"Le gain de la recherche, c'est la recherche même." [Petry Van Abel]

Recuerdo del primer mensaje :

“La victoria de la búsqueda, es la búsqueda en sí misma”

Saint Grégoire de Nysse

Era el día
Abrí los ojos, mi dama de compañía se paseaba por mi habitación como si buscara un millón de cosas para esta noche, murmuraba algunas cosas en su propio idioma(claro que no las entendía, no era un lenguaje que supiera) murmuraba y murmuraba cosas inentendibles mientras abría los ojos note el cielo de mi casa recién estrenada, simplemente maravilloso… kazu se había encargado de todos los detalles, me deje estar unos segundos mas en cama, mientras mi dama de compañía se acerco al notar mi movimiento
le gustaría desayunar aquí signorina
asentí, la verdad no quería salir de mi habitación un cierto nerviosismo salía de mi interior, la ultima vez que había participado de un baile casi había muerto y mas encima había perdido lo mas preciado que tenia…

negué con la cabeza no quería pensar en ello, este seria un nuevo día, un nuevo y hermoso día, y un baile para salir de mi ensimismamiento no estaba mal

Adda había pasado su día completamente ausente, entre nervios y emoción, durante el día mando llamar a la persona que cuidaba de su mayordomo y mientras pedía instrucciones se le iba la tarde, pero llegada la noche, adda recibió una visita, al ver caer el ultimo rayo de sol, noto la presencia de su amigo vampiro que podía entrar y venir cuando quisiera… este ofreciendo su ayuda para cuidarle en aquel baile ella se negó y este se retiro, algo le decía a adda que seria vigilada.
Se arreglo o bien se dejo arreglar por su dama de compañía que se preocupo por cada detalle, sonríe de lado mientras se mira al espejo toma el prendedor que alguna vez su tía le regalo y se lo pone en el borde de sus cabellos dorados, no necesitaba de aquel prendedor para resaltar ya que donde fuera lo hacia, últimamente había descubierto que eso era parte de sus poderes, poder resaltar sin darse cuenta…

Al subirse al coche saluda a su chofer que ya le estaba esperando con la puerta abierta, la verdad es que costaba un poco respirar en aquel vestido, fuera de ser nuevo, era extremadamente apretado y eso hacia que su cintura se definiera mas, al subirse su respiración era entre cortada, pero poco a poco se acostumbraría, el coche aparco en el lugar de la fiesta, noto unos ojos penetrantes al bajarse pero no quiso prestar demasiada atención, así que al bajar su dama de compañía le seguía mientras ella caminaba a la entrada para susurrar al recepcionista su apellido y nombre…- Giardelli, Adda…- dijo tímidamente mientras el recepcionista le invita a entrar y ella camina por la entrada del lugar , para luego encontrarse con la multitud de gente de sociedad todos, volteando a observarla, aquello si le intimido, recordaba la misma situación pero en calles mas pobres y eso le divirtió… inclina su cabeza a medida que caminaba con su dama de compañía siguiéndole mientras la gente le abría espacio, ella inclinaba su cabeza en señal de saludo, sonríe cuando al llegar cerca de un joven este le dio una reverencia y le toma la mano descaradamente…

le sonrío de lado al joven enrojeciendo pero suelto su mano delicadamente mientras me inclino para seguir caminando, llego hacia la barra y mi dama de compañía se acerca lo suficiente para susurrar – permítame decirle que era un joven muy atractivo –yo solo sonreí… y le susurre -atractivo si, pero necesita humildad, no todas caerán a sus pies haciendo cosas para hacerse notar… a mi no me gusta eso, prefiero caballerosidad, respeto, y sobre todo… - se acerca para susurrar para que nadie oyera… -pasión… aunque eso venga después… si encuentro un caballero de ese calibre… créame que lo amare hasta el día que muera…-

Observo por la ventanilla a medida que el coche avanzaba, la verdad nunca se había preocupado tanto de cuan lejos quedaba su casa por que siempre disfrutaba del paisaje, aunque nunca había salido de noche, miro su vestido claramente empapado con la poco agua que había caído mientras aquel joven trataba de convencerla de que subiera al coche con ella.

