AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
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¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Aristocracia, elegancia, es lo que describe la cerámica de aquella taza, pintada por grandes artesanos, que imaginación la suya de poder poner hermosas flores y paisajes sobre un objeto no valorado, es admirable el trabajo, cada tinte de color sobre ella, quien aguanta el calor intenso de aquel liquido amargo; la taza de café es acompañada de un elegante plato a juego con la pintura que le envuelve, se posa suavemente entre mi vista y mi tacto, aquel vapor, forma figuras que se mueven al compas del viento, elevándose poco a poco, esforzándose para llegar a mi olfato.
Y es ahí donde el sabor empieza, se adentra en mi cuerpo, en mi cabeza, en mis sentidos, apanigua aquel frio que llevo dentro, envuelve mis pensamientos, haciéndome recordar, cada una de las personas con las que he disfrutado de este momento, acompañados de una simple taza de café, es casi como una melodía suave, como un momento agridulce, estoy seguro que nos ha acompañado en todo momento y su sabor se torna de distintas maneras según nuestro paladar, sí así es, si alguien te cita para beber una taza de café porque tiene algo que contarte, quizá en el momento de la espera su sabor es cambiante, de dulce a amargo, se vuelve desesperado como el tiempo esperando. Si las noticias son buenas el sabor es dulce, si son malas se vuelven amargas, estorbosas para el paladar, el sabor depende del estado en el que estemos.
Pero si estas relajado y absortado en pensamientos neutros, quizá es cuando descubras el verdadero placer de poder disfrutar de aquella añorada taza de café. Y aquí es el momento, que tomo con las yemas de los dedos, aquella bien curveada asa que su peso sostiene, tan delgada, tan frágil con un tibio calor, le alzo poco a poco y el olor se vuelve más intenso, ¡Ah me quema!... se adentra como la droga que es despertando mi sentido del gusto y olfato.
El borde rosa mis labios, el liquido que se bambolea por el movimiento los toca, que intenso rose tan ardiente siento ahora, se introduce lentamente a la abertura de mis labios, tocando cada rincón de mi boca, le mantengo un rato, y dejo que suelte su sabor y que baile el amargo néctar del grano sobre mi paladar, el liquido se derrama sobre mi garganta, como odio esta sensación, calienta cada vez más dentro de mí, se escurre por mis entrañas, reconfortando mi corazón, en tan solo un instante, logra que mi cuerpo se paralice de calor, cierro los ojos para acompañarle a su recorrido, mientras ambas manos abrazan lo que es el bol de su esférico cuerpo, las manos se me calientan, tanto que “al ser un inmortal” siento el intenso fuego sobre las yemas de mis fríos dedos.
Después de aquel aristocrático trago, donde derramo elegancia y quizá sensualidad, miro a mi alrededor, buscando a alguien como yo, que admire algo tan simple en este lugar, decorado con rosas blancas, rojas y rosas, con el papel tapiz en formas no exactas, con el sonido de piano de algún interprete mal pagado, con un talento que vale más que unas simples monedas, resuenan los murmullos, pero la noche es negra como la taza de café que envuelve mis manos, sin darme cuenta me absorto en el paisaje, atreves de las ventanas, donde una mirada triste se encuentra con mis ojos.
Y es ahí donde el sabor empieza, se adentra en mi cuerpo, en mi cabeza, en mis sentidos, apanigua aquel frio que llevo dentro, envuelve mis pensamientos, haciéndome recordar, cada una de las personas con las que he disfrutado de este momento, acompañados de una simple taza de café, es casi como una melodía suave, como un momento agridulce, estoy seguro que nos ha acompañado en todo momento y su sabor se torna de distintas maneras según nuestro paladar, sí así es, si alguien te cita para beber una taza de café porque tiene algo que contarte, quizá en el momento de la espera su sabor es cambiante, de dulce a amargo, se vuelve desesperado como el tiempo esperando. Si las noticias son buenas el sabor es dulce, si son malas se vuelven amargas, estorbosas para el paladar, el sabor depende del estado en el que estemos.
Pero si estas relajado y absortado en pensamientos neutros, quizá es cuando descubras el verdadero placer de poder disfrutar de aquella añorada taza de café. Y aquí es el momento, que tomo con las yemas de los dedos, aquella bien curveada asa que su peso sostiene, tan delgada, tan frágil con un tibio calor, le alzo poco a poco y el olor se vuelve más intenso, ¡Ah me quema!... se adentra como la droga que es despertando mi sentido del gusto y olfato.
El borde rosa mis labios, el liquido que se bambolea por el movimiento los toca, que intenso rose tan ardiente siento ahora, se introduce lentamente a la abertura de mis labios, tocando cada rincón de mi boca, le mantengo un rato, y dejo que suelte su sabor y que baile el amargo néctar del grano sobre mi paladar, el liquido se derrama sobre mi garganta, como odio esta sensación, calienta cada vez más dentro de mí, se escurre por mis entrañas, reconfortando mi corazón, en tan solo un instante, logra que mi cuerpo se paralice de calor, cierro los ojos para acompañarle a su recorrido, mientras ambas manos abrazan lo que es el bol de su esférico cuerpo, las manos se me calientan, tanto que “al ser un inmortal” siento el intenso fuego sobre las yemas de mis fríos dedos.
Después de aquel aristocrático trago, donde derramo elegancia y quizá sensualidad, miro a mi alrededor, buscando a alguien como yo, que admire algo tan simple en este lugar, decorado con rosas blancas, rojas y rosas, con el papel tapiz en formas no exactas, con el sonido de piano de algún interprete mal pagado, con un talento que vale más que unas simples monedas, resuenan los murmullos, pero la noche es negra como la taza de café que envuelve mis manos, sin darme cuenta me absorto en el paisaje, atreves de las ventanas, donde una mirada triste se encuentra con mis ojos.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Las noches cálidas se mezclan con las añoranzas de un futuro lejano, de un presente ausente y de un pasado que por más intentos no puede ser olvidado del todo. El brujo ve el futuro en el líquido de la taza de porcelana fina y con decorativos llamativos que tiene en frente, siente el miedo correr por sus venas las visiones no eran del todo favorables ni para el mismo ni para la persona que veía en esa visión que se desvanecía con las ondas del pequeño movimiento que comienza a tener la taza. “Estas temblando y no hace frio… ¿por qué? No te gusto lo que viste… Marko vamos eres más fuerte unas simples imágenes no te darán miedo” Yo… no… Eris, lo que vi no… no lo entiendo, siempre existen indicios de algo pero las imágenes fueron claras, frías y desgarradoras. Con cuidado el brujo bajo la taza hasta dejarla junto al platillo que le hacía buen juego la mano temblaba levemente pero el líquido en el interior lo sentía como si fuese una verdadera tormenta, llevaba más rato del debido observando el café en todo su esplendor y no había aun probado ni siquiera un sorbo del humeante y sabroso café. “Siempre que vez algo así, es un indicio de que algo pasara… bueno, malo solo los segundos o minutos lo darán a conocer”
El brujo se decidió al fin probar de ese extraño elixir que lo mantenía despierto por más horas de lo habitual, haciendo que ese café en específico fuera el vicio que más le gustaba tener le causaba placer y satisfacción el sabor que lo encendía a medida que este fuera consumido y lo mejor que era una compañía que se mantenía en silencio salvo cuando las visiones del futuro aparecían. Pero esa noche no estaba dispuesto a sentir el amargo líquido por causa de su propia angustia vio los terrones de azúcar tentador para su paladar y sin pensarlo con una pequeña cuchara de plata brillante tomo no uno sino dos y los introdujo a la taza de porcelana fina, suavemente y casi sin hacer el menor ruido revolvió envolviéndose en sus propios pensamientos, debatiendo con su voz interior lo que era correcto y lo que no. “Una taza de café no te hará daño, no puede hacerlo más que por imprudencia tuya te quemes la lengua. Y eso sería bastante divertido para mí.” No se por qué ese afán de que me sucedan cosas malas, ya verás que no me quemare y podre al fin disfrutar plenamente de este líquido marrón que con su olor ya me embriagado por sobremanera. Marko levanto la taza y se llevó el borde a su labio inferior para beber tranquilamente, el líquido estaba caliente pero tenía que estar así, era la mejor forma de disfrutarlo en su esplendor. El vapor entro a sus fosas nasales y se dejó llevar por aquello que lentamente lo envolvía, ese extraño placer culpable que sentía en ese momento.
Luego de saborear y disfrutar del café volvió a dejar la taza en su lugar, con un aire victorioso ya que no se había quemado alego en su interior mientras aun con ese sentimiento angustiante desvió la mirada por el lugar que poco a poco se había ido llenando de personas, pero solo una mirada había llamado su atención sin nada que perder se quedó ahí, mirando aquellos ojos misteriosos que en la lejanía se encontraban. Marko no desviaría la mirada, nunca lo hacía y esa no sería la primera vez.
