarazo y las molestias apenas se habían disipado. Fue escuchar la voz de Nigel, una hora después, informando que debía salir un momento lo que la llevó a dar el paso, luego de un beso y muchas promesas de que se cuidaría, le informó que ella también iría a dar un paseo, que necesitaba ver a su mejor amigo y también de paso, contarle lo que estaba sucediendo en su vida.

El carruaje marchaba lento porque Claire simplemente no podía soportar tanta agitación, el bebé en cambio parecía disfrutar del vaivén que producía el camino, se movía más que nunca y pese a que su madre acariciaba su vientre no parecía querer dejar de hacerlo. Las indicaciones estaban dadas y luego de un viaje que en otras circunstancias hubiese sido más rápido, estaban ahora en aquella tienda cuya dirección había mandado a averiguar hace un par de meses. El chofer que era el mismo que mucho tiempo atrás había llevado a Soren hasta su casa, ahora la traía al negocio de su amigo, le agradeció la ayuda con una sonrisa y bajó del vehículo con cuidado agradeciendo que ahora el clima no llenara las calles de barro.

Era una noche cálida y la capa la llevaba en la mano justo frente a esa abultada barriga que ni aunque quisiera podría esconder, el vestido ya no era tan revelador como los que usaba antes y el cabello caía en ondas chocolate justo por debajo de la altura de sus hombros, un par de joyas gritaban lujo dando el toque final a su renovado aspecto, internamente ella sabía que todo eso eran sólo decoraciones para alguien que en lo único que había cambiado, era en su aceptación a tener sentimientos, o quizás también en otro par de cosas más. Sólo necesitaría un par de horas y era eso lo que escuchó Finn su chofer, él obediente como siempre, esperó a que ella ya estuviera dentro del lugar para poder retirarse. A ratos Claire no se acostumbraba a ese estilo de vida, menos aún a confiar en la gente.

Abrió la puerta casi sin hacer ruido y caminó entre las cosas hasta llegar al fondo, ahí en el mesón pudo reconocer de inmediato unos cabellos claros que hicieron que su corazón latiera más rápido y comenzara a sentir algo extraño en el estómago. Él parecía enfrascado leyendo algo, de seguro muy interesado o habría sentido el ruido que hacían sus zapatos en la madera del piso de la tienda. La sonrisa en Claire apareció de inmediato y hasta se sentía algo tonta por estar nerviosa, había pensado en él muchas veces durante el último tiempo, incluso el día de su matrimonio, pero sabía que era imposible que él pudiera acompañarla al haberlo celebrado de día, - Buenas noches, estoy buscando al profesor Kaarkarogf… - habló en un tono solemne y reprimió la risita que amenazaba con salir, ni siquiera quería pestañar para no perderse su reacción al verla, quería abrazarlo tanto pero sabía que al menos hasta que levantara la cabeza debía contenerse.

Tenían que ser las cosas del embarazo, estaba segura, de otra manera aquella lágrima solitaria no se habría escapado de su ojo izquierdo. Pudo reír finalmente y esperó a que Soren diera la vuelta hasta estar frente a ella para abrir sus brazos y acortar la distancia entre ambos. Lo abrazó fuerte aunque entre ellos estuviera aquel adorado bulto que no le permitía sentirlo más cerca, se quedó ahí largos segundos, simplemente abrazandolo y en silencio, como si con ese gesto pudiera recuperar el tiempo perdido. Sentía su piel fría y ese olor familiar que tanto había extrañado, sentía como su corazón de a poco volvía a tomar su ritmo normal y sentía como incluso su pequeño notaba que todo estaba otra vez en calma.

Soltó el agarre de sus brazos y quitó el lápiz que había sentido en la oreja de su amigo, dejandolo sobre el mesón junto a su capa para luego besarle la mejilla y volver a poner en su rostro una sonrisa, - Soy yo Soren… gracias… - se sonrojó y sus manos se fueron inconscientemente hasta su panza, - sólo estoy un poco cambiada pero ni se nota ¿verdad? – a su lado se sentía segura tal como lo hacía cuando estaba con Nigel o con Juliette, como si pudiera respirar tranquila, no tener que cuidar todo el tiempo su espalda o poder hablar de lo que fuera sin temer ser juzgada o ignorada.