-mi casa queda un poco mas allá monsieur, yo le aviso… - le dedico una mirada sonriendo mientras vuelve su vista hacia el apoyándose del asiento donde se encontraban sentados, el a su lado, casi podía sentirle. – me gustaría saber mas de usted… - susurra sonriendo mientras sentía el abrigo de aquel joven un olor inconfundible, aquel abrigo se encontraba a una temperatura que haría que pudiera sentir el calor con gusto, sonrió a aquel joven y mirando sus ojos nota su color, se queda pasmada mirándolos, y sonríe – no me había fijado que tenia unos ojos muy lindos… - sonríe jugando con un mechón de su cabello – lo siento, yo no debiera decir estas cosas, no me hacen una dama común y corriente e incluso puede pensar usted que yo soy demasiado libertina… - sonríe y observa hacia la ventanilla de aquel coche, una vez le habían dicho eso, y había sido suficiente para hacerla sentir mal

“-no entiendo como te dejas hacer sentir mal… - otra vez no… no quería esa mente hablando como si me gustara que opine sobre mi, no quería su mente, no quería nada de sus pensamientos, aquella mente mataba mis sentimientos, mis esperanzas, aquella mente solo me traía problemas y también quejas –acéptalo, me quedare aquí. – lo se, lo sabia eso era lo peor de todo…
por que aquel joven causaba ese tipo de atracción en mi? por que su olor me parece increíblemente inconfundible, lo había sentido alguna vez, será que?... “

Negó con su rostro y luego volvió la vista a el – me parece que dos casas mas allá y estaríamos llegando a mi hogar… me temo que no era tan cerca como yo pensaba… - rió muy despacio y tiernamente.

Sonrió al escucharle mientras sentía como el coche de detenía, para darle cabida a aquel joven que bajo en lugar del que les abría la puerta, un paraguas se asoma y ya no se dio cuenta quien les cubría, tomo la mano del joven y sin querer sin pensarlo resbalo, cayendo mas a sus brazos… pero no solo descubrió que aquel joven era un excelente bailarín si no que a la misma vez, tenia fuerza, y galantería, le miro a los ojos mientras sonríe… - me temo que no calcule bien mi andar… - toma el paraguas mirándole y lo aparta, quería sentir la lluvia caer, aunque les empapara, estaba muy segura de que aquel joven se preocuparía mas por ella que por el o por que se mojara, sonrió de lado mientras la lluvia caía sobre ellos, miro hacia el cielo,

“por que te sientes tan cómoda? Acaso no lo estas tocando? No quieres averiguar de el? que hace? Tiene algo extraño hay algo de el que me incomoda.. – no preguntare, no quiero, por una vez en la vida quiero tranquilidad, quiero confiar en alguien en lo que el me pueda enseñar de su vida, no averiguarlo por que puedo… poseerlo…
Eso era lo mejor de todo, podía dominar su lado interno que le decía que aquel joven ocultaba algo, será? No le interesaba, no quería ya mas averiguar, ahora quería esperar a conocer como la mayoría de las personas. Mi mente no me ganaría en eso.”

Le gusta la lluvia? – pregunta mientras observa hacia el cielo y cierra los ojos, por alguna razón la lluvia se hacia tan confortable, las nubes cada vez aparecían mas peligrosas, un síntoma de que quizás si debían entrar a casa a secarse ya que pronto aparecerían rayos y algunos truenos haciendo de la noche casi perfecta una tormenta… - le gustaría… entrar? – era una invitación quizás el aceptaría, quizás no, pero no era una invitación malpensada, no era de esas jóvenes – me parece que si debiera entrar a secarse un poco yo… yo cause que estuviera tan mojado –toma el paraguas y sonríe como si fuera una pequeña que se sentía preocupada ahora después de ella misma haber quitado el paraguas.

entonces... le gustaría entrar? solo sera un momento no quiero quitar mucho mas de su tiempo - le observa mientras camina tomada de su brazo para ser atendidos por su sirvienta que ya esperaba adentro a que entraran, llegando la porche de la puerta se dio vuelta hacia el y le miro esperando su respuesta.