El brujo se decidió al fin probar de ese extraño elixir que lo mantenía despierto por más horas de lo habitual, haciendo que ese café en específico fuera el vicio que más le gustaba tener le causaba placer y satisfacción el sabor que lo encendía a medida que este fuera consumido y lo mejor que era una compañía que se mantenía en silencio salvo cuando las visiones del futuro aparecían. Pero esa noche no estaba dispuesto a sentir el amargo líquido por causa de su propia angustia vio los terrones de azúcar tentador para su paladar y sin pensarlo con una pequeña cuchara de plata brillante tomo no uno sino dos y los introdujo a la taza de porcelana fina, suavemente y casi sin hacer el menor ruido revolvió envolviéndose en sus propios pensamientos, debatiendo con su voz interior lo que era correcto y lo que no. “Una taza de café no te hará daño, no puede hacerlo más que por imprudencia tuya te quemes la lengua. Y eso sería bastante divertido para mí.” No se por qué ese afán de que me sucedan cosas malas, ya verás que no me quemare y podre al fin disfrutar plenamente de este líquido marrón que con su olor ya me embriagado por sobremanera. Marko levanto la taza y se llevó el borde a su labio inferior para beber tranquilamente, el líquido estaba caliente pero tenía que estar así, era la mejor forma de disfrutarlo en su esplendor. El vapor entro a sus fosas nasales y se dejó llevar por aquello que lentamente lo envolvía, ese extraño placer culpable que sentía en ese momento.
Luego de saborear y disfrutar del café volvió a dejar la taza en su lugar, con un aire victorioso ya que no se había quemado alego en su interior mientras aun con ese sentimiento angustiante desvió la mirada por el lugar que poco a poco se había ido llenando de personas, pero solo una mirada había llamado su atención sin nada que perder se quedó ahí, mirando aquellos ojos misteriosos que en la lejanía se encontraban. Marko no desviaría la mirada, nunca lo hacía y esa no sería la primera vez.
Marko Tartani- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/02/2011
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Hipnotízame… Una vez más, bajo el hechizo de tu aroma, bajo el sabor de tu piel, bajo la sensualidad de tu aliento, era así como describí aquella mirada, cuando deje de mirar atreves del cristal, las campanas resonaban, se agitaban, al ver aquel hombre sentado a una distancia respetable de donde yo, no deje de mirarlo, quizá lo intimidaría, pero no me importaba, el calor de aquella taza se transportaba increíblemente a mi piel, me sigue quemando, me envuelvo lento en la suavidad del sabor, nadie, incluso la piel humana no era capaz de proporcionar aquel calor, pero aquella mirada, es como si transmitiera algo distinto al beber… una simple taza de café.
Ese rose cristalino que podía ver, me destrozaba, ya lo había notado, en muchas ocasiones, y se dé que criatura podía tratarse, de repente como si leyeran mi mente, un pianista se dirige a tocar algo triste, algo nostálgico, el viento entra amablemente, solo para tomarme entre sus manos y mecerme en su cuna de emociones, se empeña en seguirme, en envolverme en su incoloro manto, me levanto de la mesa, con una sensación fresca, caliente, tibia en la piel, en las palabras, en mi caminar, en mi elegancia, y no puedo evitar, tan solo mirar a aquel ser, con calma, con hechizo, con interés, con deseo, me detengo justo donde se encuentra, su mirada es como esa sensación, de tardes, naranjas, con la mezcla de un azul, de un oscuro azul, que siempre le acompañara, dejando ver un poco de aquel sol.
A un lado de aquel pianista llega un violinista, es como si el destino se empeñarme en demostrarme que existe, y me importa poco, lo único que deseo es poder abrazar el momento, aquel olor sensual me envuelve, el viento me lo regala, me lo trae de la mano, el olor de aquel café, de aquellas sensaciones, jamás se terminaran de describir. Me adapto tan bien a la escena, que depósito una rosa en aquella mesa donde aquel se encuentra.
- Posee una hermosa mirada, un hermoso gesto, la sensación del café, la disfruta de una manera especial, que hermoso es admirar sus ojos, su presencia tan diferente en este lugar, se convierte en mi escena favorita.
Sonrió apenas, mis cabellos se mueven, acariciando mi pálida piel, no soy capaz de ir encontrar de la voluntad del viento, ni del aroma a café, me quedo ahí mirándole fijamente, sé que no debo tocarle, al menos es una ventaja que sea un hombre, un hombre de sensibilidad, acaricio mi rostro al son del viento, le sonrió por completo.
- Asagi Dunkelheit… Un placer Joven.
Me presento con amabilidad dibujando una sonrisa en el rostro, dejando mi hermosa flor en su mesa, para que se engalane un poco más, con aquel ahora que yo acabo de disfrutar.
Ese rose cristalino que podía ver, me destrozaba, ya lo había notado, en muchas ocasiones, y se dé que criatura podía tratarse, de repente como si leyeran mi mente, un pianista se dirige a tocar algo triste, algo nostálgico, el viento entra amablemente, solo para tomarme entre sus manos y mecerme en su cuna de emociones, se empeña en seguirme, en envolverme en su incoloro manto, me levanto de la mesa, con una sensación fresca, caliente, tibia en la piel, en las palabras, en mi caminar, en mi elegancia, y no puedo evitar, tan solo mirar a aquel ser, con calma, con hechizo, con interés, con deseo, me detengo justo donde se encuentra, su mirada es como esa sensación, de tardes, naranjas, con la mezcla de un azul, de un oscuro azul, que siempre le acompañara, dejando ver un poco de aquel sol.
A un lado de aquel pianista llega un violinista, es como si el destino se empeñarme en demostrarme que existe, y me importa poco, lo único que deseo es poder abrazar el momento, aquel olor sensual me envuelve, el viento me lo regala, me lo trae de la mano, el olor de aquel café, de aquellas sensaciones, jamás se terminaran de describir. Me adapto tan bien a la escena, que depósito una rosa en aquella mesa donde aquel se encuentra.
- Posee una hermosa mirada, un hermoso gesto, la sensación del café, la disfruta de una manera especial, que hermoso es admirar sus ojos, su presencia tan diferente en este lugar, se convierte en mi escena favorita.
Sonrió apenas, mis cabellos se mueven, acariciando mi pálida piel, no soy capaz de ir encontrar de la voluntad del viento, ni del aroma a café, me quedo ahí mirándole fijamente, sé que no debo tocarle, al menos es una ventaja que sea un hombre, un hombre de sensibilidad, acaricio mi rostro al son del viento, le sonrió por completo.
- Asagi Dunkelheit… Un placer Joven.
Me presento con amabilidad dibujando una sonrisa en el rostro, dejando mi hermosa flor en su mesa, para que se engalane un poco más, con aquel ahora que yo acabo de disfrutar.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
“La nostalgia es para personas que extrañan algo o alguien, tú me tienes a mi… así que no te pongas triste por la música que comienza a sonar” Tu nunca entenderás ¿cierto? Tu no existes, no puedes ni siquiera darme un abrazo, ni una caricia… ni nada, es por eso la razón de que a veces te odio tanto como en este mismo segundo. Si fueras real estarías frente a mí haciéndome compañía, disfrutando conmigo una simple taza de café. “Eso duele, pero es cierto. No soy real… no puedo hacer nada de eso… calla que no quiero seguir escuchándote” Aquellas fueron las palabras salidas del mismísimo corazón de Marko, Eris por su parte no aguanto y en silencio se quedó. El brujo siguió bebiendo de aquella taza de café, sintiendo como esa mirada le seguía de cerca muy cerca de el.
Las notas musicales ambientaban el lugar de manera que Marko podía disfrutar más, aunque fuera solo una taza de aquel café la valía de igual forma, alzo la vista y seguidas con esas palabras, que por cierto lo tomaron por sorpresa, dedico una media sonrisa – Detrás de cada mirada hay un mundo entero por conocer. Usted no se queda atrás, sus ojos dicen más que su persona misma – Uno de sus dedos se deslizaron hacia los pétalos de aquella rosa y con mucho cuidado sintió aquella suave textura que podía compararla con tul, seda o la misma piel humana, suave, delicada digna de ser acariciada. No acostumbraba a escuchar muy seguido palabras suaves como aquellas, y ni mucho menos a sonreír. Se levantó lentamente y corrió la silla que estaba frente de el – Deme el placer de su compañía, Dunkelheit – El brujo se dirigió a la su asiento y se quedó ahí.
Marko Santini, el gusto es mío – Su tono de vos seguía siendo el usual, suave y tranquilo no podía quedarse callado y aun con las palabras que había dicho aquel se quedó – Hagamos de esta escena otra mejor – Si bien el brujo estaba acostumbrado a la soledad no negaba que poco a poco esta le había estado consumiendo. Una compañía no la dejaría pasar, hombre o mujer daba lo mismo en ese momento solo quería sentirse acompañado para dejar la nostalgia atrás aunque fuera por algunas horas. “Es como ellos, eres un imán para los tipos como él. A caso no lo sientes, es tan peligroso como los de esa noche… Marko…” No me importa, por mucho que se parezca, él es real… deja de hablar que no existes… y nunca lo harás. Marko está en medio de una crisis interna, nadie podría darse cuenta de ello porque solo eran pensamientos, palabras silenciadas en su cabeza que en lucha siempre estaban y así siempre estarían.
Disfrutemos del café, que debo decir que es uno de los más deliciosos que he probado – hay estaba de nuevo hablando aun sin recibir respuesta, prefería hablar que seguir pegado en su mente que por más que tratara en ese mismo momento no podía hacer callar.