Volvió a abrazarlo casi como en un arranque espontáneo de cariño, pero los meses pasados a ella se le hacían eternos, quería saber como estaba y que había sucedido desde su último encuentro, quería contarle todo y ver sus diferentes reacciones al escuchar cada noticia, pero por sobre todo, quería simplemente estar con él y hablar por horas, - Creo que ya te diste cuenta de uno de los cambios en mi vida… - sonrió separandose de él y frotando su vientre de nuevo. Bajó su mirada hacia donde estaban apoyadas sus manos, y pudo notar también que claramente sobresalía su anillo de matrimonio, ese que ni siquiera quería pensar cuanto costaba porque estaba segura que la respuesta sería una cifra que podría incluso aterrarla, - me casé… hace casi 8 meses… y estoy esperando a mi primer hijo…-

Su voz estaba cambiada y era amor y orgullo quizás lo que la hacían diferente, era también sentirse relajada y tranquila, algo que había experimentado desde el primer día de su nueva vida, - Y ya no trabajo en el burdel por si tenías la duda… - volvió a reír y buscó una de las manos de Soren para tomarla entre las suyas, - dejé mi trabajo un par de meses antes de casarme, ahora vivo con mi esposo… - suspiró mientras su dedo pulgar se movía arriba y abajo acariciando la piel de su amigo casi en el mismo ritmo de sus palabras, - Te extrañé Soren, mucho… - y le regaló otra sonrisa más, algo torcida, como si esas palabras fueran casi dolorosas, incluso sintiendo que pese a lo vivido aún le costaba poder expresar sus sentimientos.

Sintió otra vez como sus mejillas se coloreaban y hasta el pequeño calor que eso le producía, volvía a sonrojarse al escucharlo hablar no pudiendo esconder las sonrisas que los movimientos apresurados de Soren le producían, pese al tiempo pasado sólo habían bastado minutos para volver a sentirse en confianza con él sin ese extraño sentimiento de incomodidad que solía suceder entre las personas que dejaban de verse o hablar, quizás se debía a que para él el tiempo pasaba de otra manera o quizás sólo fuese todo una coincidencia y para variar ella estuviera pensando mucho todo cuando las respuestas eran algo bastante simple y que no requería grandes razonamientos.

No sabía si contarle o no de inmediato a Soren que su esposo había sido uno de sus clientes y que lo conocía incluso desde antes de conocerlo a él, esperaba poder encontrar las palabras adecuadas para todo, - Un té sería perfecto, gracias… - dijo educadamente mientras tomaba asiento en la silla que él le ofrecía, no pretendía interrumpir el trabajo de su amigo o que él pudiera perder ventas por su culpa, ya se sentía mal por quitarle tanto tiempo, - Ya comí Soren, lo siento, es que con esto del bebé mis horarios han cambiado un poco, le dije al chofer que volviera en un par de horas, no puedo estar despierta hasta muy tarde… - realmente lo lamentaba y si fuera por ella estarían hasta el amanecer del día siguiente conversando.

-No es necesario que cierres la tienda, no quiero causarte problemas Soren… el té y que hablemos aquí por hoy me parece bien, sólo quiero que podamos conversar y bueno, si no alcanzamos a contarnos todo, ya tenemos una excusa para juntarnos otro día ¿no? – sonreía con las manos haciendo círculos sobre su panza y esperando quizás con ansias saber todo de él, a diferencia suyo, Soren no tenía muchos cambios físicos, de hecho no tenía ninguno, quizás sólo la ropa pero ella muy bien sabía que eso era algo demasiado superficial como para juzgar a alguien por lo que llevaba puesto.

Movía los pies casi jugando con ellos, como si fuera una niña ansiosa esperando a que le develaran un misterio, - ¿Cómo estás tú? ¿Cómo van las clases? ¿Tu tienda? Nunca me diste la dirección, tuve que mandar a que la averiguaran para poder venir… la tenía desde hace un par de meses pero no me atrevía a venir, además este pequeño me tuvo con algunos malestares bastante incómodos por un tiempo… - rió y esperó a que él se sentara frente a ella, quería tomarle las manos y sentirlo, simplemente sentirlo cerca para comprobar que estuviera realmente ahí y no fuera alguna jugarreta de su mente para recordarle que casi no tenía amigos.