Había habido un momento, cuando era muy pequeña que había recordando haberse empapado tanto como en ese momento lo estaban, observo al joven el estaba casi tan mojado como ella, le sonrió cuando el hizo memoria y susurro – yo si, pero era muy pequeña para recordarlo solo se que… estuve un mes entero sin poder salir de mi casa o sin poder ver a… mis amigos. – recordaba por que había sido castigada y es que el joven que la había traído era mucho mayor que ella, su padre la castigo cruelmente fuera del resfriado que se pego, aunque aquel amigo-vampiro le había salvado de aquel resfriado dándole una pócima
“cuando crezcas podrás hacerla adda… lo prometo… - y así fue, años tratando de saber como se hacia aquella cura, y aunque yo no era experta en pócimas, en hechicerías, esa pócima en particular la sabia hacer perfectamente, mi amigo vampiro, quien iba a pensar que aquel joven que estaba tan junto a mi me hubiera echo recordar dos veces a aquel vampiro del cual no tenia idea de su paradero hace varios meses ya?” saliendo de sus pensamientos vuelve al joven, había mencionado que a adda le molestaba su presencia? Sonrió apurándose en decir –no me molesta nada monsieur… - sonríe divertida y el mayordomo aparece para guiarlo hacia la habitación para que quite su ropa y se pueda poner una manta – espero que se sienta cómodo, de verdad puede quedarse el tiempo que quiera, mientras se seca su ropa y si quiere puede dormir, la ropa no demorara mucho ya que todos los fuegos de esta mansión están muy calientes su ropa se secara en segundos… - le mira mientras su mayordomo aun le invita a llevarlo a aquella habitación, solo serian unos minutos y bien sabia que se vería muy feo que una dama le vea en paños menores, así como el a ella, y si seguía vestida con aquella ropa mojada si que agarraría una gripe y fuerte….

-gracias beaucop… - susurra a su mayordomo mientras corre hacia la habitación suya, y quitándose el vestido con rapidez siente la presencia de su dama de compañía ayudarle a cambiarse – pero madame esta empapada- adda asiente sin decir palabra alguna, solo le preocupaba la idea de pensar que aquel joven estaría tan incomodo en su hogar, ¿estaba mal en traerlo? ¿Por qué no procesaba las cosas como ahora? Ahora sentía miedo… y si aquel joven era un vampiro? No… no podía ser un vampiro le hubiera sentido… pero tenia algo, algo que solo había sentido en una persona… ¿Será?
No, no averiguaría no tenia ganas de sentirse decepcionada mucho menos de averiguar si aquel joven era un ser sobrenatural por que no le correspondía a ella saberlo, le correspondía enterarse y solo si el se lo contaba.

Al terminar de arreglarse bajo corriendo mientras su mayordomo la esperaba en la entrada y susurraba – la ropa del caballero esta lista ¿les sirvo algo de comer? – adda abre los ojos y niega sonriendo –no, creo que el joven no querrá, ya bastante incomodo debe de sentirse… pero... le preguntare si tiene hambre, prepara todo por si acaso. -susurra y espera que Petra Van Abel se acerque para poder despedirle, mientras observaba por los ventanales que la lluvia había cesado.

Sonrió ante su petición, la verdad es que no se imaginaba a aquel joven con una invitación tan rápido, pero no es que le hubiese desagrado, a decir verdad le encantaba aquella propuesta, y solo sonrió cuando aquel joven le invito a montar… quizás era un deseo oculto, nunca lo había mencionado si no mas bien prefería ocultar las cosas que realmente le gustaban para que la gente pudiera descubrirlas, solo uno conocía todo, realmente todo de ella. Le miro a los ojos y antes que pudiera terminar de disculparse por la propuesta de montar tomo su brazo y acercándose como si susurrara le dijo – son varias cosas las que debo decirle claro, si me deja hablar –se rió despacio como una niña ya que el había dicho todo tan rápido que no le había dado oportunidad a responderle fuera de que su pensamiento la hubiese llevado a la ultima persona que quería tener en su mente… kazu.