Las notas musicales ambientaban el lugar de manera que Marko podía disfrutar más, aunque fuera solo una taza de aquel café la valía de igual forma, alzo la vista y seguidas con esas palabras, que por cierto lo tomaron por sorpresa, dedico una media sonrisa – Detrás de cada mirada hay un mundo entero por conocer. Usted no se queda atrás, sus ojos dicen más que su persona misma – Uno de sus dedos se deslizaron hacia los pétalos de aquella rosa y con mucho cuidado sintió aquella suave textura que podía compararla con tul, seda o la misma piel humana, suave, delicada digna de ser acariciada. No acostumbraba a escuchar muy seguido palabras suaves como aquellas, y ni mucho menos a sonreír. Se levantó lentamente y corrió la silla que estaba frente de el – Deme el placer de su compañía, Dunkelheit – El brujo se dirigió a la su asiento y se quedó ahí.
Marko Santini, el gusto es mío – Su tono de vos seguía siendo el usual, suave y tranquilo no podía quedarse callado y aun con las palabras que había dicho aquel se quedó – Hagamos de esta escena otra mejor – Si bien el brujo estaba acostumbrado a la soledad no negaba que poco a poco esta le había estado consumiendo. Una compañía no la dejaría pasar, hombre o mujer daba lo mismo en ese momento solo quería sentirse acompañado para dejar la nostalgia atrás aunque fuera por algunas horas. “Es como ellos, eres un imán para los tipos como él. A caso no lo sientes, es tan peligroso como los de esa noche… Marko…” No me importa, por mucho que se parezca, él es real… deja de hablar que no existes… y nunca lo harás. Marko está en medio de una crisis interna, nadie podría darse cuenta de ello porque solo eran pensamientos, palabras silenciadas en su cabeza que en lucha siempre estaban y así siempre estarían.
Disfrutemos del café, que debo decir que es uno de los más deliciosos que he probado – hay estaba de nuevo hablando aun sin recibir respuesta, prefería hablar que seguir pegado en su mente que por más que tratara en ese mismo momento no podía hacer callar.
Marko Tartani- Hechicero Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
“Los ojos son las puertas del alma”
O al menos eso era lo que había aprendido todo este tiempo, aunque aquel ser, a pesar de no “tener una humanidad como cualquiera” me inquietaba, quizá era el brillo de sus ojos, quizá sus palabras, en cuanto me ofreció asiento, decidí acompañarlo, pidiendo un poco más de café, el tacto de nuevo con esa sensación pero ahora en compañía, era mucho mejor, aun mejor siendo desconocidos.
Soledad, si eso es lo que el mundo teme cada día, quedar solo, pero si nacimos solos, ¿Enserio nos hace falta alguien a nuestro lado para estar contentos?, al parecer, mas mis años en esta eternidad me habían enseñado muchas cosas, demasiado, que solo podía charlar con mi pensamiento y con mi otro “yo” por decirlo así, porque todo el tiempo usamos mascaras de lo que somos, de aquello que fingimos ante los demás y cada vez consultamos menos antes de actuar, sin embargo aquel hombre parecía pensar muy bien, meditar antes de poner cualquier palabra en sus labios.
Humanos al final… ¿Qué buscan?, en ¿Qué dirección debo de ir, si se la pasan hiriéndose unos a otros? Fui alejado del mundo, donde ni siquiera un murmuro alcance a percibir y ahora que he despertado, conocer el mundo me parece algo estúpido, pero más lo es la humanidad, y es que soy un ser tan despreciable que si fuera por el mismo dios… Esperen, Dios me dio la espalda y ni el mismo sabe de el misterio detrás de mi mirada, quizá nadie lo sepa porque soy un jugador excepcional. Aun no existe nadie que pueda hacerme daño.
- El placer es mío, Quizá tenga razón, los ojos son la apariencia del corazón, quizá luzca amable pero mi corazón podrido esta, quizá luzca tranquilo y sereno pero mis sentimientos dentro de su vasija son como la caja de la misma Pandora, quizá sea tan cruel y lleno de discordia como la mima Eris, o una persona hermosa como la misma Artemisa pero eso solo puede descubrirse en cuanto el alma se prepare para florecer.
Toda una metáfora era lo único que podía ofrecerle, pero él no era la excepción, los cristales que portaba eran únicos.
- Debo de hacer una observación quizá atrevida pero usted parece llamarme la atención más de lo natural, sus cristalinos y hermosos ojos son claros, a simple vista, pero si le observo con detenimiento hay una leve sombra que lo cubre en gran parte, quizá este enloqueciendo, pero usted es una persona muy sigilosa.
Me acerque un poco para mirarle en cuanto termine de charlar y comentar volví a mi postura, sorbiendo de nuevo aquello que no podía dejar de describir, acaricie mis largos cabellos, mirando el panorama, dejándome guiar por la melodía, que nos alzaba en una burbuja llena de tranquilidad y paz, una envolvente sensación de comodidad, me presentía algo más, sin embargo esperaba con calma a ver sus reacciones.
- Tenga por seguro que este encuentro será de lo más entretenido, que no “estamos solos” en ningún momento. Que la conversación no terminara.
¿Qué estas tramando Dunkelheit? Esa misma pregunta se fue a mi interior de una manera tan sutil, que ni yo mismo me quise responder, porque tan profesional era la mentira, que ni siquiera yo sabía cuando podía estar jugando o cuando no, una nueva víctima quizá, que interesante, demasiado interesante hasta ahora. En mi rostro se dibuja una sonrisa que decora solo la mitad de mis labios mirándole atento como un “loco” como una bestia sedienta.
- Spoiler:
- Quisiera pedirle una disculpa aunque se de esta forma, se que la respuesta o es demasiada corta o carece de lo que me caracteriza normalmente, pero mi salud no está en condiciones adecuadas, espero no le moleste, no he querido descuidar mi tema en algún momento con usted así que he respondido “como se debe” hasta ahora, espero seguir haciéndolo y que perdone la demora, si he de tener otra gran demora en los próximos día pido me disculpe, pero dudo que suceda, así que a partir de ahora, mis respuestas serán como anteriormente, rápidas y Mejores… Muchísimas Gracias por ser paciente… Asagi Dunkelheit desea que lo pase muy bien.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
“Uno de los primeros vampiros cuerdos que tenemos el placer de conocer… Pero no todo lo que brilla es oro, ni todo lo que uno ve es precisamente lo que realmente es… y también lo que escuchamos no siempre es verdadero… Marko las apariencias engañan… no te fíes… te conozco y a veces eres más confiado de lo que deberías ser” Eris… Eris… Tu siempre con tus acertijos no asertivos, tu mejor que nadie sabes que yo tengo el poder de ver más allá… mucho más allá de los horizontes que un simple humano puede ver. La conversación intima entre aquellas dos mentes, en un solo cuerpo solían discutir pero aquella discusión tenía más de cierto que cualquier otra conversación entre el brujo y su Eris.
Filosofo o no el vampiro tenia cierta razón en sus palabras los ojos eran la puerta misma del alma de cualquier persona en este planeta, en ella se podían ver los laberintos en el que dia a dia cada persona se veía envuelto el brujo asintió con las primeras palabras y cuando nombro a la diosa de la Discordia todo en su interior se revolvió “Esa soy Yo Eris la diosa de la discordia, quien planta la duda en las mente de ingenuos como tu… o cualquier otro al cual yo pueda apoderarme, tengo un sentimiento encontrado con el… no lo puedo explicar” no es necesario ningún tipo de explicación Eris, se cómo eres… - Todos los ojos dicen algo más que una simple mirada… ya sea de pureza, rencor, ira, alegría, felicidad… discordia… Todos escondemos algo Monsieur Dunkelheit – Aquellas palabras salidas de los labios del propio Marko eran muy ciertas, cualquiera sabia aquello.
La sinfonía que les hacía compañía era agradable para los oídos del Brujo su amor por la música y las artes era algo que no podía describir, más en la situación en la que se veía inmerso disfrutando de un buen café con una compañía poco inusual. – ¿Yo una persona Sigilosa? Creo que no entiendo a lo que se refiere Monsieur – pose uno de mis dedos por el borde de la porcelana que aun resguardaba el calor del café, su aroma seguía envolviéndome no tan solo a mi sino que también a mi acompañante ya a estas alturas éramos tan solo el , yo y las melodías que nos acompañaban de fondo. “Tus bellas palabras me hacen lloriquear… Qué demonios estás hablando tu pensando más de la cuenta,¿ adornando las palabras con sutiles halagos y haciéndote el desentendido? Ni que fueras Brujo” Luego de aquellas palabras las risotadas provenir de aquella voz femenina en su interior le incomodaron pero no dijo ni hizo caso alguno tenía otra cosa en la cual concentrarse.-Conversaciones como estas mantienen a cualquiera atento y entretenido – fueron sus últimas palabras antes de llevarse la fina taza hasta los labios y dar un sorbo de café para dejar el sabor de aquel elixir impregnado nuevamente en su interior.
Filosofo o no el vampiro tenia cierta razón en sus palabras los ojos eran la puerta misma del alma de cualquier persona en este planeta, en ella se podían ver los laberintos en el que dia a dia cada persona se veía envuelto el brujo asintió con las primeras palabras y cuando nombro a la diosa de la Discordia todo en su interior se revolvió “Esa soy Yo Eris la diosa de la discordia, quien planta la duda en las mente de ingenuos como tu… o cualquier otro al cual yo pueda apoderarme, tengo un sentimiento encontrado con el… no lo puedo explicar” no es necesario ningún tipo de explicación Eris, se cómo eres… - Todos los ojos dicen algo más que una simple mirada… ya sea de pureza, rencor, ira, alegría, felicidad… discordia… Todos escondemos algo Monsieur Dunkelheit – Aquellas palabras salidas de los labios del propio Marko eran muy ciertas, cualquiera sabia aquello.