Se sintió avergonzada por haber dicho que no, ver la expresión de Soren incluso llenaba de culpabilidad su propio rostro, él muchas veces le había parecido como un niño pequeño que se encerraba en su mundo cuando las cosas no le salían como esperaba, de alguna forma se dio cuenta como sus sentimientos hacia él habían cambiado justo con esa acción, ya no era una esperanza o un cariño que pudiera transformarse en amor como el que siente una mujer enamorado de otro, Claire seguía sintiendo un inmenso cariño por él, pero estaba desprovisto de deseo o lujuria, era sólo quererlo y sentir que podría arroparlo entre sus brazos y pasar horas con él así sólo estando uno junto al otro.

Se levantó de golpe al verlo quemarse, no entendió las palabras que dijo pero por el tono supo que no debían ser precisamente unas muy amables, fue hasta él y tomó su mano lastimada para soplarla también, dejando que por mientras las hojas de su té tiñeran el color del agua y le dieran el sabor que quería. – Déjame ver eso… - No era mucho daño pero tampoco sabía como sería una quemadura en un vampiro, un par de veces había visto accidentes más graves en el burdel y ahora en su nueva casa seguía sorprendiéndose por las cicatrices en los brazos de algunos de sus empleados encargados de la cocina o las chimeneas.

Tomó la mano no lesionada que estaba fría como siempre y la puso sobre su pequeña herida unos segundos para luego soltarla y volver a sentarse, - Gracias por eso… yo también estoy algo nerviosa, no se por qué, pensé que quizás no querrías volver a verme… - bromeaba pero sabía que en parte eso eran algunos de sus temores escondidos, su inseguridad siempre amenazaba con salir cuando estaba en este tipo de situaciones. Abrió los ojos bastante sorprendida al observar su reacción, mirarlo poner su oreja en la panza y hablarle al pequeño hacía que en su corazón algo se contrajera aunque de una buena forma.

-No creo que hable todavía, pero se mueve mucho y patea bastante… creo que está bastante cómodo en mi panza… - rió mientras mantenía una de sus manos moviéndose a un costado de su vientre, - anda bebé, deja que Tío Soren te sienta, no seas tímido… - volvió a reír y al parecer su hijo escuchaba sus palabras o quizás era su propia risa lo que producía que comenzara a estar un poco más inquieto, - Es pequeño Quartermane, Soren… el nombre de mi esposo es Nigel Quartermane… - realmente no sabía si él lo conocía y quizás era sólo un nombre más para él, Claire realmente esperaba ser ella quien los presentara y que en ninguna de las dos partes estuvieran presentes los prejuicios.

Parpadeó varias veces casi sin poder creer lo que escuchaba, él la había ido a ver, al burdel, él, que apenas había querido ir aquella primera vez cuando todo había estado camuflado como un juego, como una clase entre un profesor y un alumno. Tuvo ganas de gritarle por qué nunca se había acercado, le había hablado o al menos que le hubiera dejado una nota, pero ella no tenía ningún derecho a reclamar nada, ella tenía más tiempo y más posibilidades para buscarlo durante el día, conocía donde estaba la Universidad y de seguro consultandole a las personas adecuadas habría conseguido su dirección o al menos que le entregaran una carta que pudiera escribirle.

Se estiró sobre la mesa previniendo con una mano que el contenido de su taza no fuera a derramarse y le dejó un beso en la mejilla sonrojandose al mismo tiempo que lo hacía, - Gracias por preocuparte por mi Sorito… - sonrió dandose cuenta lo mucho que extrañaba llamarlo de ese modo, - Me hubiera gustado que te acercaras, quería verte, pero tampoco se por qué no volví a buscarte hasta hoy, quizás no sabía que decir o hacer, ni como reaccionarías, las cosas cambiaron mucho después de la última vez que nos vimos y yo también cambié, en parte por lo que hablamos, creo que de a poco he podido aprender a reconocer que tengo sentimientos y que no está mal demostrarlos. –

Reía como una niña al escuchar su imitación, deseaba poder ella también sentir el corazón de su hijo, ansiaba tenerlo ya entre sus brazos y poder saber como lucía o a quien se parecería más, - ¿No tienes forma como saber si es niño o niña verdad? – dijo aquella broma acompañada de una risa que comenzó a apagarse apenas vio el cambio en Soren, ella lo sabía, sabía que aquel nombre jamás pasaría desapercibido y que siempre habían dos reacciones frente a él, detestarlos o adularlos, por lo que siguió saliendo de los labios de su amigos, él optaba por lo primero.