-muchas gracias por el elogio a mi casa, me parece que si esta muy bien echa y según la persona que la mando a hacer… -suspiro un momento aunque antes que se pudiera notar su tristeza continuo hablando – el arquitecto pensó en mi, el decorado es el antiguo, todo esta renovado al punto de dejar todo lo que era este hotel anteriormente por eso es tan acogedor.. y con respecto a montar…- sonríe de lado mientras toma el abrigo de la mano de van para ayudarle a ponérsela y dándose un tiempo para poder continuar hablando se puso frente a el arreglando su camisa y el cuello del abrigo mientras le miraba – me encantaría montar con usted uno de estos días, usted sabe donde vivo, es cosa de mandar a algún mensajero en mi búsqueda y prometo asistir en cuanto usted quiera… - le mira separándose algo avergonzada, se había tomado la atribución de arreglar el cuello de su chaqueta como si hubiera sido su novia o esposa… eso no estaba bien, eran malas atribuciones que pensaría el de ella?

Y claro, luego podríamos compartir la merienda… eso si luego de montar…-le mira sonriendo mientras le toma del brazo para acompañarle hacia la salida, observo hacia atrás, su mayordomo y todos los de la casa habían desaparecido, adda se pregunto porque todos le habían dejado solos ¿es que quizás habían visto el impulso de adda y pensarían que ellos eran algo mas? Le miro a los ojos y sonriendo se inclina en una reverencia de despedida ante el joven –a sido un placer compartir un baile con usted, una lluvia… - abrió la puerta y le miro – y será un placer compartir una cabalgata y una merienda con usted… - sonríe de lado aunque abriendo levemente la puerta apenas abría, lentamente, no quería que se fuera, quería su compañía, el parecía tan agradable, y como en sus libros mas escondidos de la biblioteca tenia… tanto misterio que le gustaba.

La mucama se acerco a Adda y pregunto con cierta timidez ¿y no quiso quedarse? Fue en ese momento que Adda se volteo hacia su mayordomo que se preparaba para salir corriendo detrás del coche –que tonta soy, lo había olvidado… supongo que al verlo lo olvide todo –

el mayordomo mas fiel de Adda corrió detrás del coche que apenas había avanzado una calle y se acerco a ventanilla para observar al joven y hablar - mi señora me a enviado aquí, dice que le disculpe pero había olvidado que había mandado a preparar algo para que usted comiera, ella no quiere que se valla así caballero ¿seria mucho pedir que vuelva para que podamos atenderle y también a su cochero que puede pasar a casa para… -pero su conversación fue interrumpida por la misma Adda que se acercaba al coche hablando sin importarle que se hubiera mojado nuevamente aunque la lluvia ya era menor casi ni se sentía – monsieur Van Abel… devuélvase por favor, lamento haber olvidado que había mandado a preparar algo de comer si usted quiere claro – Mi señora que hace aquí? – el mayordomo se retira hacia la casa para ir en búsqueda de un abrigo y un paraguas para cubrirla sin importar que el se estuviera empapando –aparte me gustaría que conversáramos mas tiempo si es que a usted no le molesta, y perdón nuevamente por favor, no crea que quería que se fuera, es que por un momento tuve un lapsus y lo olvide… - dibuja una sonrisa en sus labios y espero su respuesta ya sintiendo como las gotas de lluvia cesaban casi ni mojando el paraguas que la cubría…

-pero si no quiere quedarse lo entenderé… -sonríe de lado ¿Qué pasa si no quería? ¿si solo quería irse? Bueno, podía decir que no pero ¿Realmente podía decir que no cuando Adda misma había ido a buscarle? ¿Quién podía resistirse? Y es que Adda encontraba interesante su seriedad, su mirada, algo le decía que tenia tanto que conocer de el, y no le importaba que tuviera que descubrirlo, lo haría de alguna manera, espero su respuesta sin importarle que de pronto estuviera comenzando a llover nuevamente y observo hacia el cielo apartando aquel paraguas que le impedía ver como caían las gotas de agua a su alrededor. –mi lady por favor entre a la casa yo espero la respuesta del caballero… - le señala el mayordomo mirándole con ojos preocupados, como… un padre.