La sinfonía que les hacía compañía era agradable para los oídos del Brujo su amor por la música y las artes era algo que no podía describir, más en la situación en la que se veía inmerso disfrutando de un buen café con una compañía poco inusual. – ¿Yo una persona Sigilosa? Creo que no entiendo a lo que se refiere Monsieur – pose uno de mis dedos por el borde de la porcelana que aun resguardaba el calor del café, su aroma seguía envolviéndome no tan solo a mi sino que también a mi acompañante ya a estas alturas éramos tan solo el , yo y las melodías que nos acompañaban de fondo. “Tus bellas palabras me hacen lloriquear… Qué demonios estás hablando tu pensando más de la cuenta,¿ adornando las palabras con sutiles halagos y haciéndote el desentendido? Ni que fueras Brujo” Luego de aquellas palabras las risotadas provenir de aquella voz femenina en su interior le incomodaron pero no dijo ni hizo caso alguno tenía otra cosa en la cual concentrarse.-Conversaciones como estas mantienen a cualquiera atento y entretenido – fueron sus últimas palabras antes de llevarse la fina taza hasta los labios y dar un sorbo de café para dejar el sabor de aquel elixir impregnado nuevamente en su interior.
- Spoiler:
No te preocupes por tus respuestas, a mi me parecio muy buena y como siempre he pensado y lo seguire haciendo lo primero es la Salud. Espero que mejores pronto.
Marko Tartani- Hechicero Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Una diosa detrás de tu mirada…
Quizá estaba siendo demasiado idiota, demasiado ambiguo como siempre, pero algo en aquellas habilidades como sentidos me indicaban que aquel no tenía una personalidad común, algo había que me llamaba la atención, aun viajara atreves de sus recuerdo y pudiera ver detrás de él, ¿Quién se escondía detrás? Mi interés albergaba ciertos límites, también yo estaría experto pero mi “vida” no era tan “fiable”, notaba brillos y cambios en sus gestos, pensaba demás o se debatía entre decir algo y soltarlo, dado que pronto terminaría por descubrirlo, a guardaría no quería interrumpir y violar la privacidad de su pobre mente.
- Todos… escondemos… “Algo”…. O a… Alguien
Repetí y agregue eso ultimo, mientras llevaba las manos al mentón, mirándole a los ojos, debatiéndome ahora entre, ir y no ir, buscar preguntas sin respuestas en fin aquel ser tenía algo que me atraía mas y mas, no solo físicamente, si bien podía convertirlo en mi victima en un juguete mi manera de atraerlo sería única y jamás vista, pero con el tiempo lo podría decidir, ahora tenía más pendientes que realizar, estábamos “socializando” después de todo.
- Perdóneme, quizá emplee mal la palabra, lo que quise usar era algo como “misterioso”, como un “enigma”, tal y como el sabor de este café, ¿Qué esconde detrás de la negrura y el sabor?.... Otro deleite, algo más interesante, pero lo mejor es ¿Qué esconden las personas?, hacia ¿Dónde deben dirigirse?, a ¿Quiénes deberían seguir?.... Dígame loco o lo que sea pero es lo que pienso.
Estaba siendo más irracional quizá idiota soltando palabras que ni yo mismo entendía, que me había cuestionado desde niño, desde antes de todo aquello. Sentí como me miraba, sus palabras eran serenas, cuidadosas, aunque a veces me parecían extrañas de alguna forma, tenía un poco de soledad, quizá no había nadie a su lado… Aun… o quizá nadie “palpable”
- Espero que pronto pueda ser mucho más entretenido… Lo espero con ansias.
Dibuje una sonrisa, mientras llevaba aquel borde cargado del más delicioso aroma a café a mis labios, le mire con interés, con sutileza, esperando deleitarme con las imágenes.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
“Aquel vampiro intenta algo, este vampiro quiere algo de ti o tal vez conoce nuestro secreto, tu mirada te delata… eres demasiado sincero con tus expresiones pero… yo siempre salgo a la luz eso lo sabes ¿cierto? Nunca podrás ocultarme ni del mismísimo demonio todo el mundo se enterara de que aquí estoy en gloria Eris… Yo la mujer que busca discordia en el mundo” una extraña risa malévola se escuchó en los rincones de la cabeza del brujo pero tan solo omitió las palabras el brujo no era un imbécil pero no le gritaría al mundo que aquella voz lo enloquecía diariamente no, necesitaba algo más para que el vampiro se ganara su confianza y aunque cabía la posibilidad que lograra entrar en su mente no le importaba. No sería el primero pero de alguna forma no podía decir que era lo que en realidad habitaba en él.
Dunkelheit , tú lo has dicho todos ocultamos algo. Cada uno tiene una máscara detrás del rostro que damos a conocer ni tú ni yo somos la excepción. – Dijo como si estuviera leyendo las páginas de un libro abierto, ser un brujo tenía sus recompensas o mejor dicho ser Marko tenía recompensas para el mismo, aunque la soledad lo consumía día a día siempre esperaba apaciguar todo lo que le estaba faltando. Quizás era ingenuo en pensar muchas cosas pero tal como lo venía haciendo por más de catorce años, tan solo vivía el día a día y este mismo no era como los otros, le había presentado a un vampiro diferente, si el brujo sabía que no era igual a los que había conocido hasta ahora.
Los enigmas están hechos para que alguien los resuelva, dígame usted ¿puede resolver el que está detrás de mí simple aspecto?, ¿el que mi mirada dice y mi corazón siente? ¿El que usted presiente y yo quiero negar?- inspiro del aroma que provenía del café y mirando el color oscuro del líquido que había dentro de la taza de porcelana dio una suave sonrisa como si en el mismo reflejo oscuro viera que Eris danzaba al ritmo de la música de ambientación que tenían ambos. Volvió a levantar la cabeza y quedo mirando esos ojos de un celeste casi blanco no le intimidaban no, le producían más curiosidad de la que presintió en un principio.
¿Cómo hacemos de esta velada más entretenida? – le pregunto con la seriedad que lo caracteriza mientras su interior reclamaba que no fuera así, que fuera una noche diferente a las tantas en la que la soledad era su única compañía. El vampiro era otro enigma por resolver pero eso sería fácil de saber, una visión del o quizás un recuento de imágenes y podía prever como era, pero ya ni siquiera era eso necesario. No quería hacerlo por el simple hecho que esta noche no estaba solo, estaba en compañía de aquel vampiro Asagi Dunkelheit.
Dunkelheit , tú lo has dicho todos ocultamos algo. Cada uno tiene una máscara detrás del rostro que damos a conocer ni tú ni yo somos la excepción. – Dijo como si estuviera leyendo las páginas de un libro abierto, ser un brujo tenía sus recompensas o mejor dicho ser Marko tenía recompensas para el mismo, aunque la soledad lo consumía día a día siempre esperaba apaciguar todo lo que le estaba faltando. Quizás era ingenuo en pensar muchas cosas pero tal como lo venía haciendo por más de catorce años, tan solo vivía el día a día y este mismo no era como los otros, le había presentado a un vampiro diferente, si el brujo sabía que no era igual a los que había conocido hasta ahora.
Los enigmas están hechos para que alguien los resuelva, dígame usted ¿puede resolver el que está detrás de mí simple aspecto?, ¿el que mi mirada dice y mi corazón siente? ¿El que usted presiente y yo quiero negar?- inspiro del aroma que provenía del café y mirando el color oscuro del líquido que había dentro de la taza de porcelana dio una suave sonrisa como si en el mismo reflejo oscuro viera que Eris danzaba al ritmo de la música de ambientación que tenían ambos. Volvió a levantar la cabeza y quedo mirando esos ojos de un celeste casi blanco no le intimidaban no, le producían más curiosidad de la que presintió en un principio.
¿Cómo hacemos de esta velada más entretenida? – le pregunto con la seriedad que lo caracteriza mientras su interior reclamaba que no fuera así, que fuera una noche diferente a las tantas en la que la soledad era su única compañía. El vampiro era otro enigma por resolver pero eso sería fácil de saber, una visión del o quizás un recuento de imágenes y podía prever como era, pero ya ni siquiera era eso necesario. No quería hacerlo por el simple hecho que esta noche no estaba solo, estaba en compañía de aquel vampiro Asagi Dunkelheit.
Marko Tartani- Hechicero Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
¿Qué infierno te posee en esta apariencia no sincera?
Algo que no podía evitar era leer cada mente, eran miles de páginas frente a mí, condenas, pero armas letales, me gustaba leer todo, sabía los secretos de otros, pero este hombre tenía un dote maravilloso con su mente, con su corazón, y eso me hacía pensar que aun no lo conocía todo sobre este mundo, cada año sobre la tierra, cada hora, cada segundo de esta efímera vida me sorprendía, pero no podía hacerme el “sabelotodo” y el “payaso” o fingir más de lo que ya hacía, mis indirectas se volvían tan directas, que irónico, tan dulcemente me gustaba que se entregaban a mí, ese reto, ese sabor que se estaba disfrutando era el azúcar para el amargo café. Aquel ser debo de admitir ya lo había contemplado para mi deleite esta noche, el mirarlo, el darle la rosa era parte del juego. O de la conversación.