-Te entiendo Soren… yo se como es mi esposo, pero también se que no es como todos lo pintan, no todos conocen lo que yo conozco de él, por lo mismo no todos se enamoraron de él, no saben la historia que hay detrás… pero comprendo los prejuicios… - acarició con los dedos la mejilla de Soren y luego volvió su atención hasta la taza donde el té seguía reposando y bebió un poco, suspirando de vez en cuando, - No te dejes llevar por los rumores ¿sí? Me encantaría que conocieras a Nigel un día de estos, que la impresión que tengas de él sea algo que tu te formes, no tiene que caerte bien, pero quiero que lo conozcas… - le tocó la punta de la nariz y sonrió desviando la mirada y evitando los ojos de su amigo.

Siempre tuvo claro que no le podía agradar a todo el mundo, eso es algo normal, también sabía que prácticamente nadie en el burdel la quería mucho, sus compañeras nunca la habían mirado de buena forma y ella tampoco hizo mucho para que aquella actitud cambiara. Ahora tenía ganas de pedir una detallada descripción de esa cortesana y tironearla del pelo hasta dejarla calva, a ver si muchos clientes se acercarían a ella después de eso. De alguna forma sabía que en parte era su culpa por haber sido siempre tan distante y arrogante, aunque por otro lado ya daba igual, el tiempo había pasado y ella jamás vería esas notas.

-¿Qué decían Soren? ¿Qué habías escrito? – seguía mirando a un costado con la cabeza llena de dudas y los ojos con algo de nostalgia, durante los últimos meses en su trabajo no lo había pasado muy bien, sabía que quizás haber recibido una de esas cartas habría hecho que todo fuera menos pesado o al menos esas noches llenas de preguntan habrían tenido respuesta, - Al parecer los únicos que me querían en el burdel eran los hombres que querían mis servicios… - bajó la cabeza y siguió moviendo su taza de té y observando como las pequeñas hojitas flotaban de un lado a otro. Toda la emoción de volver a ver a Soren comenzaba a disiparse para dejar el paso a otros sentimientos que no quería reconocer.

-Sólo dile Nigel, eso de monsieur suena muy formal… y gracias, por al menos darle una oportunidad… yo se que mi esposo no es alguien fácil de tratar… pero me alegra que al menos quieras conocerlo… - sonrió sin mirarlo aún, intentando encontrar las palabras adecuadas para contar su historia, la verdad era siempre lo adecuado, ella lo sabía, - Soy feliz, soy realmente feliz… antes pensaba que lo era pero en realidad eso era nada… No se como explicar lo que me pasa ahora Sorito… es algo, como que llena todo, es como cerrar los ojos y saber que si te lanzas al vacío, siempre tendrás alguien con los brazos abiertos esperándote y que además es capaz de recibir el golpe contigo… de a dos las cosas duelen menos y las alegrías se viven al doble… -

Se sonrojó porque no sabía de donde habían salido esas palabras y bebió de su té que ya estaba bastante menos caliente, levantó la mirada porque sabía que lo difícil venía ahora, - Nos conocimos en el burdel… es fue mi cliente durante años, casi desde que comencé en eso… cuando te conocí, ya lo conocía a él también… nunca quise admitir que estuve enamorada de él desde la primera vez que lo vi pese a que él siempre, cada noche, me pedía que me fuera con él, que fuera sólo de él, hasta que poco tiempo después de la última vez que te vi, Nigel me hizo la misma petición otra vez… ‘se sólo mía Claire’ y acepté… aunque creo que influyó que él por primera vez me dijera que me ama…. – soltó una risa y desvió su atención a otro lado, - me pidió matrimonio ahí, en la cama del burdel, donde lo conocí y donde nos enamoramos…-