“eso fue tierno…- lo se
Observe al joven por la ventanilla y le sonreí antes de entrarme a la casa no quería tener que cambiarme de ropa y aquel mayordomo si me había tomado por sorpresa, entrando a casa me quite el abrigo y se lo entregue a la mucama que enseguida puso algo en mi espalda para abrigarme… mientras miraba por la puerta”

– calentaste la comida? –si madame esta todo listo – gracias.

Por un momento había olvidado el frío congelado que hacia en las afueras mientras la lluvia incesante llegaba a su fin, la mucama inspeccionaba todo de Adda fijándose que no se encuentre muy empapada para pasar al salón a cenar, fue ahí que al voltearse y encontrarse con los ojos de su mayordomo le agradeció –Lo se mi señor, tengo al mejor mayordomo el mundo y créame, no se preocupe no soy de resfriados mucho menos por las atenciones que pueda darle – Adda sintió un leve hormigueo al sentir los dedos y su mirada clavada en la de ella, sus dedos delicados y suaves movían uno de sus mechones que rebeldemente se posaban en sus ojos no permitiéndole así ver bien las cosas, al fijarse en el joven van y al sentir los ojos de la servidumbre sobre ellos dos, no pudo evitar aquel delicado sonrojo que sus mejillas delataban, aun mas por que la iluminación del salón de recepción era increíblemente delatora, fue en ese entonces que el momento fue interrumpido por el ama de llaves

Mi señor acompáñeme – de una manera coqueta como adda no creía, observaba a su ama de llaves llevarse al cochero de van de un brazo, causándole algo mas que curiosidad, diversión si así era posible, ellos desaparecían conversando y riendo, en silencio, como si ya se hubiesen conocido con anterioridad… –Señorita Adda… - fue entonces que adda salio de su transe y buscando la voz reconocible de su mayordomo quien les invitaba a pasar al salón comedor, sonrió a van antes de emprender camino a sabiendas que ella debía avanzar primero para guiarle no olvidando el rostro de su ama de llaves, tan coqueta, feliz ¿será que acaso su ama de llaves coqueteaba realmente con el cochero de van? ¿Cómo era que se conocían y ella ni enterada, cuando mantenía buenas conversaciones con su servidumbre? – mi señorita espero que el fuego este bien, es momento de retirarme que pasen buena velada – la comida aparecía por manos de la cocinera quien dejaba los platos en el lugar de Van y en el lugar de adda y se retiraba dejándoles completamente solos

“De todos los mayordomos, tenia que conseguirme el mejor, y no podía ser demás, kazu había proporcionado eso, Kazu lo había conseguido y a el le estaba agradecida, aunque claro, la compañía del joven en cuestión no pasaba desapercibida… - No, no pasa, es lindo, guapo y misterioso, no puedes dejarlo ir…”

Sonrió ante su propio pensamiento y levantando la copa que habían servido con el vino traído desde una localidad de Francia le miro –Bueno, me parece que debiéramos celebrar, y tomándome la atribución de romper el silencio, quisiera brindar, por su compañía, por haber aceptado acompañar mis noches que suelen ser solitarias, salud, por… usted- Con su copa levantada espero que chocara la de El, aunque por un momento sintió de golpe el peso de lo que estaba haciendo, trayendo a un varón a su hogar, que ahora era totalmente inestable, por que había dado permiso a yudea de entrar… no, no se atrevería… o, ¿si? quiso no pensar en ello y tratando de borrar ese repentino susto que se había llevado bebió un trago de su copa de vino dedicándole una sonrisa a aquel caballero, mirada penetrante, y fija ¿se habrá dado cuenta? Por que sus ojos demostraban calma, caballerosidad y sobre todo misterio? Atrayentes en todo sentido, pero preocupantes, pareciera que siempre mantendría esa compostura, un millón de cosas que pensar y meditar tenia, adda odiaba la forma en que su mente se apoderaba de sus pensamientos de esa forma, por que pensaba mas que alguien normal, pensaba el doble, y se olvidaba de vivir, es así, tomando los cubiertos para comenzar a comer dijo “no mas” a su mente y la silencio, podía hacerlo sin embargo nunca lo había echo, se daría la facultad de conocer a aquel joven, así lo quería, así seria.