Escuchaba atento mientras se disimulaba una sonrisa más excitante sobre el borde de la taza que llevaba con suavidad a mis labios, con el olor envolviéndome, con los ojos posados en toda su mente, en toda la revelación.
- “El amargo sabor del café para un paladar dulce es un eterno dolor” lo mismo pasa con las apariencias cuando no son sinceras Monsieur…
Musite cuando termine aquel sorbo y me incline un poco más sobre la mesa para ver su rostro, para admirarlo más, se veía tan tranquilo pero había cosas que me decían lo contrario, era fácil compararlo con el cielo, nunca solo, siempre eterno y lleno de misterios, si eso era, justo al igual que el mar, revuelto de muchas leyendas, de muchos rumores, pero con esa fortaleza en su mente y corazón. Igual ocultando el misterio y la joya más preciosa.
- Justo por algo dije lo de los enigmas, dígame ¿Quién se esconde detrás? Me atrevería a verle, a hablarle, pero la verdad es que no quiero ser más “irrespetuoso de lo que ya fui” esto de ser un “vampiro viejo” tiene a veces cierto control sobre otras cosas, no desee hacerlo con usted nuca lo deseo pero involuntariamente el ver más allá se ha convertido en algo maravilloso.
Seguro que me metería en problemas justo como Isaak me lo había advertido, ese alquimista, si estuviera aquí, tendría problemas por lo que estaba haciendo, ¿Dónde estaba quedando mi personalidad? Serena, tranquila, inteligente y audaz, creo que hoy no me servía. Mucho menos porque terminaríamos en malas discusiones, porque no podíamos entablar una relación gentil. Manos tratándose de controlar mis habilidades de vez en cuando.
- Esto es lo entretenido ¿No cree?
Sonreí antes de suspirar y agarrar una bocanada de aire para deslizarla a mi interior tratando de apaciguar mi sentido engreído, si alguien me viera sabría que no era yo mismo precisamente.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
El brujo se quedó mirando al vampiro de ojos color cielo mientras una sonrisa se posaba en su rostro, era extraño mirarle y lo podía sentir no tan solo el si no que su interior también lo sentía así. “Ahí está la clave, ambos pueden saber del otro pero aun así siguen con un juego de palabrerías que no los llevaran a nada concreto. Marko ¿Por qué no apuras las cosas y vas directo al grano?” Mi querida Eris, ya se lo que tu deseas y aunque no sería primera vez, dime tu ¿qué vez en el?“¿Ahora te interesa? Marko sus rasgos lo que te causan atracción, tienes esa maldita debilidad por los de su etnia, no sé qué es pero este vampiro tiene algo… algo más que quizás te pueda ayudar…” ¿tanto me conoces Eris? Si está bien su aspecto, sus rasgos si son atrayentes pero… “Nada Marko no existe un pero en lo que quieres decir… hazme caso y quizás las cosas fluyan de otra manera.” Y mientras el vampiro hablaba una parte del brujo le ponía atención más la otra se debatía en silencio en el interior de su cabeza.
Suspiro como si estuviera ahogado y luego de beber de aquel líquido tan exquisito para su paladar pronuncio – Le invito a conocerme, creo que no tengo mucho que esconder que gran parte del mundo ya lo sepa. Soy un loco con una conciencia -El brujo había hablado y el sabor a dulce volvía a sus gustos, era un juego donde habían tres jugadores un marcador y nadie saldría vencedor. No sabía si estaba en lo correcto o no, pero ¿Qué podría decir Eris? Él la conocía y ocultarla ya era lo menos que quería hacer, no sería la primera vez que lo tacharían de loco, al cabo de los años Marko ya se había acostumbrado de aquello.
Eso sí, una vez que estés dentro de mi mente háblale, ella te responderá – Claro Eris no se quedaría callada más cuando tenía la oportunidad de entablar alguna conversación con alguien que no fuera el mismo brujo, una desventaja ventajosa viéndola de un punto en que Eris hablaba y ya, a ella no le importaba absolutamente nada decía las cosas así como eran, como ella las veía cada día en la oscuridad de la mente. – Si la vida no tuviera estos enigmas sería bastante aburrida, pero siempre uno se puede entretener con otras cosas, otras situaciones y… con una gran infinidad de cosas que pueden suceder. – Aquellas fueron las últimas palabras de Marko, ya poco quedaba de aquel café que había comenzado a disfrutar de primeras instancias y con el cuidado que lo caracterizaba, bebió lo que le quedaba, dejando su paladar con ese toque intermedio entre lo amargo y lo dulce a la vez.
Ya en la porcelana no quedaba más de aquel café que había explotado los sentidos del brujo, que lo había llevado a conocer a tal vampiro de mirada angelical pero que detrás de todo aquello había más de lo que él y su Eris podrían imaginar.
Suspiro como si estuviera ahogado y luego de beber de aquel líquido tan exquisito para su paladar pronuncio – Le invito a conocerme, creo que no tengo mucho que esconder que gran parte del mundo ya lo sepa. Soy un loco con una conciencia -El brujo había hablado y el sabor a dulce volvía a sus gustos, era un juego donde habían tres jugadores un marcador y nadie saldría vencedor. No sabía si estaba en lo correcto o no, pero ¿Qué podría decir Eris? Él la conocía y ocultarla ya era lo menos que quería hacer, no sería la primera vez que lo tacharían de loco, al cabo de los años Marko ya se había acostumbrado de aquello.
Eso sí, una vez que estés dentro de mi mente háblale, ella te responderá – Claro Eris no se quedaría callada más cuando tenía la oportunidad de entablar alguna conversación con alguien que no fuera el mismo brujo, una desventaja ventajosa viéndola de un punto en que Eris hablaba y ya, a ella no le importaba absolutamente nada decía las cosas así como eran, como ella las veía cada día en la oscuridad de la mente. – Si la vida no tuviera estos enigmas sería bastante aburrida, pero siempre uno se puede entretener con otras cosas, otras situaciones y… con una gran infinidad de cosas que pueden suceder. – Aquellas fueron las últimas palabras de Marko, ya poco quedaba de aquel café que había comenzado a disfrutar de primeras instancias y con el cuidado que lo caracterizaba, bebió lo que le quedaba, dejando su paladar con ese toque intermedio entre lo amargo y lo dulce a la vez.
Ya en la porcelana no quedaba más de aquel café que había explotado los sentidos del brujo, que lo había llevado a conocer a tal vampiro de mirada angelical pero que detrás de todo aquello había más de lo que él y su Eris podrían imaginar.
Marko Tartani- Hechicero Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Loca fiesta del café
Interesante debo decir, aquel brujo me recordaba tanto al querido Isaak, iguales de “místicos” bueno, no estaba aquí para narrar las cosas de ese Alquimista tonto, no, ahora estaría con alguien de su especie, de algún modo, tenia melancolía marcada en su rostro, después de haber dicho un par de incoherencias, sí, eso me parecieron, es que la gente no entiende, es que parece tener la persuasión de un humano como cualquier otro, eso no estaba bien, juzgar antes que los demás tuvieran la oportunidad, era robar la expresión de otros, debía enseñarle un par de cosas, si de esa manera podríamos conocernos mucho mejor, a decir verdad mis deseos estarían un poco expuestos.
- “La gente me dice: El pan no puede volar por el cielo” Me dicen que también estoy loco. ¿Quién decide esa clase de cosas? Incluso el pan desea convertirse en mariposa.
Una pobre rima había salido de mis labios, y es que la locura, ¿Quién asegura que todos estamos cuerdos? En realidad nadie, ¿Existe la gente normal?, no, eso tampoco, ¿Cómo hacerle entender aquello? Como fuera la conversación debía seguir, aunque si, denotaba que estábamos cayendo en demasiada palabrería, alce más el rostro al escucharle.
- Vamos no sea así, de alguna manera no quiero que se siente excluido y piense que me he interesado “en su locura”, no, no, quiero conocer al caballero que responde al nombre de “Marko” no a su otro yo exactamente, quiero conocer quién es usted, olvide un poco su otro yo, aunque interactué en su mente, de alguna manera sigue aquí y no, no quiero que eso pase, que solo se quede en un rincón oscuro, no sé si entiende a que me refiero.
Esas palabras a veces se podrían mal interpretar, no era la primera persona que conocía con aquellas características, en todos estos años, podía saber exactamente que esperar, mire de nuevo al panorama, a aquellos ojos, me podía hundir, podría hacerlo, por ahora me negaba, acaricie el borde de aquella taza, ladee el rostro, si, ahí estaba, notaba cierto interés en mí, no es que fuera guapo, aunque realmente me creía más de la cuenta, el tenía una personalidad en su parte frágil, deseaba conocer aquello con ansiedad.
- Entonces le extiendo la invitación, esta noche juguemos un poco con la astronomía y descubramos aquella estrella, aquel pequeño universo en el manto de la noche. Hasta que el sol venga a iluminar y arrebatarnos el momento.
