Olor a rosas entre labios rosas [Tyler]

por **Melinda Chavànnell** Sáb Mayo 07, 2011 2:27 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Era una agradable tarde de primavera en la encantadora ciudad de París, y qué mejor distracción y diversión para una de sus jovencitas que visitar aquel jardín tan exquisito lleno de rosas olorosas y pájaros que cantaban de vez en cuando. Por ésto, y por el interés que las plantas despertaban en mí, decidí ataviarme con un ligero vestido de color azul turquesa con un pequeño y discreto tocado que aprisionaba mis rubios tirabuzones.

Encandilé a mi cochero para que no avisara a mi padre o a alguno de mis hermanos de que acudía sola a estas horas a un lugar que quedaba lejos de las cercanías de mi casa y me dirigi allí... Poca gente quedaba ya, tan solo unos cuantos y furtivos enamorados que aprovechaban la ausencia de las celestinas para dedicarse algunos tímidos besos, ante esto no pude sino reir e imaginar vagamente con hacer aquello algún día... encontrar al hombre perfecto que fuera merecedor de mis labios... Me adentré lentamente e el jardín embriagandome con el aroma de las flores y me detuve delante de un vívido rosal rojo, me acerqué levantando ligeramente mi vestido para no mancharlo y me dispuse a cortar una de las rosas, aunque aparté rapidamente mis manos al comprobar que me había pinchado con una de las numerosas del tallo

por **Melinda Chavànnell** Mar Mayo 17, 2011 3:31 pm

Mi mentón se levantó suavemente por acción de las suaves y robustas manos de Tyler. Escuché sus palabras amistosas, cariñosas, dulces... sin duda las palabras que más me podrían tranquilizar en estos momentos. Mis ojos se clavaron sobre los suyos, adoptando yo una actitud más relajada y serena. Pero, a pesar de ésto, no pude reprimir sonreir y lanzarme con sutileza a sus brazos para darle un abrazo tras escuchar sus palabras. Permanecí así unos instantes, sin que un s´lo sonido saliera de mis rosados labios, lo único que podía escucharse en la quietud de esa noche era el latido de nuestros corazones y el sonido de nuestra respiración.

Tras esos instantes despegué mi rostro de su pecho y le sonreí tiernamente Gracias Tyler... en serio por tus palabras alentadoras y por ofrecerme una distracción y a la vez una inmensa solución. Y a propósito, estás más que contratado soy yo quien se encarga de las delicadas flores del invernadero de la mansión y por lo tanto quien contrata a los jardineros... espero que 100 francos a la semana incluyendo alojamiento y comida te parezcan unos honorarios adecuados, si no es así todo es negociable Me deshice de aquel abrazo que aún estaba presente para a continuación tumbarme sobre la hierba dejándome embriagar por los sonidos de la naturaleza, el movimiento de las hojas de los árboles, las aves, el agua de fondo... todo ello configuraba una melodía tranquila y armoniosa.

Eso sí... espero que si tienes esposa, prometida o novia no le parezca mal que a ella no pueda darla alojamiento.... a no ser que también trabaje en el servicio de la casa... sería abusar de la confianza de mi padre, espero que lo entiendas dije aún con los ojos cerrados

por **Tyler Fausten** Dom Mayo 22, 2011 6:37 am

Sonreí ante sus palabras, que aun seguían sonándome divertidas e incluso inocentes a pesar de la madurez de aquella mujer que se empeñaba en ser libre como toda persona cuerda.

- Siento disgustarla - dije en un tono distinto, algo como un poco de teatro para terminar el dia de una forma un poco divertida. - pero no hay ninguna mujer viva en mi vida, acepto el trabajo y el alojamiento tan solo con una condición. Alcé un dedo ante sus ojos, quiero libertad para entrar y salir cuando quiera de la casa, no me gusta sentirme encerrado en un mismo lugar tanto tiempo y... Torcí la sonrisa, ni mucho menos quería aprovecharme de la gentileza de aquella mujer y del inminente cariño que profesábamos el uno del otro, era algo mas que una hermana para mi en estos momentos.

- Me da un beso?

por **Melinda Chavànnell** Mar Mayo 24, 2011 1:11 pm

Mis dedos comenzaron a jugar nerviosos con mis rizos mientras esperaba aquella respuesta, sin duda me encantaría que él la aceptara así podría tener un aliado en la casa y también un amigo, alguien que compartiera mi interés por la jardinería y pudiera ocultarme en sus aposentos cuando necesitara huir de la cárcel que suponía mi dormitorio... libertad, dulce libertad