Su mente en silencio, y su compañía, no necesitaba nada mas…

Oh… monsieur Van… no se preocupe un simple pensamiento que debería dejar de lado, nada de que preocuparse por favor, no tome en consideraciones mi falta de desacato, estamos para pasar una velada agradable, mis problemas no deben de molestarle… agradecería que no se preocupara, y si pudiera ayudarme, créame seria el primero en saberlo –dedica una sonrisa bebiendo un poco del vino en cuestión y dejándolo encima de la mesa, la conversación casual y miradas que iban y venían a medida que comían hacia de la velada exquisita en todo sentido, le agradaba la forma de el joven ante ella, parecía tan caballero y aun así tan intrigante, aquel detalle de mover un mechón de su cabello sencillamente había dejado a adda tan enrojecida, y su piel completamente nerviosa, ante tal detalle en cualquier persona se vería vulgar, en aquel joven se había visto, dulce, agradable, tierno… exquisito.

-Dígame entonces, a dicho usted que le gustaría que fuera a su hogar como invitada ¿la invitación sigue en pie? – esta vez se acerca unos centímetros hacia el y susurra como si fuera una pequeña a punto de revelar un secreto que sinceramente no tenia nada de importante -¿se a fijado usted en su cochero y mi ama de llaves? –sonríe de lado casi divertida, con ese tono que muchas veces le han tildado de “inocente” y que cuando se lo mencionan simplemente explota su interior llamada “adda malvada” y explota en risas como si se burlara de lo que la gente piensa, que realmente adda pueda ser inocente, pues bien, ya no lo era.

“no, no lo eres, no lo serás –lo perdiste aquella noche que no me dejaste usar los poderes para matar al asesino de yudea, al imbecil…
No ya no puedo seguir pensando”

-Le gusta el vino monsieur?-sonríe de lado sintiendo como se acerca su mayordomo para servir los segundos platos y posteriormente el postre, al momento de terminar de servir, deja su servilleta en la mesa como símbolo de que debieran levantarse para poder compartir un momento en la sala, pero por ética ella no podía levantarse primero y su mayordomo no estaba para correrle la silla –le parece si conversamos cómodamente en el salón de estar? Créame que es mucho mas confortable y hay una chimenea mejor que esta, ayudara a que partes del vestido se sequen de una vez – le señala el borde de su vestido, era una pequeña parte, ya había conseguido secarse del todo y se encontraba bastante cómoda, pero sabia que luego que van se retirara tendría que llamar a sus amigas “curanderas” para que le dieran pociones y así, prevenir todo resfriado… -Bueno si no le incomoda, quisiera contarme algo de usted?, su familia, los que le rodean… alguna, novia quizás? –no sabia cuan lejos estaba yendo pero realmente quería saber todas esas cosas, no solo por que le causaran curiosidad si no por que el interés era bastante… y no podía negarse ahora qu ele tenia enfrente de enterarse de cosas que quizás serian importantes, si se diera la oportunidad de conocerle mejor.

Por alguna razón aquella respuesta le había indicado que quizás el no querría hablar de su vida personal, invitándole a preguntarse el por que de aquello, sonrió de lado al caminar junto a el hacia uno de los asientos junto a la chimenea, donde aparecía su mayordomo en efecto para servir los tragos – esta bien, olvide esa pregunta, ¿Qué cosas le interesan? –sonríe de lado al tomar la copa de whisky que su mayordomo sabia que adda solía beber, durante las noches luego de la cena, y esperando a que el caballero le indicara que gustaría para beber en ese preciso momento, sonrió al escucharle, no era dada a las joyas, la única joya que se había dignado a usar solo por que le habían obligado a ello, había sido un broche, de esmeraldas precisamente que Yudea le había obsequiado para impedir que algún vampiro que no fuera el le tocase… y termino volviendo a pensar en Yudea, por algún momento desvío su mirada hacia su mayordomo que iba en búsqueda de su caja de joyas para que Van pudiera verla –no tengo muchas, pero tengo algo que quizás pueda interesarle, nunca e sido muy dada a las joyas, solo llevo pendientes que debo usar para algunas fiestas de sociedad, dos collares, y… un broche… -termina por sonreír antes de estirar su mano hacia su caja de joyas dejándola encima de la mesilla que se hallaba junto al sillón donde se encontraban los dos