Deseaba regalarle una sonrisa, pero no podía eso sería hipócrita, pero el interés en mis palabras se dibujaban en ese momento. Si yo fuera pan, me gustaría volar y ser remojado al olor que me atrajo a ti.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Por más que el brujo intentara descifrar siquiera lo que su acompañante pensara sabía que de cualquier forma era una verdadera trampa, ya que todos eran diferentes, cada persona que habitaba en este mundo era más diferente que la otra y ni aquel ni el eran parecidos, o cabía la posibilidad de que algo tuvieran en común de igual forma Marko se había rendido pero Eris, ella jamás. “Es extraño que alguien se interese más en ti que en mí, pero todos se equivocan en lo mismo, creo que el mundo no sabe de mi porque cree creer algo que les esta impuesto por naturaleza.” Entiendo tu punto pero no es primera vez que nos pasara esto y tampoco la última claro está. “Si pero de alguna forma hay que idearse para que sepan que de los errores se aprende” Una de las pocas conversaciones coherentes que ambos tenían estaba siendo llevada en ese momento, mientras el ambiente cambiaba en un abrir y cerrar de ojos, un joven estaba tocando una pieza en el gran piano de cola, inundando el lugar de una energía diferente, una extraña sonrisa se posó en los labios del brujo y saboreándose dio un suspiro. – No existe la gente normal, solo prejuicios que nos hacen ser o no de aquel grupo – las palabras fluían como si estuviera leyendo un libro, miro los ojos del vampiro y quedándose pegados en ellos volvió a sonreír mientras nuevas palabras salían de aquellos labios – Discúlpeme, pero está usted equivocado – con aquellas palabras el brujo sabía que se estaba arriesgando pero de igual forma siguió hablando – Yo no me sentiré excluido porque… no es que tenga otro yo, sino que es difícil explicarlo, digamos que un alma ajena a la mía habita en mi cuerpo – comenzó a bajar la voz mientras se acercaba a los oídos del vampiro, claramente no quería que nadie más que aquel que tenía en frente se enterar – Como oye otra alma habita en mi interior soy un cuerpo con dos almas, extraño, ¿no cree? – se quedó ahí mientras pensaba en que movimiento hacer y lentamente volvió a su lugar llevándose por la melodía.
Lo invito a conocerme Monsieur, si ambos somos unos locos vivamos de esta locura – dijo con un ánimo sorprendente. “¿No pudiste darle más información?” NO, porque él me quiere conocer a mí y no a ti, ya sabe suficiente como para seguir en mi locura, “Marko, estas completamente loco” Eso ya lo sabía. Y ahí concluyeron sus palabras mientras en silencio quedaron ambos, Marko comenzó a menear la cabeza suavemente al ritmo de aquella melodía que lo envolvía completamente – Llenémonos de la compañía mutua hasta que el sol termine con la oscuridad – termino por añadir a las palabras con las que el vampiro había concluido.
Lo invito a conocerme Monsieur, si ambos somos unos locos vivamos de esta locura – dijo con un ánimo sorprendente. “¿No pudiste darle más información?” NO, porque él me quiere conocer a mí y no a ti, ya sabe suficiente como para seguir en mi locura, “Marko, estas completamente loco” Eso ya lo sabía. Y ahí concluyeron sus palabras mientras en silencio quedaron ambos, Marko comenzó a menear la cabeza suavemente al ritmo de aquella melodía que lo envolvía completamente – Llenémonos de la compañía mutua hasta que el sol termine con la oscuridad – termino por añadir a las palabras con las que el vampiro había concluido.
Marko Tartani- Hechicero Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
No es la primera vez que me encuentro con alguien de esa índole, la verdad es que conozco otra par de personas por ahí con dos almas, como usted dice siempre me interese en ello, tiene razón – me calme un poco antes de cometer otra tontería o decir un comentario fuera de lugar, reí cómodamente ante sus palabras, tenía ese encanto, ese misticismo, aquella persona tenía un dote interesante, lo había visto antes, pero no se me permitió hasta después de muchos años poder albergar una plática telepática con quien deseaba. La oscuridad de nuevo se apoderaba de las calles, lucían hermosas vislumbrando con la luz.
Apenas empezaba la noche, hermosa y tintineante como la cucharita con la que revolvían el café algunas personas, tantas, hablando y hablando, pensando y yo escuchando aun sin querer, era una sensación a la que me había acostumbrado. – Esta bien entonces conozcámonos todo lo que la noche desee – di un leve suspiro, si, si quería guardar el secreto. Normalidad, eso claro que no existía porque cada uno seguía por sus prejuicios y cada uno es distinto, miraba el café negro tan negro, y amargo pero difícilmente eso podía apreciarse, hay cosas de las cuales ya no se puede deleitar y eso para los demás es raro y eso me hace distinto, por eso no existen ciertas cosas como la palabra “Normal” quizá cotidiano es lo que buscan, y lo cotidiano en mi es que las personas se crucen en mi camino con una mirada con una acción, para llamar mi atención.
No podía evitar un par de cosas ante la palabra “compañía” es que eso para implicaba no amistad, no romance, solo sensaciones profundas que a veces llegaban a salir a flote, eso era parte de ser una persona reservada, tampoco llegaba a conocerme muchas de las veces. – Dígame ¿Usted de donde es? – interés inútil el mío de entablar una conversación, ¿Qué clase de pregunta era esa?
Apenas empezaba la noche, hermosa y tintineante como la cucharita con la que revolvían el café algunas personas, tantas, hablando y hablando, pensando y yo escuchando aun sin querer, era una sensación a la que me había acostumbrado. – Esta bien entonces conozcámonos todo lo que la noche desee – di un leve suspiro, si, si quería guardar el secreto. Normalidad, eso claro que no existía porque cada uno seguía por sus prejuicios y cada uno es distinto, miraba el café negro tan negro, y amargo pero difícilmente eso podía apreciarse, hay cosas de las cuales ya no se puede deleitar y eso para los demás es raro y eso me hace distinto, por eso no existen ciertas cosas como la palabra “Normal” quizá cotidiano es lo que buscan, y lo cotidiano en mi es que las personas se crucen en mi camino con una mirada con una acción, para llamar mi atención.
No podía evitar un par de cosas ante la palabra “compañía” es que eso para implicaba no amistad, no romance, solo sensaciones profundas que a veces llegaban a salir a flote, eso era parte de ser una persona reservada, tampoco llegaba a conocerme muchas de las veces. – Dígame ¿Usted de donde es? – interés inútil el mío de entablar una conversación, ¿Qué clase de pregunta era esa?
(Oh lo siento ayer tenía la respuesta una MUCHO MEJOR esta es muy mala, pero es que… se me perdió, lo siento espero me disculpes, además alguien termino con mi inspiración hace poquito y ya no puede continuar….)
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
“Vez ahora con lo que el vampiro te dices espero quedes conforme… Ahora sabes que no eres UNICO” Mi bella, nunca me ha importado ser único en esta tierra… eres tú la que quiere serlo. Marko escucho atento cada palabra del vampiro, pero de algo se equivocaba su querida Eris, El brujo ya sabía que habían otros como el, no era tan loco para creerse único en esta tierra sino más bien averiguo e investigo lo suficiente como para saber que aquella alma que estaba en su interior necesitaba de un cuerpo frágil al cual poseer y según la historia del Brujo Eris lo había poseído cuando tan solo tenía diez años, ahora la pregunta era… ¿hasta cuándo? – Tiene usted razón, es por ello que mi curiosidad digamos que es doble hacia usted – “¿Doble? Vamos que no es el primer vampiro que conocemos, Marko piensa antes de hablar por favor…” No es necesario pensar cuando ya sabes que puedes hablar y que no.
El joven brujo quedo completamente sorprendido al escuchar la pregunta de aquel ser de la noche, “Parecen una parejita que recién se conoce… luego tú le preguntaras ¿Cuántos años tiene? O que se Yo…” Vamos que no es fácil empezar hablar de algo lógico, menos cuando la noche parece ser un verdadero misterio tanto para el como para mí – Monsieur, yo soy de aquí, también de allá, aun no me radico en un lugar porque tengo una búsqueda que llevar a cabo y es más importante que el lugar de donde provengo. – una suave sonrisa ilumino el rostro del brujo – Ahora vengo de mi casa, que queda a las afueras de la ciudad de ahí es donde vengo – Todas las conversaciones eran iguales y al brujo no le gustaba seguir los mismos caminos que todos seguían le gustaba más ir por las bifurcaciones ya que siempre una sorpresa se podría encontrar.
Dígame usted, ¿Qué es lo que siente cuando bebe una taza de café? – Aquella no era una pregunta formal, pero tampoco informal si no que cabía en el hecho en donde comenzaban los juegos de palabras los enredos de silabas y al final todo concluía con un puzle que descifrar. “Ahora quieres saber ¿qué es lo que él siente? Tu sí que no sabes cómo comenzar una buena conversación” Calla Eris y aprende un poco que no siempre hay que seguir por los mismos lugares. Fue lo último que dijo Marko a su ausente amiga, que callada no se quedaría pero esperaría a la respuesta del vampiro ara lanzar alguna pesadez quizás en su contra.
El joven brujo quedo completamente sorprendido al escuchar la pregunta de aquel ser de la noche, “Parecen una parejita que recién se conoce… luego tú le preguntaras ¿Cuántos años tiene? O que se Yo…” Vamos que no es fácil empezar hablar de algo lógico, menos cuando la noche parece ser un verdadero misterio tanto para el como para mí – Monsieur, yo soy de aquí, también de allá, aun no me radico en un lugar porque tengo una búsqueda que llevar a cabo y es más importante que el lugar de donde provengo. – una suave sonrisa ilumino el rostro del brujo – Ahora vengo de mi casa, que queda a las afueras de la ciudad de ahí es donde vengo – Todas las conversaciones eran iguales y al brujo no le gustaba seguir los mismos caminos que todos seguían le gustaba más ir por las bifurcaciones ya que siempre una sorpresa se podría encontrar.