Mi sonrisa se acrecentó al escuchar aquellas palabras, al parecer no tenía compromiso con ninguna mujer y no parecía tener demasiado interés en poseerlo, aceptaba el trabajo y las condiciones le eran favorables... todo era perfecto pues sólo ponía un requisito: libertad... una libertad de la que yo carecía a pesar de que la ansiaba... ¿cómo negarme a concedérsela? No hay ningún problema en eso Tyler siempre que no irrumpa en la mansión a altas horas de la madrugada pues despertaría a nuestro mayordomo que tendría que abrirle la puerta y blablabla... no lo digo por mí, más bien lo digo por su comodidad porque creame las broncas de Monsieur Jalèque no son nada agradables son del todo tediosas

Rei de nuevo ligera y jovialmente con cierto aire de coquetería que no podía evitar, pero mi risa se detuvo de golpe al escuchar aquella petición: un beso... un beso de mis labios pero... a qué tipo de beso se refería? si me aventuraba a probar de nuevo sus labios probablemente me apartaría con sutileza alegando que era demasiado niña o inexperta para él, pero... y si de verdad me estaba pidiendo un beso en los labios? si yo se lo daba en la mejilla entonces sí que quedaría como una auténtica niña...

Asentí con la cabeza y me acerqué hasta su rostro, rozando la suave piel de mis labios con su mejilla, para a continuación desplazándola hasta la frontera entre ésta y sus labios. Deposité un suave y pequeño beso en la comisura de su labio, esperando su respuesta si se extrañaba deseaba un beso en los labios y si sonreía sería que no me veía más que como a una amiga o hermana

por **Tyler Fausten** Mar Mayo 24, 2011 1:32 pm

Sonreí al ver su duda palpable en sus gestos, en su respiración e incluso en sus labios.
Supe que no se dejaría besar en los labios de nuevo, ni aunque ahora fuese un trabajador para su hogar, all menos no me conocía tanto. Era una verdadera Dama, pese a su inexperiencia.
Sin esperar a más la tomé de improvisto subiéndola a mis espaldas, llevándola a caballo. Seguro que no la permitían permitirse esos lujos de libertad, o simple ganas de llevar... pantalones literalmente.

- Si alguna vez me excedo dígamelo, no quiero sobrepasarme.

Dije con una simple sonrisa que caracterizaba sobresaliente de mi físico. No me veía como un chico esmirriado, ni tampoco musculoso. Simplemente el trbajo duro marcaron mi cuerpo tal y como era ahora, pudiendo disfrutar quizá de la carga de una mujer contra su espalda tal y como ahora lo estaba haciendo.
Cargó la mujer hasta cerca de su hogar, no pretendía irrumpir mas en aquella hacienda, así que lo mejor que hice fué quedarme allí parado para despedirme.

- Buenas noches Signorina.. espero que el paseo haya sido de su agrado.

Con un toque infantil y algo descarado, le robé un simple beso en los labios. Mi procedencia italiana hizo el resto, sus besos quizá no significasen nada por el momento pero le gustaba darlos, pero no a cualquiera.

por **Melinda Chavànnell** Miér Mayo 25, 2011 1:56 pm

Observé como una dulce sonrisa se dibujaba en sus labios... mala señal, me debía de ver como una hermana o una amiga pues no había realizado ni el más mínimo gesto de mohín por no poder probar de nuevo mis rosados labios... un leve suspiro se escapó de entre mis labios pues no sabía por qué pero habia tenido la impresión de que él hubiera deseado un beso de otro tipo...

Sus robustos brazos me cogieron casi sin percatarme para a continuación cargarme sobre sus anchas espaldas. Una ligera risa salió de entre la delgada linea de mis labios pues nunca antes me habían llevado a caballito. Mis manos se agarraron con fuerza a la tela de su camisa pues no deseaba acabar en el suelo con una herida en la cabeza. Apoyé mi rostro en sus hombros disfrutando del paseo y susurré en su oido - Descuide Tyler... sus acciones nunca se exceden... es más me permiten imaginar una libertad que en otras circunstancias no poseo...

reí nuevamente divisando a o lejos mi mansión, mi hogar y... mi cárcel. No.. no deseaba que nuestra aventura terminara pues tendría que enfrentarme a reproches y reprimendas por parte de mi hermano que, por desgracia se encontraría en estos momentos con aquel amigo que nos había descubierto en el bosque... Me bajé con delicadeza de sus espaldas y le miré con cierto aire melancólico mientras escuchaba su despedida... Signorina... así que ¿era italiano? sin duda unos hombres con un carácter más que singular. Extendí mi mano, pues estaba segura de que se despediría con el aburrido besamanos pero, para mi sorpresa se acercó a mi y cual chiquillo me besó rápidamente en los labios para apartarse y evitar la pequeña posibilidad de la bofetada.

Buenas noches Tyler... mañana le espero en los jardines sobre las... doce le parece bien? Le enseñaré todas las plantas que poseemos, sus debilidades y su nuevo hogar para que pueda instalarse.

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