“que hay de la otra caja?
Mi mente me recordaba de aquello y mi corazón latía a mil luego de escuchar interiormente aquellas seis palabras y el signo de interrogación
¿Qué había de la otra caja? Si, esa, la que me había regalado kazu, recordaba las veces que siendo una pequeña recibía regalos de su parte sin embargo el me hacia jurar que nunca se los enseñara a nadie, que cuando creciera y el me llevara a fiestas y bailes, debía usarlos con el, y así lo había echo, manteniendo esa promesa que no las usaría si no en su presencia guarde ese cofre entre mis cosas mas personales y nunca mas lo volví a abrir o a pensar hasta ahora, ahora que el ya no estaba”

Bueno, me gustan todos los colores monsieur, pero se me tiene permitido usar colores neutrales, usted sabe los gustos de las damas de sociedad, yo preferiría usar colores que resalten el color de mi piel, que usted entenderá es demasiado blanca para vestidos tan claros… parezco un fantasma… -sonríe casi riendo de una forma agraciada y delicada, como no pensaba que podría ser, una coquetería y sensualidad salían de sus formas de expresarse, adda no era comúnmente así pero Van le estaba causando serlo… -Dígame, le gusto el licor que mantiene entre sus dedos? – Sonríe de lado antes de continuar–todos estos son regalos, de diferentes países, todo lo que ve a su alrededor de echo, fue construido de manera especial ¿quiere que le hable de mi? Todo en este mi hogar se lo dirá… -susurra recordando con demasiado añoro que fue Kazu quien construyo este lugar para ella, de una manera que cuando regreso a ver el lugar terminado se dio cuenta que el lugar era ella, la identificaba de tal manera que ese era el lugar al que podía llamar hogar.

-bueno, ya que no quiere hablarme de pasado, no, en realidad que no puede, no quiero juzgarle sus razones tendrá para no confesar sus secretos de tal forma deliberada, a una desconocida, por que claro, no me considerara de su circulo de amistades aun, nos conocimos hoy… aunque… déjeme decirle que… a echo de mi día un día… perfecto gracias... –adda observa el liquido de su copa de whisky algo sonrojada debido al calor de la chimenea desbordante rellenar el espacio disminuido que habían conseguido junto a ala chimenea para secarse, ya lo estaba, y completamente…

soltó una risilla discreta- es usted bastante expresiva no es asi?- había comenzado a hablar y hasta ahora no se había detenido, que curioso, que bella... miro alrededor y noto por primera vez los detalles en la casa, las decoraciones y después guió la vista a la mujer frente a el entrecerrando los ojos- en efecto... pareciera que habla de usted, debe ser agradable tener un lugar asi- su casa debía tener también una apariencia que le describiera con sus hermanos... cuando habían comenzado a amueblarla los empleados se había visto en mas de una ocasión desconcertados, a veces van pedía algo y tiempo después abel decía que no le gustaba, habían sido tiempos curiosos hasta que habían aprendido a usar la telepatía entre ellos, actualmente rara vez cometían errores, después de dos años de vivir como uno solo, habían logrado acostumbrarse y perfeccionar sus actuaciones, su mirada viajo a la caja que la chica había traído y extendió la mano hacia ella- me permite?- pregunto tomándola, el no era el artista de los tres, pero sabia cuando una joya era buena, aunque abel era el diseñador el no fabricaba nada hasta que van lo hubiese aprobado, las que estaban ahí le gustaban.

-las joyas le hacen honor a la dueña, son hermosas, aunque es notorio que no las usa demasiado- estaban brillantes, con el brillo dorado de una joya nueva... no había muchos signos de uso, la chica decía la verdad, las joyas no le gustaban demasiado- aunque es comprensible, cuando la belleza acompaña los adornos no son necesarios- comento simplemente.