Dígame usted, ¿Qué es lo que siente cuando bebe una taza de café? – Aquella no era una pregunta formal, pero tampoco informal si no que cabía en el hecho en donde comenzaban los juegos de palabras los enredos de silabas y al final todo concluía con un puzle que descifrar. “Ahora quieres saber ¿qué es lo que él siente? Tu sí que no sabes cómo comenzar una buena conversación” Calla Eris y aprende un poco que no siempre hay que seguir por los mismos lugares. Fue lo último que dijo Marko a su ausente amiga, que callada no se quedaría pero esperaría a la respuesta del vampiro ara lanzar alguna pesadez quizás en su contra.
Estimado, lamento la tardanza en mi respuesta en cuanto a lo que me ha escrito no se preocupe todos pasamos por momentos de cero inspiracion.
Marko Tartani- Hechicero Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Que graciosa la situación se me hacía, claro estaba que en esta noche mis ideas eran pésimas, mi habla una de las pocos coherentes, las miradas inquisitivas que estaban el uno sobre el otro lo decían todo, la noche avanzaba lenta al igual que ese encuentro, mire la taza de café, el vapor dispersándose por todas partes, sus palabras llegándome a la mente, para formular respuesta alguna a sus peticiones. ¿Qué sentía?, esa pregunta la había escuchado miles de veces, pero en situaciones distintas, esta era una de ellas, a la cual a penas articule palabras razonables – No siento nada, absolutamente nada, el agua, la comida, cualquier alimento, a los vampiros nos causa asco, esto ya no es para nosotros – Sonreí irónicamente ante aquello – Pero para fingir normalidad, por lo menos he hecho el esfuerzo de soportar esto… Y muchas otras cosas más. – Use un tono gracioso. Su seriedad me llamaba la atención. Quizá era porque yo no soy el tipo que ‘emana confianza de buenas a primeras’.
-Todos buscamos, algo, sin embargo, no sabemos a dónde ir, desde fui encerrado lejos de todo y desperté teñido de rojo, sordo a cualquier sonido, me pregunte, ¿En busca de qué están yendo las personas?, ¿Hacia dónde van?, ¿En qué deberían creer?, ¿A quién deberían amar?, Dígame usted, ¿Cuál es el sentido de vivir? – Acomode mis cabellos, sobre mi rostro pensado en aquello – Quizá eso se compara a su cuestión anterior, la vida es parecida al sentimiento que tenemos al beber una simple taza de café. Que por supuesto para mi existe pero es como si estuviera completamente vacía.- la vida aquí había desaparecido, desde hace tanto, todo lo que ‘viví’ fue insípido hasta ahora.
Hablaba de curiosidad, ¡ah claro! Ambos la teníamos, pero ¿Por mi?, ¿Qué tenía yo de interesante?, ¿Los ‘años’ encima?, un gesto, casi una sonrisa se dibujaba en la comisura de mis labios, pero la curiosidad lleva al interés, ¿Estaba interesado en lo que conocía y desconocía?, cómico sin dudas y el monologo estúpido dentro de mis pensamientos crecía, la seriedad y lo gélido de mi personalidad no me permitía curiosear como a veces deseaba.
¿Sería acaso que aquella mirada suya me llamo aquí por algún motivo?, misterio, sensualidad, contradicción e ironía era lo que la taza de café envolvía a las palabras, gestos, movimientos y miradas que nos dedicábamos atentos el uno contra el otro, era una especia de ‘amor desconocido’ el que se experimentaba, ‘como el nerviosismo sensual que se siente entre la misma tensión para llegar al acto y desnudar la naturaleza de los cuerpos, que desean entregarse el uno al otro’ esto es el arte de vivir. Y yo sobrevivía, ya vivir no estaba en lo mío. – Claro ambos tenemos tanto por descubrir, la curiosidad es un lazo que está en tira y afloja en esta conversación, mí estimado, sin embargo espero que ambos dejemos la piel y empecemos a entregarnos. – Vaya forma de hablar llena de metáforas que resultaban inútiles para el carácter gélido que poseía.
-Todos buscamos, algo, sin embargo, no sabemos a dónde ir, desde fui encerrado lejos de todo y desperté teñido de rojo, sordo a cualquier sonido, me pregunte, ¿En busca de qué están yendo las personas?, ¿Hacia dónde van?, ¿En qué deberían creer?, ¿A quién deberían amar?, Dígame usted, ¿Cuál es el sentido de vivir? – Acomode mis cabellos, sobre mi rostro pensado en aquello – Quizá eso se compara a su cuestión anterior, la vida es parecida al sentimiento que tenemos al beber una simple taza de café. Que por supuesto para mi existe pero es como si estuviera completamente vacía.- la vida aquí había desaparecido, desde hace tanto, todo lo que ‘viví’ fue insípido hasta ahora.
Hablaba de curiosidad, ¡ah claro! Ambos la teníamos, pero ¿Por mi?, ¿Qué tenía yo de interesante?, ¿Los ‘años’ encima?, un gesto, casi una sonrisa se dibujaba en la comisura de mis labios, pero la curiosidad lleva al interés, ¿Estaba interesado en lo que conocía y desconocía?, cómico sin dudas y el monologo estúpido dentro de mis pensamientos crecía, la seriedad y lo gélido de mi personalidad no me permitía curiosear como a veces deseaba.
¿Sería acaso que aquella mirada suya me llamo aquí por algún motivo?, misterio, sensualidad, contradicción e ironía era lo que la taza de café envolvía a las palabras, gestos, movimientos y miradas que nos dedicábamos atentos el uno contra el otro, era una especia de ‘amor desconocido’ el que se experimentaba, ‘como el nerviosismo sensual que se siente entre la misma tensión para llegar al acto y desnudar la naturaleza de los cuerpos, que desean entregarse el uno al otro’ esto es el arte de vivir. Y yo sobrevivía, ya vivir no estaba en lo mío. – Claro ambos tenemos tanto por descubrir, la curiosidad es un lazo que está en tira y afloja en esta conversación, mí estimado, sin embargo espero que ambos dejemos la piel y empecemos a entregarnos. – Vaya forma de hablar llena de metáforas que resultaban inútiles para el carácter gélido que poseía.
No te preocupes, soy tremendamente paciente, disculpa que responda rápido en estas ocasiones, pronto no tendré el tiempo de hacerlo y quiero liberar la inspiración que hoy llevo dentro.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Off: Asagi... lo prometido es deuda... aun no termino mi ficha eso si, pero ya me aburrí de esperar... a ver si hoy por la noche por fin logro hacerle el ultimo cambio, para que la leas... Y Lamento la tardanza, no me gusta hacer esperar mucho por mis respuestas pero... cosas que se me escaparon de las manos comenzaron a suceder y ahora cuando las aguas están tranquilas... puedo volver al fin a rolear... Gracias por la comprensión y la espera... de alguna forma te compensare.
“El vampiro es más sabio de lo que parece y aunque no lo crea… él sabe más de lo que sus ojos dicen, sabe más de lo que sus oraciones son dictadas, tiene una infinidad de años a cuestas y aun así sigue, continua con su vida, en cambio tu Marko… eres más de darte por vencido, mírate ahora, hablando con una persona de una raza que casi extinguió tu linaje…” No es necesario que sigas Eris, es muestra su toque de seguridad en sus palabras… yo soy bueno escuchando, pero sabes que nunca me quedare callado, que sea vampiro o no… a estas alturas es lo de menos… mi suerte parece girar cerca de ellos. Y así, el diario vivir del Brujo con su Eris, discutían no fijándose en los verdaderos detalles que había tanto en lo que decía el vampiro, en lo que realmente quería decir Marko y en los pensamientos de Eris, tres… definitivamente son multitud, Marko puso toda su atención en Asagi, lo traía como un loco, mirarle era un deleite que pocas veces podía aceptarlo y claro, no era un hombre que dijera a buenas y primeras lo que su corazón sentía, por el simple hecho que creía que el corazón solo era un musculo y era la mente que controlaba absolutamente todo. Aun con los ojos fijos en el vampiro el brujo se atrevió a acariciarle la mano de manera suave, casi como si estuviera tocando una flor, que solo en su imaginación sentía, dejo atrás el pensamiento y las palabras de su acompañante ahora para el no importaba. Lentamente el brujo y Eris comenzaban a entrar a un juego, un laberinto sin salida… - Me he equivocado entonces – dijo de manera seria, aun sin despegar su mano del hombre pálido que tenía enfrente – Monsieur Dunkelheit, ¿Qué siente cuando mi piel acaricia la suya? – el brujo no era de esperar, era conocido por ser un hombre impulsivo que no sabía realmente lo que quería en la vida, pero aquel vampiro había dado en el hueso, aun antes de responder una de las tantas preguntas que le había hecho, separo su mano y la dejo reposar a un lado de la porcelana.
Cada uno le busca el sentido a su vida, el mío… por esta noche es vivir… disfrutar… jugar… centrarme en lo que está prohibido y aun así alejarme de aquello. Mi vida no es la mejor, pero me gusta que sea así… me aferro a un recuerdo que me mantiene con vida… mi hermana… pero… pronto ella estará junto a mi… pero ahora a ella no la ando buscando… sino más bien ando en busca de nada… el sentido de mi vida… se desvanece cada noche para que con el amanecer venga de nuevo mi alma a mi encuentro – “¿Realmente esperas que Asagi entienda todas las estupideces que has dicho?, Tengo que decir Marko que no eres muy bueno hablando siempre dices cosas sin sentido… tú vives porque tienes la oportunidad y por nada más que aquello” Eris… No es necesario ser claro para algunas cosas… Estoy loco… todos lo estamos… solo falta alguien que entienda la locura para descifrar lo que hay detrás de cada una de mis palabras, quizás Dunkelheit entienda… quizás no… pero… no es necesario… es mi manera de desahogarme.
Aquellos, el Brujo y Eris, podrían seguir toda la noche discutiendo, pero al parecer Marko había dado en el clavo, él vivía su locura, vivía el día a día como si fuera el ultimo pero esta noche… seguiría viviendo así esta descrito en el libro del destino, el encuentro era un juego de ajedrez donde nadie llegaría a vencer, sino más bien ambos se lograrían conocer de una manera diferente, singular. Marko tomo la porcelana echa una taza y se la llevo a los labios para dar el último sorbo de aquel café que llenaba su espíritu y guiaría sus pasos, el sentir se está permitido cuando las cosas con verdad se decían, podría tornarse un juego de seducción, de valor, de inteligencia, pero como fuera, él pensaba que solo sería un juego.
Cada uno le busca el sentido a su vida, el mío… por esta noche es vivir… disfrutar… jugar… centrarme en lo que está prohibido y aun así alejarme de aquello. Mi vida no es la mejor, pero me gusta que sea así… me aferro a un recuerdo que me mantiene con vida… mi hermana… pero… pronto ella estará junto a mi… pero ahora a ella no la ando buscando… sino más bien ando en busca de nada… el sentido de mi vida… se desvanece cada noche para que con el amanecer venga de nuevo mi alma a mi encuentro – “¿Realmente esperas que Asagi entienda todas las estupideces que has dicho?, Tengo que decir Marko que no eres muy bueno hablando siempre dices cosas sin sentido… tú vives porque tienes la oportunidad y por nada más que aquello” Eris… No es necesario ser claro para algunas cosas… Estoy loco… todos lo estamos… solo falta alguien que entienda la locura para descifrar lo que hay detrás de cada una de mis palabras, quizás Dunkelheit entienda… quizás no… pero… no es necesario… es mi manera de desahogarme.
Aquellos, el Brujo y Eris, podrían seguir toda la noche discutiendo, pero al parecer Marko había dado en el clavo, él vivía su locura, vivía el día a día como si fuera el ultimo pero esta noche… seguiría viviendo así esta descrito en el libro del destino, el encuentro era un juego de ajedrez donde nadie llegaría a vencer, sino más bien ambos se lograrían conocer de una manera diferente, singular. Marko tomo la porcelana echa una taza y se la llevo a los labios para dar el último sorbo de aquel café que llenaba su espíritu y guiaría sus pasos, el sentir se está permitido cuando las cosas con verdad se decían, podría tornarse un juego de seducción, de valor, de inteligencia, pero como fuera, él pensaba que solo sería un juego.
Marko Tartani- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/02/2011
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Re: ¿Qué sientes cuando bebes una taza de café? [Marko Santini]
Solo podía inventarle la respuesta a su pregunta, me deje llevar por su tacto en mi piel, claro no sentía nada, milenios sin hacerlo, dedique una mirada seductora en cuanto aparto su níveo tacto, se había atrevido a tocarme en ese gesto tan personal, algo que sin duda desataría mi furia porque odiaba la cercanía, sin embargo mis helados dedos, tan delgados y débiles de apariencia tomaron su rostro, incluso tuve que tomar una posición adecuada en mi asiento para poder apoyar los codos, hundir mis orbes a aquellos que mostraban tanto y a su vez nada, era como ver a través de un espejo mirando a alguien más ahí dentro.
Mis dedos apenas se movieron, quería recorrer su piel como pocas veces había hecho con alguien, examine su rostro escaneando una mirada sugestiva, acercando mis labios tanto a los ajenos, el olor a café aun inundaba mi ser y ahí me tenía, embelesado con su misterio, abrí los labios, que decir de mis expresiones, no había emociones descritas, podía permanecer apacible pero transmitía tanto con las palabras.
– Mi querido Marko, me temo que la decepción es la misma que ha tenido con los de mi raza – susurre audible con un hilillo de voz sensual, como si estuviera seduciendo a través de una lamentación – No siento nada, puedo oler los rayos de sol sobre su piel, desearía sentir un poco del calor que posee usted en las yemas, incluso si ha presionado mi piel…. Lo siento… - Acerque mis labios ya tan cercanos a los ajenos, tanto que cualquiera pensaría que era un intercambio entre amantes – Pero… ¿Qué siente usted cuando todo mi ser acaricia el suyo de esta manera? - ¡Claro que atrevido eres Dunkelheit!, al formularle esa pregunta, pero deseaba ver hasta donde era capaz ese cinismo mío.
¿Lo prohibido? De alguna manera mi apacible rostro se había mostrado interesado como pocas veces, casi me da un ataque de risa, ¿Dunkelheit interesado?, pocas veces, pocas contadas eran, así que ahí estaba ¿A dónde íbamos a parar si ambos buscamos el riesgo de la vida y de la eternidad?, claro, cada noche era un tira y afloja de emociones, este ser humano frente a mí sacaba un deseo insaciable que no podía describir con facilidad, ‘interesante’ comente hacia mis adentros. Y si se pensaba que lo iba a soltar, no para nada, ahí permanecí con mis dedos sobre ese rostro.
Me acerque a su oído después de haber escuchado de sus recuerdos, no deseaba inmiscuirme en su mente y vislumbrar a su hermana, como ya lo había descrito en este monologo estúpido, lo que yo buscaba era otra cosa, ganar otro tipo de intereses al menos así han pasado ms últimas noches de locura de plenitud en estas noches eternas. - ¿Qué es para ti lo prohibido? – solté la pregunta acariciando su rostro con el mío haciéndome dueño de ese momento manipulando con palabras bonitas y seductoras el momento. – Recuerdos, puedes hacer mejores recuerdos en una noche que en toda tu vida… Eso es lo bueno de poder vivir… y no me equivoco al verlo en tu mente… - ¿Qué significaba aquello Dunkelheit?, ni yo mismo pensaba en responder esa pregunta susurrando de esa manera ante el brujo.
Mis dedos apenas se movieron, quería recorrer su piel como pocas veces había hecho con alguien, examine su rostro escaneando una mirada sugestiva, acercando mis labios tanto a los ajenos, el olor a café aun inundaba mi ser y ahí me tenía, embelesado con su misterio, abrí los labios, que decir de mis expresiones, no había emociones descritas, podía permanecer apacible pero transmitía tanto con las palabras.
– Mi querido Marko, me temo que la decepción es la misma que ha tenido con los de mi raza – susurre audible con un hilillo de voz sensual, como si estuviera seduciendo a través de una lamentación – No siento nada, puedo oler los rayos de sol sobre su piel, desearía sentir un poco del calor que posee usted en las yemas, incluso si ha presionado mi piel…. Lo siento… - Acerque mis labios ya tan cercanos a los ajenos, tanto que cualquiera pensaría que era un intercambio entre amantes – Pero… ¿Qué siente usted cuando todo mi ser acaricia el suyo de esta manera? - ¡Claro que atrevido eres Dunkelheit!, al formularle esa pregunta, pero deseaba ver hasta donde era capaz ese cinismo mío.
¿Lo prohibido? De alguna manera mi apacible rostro se había mostrado interesado como pocas veces, casi me da un ataque de risa, ¿Dunkelheit interesado?, pocas veces, pocas contadas eran, así que ahí estaba ¿A dónde íbamos a parar si ambos buscamos el riesgo de la vida y de la eternidad?, claro, cada noche era un tira y afloja de emociones, este ser humano frente a mí sacaba un deseo insaciable que no podía describir con facilidad, ‘interesante’ comente hacia mis adentros. Y si se pensaba que lo iba a soltar, no para nada, ahí permanecí con mis dedos sobre ese rostro.
Me acerque a su oído después de haber escuchado de sus recuerdos, no deseaba inmiscuirme en su mente y vislumbrar a su hermana, como ya lo había descrito en este monologo estúpido, lo que yo buscaba era otra cosa, ganar otro tipo de intereses al menos así han pasado ms últimas noches de locura de plenitud en estas noches eternas. - ¿Qué es para ti lo prohibido? – solté la pregunta acariciando su rostro con el mío haciéndome dueño de ese momento manipulando con palabras bonitas y seductoras el momento. – Recuerdos, puedes hacer mejores recuerdos en una noche que en toda tu vida… Eso es lo bueno de poder vivir… y no me equivoco al verlo en tu mente… - ¿Qué significaba aquello Dunkelheit?, ni yo mismo pensaba en responder esa pregunta susurrando de esa manera ante el brujo.
Saludos, no te preocupes, también he andado medio ausente, por cierto me paso a leer tu ficha, a ver que tal y no´mbre, ya sabes soy tremendamente paciente, espero que todo esté bien, un saludo y haber cuando charlamos. Suerte y ánimos.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/01/2011
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