Quería creer que todas lo que Soren decía no le afectaban tanto como pensaba, en realidad intentaba creerlo, cerrando los ojos incluso un rato para respirar profundo y olvidar por un segundo que sus acciones siempre se devolvían hiriéndola incluso aún más de lo que ella pudo haberlo hecho. Lo peor no eran las palabras, era el enorme vacío que formaba el silencio, aquellos incómodos minutos donde algo se apretaba en su estómago y no tenía nada que ver con el pequeño en su vientre. -De todas formas me hubiese gustado leer lo que me contabas… - su voz salió apenas como un susurro y dejó la taza en la mesa.

Aquella horda de preguntas provocó que comenzara a sentir náuseas, de repente todo se hizo más pequeño y el aire comenzaba a escasear, no eran síntomas de su embarazo, era angustia, mezclada con culpa, eran sentimientos que amenazaban con desequilibrarlo todo. Se levantó y comenzó a caminar lento por el lugar, mirando cada objeto en detalle, sólo dentro del espacio junto a la mesa donde Soren seguía sentado, todo se había enredado, todo estaba dado vueltas y ella quería que volviera a su lugar, alguien susurraba en su cabeza, es injusto que esto pase ahora, pero Claire sabía que esa voz era la suya y decía algo que ella no se atrevía a expresar.

-¿Recuerdas que te dije que no podía expresar mis sentimientos? Aún me cuesta Soren… aún pese a todo lo que ha pasado y a los miedos que se fueron… - suspiró mientras seguía caminando por el lugar, - No es eso… no todo se basa en si alguien es bueno o no en el sexo… hay otras cosas… - por algún motivo esa pregunta en especial le había molestado, el ceño fruncido lo demostraba y la dureza de sus palabras también, - No lo acepté porque siempre creí que era sólo un capricho para él, un objeto más para su colección o un lindo adorno que poner en casa… él siempre decía ‘se sólo mía’, ‘se mía’ como si yo fuera un premio a conseguir… temía que si le diera lo que quería, el interés se acabaría y yo terminaría con el corazón roto y sin trabajo.-

Volvió a la silla pero se quedó de pie junto a ella, intentando primero responder esa última pregunta en su mente, - Al principio sí, le mentí aunque no sirvió de mucho, él se daba cuenta si yo mentía o no, siempre eligió la verdad incluso cuando no le gustaba lo que yo decía, prefería oír mis rechazos a que creara falsas esperanzas, intenté tratarlo como a un cliente más, pero él pasaba casi todas las noches en el burdel y yo siempre esperaba ansiosa a que volviera… - se sentó y bebió casi la mitad de su té ya frío, - Sólo me permití amarlo cuando escuché de sus labios un ‘te amo’, antes de eso siempre pensé que el amor estaba prohibido para mí y que sólo podía tener cariño, querer a alguien como te quiero a ti Soren, pero ahora se que puedo tener ambas sin que la otra desaparezca… - sonrió y estiró su mano para acariciar la mejilla del vampiro, - es algo que me sorprende aún, pero puedo amar a Nigel, al bebé que viene en camino y también puedo amar a mi hermana y quererte a ti, que eres mi mejor amigo…-

Retiró la mano casi de inmediato, de alguna forma ese contacto le molestó después de escucharlo, esas palabras en vez de aliviarla o responder a las miles de recriminaciones que se había hecho a lo largo del tiempo sólo la hacían sentir aún peor. Prefería que le gritara, que le echara en cara miles de cosas, que la culpara, la apuntara con el dedo, escupiera palabras groseras para referirse a ella, la mirara con desprecio o incluso se riera de ella, porque con todo eso sabía lidiar bien, pero con esa simple aceptación no, incluso sintiendo como si él se hubiera rendido en una batalla que nunca tuvieron.

-¿Supones? – desvió su mira a un punto que distaba mucho del rostro de Soren, ya no sabía si quería o podía mirarlo a los ojos, él de algún modo la hizo en un segundo sentir más sucia de lo que pudo haberse sentido incluso cuando aún trabajaba en el burdel. - ¿Cómo podemos avanzar o pensar en el futuro si el pasado aún no está resuelto? No quiero que te guardes las cosas Soren, me encantaría que confiaras en mí… se que es mucho lo que pido, pero me gustaría ser realmente tu amiga, escucharte, aunque creas que no es importante, pero si quiero saber que pasa por tu cabecita… -

Sonrió pero más pareció una mueca triste, su mano volvió a subir para tomar su mentón con la intención de girar su rostro y poder mirarlo a los ojos, los de ella lucían como si tuviera una carga enorme que aún no pudiera quitarse, - ¿Qué cambió en ti Sorito? – Susurró moviendo su pulgar para acariciar su mejilla, - Sabes que puedes cuestionarme, quiero que siempre lo hagas… ¿recuerdas que decías que con las dudas y preguntas aprendíamos más? En esto también quiero aprender, a ser una mejor amiga… una mejor persona, y aunque no quieras creerlo, tú me ayudas con eso. –

Cerró los ojos un segundo como si estuviera cansada pese a que volvía a estar sentada sintiendo el olor agradable del té colarse por su nariz, - ¿Qué hiciste que te tiene así? ¿Pasó algo grave? – Los pensamientos de culpa fueron cambiados por genuina preocupación, se sentía incluso tonta por ser tan egoísta, hablar de ella, sólo pensar en ella y no notar antes que él no estaba bien, que algo en su semblante estaba diferente, retiró la mano de su mentón para tomar una de las suyas, quería que de alguna forma él pudiera sentir que lo apoyaba fuera lo que fuera, necesitaba oírlo y sin evasivas.

Apretó aún más las manos de Soren, él siempre estaba frío, su piel siempre lo estaba pese a que en sus acciones demostraba tener más calidez que la de muchos humanos cuya temperatura era más alta. Las frotó con las suyas como si así pudiera transmitirle lo que deseaba, de su boca no salían palabras porque no había nada que debatir, nada que discutir, una vez más le encontraba la razón y ahora no tenía esa imperiosa necesidad de tener que ser quien diera la última palabra, ahora escuchaba atenta, quizás demasiado, ahora seguía con el gesto firme y el rostro cargado de angustia, ahora tenía miedo de lo él fuera a decir.

-¡Mon Dieu!- Claire no pudo evitar ahogar gritos y gesticular con cada una de las cosas que Soren le relataba que habían sucedido, podía hasta incluso ir imaginando las escenas a medida que se las iba contando, en su mente aparecía el rostro de su amigo con muecas extrañas de dolor, con el cabello al viento y afirmándose las gafas mientras corría. Se sentía tan pequeña, tan insignificante, tan vulnerable, pero por sobretodo tan inútil. Tan incapaz. Si ella hubiese sido la que lo acompañaba durante todos esos eventos no habría podido hacer nada para ayudarlo, quizás como mucho gritar o buscar ayuda, pero ¿cómo explicarle a un médico lo que él era? Jamás lo habrían creído, la hubiera tachado de loca y Soren habría muerto, otra vez.

Se lanzó sobre él y comenzó a tocarlo como si esas heridas aún estuvieran presentes, quizás lo estaban, él no había dicho que todas hubieran sanado por completo. Ella necesitaba asegurarse que él estuviera bien, sabía que si él no fuera vampiro ya estaría muerto y el sólo hecho de dimensionar eso produjo un nudo en su garganta que le impidió hablar, porque estaba consciente de que si lo hacía, las lágrimas también se escaparían, tomó su cara entre sus manos y lo miró directo a los ojos, -¿Estás bien Sorito? ¿Completamente bien? ¿Te duele algo? ¿Quieres que haga algo por ti? Si necesitas cualquier cosa, dímelo, lo conseguiré como sea… lo que sea para que estés bien.-

Sus preguntas eran excesivas, ella lo sabía pero simplemente no podía evitarlo, siempre había creído que podía controlarlo todo y ahora se daba cuenta que aunque quisiera a veces no podría. Al menos él no había estado solo, - ¿Con quién estabas Soren? – en su rostro se mezclaba la sonrisa con otro sentimiento que no quería reconocer, - No me digas que… - abrió los ojos como si recién comprendiera todo, - ¿Era tu novia verdad? Sorito… ¿todo eso lo viviste con tu novia pero ya terminaron? – sentía como si las piezas encajaran, verlo así no era producto sólo de la sorpresa, en el fondo ella sabía que eran celos lo que producían que apretara la mandíbula esperando una respuesta, ¿por qué sentía eso si ella estaba feliz y enamorada? Porque lo quiero, porque me hubiera gustado ser yo la novia que lo acompañó y a mi a la que hubiera dejado.

Sentirse segura era algo primordial ahora para ella, donde antes había temeridad ahora existía precaución, ya no se arriesgaba a correr peligros o hacer estupideces por su impulsividad, ahora no estaba sola. Seguía preocupada por Soren, pero verlo explicarle con entusiasmo que estaba bien la hacía sentir un poco más segura, aunque sus palabras sobre haber estado en aquella situación varias veces antes sólo produjeron un nudo en su estómago que rápidamente se movía hacia su garganta, tragó un poco antes de intentar sonreír, era inútil, no podía hacerlo sintiéndose tan sobrepasada por los eventos, incluso aunque muchos hubiesen sucedido hace mucho. Sabía que la idea de muerte para mortales e inmortales variaba mucho pero no por eso dejaría lo que pensaba o sentía de lado, se preocuparía por Soren aunque todo el mundo le asegurara que en el planeta jamás existiría un arma capaz de hacer que muriera, de nuevo.

Mirando de reojo podía ver su propio reflejo en los vidrios de algunos estantes, detrás de ellos Soren guardaba cosas que quizás para algunos serían verdaderos tesoros, ¿Qué había detrás de ella? ¿algo o simplemente era la misma cáscara vacía de siempre? Bajó un poco los ojos para encontrar la respuesta, que esperaba callara esas preguntas, un vientre abultado, un niño en camino, la esperanza de una pareja, el elemento tangible de un sentimiento que siempre creyó vetado, ¿cómo podría culpar a alguien de sentir lo mismo fuera cual fuera el destinatario de tales afectos? Su rostro no mostraba cambios pese a que sus manos insistentemente acariciaban su panza crecida como si necesitara tener seguridad sobre algo, se imaginaba a si misma como un caminante que descubre que el recorrido que ha hecho toda su vida de repente es modificado aunque llegue finalmente al mismo destino.

-¿Lo amas verdad? – Sus labios parecían don líneas irónicamente dibujadas por algún pintor, -¿dónde está él ahora? Dijiste que no están juntos como… como pareja, pero ¿él sigue en París? – en algún punto su taza se había vuelto algo tan interesante que no podía despegar la vista de ella, preguntaba sin mirarlo porque sabía perfectamente que ahora su rostro no escondería lo que realmente sentía, desde que había decidido mostrar sus emociones sentían que eran como el caudal al que antes controlaba una represa, sólo que ahora una vez abierta la compuerta era muy difícil que volviera a su cause normal, o al menos cercano a lo que era antes. No estaba molesta, tampoco enojada, sólo se sentía algo sorprendida y al mismo tiempo dolida quizás y hasta culpable, por no haber estado junto a él cuando de seguro la necesitó muchísimo.

Evitó referirse al hecho de su sangre virgen, lo poco que había tratado con vampiros le habían enseñado que en ese tema era mejor no ahondar, pero era Soren, no era cualquier vampiro, era él quien había rechazado beber de ella, ¿sería por eso? ¿Por qué ella no era pura cuando se conocieron? No iba a preguntarle porque la respuesta era obvia, la Claire de antes habría tomado lo primero que encontrara y lo haría arrojado a algún punto de preferencia cerca de la cara de Soren, la de ahora no, esta pensaba un poco antes de actuar, especialmente porque tenía un recordatorio pateando en la barriga, - ¿Bebiste de él? – levantó los ojos para mirar al vampiro que parecía haberse apoderado de todos los colores de la habitación para centrarlos en sus mejillas, ella estaba segura incluso de haber perdido los propios luego de preguntarle eso, - No tienes que responder si no quieres.-