Sonrió al recordar como muchas veces le habían dicho que cuando hablaba no podía mantener su silencio, observo al joven en cuestión ¿a que se debía su hablar tan continuo? Le miro sonriente, divertida e intrigada ¿quizás era por que aquel joven en cuestión mantenía su misterio? Así podía saber el mas de ella y terminaba confiándole algún secreto? Negó ante la posibilidad de verse involucrada con van de aquella forma, pero le entristecía pensarlo por que solo le llevo a una frase aquella negación de verse como algo mas de aquel caballero, en realidad mas bien solo a un nombre…

“yudea…”

Noto su nostalgia al momento de fijarse en su hogar aquel joven y le sonrío, quizás el no tenia un hogar que le definiera, adda misma no tendría uno que le definiera si no hubiera sido por kazu… fue cuando observo su mirar al momento de entregarle su caja de joyas, y dibujo una sonrisa al escuchar sus palabras, a lo que adda no pudo mas que solamente sonreírle y enrojecer… -me temo que no es un halago de los que deba agradecer con demasía, usted viviendo del mercado de las joyas debe de haber visto, reinas, princesas y un sinfín de damas mucho mas hermosas de lo que usted dice de mi, y no las uso en efecto por que me traen recuerdos que quisiera borrar…

Esa ultima frase la susurra, no quería preocuparle, van parecía demasiado caballeroso como para omitir aquel comentario pero no podía ocuparse de los problemas que ella pudiera incluirle por que adda sabia muy bien que nadie podía librarla mas que ella misma y la practica de su magia que ella misma estaba comenzando a descubrir, nadie podía salvarla de aquel vampiro, ni ella misma por que se había convertido en amante de el sin siquiera sospechar que seria su amante, aunque todo tuviera su razón, el futuro lo dictaría, ¿Por qué había dicho aquella frase solo conseguiría preocuparle… -olvídelo, por favor.. –susurro antes de que el pudiera mencionar aquella pregunta con preocupación “por que”

Lo siento –susurro despacio mientras bajaba la mirada, Adda por un momento se sintió incomoda como no se había sentido con la presencia del caballero, dibujo una sonrisa en sus labios mientras el reloj movía la manecilla del segundero –no quise faltarle el respeto, debería aprender a aceptar las buenas palabras de una forma en que usted no se sienta mal… - alza la mirada encontrándose con sus ojos y le sonríe, para luego levantarse delicadamente caminar hacia la chimenea

Bueno o malo nuestro pasado es lo que hace lo que somos, no debería intentar eliminarlo de su mente…

¿Qué sabia un caballero como yo lo que había pasado durante todo mi pasado? Parte de mi tenia la culpa de ser tan idiota y confianzuda, y es que ya había aprendido la lección pero luego de caídas y una violación… abrí los ojos cuando observe la llama del fuego de aquella imponente chimenea consumir el lugar, realmente era acogedor, aquella pura chimenea podía calentar las habitaciones de toda la casa y gracias a ella no sentía los efectos del frió en las tardes de otoño

- tal vez tiene razón monsieur, no debería intentar eliminarlo de mi mente, pero usted ve mi hogar? – alza su mano delicadamente enseñándole a que observara todo – antes esto estaba destruido, roto, era un hotel muy lujoso pero abandonado a su suerte… esta casa fue construida con el mas mínimo detalle en mención a mi, todas estas cosas son restauradas al original del antiguo hotel famoso de Paris… - observo hacia el techo recordando que ahí había mirado cuando kazu se retiro aquella primera vez que estuvieron ahí... – y quizás esta casa no esta eliminada, pero si esta reconstruida y la única forma de reconstruirla es remodelándola… eso es lo que hago yo, remodelar mi vida… - susurra volteándose hacia el en una mirada sincera…

Uno de los mayordomos se acerco a adda preguntando por el licor de la noche a lo que adda se limita a observar al caballero y sonreír, no tenia autoridad para negarse a ofrecerle un trago mucho menos para ofrecerle un trago, las damas no lo hacían.

“como decirle que agradezco su compañía?, mire sus ojos y enrojecí, no lo sospeche, no lo pensaba, no adivine siquiera si acaso el querría mi mirar, mi sonrojo… el se daba cuenta que me sonrojaba? Quizás pensaría que era el calor propio de la chimenea…”

Spoiler: